¿QUÉ ES LA FE? LA FE ABARCA LA VERDAD, EL CORAJE, LA SABIDURÍA Y LA BUENA FORTUNA. INCLUYE LA COMPASIÓN Y LA HUMANIDAD, ASÍ COMO LA PAZ, LA CULTURA Y LA FELICIDAD. LA FE ES ESPERANZA ETERNA; ES EL SECRETO PARA EL AUTO-DESARROLLO SIN LÍMITES. LA FE ES EL PRINCIPIO BÁSICO DE CRECIMIENTO. (LAS DISCUSIONES SOBRE LA JUVENTUD, VOLUMEN 2, PÁGINAS 163/64).

¿QUÉ ES EL BUDISMO? ES EL NOMBRE DADO A LAS ENSEÑANZAS DE UN BUDA. "BUDA" SIGNIFICA "EL ILUMINADO”; ALGUIEN QUE PERCIBE LA ESENCIA O REALIDAD DE LA VIDA EN SU INTERIOR, ES UN SER ILUMINADO A LA VERDAD DE LA VIDA Y DEL UNIVERSO. A DIFERENCIA DE OTRAS RELIGIONES, EL BUDISMO NO ALEGA UNA REVELACIÓN DIVINA. COMIENZA CON UN HOMBRE, QUE A TRAVÉS DE SUS PROPIOS ESFUERZOS Y PERSEVERANCIA, DESCUBRIÓ LA REALIDAD DENTRO DE SÍ Y ENSEÑÓ QUE TODOS PODÍAN HACER LO MISMO. EL BUDA NO PUEDE SER DEFINIDO, COMO UN SER TRASCENDENTAL O SUPREMO. EN ESTE SENTIDO, EL BUDISMO, NO SOLO ES LA ENSEÑANZA DE UN BUDA, SINO LA ENSEÑANZA QUE POSIBILITA A TODAS LAS PERSONAS REVELAR SU NATURALEZA DE BUDA. EL BUDISMO ES UN SISTEMA PRÁCTICO DE ENSEÑANZA QUE NOS PERMITE CONCRETAR EL ESTADO IDEAL DE LA BUDEIDAD… LA PROPIA PERFECCIÓN.

¿QUE ES EL KOSEN-RUFU? “ES LA LUCHA PARA TRANSFORMAR LA VIDA DE LOS SERES HUMANOS, REVIRTIENDO LA OSCURIDAD QUE RESIDE EN EL INTERIOR DE SU VIDA, HACIENDOLO TOMAR CONCIENCIA DE SU NATURALEZA DE BUDA INHERENTE". LA ESENCIA DE “ESTABLECER LA ENSEÑANZA CORRECTA PARA ASEGURAR LA PAZ EN LA TIERRA” ESCRITO POR NICHIREN DAISHONIN, RADICA EN CONSTRUIR UNA RED DE PERSONAS DEDICADAS AL BIEN. PERO COMO ESTA CONTIENDA IMPLICA TRANSFORMAR DE RAÍZ LA VIDA DE LAS PERSONAS PROVOCARA RESISTENCIA EN CIERTOS SECTORES… ESTA GRAN BATALLA ES LA CLAVE PARA CREAR UN MUNDO DE PAZ Y DE FELICIDAD VERDADERAS, UNA TIERRA DE BUDAS.

YIGUIO Y KETA. PRÁCTICA PARA UNO MISMO Y PRÁCTICA PARA LOS DEMÁS. ESTOS ASPECTOS DEL BUDISMO VERDADERO SON: YIGUIO (PRÁCTICA PARA UNO MISMO) Y KETA (PRÁCTICA POR EL BIEN DE OTROS). AMBOS CONSTITUYEN UNA PRÁCTICA COMPLETA. SON COMO DOS RUEDAS QUE FUNCIONAN AL UNÍSONO PARA ADELANTAR NUESTRAS VIDAS, PARA MANIFESTAR NUESTRA ILUMINACIÓN INHERENTE.

¿QUE ES LA SOKA GAKKAI INTERNACIONAL (SGI)?...ES UNA ORGANIZACIÓN BASADA EN EL BUDISMO DE NICHIREN DAISHONIN, INSPIRADA EN EL RESPETO A LA VIDA, LA CONCIENCIA DE LOS DERECHOS HUMANOS, BUSCANDO DESPERTAR EN LAS PERSONAS EL ESPÍRITU DE RECONOCER, RESPETAR Y APRECIAR LAS SEMEJANZAS Y LAS DIFERENCIAS, PERMITIENDOLES FORTALECERSE Y TRANSFORMAR SU INTERIOR PARA DESARROLLAR SU MÁXIMO POTENCIAL, ASUMIENDO LA RESPONSABILIDAD DE SU PROPIA VIDA Y COMPROMETIENDOSE CON LA SOCIEDAD, EMPRENDER ACTIVIDADES EN SU VIDA COTIDIANA, PARA DESPLEGAR LA CAPACIDAD DE VIVIR CON CONFIANZA, CREANDO VALOR EN CUALQUIER CIRCUNSTANCIA Y CONTRIBUYENDO AL BIENESTAR DE AMIGOS, FAMILIARES Y SU COMUNIDAD…

…UNA DE LAS DIFICULTADES QUE LOS LATINOS TIENEN PARA COMPRENDER EL BUDISMO, radica en lo que el término "religión" significa en su ámbito social… Las religiones occidentales tienen sistemas jerárquicos en los que las reglas y los dogmas se establecen desde arriba hacia abajo… Ellas están basadas en la creencia de una deidad sobrenatural… La relación entre el maestro y el discípulo es interpretada como la de una persona que ciegamente, sigue a otra… VER MAS…

EL ESFUERZO DE NO RENDIRSE JAMAS. Vivimos una vida fragmentada y llena de conflictos. Estamos divididos en centenas de grupos de seres humanos, limitados por el miedo, la vergüenza, la culpa, la ira, las obsesiones y las emociones… esta lucha interna hace que no nos podamos entender… ¿Por que pasa esto...? VER MAS…

LA RECITACION DE LOS CAPITULOS “MEDIOS HABILES” Y “DURACION DE LA VIDA”. Carta a la esposa de Hiki Daigaku Saburo Yoshimoto. Este Ghoso, nos acerca a un precepto conocido como “seguir las costumbres de la región”. El significa que, mientras no esté en juego ninguna trasgresión grave, no se debe ir contra las tradiciones y costumbres de un país, región o comunidad, aunque debamos apartarnos ligeramente de las enseñanzas. Este criterio fue establecido por el Buda... VER MAS…

LAS REUNIONES DE DIALOGO O ZADANKAI, SON UN OASIS…En la actualidad, el egoísmo desmedido, provoca profundos trastornos en el corazón humano y estamos perdiendo la coexistencia con la naturaleza; por ello estos mini cónclaves de miembros de todas las edades, razas, intereses y antecedentes, son un foro de intercambio rico y refrescante. En un mundo afectado por la "DESERTIFICACION SOCIAL", estas reuniones son un oasis, en el que los seres humanos en forma individual, se esfuerzan en concretar la paz mundial y la prosperidad de la sociedad humana. ...Como budistas, al establecer una condición de paz interior en la vida cotidiana, contribuimos con la paz del mundo, posibilitando a cada uno, desarrollar su potencial inherente... VER MAS…

TRADUCCION DE LA LITURGIA. 1] CAPITULO 2 DEL SUTRA DEL LOTO, “HOBEN” O “MEDIOS HABILES”

En nuestra practica diaria de gongyo recitamos la parte inicial del capítulo “Hoben” o “Medios Hábiles”, que es la parte mas importante de todo el capítulo. La “verdadera entidad de todos los fenómenos” representa el principio según el cual cada persona es potencialmente un buda. Fragmento que nos revela el camino por el cual todos podemos lograr la budeidad.


El mismo comienza así:


MIOHO RENGUE KYO.
HOBEN PON. DAI NI.


Ni yi se son. Yu san mai. An yo
ni ki. Go shari jotsu. Sho
but chi e. Yin yin mu rio. Go
chi e mon. Nan gue nan ñu (niu). It sai.
Sho mon. Jiaku shi butsu Sho
Ju no chi.


Cuya traducción es:
En ese momento el Honrado por el mundo despertó serenamente de su shamadi y se
dirigió a Shariputra con estas palabras:
”La sabiduría de los budas es infinitamente profunda e inmensurable. El portal de esta sabiduría es difícil de comprender y difícil de transponer. Ninguno de los que escuchan la voz ni de los pratyekabuddhas son capaces de comprenderla.
(Sutra del Loto, cap 2, pag 23.)


Sho I sha ga. Butsu
Zo shin gon. Jiaku sen man noku.
Mu shu sho butsu.Yin guio
sho butsu. Mu rio do jo. Iu mio
sho yin. Mio sho ju mon. Yo yu
yin yin. Mi zo u jo. Zui gui sho
setsu. I shu nan gue.


Cuya traducción es:
“¿Y cual es la razón?” Un buda ha prestado servicio personalmente a cien, mil, diez mil, un millón, incontables budas y ha llevado a cabo en forma completa un inmensurable numero de practicas religiosas. Se ha esforzado con valentía y vigor, y ha logrado que su nombre sea universalmente conocido. Ha percibido la Ley que es profunda y que nunca antes se ha dado a conocer y la predica de acuerdo con lo apropiado, pero así y todo, su intención es difícil de entender.
(Sutra del Loto cap 2, pag 24.)


Shari jotsu.
Go yu yo butsu i rai. Shu yu in nen.
Shu yu ji iu. Ko en gon kio. Mu
shu jo ben. In do shu yo. Rio ri
sho yaku.

Cuya traducción es:
“Shariputra, desde que logré la budeidad, he expuesto mi enseñanza a través de diversas causas y de diversas analogías. Y he utilizado innumerables medios hábiles para guiar a los seres vivos y hacer que renuncien a sus apegos.”
(Sutra del Loto cap 2, pag 24.)


Sho i sha ga. Ño (Nio) rai
jo ben. Chi ken jara mitsu. Kai
i gu soku.


Cuya traducción es:
“¿Y ¿porque? Porque El Que Así Llega esta plenamente dotado de medios hábiles y del paramita de la sabiduría.”
(Sutra del Loto cap 2, pag 24.)


Shari jotsu Nio rai
chi ken. Ko dai yin non. Mu rio
mu gue. Riki. Mu sho i. Zen yo.
Gue dat. San mai. Yin niu mu sai.
Yo yu i sai. Mi zo u jo.

Cuya traducción es:
“Shariputra, la sabiduría de El Que Asi Llega es amplia y profunda. Posee inmensurable [misericordia], ilimitada [elocuencia], poder, valentía, concentración, emancipación y samadhis, y ha ingresado profundamente en el reino de lo insondable y ha despertado en si la conciencia de la Ley nunca antes lograda.


Shari
Jotsu. Nio rai no. Shu yu jun
Betsu. Guio set sho jo. Gon
Yi niu nan. Ec ka shu shin. Shari
Jotsu. Shu io gon shi. Mu rio
Mu jen. Mi zo u jo. Bu shitshu
Yo yu.


Cuya traducción es:
“Shariputra, El Que Así Llega sabe como establecer diversas clases de distinciones, como exponer hábilmente las enseñanzas. Sus palabras son suaves y amables, y pueden
deleitar el corazón de la asamblea.”


Shariputra, para decirlo en pocas palabras: el Buda ha comprendido plenamente la Ley que es ilimitada e infinita, y que nunca antes se había podido establecer.
(Sutra del Loto cap 2, pag 24.)


Shi shari jotsu. Ju shu bu
Setsu. Sho i sha ga. But sho
Yo yu. Dai ichi ke u. Nam gue shi
Jo.


Cuya traducción es:
“pero detente, Shariputra, que no diré mas. ¿Por qué? Porque lo que el Buda ha logrado [percibir] es la ley mas rara y mas difícil de comprender.
(Sutra del Loto cap 2, pag 24.)


Iui butsu io butsu. Nai no
Ku yin. Sho Jô yit so.


(Este parrafo se recita 3 veces)


Cuya traducción es:
“La verdadera entidad de todos los fenómenos solo puede ser comprendida y compartida entre budas. Esta realidad consiste en la apariencia, la naturaleza, la entidad,
la fuerza inherente, la influencia, la causa interna, la relación o causa externa, el efecto latente, el efecto manifiesto y su coherencia del principio al fin.
(Sutra del Loto cap 2, pag 24.)

Basado en "Disertaciones sobre los capítulos "Hoben" y Juryo" del Sutra del Loto" por Daisaku Ikeda.

TRADUCCION DE LA LITURGIA. 2] CAPITULO 16 DEL SUTRA DEL LOTO, “JURYO” O “DURACION DE LA VIDA”

Posteriormente recitamos el “Juryo” o “Duración de la vida”. Esta recitación es la que brinda respuesta a las preguntas fundamentales, de la eternidad de la vida.
Nichiren Daishonin dice:
“Si no fuera por la presencia del capitulo “Juryo” entre todas las enseñanzas de Shakyamuni, estas serian como el cielo sin luna o sin sol, como un reino sin monarca, como montañas o mares sin tesoros, como personas sin alma. (WND, pag 182)

El mismo comienza así:

MIOHO RENGUE KYO.
HOBEN PON. DAI NI.

Yi ga toku but rai.
Sho kio sho kot shu.
Mu rio juaku sen man.
Iku sai a so gui.
Yo set po kio ke.
Mu shu oku shu yo.
Rio ñu (niu) o butsu do.
Ni raí mu rio ko.

Cuya traducción es:
“Des de que logré la Budeidad, el numero de palpas transcurridos es de inmensurables cientos de miles, de decenas de miles de millones de billones de asamkhyas. Constantemente vine predicando la ley, enseñando y convirtiendo a incontables millones de seres vivientes, haciendo que entren en el camino del buda, y todo esto durante palpas interminables.”
(Sutra del Loto, cap 16, pag 229.)

I do shu yo ko.
Jo ben guen ne jan.
Ni yitsu ju metsu do.
Yo yu shi set po.
Ga yo yu o shi.
I sho yin zu riki.
Rio ten do shu yo.
Sui gon ni ju ken.

Cuya traducción es:
“Para salvar a los seres vivientes, doy la apariencia de entrar en el nirvana como medio hábil, pero en realidad no paso a la extinción.
Siempre estoy aquí, predicando la Ley; siempre estoy aquí, pero mediante mis poderes trascendentales hago que los seres vivientes, en su confusión, no me vean aun cuando estoy a su lado”.
(Sutra del Loto, cap 16, pag 229.)

Shu ken ga metsu do.
Ko ku io sha ri.
Guen kai e ren bo.
Ni sho katsu go shin.
Shu yo ki shin buku.
Shichi yiki i niu nan.
Is shin io ken butsu.
Fu yi shaku shin mio.
Yi ga guiu shu so.
Ku shutsu rio yu sen.

Cuya traducción es:
“Cuando la multitud ve que he entrado en la extensión, consagra ofrendas a mis reliquias a lo ancho y largo. Todos me echan de menos en su corazón, y en su mente solo ansían contemplarme.
Cuando los seres vivientes se vuelven realmente fieles y honestos, de recto proceder y de pacifica intención, con un unico pensamiento  puro y sincero de ver al Buda, sin titubear aun cuando ello pudiera costarles la vida, entonces yo aparezco junto a la asamblea de monjes sobre el sagrado Pico del Águila”.
(Sutra del Loto, cap 16, pag 229 y 230.)

Ga yi go shu yo.
Yo zai shi ju metsu.
I jo ben ric ko.
Guen u metsu ju metsu.
Io koku u shu yo.
Ku guio shin guio sha.
Ga bu o ji Chu.
I setsu mu yo jo.
Ño (nio) to ju mon shi.
Tan ni ga metsu do.
Ga ken sho shu yo.
Motsu zai o ku kai.
Ko fu i guen shin.
Rio go sho katsu go.
In gon shin ren bo.
Nai shutsu i sep po.

Cuya traducción es:
“En ese momento, digo a los seres vivientes que siempre estoy aquí, que jamás paso a la extinción, pero que, a través del poder de un medio hábil, por momentos parezco estar extinto, por momentos no, y que, cuando en otras tierras haya seres vivientes reverentes y sinceros en su deseo de creer, entonces yo también, junto a ellos, predicare esta Ley sin parangón. Pero como no habéis escuchado nada de esto, suponéis que yo entro en la extinción. Cuando observo a los seres vivientes los veo ahogados en un mar de sufrimientos; por lo tanto, no me muestro y de ese modo hago que ansíen verme. Entonces, cuando su corazón se colma de ansia, por fin me manifiesto y predico la Ley para ellos.”
(Sutra del Loto, cap 16, pag 230.)

Yin zu riki nio ze.
O a so gui ko.
Yo zai rio yu sem.
Guiu io sho yu sho.
Shu yo ken ko yin.
Dai ka sho sho yi.
Ga shi do an non.
Ten nin yo yu man.
On rin sho do kaku.
Shu yo jo sho gon.
Jo yu ta ke ka.
Shu yo sho iu raku.
Sho ten iaku ten ku.
Yo sat shu gui gaku.
U man da ra ke.
San butsu guiu dai shu.

Cuya traducción es:
Así son mi poderes trascendentales. Durante asamkhyas de kalpas, constantemente he morado en el Sagrado Pico del Águila y en muchos otros lugares. Cuando los seres vivientes presencian el final de un kalpa, y todo se consume en las llamas de un gran incendio, esta, mi tierra, permanece a salvo y en calma, siempre colmada de seres humanos y celestiales. Variadas clases de gemas adornan sus recamaras y pabellones, sus jardines y bosques. Hay árboles enjoyados, henchidos de flores y frutos, bajo los cuales, placidos, se solazan los seres vivientes. Las deidades hacen repicar tambores celestiales para interpretar, sin pausa, la música más diversa. Cae una lluvia de flores de Mandarava que esparce sus pétalos sobre el Buda y sobre la asamblea inmensa.
(Sutra del Loto, cap 16, pag 230 y 231.)

Ga yo do ju ki.
Ni shu ken sho yin.
U ju sho ku no.
Ño (nio) ze shitsu yu man.
Ze sho zai shu yo.
I aku go in nen.
Ka a so gui ko.
Fu mon san bo mio.

Cuya traducción es:
Mi tierra pura no se destruye, pero las multitudes la ven consumirse en llamas, ahogada en penosos sentimientos, en angustia y temor.
Estos seres vivientes, por sus muchas faltas, por causas que provienen de sus malas acciones, pasan asamkhyas de kalpas sin escuchar el nombre de los Tres Tesoros.
(Sutra del Loto, cap 16, pag 231.)

Sho u shu ku Goku.
Ñu (niu) wa shichi yiki sha.
Soc kai ken ga shin.
Zai shi ni set po.
Waku yi i shi shu.
Setsu butsu yu mu rio.
Ku nai ken bu sha.
I setsu butsu nan chi.

Cuya traducción es:
Pero los que practican los caminos meritorios, los que son dúctiles y pacíficos, rectos y sinceros, me verán todos, aquí, en persona, predicando la Ley.
A veces, para esta multitud, expongo que la duración de la vida del Buda es inmensurable; para los que ven al Buda solo al cabo de un largo tiempo, explico cuan difícil resulta encontrarse con el.
(Sutra del Loto, cap 16, pag 231.)

Ga chi riki nio ze
E ko sho mu rio
Yu mio mu shu ko
Ku shu go sho toku
Ño (nio) to u chi sha
Mot to shi sho gui
To dan rio io yin
Butsu go yi pu ko

Cuya traducción es:
El poder de mi sabiduria es tal que sus rayos esclarecidos brillan sin limite.
Mi vida, extensa como kalpas incontables, es el resultado de una muy larga práctica.
¡No alberguéis ninguna duda sobre esto, hombres de sabiduria!
Liberaos de la duda, ponedle fin para siempre, pues las palabras del buda son veraces y no contienen falsedad.
(Sutra del Loto, cap 16, pag 231.)

Ño (nio) i zen jo bem.
I yi o shi ko.
Yitsu zai ni gon shi.
Mu no se ko mo.
Ga iaku i se bu.
Ku sho ku guen sha.

Cuya traducción es:
Es como un medico diestro que se vale de medios hábiles para curar a sus hijos extraviados.
Aunque, en realidad, esta vivo, lanza acorrer la voz de que ha muerto. Y, sin embargo, nadie puede decir que haya mentido.
Yo soy el padre de este mundo, y salvo a los que sufren y padecen aflicción.
(Sutra del Loto, cap 16, pag 231.)

I bon bu ten do.
Yitsu zai ni gon metsu.
I yo ken ga ko.
Ni sho kio shi shin.
Jo itsu yaku go ioku.
Da o aku do chu.
Ga yo chi shu yo.
Guio do ju guio do.
Zui o sho ka do.
I ze shu yu jo.

Cuya traducción es:
Debido al estado de ilusión que padece la gente, aunque estoy vivo, hago correr la voz de que he ingresado en la extinción. Pues si me ven constantemente, su corazón se llena de arrogancia y egoísmo. Dejando a un lado el control de si mismos, se entregan a los cinco deseos y caen en los malos caminos de la existencia.
Siempre se sé muy bien cuales seres vivientes practican el Camino y cuales no; y, en respuesta a su necesidad de salvación, predico para ellos diversas doctrinas.
(Sutra del Loto, cap 16, pag 231 y 232.)

Mai yi sa se nen.
I ga rio shuyó.
Toku ñu (nio) muyó do.
Shoku yo yu bu shin.

Cuya traducción es:
En todo momento estoy pensando como puedo hacer para que los seres vivientes ingresen en el camino supremo y adquieran rápidamente el cuerpo de un Buda.

Basado en "Disertaciones sobre los capítulos "Hoben" y "Juryo" del sutra del loto" por Daisaku Ikeda

LAS NUEVE CONCIENCIAS. EL RIO KARMICO.

La enseñanza budista de las nueve conciencias ofrece la base para un entendimiento completo de quiénes somos, de nuestra verdadera identidad y nos ayuda a explicar cómo ve el Budismo la eterna continuidad de nuestras vidas a lo largo de los ciclos de nacimiento y muerte.

Esta perspectiva sobre el ser humano es el fruto de miles de años de intensa investigación introspectiva en la naturaleza de la conciencia. Históricamente, está basada en los esfuerzos por experimentar y explicar la esencia de la iluminación de Shakyamuni bajo el árbol bodhi hace unos 2.500 años atrás.

Las nueve conciencias pueden ser interpretadas como diferentes niveles de conciencia que están operando constantemente juntas para crear nuestra vida. La palabra sánscrita vijnana, que se traduce como conciencia, incluye una amplia gama de actividades, incluyendo la sensación, la cognición, y el pensamiento consciente.

Las primeras cinco conciencias son los sentidos de:
1)      La vista.
2)      El oído.
3)      El olfato.
4)      El gusto.
5)      El tacto.

La sexta conciencia es la función que integra y procesa los diversos datos sensoriales para formar un cuadro o pensamiento general, identificando qué es lo que nos están comunicando los cinco sentidos.

Es principalmente con estas seis funciones de la vida que realizamos nuestras actividades diarias.

Debajo de este nivel está la séptima conciencia. A diferencia de esos niveles de conciencia que están dirigidas hacia el mundo exterior, la séptima conciencia está dirigida hacia nuestra vida interior y es, independiente de los datos sensoriales.

La séptima conciencia es la base de nuestro sentido de identidad; el apego a un yo distinto y separado de los demás, tiene su base en esta conciencia, así como nuestro sentido de lo correcto y errado.

Debajo de la séptima conciencia, el Budismo aclara un nivel más profundo, la conciencia alaya u octava, también conocida como la conciencia imperecedera o almacén. Es aquí donde reside la energía de nuestro karma.

Mientras que las primeras siete conciencias desaparecen en la muerte, la octava conciencia persiste a través de los ciclos de la vida activa y la latencia de la muerte. Puede ser concebida como el flujo de la vida que apoya las actividades de las otras conciencias.

Las experiencias descritas por quienes han sufrido la muerte clínica y han revivido podrían ser consideradas como sucesos en el límite entre la séptima y la octava conciencias.

La comprensión de estos niveles de conciencia y la interacción entre ellos ofrece una idea valiosa de la naturaleza de la vida y del yo, así como señala la solución de los problemas fundamentales que confronta la humanidad.

De acuerdo con las enseñanzas budistas, existen ilusiones específicas profundamente arraigadas en la séptima conciencia respecto a la naturaleza del yo.

Estas ilusiones surgen de la relación entre el séptimo y octavo niveles de conciencia y se manifiestan como egoísmo fundamental.

Las enseñanzas budistas describen el séptimo nivel como surgiendo de la octava conciencia: siempre está enfocado en la octava conciencia de la persona que lo percibe como algo fijo, peculiar y aislado de otras cosas. En realidad, la octava conciencia está en un estado de flujo continuo. En este nivel nuestra vida interactúa constantemente, ejerciendo una profunda influencia en cada uno de los otros niveles. La percepción de un yo fijo y aislado que genera la séptima conciencia, de esta manera, es falsa.

La séptima conciencia también es el asiento del temor a la muerte. Siendo incapaces de percibir la verdadera naturaleza de la octava conciencia como un flujo imperecedero de energía vital, se imagina que con la muerte, la octava conciencia se extinguirá permanentemente.

El temor a la muerte, así, tiene sus raíces en los profundos niveles del subconsciente.

La ilusión de que la octava conciencia es el verdadero yo también es conocida como la ignorancia fundamental, un apartarse de la interrelación de todos los seres.

Es este sentido del yo, separado y aislado de los demás lo que origina la discriminación, la arrogancia destructiva y la codicia desenfrenada. El saqueo que hace del medio ambiente natural la humanidad, es otro resultado obvio.

UN RÍO KÁRMICO
El Budismo postula que nuestros pensamientos, palabras y acciones invariablemente crean una impresión en los profundos niveles de la octava conciencia. Es decir, en lo que los budistas aluden como karma.

Por lo tanto, la octava conciencia es referida a veces como el almacén del karma, lugar donde se “almacenan” las “semillas” kármicas.

Estas semillas o energía latente puede ser positiva o negativa; la octava conciencia permanece neutral e igualmente receptiva a cualquier tipo de impresión kármica.

La energía se hace manifiesta cuando las condiciones son propicias. Las causas positivas latentes pueden hacerse manifiestas tanto como efectos positivos en la vida y como funciones psicológicas positivas tales como la confianza, la no violencia, el autocontrol, la misericordia y la sabiduría.

Las causas latentes negativas pueden manifestarse como diversas formas de ilusión y comportamiento destructivo y dan lugar a sufrimientos para nosotros mismos y para los demás.

Si bien la imagen de un almacén es útil, una imagen más verdadera puede ser la de un furioso torrente de energía kármica. Esta energía está moviéndose constantemente y configurando nuestra vida y experiencia. Nuestros pensamientos y acciones resultantes realimentan después este flujo kármico. La calidad del flujo kármico es lo que hace de cada uno de nosotros seres distintos (nuestro yo único).

El flujo de energía está cambiando constantemente, pero, como un río, mantiene una identidad y consistencia incluso atravesando sucesivos ciclos de vida y muerte. Es este aspecto de fluidez, esta falta de fijeza, lo que abre la posibilidad para transformar el contenido de la octava conciencia.

Es por esto que el karma, apropiadamente interpretado, es diferente a un destino inmutable o inevitable. La cuestión, por lo tanto, es cómo incrementamos el balance del karma positivo.

Esta es la base para las diversas formas de práctica budista que buscan imprimir causas positivas en nuestra vida. Cuando estamos atrapados en un ciclo de causa y efecto negativos, sin embargo, es difícil evitar hacer más causas negativas, y es aquí cuando nos dirigimos al nivel más fundamental de conciencia, la conciencia amala o novena.

Esta puede ser interpretada como la vida del cosmos en sí; también es considerada como la conciencia fundamentalmente pura. No manchada por las funciones del karma, esta conciencia representa nuestro yo verdadero y eterno.

El aspecto revolucionario del Budismo de Nichiren es que busca directamente hacer emerger la energía de esta conciencia (la naturaleza iluminada del Buda) purificando así los otros niveles de conciencia más superficiales. El surgimiento del gran poder de la novena conciencia cambia incluso los patrones afianzados del karma negativo de la octava conciencia.

Debido a que la octava conciencia trasciende los límites del individuo, fusionándose con la energía latente de la familia, el grupo étnico, y también con la de los animales y las plantas, un cambio positivo en esta energía kármica se convierte en una “rueda dentada” para el cambio en la vida de otros.

Como escribe el presidente de la Sika Gakkai Internacional Daisaku Ikeda, “Cuando activamos esta conciencia fundamentalmente pura, la energía de todo el karma bueno y malo de la vida se dirige hacia la creación de valor; y la mente o conciencia de la humanidad se fusiona con la corriente de misericordia y sabiduría de la vida”.

Nichiren identificó la práctica de invocar la frase Nam-myoho-renge-kyo como el medio básico para activar la novena conciencia en nuestra vida.

Conforme los niveles de conciencia se transforman, cada uno de ellos da lugar a sus peculiares formas de sabiduría. La sabiduría inherente a la octava conciencia nos permite percibirnos a nosotros mismos, a nuestra experiencia y a los demás fenómenos con perfecta claridad y a apreciar profundamente la interrelación e interdependencia de todas las cosas.

Conforme se transforman las ilusiones profundamente arraigadas de la séptima conciencia, una persona se capacita para superar el temor a la muerte, así como la agresión y la violencia que surgen de este temor.

Así surge una sabiduría que nos hace posible percibir la igualdad fundamental de todos los seres vivientes y tratarlos sobre una inmutable base de respeto.

EL VERDADERO OBJETO DE VENERACIÓN. Material preparado y comentado por Shin Yatomi para las reuniones de estudio del mes de junio de 2005 de la SGI-USA.

Pregunta: Los fragmentos del Sutra del Loto y las explicaciones de T’ien-t’ai, Chang-an y otros que citó están libres de puntos dudosos y oscuros. Pero usted parece decir que el fuego es agua o que lo negro es blanco. Aunque sean enseñanzas del Buda, me resulta difícil aceptarlas. Miro una y otra vez el rostro de la gente, pero sólo veo el estado de Tranquilidad. No percibo los otros estados. Y lo mismo ocurre cuando contemplo mi propio rostro.
¿Cómo puede creer en los Diez Estados?

Respuesta: Cuando contemplamos, en diferentes momentos, el rostro de una persona, a veces lo hallamos feliz; a veces enfurecido, y en ocasiones, sereno. Por momentos en el rostro de una persona se manifiesta la codicia; a veces la estupidez; en ocasiones la perversidad.

La furia es el estado de Infierno; la codicia, el Hambre;  la estupidez, el de Animalidad; la perversidad, el de Ira; la dicha el de éxtasis, y la calma el de Tranquilidad. Todos estos estados, los seis caminos, están presentes en el aspecto físico que ofrece el rostro de una persona.

Los cuatro nobles estados que restan están latentes y ocultos; no se muestran en el semblante, pero si buscamos con cuidado, podemos afirmar que también allí existen.

Pregunta: Si bien no estoy totalmente seguro en lo que respecta a los seis caminos, por lo que usted dice parecería que los tenemos.
¿Pero qué puede decirnos sobre los otros cuatro estados nobles que no se ven?

Respuesta: Antes, usted dudó de que los seis estados inferiores pudiesen existir dentro del de Tranquilidad. Pero cuando se lo ilustré mediante una analogía comprendió. Tal vez ocurra lo mismo con los cuatro estados nobles. Trataré de utilizar el razonamiento para explicarle un poco la cuestión.

El hecho de que todas las cosas de este mundo sean transitorias nos resulta perfectamente claro. ¿No será porque los estados de los dos vehículos están presentes en el de Tranquilidad? Hasta un villano desalmado ama a su esposa y a sus hijos. El también posee una parte del estado de Bodhisattva dentro de sí.

La Budeidad es el más difícil de demostrar. Pero ya que usted posee los otros nueve, también debería creer que tiene el estado de Buda. No permita que lo asalten las dudas. El Sutra del Loto, para explicar el estado de Tranquilidad, dice que “[los budas aparecen en este mundo] para hacer que todos los seres abran el portal de la sabiduría de Buda en sí mismos”.

El Sutra Nirvana señala: “Se dice que los que estudian las enseñanzas del Mahayana, aunque posean los ojos de los mortales comunes nacidos en el Ultimo Día de la Ley puedan creer en el Sutra del Loto se debe a que el estado de Budeidad se encuentra en el de Tranquilidad.

PUNTOS CLAVES
1) Los “Diez Mundos” es una guía para mejorar nuestra condición de vida.
2) La “posesión mutua de los Diez Mundos” enseña que la felicidad genuina (Budeidad) es posible en cualesquiera circunstancias.
3) "Abrazar el Gohonzon es en si observar la mente”, explica que la fe en el Gohonzon es la base para el logro de la budeidad.

ANTECEDENTES
Nichiren Daishonin completó este trabajo, uno de los más importantes, en el cuarto mes de 1273, durante su exilio en la Isla de Sado. Fue dirigido específicamente a Toki Jonin, uno de los principales discípulos que vivió en la Provincia de Shimosa. La portada instruía que, debido a que la misma revela la enseñanza más importante del Daishonin, sólo podría ser leída a los discípulos de fe fuerte.

En otro de sus trabajos importantes, “La Apertura de los Ojos” escrita en Sado el año anterior, el Daishonin explica el objeto de devoción en términos de la Persona. El declara que está dotado con las tres virtudes, soberano, maestro y padre, dejando implícito con ello, que él es el Buda del Último Día de la Ley quien conduce a toda la gente a la Budeidad.

En el presente trabajo, el Daishonin explica el objeto de devoción desde el punto de vista de la Ley y declara que el Gohonzon, el cual representa la Ley de Nam-myoho-renge-kyo, es el objeto de devoción para el Ultimo Día de la Ley.

Fe y práctica basadas en el Gohonzon, concluye Nichiren en este trabajo, permiten a todos percibir la naturaleza de buda dentro de sus vidas y alcanzar la budeidad.

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LOS DIEZ MUNDOS: ¿DÓNDE SE ENCUENTRA USTED?
Nichiren Daishonin escribió “El verdadero objeto de veneración”, (uno de sus más importantes trabajos) en la primavera de 1273 en una remota isla del norte del Japón.

Anteriormente, en septiembre de 1271 Nichiren estuvo a punto de ser decapitado.

El gobierno del shogunato y las autoridades religiosas consideraban a Nichiren como una amenaza debido a los esfuerzos desplegados por él para capacitar al pueblo mediante sus enseñanzas. Al fracasar el intento de ejecución, fue exilado en la Isla de Sado bajo la estricta vigilancia de las autoridades locales.

Carecía de los medios para atender las necesidades básicas, y habitantes de la isla hostiles a su persona atentaron contra su vida, en tanto que su comunidad budista en la isla principal era casi exterminada por las medidas opresivas del gobierno. Como él rememora posteriormente, “999 de 1,000 personas…abandonaron su fe cuando fui arrestado” (WND, 469).

Sin embargo, mediante esta odisea, Nichiren probó ser el devoto del Sutra del Loto debido a que enfrentó persecuciones tal como el Sutra del Loto enseñó.

Basado en la convicción en su identidad y en su misión, él comenzó a inscribir el Gohonzon (el objeto de devoción en el Budismo de Nichiren) para sus seguidores.

En este tratado Nichiren aclara el fundamento doctrinal del Gohonzon y la importancia de la fe en el mismo, como el medio para lograr la budeidad. En el pasaje arriba citado de este tratado, Nichiren explica el concepto fundamental del Gohonzon, el cual es, los Diez Mundos y su posesión mutua.

En la tradición budista, originalmente, los Diez Mundos (Diez Estados) eran considerados como lugares físicamente distintos los unos de los otros en los cuales los seres humanos nacían dependiendo de su karma.

En el Budismo de Nichiren, sin embargo, los Diez Mundos (Diez Estados) son categorías de la “condición de vida” que podemos experimentar en cualquier momento. Condición de vida se refiere no sólo a la calidad de nuestra existencia, sino también a la magnitud de nuestra influencia (tanto en el ámbito espiritual como en el físico) sobre las personas y cosas que nos rodean. El propósito fundamental del budismo es, entonces, mejorar la calidad de nuestra vida e incrementar nuestra capacidad para influir en forma positiva sobre nuestro medio ambiente. La enseñanza de los Diez Mundos (Diez Estados) es, en este sentido, una guía para mejorar nuestra condición de vida mediante nuestra práctica budista.

Las personas pueden encontrarse en idénticos ambientes, pero dependiendo de su condición de vida, sus experiencias pueden resultar ser completamente diferentes. Por esta razón, el constante fortalecimiento y elevación de nuestra condición de vida es el enfoque correcto de nuestra práctica budista, de manera que gradualmente podamos establecer un estado de júbilo imperturbable frente a las dificultades, y donde podamos tener la capacidad para acoger todo lo que nos rodea con misericordia.

Lo más importante en el Budismo de Nichiren no es el mundo en que vivimos, sino el mundo que creamos dentro de cada momento. Con el establecimiento de una paz interior inconmovible, el surgimiento de un mundo pacífico en el exterior vendrá. 

Desde el más bajo hasta el más alto, los Diez Mundos o Diez Estados son:
1) infierno.
2) espíritus hambrientos (hambre).
3) animales (animalidad).
4) asuras (ira) o demonios beligerantes en la mitología hindú.
5) seres humanos (tranquilidad o humanidad).
6) seres celestiales (éxtasis o alegría).
7) los que escuchan la voz (aprendizaje o erudición).
8) los que han despertado a la causa (realización o absorción).
9) bodhisattvas.
10) budas (budeidad).

LOS SEIS SENDEROS
Referente a los seis senderos, Nichiren Daishonin escribe: “La furia es el estado de Infierno; la codicia, el Hambre;  la estupidez, el de Animalidad; la perversidad, el de Ira; la dicha el de Éxtasis, y la calma el de Tranquilidad” (Los escritos de Nichiren Daishonin, vol. 1, pag. 52). Aquí, Nichiren Daishonin explica que los Diez Mundos son condiciones de vida diferentes, no son lugares físicos en los cuales uno nace.

Los primeros seis estados (de infierno a éxtasis) son conocidos como los seis “senderos”.

El mundo de infierno indica una condición en la cual se está privado de libertad, similar a una prisión de miseria constante. Nichiren describe este estado como “furia”, en el sentido que cuando las personas se sienten impotentes para mejorar sus vidas, reaccionan con un impulso destructivo, odio hacia si mismos y hacia los demás. La guerra y la violencia ejemplifican este sentimiento de impotencia.

Nichiren describe el mundo de hambre como “avaricia”, indicando con ello alguien atrapado en deseos insaciables. Es un vacío que se expande, irónicamente mediante la satisfacción de los anhelos egoístas.

El mundo de animalidad corresponde a la ignorancia o incapacidad de emplear la razón y comprender la causalidad. Nichiren le llama “insensatez”. Las personas atrapadas en este estado temen al fuerte y viven a costa del débil. Incapaces de ver las consecuencias negativas de sus acciones, no vacilan en lastimar a los demás, a fin de proteger sus intereses personales e inmediatos. Llenos de sufrimientos, los estados de infierno, hambre y animalidad son colectivamente conocidos como los tres senderos del mal.

El mundo de ira es caracterizado por la arrogancia y la animosidad; es la incapacidad de verse a si mismo en forma correcta, lo cual lleva a un desmesurado sentimiento de superioridad o al menosprecio destructivo.

En tanto que, la “furia” en el estado de infierno es un tipo de profunda y frustrado enojo causado por el sentimiento de impotencia, las personas en el estado de ira dirigen su hostilidad hacia los demás, a  fin de sentirse superiores. Nichiren llama a aquéllos en este estado” perversos ” porque se dan aires pretendiendo humildad, en tanto que en realidad, se sienten celosos y envidiosos ante quienes ellos se sienten inferiores. El mundo de ira más los tres senderos del mal son conocidos como los cuatros senderos del mal.

El mundo de humanidad (tranquilidad) se caracteriza por la placidez lograda a través de los esfuerzos por alcanzar el auto control. Aquéllos que se encuentran en este estado controlan sus deseos e impulsos mediante la razón y actúan en armonía con los demás. A pesar de que, abrigan la aspiración de alcanzar un estado de vida superior, son influenciados fácilmente por su entorno y caen en los estados más bajos.

A pesar de que Nichiren describe el mundo de éxtasis como “júbilo”, esta es una condición de placer temporal que se da mediante el logro de deseos de índole material o espiritual. Debido a que este estado es transitorio, no puede considerarse el mismo como genuina felicidad.

Estos primeros seis estados de infierno a alegría están basados en una antigua visión hindú del mundo en la cual, los seres humanos, basado en sus acciones pasadas, se creía que transmigraban entre estos seis diferentes reinos de una existencia a otra. Muchos, por lo tanto, aspiraban a renacer en el mundo de los seres celestiales, lo cual era considerado como el mundo del placer puro y donde no existía el dolor.

Los cuatro siguientes a partir del estado de éxtasis (aprendizaje, realización, bodhisattva y budeidad) son budistas en su origen. En cierto sentido, estos cuatro (conocidos como los “cuatro mundos nobles”) representan la crítica budista del punto de vista del placer como la felicidad, y equivale al intento de buscar auténtica felicidad más allá de la simple búsqueda del placer o evitar el dolor.

El punto común que comparten aquéllos atrapados en los seis senderos es que sus condiciones de vida se encuentran a merced de las circunstancias externas. Alguien que se eleva al mundo de éxtasis, a consecuencia de recibir noticias sobre una herencia, repentinamente podría más tarde encontrarse en el mundo de infierno en razón de una disputa legal acerca de la misma. Esto ilustra la falacia de la felicidad, en cuanto a que la misma se encuentra fuera de uno mismo.

“Si usted busca la iluminación fuera de usted mismo, toda buena acción o disciplina perderá significado”, dice Nichiren (“Sobre el logro de la budeidad”, Los escritos de Nichiren Daishonin, vol.1, pág. 4). El Budismo de Nichiren, en otras palabras plantea un paradigma en términos del pensamiento acerca de la felicidad de “Soy feliz porque tengo X” a “Disfruto X porque soy feliz”; de “Soy feliz debido a Z” a “Debido a que soy infeliz permito que Z me derrote”. Deje que las variables representen cualquier cosa que le hace feliz o infeliz (dinero, relaciones, salud, o la falta de ellos) y considere el reto de encontrar una fuente de felicidad que transcienda el mero concepto “mejorar” sus circunstancias. A fin de hacer este cambio efectivo, nuestra percepción de la felicidad requiere del uso del poder supremo de la vida, es decir, nuestra budeidad inherente.
 
LOS CUATRO MUNDOS NOBLES
Aquéllos que se encuentran atrapados en los seis senderos son en gran medida controlados por su entorno y fácilmente influenciados por las cambiantes circunstancias de la vida. Por lo tanto, el primer paso para elevarnos sobre los seis senderos estriba en  buscar establecer una condición de vida más fuerte que no sea influenciada por las circunstancias externas.

El mundo de aprendizaje (los que escuchan la voz) y el de realización (los que han despertado a la causa) pertenecen a este estado inicial de liberación de las ilusiones. Aquéllos en estado de aprendizaje vislumbran la verdad cuando escuchan las enseñanzas budistas, y aquéllos en el estado de realización buscan el auto mejoramiento a través de su propia observación y esfuerzo. Históricamente, “los que escuchan la voz” eran monjes quienes habitaban en monasterios y los “que han despertado a la causa”, eran ascetas en aislamiento.

Estos dos estados (también conocidos como los dos vehículos) son caracterizados por la comprensión de la impermanencia de todos los fenómenos, al igual que la capacidad para sobreponerse a los apegos a las cosas transitorias.

En este sentido, Nichiren explica: “El hecho de que todas las cosas en este mundo son transitorias nos resulta perfectamente claro. ¿No será porque los estados de los dos vehículos están presentes en el de Tranquilidad?” (Escritos de Nichiren Daishonin, pág. 53). Aquéllos de los dos vehículos, sin embargo, se inclinan hacia el nihilismo, y hacia ver el sufrimiento de los demás con indiferencia; ello se debe a que pueden estar tan absortos en si mismos y en la búsqueda de la iluminación.

Los que han sido capaces de sobreponerse a su indiferencia hacia los demás y trabajan por la felicidad de toda la gente son llamados bodhisattvas. En otras palabras, el mundo bodhisattva es un mundo de misericordia. En lugar de sustraerse al sufrimiento de los seis senderos, los bodhisattvas buscan su felicidad en el esfuerzo de ayudar a los demás.

En tanto que, los de los mundos de aprendizaje y realización ven a un buda como alguien completamente diferente a ellos, los bodhisattvas se esfuerzan por lograr la misma condición de vida de un buda, a fin de salvar a la gente. Nichiren explica que esta tendencia altruista existe en todas las personas: “Hasta un villano desalmado ama a su esposa y a sus hijos. El también posee una parte del estado de Bodhisattva dentro de sí” (Escritos de Nichiren Daishonin, pág. 53). El estado de bodhisattva, sin embargo, necesita despertarse y cultivarse mediante el voto y práctica altruista del bodhisattva.

El más elevado de los Diez Mundos es el estado llamado budeidad. El estado de buda es el supremo estado de la existencia manifestado por los budas. Buda significa “el que ha despertado”, una persona que ha despertado a la ley fundamental de la vida y el universo. Lograr la budeidad es darse cuenta que el universo entero es una entidad eterna que afirma la vida, y que la misma está impregnada de misericordia; y que las vidas de todos los seres vivientes son una con esta vida cósmica. Lograr la budeidad es descubrir esta verdad de la vida y el universo y vivir en armonía con ella. Desde otro punto de vista, se describe a los budas como quienes, basados en la verdad de la vida y el universo, a la cual han despertado, manifiestan misericordia y sabiduría ilimitadas y continúan luchando para permitir a toda la gente lograr el estado de iluminación.

En vez de ver la budeidad como un status a lograr de forma permanente algún día, podemos pensar en él como la capacidad para descubrir y redescubrir, confirmar y reconfirmar, nuestra sabiduría y misericordia innatas.
Lograr la iluminación, en este sentido, es mejor comprendido como el proceso de “despertar” a la verdad absoluta de la vida en medio de nuestras tercas tendencias al olvido y las ilusiones.

Lo que nos mantiene dentro de este proceso de iluminación es la fe. Nichiren explica: “La Budeidad es el más difícil de demostrar. Pero ya que usted posee los oros nueve, también debería creer que tiene el estado de Buda. No permita que lo asalten las dudas” (Escritos de Nichiren Daishonin, pág. 53). Nuestra fuerte fe en la budeidad, en este sentido es la iluminación misma.

LA POSESIÓN MUTUA DE LOS DIEZ MUNDOS: LA FELICIDAD ES POSIBLE BAJO CUALESQUIERA CIRCUNSTANCIAS.
La felicidad genuina, lejos de ser un conjunto de condiciones y circunstancias ideales, puede ser mejor descrita como el poder para crear el máximo valor posible bajo cualquier situación. La “posesión mutua de los Diez Mundos” enseña que todos nosotros tenemos este poder, independientemente de nuestras condiciones o circunstancias presentes. En este pasaje que estamos estudiando, Nichiren usa metáforas fáciles de comprender para explicar que todos los Diez Mundos contienen dentro de ellos el mundo de la existencia humana.

El concepto de la posesión mutua explica que dentro de cada uno de los diez estados (desde infierno hasta budeidad) existe el potencial para los otros nueve. Cuando uno de los diez se torna manifiesto, los otros nueve permanecen latentes.

Por lo tanto, de suma importancia es el hecho de que las personas en cualquiera de los mundos no iluminados poseen el potencial para la budeidad, y la vida de un buda comprende los nueve mundos de las personas comunes. Este concepto disipa la noción de la existencia de una brecha entre budas y personas comunes, y explica de que forma las personas pueden revelar su budeidad inherente.

Podríamos decir que el concepto de la posesión mutua celebra la igualdad y diversidad esenciales de la vida. Todas las personas (cualquiera que sea su condición presente) tienen el mismo potencial para revelar la budeidad, y las circunstancias de cada persona son oportunidades únicas para manifestar su iluminación innata y crear de esta forma el más grandioso logro. La capacidad de ver en las vidas de los demás las mismas condiciones de vida potenciales que nosotros poseemos, nos permite comprender que nuestra felicidad no está separada de la felicidad de los demás.

Como escribe Nichiren Daishonin, “El fracaso de otros en lograr la budeidad es mi fracaso en lograr la budeidad, y el logro de la budeidad de otros es mi logro de la budeidad” (Gosho Zenshu, 401). 

El no reconocer el potencial para lograr la iluminación de quienes sufren en el mundo de infierno, por ejemplo, equivale a negar nuestro potencial cuando nos encontramos en el mismo estado. Aprendemos, por lo tanto, a valorar las circunstancias únicas de cada persona, y logramos esto debido a que dejemos de ver el sufrimiento como infortunio y pasamos a verlo como la oportunidad para hacer surgir la budeidad innata.

A menudo nos parece que no tenemos control sobre las condiciones de vida negativas, especialmente aquéllas que surgen en respuesta a circunstancias externas. Por ejemplo, cuando las cosas no marchan de la forma que esperamos, podríamos sentirnos furiosos y frustrados. El Budismo de Nichiren, sin embargo, muestra la posibilidad de un resultado positivo frente a cada circunstancia negativa.

En vez de abandonarnos a las fuerzas destructivas del enojo, por ejemplo, podemos crear el ímpetu para la comprensión y el respeto mutuos. De forma similar, el dolor o la tristeza pueden conducirnos a un profundo y perdurable júbilo, cuando podemos ver tales emociones como causas decisivas para despertar a la verdad eterna de la vida. La clave para esta transformación es la fe en nuestra budeidad inherente.

En tanto que, en cualquier momento la vida manifiesta cualquiera de los Diez Mundos, cada persona tiene la tendencia a gravitar en dirección hacia uno de ellos en particular. Hay quienes, por ejemplo, continuamente pierden la esperanza y sufren una agonía tras otra, una evidencia clara de una vida profundamente impregnada en el mundo de infierno. Otros,  podrían luchar continuamente hacia la budeidad mediante su práctica para ellos y para los demás, su estado básico, en este caso es el mundo de bodhisattvas.

Las personas no manifiestan el estado de humanidad por el simple hecho de haber nacido como seres humanos; es perfectamente plausible tener un estado básico de vida bajo. Quizás esto pueda resultarnos más claro cuando observamos nuestra propia vida, al igual que las vidas de los demás. Nuestro estado básico de existencia, sin embargo, puede ser mejorado mediante la práctica budista. En realidad, lograr la budeidad es el acto de hacer del estado de budeidad nuestro estado básico de existencia.

La enseñanza de la posesión mutua garantiza que todas las personas pueden cambiar la orientación de su tendencia básica de vida, de manera que esta tendencia básica sea la budeidad. Ella es un principio budista para transformar nuestras vidas. Basado en este principio, Nichiren Daishonin inscribió el Gohonzon y enseñó la práctica de invocar
Nam-myoho-renge-kyo, a fin de que todas las personas puedan alcanzar la iluminación.

Nichiren escribe: “La posesión mutua de los Diez Estados es tan difícil de creer como el fuego que prende en una piedra o como las flores que brotan de los árboles. Pero, en las condiciones propicias, estos fenómenos ocurren de verdad, y es posible creer en ellos” (Escritos de Nichiren Daishonin, pág. 54). De la misma forma que podemos iniciar un fuego frotando un pedernal, y un suave brote primaveral anuncia una flor en las ásperas ramas de un cerezo, nosotros de forma natural veremos nuestra budeidad si continuamos invocando Nam-myoho-renge-kyo con fe firme y resuelta.

ABRAZAR EL GOHONZON ES EN SÍ OBSERVAR NUESTRA MENTE
El Gohonzon es llamado el “objeto de devoción para observar la mente”. Objeto de devoción indica que es digno de respeto incondicional y universal por parte de todos; y en este caso nos referimos tanto a la Ley Universal de
Nam-myoho-renge-kyo como a la budeidad inherente de cada persona, la cual es una con la Ley.

El objeto de devoción en el Budismo de Nichiren es para “observar la mente”, o ver nuestra budeidad inherente. Antes de Nichiren, la práctica para el logro de la budeidad en la tradición de T’ien-t’tai consistía en meditar y observar la mente basados en los principios contenidos en el Sutra del Loto. Esta práctica de meditación se denominaba “observación de la mente”. Ella requería, sin embargo, esfuerzos rigurosos y la rara habilidad para la concentración, una práctica extremadamente difícil.

Nichiren sabiamente la rechazó y expuso la práctica de abrazar el Gohonzon e invocar Nam-myoho-renge-kyo como un método accesible para todo el mundo para el logro de la budeidad.

En “El verdadero objeto de veneración”, Nichiren escribe: “Kanjin significa ‘observar la esencia de la propia vida’ y encontrar en ella los Diez Estados” (Escritos de Nichiren Daishonin, pág. 49). En otras palabras, observar la mente es reconocer que todos los diez mundos (particularmente el de la budeidad) existen en nuestras vidas independientemente de nuestras circunstancias.

Más adelante en este tratado, Nichiren escribe: “…pero, en esencia, quieren decir que todas las prácticas de Shakyamuni y las virtudes que alcanzó a causa de ellas quedan contenidas en la sola frase Myoho-renge-kyo. Si creemos en esta frase, naturalmente nos serán concedidos los mismos beneficios de causa y efecto que obtuvo Shakyamuni” (Escritos de Nichiren Daishonin, pág. 64). Aquéllos que abracen la frase Myoho-renge-kyo (el Gohonzon de Nam-myoho-renge-kyo) disfrutarán de la iluminación. Aquí, Nichiren explica un principio de su budismo de suma importancia, que “abrazar el Gohonzon es observar la esencia de la propia vida”.

“Abrazar el Gohonzon” significa creer en él e invocar Nam-myoho-renge-kyo para uno mismo y para los demás. Los budistas de Nichiren practican no solo para lograr su propia felicidad, sino también para propagar la Ley Mística a fin de que otras personas logren la felicidad. La esencia de “abrazar el Gohonzon”, entonces es, una fe dedicada a la amplia propagación de la Ley de Nam-myoho-renge-kyo, y a la paz y felicidad de toda la humanidad. En el Budismo de Nichiren, la observación de la mente es lograr la budeidad; es creer en el Gohonzon e invocar Nam-myoho-renge-kyo para si mismo y para los demás.

PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO
1. ¿Qué son los Diez Mundos? ¿Cómo se manifiestan en nuestra vida diaria?
2. ¿De qué forma nuestra comprensión de la posesión mutua de los Diez Mundos nos ayuda a navegar nuestras dificultades y retos?
3. ¿Qué significa “observar la mente” en el Budismo de Nichiren? ¿Qué significa “abrazar el Gohonzon”?

Preparado por Shin Yatomi para el Departamento de Estudio de la SGI-USA.
Living Buddhism, mayo de 2005.
Los principales escritos de Nichiren Daishonin, Vol. I, pág. 52.