La Soka Gakkai Internacional (SGI), es una
asociación budista laica que promueve la paz y
felicidad individual basada en las enseñanzas de la escuela Nichiren del
Budismo Mahayana. Nuestros miembros reflejan diversidad, representando una
amplia esfera de antecedentes étnicos y sociales, en 190 países
y territorios. Nuestras actividades son dirigidas por nuestro entendimiento del
nexo que existe entre la felicidad individual, la paz y prosperidad de nuestras
diversas comunidades y las enseñanzas religiosas colocan el énfasis en la
santidad de la vida.
Mediante su fe y práctica budista, nuestros
miembros mejoran sus vidas, se desafían a crear valor, a vivir sin miedo, a
tomar responsabilidad por sus circunstancias, a cuidar de sus familias y a
vivir con misericordia hacia los demás.
NUESTRO PROPOSITO.
Nuestro objetivo es establecer un mundo
interior inquebrantable, con un fuerte sentido de identidad que no pueda ser
influenciado o perturbado por las circunstancias más duras o adversas. Nuestra
filosofía está basada en el concepto de «Revolución Humana», proceso de
transformación interna a través de la práctica budista. Este despertar nos
lleva a desarrollar nuestro carácter; a cultivar la sabiduría, el valor, y la
misericordia; y a no actuar solamente por satisfacción personal, sino por el
mejoramiento de nuestro medio ambiente y la sociedad. Estos ideales están basados en el
principio budista de origen dependiente, un concepto de interrelación donde
todas las cosas en el ámbito de la humanidad y de la naturaleza dependen uno
del otro para su existencia y no pueden existir en forma aislada o
independiente.
NUESTRA TRADICIÓN BUDISTA.
Los orígenes de la Soka Gakkai Internacional
se remontan a las enseñanzas del Buda Shakyamuni (El Buda del Primer Día de la
Ley), quién vivió hace unos 2500 años en lo que es Nepal hoy en día. Su
iluminación a la eternidad está contenido íntegramente en el Sutra Del Loto,
considerada como su enseñanza más importante. Aquí la existencia de la innata y
universal verdad, conocida como el Estado o Naturaleza de Buda, fue revelada
como inherente en todas las formas del ser. El Sutra del Loto afirma que las
realidades de la vida diaria proveen motivación y oportunidad para la transformación
espiritual de cualquier ser humano.
Las funciones del universo son una expresión
de un solo principio o Ley, expresado como Nam-myoho-renge-kyo. Al
poner sus vidas en armonía con esta Ley, las personas pueden abrir su potencial
oculto y obtener armonía creativa con su medio ambiente. Esta es la máxima expresión
del poder individual, en la que cada persona puede transformar los sufrimientos
inevitables de la vida, en fuentes de crecimiento y satisfacción, convirtiéndose
en una influencia positiva en su familia, su comunidad, su país y el mundo.
LA HERENCIA DE LA SGI
El primer presidente y fundador, Tsunesaburo
Makiguchi, usó por primera vez el término Soka Gakkai (en japonés Sociedad para
la Creación de Valores) en 1930 cuando publicó su, «Teoría Educacional de la
Creación de Valores», afirmando que el propósito de la educación no debería ser
solamente un mero entrenamiento de trabajadores para la creciente maquinaria
industrial del Japón, sino para el desarrollo de la habilidad
humana en la creación
de «valor» (en japonés beneficio, belleza, bienestar social) en sus vidas
diarias. Su visión humanista, centrada en los estudiantes, constantemente le
causó conflictos con las autoridades gubernamentales. Durante la Segunda Guerra
Mundial, T. Makiguchi y su discípulo Josei Toda fueron encarcelados. T. Makiguchi
murió en la prisión a la edad de 73, sosteniendo sus principios.
Josei Toda, su discípulo más cercano y
sucesor, sobrevivió a los sufrimientos y fue liberado de una prisión de Tokio,
unas semanas antes de que estallara la primera bomba atómica en Hiroshima.
Producida la
rendición de Japón, Josei Toda
reconstruyó la Soka Gakkai, logrando un notable crecimiento que se extendió
hasta su muerte en 1958.
El 3 de mayo de 1960, Daisaku Ikeda
discípulo de Josei Toda, se convirtió en el tercer y actual presidente.
