APROVECHAR AL MÁXIMO NUESTRO MUNDO CAMBIANTE. "LA SABIDURÍA DEL ‘TATHATA’". “EL APRENDIZAJE” Por Shin Yatomi responsable de capacitación de la SGI-USA.
Shin Yatomi uno de los responsables líderes de la capacitación de la SGI-USA, fallecido el 31 de Mayo de 2007; dejó una impronta maravillosa en la forma de difundir y sostener uno de los pilares de nuestra filosofía: "el aprendizaje". "La sabiduría del ‘Tathata’"
La sabiduría tiene mucho que ver con nuestra capacidad para crear felicidad, con saber lo que es correcto, lo que se debe hacer, en nuestro mundo constantemente cambiante.
Nuestra felicidad, depende muchísimo de nuestra capacidad para crear el mayor valor posible de cada situación única que enfrentamos. Cada una de las situaciones requiere de una respuesta diferente, aunque la diferencia sea sólo leve. Esto es sabiduría. Una persona sabia, de esta manera, entiende no sólo los principios universales que gobiernan las funciones de la vida, sino también la manera de aplicarlos para una mayor felicidad y realización en medio del cambio.
Ninguna experiencia en la vida es exactamente igual, tal como dos olas no rompen exactamente de la misma manera. Incluso en las mismas circunstancias, a menudo la gente tiene experiencias totalmente diferentes.
Para salvar cada desafío en la vida y aún así seguir disfrutando, debemos ser como un experto surfista. Un experto surfista no sólo conoce las influencias subyacentes en las olas, como las marejadas, las corrientes, los vientos y la topografía del contorno marino, sino que también está equipado física y mentalmente para responder a la peculiaridad de cada ola. La diferencia entre un experto surfista y alguien que difícilmente se las arregla para mantenerse sobre una tabla hawaiana en alta mar, es la diferencia que existe entre quienes tienen sabiduría y quienes no la poseen, frente a las vicisitudes de la vida.
En nuestra felicidad, no es pequeña la parte que desempeña nuestra capacidad para enfrentar nuevos desafíos.
El Budismo explica la relación entre lo universal y lo particular, el principio y la aplicación, en los términos de los dos aspectos del tathata, que es la palabra sánscrita que se utiliza para expresar la realidad fundamental e inmutable de todos los fenómenos. La traducción japonesa de tathata (shin’nyo en japonés) tiene dos componentes que indican “verdad” (shin) y “tal como es (siempre)” o “como tal” (nyo). La verdad budista del tathata , es considerada eterna y universal. Esta verdad sostiene que todos los seres vivientes están dotados con la naturaleza de Buda y corporifican el verdadero aspecto de todos los fenómenos.
Los dos aspectos del tathata:
(1) la ley inmutable de la verdad fundamental y
(2) la sabiduría de la verdad fundamental manifestada en las relaciones cambiantes.
Se dice que la enseñanza teórica (o la primera mitad) del Sutra del Loto indica “la ley inmutable de la verdad fundamental” como el verdadero aspecto de todos los fenómenos. La enseñanza esencial (o la última mitad) del Sutra del Loto, se dice que revela “la sabiduría de la verdad fundamental manifestada en las relaciones cambiantes” a través de la acción concreta del Buda, es decir, la causa y el efecto de su iluminación, y la tierra donde él practicó y propagó su enseñanza. La ley de la vida, es universal para todas las personas, mientras que la sabiduría de la vida es particular para cada persona o cada situación.
Dicho simplemente, “la ley inmutable de la verdad fundamental” es el principio universal que está detrás de la iluminación, y “la sabiduría de la verdad fundamental manifestada en las relaciones cambiantes” es la profunda sabiduría para realizar este principio en la propia vida.
Todas las personas están dotadas tanto con “la ley inmutable” como con “la sabiduría de la verdad fundamental”. Dicho de otra manera, todas las personas poseen la verdad fundamental de la Budeidad y la sabiduría para manifestarla en sus interacciones con el medio ambiente. “La ley inmutable” y “la sabiduría de la verdad fundamental” no son entidades separadas; son dos cualidades innatas de la vida.
“La ley inmutable” penetra simultáneamente nuestras vidas y todos los fenómenos externos. Basados en esta ley, nosotros revelamos “la sabiduría de la verdad fundamental” conforme nos relacionamos con nuestro medio ambiente momento a momento.
En “El registro de las enseñanzas transmitidas oralmente”, el Daishonin explica el significado de Nam-myoho-renge-kyo como sigue:
“’Nam’ deriva del sánscrito, y en el Japón, significa ‘dedicar la vida’.
...‘Dedicar’ significa dedicarse a la ley inmutable de la verdad fundamental expuesta en la enseñanza teórica [del Sutra del Loto]. ‘Vida’ significa basarse en la sabiduría de la verdad fundamental manifestada en las relaciones cambiantes. ‘Dedicar la vida’, así, es Nam-myoho-renge-kyo.
Como lo dice el comentario de un sutra, tanto la ley inmutable de la verdad fundamental como la sabiduría de la verdad fundamental manifestada en las relaciones cambiantes están contenidas en un simple momento de vida, respectivamente en la tranquilidad o latencia y en la iluminación de la apariencia” (Gosho Zenshu, pág. 708).
El Daishonin describió el Gohonzon como el objeto de devoción para todas las personas, para que revelen su supremo potencial de la Budeidad. El Gohonzon corporifica la ley fundamental de Nam-myoho-renge-kyo dentro de todos nosotros, es decir, el tathata. De modo que cuando abrazamos la fe en el Gohonzon y le invocamos Nam-myoho-renge-kyo, nuestras vidas están en armonía con “la ley inmutable de la verdad fundamental”, y nuestras acciones expresarán “la sabiduría de la verdad fundamental manifestada en las relaciones cambiantes”. Por ello debemos mantener dentro de nosotros la fe en la Ley Mística, y libremente podremos hacer emerger “la sabiduría de la verdad fundamental” para crear el máximo valor en nuestras circunstancias constantemente cambiantes.
El Daishonin también dice en “El registro de las enseñanzas transmitidas oralmente”:
“’Universal’ [del bodhisattva Universalmente Digno] significa el verdadero aspecto de todos los fenómenos, e indica la ley inmutable de la verdad fundamental tal como está expuesta en la enseñanza teórica [del Sutra del Loto]. ‘Digno’ Significa sabiduría, es decir, la sabiduría de la verdad fundamental manifestada en las relaciones cambiantes tal como está expuesta en la enseñanza esencial [del Sutra del Loto]” (Gosho Zenshu, pág. 780).
Dado que el bodhisattva Universalmente Digno simboliza la propagación de la sabiduría del Buda por todo el mundo, “la sabiduría de la verdad fundamental” no sólo sirve para nuestra felicidad personal, sino también en nuestros esfuerzos por propagar los ideales humanistas del Budismo del Daishonin en nuestras comunidades. Aquí el Daishonin explica que la sabiduría del tathata es tanto para uno mismo como para los demás.
Cada día nos trae un nuevo desafío que requiere una nueva forma de pensar. Es por esto que podemos experimentar la alegría cada nuevo día.
Algunas personas, sin embargo, viven cada día como si fuese lo mismo. Cerrando sus ojos a las nuevas oportunidades que se les presentan, ellas viven como autómatas que temen al cambio y carecen de confianza en sí mismas.
El Budismo del Daishonin ofrece una solución fundamental a esa monotonía y aburrimiento en la vida; nos hace posible hacer emerger nuestra sabiduría innata para enfrentar cada nuevo desafío con convicción. Así como un experto surfista puede disfrutar y apreciar la peculiaridad de cada ola, nosotros comenzaremos a disfrutar del proceso de desafiar cada conjunto de circunstancias, en lugar de soportar pasivamente los problemas deseando su desaparición en algún futuro imaginario.
Vivir verdaderamente es disfrutar del viaje por la vida, con sus altas y bajas. Vivir es un arte que se debe aprender, y la alegría de la vida proviene de nuestros esfuerzos por cultivar nuestra sabiduría innata para aprovechar al máximo nuestro mundo cambiante.
La sabiduría tiene mucho que ver con nuestra capacidad para crear felicidad, con saber lo que es correcto, lo que se debe hacer, en nuestro mundo constantemente cambiante.
Nuestra felicidad, depende muchísimo de nuestra capacidad para crear el mayor valor posible de cada situación única que enfrentamos. Cada una de las situaciones requiere de una respuesta diferente, aunque la diferencia sea sólo leve. Esto es sabiduría. Una persona sabia, de esta manera, entiende no sólo los principios universales que gobiernan las funciones de la vida, sino también la manera de aplicarlos para una mayor felicidad y realización en medio del cambio.
Ninguna experiencia en la vida es exactamente igual, tal como dos olas no rompen exactamente de la misma manera. Incluso en las mismas circunstancias, a menudo la gente tiene experiencias totalmente diferentes.
Para salvar cada desafío en la vida y aún así seguir disfrutando, debemos ser como un experto surfista. Un experto surfista no sólo conoce las influencias subyacentes en las olas, como las marejadas, las corrientes, los vientos y la topografía del contorno marino, sino que también está equipado física y mentalmente para responder a la peculiaridad de cada ola. La diferencia entre un experto surfista y alguien que difícilmente se las arregla para mantenerse sobre una tabla hawaiana en alta mar, es la diferencia que existe entre quienes tienen sabiduría y quienes no la poseen, frente a las vicisitudes de la vida.
En nuestra felicidad, no es pequeña la parte que desempeña nuestra capacidad para enfrentar nuevos desafíos.
El Budismo explica la relación entre lo universal y lo particular, el principio y la aplicación, en los términos de los dos aspectos del tathata, que es la palabra sánscrita que se utiliza para expresar la realidad fundamental e inmutable de todos los fenómenos. La traducción japonesa de tathata (shin’nyo en japonés) tiene dos componentes que indican “verdad” (shin) y “tal como es (siempre)” o “como tal” (nyo). La verdad budista del tathata , es considerada eterna y universal. Esta verdad sostiene que todos los seres vivientes están dotados con la naturaleza de Buda y corporifican el verdadero aspecto de todos los fenómenos.
Los dos aspectos del tathata:
(1) la ley inmutable de la verdad fundamental y
(2) la sabiduría de la verdad fundamental manifestada en las relaciones cambiantes.
Se dice que la enseñanza teórica (o la primera mitad) del Sutra del Loto indica “la ley inmutable de la verdad fundamental” como el verdadero aspecto de todos los fenómenos. La enseñanza esencial (o la última mitad) del Sutra del Loto, se dice que revela “la sabiduría de la verdad fundamental manifestada en las relaciones cambiantes” a través de la acción concreta del Buda, es decir, la causa y el efecto de su iluminación, y la tierra donde él practicó y propagó su enseñanza. La ley de la vida, es universal para todas las personas, mientras que la sabiduría de la vida es particular para cada persona o cada situación.
Dicho simplemente, “la ley inmutable de la verdad fundamental” es el principio universal que está detrás de la iluminación, y “la sabiduría de la verdad fundamental manifestada en las relaciones cambiantes” es la profunda sabiduría para realizar este principio en la propia vida.
Todas las personas están dotadas tanto con “la ley inmutable” como con “la sabiduría de la verdad fundamental”. Dicho de otra manera, todas las personas poseen la verdad fundamental de la Budeidad y la sabiduría para manifestarla en sus interacciones con el medio ambiente. “La ley inmutable” y “la sabiduría de la verdad fundamental” no son entidades separadas; son dos cualidades innatas de la vida.
“La ley inmutable” penetra simultáneamente nuestras vidas y todos los fenómenos externos. Basados en esta ley, nosotros revelamos “la sabiduría de la verdad fundamental” conforme nos relacionamos con nuestro medio ambiente momento a momento.
En “El registro de las enseñanzas transmitidas oralmente”, el Daishonin explica el significado de Nam-myoho-renge-kyo como sigue:
“’Nam’ deriva del sánscrito, y en el Japón, significa ‘dedicar la vida’.
...‘Dedicar’ significa dedicarse a la ley inmutable de la verdad fundamental expuesta en la enseñanza teórica [del Sutra del Loto]. ‘Vida’ significa basarse en la sabiduría de la verdad fundamental manifestada en las relaciones cambiantes. ‘Dedicar la vida’, así, es Nam-myoho-renge-kyo.
Como lo dice el comentario de un sutra, tanto la ley inmutable de la verdad fundamental como la sabiduría de la verdad fundamental manifestada en las relaciones cambiantes están contenidas en un simple momento de vida, respectivamente en la tranquilidad o latencia y en la iluminación de la apariencia” (Gosho Zenshu, pág. 708).
El Daishonin describió el Gohonzon como el objeto de devoción para todas las personas, para que revelen su supremo potencial de la Budeidad. El Gohonzon corporifica la ley fundamental de Nam-myoho-renge-kyo dentro de todos nosotros, es decir, el tathata. De modo que cuando abrazamos la fe en el Gohonzon y le invocamos Nam-myoho-renge-kyo, nuestras vidas están en armonía con “la ley inmutable de la verdad fundamental”, y nuestras acciones expresarán “la sabiduría de la verdad fundamental manifestada en las relaciones cambiantes”. Por ello debemos mantener dentro de nosotros la fe en la Ley Mística, y libremente podremos hacer emerger “la sabiduría de la verdad fundamental” para crear el máximo valor en nuestras circunstancias constantemente cambiantes.
El Daishonin también dice en “El registro de las enseñanzas transmitidas oralmente”:
“’Universal’ [del bodhisattva Universalmente Digno] significa el verdadero aspecto de todos los fenómenos, e indica la ley inmutable de la verdad fundamental tal como está expuesta en la enseñanza teórica [del Sutra del Loto]. ‘Digno’ Significa sabiduría, es decir, la sabiduría de la verdad fundamental manifestada en las relaciones cambiantes tal como está expuesta en la enseñanza esencial [del Sutra del Loto]” (Gosho Zenshu, pág. 780).
Dado que el bodhisattva Universalmente Digno simboliza la propagación de la sabiduría del Buda por todo el mundo, “la sabiduría de la verdad fundamental” no sólo sirve para nuestra felicidad personal, sino también en nuestros esfuerzos por propagar los ideales humanistas del Budismo del Daishonin en nuestras comunidades. Aquí el Daishonin explica que la sabiduría del tathata es tanto para uno mismo como para los demás.
Cada día nos trae un nuevo desafío que requiere una nueva forma de pensar. Es por esto que podemos experimentar la alegría cada nuevo día.
Algunas personas, sin embargo, viven cada día como si fuese lo mismo. Cerrando sus ojos a las nuevas oportunidades que se les presentan, ellas viven como autómatas que temen al cambio y carecen de confianza en sí mismas.
El Budismo del Daishonin ofrece una solución fundamental a esa monotonía y aburrimiento en la vida; nos hace posible hacer emerger nuestra sabiduría innata para enfrentar cada nuevo desafío con convicción. Así como un experto surfista puede disfrutar y apreciar la peculiaridad de cada ola, nosotros comenzaremos a disfrutar del proceso de desafiar cada conjunto de circunstancias, en lugar de soportar pasivamente los problemas deseando su desaparición en algún futuro imaginario.
Vivir verdaderamente es disfrutar del viaje por la vida, con sus altas y bajas. Vivir es un arte que se debe aprender, y la alegría de la vida proviene de nuestros esfuerzos por cultivar nuestra sabiduría innata para aprovechar al máximo nuestro mundo cambiante.