GOSHO: EL GENERAL TIGRE DE PIEDRA
En el vigésimo segundo día de este mes, recibí todo lo que usted me envió desde Shinano: tres kan (1) de monedas, un saco de arroz descascarillado, cincuenta tortas de arroz, un recipiente grande y otro chico de sake, cinco fardos de caquis secos y diez granadas, así como la lista que acompañaba las ofrendas.
Un soberano es respaldado por su pueblo, y éste, a su vez, vive bajo la protección de aquel. Las ropas nos protegen del frío, y el alimento nos nutre, así como el aceite mantiene ardiendo una lámpara, y el agua resguarda a los peces. Las aves anidan en lo alto de los árboles, por temor a que los hombres las cacen, pero bajan a comer y allí quedan capturadas en las trampas. Los peces que viven en el fondo de los estanques temen que estos sean demasiado poco profundos y cavan fosos para ocultarse. Pero, tentados por el cebo, muerden el anzuelo. De todos los tesoros que el hombre posee, ninguno es tan valioso como el alimento y la bebida, las ropas y los medicamentos.
Yo, Nichiren, no tengo tan buena salud como otros y, además, habito en este bosque de montaña. Este año fue especialmente difícil; hubo epidemias muy extensas y hambrunas en la primavera y el verano, que se agravaron en otoño y en invierno. Mi enfermedad también empeoró, pero usted prescribió diversos remedios y me los envió, junto con ropas acolchadas de seda. Gracias a sus remedios, mejoré constantemente; ya me recuperé y me siento mucho mejor que antes. El Yuga Ron del bodhisattva Maitreya (2) y el Dai Ron del bodhisattva Nagarjuna señalan que si la enfermedad de uno está causada por el karma inmutable, hasta el remedio más excelente actuará como un veneno; pero si uno cree en el Sutra del Loto, el veneno se convertirá en medicina.
Aunque Nichiren es indigno, propaga el Sutra del Loto; por lo tanto, las funciones demoníacas han competido para privarlo de alimentos. Ya que lo comprendo bien, no lo lamento, pero creo que esta vez sobreviví sólo gracias a que el buda Shakyamuni lo envió a usted en mi ayuda.
Con respecto a otro tema, estaba sumamente preocupado por su viaje de regreso, la última vez, y fue una inmensa alegría escuchar que había llegado a salvo a Kamakura. Era tan grande mi ansiedad, que a todos los que llegaban de Kamakura les preguntaba qué sabían de usted. Uno me dijo que lo había visto en Yumoto, y otro me comentó que lo había encontrado más lejos, en Kozu. Cuando un tercero me dijo que lo había visto en Kamakura, sentí un inmenso alivio. De hoy en adelante, no me venga a ver, a menos que sea absolutamente imprescindible. Cuando tenga algo urgente que informarme, envíe a un mensajero.
En verdad, me preocupé muchísimo a raíz de su último viaje. Para poder atacarlo, el enemigo tratará de sorprenderlo desprevenido. Si tiene que viajar, no escatime gastos y monte en un buen caballo. Que sus mejores soldados lo acompañen, para defenderlo de cualquier ataque sorpresivo, y elija un corcel que pueda llevarlo fácilmente aun cuando usted vista su armadura.
En el octavo volumen del Maka Shikan y en el octavo volumen del Guketsu de Miao-lo dice: “Cuanto más poderosa es la fe, mayor es la protección de las deidades”. Esto significa que la protección de las deidades depende de la fortaleza de nuestra fe. El Sutra del Loto es una filosa espada, pero su poder depende de quien la esgrime.
Entre quienes propagan este sutra en el Último Día de la Ley, ¿quién podría compararse con Shariputra, Mahakashyapa, Kannon, Myo’on, Monju y Yakuo? Shariputra y Mahakashyapa, que pertenecían a los dos vehículos, habían destruido todas las ilusiones del pensamiento y del deseo, con lo cual se liberaron de los seis caminos. Los demás, todos bodhisattvas, habían erradicado las cuarenta y una ilusiones (3) y se acercaban a la perfección, como la luna de la cosecha en la noche anterior al plenilunio. No obstante, el buda Shakyamuni se negó a confiar a cualquiera de estas personas la misión de propagarlo y, en cambio, se la encomendó a los Bodhisattvas de la Tierra. Así, estos Bodhisattvas de la Tierra son los que habían forjado su fe por completo.
La madre del general Li Luang (4) fue devorada por un tigre feroz. El valeroso guerrero acechó a la bestia y la atravesó con una flecha, pero entonces descubrió que lo que había visto era sólo una roca. La flecha se había clavado en lo profundo de la piedra. Sorprendido, trató de repetir su hazaña, pero no pudo perforar la roca por segunda vez. Luego, llegó a ser conocido como el general Tigre de Piedra. La fortaleza de propósito de usted es comparable a la de él. Aunque los enemigos lo han acechado en emboscada, su fe resuelta en el Sutra del Loto le permitió repeler las persecuciones aun antes de que éstas comenzaran. Consciente de esto, usted debe fortalecer su fe con la mayor firmeza. Es imposible decir todo lo que quiero en una sola carta.
Con mi profundo respeto,
Nichiren.
En el vigésimo segundo día del décimo mes intercalar, en el primer año de Koan (1278).
NOTAS
1 Kan: Antigua unidad monetaria del Japón.
2 Maitreya: No se trata del discípulo cercano que vivió en la misma época que Shakyamuni, sino de un erudito budista del siglo III o IV, que vivió en la India. El Yuga Ron, o Yugashiji Ron (en sánscrito: Yogacarabhu-mi-sastra) es su obra principal.
3 Cuarenta y una ilusiones: Las últimas enseñanzas de Shakyamuni dividen la ilusión en cuarenta y dos categorías. La última es la oscuridad fundamental de la vida, que existe en forma innata.
4 Li Kuang (fallecido en 119 a.C.): General de la dinastía Han temprana. Según el Shih Chi, o Registro del historiador, cap. 109, sirvió al emperador Wu y sobresalió en arquería. La historia de su venganza contra el tigre figura en el Konjaku Monogatari Shu (Cuentos de hace tiempo), vol. 10, que relata que su madre fue asesinada por un tigre, mientras que, en otra versión, el que murió así fue su padre.
ANTECEDENTES:
Esta carta fue escrita en octubre de 1278, cuando el Daishonin estaba sufriendo de una enfermedad. Evidentemente, Shijo Kingo lo había visitado para tratarlo. El Daishonin describe vívidamente las dificultades que enfrentaba en su solitario retiro y expresa su gratitud por los diversos obsequios recibidos: comida, ropa y medicamentos.
En el otoño de 1277, se había extendido por todo el Japón una virulenta epidemia, y precisamente cuando las cosas empeoraban para Kingo, el señor feudal Ema contrajo la enfermedad y estuvo a punto de fallecer. Con anterioridad, éste había privado a Kingo de sus tierras; ahora, en una condición crítica, no tuvo otra opción que pedirle a Kingo que lo tratara. Ema se recuperó rápidamente y, al año siguiente, recompensó a Kingo con generosidad devolviéndole los feudos que le había confiscado. Recuperó su plena confianza en él y le asignó tres nuevos terrenos.
Sin embargo, la vida de Kingo todavía estaba en peligro, porque sus compañeros samuráis estaban intensamente celosos, a raíz de los favores que estaba recibiendo. El Daishonin le aconseja que, en el futuro, evite el peligroso trayecto al monte Minobu. Le advierte que sea cuidadoso cuando viaje y que tenga una fe fuerte para continuar disfrutando de la protección de las funciones del universo.
EXPLICACIÓN
PROTEGER Y SER PROTEGIDO- COMO ACTÚA LA PROTECCIÓN
¨Cuanto más poderosa es la fe, mayor es la protección de las deidades budistas' y, en el final dice:
"Aunque los enemigos lo han acechado en emboscada, su fe resuelta en el Sutra del Loto le permitió repeler las persecuciones aún antes de que estas comenzaran. Consciente de esto, debe fortalecer su fe con la mayor firmeza".
La protección budista parece manifestarse desde afuera, pero en realidad es una función de la propia fe resuelta y firme. La misma fe que nos hace proteger al Budismo, a los miembros y al Kosen-rufu es la que vuelve a nosotros como protección desde afuera.
Es la fe de Shijo Kingo lo que le permite desactivar una situación de peligro aún antes de que llegue a manifestarse. La fe enérgica y la práctica seria son la mayor prevención posible; en otro gosho a Shijo Kingo, el Daishonin le explica que cuando a uno se le agota la buena fortuna, no hay estrategia que valga, y que pudo sobrevivir gracias a la fortaleza de su fe.
"Un soberano es respaldado por su pueblo, y éste, a su vez, vive bajo su protección”
Expone el principio de la interdependencia y la independencia. Nadie puede vivir solo; todos necesitamos la protección del medio ambiente. La verdadera función de un verdadero líder está en "proteger" la preciada vida de las personas, para que cada uno despliegue sus aspiraciones y cualidades únicas. La forma en que las personas responden cuando se sienten protegidas es a través de brindar respaldo sincero y de responder a la visión del líder con su colaboración espontánea. Hay muchos niveles de protección, pero aquí el Daishonin recalca que Shijo Kingo le está dando la más esencial, que es la posibilidad de prolongar su vida dándole alimentos, bebida, ropa y remedios. La importancia de sobrevivir es primordial, porque mientras hay un instante de vida, se puede transformar el karma y hacer algo por buscar activamente la Budeidad.
Pero, en definitiva, si uno quiere ser apoyado, lo que hace es brindar apoyo. Si uno quiere recibir protección, protegerá con actitud sincera.
La independencia e interdependencia se manifiesta en una relación solidaria de mutuo sostén, donde uno sostiene a los demás y es sostenido por el medio ambiente. Uno puede ser independiente en la medida en que asuma responsabilidad sobre su entorno y no se deje limitar ni condicionar por él. Pero un sujeto verdaderamente autónomo reconoce y agradece la deuda de gratitud que tiene con las demás entidades, aún las que a través de hacerlo "sufrir", lo llevan a superar sus limites y a crecer. Sensei cita en uno de sus discursos a Ortega y Gasset: "Yo soy yo y mis circunstancias". Sin hacerme cargo de mis circunstancias no puedo ser yo mismo con dignidad.
En términos generales, hendoku iyaku significa que, a través de la convicción de la fe, una persona puede tomar cualquier situación adversa de su vida y crear valor, convirtiéndola en un motivo de crecimiento y progreso excepcional.
Si uno ve profundamente y se deja de medir las victorias y derrotas con criterios superficiales, en realidad el avance más importante que uno tiene que buscar en cada situación es el avance en la fe. Porque si la fe avanza, invariablemente las condiciones externas van a mejorar. Así que convertir veneno en medicina implica que, frente a cada episodio crucial que nos toca vivir, tenemos que aprender algo clave sobre la fe y profundizar nuestra comprensión vital del Budismo.
El presidente Toda decía: "Fracasé, pero no fui derrotado".
Es uno mismo y, más que uno mismo, su postura de fe, lo que determina que una situación sea un veneno o un remedio. ¿Voy a usar el sufrimiento para crecer o para dejarme influenciar? Una persona que cree en el Gohonzon no toma cualquier cosa como problema; puede vivir basada en un optimismo radiante.
COMO CONVERTIR NUESTROS VENENOS EN REMEDIO
"Yo, Nichiren, no tengo tan buena salud como otros y, además, habito en este bosque de montaña. Este año fue especialmente difícil; hubo epidemias muy extensas y hambrunas en la primavera y el verano, que se agravaron en otoño y en invierno. Mi enfermedad también empeoró, pero usted prescribió diversos remedios y me los envió, junto con ropas acolchadas de seda. Gracias a sus remedios, mejoré constantemente; ya me recuperé y me siento mucho mejor que antes. El Yuga Ron del bodhisattva Maitreya (2) y el Dai Ron del bodhisattva Nagarjuna señalan que si la enfermedad de uno está causada por el karma inmutable, hasta el remedio más excelente actuará como un veneno; pero si uno cree en el Sutra del Loto, el veneno se convertirá en medicina. Aunque Nichiren es indigno, propaga el Sutra del Loto; por lo tanto, las funciones demoníacas han competido para privarlo de alimentos. Ya que lo comprendo bien, no lo lamento, pero creo que esta vez sobreviví sólo gracias a que el buda Shakyamuni lo envió a usted en mi ayuda. "
Aquí se hace alusión a un importante concepto budista denominado hendoku i yaku, transformar veneno en medicina.
"Hen" es transformar. "Doku" es veneno. "I" es hacer. "Yaku" es medicina.
Comencemos por la conclusión: La clave para convertir nuestros venenos en remedio es la convicción en el Gohonzon.
Un soberano es respaldado por su pueblo, y éste, a su vez, vive bajo la protección de aquel. Las ropas nos protegen del frío, y el alimento nos nutre, así como el aceite mantiene ardiendo una lámpara, y el agua resguarda a los peces. Las aves anidan en lo alto de los árboles, por temor a que los hombres las cacen, pero bajan a comer y allí quedan capturadas en las trampas. Los peces que viven en el fondo de los estanques temen que estos sean demasiado poco profundos y cavan fosos para ocultarse. Pero, tentados por el cebo, muerden el anzuelo. De todos los tesoros que el hombre posee, ninguno es tan valioso como el alimento y la bebida, las ropas y los medicamentos.
Yo, Nichiren, no tengo tan buena salud como otros y, además, habito en este bosque de montaña. Este año fue especialmente difícil; hubo epidemias muy extensas y hambrunas en la primavera y el verano, que se agravaron en otoño y en invierno. Mi enfermedad también empeoró, pero usted prescribió diversos remedios y me los envió, junto con ropas acolchadas de seda. Gracias a sus remedios, mejoré constantemente; ya me recuperé y me siento mucho mejor que antes. El Yuga Ron del bodhisattva Maitreya (2) y el Dai Ron del bodhisattva Nagarjuna señalan que si la enfermedad de uno está causada por el karma inmutable, hasta el remedio más excelente actuará como un veneno; pero si uno cree en el Sutra del Loto, el veneno se convertirá en medicina.
Aunque Nichiren es indigno, propaga el Sutra del Loto; por lo tanto, las funciones demoníacas han competido para privarlo de alimentos. Ya que lo comprendo bien, no lo lamento, pero creo que esta vez sobreviví sólo gracias a que el buda Shakyamuni lo envió a usted en mi ayuda.
Con respecto a otro tema, estaba sumamente preocupado por su viaje de regreso, la última vez, y fue una inmensa alegría escuchar que había llegado a salvo a Kamakura. Era tan grande mi ansiedad, que a todos los que llegaban de Kamakura les preguntaba qué sabían de usted. Uno me dijo que lo había visto en Yumoto, y otro me comentó que lo había encontrado más lejos, en Kozu. Cuando un tercero me dijo que lo había visto en Kamakura, sentí un inmenso alivio. De hoy en adelante, no me venga a ver, a menos que sea absolutamente imprescindible. Cuando tenga algo urgente que informarme, envíe a un mensajero.
En verdad, me preocupé muchísimo a raíz de su último viaje. Para poder atacarlo, el enemigo tratará de sorprenderlo desprevenido. Si tiene que viajar, no escatime gastos y monte en un buen caballo. Que sus mejores soldados lo acompañen, para defenderlo de cualquier ataque sorpresivo, y elija un corcel que pueda llevarlo fácilmente aun cuando usted vista su armadura.
En el octavo volumen del Maka Shikan y en el octavo volumen del Guketsu de Miao-lo dice: “Cuanto más poderosa es la fe, mayor es la protección de las deidades”. Esto significa que la protección de las deidades depende de la fortaleza de nuestra fe. El Sutra del Loto es una filosa espada, pero su poder depende de quien la esgrime.
Entre quienes propagan este sutra en el Último Día de la Ley, ¿quién podría compararse con Shariputra, Mahakashyapa, Kannon, Myo’on, Monju y Yakuo? Shariputra y Mahakashyapa, que pertenecían a los dos vehículos, habían destruido todas las ilusiones del pensamiento y del deseo, con lo cual se liberaron de los seis caminos. Los demás, todos bodhisattvas, habían erradicado las cuarenta y una ilusiones (3) y se acercaban a la perfección, como la luna de la cosecha en la noche anterior al plenilunio. No obstante, el buda Shakyamuni se negó a confiar a cualquiera de estas personas la misión de propagarlo y, en cambio, se la encomendó a los Bodhisattvas de la Tierra. Así, estos Bodhisattvas de la Tierra son los que habían forjado su fe por completo.
La madre del general Li Luang (4) fue devorada por un tigre feroz. El valeroso guerrero acechó a la bestia y la atravesó con una flecha, pero entonces descubrió que lo que había visto era sólo una roca. La flecha se había clavado en lo profundo de la piedra. Sorprendido, trató de repetir su hazaña, pero no pudo perforar la roca por segunda vez. Luego, llegó a ser conocido como el general Tigre de Piedra. La fortaleza de propósito de usted es comparable a la de él. Aunque los enemigos lo han acechado en emboscada, su fe resuelta en el Sutra del Loto le permitió repeler las persecuciones aun antes de que éstas comenzaran. Consciente de esto, usted debe fortalecer su fe con la mayor firmeza. Es imposible decir todo lo que quiero en una sola carta.
Con mi profundo respeto,
Nichiren.
En el vigésimo segundo día del décimo mes intercalar, en el primer año de Koan (1278).
NOTAS
1 Kan: Antigua unidad monetaria del Japón.
2 Maitreya: No se trata del discípulo cercano que vivió en la misma época que Shakyamuni, sino de un erudito budista del siglo III o IV, que vivió en la India. El Yuga Ron, o Yugashiji Ron (en sánscrito: Yogacarabhu-mi-sastra) es su obra principal.
3 Cuarenta y una ilusiones: Las últimas enseñanzas de Shakyamuni dividen la ilusión en cuarenta y dos categorías. La última es la oscuridad fundamental de la vida, que existe en forma innata.
4 Li Kuang (fallecido en 119 a.C.): General de la dinastía Han temprana. Según el Shih Chi, o Registro del historiador, cap. 109, sirvió al emperador Wu y sobresalió en arquería. La historia de su venganza contra el tigre figura en el Konjaku Monogatari Shu (Cuentos de hace tiempo), vol. 10, que relata que su madre fue asesinada por un tigre, mientras que, en otra versión, el que murió así fue su padre.
ANTECEDENTES:
Esta carta fue escrita en octubre de 1278, cuando el Daishonin estaba sufriendo de una enfermedad. Evidentemente, Shijo Kingo lo había visitado para tratarlo. El Daishonin describe vívidamente las dificultades que enfrentaba en su solitario retiro y expresa su gratitud por los diversos obsequios recibidos: comida, ropa y medicamentos.
En el otoño de 1277, se había extendido por todo el Japón una virulenta epidemia, y precisamente cuando las cosas empeoraban para Kingo, el señor feudal Ema contrajo la enfermedad y estuvo a punto de fallecer. Con anterioridad, éste había privado a Kingo de sus tierras; ahora, en una condición crítica, no tuvo otra opción que pedirle a Kingo que lo tratara. Ema se recuperó rápidamente y, al año siguiente, recompensó a Kingo con generosidad devolviéndole los feudos que le había confiscado. Recuperó su plena confianza en él y le asignó tres nuevos terrenos.
Sin embargo, la vida de Kingo todavía estaba en peligro, porque sus compañeros samuráis estaban intensamente celosos, a raíz de los favores que estaba recibiendo. El Daishonin le aconseja que, en el futuro, evite el peligroso trayecto al monte Minobu. Le advierte que sea cuidadoso cuando viaje y que tenga una fe fuerte para continuar disfrutando de la protección de las funciones del universo.
EXPLICACIÓN
PROTEGER Y SER PROTEGIDO- COMO ACTÚA LA PROTECCIÓN
¨Cuanto más poderosa es la fe, mayor es la protección de las deidades budistas' y, en el final dice:
"Aunque los enemigos lo han acechado en emboscada, su fe resuelta en el Sutra del Loto le permitió repeler las persecuciones aún antes de que estas comenzaran. Consciente de esto, debe fortalecer su fe con la mayor firmeza".
La protección budista parece manifestarse desde afuera, pero en realidad es una función de la propia fe resuelta y firme. La misma fe que nos hace proteger al Budismo, a los miembros y al Kosen-rufu es la que vuelve a nosotros como protección desde afuera.
Es la fe de Shijo Kingo lo que le permite desactivar una situación de peligro aún antes de que llegue a manifestarse. La fe enérgica y la práctica seria son la mayor prevención posible; en otro gosho a Shijo Kingo, el Daishonin le explica que cuando a uno se le agota la buena fortuna, no hay estrategia que valga, y que pudo sobrevivir gracias a la fortaleza de su fe.
"Un soberano es respaldado por su pueblo, y éste, a su vez, vive bajo su protección”
Expone el principio de la interdependencia y la independencia. Nadie puede vivir solo; todos necesitamos la protección del medio ambiente. La verdadera función de un verdadero líder está en "proteger" la preciada vida de las personas, para que cada uno despliegue sus aspiraciones y cualidades únicas. La forma en que las personas responden cuando se sienten protegidas es a través de brindar respaldo sincero y de responder a la visión del líder con su colaboración espontánea. Hay muchos niveles de protección, pero aquí el Daishonin recalca que Shijo Kingo le está dando la más esencial, que es la posibilidad de prolongar su vida dándole alimentos, bebida, ropa y remedios. La importancia de sobrevivir es primordial, porque mientras hay un instante de vida, se puede transformar el karma y hacer algo por buscar activamente la Budeidad.
Pero, en definitiva, si uno quiere ser apoyado, lo que hace es brindar apoyo. Si uno quiere recibir protección, protegerá con actitud sincera.
La independencia e interdependencia se manifiesta en una relación solidaria de mutuo sostén, donde uno sostiene a los demás y es sostenido por el medio ambiente. Uno puede ser independiente en la medida en que asuma responsabilidad sobre su entorno y no se deje limitar ni condicionar por él. Pero un sujeto verdaderamente autónomo reconoce y agradece la deuda de gratitud que tiene con las demás entidades, aún las que a través de hacerlo "sufrir", lo llevan a superar sus limites y a crecer. Sensei cita en uno de sus discursos a Ortega y Gasset: "Yo soy yo y mis circunstancias". Sin hacerme cargo de mis circunstancias no puedo ser yo mismo con dignidad.
En términos generales, hendoku iyaku significa que, a través de la convicción de la fe, una persona puede tomar cualquier situación adversa de su vida y crear valor, convirtiéndola en un motivo de crecimiento y progreso excepcional.
Si uno ve profundamente y se deja de medir las victorias y derrotas con criterios superficiales, en realidad el avance más importante que uno tiene que buscar en cada situación es el avance en la fe. Porque si la fe avanza, invariablemente las condiciones externas van a mejorar. Así que convertir veneno en medicina implica que, frente a cada episodio crucial que nos toca vivir, tenemos que aprender algo clave sobre la fe y profundizar nuestra comprensión vital del Budismo.
El presidente Toda decía: "Fracasé, pero no fui derrotado".
Es uno mismo y, más que uno mismo, su postura de fe, lo que determina que una situación sea un veneno o un remedio. ¿Voy a usar el sufrimiento para crecer o para dejarme influenciar? Una persona que cree en el Gohonzon no toma cualquier cosa como problema; puede vivir basada en un optimismo radiante.
COMO CONVERTIR NUESTROS VENENOS EN REMEDIO
"Yo, Nichiren, no tengo tan buena salud como otros y, además, habito en este bosque de montaña. Este año fue especialmente difícil; hubo epidemias muy extensas y hambrunas en la primavera y el verano, que se agravaron en otoño y en invierno. Mi enfermedad también empeoró, pero usted prescribió diversos remedios y me los envió, junto con ropas acolchadas de seda. Gracias a sus remedios, mejoré constantemente; ya me recuperé y me siento mucho mejor que antes. El Yuga Ron del bodhisattva Maitreya (2) y el Dai Ron del bodhisattva Nagarjuna señalan que si la enfermedad de uno está causada por el karma inmutable, hasta el remedio más excelente actuará como un veneno; pero si uno cree en el Sutra del Loto, el veneno se convertirá en medicina. Aunque Nichiren es indigno, propaga el Sutra del Loto; por lo tanto, las funciones demoníacas han competido para privarlo de alimentos. Ya que lo comprendo bien, no lo lamento, pero creo que esta vez sobreviví sólo gracias a que el buda Shakyamuni lo envió a usted en mi ayuda. "
Aquí se hace alusión a un importante concepto budista denominado hendoku i yaku, transformar veneno en medicina.
"Hen" es transformar. "Doku" es veneno. "I" es hacer. "Yaku" es medicina.
Comencemos por la conclusión: La clave para convertir nuestros venenos en remedio es la convicción en el Gohonzon.