¿POR QUÉ ES VITAL UN MAESTRO PARA PRACTICAR EL BUDISMO? - BRASIL SEIKYO #2059 13 de noviembre 2010
“Practicar sin un maestro torna imposible la transformación del karma y la manifestación del estado de Buda. (...) La causalidad de la Ley Mística es la causalidad de maestro y discípulo.”
La Soka Gakkai cumple 80 años teniendo como esencia la unicidad de maestro y discípulo. Entienda en el siguiente estudio lo que es la causa y efecto de maestro y discípulo y, por qué es vital practicar el Budismo Nichiren teniendo el presidente Ikeda como maestro.
¿ Por qué es necesario un maestro?
Para extraer el potencial máximo de la Ley Mística. Ese potencial se manifiesta cuando hay una practica correcta, lo que significa practicar teniendo el GOHONZON como espejo y el MAESTRO como ejemplo.”
Existen varios tipos de visiones de la ley de causa y efecto. La más profunda e interesante es, sin ninguna duda, la visión de la ley de causa y efecto que permite lograr la iluminación. Esa es la causalidad de la Ley Mística. Poner en practica la interpretación de la ley de causa y efecto presentada por Nichiren Daishonin conduce directamente para la victoria, y transforma totalmente la vida.
El presente es el efecto del pasado, al mismo tiempo en que es la causa del fututo. Parece obvio, pero las personas que sufren tienen como raíz de todos los sufrimientos la ilusión de que el presente es solamente el efecto del pasado. Pensando así, ellas viven en un ciclo vicioso, aguardando que algo cambie en el pasado para tener un futuro mejor.
De esa forma, el presente solo existe para que ellas puedan lamentar el pasado y temer el futuro. Sin otra alternativa, entregan la causa de la felicidad y de la transformación para algo externa. Esas personas se anulan de protagonizar la propia felicidad. Y consecuentemente su vida es infeliz porque se basa en la visión limitada de la ley general de causa y efecto.
Para salir de ese ciclo, basta despertar para el presente como causa de la transformación tanto futuro como pasado. A partir del momento en que una persona es capaz de actuar sin influencia de los actos pasados, ella ilumina ese pasado y transforma el presente y el futuro.
En otras palabras, usa los efectos del pasado como causas de la presente felicidad. Eso significa elevar el estado de vida y transformar el karma en su esencia. El presidente Ikeda explica: “En el momento en que nuestro modo de pensar cambia, creamos en el presente la causa que, con toda seguridad, transformará el efecto a ser manifestado en el futuro.
El budismo Nichiren es el budismo del Sol. Es una filosofía de esperanza que nos permite transformar el presente y concretar un brillante futuro. Las personas que abrazan esa filosofía nunca precisan sentirse desesperado ni desesperanzado. Jamás precisan desistir ni lamentar. Lo que importa es nuestra decisión interior en ese momento.”
En el sentido practico, la oración es la base de una vida iluminada. En el momento en que se canta daimoku, la condición de vida del estado de Buda es activada. Activar el estado de buda es sentir con toda la vida esa verdad de que, independientemente de lo que haya sucedido, yo cambio mi presente y transformo mi futuro. Liberar la presente vida de las cadenas del pasado hace surgir una ardiente llama de felicidad y determinación que ilumina nuestra vida con la sabiduría del estado de Buda.
La correcta practica del daimoku consiste en cantar el nam miojo rengue kyo con esa llama, con esa alegría. Sobre eso, nuestro maestro dice: “ Orar al Gohonzon y cantar daimoku no es algo abstracto ni teórico. Se trata de una llama ardiente interior para lograr la victoria. Si esa llama de determinación arde en nuestro corazón, en el instante en que oramos ya vencemos.
Es, según declara el Daishonin, como una linterna iluminando un lugar que había estado en la oscuridad por centenas, millares o decenas de millares de años (The Writings of Nichiren daishonin, vol. 1pag. 923). Esa es la practica de la revolución humana accesibles a todos.
Esa transformadora alegría que surge en el instante en que cantamos el daimoku es sentida solamente cuando se basa en la conducta diaria de la unicidad de maestro y discípulo. Por eso, la causalidad de la Ley Mística es la causalidad de maestro y discípulo. Practicar sin un maestro torna imposible la transformación del karma y la manifestación del estado de buda.
¿ Por qué es necesario un maestro?
Para extraer el potencial máximo de la Ley Mística. Ese potencial se manifiesta cuando hay una practica correcta, lo que significa practicar teniendo el Gohonzon como espejo y el Maestro como ejemplo.
El Gohonzon es un espejo que refleja el estado de vida. Para que el Gohonzon refleje el estado de buda del tiempo sin inicio, sería necesario que el propio Maestro se sentase delante de él. La pregunta es que no somos Maestro.
¿Cómo resolvemos eso?
Solamente por medio de la unicidad de maestro y discípulo es posible que el Gohonzon refleje el estado de buda.
El presidente Ikeda explica: “Es natural que nuestra vida parezca bien diferente de la vida de un gran predecesor como el Buda Nichiren Daishonin.
Eso es perfectamente lógico ya que somos diferentes individuos, cada uno con las propias circunstancias, personalidad, capacidad y subjetividad. Sin embargo, si hacemos el mismo tipo de causa que los devotos del Sutra del Loto del pasado realizaron, o sea, si mantenemos el mismo curso de acción y la misma practica que ellos, podremos obtener los mismos efectos o resultados. Esta es una forma de ver la causalidad basada en el camino de maestro y discípulo.”
Heredar el espíritu del Maestro es compartir la misma decisión de realizar el kosen rufu y, lo más importante, actuar basado totalmente en esa decisión.
El presidente Ikeda concluye: “En el momento en que el sol del compromiso compartido entre el maestro y el discípulo surge en nuestro corazón, comienza una gran transformación. No hay ningún karma que no consigamos superar, ninguna batalla que o seamos capaces de vencer.
La unicidad de maestro y discípulo es, para todos los objetivos prácticos, un componente indispensable en la causalidad para alcanzar la transformación fundamental del estado de vida según enseñado en el budismo.(...) El maestro es la base espiritual, o la tierra, una fuente de sustento espiritual. En esa tierra, el discípulo hace que las flores de la victoria florezcan eterernamente”.
La Soka Gakkai cumple 80 años teniendo como esencia la unicidad de maestro y discípulo. Entienda en el siguiente estudio lo que es la causa y efecto de maestro y discípulo y, por qué es vital practicar el Budismo Nichiren teniendo el presidente Ikeda como maestro.
¿ Por qué es necesario un maestro?
Para extraer el potencial máximo de la Ley Mística. Ese potencial se manifiesta cuando hay una practica correcta, lo que significa practicar teniendo el GOHONZON como espejo y el MAESTRO como ejemplo.”
Existen varios tipos de visiones de la ley de causa y efecto. La más profunda e interesante es, sin ninguna duda, la visión de la ley de causa y efecto que permite lograr la iluminación. Esa es la causalidad de la Ley Mística. Poner en practica la interpretación de la ley de causa y efecto presentada por Nichiren Daishonin conduce directamente para la victoria, y transforma totalmente la vida.
El presente es el efecto del pasado, al mismo tiempo en que es la causa del fututo. Parece obvio, pero las personas que sufren tienen como raíz de todos los sufrimientos la ilusión de que el presente es solamente el efecto del pasado. Pensando así, ellas viven en un ciclo vicioso, aguardando que algo cambie en el pasado para tener un futuro mejor.
De esa forma, el presente solo existe para que ellas puedan lamentar el pasado y temer el futuro. Sin otra alternativa, entregan la causa de la felicidad y de la transformación para algo externa. Esas personas se anulan de protagonizar la propia felicidad. Y consecuentemente su vida es infeliz porque se basa en la visión limitada de la ley general de causa y efecto.
Para salir de ese ciclo, basta despertar para el presente como causa de la transformación tanto futuro como pasado. A partir del momento en que una persona es capaz de actuar sin influencia de los actos pasados, ella ilumina ese pasado y transforma el presente y el futuro.
En otras palabras, usa los efectos del pasado como causas de la presente felicidad. Eso significa elevar el estado de vida y transformar el karma en su esencia. El presidente Ikeda explica: “En el momento en que nuestro modo de pensar cambia, creamos en el presente la causa que, con toda seguridad, transformará el efecto a ser manifestado en el futuro.
El budismo Nichiren es el budismo del Sol. Es una filosofía de esperanza que nos permite transformar el presente y concretar un brillante futuro. Las personas que abrazan esa filosofía nunca precisan sentirse desesperado ni desesperanzado. Jamás precisan desistir ni lamentar. Lo que importa es nuestra decisión interior en ese momento.”
En el sentido practico, la oración es la base de una vida iluminada. En el momento en que se canta daimoku, la condición de vida del estado de Buda es activada. Activar el estado de buda es sentir con toda la vida esa verdad de que, independientemente de lo que haya sucedido, yo cambio mi presente y transformo mi futuro. Liberar la presente vida de las cadenas del pasado hace surgir una ardiente llama de felicidad y determinación que ilumina nuestra vida con la sabiduría del estado de Buda.
La correcta practica del daimoku consiste en cantar el nam miojo rengue kyo con esa llama, con esa alegría. Sobre eso, nuestro maestro dice: “ Orar al Gohonzon y cantar daimoku no es algo abstracto ni teórico. Se trata de una llama ardiente interior para lograr la victoria. Si esa llama de determinación arde en nuestro corazón, en el instante en que oramos ya vencemos.
Es, según declara el Daishonin, como una linterna iluminando un lugar que había estado en la oscuridad por centenas, millares o decenas de millares de años (The Writings of Nichiren daishonin, vol. 1pag. 923). Esa es la practica de la revolución humana accesibles a todos.
Esa transformadora alegría que surge en el instante en que cantamos el daimoku es sentida solamente cuando se basa en la conducta diaria de la unicidad de maestro y discípulo. Por eso, la causalidad de la Ley Mística es la causalidad de maestro y discípulo. Practicar sin un maestro torna imposible la transformación del karma y la manifestación del estado de buda.
¿ Por qué es necesario un maestro?
Para extraer el potencial máximo de la Ley Mística. Ese potencial se manifiesta cuando hay una practica correcta, lo que significa practicar teniendo el Gohonzon como espejo y el Maestro como ejemplo.
El Gohonzon es un espejo que refleja el estado de vida. Para que el Gohonzon refleje el estado de buda del tiempo sin inicio, sería necesario que el propio Maestro se sentase delante de él. La pregunta es que no somos Maestro.
¿Cómo resolvemos eso?
Solamente por medio de la unicidad de maestro y discípulo es posible que el Gohonzon refleje el estado de buda.
El presidente Ikeda explica: “Es natural que nuestra vida parezca bien diferente de la vida de un gran predecesor como el Buda Nichiren Daishonin.
Eso es perfectamente lógico ya que somos diferentes individuos, cada uno con las propias circunstancias, personalidad, capacidad y subjetividad. Sin embargo, si hacemos el mismo tipo de causa que los devotos del Sutra del Loto del pasado realizaron, o sea, si mantenemos el mismo curso de acción y la misma practica que ellos, podremos obtener los mismos efectos o resultados. Esta es una forma de ver la causalidad basada en el camino de maestro y discípulo.”
Heredar el espíritu del Maestro es compartir la misma decisión de realizar el kosen rufu y, lo más importante, actuar basado totalmente en esa decisión.
El presidente Ikeda concluye: “En el momento en que el sol del compromiso compartido entre el maestro y el discípulo surge en nuestro corazón, comienza una gran transformación. No hay ningún karma que no consigamos superar, ninguna batalla que o seamos capaces de vencer.
La unicidad de maestro y discípulo es, para todos los objetivos prácticos, un componente indispensable en la causalidad para alcanzar la transformación fundamental del estado de vida según enseñado en el budismo.(...) El maestro es la base espiritual, o la tierra, una fuente de sustento espiritual. En esa tierra, el discípulo hace que las flores de la victoria florezcan eterernamente”.