EL GOHONZON, “UNA MAQUINA GENERADORA DE FELICIDAD”. De “Conversaciones sobre la Juventud”. Para los protagonistas del siglo XXI. La importancia del Gongyo y el Daimoku.
El segundo presidente de la Soka Gakkai, Josei Toda, decía, en una forma muy fácil de entender: “Lamento usar una analogía tan simple, pero el Gojonzon es como una maquina generadora de felicidad”.
Cuando hacemos Gongyo y Daimoku al Gojonzon, el microcosmos de nuestra vida individual armoniza perfectamente con el macrocosmos del universo.
Por ejemplo, si nuestro planeta se apartara mínimamente de la orbita que lo liga al sol, estaríamos en tremendos problemas. Y si el eje terrestre se desplazara un solo grado, se produciría una verdadera catástrofe. Todas las formas de vida que hay en el planeta correrían riesgo de extinguirse. Todo mantiene un equilibrio muy delicado, gobernando por el principio estricto de la inseparabilidad entre la vida y el universo gigantesco. El mismo principio se aplica a cada microcosmos, es decir, a la vida individual.
Por su parte, la ciencia esta consagrada a la investigación de las leyes naturales, reales pero invisibles. Dicho estudio ha permitido inventar muchas maquinas y dispositivos que aplican esas leyes. Por ejemplo, comprender los principios de la flotación permitió al hombre inventar la navegación marítima y fluvial. Del mismo modo, cuando se descubrieron las leyes de la aerodinámica se pudo inventar el avión. Conocer las funciones de las ondas de radio allano el camino para inventar la radio y la televisión.
No obstante, estas leyes naturales que acabo de mencionar son parciales. A diferencia de la ciencia, el Budismo esta consagrado a investigar y explorar la Ley Mística, la gran ley de la vida que es esencia y origen de todas las demás leyes y principios, existentes tanto en el reino material como en el mundo espiritual.
La Ley Mística también es invisible. Sin embargo, existe sin ninguna duda. Nichiren Daishonin revelo el objeto de respeto fundamental, el Gojonzon, con forma de mándala, para que podamos tomar contacto con la fuerza de la Ley Mística y manifestarla en nuestra vida. Por eso, el universo y nuestra vida son manifestaciones de la Ley Mística, Nam Miojo Rengue Kio.
El Gojonzon es, también, la corporificación de Nam Miojo Rengue Kio. Ya que todas las cosas son entidades de la Ley Mística, todas son, en esencia, una entidad única e indivisible.
Por lo tanto, cuando hacemos Nam Miojo Rengue Kio y nos centramos en el Gojonzon, nuestra vida y el universo se fusionan como engranajes de una maquina que encajan con perfecta precisión, y comenzamos a movernos en dirección a la felicidad y la plenitud. Entonces, podemos vivir en ritmo con el universo los 365 días del año, en primavera, verano, otoño e invierno, manifestando la energía, la sabiduría y la buena fortuna que nos permiten remontar cualquier problema o sufrimiento.
Cuando encendemos el motor poderoso y revitalizante de la Budeidad, podemos quebrar cualquier situación de estancamiento y dirigirnos sin vacilación hacia la esperanza y la justicia.
Cuando hacemos Gongyo y Daimoku al Gojonzon, el microcosmos de nuestra vida individual armoniza perfectamente con el macrocosmos del universo.
Por ejemplo, si nuestro planeta se apartara mínimamente de la orbita que lo liga al sol, estaríamos en tremendos problemas. Y si el eje terrestre se desplazara un solo grado, se produciría una verdadera catástrofe. Todas las formas de vida que hay en el planeta correrían riesgo de extinguirse. Todo mantiene un equilibrio muy delicado, gobernando por el principio estricto de la inseparabilidad entre la vida y el universo gigantesco. El mismo principio se aplica a cada microcosmos, es decir, a la vida individual.
Por su parte, la ciencia esta consagrada a la investigación de las leyes naturales, reales pero invisibles. Dicho estudio ha permitido inventar muchas maquinas y dispositivos que aplican esas leyes. Por ejemplo, comprender los principios de la flotación permitió al hombre inventar la navegación marítima y fluvial. Del mismo modo, cuando se descubrieron las leyes de la aerodinámica se pudo inventar el avión. Conocer las funciones de las ondas de radio allano el camino para inventar la radio y la televisión.
No obstante, estas leyes naturales que acabo de mencionar son parciales. A diferencia de la ciencia, el Budismo esta consagrado a investigar y explorar la Ley Mística, la gran ley de la vida que es esencia y origen de todas las demás leyes y principios, existentes tanto en el reino material como en el mundo espiritual.
La Ley Mística también es invisible. Sin embargo, existe sin ninguna duda. Nichiren Daishonin revelo el objeto de respeto fundamental, el Gojonzon, con forma de mándala, para que podamos tomar contacto con la fuerza de la Ley Mística y manifestarla en nuestra vida. Por eso, el universo y nuestra vida son manifestaciones de la Ley Mística, Nam Miojo Rengue Kio.
El Gojonzon es, también, la corporificación de Nam Miojo Rengue Kio. Ya que todas las cosas son entidades de la Ley Mística, todas son, en esencia, una entidad única e indivisible.
Por lo tanto, cuando hacemos Nam Miojo Rengue Kio y nos centramos en el Gojonzon, nuestra vida y el universo se fusionan como engranajes de una maquina que encajan con perfecta precisión, y comenzamos a movernos en dirección a la felicidad y la plenitud. Entonces, podemos vivir en ritmo con el universo los 365 días del año, en primavera, verano, otoño e invierno, manifestando la energía, la sabiduría y la buena fortuna que nos permiten remontar cualquier problema o sufrimiento.
Cuando encendemos el motor poderoso y revitalizante de la Budeidad, podemos quebrar cualquier situación de estancamiento y dirigirnos sin vacilación hacia la esperanza y la justicia.