(4/4) "ESTO ES LO QUE YO ESCUCHÉ": EL LATIR DE LA INSEPARABILIDAD ENTRE MAESTRO Y DISCÍPULO.
Fragmentos del cuarto punto de la serie de diálogos sobre el Sutra del Loto entre el presidente de la SGI, Daisaku Ikeda y el titular del Departamento de Estudios de la Soka Gakkai, Katsuji Saito, y con los vice responsables, Takanori Endo y Haruo Suda. Este material de estudio ha sido inicialmente publicado en el Daibyakurenge, revista mensual de estudios de la Soka Gakkai (1995-2000).También, ha sido publicado en el Seikyo Times, Living Buddhism, revista mensual de la SGI-USA. Traducciones en varios idiomas han sido publicadas en los periódicos y revistas de la SGI en diversos países del mundo.
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Presidente Ikeda: … A partir de esta entrega, iniciamos el análisis del capítulo primero del sutra, es decir, la "Introducción".
Saito: Como lo indica el nombre, es el capítulo inaugural del Sutra del Loto. Se lo puede dividir en tres partes, según su contenido.
La primera parte está dada por la frase "Esto es lo que yo escuché" ([1]), tras lo cual se presenta la congregación de seres vivientes de toda clase, reunida en el monte Gridhrakuta (Pico del Aguila), en la ciudad de Rajagriha.
Suda: La frase "Esto es lo que yo escuché" o "Así lo escuché", como se la suele traducir, aparece al comienzo de casi todos los sutras. Sería como una frase hecha, ¿no?
Presidente Ikeda: Sí, pero en el caso del Sutra del Loto, el acto de "escuchar" posee un profundo significado, y se insiste en ello a lo largo de toda la escritura. Entonces, aunque "Esto es lo que yo escuché" pueda tomarse como una fórmula establecida en casi todos los sutras, en el caso del Sutra del Loto es especialmente importante. Es un punto para tener en cuenta y que, además, guarda especial trascendencia en el Budismo de Nichiren Daishonin.
Saito: La segunda parte del capítulo "Introducción" comienza cuando Shakyamuni entra en "el samadhi del lugar de los infinitos significados"([2]) y manifiesta una diversidad de extraordinarios fenómenos.
Suda: "El samadhi del lugar de los infinitos significados" se refiere a un estado de meditación en el cual uno concentra la mente en la Ley fundamental que es origen de las inmensurables enseñanzas del buda.
Presidente Ikeda: El nombre de esta meditación implica que el Sutra del Loto que el buda se dispone a enseñar es la enseñanza suprema, de la cual derivan y en la cual se basan todos los demás sutras. El Sutra de los Infinitos Significados o Sutra Muryogi, que sirve de prólogo al Sutra del Loto, señala: "De una sola Ley derivan infinitos significados". Esa Ley única, esa enseñanza suprema, es lo que se enseña en el Sutra del Loto.
Endo: Shakyamuni va a despertar serenamente de esa meditación en el capítulo segundo, "Medios hábiles", en el cual comenzará de lleno la prédica del Sutra del Loto. Pero el primer capítulo tiene el fin de describir esta serie de fenómenos prodigiosos que manifiesta Shakyamuni con sus poderes trascendentales mientras se halla en estado de profunda meditación.
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Presidente Ikeda: El señor Toda no quería que el Sutra del Loto fuese tomado como una historia fantasiosa, alejada de la realidad. Ni que se creyera que el budismo era una abstracción inconsistente. Por otro lado, estaba convencido de que el Sutra del Loto y el budismo no tenían nada que ver con la fantasía ni con la abstracción. Sabía positivamente que el Sutra del Loto era la Ley de la vida, la Ley que existe en lo profundo del ser de cada persona.
Entonces, si uno ve las cosas desde este punto de vista, se torna evidente que el rayo de luz que brotó del mechón de pelo blanco que había entre las cejas del buda y que iluminó toda la tierra hacia el Este era la profunda verdad de la vida. En el "Ongi Kuden" (Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente), el Daishonin dice: "La luz que emanaba del mechón de pelo blanco es Nam-myoho-renge-kyo".([3]) Precisamente porque es la luz de la Ley Mística, iluminaba todas las tierras y todos los estados, desde el infierno del sufrimiento incesante (es decir, el Infierno Avichi) hasta el mundo celestial más elevado (el Cielo Akanishtha). La Ley Mística tiene el poder de conducir a la iluminación incluso a las personas que están en el infierno del sufrimiento incesante.
Endo: Cada uno de los mundos iluminados por dicha luz se describe con profusión de vívidos detalles; es como si uno estuviera viendo una película épica. El buda de cada tierra está predicando la Ley, y los que han abrazado la enseñanza están practicándola de muchas formas distintas. En ciertas tierras, el buda ya ha fallecido, y sus seguidores, por amor y respeto a él, erigen stupas o torres funerarias, como ofrenda de fe.
Presidente Ikeda: Sí, es como una película, de dimensiones colosales, proyectada sobre la pantalla del universo entero. Todo el cosmos es el escenario del Sutra del Loto; todos los budas han logrado su iluminación basados en la Ley Mística. Y es el Sutra del Loto el que revela esa Ley fundamental, Nam- myoho-renge-kyo. Como preludio a la presentación de dicha Ley, suceden presagios sorprendentes en gran cantidad.
En relación con estos eventos, dice el Sutra del Loto: "En ese momento, Manjushri observó [...]: 'Supongo que el buda, el Honrado por el Mundo, ahora desea exponer la gran Ley, hacer caer la lluvia de la gran Ley, soplar en la caracola de la gran Ley, elucidar el significado de la gran Ley. [...] Desea hacer que todos los seres vivientes escuchen y comprendan la Ley, en la cual es tan difícil creer para todos los seres del mundo. Por eso, ha manifestado este portento auspicioso [al hacer que salga un haz de luz del mechón de pelo blanco que tiene entre las cejas]'".([4])
Saito: La tercera y última parte de la "Introducción" está dedicada a describir dichos eventos auspiciosos. El bodhisattva Maitreya, como representante de todos los que están escuchando en la asamblea, es portavoz de la sorpresa y de la duda que sienten todos. Así pues, le pregunta a Shakyamuni por qué ha manifestado todos esos fenómenos impactantes. El bodhisattva Manjushri responde las preguntas de Maitreya.
En su contestación, Manjushri habla de experiencias vividas en existencias pasadas. Describe que, en el pasado, un buda llamado Brillo del Sol y de la Luna exhibió la misma clase de fenómenos prodigiosos, al predicar el Sutra del Loto. Sobre esa base, afirma Manjushri, hay que pensar que Shakyamuni está por predicar también el Sutra del Loto.
UN SUTRA DEL LOTO UNIVERSAL
Presidente Ikeda: Tanto la enseñanza suprema que predicó el buda Brillo del Sol y de la Luna como la enseñanza que Shakyamuni se disponía a transmitir en ese momento eran el Sutra del Loto. Esto es un punto muy importante.
En ese mismo capítulo, Manjushri llega a decir que, además de ese buda Brillo del Sol y de la Luna, a quien había conocido en una existencia anterior, hubo veinte mil budas más, todos llamados Brillo del Sol y de la Luna, que vivieron con anterioridad. Con ello estaba diciendo que la gran enseñanza suprema que enseñaban todos esos budas era el Sutra del Loto. Pero no se detiene allí...
En el capítulo séptimo, "La parábola de la ciudad fantasma", aparece otro buda llamado Excelencia de la Gran Sabiduría Universal, que predicó el Sutra del Loto. Y en el capítulo vigésimo, "El bodhisattva Fukyo (Jamás Despreciar)", aparece otro buda llamado Rey del Sonido Imponente, que también transmitió dicho sutra.
Tras la muerte del buda Brillo del Sol y de la Luna, predicó el Sutra del Loto su discípulo, el bodhisattva Espléndidamente Brillante. Tras la muerte del buda Excelencia de la Gran Sabiduría Universal, siguieron predicando el Sutra del Loto sus dieciséis discípulos bodhisattvas. Tras la muerte del buda Rey del Sonido Imponente, recitó el llamado "Sutra del Loto de los veinticuatro caracteres"([5]) el bodhisattva Fukyo. Entonces, vemos que el Sutra del Loto es siempre una enseñanza para la época posterior a la muerte de los budas.
El sutra también relata que los diversos Sutras del Loto predicados por esos budas del pasado fueron enseñanzas increíblemente largas. El Sutra del Loto del buda Brillo del Sol y de la Luna se predicó a lo largo del período inconcebiblemente largo de sesenta kalpas menores.([6]) El Sutra del Loto del buda Rey del Sonido Imponente estaba compuesto por "veinte mil, diez mil, un millón de versos".([7]) El Sutra del Loto del buda Excelencia de la Gran Sabiduría Universal se expuso durante más de ocho mil kalpas y estaba formado por versos numerosos como los granos de arena del río Ganges.
Todo esto significa que el Sutra del Loto no sólo es el sutra de veintiocho capítulos expuesto por Shakyamuni que hoy conocemos y leemos. Aunque las formas de la prédica eran muy distintas, todas esas enseñanzas eran el Sutra del Loto.
Saito: ...Lo cual nos lleva a concluir que hay un Sutra del Loto "universal".
Presidente Ikeda: Sí. El señor Toda, que había captado su mismísima esencia, brinda una perspectiva muy notable sobre el Sutra del Loto:
El mismo Sutra del Loto se expresa de formas distintas, según el buda que lo predica, la época en que se lo expone y la capacidad de comprensión de las personas que reciben la enseñanza. Aunque la verdad esencial del Sutra del Loto es la misma en todos los casos, hay diferencias en la forma de exposición, según el lazo débil o fuerte que los seres vivientes de determinada época tengan con el budismo.
La persona "promedio", con un conocimiento superficial del budismo, pensará que sólo Shakyamuni predicó el Sutra del Loto. Pero, en verdad, ese Sutra del Loto dice que el bodhisattva Fukyo y el buda Excelencia de la Gran Sabiduría Universal también enseñaron el Sutra del Loto. Y el gran maestro T'ien-t'ai también lo enseñó.([8])
La verdad suprema es una sola, pero se la expresa de muy diversas formas. No obstante ello, todas estas formas son el Sutra del Loto. El Sutra del Loto universal es la enseñanza en la cual un buda revela y hace accesible a la gente la Ley con respecto a la cual él mismo está iluminado, la Ley para poder lograr la budeidad, de tal forma que las personas logren la auténtica felicidad y la tranquilidad.
Nichiren Daishonin habló del Sutra del Loto desde el punto de vista de tres formas: amplia, abreviada y esencial. La forma esencial del Sutra del Loto fue su propio
Nam-myoho- renge-kyo. Y la práctica más apropiada para la época de hoy es ésa, el Sutra del Loto esencial.
El Daishonin no identificó específicamente cuáles eran las formas amplia y abreviada del Sutra del Loto. Pero si pensamos en las enormes y extensísimas versiones del sutra que predicaron los budas del pasado, como formas "amplias", podría decirse que el Sutra del Loto de los veintiocho capítulos es la forma "abreviada". O, si consideramos el sutra de veintiocho capítulos como forma amplia, la forma abreviada sería el Sutra del Loto de veinticuatro caracteres del bodhisattva Fukyo.
El señor Toda también hablaba de tres clases de Sutra del Loto. El primero era el Sutra del Loto de veintiocho capítulos; el segundo, el Maka Shikan de T'ien-t'ai (Profunda concentración e introspección), y el tercero, el Nam-myoho-renge- kyo de Nichiren Daishonin.
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EL SIGNIFICADO DE "ESTO ES LO QUE YO ESCUCHÉ"
Saito: Creo que también podemos interpretar el significado de "Esto es lo que yo escuché" --palabras iniciales del capítulo "Introducción"-- desde el punto de vista del Sutra del Loto universal.
La cuestión sería a qué se refiere "esto", en otras palabras, cuál es el contenido real de eso que se escuchó. Por supuesto, superficialmente, alude a los veintiocho capítulos del Sutra del Loto. Pero en verdad va mucho más allá de eso.
Endo: El gran maestro Miao-lo da una interpretación convencional de lo que se escuchó o de "la sustancia de una doctrina escuchada de boca del buda": dice que se refiere a la totalidad de los veintiocho capítulos del Sutra del Loto. Pero Nichiren Daishonin se adentra mucho más allá y declara que "la sustancia de la doctrina" se refiere al "corazón de todos los fenómenos".([9]) En otras palabras, a Myoho-renge-kyo.
El Daishonin elucida este tema en el "Ongi Kuden", cuando se refiere a la declaración de T'ien-t'ai en el Hokke Mongu (Palabras y frases del Sutra del Loto):
"Esto" [de "Esto es lo que yo escuché"] indica "la sustancia de una doctrina escuchada de boca del buda", mientras que "lo que escuché" alude a "la persona capaz de sostener dicha doctrina".([10])
Presidente Ikeda: En este caso, para leer el sutra, el Daishonin aplica el principio de "texto, significado e intención". "Texto" se refiere al contenido literal del sutra. "Significado" indica la doctrina o principio que dicho texto refleja. Cuando uno se restringe a examinar sólo el aspecto literal de una escritura, se queda en el umbral del "significado".
Pero de nada sirve analizar en detalle el "texto" y el "significado" del Sutra del Loto, si no llegamos a su corazón, es decir, a su verdadera "intención". El Daishonin llega a la conclusión de que "'la sustancia de la doctrina' no es otra que Nam-myoho-renge-kyo".([11])
"La sustancia de la doctrina", "el corazón de todos los fenómenos" es la mismísima sabiduría del buda, que late y palpita en los veintiocho capítulos del sutra. Y esa sabiduría es Nam-myoho-renge-kyo.
"Esto es lo que yo escuché", en otras palabras, haber escuchado dicha sabiduría tal como es, se refiere a la fe y al camino de maestro y discípulo. Sólo mediante la fe de los discípulos en el maestro aquellos pueden ingresar en el mundo de la sabiduría de buda. Como señaló T'ien-t'ai en su Maka Shikan, "el budismo es como un océano, en el cual sólo se ingresa por medio de la fe".
Desde esta perspectiva, "esto es lo que yo escuché", desde el punto de vista del Sutra del Loto, significa concentrar todo nuestro ser en captar la resonancia palpitante de la vida del buda y conectarnos directamente con ella. "Esto" se refiere a la fe y a la comprensión, gracias a las cuales aquel que recibe las enseñanzas puede "escucharlas exactamente como se las ha predicado" y grabarlas así en su corazón. Y ya que esta actividad involucra todo nuestro ser, se usa la expresión "lo que yo escuché", "lo que escuché 'yo'", y no lo que escucharon los oídos, pues esto no es un fenómeno auditivo, sino algo que se lleva a cabo con toda la vida de uno.
El "yo" de la frase suele referirse a Ananda ([12]), el discípulo de Shakyamuni a quien se le atribuye el papel central en la compilación de las escrituras. Pero hoy, en este Ultimo Día de la Ley, el "corazón" o verdadera esencia de ese "yo" es cada una de las personas. Cada uno de nosotros escucha la enseñanza del Daishonin de Nam-myoho-renge-kyo con todo su ser y abraza la fe en él. He aquí el verdadero significado de "Esto es lo que yo escuché".
El Daishonin afirma:
El significado que hay detrás de cada palabra y frase de los veintiocho capítulos del sutra se refiere a escuchar esta doctrina para aplicarla en la propia vida; esto queda resumido en las palabras "Esto es lo que yo escuché". Lo que se escucha es
Nam-myoho-renge-kyo. Por lo tanto, dice el sutra, "todos logran entrar en el Camino del buda".([13])
No debemos leer el sutra como si fuera algo separado de nosotros mismos. En cambio, deberíamos "escucharlo" para "aplicarlo a nuestra propia vida", como la "mismísima Ley de nuestro propio ser".
Endo: Es una explicación muy clara...
En el Daichido Ron, Nagarjuna escribe: "El significado de 'esto' [en 'Esto es lo que yo escuché'] es la fe". Y T'ien- t'ai escribe en su Hokke Mongu: "'Esto' [en la misma cita] indica tener fe y creer [en las enseñanzas del sutra, tal como son]". Nagarjuna utiliza una alegoría muy interesante con respecto a la fe. La fe, afirma, es como un cuero suave; pero la falta de fe es como el cuero duro. El cuero suave puede ser utilizado en muchas aplicaciones prácticas, pero el cuero duro, no. En otras palabras, los que poseen fe pueden seguir las enseñanzas del buda y escucharlas tal como él las ha proclamado; pero para los que no tienen fe, esto es imposible.
T'ien-t'ai habla de "tener fe y seguir". Creo que aquí hay algo muy importante. Además, define qué es seguir: es cuando "uno avanza para seguir las enseñanzas del buda así como un estudiante sigue las instrucciones de su profesor". Cuando uno mantiene la fe con fidelidad, sin desviarse de lo correcto, se establece el camino de maestro y discípulo.
Presidente Ikeda: La esencia de "Esto es lo que yo escuché" es la inseparabilidad entre el maestro y el discípulo. Y esta es la quintaesencia de la transmisión budista. En esa gesta humana que es la relación de maestro y discípulo, existe mutua consonancia y respuesta entre el deseo de un buda de salvar a todas las personas y el deseo del discípulo que quiere corporificar y propagar las enseñanzas de su maestro. Y el epítome de esta coincidencia es la frase "Esto es lo que yo escuché".
Por otro lado, el Sutra del Loto es una escritura para la época posterior a la muerte del buda. Ya en el estadio del capítulo "Introducción" comienzan a desarrollarse los temas básicos del sutra: cómo salvar a los seres animados después de la muerte del buda y quiénes serán los que, en ese momento, mantengan y propaguen el Sutra del Loto. Un ejemplo de ello es el relato sobre el bodhisattva Espléndidamente Brillante, discípulo del buda Brillo del Sol y de la Luna, quien predicó el Sutra del Loto después de la muerte del maestro y condujo a la iluminación a los demás, entre los cuales se contaban, precisamente, los ocho príncipes hijos del buda.
Saito: El deseo de los budas es ayudar a los seres animados, durante toda la eternidad, a lograr la iluminación. Ese es el propósito con el cual hacen su advenimiento en el mundo.
Presidente Ikeda: Sí. El Daishonin escribe: "Si la misericordia de Nichiren es realmente grande y amplia, Nam-myoho-renge- kyo se propagará durante diez mil años y más aún, durante toda la eternidad".([14])
En otro orden de cosas, también es cierto que la persona que realmente se preocupa por los demás tiene la capacidad de conmover el corazón de la gente aún después de haber muerto. Podemos poner el ejemplo del Mahatma Gandhi: él dijo una vez que, si su alma podía servir para iluminar a la humanidad, que él seguiría hablando aun desde la tumba.
Y la lucha de los discípulos que comparten la determinación apasionada de su maestro y desean salvar a las personas aun en el futuro contribuye enormemente a lograrlo. La Ley sin falta da origen a acciones misericordiosas. Ocurre que todo anda muy bien mientras el maestro está con vida. Pero cuando él ya no está, se pone a prueba realmente la fortaleza del vínculo entre maestro y discípulo. El budismo es así de estricto.
Cuando todos lloraban la muerte de Shakyamuni, un monje anciano se puso de pie:
Deteneos, amigos. No estéis tristes. No os lamentéis. En buena hora nos hemos librado de ese severo practicante. Siempre nos fastidiaba diciéndonos qué era bueno hacer, qué era malo hacer... De ahora en más, hagamos lo que nos plazca. Y no hagamos más lo que no tenemos ganas de hacer.([15])
Estoy seguro de que no podrán creer los sentimientos que tenía ese monje. Pero, si hemos de ser honestos, así funciona la mente de la mayoría de las personas...
Por esa razón, ustedes, como líderes del siglo XXI, son dueños de una misión realmente profunda.
Saito: En efecto... Es algo que uno tendría que recordar a cada instante.
Pero volvamos al capítulo "Introducción". Tras la muerte del buda Brillo del Sol y de la Luna, su discípulo, el bodhisattva Espléndidamente Brillante, predicó el Sutra del Loto del mismo modo que su maestro había hecho. Me pregunto si esto podría considerarse como la práctica de "Esto es lo que yo escuché".
Presidente Ikeda: Sí, creo que sí. La muerte del buda fue un verdadero punto decisivo, en que el bodhisattva Espléndidamente Brillante dejó de ser un discípulo "que buscaba ser conducido a la iluminación" y pasó a ser uno "que conducía a otros a la iluminación". He aquí el espíritu del Sutra del Loto.
La esencia de "Esto es lo que yo escuché" es que el discípulo se ponga de pie con la determinación autónoma de guiar a los demás a la felicidad, así como su maestro hizo con él. Es la declaración de librar una lucha histórica, de asumir cualquier adversidad prontamente, con tal de poder llevar a los demás a la iluminación.
La compilación del Sutra del Loto de los veintiocho capítulos, tras la muerte de Shakyamuni, fue posible gracias a sus discípulos, que se congregaron y compartieron unos con otros "eso que ellos habían escuchado", por su puro deseo de salvar a todos los seres vivientes, basados en el mismo estado de vida que el buda. En tal sentido, podemos decir que el Sutra del Loto corporifica el espíritu de la inseparabilidad entre maestro y discípulo.
Quizá desde cierta perspectiva, la iluminación del señor Toda en la cárcel también pueda describirse como su propia experiencia personal de "eso que él escuchó", mientras sufría persecuciones en nombre de la Ley. Allí, él "escuchó" las palabras del sutra "Yo siempre estoy aquí, predicando la Ley"([16]), tal como expuso el Buda original, Nichiren Daishonin.
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EL SIGNIFICADO DE ESCUCHAR LA LEY: LA VOZ CUMPLE LA FUNCIÓN DEL BUDA
Suda: Creo que escuchar tiene un significado muy profundo en relación con la vida humana. El oído se desarrolla antes que la vista o el olfato.
Endo: David Burrows, profesor de Música en la Universidad de Nueva York, tiene una información muy interesante al respecto:
El feto en el vientre materno se sobresalta ante el sonido de un portazo. Se ha podido registrar la rica y cálida cacofonía que reina en el útero: los latidos del corazón de la madre y su respiración se cuentan entre los primeros indicios que tiene un bebe de que existe un mundo fuera de su propia piel.([17])
Suda: Al parecer, el oído es el primero de los sentidos en desarrollarse. Pero, en sentido más amplio, creo que escuchar no es exactamente lo mismo que oír. Se refiere al poder de la vida, capaz de percibir el misterioso ritmo que palpita en el universo.
Nichiren Daishonin escribe: "En este mundo saha, colmado de conflictos, la iluminación se logra a través de escuchar".([18]) A partir de mi propia experiencia, puedo decir que yo olvido fácilmente lo que leo en un libro, pero cuando escucho con atención una conferencia, la impresión que me provoca es muchas veces más fuerte que la de cualquier lectura. Y los contenidos quedan grabados en mi memoria.
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Presidente Ikeda: Estoy seguro de que Shakyamuni pudo inspirar profundamente a las personas y revivir su espíritu porque tenía una voz tan maravillosa. Era la voz de la verdad, que corporificaba la Ley de la iluminación, con respecto a la cual él se había esclarecido en lo más profundo de su ser.
La voz es la vibración de toda la entidad viviente. En la voz se revelan la personalidad y el ser de una persona. Un escritor francés dijo, en una oportunidad, que la voz es el segundo rostro. Aunque uno oculte su verdadera apariencia, no puede esconder la voz.
Suda: Hay un artículo muy interesante que apareció en la publicación científica británica Nature, donde se consignan los resultados de un experimento sobre la credibilidad de diversos medios de comunicación.([19]) Una misma persona llevó a cabo dos entrevistas: una, cierta; la otra, llena de falsedades. Ambas se volcaron a través de tres medios: la prensa, la radio y la televisión. Es decir que las dos entrevistas se publicaron, se transmitieron y se televisaron, y entonces se les pidió a los públicos respectivos, es decir, a los lectores, a la audiencia radial y a los televidentes, que decidieran cuál de las dos entrevistas, en cada medio, era falsa.
La televisión consiguió engañar a la mayoría de la gente. Pero, entre los que escucharon la radio, un setenta y cinco por ciento pudo reconocer la falsa historia. Los lectores de diarios se ubicaron en el medio entre ambas posiciones. Creo que es fácil interpretar esto: es más fácil ser engañado por las imágenes visuales que por la voz.
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Presidente Ikeda: El daimoku es el ritmo fundamental del universo, la más venerada entre las voces.
El Daishonin escribe:
Cuando pronunciamos Myoho-renge-kyo una sola vez, con ese solo sonido convocamos y manifestamos la naturaleza de buda de todos los budas [...] y de todos los demás seres vivientes. Este beneficio es inmensurable e ilimitado.([20])
Y también afirma:
Nosotros somos como el huevo, ignorantes y no iluminados, pero cuando nos nutre la invocación de Nam-myoho-renge-kyo [...] somos libres de surcar el firmamento de la realidad última.([21])
En otro gosho, escribe: "Sólo yo, Nichiren, hoy invoco Nam-myoho-renge-kyo, sin escatimar la voz".([22]) No escatimar la voz no quiere decir hablar a los gritos o con volumen muy fuerte. Se refiere a la gran voz misericordiosa, que busca conducir a toda la gente a la iluminación.
Sin escatimar la voz y el corazón, en inseparabilidad con el Daishonin, en la SGI estamos llevando a cabo nuestras actividades para propagar las enseñanzas budistas.
En la SGI resuenan muchas voces. La más fundamental es nuestra sincera invocación de daimoku. Pero también escuchamos la cálida voz del aliento, la vibrante voz del coraje, la honesta voz de la dicha, la seria voz del compromiso, la clara voz de la sabiduría. Son, todas, fuente de un manantial de beneficios sin límites.
La SGI está llevando a cabo la gloriosa labor del buda: propagar ampliamente la Ley Mística, con todas esas voces que se consagran sin reservas.
[1] Nota del Editor: Todas las citas del Sutra del Loto han sido extraídas de The Lotus Sutra (El Sutra del Loto), trad. al inglés por Burton Watson, Editorial de la Universidad de Columbia, Nueva York, 1993, cap. 1, pág. 3. En adelante se abreviará como The Lotus Sutra.
[2] Ib., cap. 1, pág. 5.
[3] Gosho Zenshu, pág. 712.
[4] The Lotus Sutra, cap. 1, págs. 13-14.
[5] Son las palabras que el bodhisattva Fukyo (Jamás Despreciar) decía a todas las personas. Como en chino abarcan veinticuatro ideogramas, de ahí viene el nombre que se le da.
[6] Kalpa: (Pal. sánscrita.) Período de tiempo extremadamente largo. Las fuentes varían un poco en la forma de definirlo. Según cierta explicación, la duración de un kalpa menor es de aproxiadamente dieciséis millones de años.
[7] The Lotus Sutra, cap. 20, pág. 267.
[8] Toda Josei Zenshu (Obras completas de Josei Toda), Seikyo Shimbunsha, Tokio, 1983, vol. 3, pág. 54.
[9] Gosho Zenshu, pág. 709.
[10] Ib., pág. 708.
[11] Ib., pág. 709.
[12] Ananda: Uno de los diez discípulos principales de Shakyamuni. Era el que mejor escuchaba las enseñanzas y, por eso, desempeñó un papel clave en la primera compilación de los sutras, tras la muerte del Buda.
[13] Gosho Zenshu, pág. 794.
[14] The Major Writings of Nichiren Daishonin, vol. 4, pág. 271.
[15] Genshi Bukkyo no Seiritsu (El establecimiento del Budismo temprano), edit. por Hajime Nakamura, Shunjusha, Tokio, 1992, pág. 307.
[16] The Lotus Sutra, cap. 16, pág. 229.
[17] BURROWS, David: Sound, Speech and Music (El sonido, la voz y la música), Editorial de la Universidad de Massachusetts, Amherst, 1990, pág. 17.
[18] Gosho Zenshu, pág. 415.
[19] WISEMAN, Richard: "The megalab truth test" (La prueba de la verdad en el "megalaboratorio"), en Nature, vol. 373, 2 de febrero de 1995, pág. 391.
[20] The Major Writings of Nichiren Daishonin, vol. 6, pág. 207.
[21] Los principales escritos de Nichiren Daishonin, vol. 1, pág. 264.
[22] The Major Writings of Nichiren Daishonin, vol. 4, pág. 272.
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Presidente Ikeda: … A partir de esta entrega, iniciamos el análisis del capítulo primero del sutra, es decir, la "Introducción".
Saito: Como lo indica el nombre, es el capítulo inaugural del Sutra del Loto. Se lo puede dividir en tres partes, según su contenido.
La primera parte está dada por la frase "Esto es lo que yo escuché" ([1]), tras lo cual se presenta la congregación de seres vivientes de toda clase, reunida en el monte Gridhrakuta (Pico del Aguila), en la ciudad de Rajagriha.
Suda: La frase "Esto es lo que yo escuché" o "Así lo escuché", como se la suele traducir, aparece al comienzo de casi todos los sutras. Sería como una frase hecha, ¿no?
Presidente Ikeda: Sí, pero en el caso del Sutra del Loto, el acto de "escuchar" posee un profundo significado, y se insiste en ello a lo largo de toda la escritura. Entonces, aunque "Esto es lo que yo escuché" pueda tomarse como una fórmula establecida en casi todos los sutras, en el caso del Sutra del Loto es especialmente importante. Es un punto para tener en cuenta y que, además, guarda especial trascendencia en el Budismo de Nichiren Daishonin.
Saito: La segunda parte del capítulo "Introducción" comienza cuando Shakyamuni entra en "el samadhi del lugar de los infinitos significados"([2]) y manifiesta una diversidad de extraordinarios fenómenos.
Suda: "El samadhi del lugar de los infinitos significados" se refiere a un estado de meditación en el cual uno concentra la mente en la Ley fundamental que es origen de las inmensurables enseñanzas del buda.
Presidente Ikeda: El nombre de esta meditación implica que el Sutra del Loto que el buda se dispone a enseñar es la enseñanza suprema, de la cual derivan y en la cual se basan todos los demás sutras. El Sutra de los Infinitos Significados o Sutra Muryogi, que sirve de prólogo al Sutra del Loto, señala: "De una sola Ley derivan infinitos significados". Esa Ley única, esa enseñanza suprema, es lo que se enseña en el Sutra del Loto.
Endo: Shakyamuni va a despertar serenamente de esa meditación en el capítulo segundo, "Medios hábiles", en el cual comenzará de lleno la prédica del Sutra del Loto. Pero el primer capítulo tiene el fin de describir esta serie de fenómenos prodigiosos que manifiesta Shakyamuni con sus poderes trascendentales mientras se halla en estado de profunda meditación.
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Presidente Ikeda: El señor Toda no quería que el Sutra del Loto fuese tomado como una historia fantasiosa, alejada de la realidad. Ni que se creyera que el budismo era una abstracción inconsistente. Por otro lado, estaba convencido de que el Sutra del Loto y el budismo no tenían nada que ver con la fantasía ni con la abstracción. Sabía positivamente que el Sutra del Loto era la Ley de la vida, la Ley que existe en lo profundo del ser de cada persona.
Entonces, si uno ve las cosas desde este punto de vista, se torna evidente que el rayo de luz que brotó del mechón de pelo blanco que había entre las cejas del buda y que iluminó toda la tierra hacia el Este era la profunda verdad de la vida. En el "Ongi Kuden" (Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente), el Daishonin dice: "La luz que emanaba del mechón de pelo blanco es Nam-myoho-renge-kyo".([3]) Precisamente porque es la luz de la Ley Mística, iluminaba todas las tierras y todos los estados, desde el infierno del sufrimiento incesante (es decir, el Infierno Avichi) hasta el mundo celestial más elevado (el Cielo Akanishtha). La Ley Mística tiene el poder de conducir a la iluminación incluso a las personas que están en el infierno del sufrimiento incesante.
Endo: Cada uno de los mundos iluminados por dicha luz se describe con profusión de vívidos detalles; es como si uno estuviera viendo una película épica. El buda de cada tierra está predicando la Ley, y los que han abrazado la enseñanza están practicándola de muchas formas distintas. En ciertas tierras, el buda ya ha fallecido, y sus seguidores, por amor y respeto a él, erigen stupas o torres funerarias, como ofrenda de fe.
Presidente Ikeda: Sí, es como una película, de dimensiones colosales, proyectada sobre la pantalla del universo entero. Todo el cosmos es el escenario del Sutra del Loto; todos los budas han logrado su iluminación basados en la Ley Mística. Y es el Sutra del Loto el que revela esa Ley fundamental, Nam- myoho-renge-kyo. Como preludio a la presentación de dicha Ley, suceden presagios sorprendentes en gran cantidad.
En relación con estos eventos, dice el Sutra del Loto: "En ese momento, Manjushri observó [...]: 'Supongo que el buda, el Honrado por el Mundo, ahora desea exponer la gran Ley, hacer caer la lluvia de la gran Ley, soplar en la caracola de la gran Ley, elucidar el significado de la gran Ley. [...] Desea hacer que todos los seres vivientes escuchen y comprendan la Ley, en la cual es tan difícil creer para todos los seres del mundo. Por eso, ha manifestado este portento auspicioso [al hacer que salga un haz de luz del mechón de pelo blanco que tiene entre las cejas]'".([4])
Saito: La tercera y última parte de la "Introducción" está dedicada a describir dichos eventos auspiciosos. El bodhisattva Maitreya, como representante de todos los que están escuchando en la asamblea, es portavoz de la sorpresa y de la duda que sienten todos. Así pues, le pregunta a Shakyamuni por qué ha manifestado todos esos fenómenos impactantes. El bodhisattva Manjushri responde las preguntas de Maitreya.
En su contestación, Manjushri habla de experiencias vividas en existencias pasadas. Describe que, en el pasado, un buda llamado Brillo del Sol y de la Luna exhibió la misma clase de fenómenos prodigiosos, al predicar el Sutra del Loto. Sobre esa base, afirma Manjushri, hay que pensar que Shakyamuni está por predicar también el Sutra del Loto.
UN SUTRA DEL LOTO UNIVERSAL
Presidente Ikeda: Tanto la enseñanza suprema que predicó el buda Brillo del Sol y de la Luna como la enseñanza que Shakyamuni se disponía a transmitir en ese momento eran el Sutra del Loto. Esto es un punto muy importante.
En ese mismo capítulo, Manjushri llega a decir que, además de ese buda Brillo del Sol y de la Luna, a quien había conocido en una existencia anterior, hubo veinte mil budas más, todos llamados Brillo del Sol y de la Luna, que vivieron con anterioridad. Con ello estaba diciendo que la gran enseñanza suprema que enseñaban todos esos budas era el Sutra del Loto. Pero no se detiene allí...
En el capítulo séptimo, "La parábola de la ciudad fantasma", aparece otro buda llamado Excelencia de la Gran Sabiduría Universal, que predicó el Sutra del Loto. Y en el capítulo vigésimo, "El bodhisattva Fukyo (Jamás Despreciar)", aparece otro buda llamado Rey del Sonido Imponente, que también transmitió dicho sutra.
Tras la muerte del buda Brillo del Sol y de la Luna, predicó el Sutra del Loto su discípulo, el bodhisattva Espléndidamente Brillante. Tras la muerte del buda Excelencia de la Gran Sabiduría Universal, siguieron predicando el Sutra del Loto sus dieciséis discípulos bodhisattvas. Tras la muerte del buda Rey del Sonido Imponente, recitó el llamado "Sutra del Loto de los veinticuatro caracteres"([5]) el bodhisattva Fukyo. Entonces, vemos que el Sutra del Loto es siempre una enseñanza para la época posterior a la muerte de los budas.
El sutra también relata que los diversos Sutras del Loto predicados por esos budas del pasado fueron enseñanzas increíblemente largas. El Sutra del Loto del buda Brillo del Sol y de la Luna se predicó a lo largo del período inconcebiblemente largo de sesenta kalpas menores.([6]) El Sutra del Loto del buda Rey del Sonido Imponente estaba compuesto por "veinte mil, diez mil, un millón de versos".([7]) El Sutra del Loto del buda Excelencia de la Gran Sabiduría Universal se expuso durante más de ocho mil kalpas y estaba formado por versos numerosos como los granos de arena del río Ganges.
Todo esto significa que el Sutra del Loto no sólo es el sutra de veintiocho capítulos expuesto por Shakyamuni que hoy conocemos y leemos. Aunque las formas de la prédica eran muy distintas, todas esas enseñanzas eran el Sutra del Loto.
Saito: ...Lo cual nos lleva a concluir que hay un Sutra del Loto "universal".
Presidente Ikeda: Sí. El señor Toda, que había captado su mismísima esencia, brinda una perspectiva muy notable sobre el Sutra del Loto:
El mismo Sutra del Loto se expresa de formas distintas, según el buda que lo predica, la época en que se lo expone y la capacidad de comprensión de las personas que reciben la enseñanza. Aunque la verdad esencial del Sutra del Loto es la misma en todos los casos, hay diferencias en la forma de exposición, según el lazo débil o fuerte que los seres vivientes de determinada época tengan con el budismo.
La persona "promedio", con un conocimiento superficial del budismo, pensará que sólo Shakyamuni predicó el Sutra del Loto. Pero, en verdad, ese Sutra del Loto dice que el bodhisattva Fukyo y el buda Excelencia de la Gran Sabiduría Universal también enseñaron el Sutra del Loto. Y el gran maestro T'ien-t'ai también lo enseñó.([8])
La verdad suprema es una sola, pero se la expresa de muy diversas formas. No obstante ello, todas estas formas son el Sutra del Loto. El Sutra del Loto universal es la enseñanza en la cual un buda revela y hace accesible a la gente la Ley con respecto a la cual él mismo está iluminado, la Ley para poder lograr la budeidad, de tal forma que las personas logren la auténtica felicidad y la tranquilidad.
Nichiren Daishonin habló del Sutra del Loto desde el punto de vista de tres formas: amplia, abreviada y esencial. La forma esencial del Sutra del Loto fue su propio
Nam-myoho- renge-kyo. Y la práctica más apropiada para la época de hoy es ésa, el Sutra del Loto esencial.
El Daishonin no identificó específicamente cuáles eran las formas amplia y abreviada del Sutra del Loto. Pero si pensamos en las enormes y extensísimas versiones del sutra que predicaron los budas del pasado, como formas "amplias", podría decirse que el Sutra del Loto de los veintiocho capítulos es la forma "abreviada". O, si consideramos el sutra de veintiocho capítulos como forma amplia, la forma abreviada sería el Sutra del Loto de veinticuatro caracteres del bodhisattva Fukyo.
El señor Toda también hablaba de tres clases de Sutra del Loto. El primero era el Sutra del Loto de veintiocho capítulos; el segundo, el Maka Shikan de T'ien-t'ai (Profunda concentración e introspección), y el tercero, el Nam-myoho-renge- kyo de Nichiren Daishonin.
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EL SIGNIFICADO DE "ESTO ES LO QUE YO ESCUCHÉ"
Saito: Creo que también podemos interpretar el significado de "Esto es lo que yo escuché" --palabras iniciales del capítulo "Introducción"-- desde el punto de vista del Sutra del Loto universal.
La cuestión sería a qué se refiere "esto", en otras palabras, cuál es el contenido real de eso que se escuchó. Por supuesto, superficialmente, alude a los veintiocho capítulos del Sutra del Loto. Pero en verdad va mucho más allá de eso.
Endo: El gran maestro Miao-lo da una interpretación convencional de lo que se escuchó o de "la sustancia de una doctrina escuchada de boca del buda": dice que se refiere a la totalidad de los veintiocho capítulos del Sutra del Loto. Pero Nichiren Daishonin se adentra mucho más allá y declara que "la sustancia de la doctrina" se refiere al "corazón de todos los fenómenos".([9]) En otras palabras, a Myoho-renge-kyo.
El Daishonin elucida este tema en el "Ongi Kuden", cuando se refiere a la declaración de T'ien-t'ai en el Hokke Mongu (Palabras y frases del Sutra del Loto):
"Esto" [de "Esto es lo que yo escuché"] indica "la sustancia de una doctrina escuchada de boca del buda", mientras que "lo que escuché" alude a "la persona capaz de sostener dicha doctrina".([10])
Presidente Ikeda: En este caso, para leer el sutra, el Daishonin aplica el principio de "texto, significado e intención". "Texto" se refiere al contenido literal del sutra. "Significado" indica la doctrina o principio que dicho texto refleja. Cuando uno se restringe a examinar sólo el aspecto literal de una escritura, se queda en el umbral del "significado".
Pero de nada sirve analizar en detalle el "texto" y el "significado" del Sutra del Loto, si no llegamos a su corazón, es decir, a su verdadera "intención". El Daishonin llega a la conclusión de que "'la sustancia de la doctrina' no es otra que Nam-myoho-renge-kyo".([11])
"La sustancia de la doctrina", "el corazón de todos los fenómenos" es la mismísima sabiduría del buda, que late y palpita en los veintiocho capítulos del sutra. Y esa sabiduría es Nam-myoho-renge-kyo.
"Esto es lo que yo escuché", en otras palabras, haber escuchado dicha sabiduría tal como es, se refiere a la fe y al camino de maestro y discípulo. Sólo mediante la fe de los discípulos en el maestro aquellos pueden ingresar en el mundo de la sabiduría de buda. Como señaló T'ien-t'ai en su Maka Shikan, "el budismo es como un océano, en el cual sólo se ingresa por medio de la fe".
Desde esta perspectiva, "esto es lo que yo escuché", desde el punto de vista del Sutra del Loto, significa concentrar todo nuestro ser en captar la resonancia palpitante de la vida del buda y conectarnos directamente con ella. "Esto" se refiere a la fe y a la comprensión, gracias a las cuales aquel que recibe las enseñanzas puede "escucharlas exactamente como se las ha predicado" y grabarlas así en su corazón. Y ya que esta actividad involucra todo nuestro ser, se usa la expresión "lo que yo escuché", "lo que escuché 'yo'", y no lo que escucharon los oídos, pues esto no es un fenómeno auditivo, sino algo que se lleva a cabo con toda la vida de uno.
El "yo" de la frase suele referirse a Ananda ([12]), el discípulo de Shakyamuni a quien se le atribuye el papel central en la compilación de las escrituras. Pero hoy, en este Ultimo Día de la Ley, el "corazón" o verdadera esencia de ese "yo" es cada una de las personas. Cada uno de nosotros escucha la enseñanza del Daishonin de Nam-myoho-renge-kyo con todo su ser y abraza la fe en él. He aquí el verdadero significado de "Esto es lo que yo escuché".
El Daishonin afirma:
El significado que hay detrás de cada palabra y frase de los veintiocho capítulos del sutra se refiere a escuchar esta doctrina para aplicarla en la propia vida; esto queda resumido en las palabras "Esto es lo que yo escuché". Lo que se escucha es
Nam-myoho-renge-kyo. Por lo tanto, dice el sutra, "todos logran entrar en el Camino del buda".([13])
No debemos leer el sutra como si fuera algo separado de nosotros mismos. En cambio, deberíamos "escucharlo" para "aplicarlo a nuestra propia vida", como la "mismísima Ley de nuestro propio ser".
Endo: Es una explicación muy clara...
En el Daichido Ron, Nagarjuna escribe: "El significado de 'esto' [en 'Esto es lo que yo escuché'] es la fe". Y T'ien- t'ai escribe en su Hokke Mongu: "'Esto' [en la misma cita] indica tener fe y creer [en las enseñanzas del sutra, tal como son]". Nagarjuna utiliza una alegoría muy interesante con respecto a la fe. La fe, afirma, es como un cuero suave; pero la falta de fe es como el cuero duro. El cuero suave puede ser utilizado en muchas aplicaciones prácticas, pero el cuero duro, no. En otras palabras, los que poseen fe pueden seguir las enseñanzas del buda y escucharlas tal como él las ha proclamado; pero para los que no tienen fe, esto es imposible.
T'ien-t'ai habla de "tener fe y seguir". Creo que aquí hay algo muy importante. Además, define qué es seguir: es cuando "uno avanza para seguir las enseñanzas del buda así como un estudiante sigue las instrucciones de su profesor". Cuando uno mantiene la fe con fidelidad, sin desviarse de lo correcto, se establece el camino de maestro y discípulo.
Presidente Ikeda: La esencia de "Esto es lo que yo escuché" es la inseparabilidad entre el maestro y el discípulo. Y esta es la quintaesencia de la transmisión budista. En esa gesta humana que es la relación de maestro y discípulo, existe mutua consonancia y respuesta entre el deseo de un buda de salvar a todas las personas y el deseo del discípulo que quiere corporificar y propagar las enseñanzas de su maestro. Y el epítome de esta coincidencia es la frase "Esto es lo que yo escuché".
Por otro lado, el Sutra del Loto es una escritura para la época posterior a la muerte del buda. Ya en el estadio del capítulo "Introducción" comienzan a desarrollarse los temas básicos del sutra: cómo salvar a los seres animados después de la muerte del buda y quiénes serán los que, en ese momento, mantengan y propaguen el Sutra del Loto. Un ejemplo de ello es el relato sobre el bodhisattva Espléndidamente Brillante, discípulo del buda Brillo del Sol y de la Luna, quien predicó el Sutra del Loto después de la muerte del maestro y condujo a la iluminación a los demás, entre los cuales se contaban, precisamente, los ocho príncipes hijos del buda.
Saito: El deseo de los budas es ayudar a los seres animados, durante toda la eternidad, a lograr la iluminación. Ese es el propósito con el cual hacen su advenimiento en el mundo.
Presidente Ikeda: Sí. El Daishonin escribe: "Si la misericordia de Nichiren es realmente grande y amplia, Nam-myoho-renge- kyo se propagará durante diez mil años y más aún, durante toda la eternidad".([14])
En otro orden de cosas, también es cierto que la persona que realmente se preocupa por los demás tiene la capacidad de conmover el corazón de la gente aún después de haber muerto. Podemos poner el ejemplo del Mahatma Gandhi: él dijo una vez que, si su alma podía servir para iluminar a la humanidad, que él seguiría hablando aun desde la tumba.
Y la lucha de los discípulos que comparten la determinación apasionada de su maestro y desean salvar a las personas aun en el futuro contribuye enormemente a lograrlo. La Ley sin falta da origen a acciones misericordiosas. Ocurre que todo anda muy bien mientras el maestro está con vida. Pero cuando él ya no está, se pone a prueba realmente la fortaleza del vínculo entre maestro y discípulo. El budismo es así de estricto.
Cuando todos lloraban la muerte de Shakyamuni, un monje anciano se puso de pie:
Deteneos, amigos. No estéis tristes. No os lamentéis. En buena hora nos hemos librado de ese severo practicante. Siempre nos fastidiaba diciéndonos qué era bueno hacer, qué era malo hacer... De ahora en más, hagamos lo que nos plazca. Y no hagamos más lo que no tenemos ganas de hacer.([15])
Estoy seguro de que no podrán creer los sentimientos que tenía ese monje. Pero, si hemos de ser honestos, así funciona la mente de la mayoría de las personas...
Por esa razón, ustedes, como líderes del siglo XXI, son dueños de una misión realmente profunda.
Saito: En efecto... Es algo que uno tendría que recordar a cada instante.
Pero volvamos al capítulo "Introducción". Tras la muerte del buda Brillo del Sol y de la Luna, su discípulo, el bodhisattva Espléndidamente Brillante, predicó el Sutra del Loto del mismo modo que su maestro había hecho. Me pregunto si esto podría considerarse como la práctica de "Esto es lo que yo escuché".
Presidente Ikeda: Sí, creo que sí. La muerte del buda fue un verdadero punto decisivo, en que el bodhisattva Espléndidamente Brillante dejó de ser un discípulo "que buscaba ser conducido a la iluminación" y pasó a ser uno "que conducía a otros a la iluminación". He aquí el espíritu del Sutra del Loto.
La esencia de "Esto es lo que yo escuché" es que el discípulo se ponga de pie con la determinación autónoma de guiar a los demás a la felicidad, así como su maestro hizo con él. Es la declaración de librar una lucha histórica, de asumir cualquier adversidad prontamente, con tal de poder llevar a los demás a la iluminación.
La compilación del Sutra del Loto de los veintiocho capítulos, tras la muerte de Shakyamuni, fue posible gracias a sus discípulos, que se congregaron y compartieron unos con otros "eso que ellos habían escuchado", por su puro deseo de salvar a todos los seres vivientes, basados en el mismo estado de vida que el buda. En tal sentido, podemos decir que el Sutra del Loto corporifica el espíritu de la inseparabilidad entre maestro y discípulo.
Quizá desde cierta perspectiva, la iluminación del señor Toda en la cárcel también pueda describirse como su propia experiencia personal de "eso que él escuchó", mientras sufría persecuciones en nombre de la Ley. Allí, él "escuchó" las palabras del sutra "Yo siempre estoy aquí, predicando la Ley"([16]), tal como expuso el Buda original, Nichiren Daishonin.
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EL SIGNIFICADO DE ESCUCHAR LA LEY: LA VOZ CUMPLE LA FUNCIÓN DEL BUDA
Suda: Creo que escuchar tiene un significado muy profundo en relación con la vida humana. El oído se desarrolla antes que la vista o el olfato.
Endo: David Burrows, profesor de Música en la Universidad de Nueva York, tiene una información muy interesante al respecto:
El feto en el vientre materno se sobresalta ante el sonido de un portazo. Se ha podido registrar la rica y cálida cacofonía que reina en el útero: los latidos del corazón de la madre y su respiración se cuentan entre los primeros indicios que tiene un bebe de que existe un mundo fuera de su propia piel.([17])
Suda: Al parecer, el oído es el primero de los sentidos en desarrollarse. Pero, en sentido más amplio, creo que escuchar no es exactamente lo mismo que oír. Se refiere al poder de la vida, capaz de percibir el misterioso ritmo que palpita en el universo.
Nichiren Daishonin escribe: "En este mundo saha, colmado de conflictos, la iluminación se logra a través de escuchar".([18]) A partir de mi propia experiencia, puedo decir que yo olvido fácilmente lo que leo en un libro, pero cuando escucho con atención una conferencia, la impresión que me provoca es muchas veces más fuerte que la de cualquier lectura. Y los contenidos quedan grabados en mi memoria.
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Presidente Ikeda: Estoy seguro de que Shakyamuni pudo inspirar profundamente a las personas y revivir su espíritu porque tenía una voz tan maravillosa. Era la voz de la verdad, que corporificaba la Ley de la iluminación, con respecto a la cual él se había esclarecido en lo más profundo de su ser.
La voz es la vibración de toda la entidad viviente. En la voz se revelan la personalidad y el ser de una persona. Un escritor francés dijo, en una oportunidad, que la voz es el segundo rostro. Aunque uno oculte su verdadera apariencia, no puede esconder la voz.
Suda: Hay un artículo muy interesante que apareció en la publicación científica británica Nature, donde se consignan los resultados de un experimento sobre la credibilidad de diversos medios de comunicación.([19]) Una misma persona llevó a cabo dos entrevistas: una, cierta; la otra, llena de falsedades. Ambas se volcaron a través de tres medios: la prensa, la radio y la televisión. Es decir que las dos entrevistas se publicaron, se transmitieron y se televisaron, y entonces se les pidió a los públicos respectivos, es decir, a los lectores, a la audiencia radial y a los televidentes, que decidieran cuál de las dos entrevistas, en cada medio, era falsa.
La televisión consiguió engañar a la mayoría de la gente. Pero, entre los que escucharon la radio, un setenta y cinco por ciento pudo reconocer la falsa historia. Los lectores de diarios se ubicaron en el medio entre ambas posiciones. Creo que es fácil interpretar esto: es más fácil ser engañado por las imágenes visuales que por la voz.
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Presidente Ikeda: El daimoku es el ritmo fundamental del universo, la más venerada entre las voces.
El Daishonin escribe:
Cuando pronunciamos Myoho-renge-kyo una sola vez, con ese solo sonido convocamos y manifestamos la naturaleza de buda de todos los budas [...] y de todos los demás seres vivientes. Este beneficio es inmensurable e ilimitado.([20])
Y también afirma:
Nosotros somos como el huevo, ignorantes y no iluminados, pero cuando nos nutre la invocación de Nam-myoho-renge-kyo [...] somos libres de surcar el firmamento de la realidad última.([21])
En otro gosho, escribe: "Sólo yo, Nichiren, hoy invoco Nam-myoho-renge-kyo, sin escatimar la voz".([22]) No escatimar la voz no quiere decir hablar a los gritos o con volumen muy fuerte. Se refiere a la gran voz misericordiosa, que busca conducir a toda la gente a la iluminación.
Sin escatimar la voz y el corazón, en inseparabilidad con el Daishonin, en la SGI estamos llevando a cabo nuestras actividades para propagar las enseñanzas budistas.
En la SGI resuenan muchas voces. La más fundamental es nuestra sincera invocación de daimoku. Pero también escuchamos la cálida voz del aliento, la vibrante voz del coraje, la honesta voz de la dicha, la seria voz del compromiso, la clara voz de la sabiduría. Son, todas, fuente de un manantial de beneficios sin límites.
La SGI está llevando a cabo la gloriosa labor del buda: propagar ampliamente la Ley Mística, con todas esas voces que se consagran sin reservas.
[1] Nota del Editor: Todas las citas del Sutra del Loto han sido extraídas de The Lotus Sutra (El Sutra del Loto), trad. al inglés por Burton Watson, Editorial de la Universidad de Columbia, Nueva York, 1993, cap. 1, pág. 3. En adelante se abreviará como The Lotus Sutra.
[2] Ib., cap. 1, pág. 5.
[3] Gosho Zenshu, pág. 712.
[4] The Lotus Sutra, cap. 1, págs. 13-14.
[5] Son las palabras que el bodhisattva Fukyo (Jamás Despreciar) decía a todas las personas. Como en chino abarcan veinticuatro ideogramas, de ahí viene el nombre que se le da.
[6] Kalpa: (Pal. sánscrita.) Período de tiempo extremadamente largo. Las fuentes varían un poco en la forma de definirlo. Según cierta explicación, la duración de un kalpa menor es de aproxiadamente dieciséis millones de años.
[7] The Lotus Sutra, cap. 20, pág. 267.
[8] Toda Josei Zenshu (Obras completas de Josei Toda), Seikyo Shimbunsha, Tokio, 1983, vol. 3, pág. 54.
[9] Gosho Zenshu, pág. 709.
[10] Ib., pág. 708.
[11] Ib., pág. 709.
[12] Ananda: Uno de los diez discípulos principales de Shakyamuni. Era el que mejor escuchaba las enseñanzas y, por eso, desempeñó un papel clave en la primera compilación de los sutras, tras la muerte del Buda.
[13] Gosho Zenshu, pág. 794.
[14] The Major Writings of Nichiren Daishonin, vol. 4, pág. 271.
[15] Genshi Bukkyo no Seiritsu (El establecimiento del Budismo temprano), edit. por Hajime Nakamura, Shunjusha, Tokio, 1992, pág. 307.
[16] The Lotus Sutra, cap. 16, pág. 229.
[17] BURROWS, David: Sound, Speech and Music (El sonido, la voz y la música), Editorial de la Universidad de Massachusetts, Amherst, 1990, pág. 17.
[18] Gosho Zenshu, pág. 415.
[19] WISEMAN, Richard: "The megalab truth test" (La prueba de la verdad en el "megalaboratorio"), en Nature, vol. 373, 2 de febrero de 1995, pág. 391.
[20] The Major Writings of Nichiren Daishonin, vol. 6, pág. 207.
[21] Los principales escritos de Nichiren Daishonin, vol. 1, pág. 264.
[22] The Major Writings of Nichiren Daishonin, vol. 4, pág. 272.