Luang Wichit Wathakan (1898-1962), destacado escritor y diplomático tailandés, escribió: “Todos nacemos en este mundo con una sola misión: construir el futuro”.[2]
Construir el futuro… ¿existe acaso una manera más positiva y estimulante de crear valor?
El poder inagotable de crear el futuro se encuentra en la vida de los niños, de nuestros miembros del Departamento Futuro, tesoros de la SGI.
Cuando tenía doce años, Nichiren Daishonin juró “llegar a ser la persona más sabia del Japón”.[3]
La alborada del budismo del Sol, con el deslumbrante fulgor que iluminaría el futuro eterno, comenzó en ese noble corazón juvenil que aspiraba a obtener la sabiduría para brindar felicidad a todo el género humano.
Tsunesaburo Makiguchi, primer presidente de la Soka Gakkai, consideró que dicho juramento revestía una enorme importancia y subrayó fuertemente esas palabras en su ejemplar del Gosho, obra que reúne los escritos del Daishonin.
El señor Makiguchi quería mucho a los más pequeños, siempre ansiosos de aprender y de crecer, y se entregó con alma y vida a la educación y al desarrollo de los niños. Eran para él las alhajas más preciosas, la encarnación del “racimo de joyas insuperables” y “la gema que otorgaba los deseos”, descritos en el Sutra del loto.
Durante toda su vida, desde su difícil niñez hasta su muerte en prisión a causa de sus creencias, el señor Makiguchi estudió y aprendió incansablemente.
Cuando una religión pierde el espíritu de aprender, puede fácilmente volverse intolerante y fanática.
La Soka Gakkai, cuyo nombre significa ‘Sociedad para la creación de valor’, fue fundada originalmente como una asociación de estudio o sociedad consagrada a la creación de valor. Es una organización en la que los miembros se congregan para desarrollar una convicción inamovible en la fe, estudiar juntos con el deseo abierto y sin prejuicios de aprender, basados en su convicción de que “todos los fenómenos son manifestaciones de la Ley budista”,[4] y ponerse juntos en acción en bien de la sociedad.
Quienes se remontan por los cielos de la juventud, con las dos alas de entonar el daimoku y de estudiar asiduamente, jamás conocerán el estancamiento.
Al tiempo que capacitamos a nuestros brillantes miembros del Departamento Futuro, sigamos accionando para que el mensaje del budismo de Nichiren Daishonin sea accesible para todas las personas en los campos universales de la educación, la cultura y la paz.
Mi mentor y segundo presidente de la Soka Gakkai, Josei Toda, solía decir: “Los niños son los emisarios del infinito pasado. Nacieron en este mundo para permitir que sus padres y quienes los rodean manifiesten la Budeidad”.
No hay miembro del Departamento Futuro que carezca de una preciosa misión que cumplir. Todos y cada uno de ellos han emergido jubilosamente en esta época con su juramento por el Kosen-rufu, como Bodhisattvas de la Tierra. Su crecimiento y desarrollo es una enorme esperanza de cambio positivo en el mundo.
Continuando con el espíritu de los señores Makiguchi y Toda, uno de los primeros grupos que formé una vez que asumí como tercer presidente de la Soka Gakkai fue el del Departamento Futuro.
En medio de mi continua contienda contra los tres enemigos poderosos,[5] me consagré plenamente a capacitar jóvenes sucesores del Departamento Futuro.
“Mi victoria dependerá del número de personas que pueda forjar para el siglo XXI”, les dije; “Por favor, jamás acepten la derrota. Espero que enarbolen muy alto el estandarte de la victoria de la Soka en el siglo XXI e inauguren una era de triunfo para todos los seres humanos”.
Hoy, esos jóvenes que capacité y forjé personalmente están a la vanguardia de las actividades por el Kosen-rufu en todo el mundo. Con personas capaces, la SGI continuará su victorioso avance por siempre.
Hace muchos años, una integrante japonesa del Departamento de Mujeres participó de una sesión de fotos conmemorativas junto conmigo, en la prefectura de Kanagawa.
Más tarde, ella se mudó a los Estados Unidos, donde al comienzo le resultó muy difícil comunicarse con los demás en inglés. Pese a ello, viajaba sin vacilar enormes distancias para alentar y entregar las publicaciones de la SGI a los miembros que vivían en áreas aisladas. A sus hijos y nietos, les enseñó la importancia de convertirse en sucesores de la SGI fuertes y valerosos, que se destacaran por su diligencia en el estudio.
Tuve la dicha de enterarme de que los nietos de la señora se han graduado en la Universidad Soka de los Estados Unidos y que viven una maravillosa vida de contribuciones, con gran confianza y orgullo.
La firme oración y el amoroso respaldo de los abuelos pueden desempeñar un papel sumamente importante en los miembros más jóvenes de la familia que desarrollan su fe en el budismo del Daishonin y conducen nuestro movimiento hacia el futuro.
Haciendo acopio del estimulante poder de los venerables miembros pioneros del Grupo Muchos Tesoros y del resto de la familia Soka, realicemos esfuerzos aun mayores para forjar jóvenes sucesores capaces.
Forjar a las personas: he ahí la manera de construir un futuro resplandeciente.
La SGI seguirá brillando mañana y por siempre. El departamento futuro es la promesa de ese porvenir.
NOTAS
[1] En Japón, ‘el mes del crecimiento dinámico de la División Futuro’, que comienza a mediados de julio y termina a fines de agosto, temporada de vacaciones de veranos para los estudiantes, tiene como fin forjar a los miembros de la División Futuro.
[2] Traducido del tailandés.
[3] Los escritos de Nichiren Daishonin (END), Tokio: Soka Gakkai, 2008, pág. 681.
[4] The Writings of Nichiren Daishonin (WND), Tokio: Soka Gakkai, 2006, vol. 2, pág. 844.
[5] Tres enemigos poderosos: Tres clases de personas arrogantes que persiguen a quienes propagan el Sutra del loto en la época malvada posterior a la muerte del buda Shakyamuni; están descritos en la sección final en verso del capítulo “Aliento a la devoción” (décimo tercero del Sutra del loto). El Gran Maestro Miao-lo de la China los caracterizó como personas arrogantes, sacerdotes arrogantes y falsos venerables arrogantes.