LA VICTORIA PARA UNA SGI JUVENIL DEL MUNDO. CONGRESO DE ESTUDIO PARA EL HUMANISMO Y LA JUSTICIA, PARA RESPONSABLES DE LA SGI DE NORTEAMÉRICA Y OCEANÍA, CELEBRADA DEL 23 AL 25 DE AGOSTO DE 2013.
ESTUDIO PARA EL HUMANISMO Y LA JUSTICIA.
«Protejan
la unión armoniosa de nuestra valiosa comunidad de creyentes con firmeza».
Una
religión, ¿debe defender la causa del pueblo o ceñirse a perpetuar su propia
autoridad? ¿Debe luchar contra el
poder corrupto o actuar en común acuerdo con éste? ¿Debe atesorar a los seres
humanos o denigrarlos?
Los
indivisibles temas del humanismo budista y la justicia apuntalaron el Congreso
de Estudio para Responsables
de la SGI de Norteamérica y Oceanía, celebrado del 23 al 25 de agosto en el
Auditorio Ikeda para la Paz
Mundial en Santa Mónica, Calif., liderado por el Vicerresponsable del
Departamento de Estudio de la SGI,
Shinji Shimizu.
Más de 200
miembros de Canadá, Nueva Zelanda, y los Estados Unidos, incluidos
representantes de Alaska, Guam, Hawái y
Puerto Rico participaron de tres disertaciones durante el congreso de tres
días.
En la
primera disertación, el Sr. Shimitzu, desde la perspectiva de su propia
experiencia como secretario general de la
SGI-España en ese tiempo, abundó sobre la liberación espiritual que la SGI
logró al separarse del clero de la
Nichiren Shoshu en noviembre de 1991.
A renglón
seguido, en dos disertaciones basadas en la serie del presidente de la SGI,
Ikeda, 'Aprender de los escritos de
Nichiren Daishonin: Las enseñanzas para la victoria", los participantes
estudiaron “Respuesta al sacerdote
laico Takahashi” y “Los muros de la fe” que se incluirán en esta edición de La
Tribuna del Mundo y en la de
octubre.
En su
disertación, el Sr. Shimizu enfatizó la importancia del estudio budista en cuanto
a establecer una visión
correcta de la religión, así como para captar la esencia y el alcance del
Budismo de Nichiren. «¿Cuál es el impacto de
no tener un programa de estudio sólido en la organización?» preguntó el Sr. Shimizu.
«El resultado
podría ser el dejarnos llevar por nuestras emociones».
Dejar a un
lado la oscuridad con la brillante luz solar de la esperanza y la justicia.
En un
mensaje a los participantes, el presidente Ikeda recordó que el primer examen
de estudio de SGI-USA se ofreció
hace cincuenta años en Hawái, y denominó el congreso de estudio bianual,
que comenzó en los
Estados Unidos en 2005, como «una gran tradición a favor del estudio
serio de los principios profundos y la filosofía del budismo»
¡CREAN EN SU PROPIA
VIDA! ¡ES LA FUENTE DE PODER INSUPERABLE!
«Hace 760 años desde que Nichiren Daishonin estableció su enseñanza [en
abril de 1253] y comenzó su
gran batalla para liberar del sufrimiento a todas las personas del
Ultimo Día de la Ley», expresó el presidente Ikeda. «Tal como Nichiren nos ha enseñado, nosotros en la SGI, basados
en nuestro orgulloso legado de
mentor y discípulo, hemos estado laborando para lograr el kosen-rufu
mundial. Por el mundo entero, los
Bodhisattvas de la tierra han “emergido bailando”, dejando a un lado la
oscuridad del Ultimo Día con la brillante luz
solar de la esperanza y la justicia».
EL PODER DE DECIR «GRACIAS»
En la primera sesión, “El Espíritu Soka y el kosen-rufu mundial”, el Sr.
Shimizu, dentro del contexto de su
propia experiencia en España, detalló la historia sobre cómo la SGI
espiritualmente logró liberarse del clero de la
Nichiren Shoshu en noviembre de 1991.
En marzo de 1991, el Sr. Shimizu fue enviado a España debido a que un
pasado líder máximo de la
organización se confabuló con el clero de la Nichiren Shoshu para crear
confusión y desconfianza entre los
miembros y, finalmente, destruir la organización. Como resultado, muchos
miembros cayeron en el engaño.
El Sr. Shimizu recordó como
justo antes de partir hacia España, recibió palabras de aliento sobre cómo
ayudar a reconstruir la organización. Le dijeron que la organización no
estaba compuesta de edificios, ni de listas
de nombres, sino de lazos humanos. Si él se enfocaba en alentar a los miembros,
uno a uno, forjando
lazos de amistad, la organización de la SGI en España naturalmente se
desarrollaría.
El primer lugar que el Sr. Shimizu visitó fue las Islas Canarias, donde
el asunto del clero había causado la
mayor confusión. En su primera reunión con los miembros, fue hostigado
por una persona que había dejado la SGI. Como el español del Sr. Shimizu era muy primitivo, reaccionó con
las únicas palabras que le vinieron a la
mente.
«Yo repetía una y otra vez, “Gracias, muchas gracias”», dijo el Sr.
Shimizu. «Asombrosamente, la atmósfera cambió
y todos se calmaron, lo que abrió una oportunidad para el diálogo. Para mí, ese
momento se mantiene como
un buen recuerdo». Al poco tiempo, el clero reveló sus verdaderas intenciones
-primero, rehusó conferir el Gohonzon
a los miembros de la SGI de todo el mundo, lo que en efecto equivalía a reducir
el objeto de devoción
en el Budismo Nichiren a un medio para coaccionar y controlar a la membresía.
Luego, en un acto sin precedente en la historia del budismo, el clero
excomulgó a la SGI y a más de 10 millones
de miembros, con la intención de propiciar que la organización se disolviera y
lograr que la totalidadde
los miembros cayera bajo la autoridad y el control del clero. Sin embargo, la
vasta mayoría de los miembros permaneció
con la SGI bajo el liderato del presidente Ikeda.
No obstante, en España la mayoría de los miembros, engañados por el
clero, dejó la SGI. El Sr. Shimizu, con los
pocos miembros de la SGI que quedaron, se embarcó en lo que para él sería una
lucha de 15 años por hacer
acercamientos con esos miembros y reconstruir la SGI-España.
El Sr. Shimizu, al reflexionar sobre su
experiencia, denominó el Espíritu Soka como una batalla para discernir y
clarificar los siguientes puntos:
1.Precisar si una religión
funciona a favor de las personas o se usa para someter a las personas a la autoridad.
2.Precisar si una religión fortalece o
debilita a las personas.
3.Precisar si una
religión logra que la gente alcance sabiduría o caiga en la estupidez.
El
presidente Ikeda elabora sobre este punto en el tercer volumen de La sabiduría
del Sutra del loto, cuando habla
sobre la diferencia entre los devotos del Sutra del loto y los falsos
venerables: «Por una parte, existe una
actitud de respeto hacia los seres humanos; por otra, una actitud de desprecio
absoluto. Esto se traduce en
una diferencia de índole religiosa: una religión que existe en bien del pueblo;
o una que existe para perpetuar
su propia autoridad; entre una religión que lucha contra el poder corrupto; y
otra que actúa en contubernio
con personajes corruptos de poder y autoridad. También esto aclara la
diferencia entre los auténticos
hombres de fe, perseguidos y atacados por sus creencias, y los falsos
religiosos que viven a expensas
de la religión y persL guen a los demás.
«El
Sutra del Loto, que explica que todas las personas pueden lograr la iluminación
y que todos son budas, representan
el espíritu de supremo respeto hacia el ser humano.
En
cambio, las enseñanzas que buscan reducir a los individuos a “objetos de
explotación” representan la total falta
de respeto hacia el ser humano» (págs. 225-26).
Hoy
en día, la SGI de España ha ampliado su membresía en más de 50 veces, lo que la
hace más grande y más
fuerte que en cualquier otro momento de su historia. Mientras tanto, el número
de los que siguen al clero en
España se ha reducido a una pequeña fracción de lo que era hace dos décadas. El
Sr. Shimizu dijo que con frecuencia
le preguntan cuál ha sido el mayor beneficio para la SGI- España.
Su
contestación: «Los lazos y vínculos de amistad. La organización española está
muy unida. Todos somos amigos».
EL
BIEN SE CONSTATA SÓLO CUANDO TRIUNFA SOBRE EL MAL
El
Sr. Shimizu sugirió que los miembros siguieran aprendiendo y haciendo esfuerzos
para transmitir los hechos
y la historia sobre la cuestión templo, así como compartir, escuchar y grabar
las experiencias relacionadas
con el Espíritu Soka con el fin de legarlas a las generaciones venideras.
Y
lo que es más importante, dijo él, los miembros deben estudiar los escritos de
Nichiren y las orientaciones del
presidente Ikeda para clarificar la perspectiva budista sobre la naturaleza del
mal, que se expresa en el autoritarismo,
la discriminación y el desprecio hacia los seres humanos.
En
un ensayo sobre la SGI- España, el presidente Ikeda escribe: «En cierta
ocasión, dije: “Tener la razón no garantiza
necesariamente que uno ganará. Más bien, es porque sabemos que estamos en lo
correcto que debemos aseguramos de ganar. El bien sólo
se demuestra cuando triunfa sobre el mal”».
«Ahora
bien, ¿cuál es la verdad que por todos los medios debe triunfar? Se trata de la
verdad del budismo, que
reconoce la naturaleza de Buda inherente en todos los seres vivientes. Todo se
reduce a respetar y proteger
a cada individuo, abriendo el camino de la felicidad para todos. Por tanto, una
persona de verdadero humanismo
budista debe pronunciarse resueltamente en contra de los grandes males del
autoritarismo y la descriminación
que denigran a las personas» (World Tríbune, abril de 2002, pág. 2).
Ciertamente,
fue después de la liberación espiritual de la SGI que el presidente Ikeda
comenzó la autoría de su
serie más esencial, que incluye “Disertaciones sobre los capítulos ‘Medios
hábiles’ y ‘Duración de la vida’ del Sutra
del loto”, “La sabiduría del Sutra del loto”, y “El mundo de los escritos de Nichiren
Daishonin”. Sus esfuerzos
para despertar a las personas del potencial innato que poseen continúa
actualmente con la serie:
“Aprendiendo
de los Escritos de Nichiren Daishonin: las Enseñanzas para la Victoria”
«A través de estos escritos, el
presidente Ikeda se adentra en los puntos más esenciales del Budismo de Nichiren»,
dijo el Sr. Shimizu. «Con ello, él revita- liza la verdad universal revelada en
el Sutra del loto y los escritos
de Nichiren Daishonin, y hace que aplique plenamente en el día a día para que
pueda servir de camino hacia
la revolución humana y la paz mundial».
POSEEMOS DENTRO DE NOS EL PODER DE
LIBERARNOS DEL SUFRIMIENTO Y ALCANZAR LA FELICIDAD.
El
24 de agosto, segundo día del congreso, que también marcó el sexagésimo sexto
(66) aniversario del ingreso
del presidente Ikeda a la Soka Gakkai a la edad de 19, los participantes
estudiaron “Los muros de la fe”,
que enfatiza la lucha por creer en nuestra propia grandeza, y el respeto
absoluto y consistente hacia toda persona.
Nichiren
escribió esta carta para la monja laica Sennichi en septiembre de 1275, un año
y medio después de su
indulto del exilio en Isla de Sado. Tanto Sennichi, como su esposo, Abutsu-bo,
habían sido acérrimos devotos
de la escuela de la Tierra Pura, que vehementemente se oponía a las enseñanzas
del Daishonin.
Cuando
la pareja adoptó la fe en las enseñanzas del Daisho¬nin, quería saber qué
constituía «actuar contra la Ley».
Nichiren
respondió primero haciendo hincapié que el objetivo fundamental del Sutra del
loto es «guiar a todos los
seres vivos hacia el Camino del Buda »(Loí escritos de Nichiren Daishonin, pág.
655).
El
presidente Ikeda aclara: «Todas las personas tienen la capacidad para la
iluminación significa que poseen la suprema y noble naturaleza de Buda,
con el infinito potencial que esto representa.
En términos más sencillos,
significa que sin importar cuán agudo sea el sufrimiento que una persona
esté experimentando, en su interior
posee el poder para liberarse de ese sufrimiento y alcanzar la felicidad.
Cualquier discusión sobre
actuar contra la Ley que haga caso omiso de esta premisa fundamental, en
esencia carecerá de sentido». (Living
Buddhism de noviembre de 2013).
A renglón seguido, el
Daishonin, con gran convicción y compasión, le dice a la monja laica Sennichi
que si ella mantiene el Sutra del loto,
tanto en su pensamiento como en la acción, cualquier acto contra la Ley se erradicaría, «así como un gran
torrente apaga fuegos pequeños». «Básicamente, Nichiren Daishonin nos dice: “¡No se preocupen. Hagan su
mejor esfuerzo!”» dijo el Sr. Shimizu.
¡CREAN EN SU PROPIA VIDA!
Con referencia al clero de la
Nichiren Shoshu, el Sr. Shimizu dijo que esbozar reglas detalladas sobre lo que constituye actuar contra la Ley e
injustamente amonestar a las personas por violar cualquiera de esas reglas es una visión errada, arbitraria y
dogmática sobre el concepto de actuar contra la Ley, lo que solo sirve para encadenar a los seres humanos.
Para ilustrar, usó el ejemplo
de la carta que, en diciembre de 1990, el clero envió a la Soka Gakkai con una lista de acusaciones. Entre estas,
estaba la acusación de que cantar la “Oda a la alegría”, el himno de Beethoven a la libertad universal
constituía «alabar una enseñanza no budista».
El Sr. Shimitzu recordó como cuando
en las postrimerías de 1989 cayó el Muro de Berlín, lo que abrió el camino hacia la reunificación
alemana, por toda Europa la gente celebró cantando la “Oda a la alegría”. De hecho, en los congresos de estudio
de la SGI en Europa, los miembros han cantado la “Oda a la alegría” en diez lenguas simultáneamente. «Esto,
¿es actuar contra la Ley?», preguntó el Sr. Shimitzu.
El asunto del templo no es nada
complicado», dijo él. «Podemos comprenderlo plenamente a través de nuestro sentido común».
Al referirse a la carta escrita
para la monja laica Sennichi, el Sr. Shimitzu explicó que ella no tenía un entendimiento profundo de los
principios budistas. Sin embargo, aún en riesgo de su propia vida, Sennichi continuó haciendo ofrendas al
Daishonin durante el exilio de éste en Sado.
En esencia, Nichiren le dijo que
debido a su fe firme, aunque cometiera pequeños actos contra la Ley, no recibiría gran retribución como
resultado.
Mientras que el Daishonin
desplegaba flexibilidad en su manera de pensar, dijo el Sr. Shimitzu, esto no representa en lo absoluto
«transigir» en cuanto a «actuar contra la Ley». Más bien, Nichiren alentaba a
sus discípulos a tratar a las personas
con paciencia y benevolencia, basado en el deseo de permitirles ponerse de pie en la fe.
«Lo que refutamos son los actos
fundamentales contra la Ley, que significa despreciar o repudiar a los seres humanos», dijo el Sr. Shimitzu.
“Mediante tales esfuerzos por refutar, hemos adquirido un profundo sentido de perspectiva de «una religión a
favor de los seres humanos” como la condición primordial para una religión mundial, y esto se ha convertido
en nuestra firme convicción».
En su disertación, el
presidente Ikeda ofrece pautas concretas para aplicar las palabras del
Daishonin en la época actual:
1. «Continúen luchando junto a la SGI».
2. «Jamás se alejen del camino de mentor y discípulo».
3. «Protejan la unión armoniosa de nuestra valiosa comunidad
de creyentes con firmeza».
El presidente Ikeda escribe:
«Nuestra vida misma es el tesoro más preciado: no obstante, con frecuencia buscamos tesoros fuera
de nosotros mismos. ¿Por qué? Porque nuestra fe en los seres humanos es débil.
Porque no creemos en nosotros. Esto
es la fuente de gran confusión y discordia en el mundo actual.
¡Crean en su propia vida! ¡Esta es
la fuente de poder sin igual! (Living Buddhism noviembre de 2013).
COMPARTIR LA JUSTICIA DE LA SGI
CON LAS SUCESIVAS GENERACIONES.
El 25 de agosto, día final del
congreso, los participantes estudiaron la disertación del presidente Ikeda
sobre “Respuesta al sacerdote laico Takahashi”,
que demuestra como Nichiren protegía y alentaba a un discípulo que batallaba contra una grave
enfermedad.
Nichiren escribió esta carta en
julio de 1275 Para el sacerdote laico Takahashi Rokuro Hyoe, un prominente discípulo de la Provincia de Suruga, área que
circunda el Monte Fuji.
El año anterior, 1274, Nichiren
había sido indultado de su exilio en Isla de Sado. Poco después, se reunió con Hei no Saemon, prominente oficial,
responsable de perseguirle mientras estaba en Kamakura.
Aunque Nichiren rotundamente
reafirmó la importancia de «establecer la enseñanza correcta para la paz de la tierra», Hei no Saemon hizo caso
omiso. Ante esto, Nichiren partió hacia Minobu.
El Sr. Shimizu dijo que cada vez
que lee este escrito, no puede evitar recordar el primer asunto del templo cuando, el 24 de abril de 1979, el
presidente Ikeda, para proteger a los miembros de los designios autoritarios del clero, fue obligado a dimitir como
presidente de la Soka Gakkai.
En aquella oportunidad, el clero
hizo una serie de exigencias irrazonables a la Soka Gakkai, que incluía que el presidente Ikeda no podía asistir a
reuniones, sus orientaciones no podían publicarse en el diario de la Soka Gakkai, el Seikyo Shimbun, y que los
miembros no podían referirse a él como su maestro.
En aquellos tiempos de tensión,
el presidente Ikeda continuó visitando a los miembros pioneros uno a uno por todo el país para alentarlos en la
fe.
Vertió sus pensamientos y
sentimientos en un poema titulado “Una mirada hacia el vasto firmamento, “A mis amados estudiantes de la escuela
Soka”, donde escribe en parte:
Cierto día por capricho
dije a mi esposa
“Dejemos el Japón, vorágine de
envidia
porque el mundo espera por
nosotros”. En ese momento, ella sonrió y dijo
“¿Y los estudiantes de las escuelas
Soka?
¿Qué será de ellos?
Tú les harás mucha falta”.
«¡Es verdad!
Ciertamente, ¡tengo a las escuelas
Soka!
Tengo a los estudiantes Soka
que vivirán en el futuro.
Si es por ustedes, los estudiantes
no escatimo enfrentar
cualquier persecución
cualquier calumnia
cualquier sufrimiento”»
(traducción tentativa, de la publicación
del Seikyo Shimbun, 8 de febrero de 2000).
Una interpretación más amplia
del término estudiantes Soka, dijo el Sr. Shimizu, apunta hacia todos los sucesores en el futuro y a las
divisiones juveniles por todo el mundo.
«El presidente Ikeda permaneció
en el Japón y fervientemente abrió el camino para el kosen-rufu mundial», dijo. «He renovado mi determinación
de informar la verdad del historial de Sensei en pro de la justicia, con la juventud de la SGI que cargará
sobre sus hombros el futuro, para que no caiga en el olvido».
PERMANEZCAN INVENSIBLES AÚN
DURANTE LAS PRUEBAS MÁS SEVERAS.
En la segunda mitad de
“Respuesta al sacerdote laico Takahashi”, Nichiren escribe a su discípulo que
sufría de su enfermedad: «Pero usted, que ya
reúne los tres requisitos, ¿podría acaso no sanar?» (END, pág. 639).
El Sr. Shimizu hizo hincapié en
la observación que el presidente Ikeda hace del pasaje arriba mencionado: En esencia, el Daishonin dice, ¡no hay
nada por qué temer!
El presidente Ikeda continúa
diciendo: «Desde sus primeros días, la Soka Gakkai vino enfatizando que la relación de maestro y discípulo
fundamentada en la postura de que no existe un camino en la vida tan admirable, alegre y triunfal como
basar nuestra existencia a la insuperable Ley Mística y esforzarnos juntos a un mentor incomparable» (Living Buddhism, pág. 35).
El Sr. Shimizu señaló que, al final de esta carta el
Daishonin dice: «Así y todo, si duda, nada podré hacer yo para ayudarlo».
«Con esto él no está abandonando
al sacerdote laico Takahashi; el propósito no es ese», dijo el Sr. Shimizu.
«Al final de la carta Nichiren
enfatiza la importancia absoluta de la fe. Si no lo hiciera y sencillamente
dijera:
“Está bien, por favor, no te derrotes”,
Takahashi pudiera haber muerto. Pienso que Nichiren está alentando a Takahashi con el espíritu de “¡Más
vale que no te mueras!” Nichiren desea que Takahashi supere el reto basado
en una fe firme». Para concluir el
congreso de tres días, el Sr. Shimizu compartió un pasaje final del presidente Ikeda sobre nuestra misión
compartida de crear un siglo de Soka, al finalizar con estas palabras:
«Un siglo de paz será construido
por los campeones del diálogo. Un siglo de humanidad llegará a brillar a través de individuos
creativos y humanistas.
Un siglo de vida lo iniciarán
personas sabias que respetan y valoran la vida.
«Mis jóvenes discípulos, con el
mundo como vuestro escenario, ¡conviértanse en líderes de nuestro movimiento y de la sociedad! ¡Libre
y dinámicamente demuestren vuestro potencial! ¡Y esfuércense por unir a las personas, por unir
más a la humanidad!» (Seikyo Shimbun, 21 de noviembre de 2010).