ESPERANZA. Por Daisaku Ikeda.
“En la adversidad, es necesario clamar ‘¡Esperanza!
¡Esperanza! ¡Y esperanza una vez más!’. Este fue el mensaje que el escritor
francés Víctor Hugo envió desde su lugar de exilio a sus compatriotas que
sufrían bajo un régimen opresivo. Por adversas que sean las circunstancias,
mientras tengamos esperanza, jamás seremos derrotados. Mientras tengamos
esperanza, podremos seguir avanzando.
El budismo de Nichiren Daishonin es una enseñanza de
esperanza, que manifiesta que cada uno de nosotros posee dentro de sí el poder
infinito de remontar todas las dificultades y quebrar el poder de los
obstáculos.
El budismo del Daishonin también enseña la práctica mediante
la cual podemos tomar contacto con esta fuerza infinita en nuestra vida,
respaldados con ejemplos contundentes de pruebas tangibles.
En tal sentido, es una enseñanza inspiradora que tiene el
poder de generar esperanza infinita en el corazón de las personas.
El Gosho, colección de los escritos de Nichiren Daishonin,
esclarece en forma cabal y completa esta filosofía de esperanza, como así
también su práctica y su prueba. Es una fuente de iluminación que alienta e
inspira en forma inagotable.
El Daishonin compuso estos escritos pletóricos de esperanza
para sus seguidores y para toda la humanidad, en medio de luchas intrépidas y,
a menudo, arriesgando su propia vida.
Mi mentor, Josei Toda, segundo presidente de la Soka Gakkai , dijo una
vez: “El Daishonin, aun soportando persecuciones extremas y enfrentado a graves
enfermedades, nos exhortó a avanzar y a moldear nuestro propio destino aun en
medio de tales obstáculos. En este sentido, somos muy afortunados. Yo también
aprendí esto del Daishonin, quien se embarcó en una contienda a muerte o a vida
para poder transmitir sus enseñanzas”.
Esforcémonos por leer con nuestra vida, es decir, a poner en
práctica, aunque sea un renglón o dos del Gosho, en el fluye libremente el
espíritu del Daishonin. La tradición de la Soka Gakkai es basarnos en el Gosho
y dedicarnos al estudio para fortalecer nuestra práctica budista.
Mientras nos desafiamos a estudiar juntos un escrito del
Gosho periódicamente, estamos incorporando en nuestras vidas, el monumental
estado de vida del Buda del Último Día de la Ley.