"¡MAKIGUCHI ESTÀ MUERTO!" Por Clark Strand.
"MAKIGUCHI ESTÀ MUERTO." Éstas fueron las palabras
dichas por un oficial de la prisión el 8 de enero de 1945, forma en la que
Josei Toda tuvo conocimiento de la muerte de Tsunesaburo Makiguchi ocurrida dos
meses antes.
Hasta ese momento el futuro segundo Presidente de la Soka Gakkai
no se había dado cuenta que su mentor había muerto.
Desoladoras como son, creo que estas tres palabras marcan el
verdadero comienzo de la tradición espiritual que ha de ser conocida hoy como
la Soka Gakkai Internacional, responsabilizándose por como llegó a ser, cómo
creció y en lo que se ha convertido hoy.
De acuerdo con Josei Toda, cuando él escuchó estas palabras
“simplemente se quedó parado, atontado, incapaz siquiera de llorar".
"Nunca habìa experimentado una pena tal como la de ese
momento. Entonces y ahí resolví: ¡Le mostraré al mundo sin duda alguna la
rectitud de mi mentor! ... Con tal determinación, lograré algo tan grande que
le devolveré lo que hizo”.-
Sin embargo, el verdadero
significado de aquel momento sólo se ve con claridad a la luz de otros dos
eventos que ocurrieron en la vida de Toda el año anterior. El primero a
principios de marzo de 1944 fue su sorpresivo descubrimiento de que "el
Buda es la vida en si misma", un logro que luego formó la base para su
interpretación moderna del Sutra del Loto y los escritos de Nichiren Daishonin.
El segundo ocurrió a mediados de noviembre del mismo años, casi en la misma
fecha de la muerte del Presidente Makiguchi si bien Toda no se dio cuenta en
ese momento.
Ese evento fue una visión mística en la que Toda se encuentra a
si mismo en compañía de los Bodhisattvas de la Tierra durante la
"Ceremonia en el Aire" descripta en el Sutra del Loto.
Como las místicas de antes y desde entonces, Toda experimento esa
trascendente revelación no como una visión sino como un hecho real, y la
experiencia lo cambió completamente. Luego, el Sutra del Loto que mucho de él
hasta entonces le había parecido impenetrable a su mente, pasó a ser "un
libro abierto".
Es profundamente conmovedor y al mismo tiempo una necesidad
espiritual que estos dos eventos, la visión de Toda y la muerte de su mentor,
tuvieran lugar un día antes que el otro en noviembre de 1944. De cierta forma
los dos son opuestos, y por lo tanto, no podían haber sido experimentado por
Toda al mismo tiempo.
La visión de Toda de la
Ceremonia en el Aire fue un ocasión trascendentalmente gozosa y de afirmación
de la vida, en tanto que la muerte de su mentor lo sumió de cabeza en la más
profunda pena que había conocido. Subrayo la importancia de las palabras del
oficial de la prisión a Toda, no porque la revelación de la muerte del
Presidente Makiguchi fuera transformadora en si misma, sino por marca el
momento cuando las dos grandes enseñanzas de la Soka Gakkai se unieran por
primera vez en una única persona, y cuando naciera definitivamente la
determinación de construir una organización en lo que es hoy en día.
Sin la revelación que tuviera el Presidente Toda de que el Buda
es la vida misma (y su visión de la Ceremonia en el Aire que la verificara y
completara), la muerte de su amado mentor casi hubiera por cierto aplastado sus
esperanzas para el futuro. De igual forma, sin la muerte de su mentor, cuyas
revelaciones (extraordinarias como fueron) podrían haber carecido de la
urgencia que lo llevara a propagar las enseñanzas de la Soka Gakkai a travès de Japon y luego, a través de los
incansables esfuerzos de su discípulo Daisaku Ikeda, por todo el mundo.
Como el Presidente Ikeda escribiera:
"Desde la vida real hasta la Ceremonia en el Aire y luego de
regreso a la vida real, este continuo proceso de ida y vuelta es el camino de
la revolución humana, el sendero para transformar nuestro estado de vida… Nada
podremos cambiar a menos que nuestros pies estén firmemente plantados en la
tierra".
La revelación de la muerte de su mentor marca el primer par de
idealismo religioso con una determinación firme y práctica que ha virtualmente
definido al movimiento de la Soka Gakkai desde entonces.
Pero en tal caso, ¿Cual
fue la contribución del Presidente Makiguchi al proceso? ¿Comienza la
Revolución Humana con Toda? Y de no ser así: ¿Como le fue comunicada esa
enseñanza a él por su mentor?
Desde el comienzo una de las cosas más notables acerca del
liderazgo de la Soka Gakkai ha sido la estrecha relación entre mentor y discípulo.
Sin embargo, en sí misma esto no es para nada inusual en el budismo, que ha
tenido la tendencia de subrayar dichas relaciones a través de su historia,
definiendo sus diversas escuelas y sectas conforme a los linajes a través de
los cuales han sido transmitidos.
Lo único acerca de las
relaciones mentor-discípulo entre los tres presidentes de la Soka Gakkai es la
forma en la que han servido como un modelo para todas las relaciones
subsiguientes a través de la organización. La profunda gratitud que uno siente
por su mentor se transforma, a su vez, en una fuerte motivación para servir de
mentor a otros, y así se va transmitiendo la enseñanza.
Debido a esta razón, quizás lo que se puede experimentar en función
de una estructura autoritaria de arriba hacia abajo, se experimenta en los
miembros de la Soka Gakkai como una coherente "filosofía de tutoría"
en la que los miembros más antiguos y más experimentados de la organización son
responsables de ofrecer inspiración, guía y apoyo práctico a los miembros más
nuevos, menos experimentados.
Esta clase de tutoría es algo que los miembros de la Soka Gakkai
a través del mundo saben que pueden apoyarse en esto donde quiera que vayan en
cualquier etapa de su práctica, y es algo que ellos ofrecen a otros a medida
que ellos progresan más a lo largo del sendero.
Y aún así sería un error decir que esta filosofía de tutoría es
un tema de convención institucional dentro de la organización, o aún que es
meramente una conducta positiva que se
modela desde los niveles superiores del liderazgo. En ves de ello, lo que se
comunica es un espíritu, y ese espíritu ha sido transmitido de un miembro hacia
otro, hacia abajo en la línea, comenzando con Tsunesaburo Makiguchi.
El le comunico ese espíritu a Josei Toda, y Toda, una vez
liberado de prisión, lo comunicó a nivel nacional a casi un millón de personas
en el Japón de posguerra, entre ellos al joven Daisaku Ikeda, quien internacionalizaría
ese espíritu, comunicándolo a millones alrededor del mundo.
Pero ese espíritu tenía su comienzo con la decisión de
Tsunesaburo Makiguchi de morir en vez de renunciar a sus creencias. Esto fue lo
que le comunicaron a Josei Toda el 5 de enero de 1945, casi dos meses después
de su propia muerte. "Makiguchi está muerto".
Con esas palabras vino la fuerza total de la determinación de
Makiguchi para sostenerse firme en la enseñanza del Sutra del Loto, y, al igual
que Nichiren, antes que leer el sutra del loto… "con su vida".
En ese momento la realidad absoluta de la Revolución Humana le
fue comunicada a Josei Toda por su fallecido mentor. Y la muerte de su mentor
se fusionaría con el entendimiento de que el Buda es la misma vida.
En mi opinión al menos, en aquel momento, fue que nació la Soka
Gakkai cual el primer retoño verde que muchos creyeron muerto brotando por
encima de un tocón.
NOTA:
CLARK STRAND es autor y conferencistas sobre la práctica
espiritual contemporánea, Editor Tricycle: La Revista Budista (Tricycle: The
Buddhist Review), ha sido una influyente voz en Norteamérica y en el extranjero
en la transmisión del Budismo en Occidente.TSUNESABURO MAKIGUCHI. “LA GEOGRAFIA DE LA VIDA HUMANA II”.
Temas
desarrollados: Su obra La Geografía de la vida humana, Conceptos centrales y
Nota para una mas amplia comprensión: Instrucción imperial sobre la educación.
“La Geografía de la Vida Humana” (The
Geography of Human Life) se publicó en 1903 cuando Makiguchi tenía 32 años.
En este trabajo
él rechaza el enfoque que prevalecía en la época de estudiar basándose en la memorización de hechos y
nombres de lugares, y abogando por un enfoque racional sistematizado basado en
la relación de la naturaleza y la sociedad con la vida humana.
Uno de los
conceptos centrales de “La Geografía de la Vida Humana” es que los alumnos
deben basarse en todo lo disponible y comprender la forma en que interactúan
los rasgos físicos e influyen en las actividades humanas y las comunidades
locales; de esta forma aprender a expandir su campo de estudio para abrazar
toda la empresa humana.
Escribe en las
secuelas de la guerra de Japón con China por la Península de Corea, y durante
la preparación de la guerra con Rusia, este trabajo, evalúa la violencia y
opresión del imperialismo y difunde lo que el llamaba la “Competencia
Humanitaria”, una búsqueda mutua de la excelencia.
“La Geografía de
la Vida Humana” fue impresa numerosas veces y se convirtió en la lectura
esencial de los estudiantes que debían rendían los exámenes de geografía dentro
de la capacitación para maestros.
[Los textos
descriptos fueron desarrollados por Andrew Gebert, investigador en el Instituto
de Filosofía Oriental].
NOTA PARA UNA MAS
AMPLIA COMPRENSION: INSTRUCCIONES DEL IMPERIO,
CONTRA LAS QUE MAKIGUCHI LUCHO Y FUE ENCARCELADO HASTA SU MUERTE.
INSTRUCCION
IMPERIAL SOBRE LA EDUCACIÓN
Sabed vosotros,
Nuestros Súbditos:
Nuestros Ancestros
Imperiales han fundado Nuestro Imperio sobre una base amplia y duradera, y han
profunda y firmemente implantado la virtud; Nuestros Súbditos siempre unidos en
lealtad y piedad filial de generación en generación, han ilustrado la belleza
que hay en ello. Ésta es la gloria del carácter fundamental de Nuestro Imperio,
y en él también yace la fuente de Nuestra educación.
Vosotros, Nuestros
Súbditos, sean filiales con vuestros padres, cariñosos con vuestros hermanos y
hermanas, armoniosos como esposos y esposas, verdaderos amigos, se comportarán
con modestia y moderación, extenderán su benevolencia a todos, buscarán el
aprendizaje y cultivarán las artes, y así desarrollarán facultades
intelectuales y perfectos poderes morales: más aún harán progresar el bien público
y promoverán los intereses comunes, respetarán siempre la Constitución y
cumplirán con las leyes, de presentarse una emergencia se someterán a sí mismos
con valentía al Estado, y así resguardarán y mantendrán la prosperidad de
Nuestro Trono Imperial coetáneo con el cielo y la tierra.
Así que vosotros no
sólo serán Nuestros buenos y fieles súbditos, sino que harán ilustres las
mejores tradiciones de vuestros antepasados. El Camino desde aquí en adelante
es por cierto la enseñanza legada por Nuestros Ancestros Imperiales, a ser
observada de igual forma por Sus Descendientes y por los súbditos, infalible
para todas las edades y verdadera en todos los lugares. Es Nuestro deseo
ponerlo en el corazón con toda la reverencia, junto con vosotros, Nuestros súbditos,
pudiendo así alcanzar la misma virtud.
El día 30 del 10°
mes del 23° año de Meiji.
(Signo Manual
Imperial. Sello Imperial)
TSUNESABURO MAKIGUCHI (1871-1944). Presidente fundador de la Soka Gakkai.
"¿Cuál es pues, el propósito
de la educación nacional? En lugar de idear interpretaciones teóricas
complejas, sería mejor empezar a mirar al adorable niño que se sienta en sus
rodillas y preguntarse a sí mismo: ¿Qué puedo hacer para asegurarme de que este
niño será capaz de llevar una vida lo más feliz posible?"
Tsunesaburo Makiguchi
Maestro de primaria, director de
muchas escuelas y miembro del Consejo de administración de la Sociedad para la
educación de Hokkaido. Había nacido en 1871 en una pequeña villa costera. En
los días más laboriosos, cuando ayudaba en el negocio familiar, no podía ir a
la escuela y en ocasiones tenía que faltar a clases por varios días seguidos.
Pero siempre le preguntaba a un amigo sobre la lección del día. Y si su amigo
tenía que ayudar a su vez en el negocio de su familia, Makiguchi le decía:
"yo haré tu trabajo, si tú me dices lo que aprendiste hoy en la
escuela". Él hacia la parte del trabajo que le correspondía a su amigo y
lo esperaba en la playa a que regresara del colegio. Se sentaban, y usando la
arena como pizarrón, repasaban la lección del día hasta que el sol se ponía.
Esta experiencia lo dejó extremadamente consciente de los problemas que
enfrentaban sus estudiantes más pobres, una vez que él mismo se convirtió en maestro de la escuela
primaria. Se dedicó al crecimiento de jóvenes capaces, tratando de infundirle
confianza y determinación, enfrentándose al rígido sistema escolar de la época.
En determinada ocasión, siendo
director de una escuela en una zona muy pobre, como sentía gran preocupación
por aquellos niños cuyas familias no podían proveerles sus almuerzos, él se
ocupaba de alimentarlos. Pero su preocupación iba más allá del bienestar físico
de los niños. Para preservar su sentido de dignidad, él dejaba los almuerzos en
un cuarto donde los estudiantes necesitados podían recogerlos sin atraer la
atención de los demás.
La experiencia inicial de Makiguchi como maestro fue en una remota
región rural donde enseño en una casa-escuela de una sola habitación. Los niños
eran pobres y las costumbres que traían de sus empobrecidos hogares eran
toscas. Pero Makiguchi era insistente: "Desde el punto de vista de la educación,
¿qué diferencia puede haber entre éstos y otros estudiantes? Aún cuando ellos
pudieran estar cubiertos de polvo o suciedad, la brillante luz de la vida brota
de sus sucias ropas. ¿Por qué nadie trata de ver esto? El único que puede
defenderlos de la cruel discriminación de la sociedad es el maestro".
Deseaba desesperadamente liberar
a los niños del sistema de enseñanza japonés basado en el aprendizaje mecánico,
el cual inhibía su individualidad. Creía que la educación nunca debía forzarse
y la veía como un medio para iluminar a tanta gente como fuera posible,
proveyéndolos con la llave para penetrar por sí mismos el tesoro de su
sabiduría. A partir de su propia experiencia práctica en el aula, Makiguchi
desarrolló su teoría Educación para la Creación de Valores. Para él, el
propósito de la educación era la felicidad y la esencia de ésta radicaba en la
Creación de Valor - Soka en japonés. Definió el concepto de valor basándose en
tres categorías: belleza, beneficio y bien social.
Como educador, veía su trabajo como la capacitación de la gente joven
para crear este tipo de valores por sí mismos. Profesor de geografía, fue un
notable educador, cuyos métodos pedagógicos inspiran actualmente varias
escuelas en el Japón, en EEUU, en Brasil, en Corea. Por lo tanto, pocas son las
personas que tuvieron la ocasión de leer sus escritos, su primera obra fue "La geografía de la
vida humana (Yinsei Chirigaku),
publicada a los 32 anos, en octubre 1903, antes de encontrar el budismo
de Nichiren Daishonin y de fundar la Soka Gakkai) [1]
Algunas veces, la teoría educativa de Makiguchi era criticada por ser
demasiado realista. Él replicaba: "Eso es apenas algo natural, debido a
que los métodos de enseñanza que yo sigo provienen de las dificultades que yo
mismo tuve que enfrentar en el salón de clases. La mía no es la teoría débil de
un académico encerrado en su oficina". Su enfoque humanista contradecía la
visión del sistema educativo japonés. De hecho, en aquellos días, era común
para directores y maestros brindar especial atención a los niños de familias
prominentes, visitarlos y ofrecerles sus respetos. Makiguchi se rehusó a seguir
estas prácticas corruptas y desanimaba fuertemente a otros maestros a
seguirlas. Como resultado, aun cuando era extremadamente popular entre sus
estudiantes, era transferido de una escuela a otra. Finalmente, fue forzado a
dejar su condición de maestro activo. Para ese momento, el sistema educativo de
Japón estaba enfocado únicamente hacia la formación de sujetos serviles y
obedientes a los intereses del estado, en lugar de formar individuos capaces de
emitir juicios y pensamientos independientes.
Mientras toda la nación japonesa avanzaba hacia el nacionalismo,
Makiguchi incitaba a sus estudiantes a que dedicaran sus vidas al logro de la
paz duradera en el mundo entero. Su encuentro con el Budismo ocurrió en la
segunda mitad de los años veinte: había perdido ya tres de sus cinco hijos
cuando, agobiado por la misteriosa cuestión de la vida y la muerte, conoció las
enseñanzas de Nichiren Daishonin. En junio de 1928, a la edad de 57 años,
ingresó como miembro budista en la escuela Nichiren Shoshu, arrastrando en esta
aventura a un joven docente contratado ocho años atrás en la escuela de la cual
en aquel tiempo era director y que desde entonces lo sigue, convencido de haber
encontrado el muy buscado maestro de vida: Josei Toda.
El maestro Makiguchi enseñaba: Debemos distinguir claramente entre
creyentes y practicantes. Más allá de que la persona que cree [en la Ley
Mística] concretará beneficios y verá respondidas sus oraciones, esto no
constituye, de por sí, la práctica del bodhisattva. No existen los budas
egocéntricos, que se limitan a acumular beneficios y no trabajan por el
bienestar de los demás. Pero uno no puede llegar a ser un buda si no lleva a
cabo la práctica del bodhisattva. En otras palabras, la persona de auténtica fe
es un practicante, que sirve a los demás con el corazón de un padre. Sin
embargo, cuando iniciamos esta clase de práctica, las funciones negativas
pugnan por impedírnoslo. [.] La persona comprometida con el bien menor, que
vive sólo para sí mismo, no será atacada por esta clase de funciones. En
cambio, cuando optamos por una vida dedicada al gran bien, y nos comprometemos
con la práctica del bodhisattva, sin falta surgirán las funciones demoníacas.
Justamente por la aparición de las
funciones negativas podemos decir si alguien es un practicante genuino.[2]
En 1930 Makiguchi publicó su principal obra, Soka Kyoikugaku Taikei (El sistema de la pedagogía creadora de
valor), en la cual explica las teorías maduradas durante sus treinta y siete
años de enseñanza y critica duramente al sistema educativo de su época porque
no suministraba sólidas bases filosóficas. Decide entonces crear un grupo para
la conducción tanto de actividades religiosas como para el estudio de la
pedagogía. Nació así, en el Noviembre de 1930, la Soka Kyoiku Gakkai: Makiguchi
sería elegido como primer presidente de la nueva organización y Toda se
convertiría en el director general. "El presidente Makiguchi dijo: 'Aunque
se dice que las partículas de polvo se acumulan hasta formar montañas, en
realidad no hay montañas creadas a partir de la simple acumulación de polvo. A
lo sumo, esto formará una pequeña colina. Las montañas de verdad se forman a través
de grandes plegamientos en la corteza terrestre. Del mismo modo, si uno se
limita a acumular el bien en menor medida, jamás logrará crear un gran
bien'.[3] Los bodhisattvas de la enseñanza teórica son como los que intentan
manifestar la budeidad en esta existencia a través de acumular actos de pequeño
bien. En cambio, los bodhisattvas de la enseñanza esencial hacen que la gran
vitalidad del estado de Buda brote desde lo más profundo de la vida, desde la
naturaleza fundamental de la Ley, que es la vertiente misma de su ser, e
irrumpa explosivamente, con la fuerza de una erupción volcánica. Los
Bodhisattvas de la Tierra son bodhisattvas que practican constantemente la Ley
Mística y que, a cada momento, viven en armonía con la vida eterna. Mientras
que adoptan la apariencia de bodhisattvas en su vida como practicantes, en
realidad su estado de vida es el de Budeidad; en este sentido son
budas".[4] Mientras tanto en todo el mundo iba apareciendo el espectro de
la guerra. En abril de 1938, coincidiendo con la aprobación de la Ley Nacional
de Movilización, la cual alistaba a todos los ciudadanos para trabajar en pos
del empeño que Japón depositaba en la guerra, Makiguchi impartió una serie de
conferencias sobre ética. Para el examen final del curso, Makiguchi sólo hizo
una pregunta: "¿Cuál es el propósito de la vida?". De las posibles
calificaciones "excelente", "bien" o "regular",
todos los estudiantes obtuvieron un "bien". Ninguno recibió la
calificación de "excelente". Cuando le pidieron que explicara el por
qué de estos resultados, Makiguchi aparentemente remarcó muy decepcionado:
"Porque no hubo ni una sola persona que mencionara la paz mundial en su
respuesta". Quizá era inevitable que Makiguchi experimentara conflictos
con las autoridades. Aun cuando Japón se volvía un país cada vez más
militarizado y fascista que invadía e imponía un sufrimiento indescriptible a
nuestros vecinos asiáticos, él continuó proclamando sus ideas. En Japón, el
gobierno militar decidía agrupar a todos los grupos religiosos en la sola
corriente religiosa gubernamental del shintoísmo, justificándolo con un
presunto interés nacional. . Solo la firme oposición de Makiguchi, determinado
a proteger las enseñanzas de Nichiren Daishonin, impidió que esto ocurriese.
En el 1943 la policía empezó a vigilar cada reunión de discusión de la
Soka Kyoiku Gakkai: quien no veneraba la diosa del sol, de hecho, era señalado
como un traidor. Makiguchi, a pesar de todo, continuaba las actividades de
propagación, lo que le costaría el arresto, el 6 de Julio de 1943, bajo el
cargo de violación de la Ley para la preservación de la paz y por falta de
respeto hacia los santuarios Shinto. También fueron arrestados Toda y otros
responsables de la organización. Makiguchi fue llevado a la cárcel de Sugamo y
sometido a un duro interrogatorio. Se le negaron todos los derechos incluyendo
el de tener un abogado. Se le encerró en una celda equipada con una sola
estera; la comida era insuficiente y de mala calidad.
"El
Daishonin dice: 'La ira es común al bien y al mal'[5]. La ira enfocada contra
el mal es buena. La ira que deriva del egoísmo es mala. Pero no puede decirse
que ella sea buena o mala de por sí. El bien y el mal son relativos. Por eso,
es importante que busquemos entablar 'buenas relaciones”.
El presidente Makiguchi siguió emprendiendo el diálogo aun en la cárcel.
Preguntaba en voz bien alta, para que los demás pudiesen escucharlo: '¿No
podría decirse, acaso, que no hacer el bien es lo mismo que hacer el mal?'[6]
De esa forma, alentaba a los demás prisioneros a pensar en lo que sucedía a su
alrededor. Por lo general, la mayoría de la gente supone que hacer el mal es
peor que no hacer el bien. Casi todo el mundo, en esta época moderna, cree que
no hay que hacer el mal, pero tampoco hay que hacer el bien.
Sin embargo, el presidente Makiguchi sostenía que no hacer el bien
equivalía a cometer el mal".[7] En la celda y con el frío, Makiguchi
envejeció rápidamente, sin embargo su determinación no se debilitó: cada día
oró al Gohonzon y leyó algo del Gosho. En la mañana del 18 de noviembre de 1944
su vida se apagó serenamente, concluyendo así, por desnutrición, una valiente
existencia de setenta y tres años: pero el recorrido que el había comenzado, la
valerosa propagación de la Ley mística a través de un sistema educativo marcado
por las enseñanzas del Daishonin, no se detuvo con su muerte. Son palabras del
maestro Makiguchi: "No
hacer el bien equivale a cometer el mal". No luchar contra el mal es el
mal en sí mismo. Sus sueños continúan vivos hoy en día. Él confió a Toda el
objetivo de crear un sistema escolar en el cual su filosofía educativa pudiera
ponerse en práctica.
En la actualidad el sistema escolar Soka ha sido establecido en Japón,
incluyendo escuelas en Hong Kong, Singapur y Malasia y una universidad en los
Estados Unidos. Este sistema abarca desde el jardín de infancia hasta el nivel
universitario. La obra de Makiguchi Educación para una Vida Creativa ha sido
traducida a cuatro idiomas. Tanto en Brasil como en Estados Unidos varias
escuelas importantes han incorporado las ideas del señor Makiguchi a sus
métodos de enseñanza, y en todos los casos se han obtenido resultados
extraordinarios.
La prioridad de Makiguchi siempre
fue la gente, los seres humanos individuales. Makiguchi le pedía a la gente una
y otra vez que se hicieran sabios, que despertaran, que encontraran coraje y
unieran fuerzas. Sostenía que a medida que cada uno de nosotros nos
desarrollamos y elevamos nuestra condición de vida de un estado de dependencia
a uno de autoconfianza y posteriormente, a uno de contribución con los demás,
seremos capaces de manifestar nuestro brillo como seres humanos al máximo.
Tsunesaburo Makiguchi pensaba que la base sobre la cual será posible
crear una sociedad en paz, es el diálogo, la confianza y la colaboración,
basados en la competencia humanística, es decir, una competencia en pos de la
autodisciplina.
Proponía un cambio fundamental en la forma de vida del ser humano,
manifestaba que debíamos apartarnos de la competencia centrada en el conflicto,
donde los fuertes devoran a los débiles, para dirigirnos a una competición
cooperativa, de convivencia y florecimiento mancomunado en todos los campos,
incluidas la política, la economía y la vida militar. Invitaba a construir una
sociedad global, una civilización global que diera lugar a la felicidad del yo
individual y de los semejantes.
Además no estaba de acuerdo con las posturas pasivas y dependientes
hacia la vida e, incluso, decía que ni siquiera bastaba con una vida
independiente y activa. Para él, se debía desarrollar un modo de existencia
conscientemente interactivo e interdependiente. Esta forma de vivir se centra
en lo que hoy llamaríamos un proceso de fortalecimiento y de desarrollo;
especialmente, ayudar a que los demás se fortalezcan a través de inculcarles
convicción, esperanza y coraje. Esta forma de vivir es cooperadora y creadora
de valor, y aspira a construir una felicidad verdadera, tanto en la vida
personal como en la vida de los semejantes.
Si esta actitud hacia la vida
echa raíces en miles y miles de individuos, tiene el poder de transformar
comunidades enteras y, en verdad, de cambiar el mundo entero, transformando la
marea de la historia en dirección realmente creativa y pacífica.
NOTAS:
[1] MAKIGUCHI, Tsunesaburo, "La
relación entre la Tierra y los Hombres", traducción no oficial, de
"La geografía de la vida", revista Tercera Civilización, Paris, mayo
2003, p. 21.
[2] Makiguchi Tsunesaburo Zenshu, Tokio,
Daisan Bummeisha, 1987, vol. 10, pp. 151-152, texto citado por Katsuji Saito en
IKEDA, Daisaku y otros: El mundo de los escritos de Nichiren Daishonin,
Fascículo 1, 2: "El Daishonin, una vida entera dedicada a cumplir su
juramento", Buenos Aires, SGIAR, pp. 33-34
[3] Makiguchi Tsunesaburo Shingesu
(Recopilación de frases de Tsunesaburo Makiguchi), Takehisa Tsuji, Daisan
Bummeisha, Tokio, 1979, p. 23
[4] IKEDA, Daisaku; La sabiduría del
Sutra del Loto: Diálogo sobre la religión en el siglo XXI, Sección 25,
fascículo 13, p. 12
[5] Gosho Zenshu, p. 584
[6] Makiguchi Tsunesaburo Zenshu
(Escritos compilados de Tsunesaburo Makiguchi), Daisan Bunmeisha, Tokio, 1987,
vol. 10, p. 30
[7] IKEDA, Daisaku; La sabiduría del
Sutra del Loto: Diálogo sobre la religión en el siglo XXI, Sección 19,
fascículo 10, p. 21.
PEDAGOGÍA PARA CREACIÓN DE VALOR Y LA EDUCACIÓN JAPONESA EN LA ERA MODERNA (fines XIX y comienzo XX). Por Kazunori Kumagai,profesor de Sociología, en la Universidad Soka, Japón.
Temas desarrollados: Los problemas en la educación japonesa
moderna.
Como el impacto de las condiciones socioeconómicas se hacía sentir cada vez más en la educación, sólo se lograba exacerbar los problemas educativos.
Educación para el estado y educación para la felicidad. Propuestas
progresivas para la reforma educativa y las propuestas de el significado de la
pedagogía para la creación de valor en el Japón moderno en la época de Makiguchi.
Creación de valor en la educación y el humanismo.
LOS PROBLEMAS EN LA EDUCACIÓN JAPONESA MODERNA.
Tsunesaburo Makiguchi escribió su libro, El Sistema de la Pedagogía para la Creación de Valores (Soka
Kyoikugaku Taikei - The System of Value-Creating Pedagogy) como respuesta a los
numerosos problemas en el sistema educativo del Japón moderno (fines del siglo 19
y principios del siglo 20). Esperaba reformar un sistema educativo que ya no
era capaz de enfrentar los cambios que tenían lugar en la sociedad japonesa.
La educación japonesa
moderna comenzó con la Ley
de Educación de 1872 que establecía el objetivo de “educación para todos”. La
estructura básica del sistema escolar implementado en la época fue tomada del
sistema centralizado escolar de Francia, un sistema que facilitaba al gobierno
controlar y administrar uniformemente la educación.
En términos de acelerar la modernización de Japón (En ese momento
estaba detrás de las naciones de
occidente), era urgente establecer un sistema escolar moderno, para darles a
todos los ciudadanos acceso a la educación, y para elevar el nivel de la ésta. Con
el fin de alcanzar esta tarea masiva de modernización de forma eficiente, el
estado necesitaba un sistema escolar controlado centralmente.
Esto permitiría al gobierno Meiji lograr sus objetivos políticos rápidamente,
bajo el eslogan fukoku kyohei o “nación
rica, ejército fuerte”.
No hay duda que, como resultado del sistema centralizado en Japón,
se establecieron rápidamente las escuelas modernas. Al año siguiente de la promulgación
de la Ley de Educación,
la proporción de niños concurriendo a la escuela primaria estuvo un poco por
encima de 28%; cuarenta años más tarde era del 98%.
En 1896 cuando Tsunesaburo Makiguchi se graduó de la Escuela Normal Hokkaido y dio
sus primeros pasos en el mundo de la educación, había sólo una universidad en
Tokio.
Unos 30 años después (1930), cuando se formó la Sociedad de Pedagogía para
la Creación
de Valores (Soka Kyoiku Gakkai) y se publicara el primer volumen de El Sistema
de Pedagogía para la Creación
de Valor (The System of Value-Creating Pedagogy), el número había aumentado a
cuarenta y seis. El crecimiento y el alza en los estándares de la educación
eran factores principales que contribuyeron a la modernización de la sociedad
japonesa, permitiendo a la economía desarrollarse y el poderío militar de la nación
expandirse.
El sistema centralizado escolar ciertamente mostró ser la elección
correcta en términos de modernizar a Japón y crear una nación poderosa; sin embargo
a medida que cambió la sociedad este sistema también creó numerosos problemas.
Se llevaron a cabo repetidas reformas en los niveles escolares elemental, medio
y superior desde el período Meiji hasta el período Taisho.
Se hicieron intentos de poner al sistema escolar de forma más
comprensible:
1) Proveyendo un contenido y métodos educacionales directamente
relacionados con el desarrollo mental y físico del niño.
2) Mejorando el sistema para un avance hacia la educación
superior.
3) Mejorando la forma en que se manejaban las escuelas. Como el impacto de las condiciones socioeconómicas se hacía sentir cada vez más en la educación, sólo se lograba exacerbar los problemas educativos.
Durante el período cuando se escribiera y publicara El Sistema de
la Pedagogía
para la Creación
de Valor (desde fines del período Taisho hasta los primeros años de los períodos
Showa), se les dio a estos problemas considerable atención como tema social,
hasta el punto en que se acuñara el término kyoiku kokunan [“la crisis en la educación
nacional”].
Los principales problemas en la educación de aquella época incluían
los siguientes:
• La uniformidad de las estrategias educacionales debido a la administración
centralizada de la educación por parte del estado, la carencia inherente de
libertad en las clases, y el predominio de métodos educativos no conducentes a
nutrir la creatividad
• Problemas con la remuneración de los docentes y el personal
administrativo en un sistema controlado por burócratas e inspectores escolares
(bajos sueldos, pagos retrasos o perdidos, bajo nivel social, y carencia de un
autoridad administrativa comparativa)
• Clases enfocadas en el maestro y la memorización de hechos y
dependencia de libros de texto dispuestos por las autoridades
• Competencia intensa para pasar los exámenes a medida que
mayores números de estudiantes seguían estudios superiores, dando como
resultado dificultad en el ingreso a la facultad y un “infierno de exámenes”
• Desigualdad de oportunidades en la educación como resultado del
sistema educativo de dos vías y como un reflejo de la desigualdad social y
financiera
• Dificultades en el empleo para los graduados de universidades y
de escuelas superiores vocacionales, debido a la recesión y al creciente número
de instituciones educativas superiores
• Una proliferación de ideas socialistas y comunistas entre los
estudiantes
A Makiguchi le preocupaba cada tema y estaba determinado a
encararlos a todos. En el fondo de su determinación
había sensibilidades humanistas muy poderosas. A Makiguchi le atormentaba la idea
de que a menos que algo se hiciera acerca del estado actual de los asuntos por
los que “once millones de niños y alumnos estaban luchando, la imposibilidadad
para ingresar al colegio, el infierno de los exámenes y La imposibilidad para conseguir trabajo cuando
dejaran la facultad” (Pedagogía 8), este sufrimiento pasaría a la siguiente generación.
Makiguchi creía que los
problemas en la educación debían resolverse para el bien de la felicidad de los
niños y de las generaciones más jóvenes, y estos ideales humanistas lo
alentaron a escribir El Sistema de la Pedagogía para la Creación de Valor.
Makiguchi quería la felicidad para la juventud de la siguiente generación dado
que iban a ser quienes llevarían consigo las esperanzas para el futuro. Buscó
formas de enfocar los problemas en la educación
a través de la experiencia y se basó en la práctica y conocimiento recogido de
diligentes esfuerzos académicos. El resultado de esta investigación fue El
Sistema de la Pedagogía
para la Creación
de Valor, un trabajo impulsado por el espíritu del humanismo.
El primer volumen se publicó en 1930, el segundo volumen en 1931,
el tercero en 1932 y el cuarto en 1934. De esta forma, Makiguchi expuso sus
ideas para una educación basada en el mundo de la primera mitad de los 30
(conforme al modo japonés para contar los años, primeros años de la Era Showa ). Si al tiempo
requerido para escribir El Sistema de la Pedagogía para la Creación de Valor se
agrega a aquel de la publicación de la serie, sería correcto ver su creación
como abarcando los años desde la última mitad de los 20 a través de la primera
mitad de los 30.
Estos diez años fueron también un momento decisivo en la historia
japonesa moderna. Fue un período durante el cual las doctrinas de liberalismo y
democracia basadas en el respeto por la dignidad humana y las ideas de
humanismo eran una fuerza poderosa, período denominado “La era de la democracia
Taisho”. Posteriormente le siguieron años de opresión en manos de aquellos que
se oponían a esta libertad, fuerzas respaldadas por la autoridad de un estado
que dio origen a un nacionalismo fundado en la idea del emperador como poder
absoluto. Era el comienzo de una era de violencia.
En abril de 1925 fue
aprobada la Ley
de Preservación de la Seguridad Pública
(Public Security Preservation Law). Su meta principal era ajustar el control
del estado sobre la palabra y el pensamiento, y luego sería la base legal para
el arresto de Makiguchi.
En mayo La Ley
de Sufragio Universal Masculino (Universal Manhood Suffrage Law), una revisión
en las leyes que regían la elección de miembros para la Cámara de Representantes
que otorgó el voto a todos los hombres desde la edad de veinticinco años. Fue
una manifestación de democracia que se iba desarrollando en el Japón moderno.
Por otra parte, la aprobación de la
Ley de Preservación de la Seguridad Pública
señaló que el nacionalismo estaba listo para moverse en una dirección
peligrosa.
En 1928 (el año en que Makiguchi conoce el Sutra del Loto) se
hizo la primera elección bajo la
Ley de Sufragio Universal Masculino para la Cámara de Representantes. En
ese mismo año hubo arrestos masivos de miembros del Partido Comunista dado que la Ley de Preservación de la Seguridad Pública
entró en acción. De esta forma, el periodo durante el cual El Sistema de Pedagogía
para la Creación
de Valores estaba en elaboración, fue uno de gran cambio para la historia japonesa:
Humanismo, liberalismo y nacionalismo habían existido uno al lado del otro,
luego compitieron uno contra otro hasta que los dos primeros fueron suprimidos
y finalmente suplantados por el tercero.
En medio de la conmoción de la era moderna, los problemas en la educación
japonesa se volvieron más serios y requirieron de un método educativo mejor del
que había existido en el pasado. Estos problemas impulsaron la pedagogía para
la creación de valor de Makiguchi. Respondiendo desde un profundo conocimiento
del ambiente y las demandas de la época, Makiguchi eligió erigir su posición
con las fuerzas del humanismo liberal contra la marea de nacionalismo que barría
el país. Se embarcó en desarrollar un sistema de teoría educacional que
contribuyera a resolver los problemas en la moderna educación japonesa. El
resultado fue El Sistema de la
Pedagogía para la
Creación de Valor.
EDUCACIÓN PARA EL ESTADO Y EDUCACIÓN PARA LA FELICIDAD.
¿Con qué propósito
educamos a la gente? ¿Para quién la educamos? Es necesario primero responder estas
preguntas y clarificar la meta de la educación antes de comenzar a educar.
Makiguchi comparaba la meta de la educación como un blanco al que se le dispara
una flecha, y subrayaba la importancia de conocer exactamente cuál era el
blanco.
En el primer volumen de El Sistema de Pedagogía para la Creación de Valor hay una
sección llamada “Kyoiku Mokuteki Ron” [Una teoría sobre la meta de la educación].
Es importante comprender las metas proclamadas por la educación
japonesa durante este período de pesado control estatal para comprender
totalmente la meta de la educación que Makiguchi expuso.
La base ideológica y las metas de la educación se exponen en el
prefacio de la Ley
de Educación de 1872. De acuerdo a ello, la gente debía recibir una educación
no tanto por el bien del estado sino para permitirles salir adelante en la
vida, prosperar y progresar en sus esfuerzos, y para llevar a cabo vidas plenas
(Ministerio de Educación 21 – 24).
En su base estaba la idea
de que la gente debía cultivar el buen carácter, incrementar su conocimiento y
expandir sus destrezas. Educación y aprendizaje eran los medios para el avance
personal, la prosperidad y el logro.
La Ley de Educación mencionaba un modelo centralizado, basado en
el sistema escolar francés, como bloque de construcción en la formación de los
estados modernos. Su ideología y metas inicialmente no eran nacionalistas en carácter
sino que en vez de ello estaban influenciadas por el utilitarismo de la Gran Bretaña moderna. Sin
embargo, para 1880 se transformaron los imperativos de la educación y se
sometieron al nacionalismo, con los imperativos del estado teniendo la
prioridad sobre todo lo demás.
En diciembre de 1885, Arinori Mori fue designado primer Ministro
de Educación de Japón. Creía que la educación formaba la base de la
riqueza y el poder de la nación, y, por extensión,
establecer y mantener las escuelas servía al estado. Mori afirmaba que los
administradores no debían perder de vista el hecho de que la educación se proveía
no sólo para el beneficio del estudiante sino también para el beneficio del
estado. Asimismo, Mori propuso que bajo la jurisdicción del Ministerio de
Guerra, se incluyera calistenia militar como parte del plan de estudio en la
escuela media y superior a fin de infundir en los jóvenes un espíritu patriótico.
En 1913 esta calistenia militar se volvió una parte formal del plan de estudios
de educación física en las escuelas media y superior. En 1925 se estableció un
sistema en el que designaban oficiales militares en las escuelas para llevar a
cabo un entrenamiento militar. Así, la propuesta de Mori tuvo el efecto de
iniciar la militarización de la educación escolar.
En 1890 (el año luego de que Makiguchi ingresara en la Escuela Normal Hokkaido), la
idea de Mori de la educación como una herramienta del nacionalismo estaba unida
a la idea de “lealtad a la persona sagrada del Emperador” en la forma del
Rescripto Imperial sobre Educación. En él, el emperador instruye a sus súbditos,
es decir, el pueblo de Japón, sobre moralidad. El Rescripto era un discurso
sobre la ética de Confucio, profesando lealtad al emperador y sacrificio del
individuo por el estado.
El Rescripto formaba la base ideológica de la educación en Japón
desde mediados hasta fines del período Meiji, es decir, la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial y
dictaba la dirección de la educación escolar. Una copia del Rescripto se
guardaba como un objeto sagrado en lugares especiales en cada escuela junto con
una fotografía del emperador y se lo sacaba y se lo leía a los estudiantes en
ceremonias escolares por el director escolar.
Éste era un acto
ceremonial destinado a impresionar a los oyentes sobre que la educación era
para el emperador y el estado. De esta forma, la meta fundamental de la educación
era inculcar en los jóvenes la idea del emperador como centro del universo y la
nación por ante todo lo demás y un espíritu de lealtad al emperador y de
patriotismo.
Las ideas corporizadas en el Rescripto Imperial sobre Educación
ejercieron control sobre la educación escolar en Japón hasta el fin de la
guerra. Todas las metas y objetivos de la educación práctica se extraían de
esto y regresaban al Rescripto Imperial. La máxima meta de la educación
japonesa hasta el fin de la guerra era seguir el Rescripto Imperial sobre Educación
y producir ciudadanos de alto calibre que eran incontestablemente leales a la nación
regida por el emperador, quienes no dudarían de dar sus vidas por la nación.
Bajo el sistema escolar centralizado descripto anteriormente, el control y administración
uniforme de las escuelas fue un tema simple, permitiendo un sistema de educación
puesto en su lugar que por cierto trabajaba eficientemente para el estado y que
cumplía las metas expuestas en el Rescripto Imperial sobre Educación.
En tanto el Rescripto Imperial sobre Educación se transformaba en
la autoridad final acerca de las metas fundamentales de la educación, Makiguchi
buscó una clase diferente de educación para el estado. La meta que postulara Makiguchi
era muy diferente en naturaleza de aquellas metas que controlaban a las
escuelas de la época.
Makiguchi tomó la posición que la gente y no el Rescripto Imperial
sobre Educación, formaba la piedra angular de la educación, y que el propósito
de ésta debía ser asegurar la felicidad de los seres humanos. De acuerdo con Makiguchi,
la meta de la pedagogía para la creación de valor era lograr la felicidad: “La educación
guía a la persona que está siendo educada de tal forma que será capaz de
alcanzar la felicidad” (Pedagogía 124). Y: “La vida de la persona que recibe educación
debe ser el tema de esa educación, y la meta de la educación será su felicidad
en esa vida” (Pedagogía 124).
En otras palabras, Makiguchi
creía que la meta de la educación era proveer de instrucción a los niños que
les permitía ahora y en el futuro alcanzar la felicidad.
Makiguchi no fue la primera persona en vincular la felicidad a la
meta de la educación.
A principios del siglo 19, John Stuart Mill había descripto la
meta de la educación como que era el medio para la felicidad de uno y de los
otros, mientras que Herbert Spencer describió a la educación como una preparación
para una vida perfecta que traería con ella la felicidad.
Makiguchi estaba innegablemente influenciado por los puntos de
vista del utilitarismo educacional del siglo 19 en Gran Bretaña. Sin embargo,
lo que aquí es importante es que en un área donde la “educación para el
beneficio del estado” la hacían cumplir las autoridades y las escuelas estaban
muy involucradas en la ideología del Rescripto Imperial sobre Educación, Makiguchi le dio prioridad a la
gente y no al estado. Inequívocamente declaró que la meta de la educación era
ayudar a los niños a alcanzar la felicidad en la vida.
En el Japón de hoy en día donde están garantizados nuestros
derechos humanos básicos y el derecho a perseguir la felicidad es reconocido,
declarar que la educación es para la felicidad de los niños parece casi ridículamente
obvio. Pero en la época cuando el nacionalismo extremo ponía una nube sobre el país
y el estado estaba unido a la adoración del emperador y la exclusión del
individuo, lo que dijera Makiguchi era considerablemente valiente. En la base
de ese coraje podemos sentir la fuerza de las creencias humanistas de Makiguchi.
¿Por qué ubica Makiguchi a
la felicidad como la meta de la educación? De acuerdo con Kano, la felicidad es algo
que los seres humanos instintivamente buscan.
Porque él creía esto,
Makiguchi afirmaba que ayudar a los niños a alcanzar la felicidad en la vida
era la meta de la educación, porque la educación debe ayudarnos en la vida. Si las cosas que
cada persona quiere de la vida fueran a ser condensadas y expresadas en una
palabra, esta palabra sería felicidad; por lo tanto, la meta de la educación
debe contribuir a la felicidad. Sería justo decir que los seres humanos y sus
vidas merecen respeto por encima de todo lo demás, y sobre una creencia en el
infinito amor por todo lo que es la vida. En el contexto de la educación
japonesa en la era moderna, dirigida por el estado y controlada por la ideología
nacionalista, la creencia de Makiguchi era extraña y fuera de lugar, pero desde
la perspectiva de la dignidad de la vida humana y de los derechos humanos tiene
un valor universal que trasciende las épocas.
PROPUESTAS PROGRESIVAS PARA LA REFORMA EDUCATIVA Y EL SISTEMA
FASCISTA.
El titulo del volumen III del Sistema de la Pedagogía para la Creación de Valor es
“Kyoiku Kaizoron” [Una teoría sobre la Reconstrucción de la Educación (A Theory on
the Rebuilding of Education)]. En este volumen, Makiguchi identifica primero la educación creadora de
valor como un sistema de educación con miras a moldear la natural
individualidad de la persona en una personalidad culturalmente sofisticada.
Entonces, propone reformas para resolver los problemas en la educación antes
mencionados y para construir el sistema educativo ideal. Define su plan para la
reforma educativa como un plan para nutrir a la gente que construirá la
sociedad ideal, y hace la siguiente recomendación especifica:
1. Reformar el entrenamiento para maestros, un entrenamiento más
meticuloso en los materiales de enseñanza para las distintas materias, en conocimiento
de los métodos de enseñanza, y en nutrir una personalidad adecuada para la
enseñanza de moralidad; establecimiento de un sistema de aprendiz de maestro en
el que los maestros aprenderán trabajando con docentes más experimentados.
2. Establecer un instituto de investigación para la educación pública
que tendrá una escuela primaria adjunta para el entrenamiento de maestros, y
conducir encuestas y estudios para el sistema educativo, sus normas y políticas.
3. Tomar exámenes para el puesto de director de escuela primaria.
4. Mejorar las condiciones para los maestros de escuela elemental,
haciendo que los salarios, el nivel y la posición de los docentes sea
equivalente a aquella de los funcionarios generales de gobierno y personal
militar.
5. Abolir el sistema de inspector escolar para administrar,
supervisar y dirigir las escuelas. La Revista de Estudios Orientales 10: Edición
Especial 36 (The Journal of Oriental Studies 10: Special Issue 36).
6. Establecer el derecho de autonomía escolar, previniendo el
control indebido desde el afuera por autoridades políticas o administrativas.
Al mismo tiempo, alentar la participación de los padres en la educación.
(Makiguchi era de la opinión que los padres debían tener voz en la educación de
sus hijos y que la participación de la madre en la educación escolar era parte
del manejo de la familia).
7. Abolir las escuelas superiores del período (instituciones
educacionales posicionadas entre la vieja escuela media y la universidad) como así
también las universidad a fin de hacer a la educación una verdadera oportunidad
igualitaria, y cambiar a un sistema escolar de una sola vía consistente de tres
etapas: escuela elemental (seis años), escuela nacional del pueblo (national
people’s school), y escuela superior nacional del pueblo (higher national
people’s school). Por encima de estas instituciones estarían las escuelas para
graduados y las instituciones para la investigación académica. (Makiguchi era un crítico del
sistema escolar de doble vía de la época, el que reflejaba y alentaba
diferencias en la clase social y era una contradicción al principio de igualdad
de oportunidad)
8. Reconocer la privatización del funcionamiento escolar en tanto
se reconoce que el estado tiene derechos de supervisión.
9. Introducir un sistema escolar de medio día de clases,
conduciendo lecciones en escuelas elementales
y nacionales del pueblo durante medio día. Los niños pasarían entonces la segunda mitad
del día ayudando en la casa o participando de actividades productivas para la
comunidad local. En las escuelas nacionales superiores dominarán la instrucción
y los estudios vocacionales, con lecciones principalmente a la noche. Makiguchi
apoyaba un sistema escolar de medio día —él creía que se vinculaba la educación
escolar directamente con la actividad productiva y que era beneficioso para las
vidas de los estudiantes y de la sociedad. Creía que la gente necesita
continuar su aprendizaje a lo largo de sus vidas de una manera que estuviera
relacionada con la conducta de la vida diaria. Estas ideas hacen eco en la filosofía
de la educación para toda la vida que se ha propagado rápidamente a través de
la sociedad japonesa desde los 70.
10. Reemplazar
el aprendizaje de memoria por un sistema de educación que se concentre en enseñar
a los estudiantes cómo aprender (el concepto de gakushu shidoshugi).
En la base de estas propuestas para la reforma educativa hay
ideas que caracterizan la era moderna y los puntos de vista racionalista y democrático.
Basado en el punto de vista racionalista están las propuestas
para la reforma en el entrenamiento de docentes que requiere que los candidatos
para la dirección de las escuelas elementales pasen exámenes, la fundación de
un instituto de investigación educativa nacional, la privatización de la administración
escolar y un sistema escolar de medio día.
Desde el punto de vista democrático, son mejores condiciones para
el personal docente de escuelas elementales, abolición del sistema inspector
escolar, autonomía para las escuelas, alentar y ayudar a los padres para que
participen en la educación, y la creación de un sistema escolar de vía única.
Las propuestas de Makiguchi para la reforma educativa eran racionales y democráticos
en naturaleza y muy progresistas para la época.
Es el humanismo de Makiguchi (Su deseo de que los niños fueran
felices) que apuntalan a la naturaleza característicamente moderna racionalista
y democrática de estas propuestas progresistas de reforma.
Al apoyar las reformas progresistas en la educación
(especialmente al apoyar la abolición del sistema de inspector escolar e
incrementar la autonomía de las escuelas), Makiguchi se ganó la sospecha y la enemistad
de los funcionarios e inspectores responsables por la supervisión de la educación.
La atmósfera de la sociedad japonesa en la época en que su Sistema fuera
publicado y en los años subsiguientes desde fines de los 30 y a principios de
los 40 no conducía para nada a la aceptación de estas propuestas humanistas
para la reforma educativa.
En el año 1931, año en que se publicara su Volumen II, fue
testigo del Incidente de Manchuria y el comienzo de una de guerra para Japón
que duraría quince años. La ideología nacionalista se transformó en algo aún más
extremo, la vida nacional se vio influenciada cada vez más por el militarismo,
y en 1934, el año en que se publicara el Volumen IV establecieron una oficina
del “pensamiento” en el Ministerio de Educación. Los controles eran aún más
cerrados sobre la libertad de expresión y pensamiento.
En 1937, Makiguchi publicó Soka Kyoikuho no Kagakuteki
Choshukyoteki Jikken Shomei [Prueba Cientìfica y Religiosa de la Pedagogía para la Creación de Valor (Scientific
and Religious Proof of Value-Creating Pedagogy)], en la que unía los métodos de
educación con la teoría budista y postulaba que la vida debía tener
instrucciones. Ese mismo año estalló la guerra con China y se adoptó el sistema
de Movilización Espiritual Nacional. Esta Movilización Espiritual Nacional era
un movimiento que tenía como objetivo potenciar el espíritu japonés a fin de
unir al pueblo como uno y formar una estructura de unidad nacional. Era
extremadamente totalitario y fascista en naturaleza. El año 1937 también fue el
año en el que el Primer Ministro y General Senjuro Hayashi asumió el puesto
adicional de Ministro de Educación.
Los militares comenzaron a tener que decir cada vez más en la educación
y se tomaron más pasos para hacer que la educación fuera un instrumento de los
militares y política de guerra.
En función del verdadero contenido de la educación, se revisó el
Chugakko Kyoju Yomoku [Puntos Esenciales de la Enseñanza en la Escuela Secundaria
(Essential Points of Secondary School Teaching)] del Ministerio de Educación y el
Shihan Gakko Kyoju Yomoku [Puntos Esenciales para la Enseñanza en la Escuela Normal (Essential Points
of Normal School Teaching)], enfatizando un Japón donde el sagrado e inviolable
Emperador gobernaba como ser absoluto. Se hicieron aún mayores esfuerzos para producir
una generación de jóvenes a infundidos con el espíritu de lealtad y
patriotismo. Por ejemplo, en el curso de ‘cívica’ de las viejas escuelas media,
se requería que los maestros enfatizaran la naturaleza única de la estructura
de la nación japonesa que estaba gobernada por el emperador e inculcar a sus
estudiantes estas creencias como súbditos japoneses. Durante el entrenamiento
militar en las escuelas, se les dijo a los maestros que observaran las
instrucciones Imperiales conferidas a los soldados.
En 1938, se aprobó la Ley
Nacional de Movilización General (National General Movilización
Law) que daba al gobierno enormes poderes de control y administración sobre los
recursos humanos y materiales de la nación. Otro oficial militar, Sadao Araki, asumió
como Ministro de Educación, dando como resultado una mayor militarización del
sistema escolar. En 1940, el sistema de democracia parlamentaria se desintegró
y fue reemplazado por la versión japonesa del fascismo con el desbande de los
partidos políticos y la formación de la Asociación de Asistencia al Régimen Imperial (Imperial
Rule Assistance Association). Bajo un nacionalismo extremo y el sistema fascista,
la educación humanística
conducente a la felicidad de los niños que Makiguchi quería fue descartada
completamente y reemplazada por una educación incorporada dentro del sistema de
tiempo de guerra, creado exclusivamente para estimular el entusiasmo de los jóvenes
por la guerra y servir al esfuerzo bélico nacional.
Como hemos visto, la sociedad japonesa estaba cada vez más
dominada por la ideología fascista en los años posteriores a la publicación del
Sistema de Pedagogía para la Creación
de Valor de Makiguchi. Una consciencia de estar en guerra impregnaba la vida
diaria, y las condiciones en las que las ideas progresistas de Makiguchi para
la reforma educativa que serían evaluadas y realizadas se perdieron rápidamente.
Sin embargo la mayoría de las propuestas de Makiguchi para la
reforma educativa que bajo el sistema fascista nunca vieron la luz del día,
eventualmente fueron adoptadas bajo el sistema democrático liberal establecido
luego de la derrota de Japón y el fin de la Segunda Guerra Mundial.
El sistema escolar de vía única por ejemplo, con su objetivo en
la igualdad de oportunidad de educación para todos, se transformó en el sistema
6-3-3. Justo cuando Makiguchi había propuesto abolir el sistema de inspector
escolar e introducir la autonomía para las escuelas, se removió el
injustificado control de la educación (Ley Fundamental de Educación, Artículo
10). Se les exigía a los candidatos al puesto de director de escuela primaria
que pasaran exámenes. Y se progresó en el sistema de entrenamiento para
maestros con el mejoramiento de las facilidades de entrenamiento a nivel
universitario.
Es justo decir que estos
cambios fueron un reflejo de la naturaleza moderna y democrática de la pedagogía
de Makiguchi y sus fundamentos humanísticos. Aunque el sistema escolar de medio día es difícil
de implementar en la forma propuesta, podemos apreciar el significado de este
concepto y la naturaleza con miras al futuro del punto de vista de Makiguchi
acerca de la pedagogía. Cuando a la educación para la vida se la considera como
importante y crece nuestro acceso a la información, podemos necesitar adoptar
el sistema de medio día.
CREACIÓN DE VALOR EN LA EDUCACIÓN Y EL HUMANISMO.
Los términos fundamentales
en la pedagogía para la creación de valor son la creación de valor y la
felicidad. Las ideas de Makiguchi sobre la educación estaban basadas en la combinación
de estos dos conceptos y arraigadas en un pensamiento humanista.
En la búsqueda de una meta para la educación, Makiguchi contempló
en profundidad la sistematización de sus teorías sobre educación,
particularmente el tema del valor. Desarrolló una teoría única denominada kachiron.
Esta teoría de valor estaba influenciada por ideas de dos escuelas de la Europa moderna. La primera
era la filosofía neo-Kantiana con origen en la filosofía de Kano, conocido como
el padre del idealismo germano.
Makiguchi se introdujo en la filosofía de valor de los
neo-Kantianos a través de los escritos del filósofo economista japonés Kiichiro
Soda. A las categorías comunes de valor para la verdad, el bien, la belleza y
la santidad, Soda agregó el valor económico.
Discutió los valores desde dos ángulos, como estándares
universalmente aplicables y como algo creado por los seres humanos. Makiguchi recogió
dos ideas principales de los escritos de Soda, la de incluir el valor económico
(para el que Makiguchi usaba en su teoría del valor el término general ri o “beneficio,
ganancia” como una categoría del valor) y la idea de que el valor puede ser
creado y es importante en función de la existencia humana.
La segunda influencia en la teoría de creación de valor de Makiguchi
fue la del utilitarismo de Gran Bretaña, el que consideraba a la felicidad como
la meta de la vida y la máxima meta de la conducta humana. Buscaba la mayor
felicidad para el mayor número de personas. El utilitarismo se introdujo en el Japón
a mediados de 1870 hasta 1890.
A medida que crecía el movimiento democrático durante
los años Taisho, así también lo hizo el interés en las ideas utilitarias.
Makiguchi se puso en contacto con el pensamiento utilitario durante su juventud
mientras buscaba las metas de la educación desde la perspectiva de la felicidad
humana. Dado que se convenció de que la educación estaba unida a la felicidad,
su interés en el utilitarismo creció.
Makiguchi desarrolló una teoría
de valor que combinaba la idea de felicidad como la meta de la vida con aquella
de valor como algo que puede ser creado. Afirmó que si íbamos a condensar lo
que cada uno quiere en su vida y expresarlo de forma sucinta, la meta de la
vida sería la felicidad. Entonces: ¿cómo se podía alcanzar la felicidad? ¿Qué debíamos
hacer para alcanzar un estado de felicidad? La respuesta de Makiguchi a estas
preguntas fue: Mediante la creación de valor. Para alcanzar la felicidad
debemos crear valor. Cada ser vivo en esta tierra debe trabajar para crear
valor con el fin de alcanzar la felicidad, ésta era la idea que formaba la base
de la pedagogía de Tsunesaburo Makiguchi.
A partir de esta idea de la creación de valor como un condición
previa para la felicidad en la vida, Makiguchi declaró que el propósito de la educación
era para vivir la vida y definió a la pedagogía para la creación de valor como “un
sistema de conocimiento para enseñarle a la gente a crear valor que es la meta
de la vida” (Pedagogía 13).
Basado en esta definición, la meta de la educación debe derivar
de la meta de la vida, la que es, en última instancia, el logro de la felicidad
en la vida, y específicamente, guiar a los niños hacia una vida feliz.
En la pedagogía para la creación de valor el punto principal de
la educación es enfocarse para una vida feliz y desarrollar la habilidad y
actitud requerida para crear valor. Aunque discutido desde una variedad de ángulos,
los métodos y condiciones de la educación, la investigación educativa y el
estado de la pedagogía son todos referidos a este punto central.
No hace falta decir que la
creencia de Makiguchi en un sistema de enseñaza para la felicidad en la vida y en la educación
para la felicidad de los niños, ambas tiene sus orígenes en su humanismo. El
concepto de creación de valor y las ideas del utilitarismo son parte de una
corriente del humanismo que ha fluido a través de la historia desde el
Renacimiento. La teoría de Makiguchi de creación de valor y la pedagogía basada
en esta teoría se generan desde su propio amor por la humanidad y lo estimulado
por estas ideas. Son parte de un linaje de humanismo que es el fundamento de
las ideas pacifistas modernas.
En la base del humanismo de Makiguchi estaba la creencia en la
dignidad de la vida, una creencia de amor por la humanidad. Esta creencia es
evidente en los puntos de vista de Makiguchi al definir el valor.
Makiguchi no consideraba al valor en función de estándares
absolutos, sino como algo generado dentro de una relación entre sujeto y
objeto. No hace falta decir que el sujeto es el ser viviente. Makiguchi describió
su definición de valor como sigue:
a) El valor no puede existir sino sobre la base del concepto de
su relación con la vida. (Pedagogía 219)
b) El valor no lo genera nada de una naturaleza que no esté relacionada
con el acortamiento o extensión de la vida humana. Por lo tanto, el valor es el
objeto en una relación con la vida de un ser humano).
c) De esta manera, el valor nace de su relación con la vida. En
la teoría de Makiguchi de creación de valor, la vida es la fuente de valor, y
un sistema de valores esta fundado sobre la base de la vida como un valor
absoluto. Por lo tanto, la vida es central en esta teoría del valor.
Todas las ideas pacifistas
tienen en su raíz el respeto por la vida. El carácter fundamental de la teoría
de valor de Makiguchi en la que el valor de una cosa se juzga conforme al grado
en el que ésta llena el propósito de vida, es uno del pacifismo.
Luego de conocer el Sutra del Loto, Makiguchi manifestó que la raíz
de la idea de la pedagogía para la creación de valor podía encontrarse en los
conceptos centrales del Sutra del Loto. Específicamente, describe los métodos
educativos de la pedagogía para la creación de valor como fundamentados en el espíritu
de misericordia que se encuentra en el Sutra del Loto (Resumen 411).
El concepto central del
Sutra del Loto se explica en el Juryohon [El Inefable (Thus Come One)], el décimo
sexto capitulo de los veintiocho del Sutra. De acuerdo con el Juryohon, el Buda
eterno está esperando constantemente salvar a los seres humanos de su
sufrimiento.
Desde antaño, ha predicado
la verdad (la ley budista) en todas partes a muchos, y guiará a aquellos que
busquen al Buda con todo su corazón y obedezcan sus enseñanzas rápidamente en
el mundo del Buda. El Juryohon predica la naturaleza eterna de la vida del Buda,
la misericordia infinita de ese Buda para toda la humanidad, y la idea de que
cualquier puede ingresar al mundo del Buda y ser salvado al seguir las
enseñanzas del Buda. La idea de que cada uno recibe misericordia del Buda
eterno de forma igual sin discriminación, y que cualquiera puede alcanzar el más
alto estado espiritual posible para un ser humano (un estado de verdadera
felicidad más allá del sufrimiento) obedeciendo las leyes del Buda, son el
propio núcleo del Sutra del Loto.
De acuerdo con Makiguchi estas son las propias ideas que
fundamentan la pedagogía para la creación de valor.
Los conceptos del Sutra de Loto aplicados aquí son una forma de
humanismo religioso superior y están basadas en un amor profundo, infinito y
espiritual por la humanidad, que es la misericordia.
Conforme a Makiguchi, este
concepto de misericordia es el mismo tema que corre a través de la pedagogía
para la creación de valor. Esto significa que la pedagogía para la creación de
valor esta sustentada por el espíritu de una dimensión superior de amor por la
humanidad y la vida. El respeto por la vida es la base del pacifismo. La pedagogía
para la creación de valor basada en un amor grande por la vida a nivel
espiritual, puede ser vista como una pedagogía del pacifismo. Es especialmente
notable que esta visión de la educación apareciera en una época de creciente
nacionalismo y un dominio militar en la sociedad.
EL SIGNIFICADO DE LA PEDAGOGÍA PARA LA CREACIÓN DE VALOR EN EL
JAPÓN MODERNO.
Makiguchi escribió y publicó su Sistema de Pedagogía para la Creación de Valor en un
momento cuando la modernización de Japón que había tenido lugar desde el período
Meiji encontraba una cantidad de obstáculos políticos, económicos, sociales y
educacionales. Era una época cuando los problemas en la sociedad crecían en
severidad. Era un período durante el que la marea del movimiento liberal democrático
estaba en recesión, para ser reemplazado por un creciente nacionalismo poderoso
que crecía en violencia, dando como resultado eventualmente la aparición del
militarismo. Se glorificaba el sacrificio del bien individual por aquél del de
la nación como un todo y se hizo notorio en la sociedad japonesa. El desempleo
y la brecha entre el rico y el pobre echaron una sombra oscura sobre la nación.
Aquellos que trabajaban en la educación se enfrentaron a un sinfín
de problemas, una intensa competencia y la tendencia a atiborrar a los
estudiantes con hechos a fin de que pasaran los exámenes, incrementar la
uniformidad en la educación a medida que el estado ejercitaba un control mayor,
y la carencia de igualdad de oportunidad en la educación causada por el sistema
escolar de doble vía. La modernización creo un emperador que reinaba supremo
pero no traía “la mayor felicidad para el mayor número”. En vez de ello, traía infelicidad
para la mayoría.
Como educador y un erudito de la educación, Makiguchi examino
este estado de infelicidad con honestidad y fruición para poder escribir El
Sistema de Pedagogía para la Creación
de Valor y para explicarle al mundo su pedagogía de creación de valor.
Enfrentado con esta infelicidad en una nación que se había convertido
en un gran poder, Makiguchi claramente expresó que una nación es solamente una nación
debido a su pueblo. Le asignaba prioridad a la vida individual por encima de
todo lo demás y afirmaba que la
felicidad era la meta de la vida. Unía estas ideas a la meta de la educación. El
significado de la pedagogía para la creación de valor era cuádruple:
Primero, hacía avanzar a la teoría
de valor en la que la vida era el centro y tenía como meta en la educación la
felicidad de los niños, todo esto en una época cuando se consideraba un honor
sacrificar la propia vida por la nación.
El segundo significado de la pedagogía
para la creación de valor era que unía la idea de creación de valor a la de
felicidad y presentaba una teoría para la educación y un argumento para la
reforma educativa desde los puntos de vista de la creación de valor y de
alimentar la personalidad. Evitó ser barrida por los tiempos.
Y, tercero, la teoría de Makiguchi
no era una utopía en naturaleza sino que consistía en vez de ello de educación
que en realidad produce resultados y era útil para la vida en comunidad. Así,
era realista y racional. Y por último, enfatizado en la última mitad del
Sistema, es que Makiguchi posiciona al pensamiento budista como el fundamento
de su teoría educativa en medio de los límites de la modernidad con todos sus
problemas sociales e infelicidad, buscando superar las contradicciones de la
vida moderna.
El significado de la pedagogía para la creación de valor
descripto aquí nace del humanismo basado en un amor por la vida. Ésta es la
base de la paz. La pedagogía para la creación de valor ha jugado un papel
valioso en el desarrollo de la educación japonesa moderna. La presión del
nacionalismo no pudo aplastarla. Las ideas de la pedagogía para la creación de
valor son beneficiosas a cualquier edad y nos proveen con muchas sugerencias
valiosas para resolver los problemas que enfrentamos hoy en la educación.
OBRAS CITADAS
* Makiguchi, Tsunesaburo. Soka Kyoikugaku Taikei (1) [El Sistema
de la Pedagogía
para la Creación
de Valor {The System of Value-Creating Pedagogy (1)}]. Makiguchi Tsunesaburo
Zenshu, volumen 5. 2° edición Tokio: Daisan Bunmeisha, 1997.
* Soka Kyoikugaku Taikei Kogai [Resumen de El Sistema de la Pedagogía para la Creación de Valor {Summary
of The System of Value-Creating Pedagogy}]. Makiguchi Tsunesaburo Zenshu, volumen
8. Tokio: Daisan Bunmeisha, 1984.
* Ministerio de Educación. Gakusei Hachijunenshi [Ochenta Años de
la Ley de Educación
de 1872 {Eighty Years of the Education Law of 1872}]. Tokio: Ministry of
Finance Printing Bureau, 1954.
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