Suponer que, porque han actuado como líderes durante muchos años, permanecerán siempre en esa posición…en SGI no hay lugar para quienes descansan en los laureles del pasado y no hacen nada en el presente… Si, arrogantemente, los responsables andan pavoneándose como señores feudales, significa que se han echado a perder… el presidente Toda decía, que si un líder se ensoberbecía y empezaba a utilizar a los miembros en su beneficio, debía ser instantáneamente destituido… por ello, tenemos que hacer el máximo esfuerzo para que los individuos deshonestos y egoístas jamás se conviertan en líderes de la SGI.
LA NUEVA REVOLUCION HUMANA, Capitulo “el León”, primera parte. Por Daisaku Ikeda.
Temario del Examen nivel básico de Octubre 2006, sección de estudio de la novela “La Nueva Revolución Humana” Capítulo “El león”, primera parte; Shin'ichi Yamamoto nombre figurado correspondiente a Daisaku Ikeda.
Despuntó el nuevo año. Se iniciaba un nuevo capítulo. El 1 ° de enero de 1962, «Año de la Victoria», Tokio se vio favorecida con un clima placentero.
A las 9, el presidente Yamamoto dirigió el primer Gongyo del año en la sede central de la Soka Gakkai, en Shinanomachi.
Previendo otro año de contiendas tumultuosas, oró profundamente, con la promesa de lograr la victoria total en todos los frentes.
El 25 de enero, se conocería el veredicto final en el juicio por el «Incidente de Osaka»; y el 29, Shin’ichi partiría en su primer viaje al Medio Oriente. Sus principales destinos serían Irán, Irak y Turquía. Además, las elecciones para la Cámara Alta estaban fijadas para ese verano y se había decidido, extraoficialmente, que Gakkai apoyaría a nueve candidatos.
Después del Gongyo y de los saludos del director general Koichi Harayama, habló Shin’ichi.
Poco antes de su fallecimiento, el señor Toda anunció las siguientes guías:
1) fe para la armonía familiar,
2) fe para que cada persona logre la felicidad
3) fe para superar los obstáculos.
Sin duda, podemos considerarlos como los tres principios eternos de la Soka Gakkai.
Los líderes estaban un tanto sorprendidos; recordaban claramente que Shin’ichi había mencionado los mismos tres puntos en el primer Gongyo del año anterior. Su orientación era siempre renovada y original; rica y diversa en su contenido. ¿Por qué elegiría hablar del mismo tópico dos años seguidos?
Como si adivinara esos pensamientos, Shin’ichi dijo:
En el anterior Gongyo de Año Nuevo, también me referí a estos tres principios; hoy los menciono otra vez, porque ellos representan el propósito fundamental de nuestra práctica.
En la actualidad, la Soka Gakkai ha llegado a superar la cifra de dos millones trescientas mil familias y se ha convertido, de hecho, en el pilar del Japón. Y de hoy en adelante, continuaremos trabajando con más dinamismo para propagar el Budismo del Daishonin.
¿Pero…Cuál es nuestro propósito?
No es incrementar nuestro poder o nuestra influencia como organización religiosa, ni tampoco aumentar la cantidad de miembros en cargos públicos. Nuestra meta es hacer realidad los tres principios que nos ha a legado el señor Toda, logrando una vida familiar armoniosa, una dicha personal verdadera y un Yo invencible.
Por ello, les pido a los líderes que hoy están aquí que lleven siempre en mente porqué practicamos el Budismo del Daishonin y que trabajen con denuedo para asegurar que todos reciban grandes beneficios mediante la fe y que ni una sola persona quede a un costado del camino.
Este es mi deseo más grande.
La Soka Gakkai venía desarrollándose a la velocidad de la luz, y muchos de los líderes, sin darse cuenta, habían olvidado el propósito original.
Cualquier organización termina girando sus ruedas en el vacío si los principales responsables olvidan su finalidad. Si los logros inmediatos se convierten en el único centro de atención, aunque por un momento brille el éxito, tarde o temprano, el resultado será nefasto.
Si los líderes, en particular, realizan actividades únicamente para obtener prestigio y beneficio personal, terminarán sumiendo a la organización en el caos.
He dedicado mucho tiempo y energía a forjar líderes y reafirmar los tres principios eternos señalados por Josei Toda, para grabar a fuego el propósito fundamental de la fe.
A fines del año anterior, los responsables, desde el nivel de cabildo en adelante, se habían reunido en el Templo Principal para preparar el inicio del «Año de la Victoria». En encuentros realizados el 23 y el 24 de diciembre, Shin’ichi se había referido, una vez más, a las cualidades que se requieren para el liderazgo.
Los responsables de la Soka Gakkai no deben tener interés en obtener fama o gloria personal. Es un grave error suponer que, porque han actuado como líderes durante cinco o diez años, permanecerán siempre en esa posición. Si esa actitud echa raíces, entonces Gakkai no será diferente de cualquier otra organización o compañía. Aquí no hay lugar para quienes descansan en los laureles del pasado y no hacen nada en el presente, o para los que sólo están interesados en el nivel o el reconocimiento que pueda depararles su posición.
«Cuando llegue el momento en que deban ceder el cargo (por ejemplo, de responsable de cabildo) a los más jóvenes, han de estar dispuestos a seguir trabajando en bien del Kosen-Rufu y de los miembros y a permanecer en la lucha como soldados rasos.
«Digo esto, porque incluso los máximos líderes de la Soka Gakkai, finalmente, tendrán que ceder sus puestos a la generaciones más jóvenes.
Si después de dejar la posición que ocupan, van por ahí declarando que una vez tuvieron un cargo más alto o que estuvieron en un nivel de liderazgo más elevado que los actuales responsables, no podrán seguir el ritmo de la nueva corriente que adoptó la Soka Gakkai.
Sólo sembrarán confusión y erradicarán su propia buena fortuna. En ese caso, las personas que actúen así serán quienes terminen vencidos.
He sacado el tema, porque no quiero ver a ninguno de ustedes convertido en un perdedor en el reino de la fe.
«También puede haber entre ustedes quienes parezcan un modelo de humildad mientras están aquí, pero que, en sus áreas o cabildos, adoptan una actitud arrogante e irrespetuosa hacia los miembros, que llegan a preguntarse cómo una persona así puede ser un líder.
La orientación de Shin’ichi Yamamoto en el Templo Principal fue inusualmente estricta. Y continuó con mayor énfasis aún:
Si, arrogantemente, los responsables andan pavoneándose como señores feudales, significa que se han echado a perder. El propósito fundamental de un líder de Gakkai es servir a los miembros y trabajar por el Kosen-Rufu. Es importante orientar con convicción pero eso es algo totalmente diferente del alarde altanero. Cuando se preocupan por cada persona, oran por su felicidad y la tratan siempre con cortesía, emerge, de ustedes, naturalmente, la convicción en la fe.
«Cuando son designados en un cargo, los miembros comienzan a tratarlos con cierto grado de respeto. Pero el presidente Toda indicó que si un líder se ensoberbecía y empezaba a utilizar a los miembros para su propio beneficio, debía ser instantáneamente destituido. En adelante, tenemos que hacer el máximo esfuerzo para que los individuos deshonestos y egoístas jamás se conviertan en líderes de nuestra organización.
«También habrá personas que tratarán de sacar ventaja de Gakkai y de sus miembros congraciándose con los responsables. Esa clase de gente sólo podrá engañar a los descuidados y a los presumidos. Me gustaría que todos nos mantuviéramos atentos, para señalarnos mutuamente los errores.
«Además, los líderes deben asumir la total responsabilidad por la organización. Hace un rato, le pregunté a algunos directores cuántos miembros de cada cabildo general estaban presentes hoy aquí; ninguno sabía.
Los reprendí severamente.
Como directores, ellos responden por la Soka Gakkai en su conjunto; si dejan todo en otras manos a ignoran lo que sucede, están siendo absolutamente irresponsables y negligentes en su labor. No hay nada malo en delegar la tarea, cuando se tiene una clara imagen de lo que está ocurriendo; pero, aun en tal caso, no deben ser complacientes y han de estar decididos a asumir la plena responsabilidad de todo lo que ocurra.
«Esto también se aplica a los responsables y viceresponsables de cabildo. Su tarea es saber cuántos grupos y unidades hay en su cabildo y tomar la iniciativa para conocer la situación real de cada uno de ellos. Si, como figuras centrales de la organización, están decididos a ayudar a cada miembro para que sea feliz, no pueden permitirse ser indolentes o abandonar el compromiso asumido.
«Nichiren Daishonin advierte severamente en el Gosho: “Algunos de ellos [los muchos que abrazaron la fe en esta enseñanza], en apariencia, mantienen la práctica, pero, en su corazón, albergan dudas”.1 Querría enfatizar que aquellos que aceptan la honrosa responsabilidad de ser líderes de la Soka Gakkai jamás deben convertirse en seres ruines y egoístas, ni permitir que su fe decaiga.
Shin’ichi continuó:
- Espero que con este sentido de compromiso y ve responsabilidad, asuman la iniciativa de planificar y llevar adelante, creativamente, sus actividades. Nuestras guías mensuales y anuales son claras. Basándose en ellas, conversen con los miembros, extraigan su sabiduría, hagan valer las cualidades propias de cada zona y actúen libremente.
«Los líderes no deben tener una actitud pasiva. No se trata de aguardar las directivas de la sede central; aunque, por supuesto, es imprescindible trabajar en estrecho contacto con ésta. También en actividades que abarcarán a Gakkai en su totalidad.
En cualquier caso la clave para la victoria es dar pleno lugar a la iniciativa á a creatividad de los miembros en cada organización local.
«Los líderes que sólo se preocupan por proteger su posición a imagen tienden a hacer las cosas según la misma vieja y probada fórmula. No quieren asumir la responsabilidad de un fracaso, por eso, tratan de hacer todo 'como dice el manual'. De ese modo, apagarán en los demás las ansias y el entusiasmo por lograr grandes cosas. Por favor, hagan los máximos esfuerzos para asegurar que todos los miembros tengan la oportunidad de mostrar su iniciativa y de participar libremente en las actividades.
Cada día, la organización tenla más peso dentro de la sociedad. Por consiguiente, si sus líderes no trabajaban con seriedad para cultivarse y crecer hasta sobresalir como individuos, podían, inadvertidamente, desacreditarla. Ésa era una de las razones por las que Shin’ichi era siempre estricto con los responsables y dedicaba gran energía a su desarrollo.
Sin embargo, con nadie era tan exigente como con él mismo.
Por ejemplo, en vísperas de Año Nuevo, había estado hasta las altas horas de la noche preparando y enviando mensajes que serían leídos en las reuniones de Gongyo que se realizarían en las sedes regionales, además de la que se llevaría a cabo en la sede central en Tokio. Había meditado y analizado cuidadosamente la situación de cada lugar y había incluido en sus mensajes importantes orientaciones que podrían servir de guía para las actividades en esa zona, a lo largo del año entrante. Este aliento surgía de su hondo compromiso y de la decisión de trabajar para la felicidad de los miembros.