PUBLICACION
Nº 56
EL
SUPREMO ESTADO DE VIDA DE LA BUDEIDAD RESIDE EN NUESTRO INTERIOR
"Las
personas comunes no podemos vernos las pestañas, que están tan cerca de los
ojos,
ni
tampoco alcanzamos a ver el cielo a la distancia. De manera similar, tampoco
vemos que el Buda existe en nuestro corazón." (Los
escritos de Nichiren Daishonin, Tokio, Soka Gakkai, 2008, pág. 1183.)
¿Qué significa
"conocer nuestra verdadera identidad"? El budismo de Nichiren
Daishonin ofrece una clara respuesta a esta pregunta perpetua que apunta a la
condición humana.
Aun
cuando debamos confrontar un doloroso karma y nos sintamos desalentados, como
practicantes del budismo de Nichiren Daishonin siempre podemos levantarnos con
convicción, y volver a ponernos de pie dignamente. Esto es porque sabemos que
el supremo estado de vida de la Budeidad reside dentro de nosotros.
Todo
queda definido por nuestra actitud y nuestra disposición espiritual a cada
instante. Entonemos Nam-myoho-renge-kyo con todas las fuerzas, sintiendo la
certeza de que "Soy un buda", y vivamos al máximo la vida, con
alegría y dinamismo.
[Fuente:
Seikyo Shimbun, 7 de octubre de 2011.]
PUBLICACION
Nº 57
LA CLAVE
ESTÁ EN LA FE
"[Entre
los discípulos del buda Shakyamuni,] Chudapanthaka fue incapaz de memorizar una
enseñanza de catorce ideogramas en tres años y, sin embargo, logró la Budeidad.
Por otro lado, Devadatta, habiendo aprendido de memoria sesenta mil enseñanzas,
cayó en
el infierno del sufrimiento incesante. Estos ejemplos representan exactamente
la situación que vive el mundo en esta última época. Jamás suponga que se
refieren a otras personas y que no guardan relación con usted." (Los
escritos de Nichiren Daishonin, Tokio, Soka Gakkai, 2008, págs. 631-632.)
En el
mundo del budismo, los que triunfan en última instancia son los que mantienen
una actitud sincera y honesta. La felicidad es un resultado inevitable para
aquellos que trabajan por el kosen-rufu con dedicación, perseverancia y
seriedad toda su existencia.
La vida
triunfal de nuestros honorables compañeros de fe es el testimonio más elocuente
de esta verdad. En cambio, las personas arrogantes, con posiciones de gran
responsabilidad, que olvidan su deuda de gratitud y sólo buscan fama y fortuna
personal, recorren un camino que conduce al sufrimiento, de acuerdo con la
estricta ley de causa y efecto.
La clave
para lograr la Budeidad
en esta existencia reside sólo en la fe.
[Fuente:
Seikyo Shimbun, 22 de octubre de 2011.]