DEJANDOTE CRECER

En el afán de querer ayudar a quienes amamos (a que "por fin despierten"), nos sumergimos en un sin fin de emociones que muchas veces nos cuesta controlar. Somos conscientes de que cada uno tiene sus tiempos, sus experiencias y sus aprendizajes, pero ver como se equivocan nos hace reaccionar.

¿Como hacer para evitar que un amigo salga lastimado, si sabemos el final de la historia?...¿Por qué no poder evitarlo? Acabo de comprender que si alguien resuelve tu problema por vos, en realidad no resolvemos nada.

Acabo de entender que dejar “caer” a quienes queremos, es ayudarlos a crecer. Intentamos de alguna manera amortiguar el golpe, pero sabemos que la única forma de superarse es vivir las experiencias de manera personal.Aunque sea lo que queremos hacer en un primer momento, no podemos transferir nuestras vivencias a los demás. Ni las buenas, ni las malas. Nos llena de impotencia ver lágrimas que pudimos evitar. Pero lo que por fin comprendemos en este proceso de conocernos interiormente, es que uno no puede interferir en ciertas situaciones ajenas solo porque las ha atravesado para si mismo. Muy por el contrario debemos dejar que cada uno haga su propio camino.Por estas razones quiero que sepas que siempre voy a estar a tu lado entregando mis manos para que con ellas puedas sostenerte, pero no podré evitar que tropieces. No puedo interponerme en tu camino, sería un error, debo dejar que aprendas, que te equivoques y que disfrutes tus propios aciertos.

Te puedo sostener, pero no puedo cargar todo tu peso; te puedo seguir pero no puedo adelantarme a tus pasos; te puedo señalar algunas cosas o hechos que te desvían del camino, pero no puedo cambiar tus conductas; te puedo querer… mucho… pero no puedo hacer las cosas que vos debés hacer.

Porque generarte una dependencia sería una equivocación, porque avanzar por vos no me hace mejor persona y finalmente porque tu alma es solo tuya y tu vida el necesario espacio para descubrir la dinámica de aprender a ser feliz...

Por Luz Braveros.