EL SIGNIFICADO DE NAM-MYOHO-RENGE- KYO
Quienes conocen por primera vez la práctica religiosa de la Soka Gakkai Internacional se sorprenden por el énfasis con que se entona la oración Nam-myoho-renge- kyo.
Sienten como si todo quedara contenido en ese simple conjunto de palabras. Ello concuerda con el pensamiento de Nichiren (1222-1282), quien otorgó una importancia fundamental a la entonación repetida de dicha frase. En efecto, escribió: "El alma de Nichiren no es otra cosa que Nam-myoho-renge- kyo". (1)
Nichiren estableció que Nam-myoho-renge- kyo es la Ley Mística, el principio que rige las funciones de la vida en el universo, la Ley por la cual todos los budas se iluminan y el verdadero aspecto de la vida del ser humano. Nichiren consideraba que recitar repetidamente esta Ley era "el camino directo hacia la iluminación". (2)
La voz
En general, las personas asocian la práctica budista con la meditación silenciosa y reflexiva. Sin embargo, la recitación y la entonación de las enseñanzas han sido particularmente importantes en la historia del budismo. La articulación sonorizada, que manifiesta la fe y el juramento religiosos en forma de oración, es un acto visible para los demás.
El budismo de Nichiren pone énfasis en la entonación de la oración como postura esencial, en lugar de la meditación silenciosa. A diferencia de la mera exploración del alma y de la abstracción espiritual íntima, la práctica religiosa expuesta por Nichiren se centra en hacer emerger el potencial inherente más elevado que posee el ser humano, dentro del ámbito de la sociedad, en beneficio de toda la humanidad. Nichiren solía citar la máxima de un antiguo filósofo budista que afirma: "La voz lleva a cabo la tarea del Buda". (3)
Uno de los factores que define la identidad del ser humano es el uso de la voz para expresar y transmitir su estado de vida interior, ya sea de alegría, gratitud, desesperanza o determinación. Es posible que el acto esencialmente humano de "orar" haya surgido de la súplica, el llanto o la manifestación de agradecimiento, expresiones prácticamente instintivas que se dirigían a las inescrutables fuerzas de la naturaleza, cuando todavía no se habían establecido los diferentes sistemas doctrinales. De la misma manera, a través de la vocalización, es decir, del uso de la voz, el ser humano ha dado expresión esencial a sus sentimientos más recónditos y a su deseo de armonizar con todas las formas de vida.
La voz es esencial para que el ser humano se conecte con su yo, con las demás personas y con el universo que vibra al ritmo de la vida y de la muerte.
Nichiren consideró que la esencia de las enseñanzas del budismo estaba contenida en el Sutra del loto, que exponía guías de un valor universal imperecedero y el principio de que todas las personas podían lograr la budeidad, es decir, que todo ser humano era intrínsecamente un buda iluminado.
En conformidad con las escuelas del Sutra del loto, Nichiren consideró que los cinco caracteres chinos del título del Sutra del loto, "myo", "ho", "ren", "ge", y "kyo", corporificaban la esencia de la enseñanza de la Ley Mística, gracias a la cual Shakyamuni y todos los budas habían logrado la iluminación. Así, cuando el 28 de abril de 1253, Nichiren estableció la práctica de entonar Nam-myoho-renge- kyo, proclamó que esta constituía un proceso a través del cual las personas podían hacer realidad la promesa de la iluminación universal.
De ese modo, Nichiren instauró una forma de práctica que permitía a todas las personas de ambos sexos, lograr la budeidad, más allá de su condición social o nivel de educación.
La nueva doctrina atrajo a un gran número de personas que se reunieron en torno a Nichiren y se convirtieron en seguidores y practicantes de sus enseñanzas. Entre sus discípulos se contaban grandes expertos en las enseñanzas y en la historia del budismo, como también campesinos con escasa instrucción, que no sabían leer ni escribir. Aun hoy, es sorprendente la enorme diversidad de personas que practican el budismo de Nichiren en el mundo entero.
La Ley Mística
Nichiren alentó a sus seguidores a que tuvieran fe en que la entonación de Nam-myoho-renge- kyo, que haría emerger en ellos la naturaleza de buda inherente, mediante la cual podían acendrar su sabiduría, coraje, convicción, vitalidad y amor compasivo, además de superar los desafíos de la vida diaria y establecer un estado de inamovible felicidad en este mundo.
Pero …¿qué significa Nam-myoho-renge- kyo?
Podemos traducirlo literalmente como 'Yo me consagro al Sutra del loto de la Ley prodigiosa'.
Nichiren explica el profundo significado de cada uno de los caracteres que componen esta expresión en varios de sus escritos, pues dejó los más diversos tratados, peticiones, registros de conferencias, y también, cartas dirigidas a sus creyentes.
Nam (o variación fonética: namu) deriva del sánscrito y significa 'consagrar la vida'. El resto de la frase, myoho-renge- kyo, es la pronunciación en japonés de los caracteres chinos que conforman el título del Sutra del loto, cuya forma en sánscrito es Saddharma-pundarika -sutra ('Sutra del loto blanco de la ley prodigiosa') .
Nichiren afirma que la frase completa fusiona elementos del idioma sánscrito y del chino, es decir, de las dos más grandes civilizaciones de su tiempo. La inclusión de aspectos de diversas culturas y civilizaciones pone de manifiesto la universalidad del budismo que Nichiren expuso.
Myoho corresponde a saddharma, y se puede traducir como 'ley mística o prodigiosa'.
En una de sus cartas, Nichiren escribe: "Ahora bien, ¿qué significa myo? Es, sencillamente, la naturaleza misteriosa de nuestra vida, momento a momento, que la mente es incapaz de comprender, y las palabras no pueden expresar". (4)
Además, Nichiren asevera que el ideograma "myo" posee tres significados: abrir, estar perfectamente dotado y revivir. "Ho" es el dharma o ley; juntos, los dos caracteres de myoho se refieren a la Ley Mística.
El presidente de la SGI, Daisaku Ikeda, expresó: "El gran poder de la Ley Mística lo abarca todo, extrae las posibilidades más positivas de cada situación, transforma todo hacia el bien, renueva e instila nueva vida a todas las experiencias".
Nichiren explica que myo representa la muerte, y ho, la vida, puesto que el budismo considera que la profunda continuidad de la vida contiene esos dos aspectos: el activo y manifiesto y el latente e intangible. Dicha continuidad está compenetrada y determinada por la ley de la causalidad, o la causa y el efecto, que Nichiren relaciona con la flor del loto o renge, en japonés.
El loto da semillas cuando los pétalos de su flor se abren. Eso simboliza el principio de la simultaneidad de causa y efecto. Según este principio, las causas creadas influyen en los aspectos más profundos y esenciales de la vida, debidos a lo cual las personas experimentan los efectos de sus pensamientos, palabras y acciones.
De acuerdo con la concepción budista, ello significa que la persona que practica la Ley Mística obtiene la causa y el efecto de la budeidad simultáneamente. La característica de la flor del loto, pura y resplandeciente a pesar de las aguas fangosas en que crece, simboliza la naturaleza más elevada del ser humano, que se manifiesta cuando este lucha en la difícil y rigurosa realidad que imponen la vida cotidiana y la sociedad.
Finalmente, kyo significa 'sutra', es decir, las enseñanzas transmitidas por el Buda. Kyo se escribe con un ideograma chino que denota la urdimbre o fibras verticales de un telar. Nichiren escribe: "'Kyo' representa la palabra y la voz de todos los seres vivientes [...] También se puede definir como lo constante e inmutable de las tres existencias del pasado, el presente y el futuro".
Por otro lado, Nichiren relaciona los caracteres de Nam-myoho-renge- kyo con las partes del cuerpo humano: la cabeza, la garganta, el pecho, el vientre y las piernas, respectivamente. Eso indica que el principio místico o Ley que guía y gobierna el cosmos es inseparable de la realidad concreta de nuestra vida.
Cuando las personas entonan la Ley Mística y hacen emerger una condición de suprema elevación e iluminación, logran inspirar de manera natural a quienes las rodean e incentivan en los demás el deseo de cultivar una existencia más elevada, creativa y llena de misericordia.
Esa relación positiva puede expandirse aún más, cuando las personas expresan su mutuo reconocimiento por la dignidad y el valor infinito de todo ser humano. Nichiren describe este proceso con la siguiente metáfora: "Cuando canta un pájaro enjaulado, las aves que vuelan en el cielo sienten su llamado y se reúnen a su alrededor. Y cuando las aves lo rodean, el pájaro busca la libertad. Cuando entonamos la Ley Mística con nuestra voz, infaliblemente nuestra naturaleza de Buda siente el llamado y aflora". (5)
[Basado en el artículo publicado en la edición de enero de 2006 de la revista SGI Quarterly.]
Notas bibliográficas
(1) The Writings of Nichiren Daishonin (Los escritos de Nichiren Daishonin), Tokio, Soka Gakkai, 1999, vol. 1, pág. 412.
(2) Ib., pág. 4.
(3) The Record of the Orally Transmitted Teachings (Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente), traducido al inglés por Burton Watson, Tokio, Soka Gakkai, 2004, pág. 4.
(4) The Writings of Nichiren Daishonin, op. cit., pág. 4.
(5) Ib., pág. 887.
http://www.sgi.cr/budismo/concpt/nmrk.html
En ingles http://www.sgi. org/es/budismo/ conceptos- filosoficos/ nam-myoho- renge-kyo. html
Sienten como si todo quedara contenido en ese simple conjunto de palabras. Ello concuerda con el pensamiento de Nichiren (1222-1282), quien otorgó una importancia fundamental a la entonación repetida de dicha frase. En efecto, escribió: "El alma de Nichiren no es otra cosa que Nam-myoho-renge- kyo". (1)
Nichiren estableció que Nam-myoho-renge- kyo es la Ley Mística, el principio que rige las funciones de la vida en el universo, la Ley por la cual todos los budas se iluminan y el verdadero aspecto de la vida del ser humano. Nichiren consideraba que recitar repetidamente esta Ley era "el camino directo hacia la iluminación". (2)
La voz
En general, las personas asocian la práctica budista con la meditación silenciosa y reflexiva. Sin embargo, la recitación y la entonación de las enseñanzas han sido particularmente importantes en la historia del budismo. La articulación sonorizada, que manifiesta la fe y el juramento religiosos en forma de oración, es un acto visible para los demás.
El budismo de Nichiren pone énfasis en la entonación de la oración como postura esencial, en lugar de la meditación silenciosa. A diferencia de la mera exploración del alma y de la abstracción espiritual íntima, la práctica religiosa expuesta por Nichiren se centra en hacer emerger el potencial inherente más elevado que posee el ser humano, dentro del ámbito de la sociedad, en beneficio de toda la humanidad. Nichiren solía citar la máxima de un antiguo filósofo budista que afirma: "La voz lleva a cabo la tarea del Buda". (3)
Uno de los factores que define la identidad del ser humano es el uso de la voz para expresar y transmitir su estado de vida interior, ya sea de alegría, gratitud, desesperanza o determinación. Es posible que el acto esencialmente humano de "orar" haya surgido de la súplica, el llanto o la manifestación de agradecimiento, expresiones prácticamente instintivas que se dirigían a las inescrutables fuerzas de la naturaleza, cuando todavía no se habían establecido los diferentes sistemas doctrinales. De la misma manera, a través de la vocalización, es decir, del uso de la voz, el ser humano ha dado expresión esencial a sus sentimientos más recónditos y a su deseo de armonizar con todas las formas de vida.
La voz es esencial para que el ser humano se conecte con su yo, con las demás personas y con el universo que vibra al ritmo de la vida y de la muerte.
Nichiren consideró que la esencia de las enseñanzas del budismo estaba contenida en el Sutra del loto, que exponía guías de un valor universal imperecedero y el principio de que todas las personas podían lograr la budeidad, es decir, que todo ser humano era intrínsecamente un buda iluminado.
En conformidad con las escuelas del Sutra del loto, Nichiren consideró que los cinco caracteres chinos del título del Sutra del loto, "myo", "ho", "ren", "ge", y "kyo", corporificaban la esencia de la enseñanza de la Ley Mística, gracias a la cual Shakyamuni y todos los budas habían logrado la iluminación. Así, cuando el 28 de abril de 1253, Nichiren estableció la práctica de entonar Nam-myoho-renge- kyo, proclamó que esta constituía un proceso a través del cual las personas podían hacer realidad la promesa de la iluminación universal.
De ese modo, Nichiren instauró una forma de práctica que permitía a todas las personas de ambos sexos, lograr la budeidad, más allá de su condición social o nivel de educación.
La nueva doctrina atrajo a un gran número de personas que se reunieron en torno a Nichiren y se convirtieron en seguidores y practicantes de sus enseñanzas. Entre sus discípulos se contaban grandes expertos en las enseñanzas y en la historia del budismo, como también campesinos con escasa instrucción, que no sabían leer ni escribir. Aun hoy, es sorprendente la enorme diversidad de personas que practican el budismo de Nichiren en el mundo entero.
La Ley Mística
Nichiren alentó a sus seguidores a que tuvieran fe en que la entonación de Nam-myoho-renge- kyo, que haría emerger en ellos la naturaleza de buda inherente, mediante la cual podían acendrar su sabiduría, coraje, convicción, vitalidad y amor compasivo, además de superar los desafíos de la vida diaria y establecer un estado de inamovible felicidad en este mundo.
Pero …¿qué significa Nam-myoho-renge- kyo?
Podemos traducirlo literalmente como 'Yo me consagro al Sutra del loto de la Ley prodigiosa'.
Nichiren explica el profundo significado de cada uno de los caracteres que componen esta expresión en varios de sus escritos, pues dejó los más diversos tratados, peticiones, registros de conferencias, y también, cartas dirigidas a sus creyentes.
Nam (o variación fonética: namu) deriva del sánscrito y significa 'consagrar la vida'. El resto de la frase, myoho-renge- kyo, es la pronunciación en japonés de los caracteres chinos que conforman el título del Sutra del loto, cuya forma en sánscrito es Saddharma-pundarika -sutra ('Sutra del loto blanco de la ley prodigiosa') .
Nichiren afirma que la frase completa fusiona elementos del idioma sánscrito y del chino, es decir, de las dos más grandes civilizaciones de su tiempo. La inclusión de aspectos de diversas culturas y civilizaciones pone de manifiesto la universalidad del budismo que Nichiren expuso.
Myoho corresponde a saddharma, y se puede traducir como 'ley mística o prodigiosa'.
En una de sus cartas, Nichiren escribe: "Ahora bien, ¿qué significa myo? Es, sencillamente, la naturaleza misteriosa de nuestra vida, momento a momento, que la mente es incapaz de comprender, y las palabras no pueden expresar". (4)
Además, Nichiren asevera que el ideograma "myo" posee tres significados: abrir, estar perfectamente dotado y revivir. "Ho" es el dharma o ley; juntos, los dos caracteres de myoho se refieren a la Ley Mística.
El presidente de la SGI, Daisaku Ikeda, expresó: "El gran poder de la Ley Mística lo abarca todo, extrae las posibilidades más positivas de cada situación, transforma todo hacia el bien, renueva e instila nueva vida a todas las experiencias".
Nichiren explica que myo representa la muerte, y ho, la vida, puesto que el budismo considera que la profunda continuidad de la vida contiene esos dos aspectos: el activo y manifiesto y el latente e intangible. Dicha continuidad está compenetrada y determinada por la ley de la causalidad, o la causa y el efecto, que Nichiren relaciona con la flor del loto o renge, en japonés.
El loto da semillas cuando los pétalos de su flor se abren. Eso simboliza el principio de la simultaneidad de causa y efecto. Según este principio, las causas creadas influyen en los aspectos más profundos y esenciales de la vida, debidos a lo cual las personas experimentan los efectos de sus pensamientos, palabras y acciones.
De acuerdo con la concepción budista, ello significa que la persona que practica la Ley Mística obtiene la causa y el efecto de la budeidad simultáneamente. La característica de la flor del loto, pura y resplandeciente a pesar de las aguas fangosas en que crece, simboliza la naturaleza más elevada del ser humano, que se manifiesta cuando este lucha en la difícil y rigurosa realidad que imponen la vida cotidiana y la sociedad.
Finalmente, kyo significa 'sutra', es decir, las enseñanzas transmitidas por el Buda. Kyo se escribe con un ideograma chino que denota la urdimbre o fibras verticales de un telar. Nichiren escribe: "'Kyo' representa la palabra y la voz de todos los seres vivientes [...] También se puede definir como lo constante e inmutable de las tres existencias del pasado, el presente y el futuro".
Por otro lado, Nichiren relaciona los caracteres de Nam-myoho-renge- kyo con las partes del cuerpo humano: la cabeza, la garganta, el pecho, el vientre y las piernas, respectivamente. Eso indica que el principio místico o Ley que guía y gobierna el cosmos es inseparable de la realidad concreta de nuestra vida.
Cuando las personas entonan la Ley Mística y hacen emerger una condición de suprema elevación e iluminación, logran inspirar de manera natural a quienes las rodean e incentivan en los demás el deseo de cultivar una existencia más elevada, creativa y llena de misericordia.
Esa relación positiva puede expandirse aún más, cuando las personas expresan su mutuo reconocimiento por la dignidad y el valor infinito de todo ser humano. Nichiren describe este proceso con la siguiente metáfora: "Cuando canta un pájaro enjaulado, las aves que vuelan en el cielo sienten su llamado y se reúnen a su alrededor. Y cuando las aves lo rodean, el pájaro busca la libertad. Cuando entonamos la Ley Mística con nuestra voz, infaliblemente nuestra naturaleza de Buda siente el llamado y aflora". (5)
[Basado en el artículo publicado en la edición de enero de 2006 de la revista SGI Quarterly.]
Notas bibliográficas
(1) The Writings of Nichiren Daishonin (Los escritos de Nichiren Daishonin), Tokio, Soka Gakkai, 1999, vol. 1, pág. 412.
(2) Ib., pág. 4.
(3) The Record of the Orally Transmitted Teachings (Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente), traducido al inglés por Burton Watson, Tokio, Soka Gakkai, 2004, pág. 4.
(4) The Writings of Nichiren Daishonin, op. cit., pág. 4.
(5) Ib., pág. 887.
http://www.sgi.cr/budismo/concpt/nmrk.html
En ingles http://www.sgi. org/es/budismo/ conceptos- filosoficos/ nam-myoho- renge-kyo. html