¿QUÉ ES LA FE? LA FE ABARCA LA VERDAD, EL CORAJE, LA SABIDURÍA Y LA BUENA FORTUNA. INCLUYE LA COMPASIÓN Y LA HUMANIDAD, ASÍ COMO LA PAZ, LA CULTURA Y LA FELICIDAD. LA FE ES ESPERANZA ETERNA; ES EL SECRETO PARA EL AUTO-DESARROLLO SIN LÍMITES. LA FE ES EL PRINCIPIO BÁSICO DE CRECIMIENTO. (LAS DISCUSIONES SOBRE LA JUVENTUD, VOLUMEN 2, PÁGINAS 163/64).

¿QUÉ ES EL BUDISMO? ES EL NOMBRE DADO A LAS ENSEÑANZAS DE UN BUDA. "BUDA" SIGNIFICA "EL ILUMINADO”; ALGUIEN QUE PERCIBE LA ESENCIA O REALIDAD DE LA VIDA EN SU INTERIOR, ES UN SER ILUMINADO A LA VERDAD DE LA VIDA Y DEL UNIVERSO. A DIFERENCIA DE OTRAS RELIGIONES, EL BUDISMO NO ALEGA UNA REVELACIÓN DIVINA. COMIENZA CON UN HOMBRE, QUE A TRAVÉS DE SUS PROPIOS ESFUERZOS Y PERSEVERANCIA, DESCUBRIÓ LA REALIDAD DENTRO DE SÍ Y ENSEÑÓ QUE TODOS PODÍAN HACER LO MISMO. EL BUDA NO PUEDE SER DEFINIDO, COMO UN SER TRASCENDENTAL O SUPREMO. EN ESTE SENTIDO, EL BUDISMO, NO SOLO ES LA ENSEÑANZA DE UN BUDA, SINO LA ENSEÑANZA QUE POSIBILITA A TODAS LAS PERSONAS REVELAR SU NATURALEZA DE BUDA. EL BUDISMO ES UN SISTEMA PRÁCTICO DE ENSEÑANZA QUE NOS PERMITE CONCRETAR EL ESTADO IDEAL DE LA BUDEIDAD… LA PROPIA PERFECCIÓN.

¿QUE ES EL KOSEN-RUFU? “ES LA LUCHA PARA TRANSFORMAR LA VIDA DE LOS SERES HUMANOS, REVIRTIENDO LA OSCURIDAD QUE RESIDE EN EL INTERIOR DE SU VIDA, HACIENDOLO TOMAR CONCIENCIA DE SU NATURALEZA DE BUDA INHERENTE". LA ESENCIA DE “ESTABLECER LA ENSEÑANZA CORRECTA PARA ASEGURAR LA PAZ EN LA TIERRA” ESCRITO POR NICHIREN DAISHONIN, RADICA EN CONSTRUIR UNA RED DE PERSONAS DEDICADAS AL BIEN. PERO COMO ESTA CONTIENDA IMPLICA TRANSFORMAR DE RAÍZ LA VIDA DE LAS PERSONAS PROVOCARA RESISTENCIA EN CIERTOS SECTORES… ESTA GRAN BATALLA ES LA CLAVE PARA CREAR UN MUNDO DE PAZ Y DE FELICIDAD VERDADERAS, UNA TIERRA DE BUDAS.

YIGUIO Y KETA. PRÁCTICA PARA UNO MISMO Y PRÁCTICA PARA LOS DEMÁS. ESTOS ASPECTOS DEL BUDISMO VERDADERO SON: YIGUIO (PRÁCTICA PARA UNO MISMO) Y KETA (PRÁCTICA POR EL BIEN DE OTROS). AMBOS CONSTITUYEN UNA PRÁCTICA COMPLETA. SON COMO DOS RUEDAS QUE FUNCIONAN AL UNÍSONO PARA ADELANTAR NUESTRAS VIDAS, PARA MANIFESTAR NUESTRA ILUMINACIÓN INHERENTE.

¿QUE ES LA SOKA GAKKAI INTERNACIONAL (SGI)?...ES UNA ORGANIZACIÓN BASADA EN EL BUDISMO DE NICHIREN DAISHONIN, INSPIRADA EN EL RESPETO A LA VIDA, LA CONCIENCIA DE LOS DERECHOS HUMANOS, BUSCANDO DESPERTAR EN LAS PERSONAS EL ESPÍRITU DE RECONOCER, RESPETAR Y APRECIAR LAS SEMEJANZAS Y LAS DIFERENCIAS, PERMITIENDOLES FORTALECERSE Y TRANSFORMAR SU INTERIOR PARA DESARROLLAR SU MÁXIMO POTENCIAL, ASUMIENDO LA RESPONSABILIDAD DE SU PROPIA VIDA Y COMPROMETIENDOSE CON LA SOCIEDAD, EMPRENDER ACTIVIDADES EN SU VIDA COTIDIANA, PARA DESPLEGAR LA CAPACIDAD DE VIVIR CON CONFIANZA, CREANDO VALOR EN CUALQUIER CIRCUNSTANCIA Y CONTRIBUYENDO AL BIENESTAR DE AMIGOS, FAMILIARES Y SU COMUNIDAD…

…UNA DE LAS DIFICULTADES QUE LOS LATINOS TIENEN PARA COMPRENDER EL BUDISMO, radica en lo que el término "religión" significa en su ámbito social… Las religiones occidentales tienen sistemas jerárquicos en los que las reglas y los dogmas se establecen desde arriba hacia abajo… Ellas están basadas en la creencia de una deidad sobrenatural… La relación entre el maestro y el discípulo es interpretada como la de una persona que ciegamente, sigue a otra… VER MAS…

EL ESFUERZO DE NO RENDIRSE JAMAS. Vivimos una vida fragmentada y llena de conflictos. Estamos divididos en centenas de grupos de seres humanos, limitados por el miedo, la vergüenza, la culpa, la ira, las obsesiones y las emociones… esta lucha interna hace que no nos podamos entender… ¿Por que pasa esto...? VER MAS…

LA RECITACION DE LOS CAPITULOS “MEDIOS HABILES” Y “DURACION DE LA VIDA”. Carta a la esposa de Hiki Daigaku Saburo Yoshimoto. Este Ghoso, nos acerca a un precepto conocido como “seguir las costumbres de la región”. El significa que, mientras no esté en juego ninguna trasgresión grave, no se debe ir contra las tradiciones y costumbres de un país, región o comunidad, aunque debamos apartarnos ligeramente de las enseñanzas. Este criterio fue establecido por el Buda... VER MAS…

LAS REUNIONES DE DIALOGO O ZADANKAI, SON UN OASIS…En la actualidad, el egoísmo desmedido, provoca profundos trastornos en el corazón humano y estamos perdiendo la coexistencia con la naturaleza; por ello estos mini cónclaves de miembros de todas las edades, razas, intereses y antecedentes, son un foro de intercambio rico y refrescante. En un mundo afectado por la "DESERTIFICACION SOCIAL", estas reuniones son un oasis, en el que los seres humanos en forma individual, se esfuerzan en concretar la paz mundial y la prosperidad de la sociedad humana. ...Como budistas, al establecer una condición de paz interior en la vida cotidiana, contribuimos con la paz del mundo, posibilitando a cada uno, desarrollar su potencial inherente... VER MAS…

SIGLO XIII. MAESTRO Y DISCIPULO. PRIMERA PARTE. VIDEO Duración 13,35 minutos.


SIGLO XIII. MAESTRO Y DISCIPULO. SEGUNDA PARTE. VIDEO Duración 13,35 minutos.

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ROBERTO BAGGIO, MIEMBRO DE LA SOKA GAKKAI. Video. Duración 7,51 minutos.




TRANSFORMAR VENENO EN MEDICINA. CONCEPTOS BUDISTAS.

   El Budismo de Nichiren, sobresale de todas las demás tradiciones budistas. Estas diferencias, más que similitudes, arrojan luz sobre la fuerza que el Budismo de Nichiren tiene para permitir a todas las personas transformar el sufrimiento en sabiduría y felicidad. También hacen posible un cambio positivo en el destino de la humanidad. Con frecuencia nos referimos a ella como la fuerza para «transformar veneno en medicina».
   Si bien el budismo está visto como una religión igualitaria, las enseñanzas budistas que preceden al Sutra del loto no ponen en claro que todas las personas tienen por igual el potencial para lograr la iluminación.

   Nichiren Daishonin esclareció que el potencial de Budeidad existe dentro de todas las personas en todo momento y enseñó cómo manifestar ese potencial. Para ilustrar este concepto, empleó principios filosóficos del gran maestro Tíen-t’ai que se basan en el Sutra del loto. Entre ellos, son importantes principios el de la «posesión mutua de los diez estados» y «los tres mil aspectos en un instante de la vida». De estos conceptos se desprende una serie de ideas que, consideradas

desde el punto de vista de las doctrinas budistas tradicionales y de la comprensión común de la gente del Japón del Siglo XIII, deben haber sido revolucionarias.

   Solo basta con mencionar cuatro de ellas:
1) «El logro de la Budeidad por personas de los dos vehículos»; los sutras que
preceden al Sutra del loto sostienen que las personas de los dos vehículos (1), debido a la arrogancia, habían «quemado las semillas» de la Budeidad y no eran capaces de alcanzar la iluminación. Pero el Sutra del loto enseña que ellas y todas las demas personas lograrán la Budeidad si practican las enseñanzas del sutra.
2) «El logro de la Budeidad en nuestra forma presente»; La enseñanzas pre-Sutra el loto ven al Buda como un ser muy superior a las personas comunes. Es más, las mujeres estaban vistas como inherentemente incapaces de lograr la Budeidad. El Sutra del loto revela que todas las personas comunes, hombres y mujeres por igual, pueden manifestar la Budeidad tal como son.
3) «Los deseos mundanos son la iluminación»; las primeras enseñanzas budistas consideran los deseos mundanos, o impulsos ilusorios, fuentes de sufrimiento e impedimentos para lograr la iluminación. En contraposición, el principio de los tres mil aspectos en un instante de la vida revela que el potencial de Budeidad existe inclusive dentro de los estados gobernados por la ilusión y el deseo. Nichiren escribe, cuando invocamos Nam-myoho-renge-kyo estamos «quemando la leña de los deseos mundanos, convocando al fuego de la sabiduría de bodhi o iluminación» (Registro de enseñanzas orales, pág. 11).

   Los deseos y el sufrimiento alimentan nuestra práctica del budismo y nos permiten sacar a la luz la sabiduría iluminada.

4) «Los sufrimientos del nacimiento y la muerte son el nirvana»; las primeras escuelas de budismo enseñaban que solamente extinguiendo el ciclo de muerte y renacimiento nos podíamos librar del sufrimiento.

   Nirvana significa literalmente «apagar» la propia existencia así como uno apagaría la llama de una vela soplándola.

   Partiendo del Sutra del Loto, Nichiren enseñó que el ciclo interminable de nacimiento, muerte y renacimiento es un ciclo natural de la vida y jamás podrá
extinguirse. El corazón de este ciclo lo ocupa una esencia vital imperecedera que tiene la Budeidad como potencial eterno. La Budeidad, o nirvana, es un estado natural ideal que cultivamos mediante nuestra práctica del budismo, en el que podemos atravesar el ciclo de nacimiento y muerte con alegría, transformando el sufrimiento en buena fortuna y felicidad.

   Nagarjuna, el gran filósofo indio, se refirió al Sutra del loto, específicamente a la palabra sad, traducida como myo en el título del sutra, describiéndolo como un «gran médico capaz de transformar el veneno en medicina» (El daimoku del ‘Sutra del loto’, END, pág. 153). Lo dijo en referencia a la declaración del Sutra según la cual las personas de los dos vehículos pueden en efecto alcanzar la iluminación. La Ley Mística, representada por el caracter myo, es la que lo hace posible.

   En relación con la declaración de Nagarjuna, Nichiren escribe: «¿Cuál es el veneno? Son los tres caminos de los deseos mundanos, el karma y el sufrimiento que forman parte de nuestra suerte.

   ¿Cuál es el remedio? Es el cuerpo del Dharma, la sabiduría y la emancipación. Y ¿qué quiere decir transformar veneno en medicina? Cambiar los tres caminos en las tres virtudes: el cuerpo del Dharma, la sabiduría y la emancipación. («Qué quiere decir Oir el Vehículo del Buda», Writings of Nichiren Daishonin, Vol. 2, pág. 743).

   Cuando los deseos mundanos, o los impulsos ilusorios, motivan nuestras acciones, esas acciones se convierten en karma negativo que genera sufrimiento. El sufrimiento a su vez genera más impulsos ilusorios, que originan actos que generan mas karma negativo y producen mas sufrimiento. Este ciclo se lo conoce como los tres caminos.

   Pero nuestra práctica de Nam-myohorenge-kyo nos permite hacer aflorar el Estado de Buda aun en medio de la ilusión.

   Nuestros actos se tornan los actos propios de un buda (representados por la virtud conocida como el cuerpo del Dharma), están impregnados de la sabiduría de buda (virtud de sabiduría) generan buen karma que trae felicidad y satisfacción (virtud de emancipación).

   Aplicándolo a nuestra vida diaria, esto quiere decir que aun en las peores circunstancias o en el peor de los sufrimientos, mediante la fe en la Ley Mística y la práctica, estos se pueden trasformar en felicidad y buena fortuna.

   El Presidente Ikeda nos dice: El budismo enseña el principio de transformar veneno en medicina. Por lo tanto, sean cuales fueren los problemas que nos aquejen, podemos abordarlos con una postura positiva.

   Todo lo que tenemos que hacer es seguir avanzando con profunda confianza
en las palabras del Daishonin. «Cuando ocurre un gran mal, sobreviene un gran bien», «El gran mal y el gran bien», END, 1165). (World Tribune, 18 de marzo de 2011, pág. 5).

   Transformar veneno en medicina, nos quiere significar que, por más profundo o grave que sea el problema que enfrentamos, o por más intenso que sea nuestro sufrimiento actual, a medida que perseveramos en invocar y participar de las actividades en bien del kosen rufu, no solamente superaremos nuestro problema o sufrimiento, sino que a resultas de superarlo, disfrutaremos de beneficios y felicidad que sobrepasarán ampliamente la intensidad de ese sufrimiento.

(Traducción tentativa, Living Buddhism, septiembre de 2012, págs. 14-15)

NOTA:
1. Personas de los dos vehículos: son los que escuchan la voz, y los que han despertado a la causa. A la luz de los Diez Estados o Mundos, son practicantes que se encuentran en el mundo de los que escuchan la voz (aprendizaje) y los que han despertado a la causa (comprensión intuitiva).

DE LA PAZ INTERIOR A LA PAZ MUNDIAL. Por Yoichi Kawada, director del Instituto de Filosofía Oriental, de la SGI.


Temas desarrollados: LAS LLAMAS DE LA ILUSIÓN. UN CORAZÓN TRANQUILO. LAS "CINCO IMPUREZAS". EL CAMINO DEL BODHISATTVA EN EL MUNDO MODERNO.
   LAS LLAMAS DE LA ILUSIÓN.

   Las tres perspectivas budistas para el logro de la paz son:

1)     Obtener la paz interior en cada ser humano.

2)     Lograr la paz en la comunidad mundial.

3)     Convivir con la paz ecológica o la paz con la Tierra.

   Pero, primero debemos entender cuáles son las causas fundamentales de la ausencia o presencia de la paz.
   En un sermón pronunciado por Shakyamuni, el fundador del Budismo, transmitió su visión esencial sobre la naturaleza y la causa de los sufrimientos. En esa ocasión, Shakyamuni ascendió a la cima de una montaña junto con sus discípulos recientemente convertidos. Mirando el panorama que tenía por debajo, Shakyamuni comenzó a exponer: "En verdad, este mundo está ardiendo con muchos y muy diversos fuegos. Hay fuegos de avaricia, fuegos de odio, fuegos de estupidez, fuegos de terquedad y egoísmo, fuegos de decrepitud, fuegos de pena y lamentación, fuegos de sufrimiento y dolor, y enfermedad y muerte".
   Lo que Shakyamuni estaba tratando de transmitir era su comprensión de que el mundo fenoménico que habitamos estaba envuelto en los "fuegos" de los sufrimientos que se originan en los impulsos ilusorios. Estos fuegos de la avaricia, el odio y la ignorancia, ardiendo violentamente en los corazones de los seres humanos, representan la causa básica de los padecimientos de la existencia humana. Por consiguiente, Shakyamuni nos insta, a alcanzar un claro entendimiento de la causa fundamental de los sufrimientos.
   El impulso ilusorio de la "avaricia" indica el descontrolado deseo y apego por las comodidades materiales, por la riqueza, el poder o la fama. Los deseos de este tipo crecen y se multiplican sin cesar, y dado que su satisfacción no origina una felicidad verdadera y perdurable, una persona atrapada en sus garras está condenada a un interminable tormento y frustración.
   El "odio" describe emociones tales como el resentimiento, la ira y la envidia, que son provocadas cuando nuestros deseos egoístas no se realizan. A menos que sean controlados, estos deseos se intensifican en diversas formas de destrucción y violencia. En otras palabras, el impulso ilusorio del odio es la violencia que surge de una visión egocéntrica de la vida.
   La "ignorancia" nos describe un obstinado desconocimiento de la realidad, o de la verdadera naturaleza de la vida y el cosmos. De esta manera, es este impulso ilusorio el que genera la discordia y la rebelión contra los principios que gobiernan el funcionamiento del cosmos. La sabiduría que ilumina y revela la verdadera naturaleza del cosmos es conocida como "iluminación", mientras que esta clase de ignorancia obstinada es conocida como "oscuridad fundamental" porque nubla y oscurece la luz con la que podemos ver las cosas en su verdadera naturaleza. De todos los impulsos ilusorios, el Budismo considera la ignorancia como el fundamental.
   El Budismo aprecia estos impulsos (avaricia, odio e ignorancia) como venenos inherentes a la vida; juntos, son llamados los "tres venenos". Lo que Shakyamuni buscaba transmitirles a sus discípulos en su sermón, es que las llamas de los tres venenos y de todos los impulsos ilusorios se originan en la vida interior de las personas y son lanzadas para envolver a las familias, los grupos étnicos, las naciones y finalmente a toda la humanidad.
   Esto lo podemos apreciar en el mundo actual, donde el impacto de la avaricia descontrolada va más allá del nivel individual; crea desigualdades económicas entre los grupos raciales y étnicos, y entre los países en una escala global. La avaricia de las naciones industrializadas ha privado a los pueblos de los países en vías de desarrollo de las condiciones por las cuales se puedan satisfacer sus necesidades básicas. Y la avaricia de la raza humana está socavando el derecho a la existencia que tienen otros seres vivientes.
   Es común encontrar violencia dentro de las familias, en las escuelas y en las comunidades locales. Profundos odios que se remontan a distantes eventos históricos dan lugar a conflictos étnicos y raciales insolubles. En algunos casos, esos odios históricos están estrechamente vinculados con causas o identidades religiosas, y encuentran expresión en el terror y la matanza al azar.
   La ignorancia obstinada de la verdadera naturaleza de la existencia significa un estado de rebelión contra los principios básicos de la vida y el cosmos, y una negación de ellos. Como tal, distorsiona todos los aspectos de la vida, desde los estilos de vida hasta los valores familiares, éticos y nacionales. En otras palabras, esta clase de ignorancia obstinada puede ser encontrada en todos los sistemas de valores, formas de vida, y visiones de la naturaleza que nos ponen en incontrolable conflicto con los principios mismos que apoyan la propia existencia, los principios que, fundamentalmente, gobiernan el funcionamiento del universo viviente.
   Compartiendo su iluminada comprensión con los demás, Shakyamuni buscaba ayudar a las personas a minimizar los efectos destructivos de estos impulsos ilusorios y, en realidad, a transformarlos por un impulso hacia la felicidad.
   UN CORAZÓN TRANQUILO.
   En la India, el equivalente de "paz" es "shanti", que significa el estado de tranquilidad interior. También alude a la iluminada condición que alcanzó Shakyamuni, y que a también es referido como "nirvana".
   Con respecto al estado de paz interior, un texto budista lo describe como sigue: "La tranquilidad mental proviene de haber trascendido exitosamente la avaricia, el odio y la ignorancia". Como lo aclara este pasaje, el enfoque budista de la paz comienza del acto fundamental de superar estos impulsos ilusorios o venenos interiores. El estado de haber puesto bajo control estos impulsos, sin embargo, no es una paz interior estática y privada. Más bien, es ilimitadamente dinámica, expansiva y evolutiva en su naturaleza.
   El budista japonés del siglo XIII, Nichiren Daishonin (El Buda del último día de la Ley), expresó esto con la siguiente imagen: "Quemando la leña de los impulsos ilusorios, contemplamos la llama de la sabiduría iluminada". El expresaba  que, mediante la práctica espiritual, la energía inherente a nuestros impulsos ilusorios puede ser transformada en su totalidad por una "llama" esclarecedora de sabiduría iluminada. De este modo, los tres venenos pueden ser subyugados de modo que ya no produzcan confusión y trastorno; ellos ya no pueden conducirnos a actuar de una manera estrafalaria y destructiva.
   En el estado de tranquilidad, la luz de la sabiduría iluminada brilla esplendorosamente, libre y sin ser obstaculizada por las nubes de los impulsos ilusorios. Si uno estudia las enseñanzas del Buda, desde las primeras escrituras hasta la tradición Mahayana posterior, puede ver que la esencia de la iluminación de Shakyamuni fue su despertar a la "ley del origen dependiente". Este concepto ha sido expresado de diversas maneras y fue desarrollado en gran profundidad y detalle en el Budismo Mahayana; su esencia es la interdependencia de todos los seres vivientes y de todos los fenómenos. El origen dependiente nos enseña que todas las cosas ocurren y existen sólo a través de su interrelación con todos los demás fenómenos y que esta estructura de relaciones es de un alcance infinito tanto temporal como espacialmente. Esta es la base para el principio de la coexistencia de apoyo mutuo de todos los seres que es fundamental en el pensamiento budista.
   Cada ser humano existe dentro del contexto de las interrelaciones que incluyen a otros seres humanos, todos los seres vivientes y el mundo natural. En otras palabras, cada persona es apoyada por la red interdependiente de la vida. Despertando a este principio podemos expandir el instintivo amor a sí mismo a un altruista amor por los demás; podemos alimentar el espíritu de tolerancia y la empatía por otros.
   La doctrina del origen dependiente también brinda una base teórica para la paz. En los términos de la acción concreta, se manifiesta como la práctica de la misericordia. En el Budismo, la misericordia indica la práctica ética de mantener siempre un compromiso empático con los demás. Significa compartir sus sufrimientos e infelicidades, esforzándose a su lado para superar los impulsos ilusorios que son su causa principal, transformándolos en felicidad, beneficio y alegría.
   La ignorancia es fundamental entre estos impulsos ilusorios, porque ciega a las personas a la realidad del origen dependiente, la inevitable y abarcadora interrelación dentro de la que vivimos.
   Esta ignorancia da lugar a la avaricia que conduce a las personas a buscar la realización de sus deseos aun a costa del sufrimiento de los demás. También conduce a la clase de ira incontrolada que busca la destrucción de una situación en la que los deseos se ven frustrados. Es por esta razón que el impulso ilusorio de la ignorancia es considerado como equivalente a un egocentrismo fundamental. Es un egocentrismo ciego y finalmente autodestructivo porque corta violentamente las hebras de la red de la vida que apoya nuestra propia existencia.
   El estado mental de aquel que se esfuerza incesantemente por trascender este egocentrismo fundamental es el de una paz interior y tranquilidad. El corazón de esa persona se ilumina con la sabiduría del origen dependiente, y rebosa de espíritu de misericordia.
   LAS "CINCO IMPUREZAS".
   La contribución esencial del Budismo al tema de la paz se encuentra en la lucha contra los impulsos ilusorios que, enraizados en las profundidades de la vida interior de la persona, causan tanto sufrimiento y destrucción en la sociedad humana en general. En el Sutra del Loto de Shakyamuni, los efectos destructivos originados por los impulsos ilusorios son descritos como "impurezas", y clasificados en cinco etapas, desde la más interior y más personal hasta la que contamina toda una época o era. Estas son: las impurezas del deseo, del pensamiento, del pueblo, de la vida misma y de la época.
   T'ien-t'ai, un filósofo budista activo en la China en el siglo VI, describió las cinco impurezas de la siguiente manera: "Las más fundamentales de estas cinco son las impurezas del pensamiento y del deseo, que resultan en las impurezas del pueblo y de la vida. Estos, a su vez, dan lugar a la impureza de la época". La "impureza del deseo" señala los impulsos ilusorios tales como los tres venenos. La "impureza del pensamiento" se refiere a un apego excesivo e irracional a ideas o ideologías específicas. Según T'ien-t'ai, las impurezas del pensamiento y del deseo son las  fundamentales y, a través de su impacto en las personas, originan el caos y trastornos en las familias, naciones y estados. Transmitidas de una generación a otra, estas impurezas ocasionan la "impureza de la vida", infundiendo el odio y la violencia histórica entre diferentes pueblos, grupos étnicos y naciones. Estas impurezas, finalmente, influyen en todas las personas que viven en esa era, resultando en la "impureza de la época".
   La civilización moderna exhibe cada vez más los aspectos de lo que el Budismo llama la "impureza de la época". Las señales de esto incluyen el materialismo galopante, la implacable dominación y explotación de la naturaleza y el consumismo desenfrenado.
   Desde el fin de la Guerra Fría, en nuestro mundo se han producido muchos brotes de conflictos que emanan del apego a la ideología, es decir, la impureza del pensamiento. No obstante, las clases de conflictos que van empeorando están enraizadas en las pasiones irracionales, tales como el nacionalismo extremo, que el Budismo clasificaría como una "impureza del deseo" y que estas están más profundamente enraizadas en la vida de las personas y, por consiguiente, son muy  difíciles de controlar.
   En un mundo en el que los impulsos ilusorios lanzan la cortina de sus efectos negativos en la forma de las cinco impurezas antes descritas, los budistas tienen, una misión particular para contribuir en la realización de la paz en todos los planos.   
   En otras palabras, no debemos contentarnos con nuestra paz mental interior sino que tenemos que ampliar nuestros horizontes y extender nuestros esfuerzos para incluir la abolición de la guerra (es decir, la paz de la comunidad humana global) así como la paz con el mundo natural, a través de un desarrollo verdaderamente sostenible y una coexistencia armoniosa con el ecosistema global.
   EL CAMINO DEL BODHISATTVA EN EL MUNDO MODERNO.
   La práctica del bodhisattva, acción misericordiosa basada en la comprensión budista de la vida, puede contribuir con la realización de la paz en sus tres dimensiones (paz interior, comunitaria y ecológica).
   Primero, consideremos la paz interior, o la tranquilidad espiritual y mental. En el Budismo, un bodhisattva es quien lleva a cabo acciones altruistas y busca contribuir con la sociedad humana manifestando plenamente las cualidades de la sabiduría y la misericordia. Un bodhisattva se esfuerza primero por transformar su propia vida; el escenario de este esfuerzo está en las realidades de la existencia humana y en el apoyo sostenido para aliviar los sufrimientos de las personas. De esta manera el bodhisattva se esmera por generar felicidad tanto para sí mismo como para los demás.
   La práctica del bodhisattva es en términos contemporáneos la llamada "revolución humana". El estado interior de quien lucha por la realización de la misma, es de  tranquilidad espiritual; el estado de paz interior expuesto en el Budismo es una condición dinámica rebosante de sabiduría y misericordia.
   La Soka Gakkai Internacional (SGI), organización budista laica, existe para ayudar a la gente en la práctica de la misericordia en la vida cotidiana, brindándole un entorno de cooperación, sustento espiritual y apoyo. De forma, los budistas de la SGI, buscan llevar la práctica del bodhisattva al mundo contemporáneo.
   Como budistas, procuramos establecer una condición de paz interior en la vida cotidiana y, al mismo tiempo, por contribuir con la realización de la paz del mundo que nos rodea, posibilitándole a cada uno desarrollar al máximo sus cualidades peculiares.
   En segundo término, con respecto a la dimensión de la paz social, o la paz en la comunidad de la humanidad, en su relación con las cuestiones de la seguridad y el desarrollo, el Budismo sostiene el principio de la no violencia y exige el cambio fundamental en nuestra forma de vida. En el nivel individual, esto significa una transformación de un modo de vida dominado por el apego a deseos materiales a uno centrado en valores espirituales y existenciales.
   Al mismo tiempo, también se refiere a un modo de vida misericordioso, de estar preparados para hacer los esfuerzos que se requieren para asegurar que los ciudadanos de los países en vías de desarrollo puedan satisfacer sus necesidades básicas. Con respecto a los derechos humanos, reconocemos la existencia de la condición de vida suprema (la de la Budeidad) en todas las personas y, por lo tanto, insistimos en que todos los miembros de la familia humana, sin distinción, son capaces de manifestar ese estado de ilimitada sabiduría y misericordia.
   La contribución peculiar del Budismo a la solución de los conflictos basados en la cultura está relacionada con la enseñanza del "origen dependiente" citado antes, y con la empatía y la tolerancia que derivan de esa cosmología.
   Como se mencionó antes, la ley del origen dependiente describe la idea de que todas las cosas y fenómenos son interdependientes y todos manifiestan el principio ordenador del cosmos, cada uno en su peculiar manera. Dado que el Budismo considera los impulsos ilusorios como los que impiden que las personas vean claramente esta realidad, nosotros sentimos que la humanidad será mejor servida cuando la tradición religiosa se comprometa en su lucha característica contra los “tres venenos” (odio, avaricia e ignorancia) en tanto coopera hacia la solución de temas globales. Así es como ve el Budismo los conceptos clave del pluralismo cultural y la tolerancia religiosa.
   Llegando a la tercera dimensión, "la paz con el ecosistema", la perspectiva budista sobre la naturaleza ha enfatizado siempre la coexistencia creativa con ella. La misericordia de Shakyamuni no se limitaba a la humanidad, sino que se extendía a todas las cosas vivientes. La base filosófica para el desarrollo sostenible se puede encontrar en esta clase de simbiosis creativa con el resto del mundo natural. Esa perspectiva filosófica apoyará la clase de estilo de vida que esté verdaderamente en armonía con el ecosistema.

En la solución de los desafíos globales que confronta la humanidad, se debe buscar medidas políticas, económicas y científicas junto con la transformación de la conciencia humana. Debemos establecer un estilo de vida de conservación de la energía, el reciclaje de los recursos y la búsqueda de valores espirituales. Nuestra meta superior debe ser cultivar una conciencia compartida de nuestra común humanidad y de solidaridad con el organismo viviente que es la Tierra. Conforme avanzamos hacia esa conciencia, debemos desarrollar la sabiduría para dirigirnos apropiadamente hacia los fines benéficos de las ciencias de la vida, incluyendo el floreciente campo de la ingeniería genética. En esto, considero que la perspectiva de las tradiciones religiosas y éticas del mundo pueden y deben hacer una importante contribución.

Un enfoque budista para la paz, nos ofrece un importante terreno común con otras tradiciones. La causa de una paz verdaderamente global y duradera se puede profundizar más efectivamente expandiendo incesantemente los círculos de amistad y entendimiento a través del diálogo, el intercambio y la cooperación.

Publicado en World Order for a New Millennium por St. Martin Press, Nueva York.

LA UNIÓN ENTRE MARIDO Y MUJER. RESPUESTA A LA ESPOSA DE SHIJO KINGO.



 Nichigen-nyo, esposa de Shijo Kingo, le escribe apenada a Nichiren, que acaba de cumplir treinta y tres años, edad que la tradición consideraba desafortunada para las mujeres, y por eso le envió diversas ofrendas.
   En lo que respecta a las falsas doctrinas que arrancan los ojos y engañan la mente, ninguna es tan desacertada como la que postulan los maestros de las escuelas Palabras Verdaderas. Pero, por ahora, dejemos a un lado esta cuestión.

   Aunque las diez semejanzas parezcan ilustrar el merito comparativo del Sutra del Loto frente a los demás sutras, eso no fue la intención con el que el Budha las expuso. Su propósito fue comparar a los devotos de todas las demás enseñanzas con el devoto del Sutra del Loto, y demostrar que este último es como el sol y la luna, mientras los devotos de los demás sutras son como estrellas y antorchas.
   ¿Cómo lo sabemos? Porque después de la octava semejanza aparece una cita  que dice: .
   Este pasaje de veintidós ideogramas es el corazón del Sutra, el ojo de todos los seres vivos. Significa que el devoto del Sutra del Loto es como el sol y la luna, como el gran rey Brahma o como el Budha, mientras que el devoto del Sutra Mahavairocana son como estrellas, como arroyos o ríos, o como simples mortales.
   Por esta razón, el Budha considera que cualquier persona de este mundo que abrace el Sutra del Loto (Hombre o mujer, sacerdote o monja) prevalecerá sobre todos los seres vivos. Y con toda seguridad Brhama y shakra, la reverenciaran. Cuando pienso de esta forma, mi alegría supera todo lo imaginable.
   Por otro lado, al ponderar este pasaje del Sutra día y noche, y al leerlo mañana y tarde, comprendo que el devoto al que hace referencia no es cualquier practicante del Sutra del Loto. Como en la frase la expresión se refiere a todo ser humano (sacerdotes o  monja laicos), que creyese en el Sutra del Loto. Sin embargo, no es así, pues es una frase posterior en la cual el Budha vuelve a mencionar a esta persona, dice: .
   Cuando yo, Nichiren, leo todas las demás enseñanzas excepto el Sutra del Loto, no siento el menor deseo de ser mujer. Un Sutra repudia a las mujeres por ser mensajeras del infierno. Otro las compara con árboles retorcidos y contrahechos. E incluso hay uno que las describe como personas que han quemado sus semillas de budeidad.
   Esto no es privativo de las enseñanzas budistas; los escritos no budistas también desprecian a las mujeres. Jung Ch’i-ch’i, por ejemplo, ensalza los tres placeres, uno de los cuales es no haber nacido como mujer en este mundo. Asimismo, existe la creencia generalizada de que las tres mujeres han sido origen de catástrofes. Solo en el Sutra del Loto leemos que la mujer que abrace este Sutra supera a las demás mujeres y prevalece, incluso, sobre todos los hombres.
   No obstante aunque todos la calumnien, para una mujer no existe mayor felicidad que ser amada por el hombre al que ella brinda su corazón. Que los demás la odien, ¿Qué puede eso importarle, si cuenta con el aprecio del Budha Shakyamuni, el Budha Muchos tesoros y los Budhas de las diez direcciones, así como Brahma, Shakra y las deidades del sol y la luna? Mientras sea elogiada por el Sutra del Loto, ¿Por qué habría de sentirse desdichada?
      Me cuenta que ha llegado a la ingrata edad de treinta y tres años, motivo por el cual me envía sus ofrendas, Las he puesto ante el Budha Shakyamuni, el Sutra del Loto y la deidad del sol, y les he informado de su sinceridad. Nuestro cuerpo tiene un hombro derecho y otro izquierdo, sobre los cuales viven dos deidades, llamadas Mismo Nombre y Mismo Nacimiento, a quienes Brahma, Shakra y las funciones celestiales del sol y la luna les han encomendado proteger a cada persona.
   Desde el momento en que ingresamos al vientre de nuestra madre hasta el fin de nuestra existencia, estas deidades nos acompañan como si fueran nuestra sombra o nuestros ojos. Si cometemos una mala acción o cometemos un acto de bien, ellos lo informan todo a las deidades celestiales sin omitir ni siquiera detalles tan ínfimos como una gota de roció o una mota de polvo. Esto aparece en el Sutra de la guirnalda de flores y es citado por el gran maestro Tien-t’ai en el octavo volumen de “Gran Concentración e Introspección”.
   Sin embargo el maestro T’ien-t’ai sostiene que si la fe de una mujer es débil, aunque abrace el Sutra será abandonada. Por ejemplo, cuando un general ejerce el mando con temor, sus soldados se acobardan. Cuando un arco es débil, la cuerda se afloja. Cuando el viento es tenue, las olas no cobran altura, todo esto concuerda con los principios de la naturaleza.
   Ahora bien, su esposo Saemon cree en el Sutra del Loto y es un practicante de profunda fe entre los seguidores budistas laicos. Por estar casada con un hombre así, usted también es una de las mujeres más destacadas. Como vive en bien del Sutra del Loto, seguramente el Budha la considera igual que a la hija del rey Dragón.
   El ideograma con que se escribe la palabra mujer, posee implícito el significado de depender. La glicerina depende del pino, y la mujer depende del hombre. Adopte a Saemon como maestro y deje que él la guíe por los caminos  de la fe en el Sutra del Loto.
   La desventura de los treinta y tres años, se convertirá en la felicidad de sus treinta y tres años.  A esto se refiere el pasaje < Los siete desastres desaparecerán al instante, y los siete beneficios se manifestaran de inmediato>. Rejuvenecerá, y su buena fortuna irá en aumento.
                                                                                                         Respetuosamente Nichiren
En el vigésimo séptimo día del primer mes.
Respuesta a la esposa de Shijo Kingo
                                                                  
ANTECEDENTES
Nichigen-nyo, esposa de Shijo Kingo, le escribe apenada a Nichiren, que acaba de cumplir treinta y tres años, edad que la tradición consideraba desafortunada para las mujeres, y por eso le envió diversas ofrendas. En esta carta, Nichiren le asegura que la mujer que abraza al Sutra del Loto supera a las demás personas, y que si su fe es fuerte, sin dudas será protegida por los Budhas y las funciones universales. (WND pag. 485).

CARTA A LOS HERMANOS (Munenaka y Munenaga Ikegami). Gosho Zenshu pág 1079. WND vol. 1, 131.

Temas desarrollados: Ghoso, Carta a los hermanos. Citas. Antecedentes. Hilo conductor de toda la carta.
EL SUTRA DEL Loto es el corazón de las ochenta mil enseñanzas [1] y la esencia de las doce clases de sutras.[2] 
Todos los budas, ya sean del pasado, el presente o el futuro, obtienen la iluminación, porque adoptan este sutra como maestro. En todo el universo, ellos conducen a la gente con la visión que han obtenido de este vehículo supremo. Al ingresar en el reservorio de los sutras y examinar la colección completa que allí se atesoraba, pude ver que existían dos versiones de los Sutras y los tratados llevados a la China entre la era Yung-p'ing, de la dinastía Han tardía, y el final de la dinastía T'ang.[3]


Había 5048 volúmenes de las traducciones más antiguas [4] y 7399 volúmenes de las más recientes.[5] Cada sutra, en virtud de su contenido, sostenía ser la enseñanza más elevada de todas. Sin embargo, la comparación revela que el Sutra del Loto es superior a todos los demás sutras, así como el cielo lo es a la tierra. Se erige sobre ellos como una nube sobre el suelo. Si comparásemos los demás sutras con las estrellas, el Sutra del Loto sería como la Luna. Si aquellos fueran antorchas, estrellas o incluso la Luna, el Sutra del Loto sería brillante como el Sol.


Específicamente, el Sutra del Loto contiene veinte principios fundamentales. Los dos primeros son las enseñanzas de  sanzen-jintengo y de gohyaku-jintengo. Sanzen-jintengo se explica en el capítulo séptimo, titulado "Kejoyu". Supongamos que alguien muele una galaxia hasta reducirla a polvo. Entonces, se lleva consigo ese polvo y se traslada mil galaxias hacía el este, donde deja caer una mota. Luego sigue avanzando otras mil galaxias hacia el este y allí arroja la segunda partícula. Y repite este procedimiento con una partícula tras otra, hasta terminar con todas las motas de polvo que componían su galaxia. Luego reúne todas las galaxias que recorrió en su trayecto, hayan recibido una mota de polvo o no, y, a su vez, las reduce a polvo. Dispone estas partículas en hilera y deja pasar un eón entero entre mota y mota. Cuando pasa el primer eón, ubica la segunda partícula y, luego, la tercera, hasta que hayan transcurrido tantos eones como motas de polvo había. El lapso transcurrido durante el pasaje de todos estos eones se denomina sanzen jintengo.


En este pasado remoto, indicado por sanzen jintengo, los tres grupos de discípulos de Shakyamuni, que eran hombres de Aprendizaje .entre ellos, Shariputra, Mahakashyapa, Ananda y Rahula., aprendieron el Sutra del Loto de un bodhisattva que había sido el decimosexto hijo del buda Daitsu. Sin embargo, engañados por personas malévolas, con el tiempo abandonaron el Sutra del Loto. Descendieron a las doctrinas de los  sutras Kegon, Hannya, Daijuku o del Nirvana, e inclusive hasta los sutras Dainichi, Jimmitsu o Kammuryoju o a las enseñanzas del Hinayana, representadas por los sutras Agón. Prosiguieron con su declinación y, de los estados relativamente benéficos de Éxtasis o de Tranquilidad, finalmente cayeron en los malos caminos. Durante este período de sanzen-jintengo, muy a menudo tuvieron que nacer en el infierno del sufrimiento incesante. A veces, lo hicieron en los siete infiernos principales y, con menor frecuencia, en los cien infiernos o en algunos otros.[6] En muy escasas ocasiones, nacieron en los estados de Hambre, Animalidad o Ira, y sólo al cabo de miríadas de eones pudieron volver a nacer nuevamente como seres humanos, en los estados de Tranquilidad o de Éxtasis.


El tercer capítulo del Sutra del Loto dice: "Habitan en el infierno por un tiempo tan prolongado, que termina por ser algo tan natural como jugar en un jardín, y los otros malos caminos les parecen tan familiares como su propio hogar". Los que cometen las diez faltas graves [7] caen en el infierno de Tokatsu o de Kokujo y, allí, deben pasar quinientas existencias o mil años medidos según el tiempo del infierno. Los que cometen las cinco faltas cardinales caen en el infierno del sufrimiento incesante y, tras permanecer allí durante medio eón, vuelven a nacer en el estado de Tranquilidad.


Entonces, ¿por qué razón los que abandonan el Sutra del Loto deben caer en el infierno del sufrimiento incesante y permanecer allí durante un número de eones tan inconcebiblemente grande?


La grave causa de desechar la fe en el sutra tal vez en estos momentos no parezca ser tan terrible como la de matar a los propios padres. Sin embargo, aun cuando uno matase a sus padres en una, dos, diez, cien, mil, diez mil, cien mil, un millón o mil millones de existencias, no tendría que permanecer en el infierno durante el lapso que dura sanzen-jintengo. Aun cuando uno asesinase a uno, dos, diez, cien, mil, diez mil o hasta mil millones de budas, ¿tendría que habitar en el infierno del sufrimiento incesante por un período tan largo como gohyaku-jintengo? No obstante, los tres grupos de hombres de Aprendizaje tuvieron que sufrir durante todo el período de sanzen-jintengo, y los grandes bodhisattvas, durante el tiempo de gohyaku-jintengo, a raíz de la grave falta que habían cometido al descartar el Sutra del Loto. Esto muestra cuan terrible e inconcebible es esta mala causa.


En términos simples, si uno descarga un golpe al aire, el puño no le dolerá, pero si lo hace contra una roca, sentirá dolor. La causa de asesinar a una persona maligna es comparativamente menos grave que la de matar a alguien bueno, que sí sería una causa muy negativa. Matar a alguien que no es de su clan es como golpear el puño contra el barro, mientras que asesinar a los padres es como embestir una roca. Un perro puede ladrar a un ciervo sin que se le parta el cráneo, pero si ladra a un león, se le pudrirán los intestinos. El ashura trató de devorar al Sol y a la Luna, y la cabeza se le partió en siete pedazos. Como Devadatta hirió al Buda, la tierra se abrió y se lo tragó vivo. La gravedad de una causa depende de a quién perjudica.


El Sutra del Loto es el ojo de todos los budas. Es el maestro eterno, incluso de Shakyamuni. Si uno descarta un ideograma o hasta un punto de él, su falta será tan grave como si hubiera asesinado a sus padres diez millones de veces o como si hubiese derramado sangre de los budas de todo el universo. Por eso, los que abandonaron el Sutra del Loto tuvieron que sufrir durante un tiempo tan largo como sanzen-jintengo o gohyaku-jintengo. Por otra parte, es sumamente difícil encontrar a alguien que enseñe el sutra tal como éste afirma. Menos difícil sería que una tortuga tuerta encontrara un fragmento de sándalo a flote en las aguas o que alguien suspendiera el monte Sumeru del cielo con una fibra extraída del tallo de un loto.


El gran maestro Tz'u-en [8] fue discípulo del sacerdote Hsüan-chuang y maestro del emperador T'ai-tsung. Fue un hombre venerable que, además de ser versado en las escrituras sánscritas y chinas, había memorizado todos los sutras del Buda. Se dice que, de la punta de su pincel, caían cenizas del Buda y que, de sus dientes, emanaba luz. Sus contemporáneos lo respetaban como si fuera el Sol y la Luna, y los hombres de las épocas posteriores lo admiraron y tomaron como guía esencial para su vida. Aun así, el gran maestro Dengyo lo denunció, con estas palabras: "Aunque alaba el Sutra del Loto, destruye su propósito".[9] La cita significa que aunque uno intenta alabar el Sutra del Loto, finalmente acaba por destruirlo.


El sacerdote Shan-wu-wei fue rey de Udyana, en la India. Abdicó el trono, se hizo sacerdote y, en el curso de su práctica budista, recorrió más de cincuenta países de la región de la India. Finalmente, llegó a dominar todas las enseñanzas esotéricas y exotéricas del Budismo. Más tarde, fue hasta la China y pasó a ser maestro del emperador Hsüan-tsung. Desde entonces, cada uno de los sacerdotes que practicaron el Shingon, tanto en la China como en el Japón, se convirtieron en sus seguidores. A pesar de que fue una noble persona, falleció de repente, atormentado por Emma, rey del infierno, y nadie sabe por qué.


Yo, Nichiren, considero que esto ocurrió porque Shan-wu-wei fue, al principio, devoto del Sutra del Loto, pero cuando leyó el Sutra Dainichi lo consideró superior a aquel. Del mismo modo, si Shariputra, Maudgalyayana y otros fueron condenados a vagar por los malos caminos, no fue a causa de haber cometido las cinco faltas cardinales o las diez faltas graves ni fue por haber cometido ninguno de los ocho actos de rebelión.[10] En cambio, tuvieron esa retribución porque conocieron a un mal amigo que ejerció su influencia y descartaron el Sutra del Loto para abrazar la fe en enseñanzas provisionales.


Según el gran maestro T'ien-t'ai, "si uno entabla amistad con alguien perverso, su vida se corromperá".[11] Aquí, "vida" se refiere al corazón que cree en el Sutra del Loto, mientras que "corromperse" significa traicionar la fe en el Sutra del Loto para seguir otras enseñanzas. El Sutra del Loto señala: "... pero cuando se les da la medicina, rehúsan tomarla".[12] El gran maestro T'ien-t'ai señaló: "Los que dejaron que su vida se corrompiera no aceptaron la excelente medicina, aun cuando se les ofrecía. Perdidos en el sufrimiento, huyeron a otros países".[13]


Como esto es así, para los creyentes en el Sutra del Loto, los que hostigan su práctica deberían ser más temibles que los bandidos, ladrones, asesinos nocturnos, tigres, lobos o leones. Más temibles, aun, que la invasión de los mongoles. Este mundo es el territorio del Demonio del Sexto Cielo. Todo el pueblo ha tenido relación con él desde el tiempo sin comienzo. Dicho demonio no sólo construyó la prisión de veinticinco reinos [14] dentro de los seis senderos y confinó allí a toda la humanidad, sino que convirtió a las esposas y a los hijos en grilletes, y a los padres y soberanos, en redes que impiden ver los cielos. Para confundir la naturaleza de Buda, que es la verdadera mente de todas las personas, les hace beber el vino de la codicia, la furia y la estupidez, y sólo los alimenta con platos ponzoñosos que los dejan postrados sobre el suelo de los tres malos caminos.


Cuando se topa con alguien que tiene espíritu de búsqueda, procede a interponerse. Si se ve impotente para sumir en el mal a un devoto del Sutra del Loto, trata de engañarlo gradualmente, tentándolo hacia el Sutra Kegon, que se asemeja al Sutra del Loto. Eso hicieron los sacerdotes Tu-shun, Chih-yen, Fa-tsang y Ch'eng-kuan.[15] Entonces, los sacerdotes Chia-hsiang y Seng-ch'üan,[16] con astucia, engañaron a los creyentes en el Sutra del Loto para que depositaran su fe en los sutras Hannya. Hsüan-chuang y Tz'u-en los condujeron al Sutra Jimmitsu, mientras que Shan-wu-wei, Chin-kang-chih,

Pu-k'ung, Kobo, Jikaku y Chisho los incitaron mediante engaños a creer en el Sutra Dainichi. Bodhidharma y Hui-k'o [17] los desviaron hacia la escuela Zen, mientras que Shan-tao y Honen los llevaron, con engaños, a creer en el Sutra Kammuryoju. En cada uno de estos casos, el Demonio del Sexto Cielo se apoderó de estos eruditos budistas para confundir a los creyentes en el Sutra del Loto, tal como predijo el capítulo "Kanji": "El diablo entra en el cuerpo".


El demonio de la oscuridad fundamental puede incluso entrar en la vida de un bodhisattva que ha llegado hasta el nivel más elevado de su práctica e impedirle lograr el beneficio supremo del Sutra del Loto: la Budeidad. Por eso, le es fácil obstaculizar a cualquiera que se encuentre en los niveles inferiores de la práctica. El Demonio del Sexto Cielo se apodera de la vida de la esposa y de los hijos de un hombre para confundirlo. También posee al soberano, para amenazar al devoto del Sutra del Loto, o hace que los padres se opongan a la fe de sus hijos creyentes.


El príncipe Siddhartha quiso renunciar a su título, pero su hijo, Rahula, ya había sido concebido. Su padre, el rey Shuddhodana, le advirtió que aguardara a que el niño naciese, antes de partir para iniciar su vida como monje. Sin embargo, un demonio retrasó el nacimiento del niño durante seis años.


En el distante pasado, Shariputra comenzó a practicar austeridades de bodhisattva durante el Último Día del buda Sendara. Ya había practicado durante sesenta eones, cuando el Demonio del Sexto Cielo se preocupó: si mantenía su práctica durante cuarenta eones más, Shariputra concluiría su práctica de bodhisattva. El diablo se disfrazó de brahmán e imploró a Shariputra que le diese uno de sus ojos. Shariputra se lo dio, pero, desde ese momento, perdió la voluntad de practicar y se rindió. Por ello, tuvo que permanecer en el infierno del sufrimiento incesante durante incontables eones. El sacerdote Kugan y otros tres monjes más engañaron a sesenta y ocho millones de creyentes, durante el Ultimo Día del buda Daishogon, para que denunciaran al sacerdote Fuji.[18] Y, como resultado, cayeron en el mismo infierno durante tantos eones como partículas de polvo hay sobre la tierra. Los hombres y mujeres del Último Día del buda Shishionno siguieron al sacerdote Shoi,[19] quien observó los preceptos, pero se mofaron de Kikon y, también, tuvieron que permanecer en el infierno durante interminables eones.


Lo mismo ocurre con los discípulos de Nichiren. El Sutra del Loto señala: "Si los celos y el odio abundan aun durante la vida del Buda, ¿cuánto peor será [lo que ocurra] en el mundo después de su muerte?".[20] También dice: "La gente mostrará suma hostilidad [al Buda], y creer será algo extremadamente difícil".[21] El Sutra del Nirvana explica: "No tendrá que caer en el infierno, gracias a que sufrirá muerte repentina, torturas, calumnias, humillaciones, azotes con látigos y con correas, prisión, hambre, adversidad u otras penurias relativamente menores". El Sutra Hatsunaion señala: "Seréis pobremente vestidos y alimentados, buscaréis riquezas en vano, naceréis en una familia pobre o herética, o seréis perseguidos por vuestro soberano. Uno puede disminuir su sufrimiento y su retribución en esta existencia gracias a los beneficios que se obtienen al proteger la Ley".


Esto significa que nosotros, los que ahora creemos en la Ley verdadera, alguna vez en el pasado hemos cometido la grave causa de perseguir a su devoto y, por lo tanto, tendríamos que estar sujetos a caer en un terrible infierno, en el futuro. Sin embargo, los beneficios que se obtienen al practicar la Ley verdadera son tan inmensos, que podemos transformar nuestro  karma de terribles sufrimientos futuros, si enfrentamos penurias relativamente menores en esta existencia. Como describe el sutra, los actos contra la Ley que uno cometió en el pasado pueden hacer que nazca en una familia pobre o herética, o que sea perseguido por el soberano. "Familia herética" es la que actúa contra la Ley verdadera, y "ser perseguido por el soberano" se refiere a vivir bajo el régimen de un monarca perverso. Estos son los dos sufrimientos que hoy les toca enfrentar a ustedes. Para expiar sus acciones contra la Ley cometidas en el pasado, deben hacer frente a la oposición de sus padres, que albergan puntos de vista heréticos, y vivir en una época cuyo soberano persigue al devoto del Sutra del Loto. El sutra lo esclarece de un modo inequívoco. Alejen de sí mismos todo pensamiento contrario. Si dudan de que cometieron actos contra la Ley en el pasado, no podrán resistir los sufrimientos menores que tendrán que pasar en esta vida. En tal caso, quizá cedan ante la oposición de su padre y abandonen el Sutra del Loto, aunque no quieran hacerlo. Recuerden que, si esto sucede, caerán en el infierno del sufrimiento incesante con toda certeza e, incluso, arrastrarán a él a sus padres, con lo cual todos padecerán un dolor indescriptible. Tener un firme espíritu de búsqueda, justamente, significa mantener una práctica correcta, basada en esta grandiosa visión.


Cada uno de ustedes ha mantenido su fe en el Sutra del Loto; por eso, pueden librarse de las pesadas causas negativas cometidas en el pasado. Por ejemplo, cuando el hierro es forjado al rojo, las impurezas del metal afloran a la superficie. Cuando una roca es expuesta a las llamas, se reduce a cenizas, pero, bajo el fuego, el oro alcanza su punto de pureza. Esta persecución, más que nada, demostrará que la fe de ustedes es genuina, y, sin falta, las Diez Deidades del Sutra del Loto (jurasetsu) los protegerán. El demonio que se presentó ante Sessen Doji para someterlo a prueba fue, en realidad, Taishaku. La paloma que salvó el rey Shibi fue Bishamon. Incluso es posible que las Diez Deidades hayan poseído a sus padres para poner a prueba la fe de ustedes. Cualquier debilidad será causa de arrepentimientos. El carro que vuelca en el camino es una advertencia para los que vienen detrás.


En una época como ésta, lo único que puede hacerse es buscar el camino verdadero con todas las ansias. Uno puede aborrecer de este mundo, pero no escapar de él. Todos los japoneses, sin falta, tendrán que vérselas con una terrible calamidad en el futuro cercano. La asonada [22] que estalló el undécimo día del segundo mes, en el noveno año de Bun'ei (1272), fue como una lluvia de flores que vuelan con la tormenta o como rollos de seda que arden en un infierno. ¿Hay alguien que pueda no abominar de un mundo como el nuestro?


En el décimo mes del undécimo año de Bun'ei (1274), el pueblo de las islas de Iki y de Tsushima fue aniquilado de un golpe. ¿Cómo podemos decir que no es asunto de nuestra incumbencia? ¡Qué congoja habrán sentido los soldados que partieron para enfrentar al invasor! Tuvieron que alejarse de sus padres ancianos, de sus hijos pequeños, de sus jóvenes esposas y de sus hogares añorados, para ir al frente a defender un mar extraño y amenazador. Veían nubes sobre el horizonte e imaginaban que eran los estandartes del enemigo. Veían barcos pesqueros y, paralizados de miedo, creían que eran los navíos de guerra de los mongoles. Una o dos veces al día, escalaban las colinas para otear el mar. Tres o cuatro veces durante la noche, ensillaban y desensillaban los caballos. Sentían, en su propia vida, la tenebrosa realidad de shura.[23] Todo esto, y las persecuciones que también ustedes sufrieron, debe atribuirse, en definitiva, al hecho de que el soberano de este país se ha convertido en enemigo del Sutra del Loto. Su oposición fue instigada por los sacerdotes calumniadores que siguen los preceptos del Ritsu, el Hinayana, el Nembutsu o las doctrinas del Shingon. Deben soportar esta prueba y lograr los beneficios del Sutra del Loto. Yo, Nichiren, también llamaré a las deidades budistas a viva voz. Ahora, más que nunca, no deben sentir ni demostrar el mínimo temor.


Las mujeres poseen determinación débil; probablemente sus esposas ya se hayan rendido. Pero ustedes tienen que apretar los dientes y no dejar que su determinación se debilite. Sean tan resueltos como yo, Nichiren, cuando enfrenté a Hei no Saemon. 

A pesar de que no transitaban el camino de la iluminación, los hijos de los señores feudales de Wada y de Wakasa,[24] así como los guerreros que siguieron a Masakado [25] y a Sadato,[26] lucharon hasta morir, con tal de preservar su honor. La muerte nos llega a todos, aunque no suceda ninguna calamidad. Por lo tanto, nunca deben ser cobardes ni ponerse en ridículo.


Estoy sumamente preocupado por ustedes dos. Por eso, relataré una historia que les será importante conocer. Se trata de dos príncipes llamados Po-i y Shu-ch'i, hijos del rey de Hu-chu, en la China. El padre había concedido la corona al hermano menor, Shu-ch'i. Sin embargo, muerto el rey, Shu-ch'i rehusó ascender al trono. Po-i lo instó a que aceptara, pero Shu-ch'i insistió en que la corona debía ser para Po-i, el hermano mayor. Po-i insistió, preguntando cómo podía ser que Shu-ch'i contrariase la voluntad de su padre. Aunque el menor aceptaba que el Rey lo había designado a él como sucesor, sin lugar a dudas, seguía negándose a aceptar el trono, con el argumento de que no podía dejar a un lado a su hermano mayor. Ambos abandonaron el reino de sus padres y viajaron a otro, donde ingresaron en el servicio del rey Wen, de la dinastía Chou. Al poco tiempo, este reino fue atacado y el rey Wen murió a manos del rey Chou, de la dinastía Yin. Antes de que transcurrieran cien días desde la muerte de su padre, el hijo de Wen, el rey Wu, se preparó para librar batalla contra el rey Chou. Pero Po-i y Shu-ch'i, tirando de las riendas de su caballo, trataron de disuadirlo. "Debes guardar duelo durante tres años, a partir de la muerte de tu padre. Si ahora inicias una guerra, deshonrarás su nombre". El rey Wu se enfureció al escuchar esto y se dispuso a matarlos a ambos, cuando se lo impidió T'ai-kung Wang, ministro de su padre fallecido.

Los dos sintieron tal desencanto, que no quisieron tener nada más que ver con este rey. Por eso, partieron al monte Shou-yang a recluirse, y allí subsistieron a fuerza de comer helechos. Un día, una persona llamada Ma-tzu pasó por el lugar y les preguntó: "¿Por qué os habéis recluido en un sitio así?". Ellos le contaron la historia, y Ma-tzu respondió: "Pero, si eso es verdad, ¿no pensaron que estos helechos también pertenecen al Rey?". Al oír este reproche, de inmediato dejaron de comer las plantas.

No es propio del cielo abandonar a los hombres sabios. Por tal razón, en ese momento apareció una deidad celestial, con la forma de una cierva blanca, y les ofreció beber su leche. Cuando el animal se marchó, Shu-ch'i dijo: "¡Si la leche de la cierva blanca es tan dulce, su carne debe saber todavía mejor!" Po-i trató de hacerlo callar, pero el cielo ya había oído sus palabras y los abandonó de inmediato. Y, por eso, con el tiempo se murieron de hambre. Aunque una persona actúe sabiamente durante toda la vida, una sola palabra imprudente puede ocasionarle la ruina. Como ignoro qué pensamientos pueden poblar su corazón, me preocupo seriamente por ustedes.


Cuando el buda Shakyamuni era príncipe, su padre, el rey Shuddhodana, no pudo tolerar la pérdida de su único heredero y, por lo tanto, no le permitió renunciar a su estirpe real. El Rey mantuvo dos mil soldados apostados en los cuatro portales de la ciudad para impedirle que se marchara. No obstante, el príncipe finalmente se fue del palacio, contra la voluntad de su padre. En general, el deber de un hijo es obedecer a sus progenitores, pero, en el camino hacia la Budeidad, no seguirlos puede, a la larga, ser la forma de retribuirles de verdad lo que ellos han hecho por uno. El Sutra Shinjikan explica la esencia de la piedad filial del siguiente modo: "Al renunciar a las obligaciones e ingresar en el nirvana, uno puede saldar completamente sus deudas de gratitud". Es decir que, para entrar en el camino verdadero, uno deja su hogar, contra la voluntad de sus padres, y alcanza la Budeidad. Así, puede retribuir de verdad los favores recibidos de ellos.


Del mismo modo, en los asuntos mundanos, si los padres de uno instigan a la rebelión, no es propicio seguirlos. Esto se menciona en la escritura confuciana Clásico sobre la piedad filial. Cuando el gran maestro T'ien-t'ai comenzó a meditar sobre el Sutra del Loto, las apariciones de sus padres fallecidos se le posaron sobre las rodillas y trataron de impedir su práctica del Budismo. Esto fue obra del Demonio del Sexto Cielo, que adoptó la forma de su padre y de su madre para oponerse a él.


Acabo de citar la historia de Po-i y de Shu-ch'i. Hay una lección más que tendrían que aprender de la Historia. El emperador Ojin, quien ahora es el bodhisattva Hachiman, fue el decimosexto gobernante del Japón. El emperador Ojin tuvo dos hijos: el primero fue el príncipe Nintoku, y el segundo, el príncipe Uji. El emperador transfirió la corona a Uji, el hermano menor. Cuando el padre falleció, Uji pidió a su hermano mayor que ocupara el trono, pero éste le reprochó la actitud, con estas palabras: "¿Cómo te niegas a cumplir con la voluntad de nuestro padre?".


Discutieron una y otra vez, y por tres años nadie se hizo cargo del trono. A raíz de esto, el pueblo padecía un dolor indescriptible. Era como una maldición que se cernía sobre el país, hasta que, un día, el príncipe Uji pensó: "Mientras yo viva, mi hermano no ocupará el trono". Entonces, se suicidó. Frente a esto, el príncipe Nintoku se vio desgarrado por el pesar, y su vida se sumió en la angustia. Al ver esto, el príncipe Uji regresó a la vida, para dar aliento a su hermano, y luego volvió a morir. Se dice que, cuando por fin Nintoku se hizo cargo del trono, el pueblo retornó a la paz y recibió ochenta barcos cargados de tributos, de los tres reinos coreanos de Silla, Paekche y Koguryo.


En otros casos, la relación entre los hijos de sabios reyes no fue tan armoniosa. ¿Qué vínculos les han permitido a ustedes, hermanos, continuar en tan buenos términos? ¿Serán la manifestación de los príncipes Jozo y Jogen, o de los bodhisattvas Yakuo y Yakujo?[27] Cuando su padre desheredó a Munenaka, supuse que Munenaga se negaría a ponerse del lado de su hermano, con lo cual sería mucho más difícil reconciliar al padre con Munenaka. No obstante, si lo que me dijo Tsuruo es cierto, los dos han tomado la decisión de resolver esto juntos. No encuentro palabras para manifestar mi alegría ante esta noticia sorprendente, como ya les dije en mi carta anterior. ¿Podría haber una historia más maravillosa que la de ustedes?


El Registro de las regiones occidentales habla de un ermitaño que vivió en el Parque de los Ciervos, en Benares, India, con la esperanza de adquirir poderes ocultos. Aprendió a convertir piedras en joyas y a cambiar la forma de los hombres y de los animales, pero no conseguía montar sobre las nubes ni viajar al Palacio de los Inmortales. Para lograr estos objetivos, tomó por discípulo a un hombre de gran integridad. Le dio una larga espada, lo hizo ponerse de pie en una esquina de la plataforma de meditación y le dijo que retuviera el aliento sin pronunciar una sola palabra. Si el discípulo conseguía mantener silencio durante toda la noche, hasta el amanecer, el ermitaño podría adquirir esos poderes ocultos. Decidido, se sentó en el centro de la plataforma, con otra larga espada en la mano, a cantar sus invocaciones. Pero primero, hizo que el aprendiz pronunciara un juramento: "Aunque te cueste la vida, no dirás nada". El hombre respondió: "Aunque muera, ni una palabra saldrá de estos labios".


De este modo pasó la noche hasta que, cuando el sol iba a asomar, el aprendiz gritó, de pronto, y el ermitaño fracasó en su intento de inmediato. Recriminó al discípulo su conducta, a voz en cuello: "¿Cómo pudiste quebrar tu juramento? ¡Es deplorable!". El discípulo, profundamente arrepentido, contó: "Me dormí un rato y, en mi sueño, mi anterior maestro se me apareció para amonestarme. Sin embargo, lo resistí sin decir palabra, pues la deuda de gratitud que tengo con usted es mucho mayor. Mi anterior maestro se enfureció y amenazó con decapitarme, pero así y todo no dije nada. Finalmente me decapitó, y cuando vi mi propio cadáver en el viaje de la muerte, sentí una aflicción indescriptible. Y, sin embargo, no hablé. Más tarde, renací en una familia de brahmanes, al sur de la India. El dolor que sentí al entrar en el útero y al salir de él fue intolerable, pero contuve el aliento y no lloré. Crecí y, cuando fui joven, contraje matrimonio. Mis padres murieron, nació mi hijo. Sentí dolor y alegría, pero no dije una sola palabra. Así viví, hasta llegar a los sesenta y cinco años. Entonces, mi esposa me dijo: 'Si sigues negándote a hablar, mataré a tu amado hijo'. Pasó por mi mente la idea de que estaba en los últimos años de mi vida y que, si mi hijo moría, no podría concebir otro. Sentí que debía gritar y, de pronto..., desperté".


El ermitaño dijo: "No hemos sido lo bastante fuertes. Tú y yo nos dejamos engañar por un demonio. Nuestra tarea ha concluido en el fracaso". El discípulo se lamentó: "Fui tan débil, que mi maestro no pudo adquirir los poderes ocultos". Pero el ermitaño repuso: "La culpa ha sido mía, pues no te advertí lo suficiente antes de comenzar". Sin embargo, según cuenta la historia, el discípulo sintió tal aflicción por no poder retribuir los favores al maestro, que su dolor lo hizo morir miserablemente.


En China, los poderes ocultos fueron consecuencia del Confucianismo, y en la India se los encuentra en las enseñanzas de los brahmanes. Por eso, ni siquiera se aproximan a las primitivas doctrinas Agón del Budismo Hinayana ni, por supuesto, a las enseñanzas de tsugyo, bekkyo o engyo. Entonces, ¿Cómo podrían compararse con el Sutra del Loto?


Los cuatro demonios [28] se oponen ferozmente incluso al logro de cosas tan superficiales. Así, pues, cuánto mayores son las tribulaciones que deberán enfrentar los discípulos del devoto del Sutra del Loto, pues éste es el primero en abrazar y el primero en propagar Nam-myoho-renge-kyo, el principio supremo del Sutra del Loto, en el Japón. Es algo imposible de imaginar o de describir con palabras.


El Maka Shikan es la obra suprema del gran maestro T'ien-t'ai y contiene la esencia de todos los sutras budistas. Durante los quinientos años posteriores a la introducción del Budismo en la China, aparecieron siete grandes maestros al norte del río Yangtzé y tres, al sur. Su sabiduría era brillante como el Sol y la Luna, y su virtud descollaba a lo ancho y a lo largo; sin embargo, tenían una gran confusión con respecto a cuales sutras eran profundos y cuales, superficiales; cuales, inferiores o superiores, o en qué orden habían sido enseñados. El gran maestro T'ien-t'ai no sólo esclareció las enseñanzas del Budismo, sino que, también, extrajo del repositorio de Myoho-renge-kyo la joya que concede los deseos, llamada ichinen sanzen, y la concedió a los pueblos de los tres países.[29] Esta enseñanza se originó en la China. Ni siquiera los grandes eruditos de la India pudieron formular un concepto así. Por eso, el gran maestro Changan escribió: "Nunca antes hemos oído una enseñanza tan lúcida como el Maka Shikan" [30] y "Ni los grandes maestros de la India se podían comparar con él".[31] La doctrina de ichinen sanzen revelada en el quinto volumen del Maka Shikan es particularmente profunda. Si ustedes la propagan, los demonios surgirán sin falta. Si no fuera por ellos, no habría forma de saber que ésta es la verdadera enseñanza. Un pasaje del mismo volumen señala: "A medida que la práctica avanza y crece la comprensión, surgen los tres obstáculos y los cuatro demonios, y compiten entre sí para interponerse. [...] No deben permitir que los atemoricen ni que influyan en ustedes. Si caen bajo su influencia, se verán conducidos a los malos caminos. Si se dejan atemorizar por ellos, no podrán practicar el Budismo verdadero". Esta cita no sólo se aplica a mí, Nichiren, sino que constituye una guía para mis discípulos. Con el mayor respeto, incorporen esta enseñanza en su vida y transmítanla como axioma de fe para las generaciones futuras.

Los tres obstáculos a los que se refiere esta cita son bonno-sho, go-sho y ho-sho. Bonno-sho son los obstáculos a la práctica que se originan en la furia, la codicia y la estupidez; go-sho son los obstáculos que presentan la esposa o los hijos, y ho-sho son los impedimentos provocados por el soberano o los padres. De los cuatro demonios, la función del Demonio del Sexto Cielo es de esta última índole. 

En el Japón de hoy, ¿hay alguien que realmente se haya enfrentado a los tres obstáculos y a los cuatro demonios?


Sin embargo, muchos dicen dominar el Maka Shikan. La cita "...si caen bajo su influencia, se verán conducidos a los malos caminos" no sólo hace referencia a los tres estados inferiores, sino también a los de Tranquilidad y de Éxtasis y, en general, a los nueve estados. Por lo tanto, todos los Sutras, salvo el del Loto .inclusive los Sutras Kegon, Agón, Hodo y Hannya.[32] así como los del Nirvana y Dainichi conducirán a las personas hacia los malos caminos. También, con excepción de la escuela Tendai, los adeptos de las otras siete escuelas budistas principales [33] son, en realidad, agentes del infierno que conducen a los demás hacia los caminos del mal. Hasta en la escuela Tendai hay quienes profesan la fe en el Sutra del Loto pero, en verdad, desvían a otros hacia las enseñanzas anteriores a este sutra. También ellos son emisarios del Infierno, que hacen caer a la gente en los malos senderos.


Ustedes dos, hermanos, son como el ermitaño y su discípulo. Si alguno de los dos se da por vencido en mitad del camino, ninguno podrá alcanzar la Budeidad. Son como las dos alas de un pájaro o los dos ojos de un hombre. Y sus esposas son su sostén. Las mujeres apoyan a los demás y, de ese modo, consiguen que les den apoyo. Cuando un marido es feliz, su esposa se siente colmada. Cuando un hombre es ladrón, su esposa también termina por serlo. Esto no sólo es un hecho limitado a esta existencia. El marido y la mujer tienen una relación tan íntima como el cuerpo y la sombra, como la flor y el fruto, como la raíz y las hojas, en cada existencia de la vida. Los insectos se alimentan de los árboles en que viven, y los peces beben el agua en que nadan. Si la hierba se marchita, las orquídeas se lamentan; si los pinos crecen frondosos, los robles se regocijan. Hasta los árboles y la hierba mantienen una relación tan estrecha. El hiyoku es un ave de un cuerpo y dos cabezas. Ambos picos alimentan un mismo cuerpo.


Los hiboku son peces que poseen un solo ojo. Por eso el macho y la hembra deben permanecer juntos durante toda la vida. El marido y la mujer tendrían que ser así. Ustedes dos, esposas, no deberían lamentarse, aun si sus esposos las hostigaran a causa de su fe en esta enseñanza. Si ambas se unen para alentar la fe de ellos, seguirán el camino de la hija del Rey Dragón y serán un ejemplo de mujeres que alcancen la iluminación en el corrupto Ultimo Día de la Ley. Mientras puedan comportarse de este modo, pase lo que pase, yo, Nichiren, diré a los dos venerables, a las dos deidades celestiales, a las Diez Deidades y a los budas Shakyamuni y Taho que les permitan nacer como budas en cada una de sus futuras existencias. El Sutra Rokuharamitsu señala que uno debería ser amo de su mente, en lugar de dejar que su mente lo dominara.


Sea cual fuere el problema que surja, consideren que es pasajero como un sueño y sólo piensen en el Sutra del Loto. La enseñanza de Nichiren fue particularmente difícil de creer, al principio, pero ahora que mis profecías se han cumplido, los que me calumniaron sin razón han llegado a arrepentirse. Si otros hombres y mujeres se convierten en mis discípulos en el futuro, nunca ocuparán el lugar que ustedes poseen en mi corazón. Entre todos los que abrazaron la fe desde un principio, muchos la abandonaron luego, por miedo al repudio de la sociedad. Entre ellos, algunos se me opusieron con más ferocidad que los que habían actuado contra la Ley desde un primer momento. Durante la vida de Shakyamuni, el sacerdote Sunakshatra al principio creyó en el Buda, pero luego, tras abandonar la fe, calumnió con tal insidia, que ni siquiera el Buda pudo salvarlo del infierno del sufrimiento incesante. Esta carta ha sido escrita especialmente para Munenaga. También deberá ser leída a su esposa y a la de Munenaka.

Nam-myoho-renge-kyo. Nam-myoho-renge-kyo.

Nichiren. De mi puño y letra.

En el decimosexto día del cuarto mes, en el duodécimo año de Bun'ei (1275).


CITAS:

[1] Ochenta mil enseñanzas: Todas las enseñanzas de Shakyamuni. No es una cifra exacta, sino que se utiliza este número para indicar totalidad.

[2] Doce clases de sutras: Método de clasificación de las enseñanzas de Shakyamuni, según el contenido y el estilo de la exposición. Indica la totalidad de los sutras.

[3] La era Yung-p'ing comenzó en el año 58. La dinastía T'ang concluyó en 907.

[4] Se trata de los sutras traducidos inicialmente al chino por Kumarajiva (344-409) y Paramartha (499-569), que hacían hincapié en la transmisión del verdadero significado.

[5] Realizadas por Hsüan-chuang (602-664), quien puso mayor énfasis en la traducción literal.

[6] En el volumen 6 de su Hokke Gengi, T'ien-t'ai explica las ciento treinta y seis clases de infiernos: ocho infiernos principales, cada uno de los cuales posee dieciséis infiernos subsidiarios. El último y más atroz de todos es el infierno del sufrimiento incesante. El sufrimiento de uno difiere según la naturaleza y el grado de sus malas causas.

[7] Diez faltas graves: Actos expuestos en el Kusha Ron, que abarcan los tres males físicos (matar, robar y cometer adulterio), los cuatro males verbales (mentir, adular, calumniar y hablar en forma hipócrita) y los tres males mentales (codicia, furia y estupidez).

[8] Tz'u-en (632-682): Sacerdote de la dinastía T'ang y sucesor directo de Hsüan-chuang, fundador de la secta Fa-hsiang (Hosso).

[9] Hokke Shuku.

[10] Ocho actos de rebelión: Crímenes enumerados en el estatuto Taiho, que entró en vigencia en el siglo VIII en el Japón. 1) Perpetrar atentados contra la vida del Emperador, 2) conspirar para destruir las tumbas o los palacios imperiales, 3) cometer traición, 4) asesinar a un antecesor, tal como los abuelos, los padres o los hermanos mayores, 5) asesinar a otros parientes o al cónyuge, 6) incurrir en falta de respeto al Emperador o a los santuarios imperiales, 7) cometer actos contrarios al deber filial con respecto a los abuelos y 8) asesinar al maestro, al mentor o a un superior.

[11] Hokke Gengi, vol. 6.

[12] Sutra del Loto, cap. 16.

[13] Hokke Gengi, vol. 6.

[14] Prisión de veinticinco reinos: Divisiones del triple mundo del deseo, la materia y el espíritu. Otro modo de considerar los estados de vida de los seis mundos inferiores.

[15] Tu-shun (557-640), Chih-yen (602-668), Fa-tsang (643-712) y Ch'eng-kuan (738-839): Respectivamente, el fundador y los sucesivos sacerdotes principales de la escuela Hua-yen (Kegon) en la China.

[16] Chia-hsiang (549-623) y Seng-ch'üan: Chia-hsiang estableció la base de la escuela San-lun (Sanron) en la China, durante el siglo VI, pero luego se hizo seguidor de T'ien-t'ai. Seng-ch'üang fue un sacerdote de la escuela San-lun cuyas enseñanzas fueron transmitidas a Fa-lang y, de éste, a Chia-hsiang.

[17] Bodhidharma y Hui-k'o (487-593): Bodhidharma (en chino, Ta-mo) introdujo la práctica del Ch'an (Zen) en la China y fundó allí la escuela homónima. Hui-k'o fue su sucesor.

[18] Fuji: Según el Sutra Butsuzo, vivió en el remoto pasado, tras la muerte del buda Daishogon. Los seguidores de Daishogon se habían dispersado en cinco escuelas. Sólo el sacerdote Fuji mantuvo correctamente sus enseñanzas.

[19] Shoi: Vivió en el Último Día de un buda llamado Shishionno. Se dice que cayó vivo en el estado de Infierno por calumniar al bodhisattva Kikon, quien propagaba el Budismo.

[20] Sutra del Loto, cap. 10.

[21] Ib., cap. 14.

[22] Se refiere al incidente en el cual el regente Hojo Tokimune despachó tropas a Kyoto e hizo matar a su medio hermano Tokisuke, ante la sospecha de conspiración.

[23] Shura: Ira, confrontación, uno de los Diez Estados de la vida.

[24] Wada (1147-1213) y Wakasa (fall. 1247): Wada Yoshimori fue un oficial militar del régimen de Kamakura que se vio tentado a luchar contra el clan Hojo y fue muerto en la batalla, junto con toda su familia. El señor feudal Wakasa, también conocido como Miura Yasumura, fue otro oficial derrotado por la familia Hojo. Él y más de quinientos miembros de su clan se suicidaron.

[25] Masakado (fall. 940): Distinguido guerrero del clan Taira que ejerció el poder en la región oriental del Japón. En 939, se rebeló contra la corte imperial y se proclamó nuevo emperador. Sin embargo, su primo, Taira no Sadamori, aplastó sus fuerzas y lo asesinó.

[26] Sadato (1019-1062): Abe no Sadato, cabeza de una poderosa familia en la región este del Japón. Buscó establecer la independencia del régimen imperial, pero fue derrotado y murió combatiendo contra la armada imperial.

[27] Yakuo y Yakujo: Hermanos que curaban a las personas de sus males físicos y espirituales. Según el capítulo 27° del Sutra del Loto, son las corporificaciones de Jozo y de Jogen.

[28] Cuatro demonios: Ver, en el Glosario, el nombre "Tres obstáculos".

[29] Tres países: La India, la China y el Japón.

[30] Introducción del Maka Shikan, vol. 10.

[31] Hokke Gengi, vol. 2.

[32] Kegon, Agón, Hodo y Hannya: Sutras que señalan los primeros cuatro de los cinco períodos.

[33] Siete escuelas budistas principales: Se trata de las tres escuelas del Hinayana —Kusha, Jojitsu y Ritsu— y de las cuatro escuelas del Mahayana —Hosso, Sanron, Kegon y Shingon.


ANTECEDENTES

Nichiren Daishonin escribió “Carta a los hermanos” en Minobu el 16 de abril de 1275, aproximadamente un año después de su retorno de la Isla de Sado.


Los dos hermanos Ikegami, Munenaka y Munenaga, se convirtieron al Budismo verdadero en la misma época que Shijo Kingo. El mayor, Munenaka, fue el primero en hacerlo, probablemente en 1256, y su hermano menor no tardó en seguirlo. Ambos eran oficiales del "sogunato" de Kamakura, y su padre, Yasumitsu, ocupaba un importante puesto dentro del sector de construcciones del gobierno.


Fue inevitable que ambos hijos tuvieran obstáculos, dado que su padre era un celoso seguidor de Ryokan, sacerdote principal de la escuela Ritsu y hombre muy activo en los asuntos políticos. En abril de 1275, Yasumitsu desheredó a su hijo mayor. Pero, por muy ofensiva que le hubiera parecido la fe de Munenaka, seguramente hubo otras provocaciones para que tomase una medida semejante. Desheredar a un hijo no era un asunto de poca importancia. El hijo mayor tenía el derecho a la sucesión, no sólo en cuanto a los bienes materiales, sino también en cuanto al prestigio social. Esta tradición poseía un profundo arraigo en la sociedad japonesa. El individuo prácticamente no existía fuera de su contexto familiar, y siglos de rivalidades en el seno de las familias, de enemistades y hasta de homicidios daban testimonio de la importancia que tenía asegurarse el primer lugar en el linaje, para tener derecho a la herencia. Las personas desheredadas debían hacer frente a una serie de sanciones sociales y económicas muy severas, que nos sería muy difícil siquiera imaginar en la sociedad relativamente liberal de hoy.


El Daishonin sospechaba que, en todo esto, estaba la mano de Ryokan. En efecto, al desheredar a Munenaka, el padre pensaba que, seguramente, crearía rivalidad entre ambos hijos y que, así, podría tentar al menor, más débil, a cambiar sus creencias por los territorios de su padre. A esta altura, Ryokan ya había abandonado toda esperanza de atacar a Nichiren Daishonin; sin embargo, le resultaba bastante sencillo presionar a sus seguidores. Hay pruebas de que Ryokan persuadió a Yasumitsu de que tomara medidas contra su hijo.


"Carta a los hermanos" menciona tres modos en que los creyentes deben tomar los obstáculos, desde el punto de vista del Budismo:

1) la fe firme nos da la oportunidad de expiar el karma negativo del pasado.

2) las deidades budistas están sometiendo a prueba la fe.

3) la función del Demonio del Sexto Cielo se ha apoderado de los padres o de los demás para obstruir la práctica.


El Daishonin alienta a los hermanos cuando dice que Munenaka fue desheredado a causa de su firme fe en el Budismo verdadero y que, al superar dicho obstáculo, ambos podrán transformar su karma y lograr una felicidad indestructible. Concluye que, de no ser por los obstáculos, no habría modo de saber que esta religión tiene una inmensa fuerza.


El padre de Munenaka lo perdonó, pero volvió a desheredarlo en 1277. Sin embargo, los hermanos continuaron con su práctica, tal como los había orientado el Daishonin y, en 1278, tras veintidós años de mantener la fe, convirtieron a su padre al Budismo verdadero.


HILO CONDUCTOR DE TODA LA CARTA

* Supremacía del Sutra del Loto. Nichiren Daishonin lo plantea  porque en ese momento la enseñanza está a prueba y se está poniendo en duda su poder de hacerlos felices.

* Vínculo eterno con la enseñanza. Les dice que este vínculo con la enseñanza suprema no es desde este momento sino desde el pasado remoto pues nuestra vida ha pasado por innumerables ciclos de nacer y morir en los cuales hemos estado con la Ley y decidimos seguirla.

* Cuando se rompe el vínculo o se abandona la enseñanza. Si deciden dejar de practicar en este momento estarán decidiendo que sus vidas caigan en el incesante sufrimiento por no tener ya el único medio  que les permite ser felices.

* Causa que nos lleva a romper con el vínculo con la enseñanza. La oscuridad innata de la vida es la causa original de todas las acciones que surgen en nuestra vida para alejarnos de la Ley (Calumnias) y de los fenómenos externos o funciones que nos separan o quieren separarnos de la  suprema enseñanza.

* Beneficio que surge por mantener y fortalecer el vínculo con la enseñanza. Disminuir la Retribución Kármica: cambiar nuestro karma de sufrir terriblemente en el futuro por confrontar sufrimientos relativamente menores en esta existencia.

* Importancia de Mantener la fe. Debemos resistir y ver por nosotros mismos la valiosa prueba real del Estado de Buda, quienes creen  en esta enseñanza están como en el invierno  que nunca falla en convertirse en primavera.

* Los obstáculos. Surgen como una función de la oscuridad fundamental innata de la vida para mantenernos en la ignorancia sobre nuestra naturaleza de Buda.

* Unión Familiar. La fortaleza y la unión en la fe les permitirá luchar con mayor fuerza y contundencia contra los terribles obstáculos que surgen y así  construir la prosperidad eterna de la familia.

* Ser maestro de su mente. 


Nichiren Daishonin escribió esta carta para que los hermanos Ikegami no abandonara su fe. Pero ¿por qué los hermanos de más de veinte años de práctica tenían que enfrentar un obstáculo así de duro, cuando uno esperaría que ellos deberían haber estado disfrutando de los beneficios de una fe profunda?


En esta carta Nichiren ofrece tres razones:

* Una persona enfrenta sufrimientos como prueba del avance en su práctica y  su mayor comprensión del Budismo. Por lo tanto, los Tres obstáculos y cuatro demonios (Sansho Shima)  aparecerán sin falta.  En este sentido, los obstáculos que confrontan las personas dedicadas a la práctica budista sirven para confirmar que están transitando el camino para la Iluminación.

* Una fe sincera y fuerte capacita a una persona a librarse de su mal Karma causado por las calumnias del pasado. Este es el principio de Disminución de Retribución kármica.

* Los obstáculos surge como una función de la oscuridad fundamental innata de la vida, personificada en el budismo como el “Demonio del Sexto cielo” que surge para mantenernos en la ignorancia sobre nuestra naturaleza de Buda.

* En la Primera parte  Nichiren Daishonin expone que el Sutra del loto es superior a todos los sutras, conforme al 1er. Párrafo que dice: “El Sutra del loto es la esencia de las 80.000 enseñanzas” y  nos enseñó cuáles son las acciones ( 14 calumnias) que nos apartarían de la fe y  cuán terrible es para nuestra vida apartarse de ella, por ser Nam Miojo Rengue Kio y el Gojonzon lo único que nos permitirá manifestar el Estado de Buda y por consiguiente tener la sabiduría, el coraje, la misericordia y la convicción para enfrentar y superar cualquier dificultad.


En la II parte Nichiren le explica a los hermanos Ikegami, que la oscuridad innata de sus vida, llamada el Demonio del Sexto Cielo, en ese momento se estaba manifestando en la actitud de rechazo  y oposición de su padre hacia la práctica de ellos, por lo tanto, no debían atacar o culpar a su padre sino luchar contra el mal que está en la vida de ellos y de esta manera vencerían.  Además, que por tener una fe firme por más de 20 años los efectos de su mal karma  se estaban manifestando de manera disminuida, por lo tanto debían mantener su fe firme hasta el final para transformar definitivamente su Karma negativo.


Ahora bien en esta tercera parte comienza con el siguiente párrafo:

…Si Ud. propaga, los demonios surgirán sin fallar. De no ser por ellos, no habría forma de saber que ésta es la verdadera enseñanza. Un pasaje del Maka Shikan dice: “A medida que la práctica progresa y la comprensión crece, los Tres Obstáculos y los Cuatro demonios emergen compitiendo entre sí para interferir… Usted no debe dejarse influenciar ni atemorizar por ellos. Si cae bajo su influencia, será conducido a los Senderos del mal. Si se deja atemorizar por ellos, será impedido de practicar el Budismo Ortodoxo”. Esta cita no sólo se aplica a Nichiren sino que también es la guía para sus discípulos. Reverentemente, hagan suyo esta enseñanza y transmítanla como un axioma de fe para las generaciones futuras.


En este párrafo Nichiren Daishonin nuevamente les quiere hacer ver a los hermanos Ikegami que porque están enfrentando obstáculos por mantener su fe  y  propagar el Budismo Ortodoxo, es que pueden  saber que están practicando la enseñanza correcta.


Toda verdad siempre recibe oposición, como por ejemplo, Galileo Galilei, Newton quienes fueron  apresados cuando plantearon su pensamientos o convicciones entonces nosotros que estamos abrazando la Ley suprema de la vida tenemos que estar preparado para enfrentar la oposición más fuerte en esta lucha por manifestar nuestro máximo potencial: Nuestra propia oscuridad.  Como dice Nichiren en otro escrito que sus discípulos tienen que dar las dificultades o los malos tiempos por sentado y esta es la guía para sus discípulos y es un axioma de fe para las generaciones futuras.


Así que, aquí Nichiren está desmontando todo aquello que pudiésemos estar pensando sobre que: Si soy budista ya no voy a tener dificultades, Debería estar bien en todos los aspectos de mi vida, etc. Desde que comencemos a practicar debemos dar por sentado que los obstáculos surgirán porque es la única forma de saber que esta es la enseñanza correcta, estamos avanzando y se están manifestando porque estamos en la capacidad de superarlos. Ningún obstáculo es más grande y poderoso que la fe de la persona  a quien se le manifiesta. Por lo tanto los discípulos de Nichiren no debemos temerle a ningún obstáculo o demonio.


Nichiren  continúa diciendo en este párrafo: A medida que la práctica progresa y la comprensión crece, los Tres Obstáculos y los Cuatro demonios emergen compitiendo entre sí para interferir.


¿Que son los Tres Obstáculos y Cuatro demonios?

La naturaleza humana nos exige luchar por la felicidad de los demás así como por nuestra auto perfección. Los demonios pueden definirse como las fuerzas o influencias negativas que coartan la benevolencia inherente en el hombre. En general, la amplia variedad de factores  que impiden  el desarrollo del carácter humano, pueden ser clasificados en dos categorías: los que surgen en la vida interior de cada uno son los denominados Demonios y los que surgen afuera son los llamados Obstáculos.


Los “tres obstáculos y cuatro demonios” describen una serie de potenciales influencias negativas que pueden estorbar la práctica budista e impedir la obtención de la Budeidad. Dicho de otra manera, no obstante, si bien estos obstáculos impiden a algunas personas revelar su Budeidad, para otras funciona como un impulso o estímulo. Luchando contra ellos, la gente puede hacer emerger su potencial iluminado, obteniendo así la Budeidad.


Los obstáculos son los factores externos, naturales, sociales y culturales y se refieren no solamente a los desastres naturales sino también a la tradición o a las costumbres que pueden operar en forma negativa obstruyendo nuestra práctica y nuestra lucha por la felicidad de los demás.


Nichiren dice: Los tres Obstáculos en esta cita son: Bonno-sho, Go-sho y Josho. Bonno-sho son los obstáculos para la práctica que surgen de la Avaricia (voracidad), Ira y estupidez y cosas por el estilo; Go-sho son los obstáculos interpuestos por la esposa o hijos; y Jo-sho son los impedimentos causados por el soberano o los padres.


Los “tres obstáculos” son diversas funciones que tratan de impedirnos la práctica del Budismo; surgen de los deseos mundanos, el karma y la retribución, respectivamente.


El Daishonin explica: “El obstáculo de los deseos mundanos Bonno-sho son los obstáculos a la práctica que se originan en la furia, la codicia y la estupidez”.

Ejemplo: Algunos pueden abandonar su práctica budista debido a que anteponen el logro de sus deseos inmediatos al Budismo, que conduce a la iluminación fundamental. En otras palabras, están más interesados con la ganancia a corto plazo que el desarrollo y el beneficio verdaderamente recompensante que es posible alcanzar perseverando en la práctica budista. Con esa actitud, incluso una dificultad relativamente menor puede ocasionar el abandono de la práctica.


Otros pueden renunciar a su fe debido al emocionalismo –los gustos y disgustos. Esas personas, típicamente, encuentran razones para resentirse con otro practicante, y abandonar su fe para evitar ver a esa persona  o por rencor hacia esa persona. Estos son ejemplos del “obstáculo de los deseos mundanos”.


Respecto al obstáculo del karma, Gos-sho:  el Daishonin dice que son “los obstáculos que presentan la esposa o los hijos” (Ibid.). El obstáculo del karma se refiere a nuestra tendencia kármica fundamental que nos desvía del correcto camino del Budismo. Como lo sugiere el ejemplo del Daishonin, algunos pueden abandonar su práctica simplemente por satisfacer a los miembros de su familia o personas amadas que pueden temer o resentirse con su práctica budista, con el tiempo que le invierte , o con las críticas que puede invitar de la comunidad en general.


El obstáculo de la retribución Jo-sho: se refiere a las circunstancias hostiles en las que se nace como retribución kármica por acciones en contra de la Ley Mística en existencias pasadas; se refiere especialmente a los obstáculos causados por figuras de autoridad. Si los que nacen en una sociedad o comunidad que alberga enemistad hacia el Budismo permiten que sus circunstancias anulen su práctica budista, estarán sucumbiendo al obstáculo de la retribución. A este respecto, el Daishonin dice: El obstáculo de la retribución son “los impedimentos provocados por el soberano o los padres” (Ibid.)


Los Cuatro Demonios

El demonio no es un ser sobrenatural con cuernos y una cola, en cambio es una fuerza o una naturaleza destructiva que estimula los deseos y las ilusiones, evitando así que la naturaleza de Buda se manifieste a si misma. Es la naturaleza negativa de la vida u Oscuridad Fundamental o esencial. Como ejemplo tenemos el egoísmo, la avidez de fama personal y la flojera.


Estas funciones atormentan el cuerpo y la mente de un practicante budista. La palabras sánscrita para demonio, Mara, era traducido al chino como “ladrón de vida”, “asesino” y “destructor”. Como lo indican tales traducciones, los demonios en el Budismo pueden ser considerados como metáforas para las funciones destructivas de las vidas de los practicantes budistas en particular, y de la gente en general.


Específicamente, los “cuatro demonios” se refieren a:

On-Ma, El impedimento de los deseos mundanos. Mundanos indica la función de los deseos e impulsos más bajos de la gente para debilitar su resolución para buscar el Budismo y, así, corromper sus vidas.


Bonno-Ma: Los “cinco componentes” son los cinco elementos físicos y mentales que constituyen nuestra existencia –indican la estructura física y espiritual del ser humano. Nuestro componente físico o fisiológico es llamado “forma”, y nuestras funciones mentales incluyen los componentes de “percepción”, “concepción”, “volición” y “conciencia”. El Budismo explica que esos cinco componentes se unen temporalmente y dan lugar a un ser humano individual. Podemos interpretar el impedimento de los cinco componentes como la desarmonía entre los cinco componentes que crean sufrimiento físico y mental, sofocando la pureza de la condición y oscureciendo la sabiduría innata.


Shi_ma. El impedimento de la muerte se refiere a cualquier cosa que funcione para causar la muerte de un practicante budista, y de esa manera impedir su práctica budista. Sin embargo, podemos definirlo más ampliamente para incluir temor o aprehensión sobre la posibilidad de la propia muerte, o desaliento y duda originada por la muerte de un practicante. Si tememos o nos desalentamos por la muerte y, como consecuencia, nos confundimos y retrocedemos en la fe, estamos sucumbiendo al impedimento de la muerte.



Tenshi-ma: Es el Rey Demonio quien asume varias formas o toma posesión de otros para causar duda y que abandonemos nuestra práctica. Este es el más difícil de vencer. El “rey demonio” es a veces llamado “demonio del sexto cielo” porque, se dice, vive en el más elevado de los seis cielos del mundo del deseo. En la antigua cosmología budista india, este cielo más elevado del mundo del deseo estaba asociado con el deseo de explotar a otros por placer propio. En este sentido, el “rey demonio” simboliza nuestra tendencia a ver a otros seres humanos como medios para gratificar nuestros propios deseos y ansias. Cuando la gente es deshumanizada y reducida como medios para algún fin puede resultar en grandes sufrimientos –siendo la guerra el más horrendo de los ejemplos.


Debido a que la “oscuridad fundamental” encuentra expresión en el deseo de controlar a otros por una egoísta gratificación, aquellos que están en posiciones de influencia puede ser especialmente susceptible de funcionar como el “rey demonio”.


La “oscuridad fundamental” es nuestra ignorancia o escepticismo respecto a la Budeidad dentro de nuestras vidas así en las vidas de todas las personas. Mientras ignore este supremo potencial universal, la gente tiende a la desesperación en lugar de la esperanza, a la crueldad en lugar de la misericordia, a la estupidez en lugar de la sabiduría, y a la cobardía en lugar del coraje. La gente que está saturada de su oscuridad fundamental es esencialmente insegura de sí misma, de modo que se inclina por insultar a otros e ignorar la miseria de los demás y hasta deriva satisfacción de ello. De la inseguridad proviene la arrogancia. Una gran inseguridad puede ocasionar una irreprimible urgencia por controlar a otros. Un intenso deseo de control tipifica a quienes actúan como el “rey demonio”.


Tanto la naturaleza de lo positivo como de lo negativo es inherente a la vida, inclusive de una persona iluminada; y que nuestra iluminación esencial se manifiesta en sí misma como las funciones de Boten y taishaku, etc, y nuestra oscuridad fundamental como la función del Demonio del Sexto Cielo. De acuerdo con esta perspectiva, podemos comprender que el Demonio existe dentro de nosotros a la vez que en el universo.


En la medida que los hombre no intente escapar del domino del Demonio del Sexto cielo (No reflexionan, no tratan de reaccionar en una condición de vida elevada), el Demonio  estará feliz. La fuerza negativa de la vida y del universo se fortalece más.  Pero en el momento en que alguien hace el esfuerzo, la fuerza negativa de su vida hará algo para derrotarlo. Hará que los gobernantes, padres, esposas e hijos se opongan a su huída de los dominios de este Demonio, haciéndoles beber el vino de los tres venenos: Avaricia, Ira y estupidez. Por lo tanto, es extremadamente difícil oponerse al Demonio o a la naturaleza negativa que existe dentro y mantener una fe en el Gojonzon.


Es por esto que Nichiren a continuación le dice a los Hermanos:

Actualmente ustedes, los dos hermanos son como el ermitaño y su discípulo. Si alguno de ustedes desiste a mitad de camino, ambos fallarán en lograr el estado de Buda. Son como las dos alas de un pájaro o los dos ojos de un hombre.


Aquí enfatiza la unidad de los dos hermanos al practicar el budismo Ortodoxo, porque es extremadamente difícil oponerse al demonio o naturaleza negativa que existe dentro y mantener fe en el Gojonzon estando solo, por eso es importante el apoyo de otro u otros practicantes, ya sean familiares o amigos, porque así podremos darnos ánimo mutuamente, tener otra visión de los hechos, etc, que nos permitirán revisar nuestra actitud, enfocar correctamente nuestra lucha y no olvidarnos de  no encerrarnos en nuestros problemas sino siempre apoyar a otros.


Aquí nuestra organización La Soka Gakkai Internacional es donde juega un papel fundamental en nuestras vidas. Es la organización donde siempre conseguiremos quién nos apoye o nos de unas palabras de aliento o nos recuerde cuál es nuestra misión y nos haga retomar el control de nuestras vidas. Las reuniones de diálogo, de estudio, las visitas familiares todas son los medios que nos permiten a todos a avanzar más rápidamente porque nos obligan a luchar contra nuestro egoísmo recordándonos que un verdadero practicante budista, siempre está pensando cómo lograr que cada vez más personas manifiestes su máximo potencial, el Estado de buda.


…Y sus esposas son su apoyo. Las mujeres apoyan a otros y de esa manera hacen que otros las apoyen. Cuando un marido es feliz, su esposo estará realizada. Si un esposo es un ladrón, su esposa se convertirá también en una ladrona.  Esto no es asunto de esta existencia solamente. Un hombre y su esposa están tan unidos como un cuerpo y su sombra, las flores y los frutos, o las raíces y hojas, en cada una de las existencias de la vida. Los insectos se comen los árboles en que viven y los peces se beben el agua en que nadan. Si la hierba se marchita, las orquídeas se afligen; si los árboles de pino crecen, los robles se regocijan. Hasta los árboles y la hierba están así de íntimamente relacionados.

El Lliyoku es un pájaro de un cuerpo y dos cabezas. Ambas bocas alimentan al mismo cuerpo y dos cabezas. Los Jiboku son peces que tienen un solo ojo cada uno, por lo que la pareja se mantiene junta durante toda su vida. Un esposo y una esposa deben ser como ellos.


En todo este párrafo Nichiren explica cómo debería ser un matrimonio utilizando los ejemplos de un pájaro  y un pez legendarios. A la luz del Budismo, las relaciones entre padre e hijo, hermano y hermana, esposo y esposa, están todas constituidas por karma o causas hechas en existencias anteriores. Desde otro punto de vista, en vez de culparse el uno al otro como las causas de las dificultades, los esposos deben ayudarse y animarse mutuamente para establecer una vida matrimonial feliz. Si los dos hermanos se unían ante la oposición de su padre y sus esposas les apoyaban en ello, entonces no habría chance de que el padre influyera sobre ninguno para su propio provecho. De esta manera, los cuatro pueden finamente persuadir a su padre de convertirse al Budismo Ortodoxo.


Y sus esposas son su apoyo. Las mujeres apoyan a otros y de esa manera hacen que otros las apoyen.


Esta frase puede ayudarnos a entender cuál es el mejor comportamiento a tener para con nuestro maridos. Sería maravilloso, que cada una de  ustedes guiara su propia familia con amor y sabiduría. Una pareja no debería jamás pelear por razones de fe: cada uno debería preocuparse del otro y apoyarlo, de otra forma sería como poner el carro delante de los bueyes.


Aquí Nichiren incentiva a las esposas de Munenaka y Munenaga a unirse a sus maridos  para luchar contra los terribles obstáculos y maldades que surgen en el camino para construir la prosperidad eterna de la familia, basándose siempre en la fe de el Budismo Ortodoxo.  Las esposas deberían tomar la iniciativa de apoyar as sus esposos en la práctica.


El presidente Ikeda dice: Los hermanos Ikegami fueron apoyados por la fe de sus esposa, en sus luchas contra los tres obstáculos y los cuatros demonios. Varias veces el Daishonin animó a las dos mujeres con compasión y severidad, y ellas siguieron escrupulosamente sus consejos. En particular, Munenaga y su esposa, no tenían hijos y el Daishonin los apoyó con gran afecto. Gracias a eso, la esposa de Munenaga mantuvo una fuerte práctica, volviéndose un soporte importante para la fe del marido.


Marido y mujer se influencian recíprocamente; un hombre es fuertemente influenciado por la fe de la mujer y viceversa. Durante mis años de práctica, he conocido en Japón a muchos hombres que han abandonado su fe; casi todos tenían esposas con una fe débil que se pasaban la mayor parte del tiempo quejándose. Además, eran mujeres ávidas, cegatas por el deseo de ganancias inmediatas. Recuerden siempre que en una familia la fuerza de la fe de la mujer es extremadamente importante.


Confío en que, entre marido y mujer, exista un comportamiento generoso y paciente. ¿Cuál resultado puede lograr una esposa que pregunte continuamente al marido cansado: "¿Porqué no haces Gonguio?, o que llegue a cronometrar su Daimoku y después lo critica por no haber entonado suficientemente? Yo sinceramente estaría de parte del esposo. Por otra parte una esposa que le diga afectuosamente a su compañero: "Se que estas cansado. No te preocupes, esta noche entonaré para los dos; que tengas un buen descanso, probablemente lo llevaría a reflexionar en su propio comportamiento y a cambiarlo. Los seres humanos, cuando son oprimidos, tienden a rebelarse. El mejor apoyo puede ser ofrecido sólo teniendo una visión más amplia de las cosas.


Para el marido, la mujer es similar a la tierra: desbordante de riquezas, sólida como una piedra y al mismo tiempo sutilmente sensible.


El hombre busca en ella un oasis de paz donde descansar de las fatigas físicas y espirituales del día y recargarse de la fuerza vital que necesitará para el mañana.


Hablando de la pareja, un gran filósofo japonés compara la mujer a un arco tieso que proyecta el marido como una flecha en el cielo, transmitiéndole la energía necesaria para cumplir su trabajo en la sociedad. Este mismo filosofo afirma: "Una verdadera esposa que sigue al esposo, en realidad lo guía". Estas palabras resumen perfectamente la organización de la vida familiar apoyada sobre  una gran sabiduría.


Mi maestro dijo un día a una mujer: "El ardor que un hombre aplica en su trabajo durante el día depende en gran parte de la sonrisa de su esposa y del afecto que ella le manifiesta cuando lo despide en la mañana". Una mujer egoísta tendrá un marido a su imagen. La unión que crea la felicidad entre los esposos viene de un corazón afectuoso y puro. Sin este vínculo la vida en común, consumida por el estancamiento, el orgullo y una actitud superficial, es dolorosa para ambos. La unión se vuelve oprimente: la cadena de oro de la felicidad se transforma en una cadena de insoportable infelicidad. Y si la esposa piensa  seguir a su esposo de esta manera, a menudo obtiene el resultado opuesto y lo aleja de ella.


Nichiren dice: Ustedes dos esposas no deben arrepentirse de practicar esta enseñanza, aunque sean heridas por sus esposos debido a ello.


Él anima a las mujeres para que sean independientes en su fe al Gojonzon. Si una mujer es verdaderamente independiente, no culpará a su marido ni a nadie por su infelicidad. Más bien retará su propio mal karma y lo transformará en lo mejor. Ella comprenderá que puede transformar a otros, por elevar, primeramente su propia condición de vida. Si su marido abandona a mitad de camino su práctica, ella orará al Gojonzon y lo animará para que practique de nuevo.


Es indudable que a la sombra de la gran victoria que los hermanos conquistaron en la lucha contra los obstáculos y maldades estaba la fe de las esposas que siguieron valientemente todas las orientaciones del Buda Original Nichiren Daishonin.


Nichiren continua: … El Sutra RoKujaramitsu afirma que uno debe convertirse en maestro de su mente en lugar de permitir que su mente lo domine a uno.

Cualquier problema que pueda ocurrir, considérenlo tan transitorio como un sueño y piensen únicamente en el Sutra del Loto.


"Mente", en esta cita, es la traducción de la palabra japonesa kokoró, la cual implica mente, alma, espíritu, psique, emoción y sentimiento. La "mente" de uno "significa los pensamientos, deseos y sentimientos de un mortal común, que en muchos casos ocasiona infelicidad". "Convertirse en maestro de su mente" significa basar los pensamientos, palabras y acciones en el Budismo o en el Estado de Buda que está en uno.


Daisaku Ikeda dice: Cuando me reuní con el doctor Seligman, durante su visita al Japón en 1997, le manifesté mi coincidencia con su enfoque: “La mente es algo prodigioso. Como escribió Milton [en Paraíso perdido]: ‘La mente es su propio espacio y, en sí misma /puede hacer del cielo un infierno, y del infierno, un paraíso’. La calidad de nuestra existencia depende, en última instancia, de nuestro estado de vida. El Budismo lo expone desde varios puntos de vista, a partir de un concepto que se denomina ‘función mística de la mente’. El Budismo plantea una psicología de la esperanza, y esperanza es mi palabra favorita”.


El doctor Seligman asintió, inclinó hacia mí su voluminosa figura y dijo, en tono fluido y profundo de voz: “El optimismo es esperanza. No es la ausencia de sufrimientos, ni consiste en estar siempre feliz y pleno. En cambio, es la convicción de que, más allá de los fracasos o de alguna experiencia dolorosa, uno siempre puede hacer algo concreto para modificar las cosas”.


Creo que el Budismo expone un enfoque psicológico de suprema esperanza; es una filosofía de vida de esperanza incomparable. Un buda es alguien que comprende y capta en forma completa las facultades asombrosas de la mente.


Uno debe respetar la sabiduría del Buda en vez de sobrestimar la sabiduría de uno.

"Cualquier problema que ocurra", dice el Daishonin, "considérelo tan transitorio como un sueño y piense sólo en el Sutra del Loto”.


En la editorial del Seykio de Septiembre se lee: No hay problema que dure una eternidad, tampoco durante toda esta existencia. Cuando encaramos una situación en la que simplemente no sabemos qué hacer, no malgastemos  nuestra energía preocupándonos por esto o haciendo girar nuestras ruedas mentales, tratando de resolverlo. Sentémonos frente al Gojonzon, dependamos del Gojonzon, oremos por sentir que somos Budas  y manifestemos sus cualidades. Veremos que cuando hacemos esto, obtendremos la sabiduría, el coraje, la misericordia y la fuerza vital necesarias para resolver el problema.


Hablando en sentido figurado, deberíamos quitarnos la cabeza, ponerla a un lado y comenzar a orar. Veremos  que cuando hacemos esto  nuestra sabiduría de Buda comienza a surgir. Las ideas y planes de acción que derivan de nuestra oración al Gojonzon trabajaran a nuestro favor. Pero no podremos obtener los mejores resultados si anteponemos preocupaciones, juicios y angustias por encima de la fe en el Gojonzon.


Lo importante es que no nos quedemos atrapados en la preocupación cuando se presentan los problemas, en lugar de esto, determinémonos a que pase lo que pase oraremos primero al Gojonzon. Todo depende de nuestra determinación en la fe.


Experiencia.

El Presidente Ikeda dice: Los seres humanos poseen una capacidad infinita de cambio, que está en función de su estado interior. Es más, dentro del Budismo hay un principio llamado ichinen sanzen (cada instante de la vida abarca tres mil aspectos). Esta formulación, expuesta en el Sutra del Loto, revela que la transformación en el estado de vida de un sujeto puede modificar la sociedad y el ambiente circundante en que habita esa persona. ¡Cuánto más fácil es, entonces, transformar nuestra pequeña vida individual de acuerdo con nuestra voluntad y encauzarla en la dirección que queramos. No hay ningún motivo para bajar los brazos.


Abandonemos las expresiones negativas y pesimistas; no pensemos más “Es imposible”, “No servirá de nada”. Sean cuales fueren las circunstancias en que nos veamos, digámonos a nosotros mismos: “¡Sé que, al final, lo lograré sin falta!”, “¡Mi familia es la mejor del mundo!”, “¡Soy la persona más feliz que haya conocido!”. Haré lo imposible posible.


Esta carta que se convirtió en la base de la construcción de una vida familiar feliz de los Hermanos Ikegami, tiene una importancia fundamental, pues en ella, Nichiren  nos enseñó la práctica para vencer las dificultades, la práctica para transformar el destino y la práctica para la armonía familiar.