¿QUÉ ES LA FE? LA FE ABARCA LA VERDAD, EL CORAJE, LA SABIDURÍA Y LA BUENA FORTUNA. INCLUYE LA COMPASIÓN Y LA HUMANIDAD, ASÍ COMO LA PAZ, LA CULTURA Y LA FELICIDAD. LA FE ES ESPERANZA ETERNA; ES EL SECRETO PARA EL AUTO-DESARROLLO SIN LÍMITES. LA FE ES EL PRINCIPIO BÁSICO DE CRECIMIENTO. (LAS DISCUSIONES SOBRE LA JUVENTUD, VOLUMEN 2, PÁGINAS 163/64).

¿QUÉ ES EL BUDISMO? ES EL NOMBRE DADO A LAS ENSEÑANZAS DE UN BUDA. "BUDA" SIGNIFICA "EL ILUMINADO”; ALGUIEN QUE PERCIBE LA ESENCIA O REALIDAD DE LA VIDA EN SU INTERIOR, ES UN SER ILUMINADO A LA VERDAD DE LA VIDA Y DEL UNIVERSO. A DIFERENCIA DE OTRAS RELIGIONES, EL BUDISMO NO ALEGA UNA REVELACIÓN DIVINA. COMIENZA CON UN HOMBRE, QUE A TRAVÉS DE SUS PROPIOS ESFUERZOS Y PERSEVERANCIA, DESCUBRIÓ LA REALIDAD DENTRO DE SÍ Y ENSEÑÓ QUE TODOS PODÍAN HACER LO MISMO. EL BUDA NO PUEDE SER DEFINIDO, COMO UN SER TRASCENDENTAL O SUPREMO. EN ESTE SENTIDO, EL BUDISMO, NO SOLO ES LA ENSEÑANZA DE UN BUDA, SINO LA ENSEÑANZA QUE POSIBILITA A TODAS LAS PERSONAS REVELAR SU NATURALEZA DE BUDA. EL BUDISMO ES UN SISTEMA PRÁCTICO DE ENSEÑANZA QUE NOS PERMITE CONCRETAR EL ESTADO IDEAL DE LA BUDEIDAD… LA PROPIA PERFECCIÓN.

¿QUE ES EL KOSEN-RUFU? “ES LA LUCHA PARA TRANSFORMAR LA VIDA DE LOS SERES HUMANOS, REVIRTIENDO LA OSCURIDAD QUE RESIDE EN EL INTERIOR DE SU VIDA, HACIENDOLO TOMAR CONCIENCIA DE SU NATURALEZA DE BUDA INHERENTE". LA ESENCIA DE “ESTABLECER LA ENSEÑANZA CORRECTA PARA ASEGURAR LA PAZ EN LA TIERRA” ESCRITO POR NICHIREN DAISHONIN, RADICA EN CONSTRUIR UNA RED DE PERSONAS DEDICADAS AL BIEN. PERO COMO ESTA CONTIENDA IMPLICA TRANSFORMAR DE RAÍZ LA VIDA DE LAS PERSONAS PROVOCARA RESISTENCIA EN CIERTOS SECTORES… ESTA GRAN BATALLA ES LA CLAVE PARA CREAR UN MUNDO DE PAZ Y DE FELICIDAD VERDADERAS, UNA TIERRA DE BUDAS.

YIGUIO Y KETA. PRÁCTICA PARA UNO MISMO Y PRÁCTICA PARA LOS DEMÁS. ESTOS ASPECTOS DEL BUDISMO VERDADERO SON: YIGUIO (PRÁCTICA PARA UNO MISMO) Y KETA (PRÁCTICA POR EL BIEN DE OTROS). AMBOS CONSTITUYEN UNA PRÁCTICA COMPLETA. SON COMO DOS RUEDAS QUE FUNCIONAN AL UNÍSONO PARA ADELANTAR NUESTRAS VIDAS, PARA MANIFESTAR NUESTRA ILUMINACIÓN INHERENTE.

¿QUE ES LA SOKA GAKKAI INTERNACIONAL (SGI)?...ES UNA ORGANIZACIÓN BASADA EN EL BUDISMO DE NICHIREN DAISHONIN, INSPIRADA EN EL RESPETO A LA VIDA, LA CONCIENCIA DE LOS DERECHOS HUMANOS, BUSCANDO DESPERTAR EN LAS PERSONAS EL ESPÍRITU DE RECONOCER, RESPETAR Y APRECIAR LAS SEMEJANZAS Y LAS DIFERENCIAS, PERMITIENDOLES FORTALECERSE Y TRANSFORMAR SU INTERIOR PARA DESARROLLAR SU MÁXIMO POTENCIAL, ASUMIENDO LA RESPONSABILIDAD DE SU PROPIA VIDA Y COMPROMETIENDOSE CON LA SOCIEDAD, EMPRENDER ACTIVIDADES EN SU VIDA COTIDIANA, PARA DESPLEGAR LA CAPACIDAD DE VIVIR CON CONFIANZA, CREANDO VALOR EN CUALQUIER CIRCUNSTANCIA Y CONTRIBUYENDO AL BIENESTAR DE AMIGOS, FAMILIARES Y SU COMUNIDAD…

…UNA DE LAS DIFICULTADES QUE LOS LATINOS TIENEN PARA COMPRENDER EL BUDISMO, radica en lo que el término "religión" significa en su ámbito social… Las religiones occidentales tienen sistemas jerárquicos en los que las reglas y los dogmas se establecen desde arriba hacia abajo… Ellas están basadas en la creencia de una deidad sobrenatural… La relación entre el maestro y el discípulo es interpretada como la de una persona que ciegamente, sigue a otra… VER MAS…

EL ESFUERZO DE NO RENDIRSE JAMAS. Vivimos una vida fragmentada y llena de conflictos. Estamos divididos en centenas de grupos de seres humanos, limitados por el miedo, la vergüenza, la culpa, la ira, las obsesiones y las emociones… esta lucha interna hace que no nos podamos entender… ¿Por que pasa esto...? VER MAS…

LA RECITACION DE LOS CAPITULOS “MEDIOS HABILES” Y “DURACION DE LA VIDA”. Carta a la esposa de Hiki Daigaku Saburo Yoshimoto. Este Ghoso, nos acerca a un precepto conocido como “seguir las costumbres de la región”. El significa que, mientras no esté en juego ninguna trasgresión grave, no se debe ir contra las tradiciones y costumbres de un país, región o comunidad, aunque debamos apartarnos ligeramente de las enseñanzas. Este criterio fue establecido por el Buda... VER MAS…

LAS REUNIONES DE DIALOGO O ZADANKAI, SON UN OASIS…En la actualidad, el egoísmo desmedido, provoca profundos trastornos en el corazón humano y estamos perdiendo la coexistencia con la naturaleza; por ello estos mini cónclaves de miembros de todas las edades, razas, intereses y antecedentes, son un foro de intercambio rico y refrescante. En un mundo afectado por la "DESERTIFICACION SOCIAL", estas reuniones son un oasis, en el que los seres humanos en forma individual, se esfuerzan en concretar la paz mundial y la prosperidad de la sociedad humana. ...Como budistas, al establecer una condición de paz interior en la vida cotidiana, contribuimos con la paz del mundo, posibilitando a cada uno, desarrollar su potencial inherente... VER MAS…

LOS DEMONIOS EN EL SUTRA DEL LOTO

El deseo de acusar de nuestras acciones “diabólicas” a cualquier otra persona o cosa es tan omnipresente, que probablemente no pensemos en nada de eso cuando lo hacemos.
 
Cuando nosotros, como practicantes del Budismo de Nichiren Daishonin, hablamos acerca de demonios, ¿a qué nos estamos refiriendo?
 
En el Budismo, los demonios no son tan obvios.

 

Nichiren Daishonin expresó: “[Los demonios]... privan a las personas de sus beneficios; otro nombre para un demonio es el de ladrón de beneficios” (1).

 

E indica que existen dos tipos de demonios, buenos y malos. “Los buenos se alimentan con los enemigos del Sutra del Loto, mientras que los malos  se alimentan con los devotos del sutra” (2).

 

En las escrituras budistas, aparecen muchos tipos de criaturas. Allí están los yakshas, que comen personas; los rakshasas, demonios malignos que se alimentan de carne humana; los kumbhandas que se alimentan del espíritu humano o de su vitalidad.

Además, están los demonios hambrientos (aquellos que fueron avaros en su existencia previa y nacen hambrientos en la siguiente).

Debe notarse que mientras que los yakshas comen la carne de los malhechores, no se comen la carne de las personas buenas.

Algunos demonios malvados se transformaron en buenos demonios luego de abrazar la fe en el Budismo.

 

El capítulo “Dharani” del Sutra del Loto se refiere a Kishimojin (japonés) y sus diez hijas demonios. Este demonio se robaba y comía a los hijos de otras personas.

 

Al ver esto, Shakyamuni escondió a su hija menor, Kishimojin, naturalmente estaba trastornado por la posible desaparición de su hija. Shakyamuni amonestó a su hija, señalándole que el pesar que ella sentía en esos momentos era el mismo que experimentaban los demás padres cuando Kishimojin se devoraba a sus hijos.

 

Kishimojin tuvo un cambio en su corazón y prometió que, junto con sus diez hijas, protegería a los devotos del Sutra del Loto.

 

Las descripciones de los demonios en el Sutra del Loto, como en el caso de Kishimojin, son utilizadas para mostrar la manera en que nuestras acciones malvadas afectan a los demás y cómo, la práctica del Budismo, cambia nuestras vidas y el medio ambiente.

El Sutra del rey Benevolente dice: “Cuando una nación se desordena, es el espíritu lo primero que muestra señales de desenfreno. Debido a que el espíritu se desenfrena, todas las personas de la nación se desordenan” (3).

 

Cuando hablamos de demonios desenfrenados, podemos evocar la imagen mental de monstruos que destruyen cosas.

 

En el Budismo, los demonios representan funciones de la naturaleza humana y del medio ambiente que traen miseria y sufrimiento. Estos demonios y diablos (ladrones de la vida y los beneficios) son en realidad la negatividad inherente a nuestra vida. Ellos pueden aparecer como sentimientos internos negativos y como influencias externas que tratan de obstruir nuestra práctica budista.

 

La sutil negatividad, como la duda de sí mismo, puede ser difícil de ver como una función diabólica, pero con toda seguridad lo es. Nos impiden reconocer que somos budas, dignos del máximo respeto.

 

Incluso en la vida de los maravillosos bodhisattvas, existe la oscuridad fundamental. La negatividad (como la muerte y la duda de sí mismo) es seguro que formará parte de nuestras vidas hasta nuestros momentos finales.

 

Pero si invocamos Nam-myoho-renge-kyo y estudiamos el Budismo de Nichiren Daishonin de manera asidua (Fe, Practica y Estudio), podemos fortalecer nuestra naturaleza de Buda, y de esa manera eclipsar nuestra naturaleza diabólica.

 

Debemos recordar, que esta oscuridad fundamental es algo que siempre está dentro de nosotros y que debemos estar siempre vigilantes para derrotarla.

 

Hay cosas que aparecen en el reino exterior como males sociales e injusticias morales y éticas. Pero si no vemos que poseemos las mismas tendencias a ser injustos, en cualquier forma, podemos convertirnos en críticos de los demás y sentirnos impotentes para hacer algo que cambie la sociedad o a nosotros mismos.

 

El presidente de la SGI Ikeda dijo (4): “En el nivel de lo individual, la práctica del Sutra del Loto significa confrontar la oscuridad fundamental en la propia vida. En los términos de la sociedad, significa confrontar el poder y la autoridades corruptas. Practicar el Sutra del Loto, por consiguiente, necesariamente supone el desafío de grandes dificultades. Quien no confronta grandes dificultades no es un verdadero devoto del Sutra del Loto” (5).

 

Nichiren Daishonin dice: “El bien y el mal han estado inherentes en la vida desde el tiempo sin comienzo. [Ellos] permanecen en la vida a lo largo de todas las etapas de la práctica de bodhisattva hasta la etapa cercana a la iluminación perfecta” (6).

 

En nuestra época, cualquier función que intente destruir la fe en el Budismo de Nichiren Daishonin debe ser vista como un demonio, o como lo describe el Sutra del Loto, “demonios malvados que toman posesión de otros”.

 

En un kalpa fangoso, en una era malvada, habrá muchas cosas que temer.
Los demonios malvados tomarán posesión de otros y a través de ellos nos maldecirán, injuriarán y nos colmarán de culpas.
Pero nosotros, confiando reverentemente en el Buda nos pondremos la armadura de la perseverancia.(The Lotus Sutra, pág. 194)

 

Nichiren Daishonin señaló los errores y malas interpretaciones de las enseñanzas religiosas e instituciones de su época y declaró el Nam-myoho-renge-kyo como la verdad que conducirá a las personas hacia la felicidad.

 

El Daishonin luchó contra la persecución de la autoridad religiosa y secular y enseñó el camino genuino de la práctica budista.

 

Tengamos en mente que todos los demonios y diablos pueden servir como un estímulo hacia el bien si los confrontamos con fe.

 

Cuando las funciones diabólicas surgen y los vemos tal como son, podemos desafiarlos y cambiar nuestras circunstancias. Son buenas en el sentido de que podemos utilizarlas para desarrollar y fortalecer nuestras vidas.

 

Si caemos presa de su influencia negativa, nuestro final será de oscuridad.

 

Nichiren consideró como amigos a todos los que trataron de actuar como sus enemigos, porque le permitieron demostrar la rectitud de sus enseñanzas. Nosotros debemos aprender de su modelo.

 

Para resumir, luchemos contra los demonios malvados, tanto internos como externos e incrementemos la función de los demonios buenos para poder profundizar el humanismo, la paz y la cultura en la sociedad. 

NOTAS:
(1) (The Writings of Nichiren Daishonin, pág. 87).
(2) (The Writings of Nichiren Daishonin, pág. 912).
(3) (The Writings of Nichiren Daishonin, pág. 8).
(4) “Dialogue on the Lotus Sutra”.
(5) (Living Buddhism, agosto de 1997, págs. 42-43).
(6) (The Writings of Nichiren Daishonin, pág. 1113).

EL BUDISMO Y LA SALUD. CURANDO LOS MALES DEL CUERPO Y EL ESPÍRITU.

Temas desarrollados: CURANDO LOS MALES DEL CUERPO Y EL ESPÍRITU.DE LAS HIERBAS A LA ARMONÍA. LA MISIÓN DEL BODHISATTVA. TRASCENDIENDO LA BARBARIE.
 
La medicina moderna ha generado maravillas para la humanidad a lo largo del siglo pasado.
 
Muchos de los antiguos azotes, como la polio y la viruela entre ellos, han sido erradicados en gran medida, o por lo menos ya no son temidos. El promedio de vida continúa alargándose en todo el mundo, aún cuando a un ritmo más lento en los países en vías de desarrollo. El siglo venidero promete maravillas aún mayores, gracias a los incesantes avances y las nuevas tecnologías.
 
Sin embargo, la ciencia médica también tiene su cuota de dificultades. Como lo observaba la cubierta de la revista TIME del 24 de octubre de 1996: “La medicina occidental, en el mejor de los casos, está en crisis (batallando contra agudas infecciones, reparando las heridas de la guerra, reemplazando un riñón o un corazón deteriorado. Pero, de lo que adolece cada vez más la sociedad del mundo, es de enfermedades crónicas, tales como la presión alta, dolores de espalda... y agudas enfermedades que se hacen crónicas, como el cáncer y el SIDA. En la mayor parte de estas, el estrés y el estilo de vida juegan una parte”.
 
En resumen, la medicina moderna, con su enfoque predominante en la fisiología humana, lamentablemente no está preparada para combatir y curar un grupo de debilitantes desórdenes que son provocados o agravados por factores mentales, emocionales y espirituales.

 

Este punto de vista de la salud general no es nuevo ni único. El preámbulo de la carta de la Organización Mundial de la Salud dice: “La salud es un estado de bienestar físico, mental y social, y no simplemente la ausencia de enfermedades”

 

La comprensión budista de la buena salud es similar con su énfasis en la interacción balanceada entre la mente y el cuerpo, así como entre la vida y su medio ambiente.

 

Las enfermedades tienden a surgir cuando este delicado equilibrio se trastorna, y la teoría y práctica budistas buscan restaurar y fortalecer este balance. En el tratamiento de la enfermedad, sin embargo, el Budismo no rechaza, en modo alguno, la medicina moderna y la potente colección de herramientas de diagnóstico y terapia que están a disposición.

 

Ella manifiesta, que este conjunto de herramientas puede tener un uso más efectivo en el combate a la enfermedad cuando está basado en una comprensión más profunda de los procesos internos y subjetivos de la vida y se ve reforzado por ésta.

 

En la esencia de la aproximación budista a la salud y la curación está su énfasis en el poder espiritual y un absoluto sentido de propósito o misión en la vida, basados en la acción misericordiosa por los demás.

 

Si bien la eficacia terapéutica de estos atributos todavía no son ampliamente reconocidos por la profesión médica, el Budismo afirma que estos hacen posible que una persona no sólo genere valor incluso frente a la más severa adversidad, incluyendo la enfermedad, sino que, además, forje con ellos una oportunidad para el crecimiento personal.

 

El filósofo suizo Karl Hilti (1833 – 1909) describió mejor este proceso cuando escribió, “Así como el flujo de un río rotura la tierra y nutre los campos, las enfermedades sirven para nutrir nuestros propios corazones. Una persona que entiende correctamente su enfermedad y persevera a través de ella logrará una mayor profundidad, poder y grandeza en la vida”. El Budismo sostiene que la genuina buena salud se encuentra, en realidad, dentro de este proceso de autorrealización.

 

DE LAS HIERBAS A LA ARMONÍA
Desde el surgimiento de las especies humanas, la salud y la enfermedad han sido importantes preocupaciones. A lo largo del tiempo, la gente aprendió que algunos males podían ser tratados con hierbas y minerales encontrados en la naturaleza; otros, sin embargo, se resistieron a las curas simples y asignaban usualmente las causas a poderes sobrenaturales.

 

Hipócrates de Cos (460 – 337 a.C.), más conocido hoy por el juramento hipocrático que realizan los estudiantes de medicina del mundo entero. Creía que el bienestar físico era el resultado de la interacción armoniosa de una variedad de factores. De manera similar, él estaba sumamente consciente de los poderes curativos innatos del cuerpo.

 

Alrededor de la misma época de Hipócrates, Shakyamuni, el fundador del Budismo, también estaba proponiendo ideas notablemente similares sobre la salud y la curación.

 

Como príncipe de un pequeño reino de la India, se decía que tradicionalmente el propio Shakyamuni había estudiado medicina, de manera que había adquirido conocimientos acerca de las técnicas médicas practicadas en su época. Esas raíces pueden haberle ayudado a consolidar los vínculos que unen la espiritualidad budista con la curación. Los textos budistas, por ejemplo, comparan los sufrimientos y las ilusiones de las personas con la enfermedad, a Shakyamuni con un gran médico, y a sus enseñanzas con la buena medicina.

 

La visión de Shakyamuni de las artes curativas era eminentemente práctica. Dada la dificultad de mantener las condiciones sanitarias en su tiempo, por ejemplo, él prefería dietas no invasoras y la terapia de ungüentos a la cirugía, aunque la permitía si no había alternativa. Otros ejemplos de esta aproximación pragmática incluyen la insistencia en la higiene apropiada y el reconocimiento del valor del ejercicio físico.

 

No obstante, lo más importante es que Shakyamuni nunca recurrió a lo que podría ser considerado como la “fe curadora”, no instruyó jamás a un enfermo a realizar rituales mágicos de ningún tipo. Más bien, él ofrecía a la gente una instrucción racional y pragmática para tratar sus heridas y enfermedades, basado en su profundo discernimiento de la naturaleza de la vida. Entre los principios claves que enseñó están la unidad del cuerpo y la mente, el valor de la misericordia altruista y el incremento de la sabiduría y las energías vitales naturales inherentes a la vida.

 

LA MISIÓN DEL BODHISATTVA

Mientras la medicina moderna tiende a tratar la parte curadora del cuerpo aisladamente del resto, tratándola sólo como la parte de una máquina que funciona mal, la comprensión budista de la salud ve la enfermedad como un reflejo del sistema somático total, o de la vida misma, y busca curarla a través de una reorientación fundamental en el estilo de vida y el concepto de la vida de una persona.

 

Existen varias razones por las que el Budismo adopta esta aproximación. Un factor importante, como se señaló antes, es la inseparabilidad del aspecto físico de la vida y el emocional, mental y espiritual, siendo el estrés el ejemplo negativo de este principio más comúnmente encontrado. La condición óptima de la salud, en consecuencia, se logra cuando la mente y el cuerpo están funcionando bien e interactuando juntos como una unidad. Hacer emerger la inagotable fuente de energía que existe en el interior de todas las personas es uno de los propósitos principales de la práctica budista.

 

La visión budista, sin embargo, sostiene que la fuerza vital se robustece aún más con las cualidades de la esperanza, el coraje y un firme sentido de misión en la vida. Éste último es especialmente crucial. Así como un atleta olímpico siempre se siente impulsado a realizar mejores actuaciones debido a las metas cada vez más exigentes que se impone, mientras más elevada sea la misión de toda la vida, más expansivo será el estado de vida del que se pueda disfrutar.

 

La más atesorada de todas las misiones, afirma el Budismo, es la del bodhisattva, o una vida de misericordia altruista dedicada al bienestar y la felicidad de todas las personas. Una persona que esté profundamente comprometida con esa misión, es capaz de crear valores enriquecedores que afirman la vida en cualquier dificultad que se encuentre y puede utilizar todos los problemas como un impulso par a un mayor desarrollo.

 

Para una persona que posee ese inconmovible poder interior, la salud física deja de ser el factor único y determinante para la felicidad personal. Por ello, el desafío de superar la enfermedad en sí se convierte en una importante práctica de bodhisattva porque alienta e inspira esperanza en los demás y, haciéndolo, ayuda a aliviar su sufrimiento. Incluso la muerte, que es en mucho una parte de la vida humana, que junto a la enfermedad y el envejecimiento, brinda una oportunidad para inspirar a los demás mediante el ejemplo.

 

La visión budista de la salud y la medicina moderna, por consiguiente, no son mutuamente incompatibles sino que pueden servir para complementarse recíprocamente.

 

Una mayor comprensión de las perspectivas budistas sobre la salud y la curación podría ampliar el horizonte de la medicina occidental, no a través de avances de la tecnología, sino mediante la adopción de una nueva filosofía, o actitud, hacia la salud y la vida que pueda servir como el apuntalamiento de una medicina verdaderamente moderna. En las palabras del fallecido Norman Cousins, un renombrado periodista y humanista: “Un buen médico no es sólo un científico sino también un filósofo”.

 

TRASCENDIENDO LA BARBARIE
Quizás la presentación más sistemática de la perspectiva budista sobre la enfermedad y sus causas fue clasificada por Chih-i, un maestro budista de la China del siglo VI, en el tratado Gran concentración y discernimiento.

 

Las seis categorías son: la desarmonía entre los llamados “cuatro elementos” (tierra, viento, fuego y agua, representando cada uno sistemas o funciones fisiológicos específicos); el exceso en el comer o el beber; la mala postura; la función de los demonios del exterior; los ataques de diablos del interior; y las enfermedades kármicas.

 

Si bien Chih-i señaló que el desequilibrio entre uno de los cuatro elementos y el medio ambiente conduce invariablemente a males específicos, la esencia de su análisis era que la salud humana está muy supeditada a los factores ambientales.

 

Este proceso dinámico e interactivo, además, es la razón por la que los budistas creen que la preservación del ecosistema mundial es un importante medio para proteger la salud de los seres humanos. Esto es comparado, en el nivel personal, con la sensible advertencia contra los excesos en el beber y el comer.

 

Para entender cuáles son las enfermedades kármicas, es preciso, primero, explicar el karma. El karma puede ser considerado como el potencial o las tendencias profundamente enraizadas que hemos implantado en los reinos interiores de la vida a lo largo del tiempo.

 

El karma es la acumulación de causas almacenadas que se hacen manifiestas como efectos específicos cuando se presentan las condiciones apropiadas. Las enfermedades kármicas, casi por definición, están más allá del poder de los tratamientos de esta era. Cuando se encuentra la cura para una de tales enfermedades, pareciera que surge otra para tomar su lugar, manteniendo un balance casi constante de esta forma de miseria humana.

 

A lo largo del milenio, por ejemplo, la lepra era considerada como una enfermedad kármica; en la actualidad, males nuevos e incurables como el virus del Ébola o el SIDA encajarían en esa clasificación.

 

En cuanto a la advertencia sobre la “postura”, ésta implica mucho más que la simple manera en que se mantiene el cuerpo; representa el ritmo del diario vivir. Chih-i advirtió que una perturbación en este ritmo podía trastornar el equilibrio de los cuatro elementos y, de esa manera, provocar una serie de males. Las referencias a los demonios y diablos son, de la misma manera, simbólicas. Los primeros son factores externos, tales como la invasión de bacterias y virus patógenos. Los últimos, en contraste, son influencias internas, tales como los malestares.

 

La influencia debilitante fundamental es la que el Budismo describe como “la oscuridad fundamental de la vida”, que puede privar de tal manera de la misericordia y la sabiduría a las personas, que pueden cometer sin pestañear los actos más depravados y destructivos. Esta naturaleza ilusa conduce el impulso de matar y destruir, o la urgencia igualmente primitiva por dominar o controlar a los demás para beneficio propio. El Budismo define una vida vivida bajo el dominio de estos impulsos como una forma de enfermedad mental.

 

Esta barbarie oculta en las profundidades de la vida es indudablemente uno de los terrenos más fértiles para producir esa plaga de la sociedad moderna: el estrés.

 

Plenamente consciente del omnipresente número de víctimas del estrés, el fallecido doctor Linus Pauling, receptor de los premios Nobel de química y de la paz, pidió el desarrollo de sistemas económicos y políticos que redujeran la cantidad de estrés en el ser humano individual.

 

Como lo señaló en A Lifelong Quest for Peace, un diálogo con el presidente de la SGI, Daisaku Ikeda, “Una buena manera de hacerlo es aboliendo la guerra”. En verdad, el innato potencial para la violencia es la razón por la que el Budismo pone tanto valor en la robustez de la espiritualidad y de la acción misericordiosa por los demás y la razón por la que el concepto budista de la salud trasciende la simple idea de la ausencia o presencia de la enfermedad. En la actualidad, la patología humana que reclama con mayor fuerza una cura, es la guerra.

OCHO FORMAS DE CAMBIAR EL MUNDO. Publicado por Brasil Seikyo. BSGI.

“Gandhi se levantó solo para difundir la filosofía de la no violencia. Él comprobó las palabras de que si una persona de coraje se levanta, conseguirá cambiar el mundo. Gandhi afirmaba que si hubiese una única persona pura en una reunión, todas las otras serían influenciadas por la pureza de esa persona.”

(Brasil Seikyo, 25 de enero del 2003)

LA RESPONSABILIDAD DE CADA UNO

En el año 2000, fue lanzado por las Naciones Unidas (ONU) los objetivos del Desarrollo del Milenio, con ocho metas para ser logradas hasta el 2015, como por ejemplo, la reducción de la pobreza, de la mortalidad infantil y del hambre.

Ya pasaron siete años y poco se avanzó en esas áreas, según la ONU.

Será que esos objetivos son de responsabilidad solamente de los gobiernos? Qué pueden hacer las personas para que esas metas sean alcanzadas?.

 

Frente a una situación nada promisoria, la tendencia de los individuos es sentir  un sentimiento de impotencia y pesimismo.

 

Sin embargo, existen ejemplos como los citados en el documental “UNA REVOLUCIÓN SILENCIOSA”, que la SGI ayudó a producir para el Consejo de la Tierra en 2002, que demuestran que es posible, vencer cualquier problema si hay dedicación.

 

Muchas personas del mundo entraron en acción para tratar graves problemas ambientales, como la escasez del agua en la India, la contaminación en Eslovaquia y la desertificación en Kenia, y ellos consiguieron hacer la diferencia.

 

La pregunta es: quién hará esa diferencia? El budismo enseña que el poder humano es ilimitado, cuando las personas conscientes se unen y actúan tomadas de las manos.

¿Ese no es el movimiento promovido por la SGI?

Existen soluciones para los problemas ambientales y la infinidad de otros problemas que nuestro mundo enfrenta. Pero es preciso que cada individuo asuma su responsabilidad y compromiso practico de hacer la diferencia.

 

¿QUIÉN  CAMBIARÁ  EL MUNDO?
Muchos quieren un mundo mejor. Pocos saben qué hacer. Pero algunas hacen, de hecho, algo para cambiar.

 

La ONU pretendió dar una dirección general y, así, crear ondas para que proyectos, ideas y accione se pudiera expandir en el mundo entero.

 

Los ocho macro-objetivos fueron lanzados para ser concretados por los países hasta el año de 2015, por medio de acciones concretas de los gobiernos y de la sociedad.

 

El presidente de la SGI, Daisaku Ikeda, afirma: “Para cambiar el mundo, primero debemos cambiar nosotros mismos. Y los puntos más importantes que nosotros, miembros de la comunidad humana, debemos cambiar son: nuestra visión de la existencia, de la vida y de la muerte y del propio ser”

# 1    Acabar con el hambre y la miseria.  El primer objetivo de desarrollo del milenio es terminar con el hambre y la miseria que devastan la populación en el mundo entero con índices alarmantes.

El retardo en el crecimiento es una de las primeras manifestaciones de la desnutrición infantil e indica deficiencias nutricionales.

 

# 2  Educación básica de cualidad para todos.   La solución de los problemas mundiales comienza y termina con una educación humanística enfocada en la dignidad de la vida.

 

Las investigaciones revelan que ciento trece millones de niños están fuera de la escuela. La educación básica para todos es uno de los principios de los derechos humanos y se convirtió en el punto estratégico mundial en la cúpula del milenio.

 

Por la educación se fortalece la estructura de la sociedad en el combate en las enfermedades, las desigualdades sociales, se cualifica la mano de obra y se eleva el índice de políticas preventivas que traen desarrollo sustentable que fomenta individuos auto-suficientes. El desconocimiento y la falta de acceso a las escuelas, privan principalmente a los pueblos más pobres, y así se genera el aumento de la violencia, las enfermedades y de la inestabilidad económica.

 

Se compromete también la identidad y la cultura de los pueblos que quedan debilitados y vulnerables a otras estructuras de poder que no preservan el valor de la diversidad haciendo del mundo cada vez más homogéneo.

 

# 3  Igualdad entre sexos y la valorización de la mujer.  El presidente de la SGI enfatiza tanto la importancia de las mujeres en el escenario mundial que definió el siglo 21 como el siglo de las mujeres.

 

La historia de la humanidad muestra que durante mucho tiempo el hombre y la mujer no disfrutaban de los mismos derechos y deberes. Si en la prehistoria las mujeres se sometían a los maltratos y se dedicaban solamente a los trabajos domésticos, actualmente la mujer moderna ha conquistado cada vez más espacio profesionalmente y se destaca entre funciones tradicionalmente masculinas.

 

El proyecto engloba políticas específicas e importantes para combatir la violencia contra las mujeres, reducir la desigualdad de género en el empleo, acabar con las disparidades en los salarios y discriminación contra las mujeres en el mercado de trabajo, garantizar la salud sexual y reproductiva, entre otros.

 

El presidente de la SGI, Daisaku Ikeda, en uno de sus discursos, exalta que,    “cada mujer que trabaja precisa emplear toda  su habilidad en la tarea de hacer reconocer su valor por todos, no obstante de las condiciones desfavorables.  Solamente en esas condiciones las sociedad cambiará.” (Colección de orientaciones, vol.4).

 

Y enfatiza hace muchos años que los hombres precisan valorizar la máximo el potencial  femenino y determinó que este es, por entero, el SIGLO DE LAS MUJERES.

 

# 4  Reducir la mortalidad infantil.  Los índices de mortalidad infantil son alarmantes, 11 millones de bebes mueren todos los años por diversas causas. 

 

El objetivo de Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) es reducir en dos tercios, entre 1990 y 2015, la mortalidad infantil de menores de 5 años, meta que solo será lograda si los órganos gubernamentales en conjunto empiecen a organizarse rápidamente.

 

Por ejemplo, políticas y programas para los niños y también a sus familiares, como el apoyo a programas de acceso al agua potable a las poblaciones carentes (una de las causas de las enfermedades infecciosas infantiles), la vacunación, la realización de compañas de esclarecimientos sobre la higiene personal y sanitaria, el amamantamiento, la nutrición infantil en comunidades carentes y la concienciación en el combate al SIDA,  teniendo en cuenta la prevención de los niños portadores del virus, su asistencia y acceso de ellos a medicamentos específicos.

 

# 5  Mejorar la salud de las gestantes.

 

# 6 Combatir el SIDA,  malaria y otras enfermedades.   El saneamiento básico es uno de los agentes favorables en la erradicación de las epidemias.

 

# 7 Cualidad de vida y respeto al medio ambiente. Cerca de un billón de personas todavía no tienen acceso al agua potable. El agua y el saneamiento son factores ambientales imprescindibles para la cualidad de vida humana. Sin la concienciación y adopción de programas y políticas ambientales, nada se conservará en gran escala.

 

# 8  Todo el mundo trabajando por el desarrollo.   Se trata de la responsabilidad de cada uno para mejorar las condiciones de vida a su alrededor y de su ambiente macro. En esencia, se trata de la aplicación de la conocida máxima “pensar globalmente y actuar localmente.”

 

¿EL MUNDO SERÁ EL MISMO DESPUÉS DE TI?  Tu puedes ayudar a mejorar el mundo.

(Publicado Brasil seikyo  4 de agosto del 2007) BSGI.
TRADUCCIÓN TENTATIVA.

EL ARTE DE ESCUCHAR CON LOS OJOS DEL BUDA. Por Linda Johnson. SGI-USA.

Creo que es la capacidad de escucharse a uno mismo, a nuestro yo verdadero y de mirar a toda la vida según la Ley de Causa y Efecto.

Para poder escucharse a uno mismo, a nuestro yo auténtico, a nuestra capacidad ilimitada de sabiduría para comprender cual es la respuesta justa, primero debemos aprender a practicar correctamente.

Demasiada gente practica nuestro budismo que suelo llamar un "estilo de vida cristiano-budista". Y el problema es que cuando no practicamos correctamente, los resultados que conseguimos son mínimos comparados con los que podríamos conseguir con una práctica correcta.

Entonces, el primer punto es que demasiada gente ora al Gohonzon como si fuese un dios o una fuerza fuera de ellos. La actitud con la que invocamos, con la que nos sentamos frente al Gohonzon es muy importante.

 

Cuando voy a las reuniones de dialogo, veo a la gente estar mal y agitarse. Entonces me pregunto que es lo que los anfitriones les explican del Budismo.

 

Veo que seguimos explicando el Budismo tal cual nos lo explicaron a muchos de nosotros cuando lo empecé a practicar en los años 70. Es decir: invocar pensando poder obtener todo lo que deseas.

 

Sin explicaciones más profundas, alientan a la gente a empezar a invocar, rezando al Gohonzon (que desde el punto de vista físico es efectivamente un objeto fuera de ellos) como si existiera antes de ellos.

 

Así se empieza a invocar, como si estuviéramos suplicando, pidiendo a esta fuerza, a este Gohonzon que nos conceda, por favor, beneficios. Esta no es la manera correcta de practicar el Budismo.

 

Por lo tanto, en primer lugar debemos hablar del Gohonzon como objeto físico externo. Desde cierto punto de vista escucharse a uno mismo depende de cuanto uno realmente, profundamente, con cada fibra de su ser, entiende que el Gohonzon es él, es su propio ser.

 

Nichiren Daishonin dice: "Nunca busque este Gohonzon fuera de usted mismo", pero… cuantos de nosotros han entendido este punto?

 

En mi caso me ayuda mirar al Gohonzon de manera diferente de lo habitual. Como todos sabemos, NMRK está escrito exactamente en el centro del Gohonzon. Esto porque Nichiren comprendió que la esencia del Sutra del Loto está incluida en las palabras NMRK y pudo comprenderlo a partir del Sutra del Loto.

 

El Buda Shakyamuni es digno de la más alta consideración. Fue a partir de su enseñanza que Nichiren se iluminó a esta verdad de la vida y al hecho que su misión era revelarla. Esta es la esencia, la clave que puede desbloquear el potencial humano que existe dentro de cada ser viviente.

 

Sabemos que en la cultura Asiática se lee desde derecha hacia izquierda. Al contrario de como leemos nosotros. En la cultura Asiática si se quiere rendir homenaje a alguien, el sitio de máximo respeto es a la derecha.

 

Si miramos al Gohonzon el Buda Shakyamuni debería estar a nuestra derecha, a la derecha de NMRK, pero no, está a la izquierda. La razón profunda por la cual Nichiren  colocó al Buda Shakyamuni a la izquierda es que quería subrayar que todos los seres humanos somos iguales, que cada uno posee de igual forma ese Buda potencial en su vida.

 

En la simbología budista el mentor tiene la boca abierta y el discípulo cerrada porqué le está escuchando. Y así, de acuerdo con el espíritu con el que Nichiren inscribió el Gohonzon y con la cultura Asiática, el maestro debería estar a la derecha, en cambio está a la izquierda, para dejar claro que el maestro no es superior al discípulo, son iguales.

 

Otra cosa que me emociona mucho, aunque sin saber leer todos los caracteres del Gohonzon, es saber que representan las 2 caras de la vida.

 

Todos los atributos positivos intrínsecos a cada ser viviente, así como esa oscuridad fundamental que junta a estos co-existe dentro de cada vida humana.

 

Nichiren nos dice que no existe vida humana que tenga una parte sin la otra. Cada vida en cada instante posee siempre las 2 potencialidades.

 

Los caracteres que representan estos 2 aspectos están inscritos en el Gohonzon. Además, es importante que Nichiren haya escrito en el Gohonzon los caracteres que representan cada aspecto de la vida de manera que cada uno esté mirando hacia el centro de nosotros mismos.

 

Cada carácter está escrito para estar direccionado hacia NMRK. Pensemos en la Ceremonia en el Aire, estamos todos formando un círculo, NMRK es el eje del universo y todos nosotros estamos alrededor mirando hacia NMRK. Cada carácter está dirigido hacia el centro. ¿Por qué esto? Porqué Nichiren nos envía un mensaje, basar nuestra vida en la Ley, nunca en la persona.

 

Es la Ley Mística la que ha permitido a cada Buda expresar su potencial, esa es la clave, es el centro de todo. Debemos hacer de NMRK el centro de nuestra vida, lograr basar nuestra vida en NMRK. 

 

¿COMO PODEMOS ESCUCHARNOS A NOSOTROS MISMOS?
Primero, delante de un problema la mayoría de nosotros usa la cabeza para diseñar una estrategia para solucionarlo. Y así, muchos de nosotros, después de haber ejercitado su cerebro elaborando una estrategia para ir, por ejemplo, del punto A al punto B para solucionar el problema, empiezan a orar al Gohonzon para que esta solución funcione.

 

Creo que esto es incorrecto. Dejadme explicar porqué. Es algo que he descubierto experimentándolo en mi vida. Pensemos en las 9 CONSCIENCIAS. Las 5 primeras son nuestros sentidos: vista, oído, olfato, gusto y tacto. El sexto nivel es la mente consciente, el séptimo la mente inconsciente. El octavo nivel es el depósito del Karma, el lugar donde guardamos todas las causas acumuladas existencia tras existencia. El noveno corresponde a la pura e inmutable realidad de nuestra vida.

 

Ahora, cada uno tiene un poco de fortuna y un poco de desdicha en su vida. Cada uno en los ámbitos en los que tiene suerte puede hacer todo lo que hacen los demás para conseguir lo que desea y conseguirlo. Pero en los ámbitos en los que a nuestra vida le falta fortuna, podemos hacer las mismas cosas que hace nuestro vecino y, sin embargo el objeto de nuestro deseo parece alejarse cada vez un poquito más.

 

El hecho es que los problemas a los que nos enfrentamos tienen una causa relacionada con nuestra vida. Muchas veces surgen de esa parte de nuestra vida en la que no tenemos fortuna. Y así, cada vez que usamos la mente para elaborar una estrategia para solucionar un problema, nuestra mente puede recurrir como mucho al octavo nivel de nuestra conciencia, donde está el karma, donde están todas nuestras causas. Y ese es exactamente el lugar donde NO TENEMOS SUERTE…

 

Entonces, nuestro cerebro pensará en una solución basada en la ausencia de fortuna y esto nos llevará a reforzar siempre más nuestro viejo esquema de respuesta. Pero nos han enseñado que invocando NMRK se puede perforar el octavo nivel de conciencia sin ser afectados por ello y así alcanzar la pura e inmutable realidad y la sabiduría ilimitada de nuestra vida que no está contaminada por el karma.

 

La respuesta, entonces, es la correcta para nuestra vida. No está condicionada por esa parte de nuestro karma desdichado. Es por eso que Nichiren nos dice que debemos ser dueños de nuestra mente, en vez de dejar que ocurra lo contrario.

 

Cuando invocamos deberíamos empezar por la decisión de que realizaremos X, sea lo que sea X. Luego hay que recordar que según el Budismo, creamos nuestra vida con nuestros pensamientos, palabras y acciones.

 

En el Budismo de Nichiren Orar es profundamente diferente del rezar en otras religiones. No estamos invocando a alguien en el exterior para que nos conceda algo.

 

Orar, es la decisión que crearé el objeto por el cual estoy orando a través de causas hechas con mis acciones, palabras y pensamientos. Yo soy el creador de mi vida y me tomo la responsabilidad de crear aquello por lo que estoy invocando.

 

Es decir, si yo invoco Daimoku con este tipo de decisión, entonces realizaré X. Seguro que algo realizaré. Y ¿cómo lo hago, cómo voy a lograrlo? La respuesta existe sólo en mi vida y puedo hacerla surgir cuando regreso de ese lugar (novena conciencia) donde está la convicción de que la respuesta existe dentro de mí y cuando invoco con la decisión de sacar de mi vida la sabiduría necesaria para ver con claridad qué debo hacer para crear aquello por lo que estoy orando.

 

Por eso el presidente Ikeda nos dice que LOS BENEFICIOS VIENEN A NOSOTROS, NADIE NOS CONCEDE BENEFICIOS.

 

Debemos comprender que una de las razones por las cuales practicamos este Budismo es transformar profundamente nuestro destino en esta existencia. Todos los padres, naturalmente, desean ofrecer a sus hijos las mejores oportunidades posibles de manera que sus vidas sean mejores de la que ellos tuvieron.

 

En nuestra sociedad esto significa que es imperativo recibir una buena educación porqué sabemos que tendencialmente con una buena educación será más fácil ganar dinero y tener éxito.

 

Pero si miramos a la vida desde el punto de vista de Nichiren comprenderemos que no hay cantidad suficiente de educación que nos permita de trasformar el karma.

 

Cada uno de nosotros no escogió nacer en la familia en la que ha nacido y de practicar en esa familia porqué compartimos el karma con cada uno de sus miembros. ¡Nos guste o no!

 

Vas creciendo y piensas: mi padre era alcohólico y por eso mi madre la dejó. Estaba lejos de mí mientras yo crecía, y debido a que era alcohólico no cumplió con ninguna de las promesas que me había hecho.

 

Siendo una niña me convencí que en el fondo había algo malo en mí, pues, de no ser así mi padre me hubiera querido. Yo odiaba lo que veía, lo que el alcohol le hacía. Lo odiaba de forma visceral. Prometí no volverme nunca como él y por ello no bebo, no me rodeo de gente que bebe y no permito a quienes me rodean beber mucho.

 

Me da mucho miedo quien bebe porqué vi lo que el alcohol hizo a mi padre. Puedo beber una copa de vez en cuando, 1 o 2 veces al año, eso es todo. No me he emborrachado nunca en mi vida, mis compañeros de la universidad lo intentaron, pero no lo consiguieron porqué yo echaba la bebida a las plantas. No me llamaba la atención la idea. Me disgustaba.

 

Cuando crecí, me sentí superior a mi padre porque yo no bebía. Debo de ser honesta y decirles que estoy empezando a entender que no ha sido una casualidad si nací en esta familia, yo también tengo ese tipo de tendencia adictiva.

 

La razón por la cual la mayoría de nosotros no capta esto es que creemos que esa tendencia deba manifestarse en nuestra vida tal cual se ha manifestado en la vida de nuestros padres.

 

No es así. Mi padre bebía para relajarse, para celebrar, para consolarse de las frustraciones y del sufrimiento. Yo celebro con la comida, cuando me siento frustrada o deprimida como. Uso la comida por la misma razón por la que mi padre usaba el alcohol. Y entonces he entendido que no importa cuanto queramos a nuestros hijos, no importa cuanto nos han querido nuestros padres, aún así no han podido evitar que suframos a causa de nuestro karma.

 

Pero la promesa de Nichiren es que podemos trasformar cualquier karma en esta existencia.

 

Pero, de nuevo las personas malinterpretan esta práctica y piensan que solo porqué invocamos Daimoku no sufriremos a causa de nuestro karma. No es así, en absoluto.

Esta práctica se basa en la Revolución Humana, en la desmistificación de la vida y en la comprensión de que lo que nos ocurre está siempre de acuerdo con la Ley de Causa y Efecto. Nichiren nos dice que debemos comprender que todo lo que está fuera de nuestra piel no está de ninguna manera separado de nosotros, aunque así nos parezca.

 

Todo lo que ocurre tiene un nexo causal con nuestra vida, tanto con nuestro lado negativo como con el positivo. Debemos entender que creamos continuamente nuestra vida con pensamientos, palabras y actitudes. Por lo tanto practicar correctamente no depende solo de la cantidad de Daimoku que invocamos cada día.

 

¿Cuantos de nosotros asumen la responsabilidad de las causas que hacen en cada momento? ¿Cuantos de nosotros asumen la responsabilidad de sus pensamientos, palabras y actitudes?

 

Sin embargo nos han enseñado que creamos nuestra vida a través de pensamientos, palabras y acciones.  Yo a esto le llamo "vivir inconscientemente".

 

Hay mucha gente que invoca sinceramente frente al Gohonzon, pero siempre con la idea que esta fuerza externa a nosotros nos ayudará si somos bastante buenos. Oramos con sinceridad para que el Gohonzon nos conceda un beneficio y nos cuide. Y al terminar la invocación nos levantamos y no creemos que hay que ser responsables de las causas que hacemos.

 

Vivimos con ligereza. Lo hacemos. Nosotros vivimos así. Y luego nos sorprendemos por haber invocado un millón de Daimoku y no haber obtenido la solución. Se nos escapa el punto fundamental. Esta práctica es mucho más profunda que la simple invocación del Daimoku. Podemos invocar un millón de Daimoku sin creer que podemos realizar aquello por el cual estamos invocando y esa va a ser nuestra oración delante del Universo.

 

Y el Universo es esa pantalla estupenda que nos proyecta de vuelta exactamente aquello por lo que oramos, tanto en su sentido positivo como negativo. También debemos entender que la Ley Mística y el Gohonzon funcionan en sentido positivo y negativo.

 

Abarca todo en el Universo, y todo en el Universo en cada instante posee ambas potencialidades. No son las circunstancias en las que nos hallamos las que definen quienes somos. No podemos comprender quienes somos o descubrir nuestra potencialidad (es decir, lo que podemos ser) a través de las circunstancias que estamos viviendo, sino que nuestras actuales circunstancias están en relación de causa y efecto con nosotros, con nuestras creencias, siendo el espejo de nuestras creencias.

 

Por ejemplo, en L.A. estoy en contacto con personas que desean ser actores de éxito. Invocan muchísimo Daimoku, van a las audiciones y no ocurre nada. Siguen así durante una temporada hasta que vienen y me dicen: "He orado muchísimo, he ido a muchas audiciones y no ha pasado nada, por lo tanto la realidad me está diciendo que tal vez debería pensar en hacer algo diferente con mi vida". Pero este concepto de realidad no es correctamente usado en este análisis.

 

La realidad es el espejo de lo que eres, de tu más profundo sistema de creencias.

 

Debemos empezar a invocar con este tipo de sabiduría, llegando al  noveno nivel de conciencia para ver la vida con claridad desde el punto de vista de su real perspectiva de causalidad. Esta capacidad de ver existe siempre en vosotros, hace falta solo darse cuenta e invocar Daimoku con este tipo de convicción.

 

Invoquemos para ver las causas y los efectos que están actuando en vuestra vida y para comprender cual es la relación entre la falta de resultados y vuestros pensamientos, palabras y acciones.

 

A menudo la falta de resultados refleja el hecho de que profundamente no creemos de verdad ser capaces de lograr nuestro objetivo. Y la Ley de Causa y Efecto es tan severa que es la única cosa en la vida de la cual no podemos escapar y a la cual no podemos engañar.

 

Nuestra vida en cada instante refleja nuestras creencias. Lo digo porqué lo he vivido. He invocado sinceramente para mi meta y al final me he dado cuenta que la realidad de la vida es que cada persona del planeta, que invoque o no, está luchando contra nuestra misma oscuridad fundamental en cada momento de su vida.

 

En broma, pero muy en serio llamo a esta oscuridad "nuestro gemelo demoníaco" que vive en nosotros. Y este gemelo demoníaco nunca se va de vacaciones y nunca se calla.

 

Intentemos invocar seriamente por ese gemelo perverso cuando estemos frente al Gohonzon (cuando digo frente al Gohonzon, claro que entiendo el Gohonzon que está dentro de nosotros). Vivimos nuestra vida de cada día, tal vez estamos conduciendo para ir al trabajo y nuestro gemelo demoníaco también está trabajando.

 

Estamos pensando en nuestra meta, aquello por lo que estamos invocando, y el gemelo demoníaco nos da enseguida un listado de 21 razones por las cuales no podemos alcanzarla.

 

¿Verdad? ¿Les ha ocurrido alguna vez? El listado del gemelo está siempre en acción.

 

Lo que hemos experimentado, es que la forma en que reaccionamos a nuestro gemelo demoniaco determina el efecto que producimos en nuestra vida. Los pensamientos negativos no producen resultados concretos. ! La respuesta a ellos si !

 

Hablamos de pensamientos positivos, pero en realidad es fácil rendirse. No creo que nadie pueda pensar positivamente durante las 24  horas del día, no es natural.

 

Nichiren nos explica que en cada instante se enfrentan estas 2 fuerzas en  nuestras vidas. Existe la fuerza del Buda y la oscuridad fundamental  que luchan constantemente una contra la otra, dentro y fuera de nosotros. Esta es la naturaleza de la vida que hay que aceptar. Esto y no pensar que cuando logre la iluminación mi gemelo demoníaco se callará para siempre. No funciona así.

 

El Budismo nos enseña, con respecto a los 10 estados de vida, que el estado de Budeidad existe dentro de cada uno de los otros 9. Entonces hay otra dualidad, otro "dos pero no dos", es decir: también ese gemelo demoníaco posee los 2 lados, el iluminado y el oscuro.

 

Hay un aspecto de ese pensamiento negativo que, al retarlo, se convierte en la motivación y la guía para nuestro cambio. El punto es como reaccionamos a él. Puede funcionar como el más grande Shoten Zenjin del mundo. Pero cuidado, porqué también posee un lado destructivo y la manera que escogemos para verlo y usarlo en nuestras vidas determinará el resultado que obtendremos.

 

No es el obstáculo en  sí mismo que determinará nuestro resultado, si no como responderemos al obstáculo.

 

Pero, para entender mejor de que estamos hablando, detengámonos sobre el significado de la palabra RESPONSABILIDAD.

 

La escuchamos muy a menudo, se habla de asumir la responsabilidad al 100%, pero muchos de nosotros se niegan a hacerlo porqué pensamos: "¿Qué? Si he tenido una discusión con Juan, ¿por qué razón debo asumir el 100% de la responsabilidad? Él también estaba aquí! 50 y 50 como mucho!".

 

Luego un día tomé un diccionario y descubrí una cosa increíble: la palabra responsabilidad deriva de la unión de 2 palabras: respuesta y habilidad.

 

Esto explica muy bien ese 100% del cual habla Nichiren. Significa cambiar el karma, es decir, trasformar nuestro destino tiene que ver con nuestra habilidad en responder al problema.

 

Este es el Budismo de la Verdadera Causa que nos enseña que nadie puede cambiar el pasado. Pero, en este mismo instante, el más precioso de todos, a través de nuestros pensamientos, palabras y acciones podemos cambiar cualquier situación. Lo más importante es la habilidad de estar al 100% presente en el momento con la decisión de usar nuestra vida de forma CREATIVA. Así  es, con creatividad.

 

De esta manera, por medio de pensamientos, palabras y acciones, podemos responder al problema de forma coherente con la dirección que queremos dar a nuestra vida, en vez de reaccionar a las situaciones por como están ahora.

 

Este es el Budismo de la Verdadera Causa. Porqué dice que a través de nuestros pensamientos, palabras y acciones podemos producir el cambio. Esto es lo que muchos no captan cuando invocan.

 

Por ejemplo, cuando entono Daimoku deseo la mejor de las relaciones con Juan. En este momento tenemos esta lucha y solo esta, verdad? Y entonces YO asumo la responsabilidad que tengamos la mejor de las relaciones, de superar este obstáculo y de crear algo maravilloso, una relación mejor que antes de que discutiéramos.

 

Normalmente, cuando invoco así, el resultado es que Juan y yo volvemos a discutir.

 

"¿Pero, que pasa? Estoy invocando para estar en paz y ¿ahora reñimos más? ¡No era este mi objetivo!" Si razonamos así, no estamos viendo que esta nueva discusión nos ofrece la oportunidad de transformar nuestra relación tal como hemos estado invocando. Pero podemos obtener este resultado sólo si respondemos de forma correcta en el momento mismo de la discusión.

 

El momento en el que se manifiesta el obstáculo, es lo que en el Budismo llamamos el momento crucial. El momento crucial es exactamente cuando el obstáculo aparece. Y nos está ofreciendo la oportunidad de cambiar nuestro destino según como respondemos.

 

Cada vez, en el medio de una discusión con Juan, que caigo en mi parte negativa y respondo desde allí, estoy condicionada por el lado  negativo del problema, que me ha atrapado y llevado a hacer más y más causas negativas que causarán la reaparición de esa tendencia en mi vida.

 

En cambio, si logro recordar, esta es mi oportunidad y he estado invocando exactamente para que apareciera ese momento. Los beneficios vienen a vosotros. Ustedes crean los beneficios a través de sus pensamientos, palabras y acciones. Esta es la esencia de la Revolución Humana.

 

Revolución Humana significa mirar nuestra debilidad y esta vez responder de forma diferente. Y cada vez que respondemos de manera diferente, de forma coherente con la dirección que deseamos dar a nuestra vida, un instante tras otro hacemos causas para trasformar nuestra vida. La trasformamos minuto tras minuto, hora tras hora, día tras día.

 

Lo más emocionante de todo esto es que cuando aprendemos a mirar todo desde la perspectiva de la Ley de Causa y Efecto y usamos el Budismo de Nichiren, en el sentido que lo aplicamos a la realidad de  nuestra vida, sin pararnos a una comprensión teórica, nuestra vida adquiere otro sentido, porqué lejos de deprimirnos por los problemas, de interpretarlos como una señal de que la dirección está equivocada, empezamos a verlos como una oportunidad para develar más y más felicidad en nuestra vida. Los problemas son tales solo porqué nos hundimos en su lado negativo. Cuando aprendemos a utilizarlos desde su lado iluminado de forma constructiva para que nuestra vida avance, entonces aún en medio del proceso de trasformación de nuestro destino podemos sentir verdadera felicidad.

 

Porqué la felicidad no se limita al momento en que hemos superado la dificultad, sino que se manifiesta en cada momento en el que la estamos venciendo, cuando no sufrimos más pensando en el problema. Cuando tomo el control del problema y lo uso de forma positiva para mi vida, en ese momento me recargo, en ese momento la vida se hace emocionante. Empiezo a ver todos mis problemas como mi misión. Y es mi misión, la de vencer cualquier problema.

 

Nichiren nos ha dejado este Budismo para convertirnos en maestros en solucionar los problemas de la vida.

 

Lo que él dice es que todos los seres humanos, nosotros incluidos, encontraremos problemas y dificultades en la vida. De hecho necesitamos estos obstáculos para  obligarnos a salir de nuestra "zona confortable"! Los problemas nos  llevan a retarnos, a ir siempre un poquito más allá con respeto a donde pensábamos poder llegar. Y por eso son el ímpetu y la motivación que nos llevan cada día a hacer algo más de lo que pensábamos poder hacer. Ellos son necesarios para crecer.

 

Nichiren dice que nuestra vida, la que él llama Ley Mística o Gohonzon, NMRK es ilimitada. Y esta potencialidad existe ahora mismo en la vida de cada uno de nosotros, sin necesidad que seamos algo diferente a lo que somos.