¿QUÉ ES LA FE? LA FE ABARCA LA VERDAD, EL CORAJE, LA SABIDURÍA Y LA BUENA FORTUNA. INCLUYE LA COMPASIÓN Y LA HUMANIDAD, ASÍ COMO LA PAZ, LA CULTURA Y LA FELICIDAD. LA FE ES ESPERANZA ETERNA; ES EL SECRETO PARA EL AUTO-DESARROLLO SIN LÍMITES. LA FE ES EL PRINCIPIO BÁSICO DE CRECIMIENTO. (LAS DISCUSIONES SOBRE LA JUVENTUD, VOLUMEN 2, PÁGINAS 163/64).

¿QUÉ ES EL BUDISMO? ES EL NOMBRE DADO A LAS ENSEÑANZAS DE UN BUDA. "BUDA" SIGNIFICA "EL ILUMINADO”; ALGUIEN QUE PERCIBE LA ESENCIA O REALIDAD DE LA VIDA EN SU INTERIOR, ES UN SER ILUMINADO A LA VERDAD DE LA VIDA Y DEL UNIVERSO. A DIFERENCIA DE OTRAS RELIGIONES, EL BUDISMO NO ALEGA UNA REVELACIÓN DIVINA. COMIENZA CON UN HOMBRE, QUE A TRAVÉS DE SUS PROPIOS ESFUERZOS Y PERSEVERANCIA, DESCUBRIÓ LA REALIDAD DENTRO DE SÍ Y ENSEÑÓ QUE TODOS PODÍAN HACER LO MISMO. EL BUDA NO PUEDE SER DEFINIDO, COMO UN SER TRASCENDENTAL O SUPREMO. EN ESTE SENTIDO, EL BUDISMO, NO SOLO ES LA ENSEÑANZA DE UN BUDA, SINO LA ENSEÑANZA QUE POSIBILITA A TODAS LAS PERSONAS REVELAR SU NATURALEZA DE BUDA. EL BUDISMO ES UN SISTEMA PRÁCTICO DE ENSEÑANZA QUE NOS PERMITE CONCRETAR EL ESTADO IDEAL DE LA BUDEIDAD… LA PROPIA PERFECCIÓN.

¿QUE ES EL KOSEN-RUFU? “ES LA LUCHA PARA TRANSFORMAR LA VIDA DE LOS SERES HUMANOS, REVIRTIENDO LA OSCURIDAD QUE RESIDE EN EL INTERIOR DE SU VIDA, HACIENDOLO TOMAR CONCIENCIA DE SU NATURALEZA DE BUDA INHERENTE". LA ESENCIA DE “ESTABLECER LA ENSEÑANZA CORRECTA PARA ASEGURAR LA PAZ EN LA TIERRA” ESCRITO POR NICHIREN DAISHONIN, RADICA EN CONSTRUIR UNA RED DE PERSONAS DEDICADAS AL BIEN. PERO COMO ESTA CONTIENDA IMPLICA TRANSFORMAR DE RAÍZ LA VIDA DE LAS PERSONAS PROVOCARA RESISTENCIA EN CIERTOS SECTORES… ESTA GRAN BATALLA ES LA CLAVE PARA CREAR UN MUNDO DE PAZ Y DE FELICIDAD VERDADERAS, UNA TIERRA DE BUDAS.

YIGUIO Y KETA. PRÁCTICA PARA UNO MISMO Y PRÁCTICA PARA LOS DEMÁS. ESTOS ASPECTOS DEL BUDISMO VERDADERO SON: YIGUIO (PRÁCTICA PARA UNO MISMO) Y KETA (PRÁCTICA POR EL BIEN DE OTROS). AMBOS CONSTITUYEN UNA PRÁCTICA COMPLETA. SON COMO DOS RUEDAS QUE FUNCIONAN AL UNÍSONO PARA ADELANTAR NUESTRAS VIDAS, PARA MANIFESTAR NUESTRA ILUMINACIÓN INHERENTE.

¿QUE ES LA SOKA GAKKAI INTERNACIONAL (SGI)?...ES UNA ORGANIZACIÓN BASADA EN EL BUDISMO DE NICHIREN DAISHONIN, INSPIRADA EN EL RESPETO A LA VIDA, LA CONCIENCIA DE LOS DERECHOS HUMANOS, BUSCANDO DESPERTAR EN LAS PERSONAS EL ESPÍRITU DE RECONOCER, RESPETAR Y APRECIAR LAS SEMEJANZAS Y LAS DIFERENCIAS, PERMITIENDOLES FORTALECERSE Y TRANSFORMAR SU INTERIOR PARA DESARROLLAR SU MÁXIMO POTENCIAL, ASUMIENDO LA RESPONSABILIDAD DE SU PROPIA VIDA Y COMPROMETIENDOSE CON LA SOCIEDAD, EMPRENDER ACTIVIDADES EN SU VIDA COTIDIANA, PARA DESPLEGAR LA CAPACIDAD DE VIVIR CON CONFIANZA, CREANDO VALOR EN CUALQUIER CIRCUNSTANCIA Y CONTRIBUYENDO AL BIENESTAR DE AMIGOS, FAMILIARES Y SU COMUNIDAD…

…UNA DE LAS DIFICULTADES QUE LOS LATINOS TIENEN PARA COMPRENDER EL BUDISMO, radica en lo que el término "religión" significa en su ámbito social… Las religiones occidentales tienen sistemas jerárquicos en los que las reglas y los dogmas se establecen desde arriba hacia abajo… Ellas están basadas en la creencia de una deidad sobrenatural… La relación entre el maestro y el discípulo es interpretada como la de una persona que ciegamente, sigue a otra… VER MAS…

EL ESFUERZO DE NO RENDIRSE JAMAS. Vivimos una vida fragmentada y llena de conflictos. Estamos divididos en centenas de grupos de seres humanos, limitados por el miedo, la vergüenza, la culpa, la ira, las obsesiones y las emociones… esta lucha interna hace que no nos podamos entender… ¿Por que pasa esto...? VER MAS…

LA RECITACION DE LOS CAPITULOS “MEDIOS HABILES” Y “DURACION DE LA VIDA”. Carta a la esposa de Hiki Daigaku Saburo Yoshimoto. Este Ghoso, nos acerca a un precepto conocido como “seguir las costumbres de la región”. El significa que, mientras no esté en juego ninguna trasgresión grave, no se debe ir contra las tradiciones y costumbres de un país, región o comunidad, aunque debamos apartarnos ligeramente de las enseñanzas. Este criterio fue establecido por el Buda... VER MAS…

LAS REUNIONES DE DIALOGO O ZADANKAI, SON UN OASIS…En la actualidad, el egoísmo desmedido, provoca profundos trastornos en el corazón humano y estamos perdiendo la coexistencia con la naturaleza; por ello estos mini cónclaves de miembros de todas las edades, razas, intereses y antecedentes, son un foro de intercambio rico y refrescante. En un mundo afectado por la "DESERTIFICACION SOCIAL", estas reuniones son un oasis, en el que los seres humanos en forma individual, se esfuerzan en concretar la paz mundial y la prosperidad de la sociedad humana. ...Como budistas, al establecer una condición de paz interior en la vida cotidiana, contribuimos con la paz del mundo, posibilitando a cada uno, desarrollar su potencial inherente... VER MAS…

EXTRACTOS DE DISCURSOS Y MANIFESTACIONES, QUE ACOMPAÑARON LA ENTREGA DE DISTINCIONES ACADÉMICAS CONFERIDAS AL DR. DAISAKU IKEDA.



   AGOSTO 02, 2010. Universidad Malaya, Kuala Lumpur, Malasia.
   Distinción: Doctorado Honorario en Humanidades.
   Su Alteza Real, Duli Yang Maha Mulia Paduka Seri, Sultan Perak Darul Ridzuan, Sultan Azlan Shah, gran canciller de la Universidad Malaya, tengo el honor de proponerle a usted a Daisaku Ikeda para la admisión al grado de Doctor Honorario en Humanidades.
   En nuestra época, es raro encontrar a una persona que haya realizado contribuciones significativas a tantas áreas diferentes que importan al futuro de la humanidad. El Doctor Ikeda es, al mismo tiempo, un escritor prolífico, hombre de letras, poeta laureado, fotógrafo, pensador, filósofo, erudito, educador, activista social y un apasionado luchador por la causa de la paz.
   Para expresarlo brevemente, él es un hombre a quien las grandes palabras de Shakespeare se pueden aplicar perfectamente:
    Cuando la inútil guerra derribe las estatuas,
    y las revueltas arrasen edificios,
    ni la espada de Marte ni el voraz fuego bélico
    quemarán el sello de tu recuerdo.
    Contra la muerte y el odio inconsciente
    vencerás; tus alabanzas tendrán su sitio
    a los ojos de la posteridad.
   Esa clase de persona es el Doctor Daisaku Ikeda, presidente de la Soka Gakkai Internacional, organización dedicada a promover la paz, la cultura y la educación.
   En una oportunidad, cuando se le solicitó que definiera su filosofía, Ikeda sostuvo que consistía en consagrarse a los valores de la paz, la cultura y la educación, basados en el humanismo […] Ikeda, quien goza de gran reconocimiento como poeta (ha sido designado Poeta Laureado por la Academia Mundial de Arte y Cultura, y Poeta Laureado Universal, por la Sociedad Mundial de Poetas), ha expresado su dedicación a la paz en el siguiente poema:
    Algo hay más vasto que el infinito cielo;
    es mi vida.
    Algo hay más profundo que el inconmensurable mar;
    es tu vida.
    No habita la paz en sitio remoto alguno.
    Se halla en la acción de cuidar y atesorar a un solo individuo.
    Se encuentra en la determinación de proteger a las madres
    de toda tristeza y dolor.
   Una vida dedicada a la paz
   Daisaku Ikeda nació en Tokio, Japón, el 2 de enero de 1928. Cuando era un adolescente, en plena Segunda Guerra Mundial, experimentó directamente el horror insensato, la miseria y la crueldad de la conflagración […] Él ha escrito: “En la guerra, son los ciudadanos comunes, en especial las mujeres –las madres–, quienes deben soportar el mayor peso de tristeza y de sufrimiento. Debemos eliminar esa tragedia de la faz de la Tierra”. Con esa convicción, Ikeda se ha esforzado sin descanso por la paz, luchando para erigir “defensas de la paz” en el corazón de la gente.
   Al mismo tiempo, ha destacado incansablemente la importancia de las Naciones Unidas como “parlamento de la humanidad” y ha realizado de manera constante propuestas en las que expone medios para asegurar la paz internacional […]
   Las grandes personas tienen grandes mentores. A los diecinueve años, Ikeda conoció a Josei Toda, segundo presidente de la Soka Gakkai. Durante la Segunda Guerra Mundial, Toda fue encarcelado por dos años, por su firme negativa a apoyar al gobierno militarista japonés. Ikeda se sintió hondamente conmovido por la inflexible convicción y el carácter noble de Toda, y decidió que ese sería su mentor en la vida. Toda poseía una profunda y amplia comprensión de numerosas áreas del saber. Se dedicó a enseñarle a Ikeda una gran variedad disciplinas, entre ellas religión, filosofía, política, economía, sociedad, cultura, educación e historia antigua y moderna; todo ello, mediante lecciones que le impartía personalmente. De esa manera, realmente capacitó a Ikeda como su sucesor en la lucha para lograr la paz del mundo y la felicidad de todo el género humano.
  Daisaku Ikeda tiene la certeza, en relación con su labor para promover la paz mundial, de que el diálogo es el arma más poderosa para unir a los seres humanos, porque trasciende las fronteras y los muros que los separan. Basado en esa convicción, él ha viajado a todas partes […] y ha llevado a cabo más de siete mil diálogos con líderes y académicos de todo el orbe […] Al mismo tiempo, sigue efectuando publicaciones, que incluyen sus diálogos con las personas más diversas, disertaciones, antologías de poemas, novelas, ensayos y otras obras en prosa. En 1998, Ikeda visitó la Universidad Malaya y donó libros a su biblioteca.
   La unión de los corazones a través de la cultura.
   Los intercambios culturales y artísticos poseen la capacidad de cerrar la brecha de diferencias que separan a los seres humanos y de unir sus corazones. Daisaku Ikeda cree en el establecimiento de la amistad y en la promoción del entendimiento y la confianza mutuos a través de los intercambios culturales. Esa ha de ser siempre la fuerza más poderosa para crear la paz.
   Como parte de su ardua tarea para impulsar los intercambios culturales, Ikeda ha establecido el Museo de Bellas Artes Fuji de Tokio y la Asociación de Conciertos Min-On. Grupos de todos los confines participan de los intercambios, entre ellos, el Kompleks Budaya Negara, de Malasia. Eso ha llevado a estrechar aun más la amistad entre Malasia y Japón.
   La educación, una tarea de toda una vida.
   Daisaku Ikeda es un prestigioso educador. Él considera que el propósito de la educación es forjar a los seres humanos y que esa es la labor más importante que debe acometer. “La educación es la tarea final y más crucial de mi vida”, sostiene a menudo. El potencial inherente de cada ser humano es ilimitado. Abrir y desarrollar ese potencial es la tarea de la educación […]
   La Universidad Soka mantiene actualmente programas de intercambio con ciento veintiún casas de estudios superiores de cuarenta y cuatro naciones, entre las cuales se cuenta la Universidad Malaya, la Universiti Putra Malaysia, la Universidad Abierta de Malasia y la Universidad Kebangsaan Malaysia. Hasta la fecha, la Universidad Soka ha recibido en sus claustros a diecinueve estudiantes de la Universidad Malaya. Un total de cincuenta y dos alumnos de la Universidad Soka han realizado estudios a su vez en la Universidad Malaya. Ikeda también ha establecido numerosos institutos de investigación académica […]
   Daisaku Ikeda continúa exponiendo sus ideas sobre la educación a través de sus libros y disertaciones. Ha efectuado ricas y significativas contribuciones al campo educativo.
   La promoción de un movimiento para la revolución humana.
   Una idea central en el pensamiento de Ikeda es que el factor fundamental para lograr una paz duradera y la felicidad de todas las personas no son únicamente las reformas estructurales dentro de la sociedad, sino la transformación que un individuo emprende en lo más recóndito de su vida. Dicho principio se denomina “revolución humana”. Se trata de un factor crucial para transformar un siglo XX de guerra en un siglo XXI de paz; para restaurar el orden en nuestro mundo sumido en el caos y para liberar a la humanidad del sufrimiento […]
   Personas de claro entendimiento alrededor del mundo coinciden con ese punto de vista y sostienen su convicción de que es necesario un cambio en los seres humanos, a fin de lograr a su vez un cambio en la sociedad y de asegurar la prosperidad. Creemos que este movimiento de la revolución humana inaugurará una centuria de humanidad y de paz, y nos abrirá una nueva senda en la búsqueda de un gran futuro para la familia humana.
Presidente Gu Binglin (derecha) y Daisaku Ikeda (izquierda)
   MAYO 13, 2010. Universidad Tsinghua, Pekín China
   Distinción: Profesor Honorario.
   Doctor Gu Binglin, Presidente de la Universidad Tsinghua.
   Hoy nos sentimos complacidos de celebrar esta espléndida ceremonia para otorgar al presidente honorario de la Soka Gakkai, Daisaku Ikeda, el título de profesor honorario de la Universidad Tsinghua. En nombre de nuestra universidad, permítanme expresar mis sinceras felicitaciones y profundo respeto al Doctor Ikeda.
   El Doctor Ikeda es un apóstol de la paz que ha unido con la amistad a la China y el Japón; es un hombre de conocimientos excepcionales, una figura reconocida por la comunidad cultural internacional, y también un eminente educador y filósofo.
   Como presidente honorario de la Soka Gakkai y presidente de la Soka Gakkai Internacional, el doctor Ikeda ha dedicado su vida a promover los ideales de la paz mundial duradera y la felicidad de la humanidad, lo cual ha generado el amplio reconocimiento, el respeto y el aprecio hacia el señor Ikeda, de las personas que desean la paz en la China y en el orbe entero.
   Uno de sus logros especiales, que no debe ser olvidado jamás, es su enorme servicio en establecer la amistad entre el pueblo chino y el japonés. Ya en 1968, con gran visión en el futuro, propuso el restablecimiento de las relaciones diplomáticas bilaterales. Esto marcó la apertura de un claro camino para estrechar los lazos fraternales entre los dos países. Cuando las relaciones se normalizaron oficialmente, la Universidad Soka, fundada por él, tuvo la iniciativa de aceptar el primer contingente de estudiantes de intercambio gubernamental de la China.
   Luego, a instancias del doctor Ikeda, la Universidad Tsinghua firmó un acuerdo de intercambio y cooperación con la Universidad Soka, en 2003, gracias a lo cual, integrantes del cuerpo docente y estudiantil de ambas instituciones han podido establecer sólidos lazos de amistad en los últimos siete años. A la fecha, la Universidad Soka ha recibido a más de una docena de nuestros profesores que han participado de programas de capacitación e investigación, mientras que la Universidad Tsinghua ha aceptado igualmente numerosos alumnos de la Universidad Soka. […]
   Nos sentimos muy honrados de que el presidente Ikeda se una a la Universidad Tsinghua como profesor honorario, en momentos próximos al 2011, año en que celebraremos nuestro centenario y que el doctor Ikeda festejará los cincuenta años desde que asumió el cargo de tercer presidente de la Soka Gakkai. Este hito que hace historia en los anales de nuestra universidad constituye además un verdadero honor para nuestro cuerpo docente y estudiantil.

Kaneko y Daisaku Ikeda y El Doctor Denis Briére, Rector de la Universidad Laval.
   MAYO 04, 2010. Universidad Laval, Montreal, Canadá.
   Distinción. Doctorado Honorario en Educación.
   Daisaku Ikeda es un filósofo budista, promotor de la paz, escritor, poeta y fotógrafo.
   Inspirándose en los principios educativos de Tsunesaburo Makiguchi, [Daisaku] Ikeda fundó las instituciones educativas Soka, un sistema educacional que abarca desde el nivel de jardín de infantes hasta los estudios de postgrado, todo ello basado en una pedagogía para la paz. Ese importante logro es una clara expresión del firme convencimiento del doctor Ikeda de que la educación es la empresa más importante para el bien de la humanidad […]
   La filosofía pedagógica Soka se basa en el respeto por la dignidad humana. Tiene el propósito de desarrollar el potencial creativo único de cada estudiante, para hacer de los educandos personas de sabiduría, capaces de contribuir a la creación de un mundo de paz. Tales principios son afines a los ideales de no violencia proclamados por el Mahatma Gandhi y por Martin Luther King (h). La educación Soka tiene asimismo por objeto el desarrollo de individuos que manifiesten una mentalidad amplia hacia el mundo, la sociedad y el ambiente.
   Por más de cuarenta años, el doctor Ikeda se ha esforzado arduamente por promover la educación para una ciudadanía global. Él cree que la conciencia de una sociedad global puede cambiar únicamente a través de la educación. Las universidades Soka fundadas por el doctor Ikeda forjan en el alumnado la capacidad de aceptar y comprender los diferentes valores y culturas. Dichas instituciones se basan en uno de los principios primordiales del pensamiento del doctor Ikeda: “Soy humano, y nada de lo que es humano me es ajeno”. […]
   Para el doctor Ikeda, los individuos, cada uno con su personalidad, características y diferencias únicas, pueden conectarse entre ellos y entenderse a través del diálogo. Y es también mediante el diálogo que los pueblos y las naciones pueden manejar mejor sus conflictos y trabajar juntos para la construcción de un mundo de paz.
   En relación con ello, deseo mencionar que la Facultad de Ciencias Educacionales de la Universidad Laval está desarrollando un programa especial de postgrado sobre ciudadanía global. Varios principios de la Universidad Soka han inspirado nuestro enfoque. Una iniciativa interesante, que merece ser tenida en cuenta, es la de iniciar intercambios entre los alumnos y profesores de la Universidad Soka, de Tokio, la Universidad Soka de los Estados Unidos, en California, y la Facultad de Ciencias Educacionales de la Universidad Laval, de Quebec, Canadá […]
   En mérito a su obra entera, y más especialmente, a sus excepcionales contribuciones al área de la educación, tengo, en nombre de la Universidad Laval, el placer y el honor de conferir al doctor Daisaku Ikeda el grado de Doctor Honoris Causa en Educación.
Vicerrector Vicerrector Peter Gregson (izquierda) y Daisaku Ikeda (derecha)
    MAYO 18, 2009. Universidad de la Reina de Belfast, Irlanda del Norte, Reino Unido.
    Distinción: Doctorado Honorario en Derecho.
   Doctor Peter Gregson, Presidente y Vicerrector de la Universidad de la Reina de Belfast, Irlanda del Norte, Reino Unido.
   Todas las ceremonias de imposición de títulos honorarios de la Universidad de la Reina son especiales, pero la entrega de este título honorario es única. Estamos aquí reunidos para conferir un reconocimiento a una persona que ha recibido más honores que cualquier otra en el mundo. El Doctorado Honorario en Derecho que se otorga al presidente Ikeda es el máximo reconocimiento que confiere la universidad y en breve será impuesto a uno de los más importantes hombres de estado del mundo. Es esta también la primera ceremonia de reconocimiento honorario de la Universidad de la Reina que se celebra en Japón, un bello país dueño de una orgullosa herencia, con el cual tenemos la esperanza de fortalecer nuestros lazos educativos y culturales […]
   El gran dramaturgo irlandés George Bernard Shaw, manifestó en una célebre frase: “La paz no solo es mejor que la guerra, sino infinitamente más ardua”.
   Tal es el sentimiento que se manifiesta en la vida de quien esta tarde hemos de titular aquí, el doctor Daisaku Ikeda; a lo largo de su extensa trayectoria, él ha empleado incansablemente su capacidad de escritor, filósofo, educador y líder para inspirar a la humanidad hacia la búsqueda de la paz […]
   Daisaku Ikeda nació en Tokio el 2 de enero de 1928, como el quinto de ocho hijos de una familia de productores de algas marinas. Durante gran parte de sus años jóvenes debió luchar contra su salud precaria, y casi sucumbió a la tuberculosis en su adolescencia. Esa experiencia, sumada a las sombrías predicciones del médico de la familia, que le auguraban una muerte temprana, inculcó en él un enorme aprecio por la dignidad de la vida humana, algo que se convirtió en un rasgo determinante de su personalidad.
   Pero tal vez lo que más influyó es su joven vida fue la terrible experiencia de la Segunda Guerra Mundial. Nuestro doctorando creció en una época en que casi cada aspecto de la vida en el Japón, desde las familias y las fábricas hasta las escuelas y los grupos religiosos, estaba al servicio de los esfuerzos bélicos del país.
   Ese fue el terreno donde germinó la pasión de Daisaku Ikeda por la paz. Era un joven de diecinueve años, en la década de 1940, cuando el Japón entró en la Segunda Guerra Mundial. Sus cuatro hermanos mayores fueron reclutados, y el mayor de todos murió en el frente.
   Sobre aquella época, él escribió: “Yo tenía diecisiete años cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial. Entre los jóvenes, cundía un atormentado sentimiento de vacío espiritual. Y no solo por el aspecto de la ciudad, reducida a cenizas. El absurdo sistema de valores que se nos había inculcado en los años de guerra quedaba ahora expuesto como un fraude y se desplomaba alrededor de nosotros…”.
   Daisaku Ikeda ansiaba encontrar un mentor, un guía espiritual que lo ayudara a hallarle un sentido a la vida; y, en 1947, lo encontró.
   Josei Toda era el líder de la sociedad budista laica Soka Gakkai, una organización cuya filosofía central ponía el acento en la profunda conexión que existía entre la felicidad personal y la de los demás.
   Nuestro doctorando honorario expresó posteriormente ese principio en un breve pasaje de la que quizás sea su obra más conocida, La revolución humana. Allí, escribió: “La gran revolución interior de un solo individuo puede contribuir a lograr un cambio en el destino de una nación, y aun más, hará posible un cambio en el destino de toda la humanidad”.
   Daisaku Ikeda pronto obtuvo un empleo en una de las compañías de Toda y rápidamente fue progresando. De hecho, nuestro graduando honorario se considera a sí mismo un “egresado de la Universidad Toda” tal como él define la instrucción particularizada que recibió de su mentor.
   En mayo de 1960, dos años después de la muerte de Toda, nuestro graduando honorario sucedió a su mentor como presidente de la sociedad. En 1975, se convirtió en el primer presidente de la Soka Gakkai Internacional.
   Con su liderazgo, la organización comenzó una época de innovaciones y de expansión, participando de manera cada vez más dinámica en actividades de desarrollo cultural y educativo en el ámbito global, y dedicándose a promocionar los valores de la paz, la sostenibilidad y la educación en la esfera de los derechos humanos.
   La SGI es hoy una red global que cuenta con doce millones de miembros en ciento noventa y dos países.
   [En 1967], el doctor Ikeda fundó el sistema educativo Soka, basado en el principio de forjar el potencial creativo único de cada estudiante y de cultivar una ética de paz, contribución social y conciencia global […]
   Su fe en el poder de la educación para crear un mundo mejor se manifiesta en sus propias palabras: “La educación es un privilegio humano único. La tarea educativa debe ser la de garantizar de manera fundamental que el conocimiento sirva para impulsar la causa de la felicidad y de la paz. El individuo que se ha liberado de la duda, que ha aprendido a confiar en sí mismo, naturalmente es capaz de creer en la capacidad latente de los demás”. También ha sostenido: “Las universidades son ciudadelas que crean el futuro, cambian la sociedad y unen al mundo”.
   No es, a mi entender, una coincidencia que sus palabras hayan tenido eco en otro estadista mundial que recibió el Doctorado Honorario en el centenario de la Universidad de la Reina, Nelson Mandela, quien a su vez expresó: “La educación es el mayor liberador de todos”.
   El doctor Ikeda está asimismo comprometido con el principio del diálogo, como cimiento de la paz. Sus enérgicos esfuerzos en tal sentido incluyeron su acción de diplomacia personal durante la Guerra Fría, cuando buscó crear puentes de entendimiento entre pueblos de diferentes naciones y entre personas de credos y tradiciones filosóficas dispares.
   Entre las figuras con las que mantuvo diálogos por la paz se cuentan Nelson Mandela, Mijaíl Gorbachov, Thabo Mbeki, Henry Kissinger, Rajiv Gandhi, Lech Walesa, Kurt Waldheim, Kofi Annan, y Jacques Chirac […]
   Las contribuciones que usted ha efectuado a nuestro mundo se resumen de manera elocuente en palabras del doctor Tu Weiming, profesor de Historia y Filosofía Chinas en la Universidad de Harvard, quien recientemente ha dicho de usted que es “inigualable en la labor de cultivar la paz del mundo a través del diálogo”.
   Luego agregó: “El doctor Ikeda ha contribuido a extender los horizontes intelectuales y a profundizar la autorreflexión crítica de decenas de pensadores de nuestro tiempo. Su aporte a la vida del intelecto en todo el orbe es enorme” […]
   Señoras y señores: No caben dudas de que la vida y la labor del doctor Ikeda, como educador, activista de la paz, filósofo y escritor, es una lección que le cabe aprender a la humanidad mientras lucha por un futuro mejor.

   ENERO 19, 2008. Universidad Autónoma de Santo Domingo, República Dominicana.
   Distinción: Doctorado Honorario.
   Dr. Rafael Guillermo Díaz, Decano de la Facultad de Humanidades.
   Con su venia, maestro Roberto Reyna, Rector Magnífico, damos lectura a las motivaciones que tuvo el Consejo Directivo de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, para presentar ante el Consejo Universitario y, posteriormente, al Claustro Menor, el reconocimiento que hoy entregamos al doctor Daisaku Ikeda.
(…)
   La práctica social de este excelso ser humano, cargada de contenido ético y moral, evidencian preocupación por toda la humanidad, referente éste ponderado para que la Facultad de Humanidades lo haya seleccionado para tan alto reconocimiento.
   Su preocupación por el desarrollo de una cultura de paz lo ha conducido a rescatar valores que engrandecen, embellecen y colocan al ser humano positivamente en la dimensión del hoy para hacer posible el mañana.
   Sólo una persona preocupada por la vida en todas sus manifestaciones integra en sus análisis la visión holística donde educación, ambiente, intelecto, salud y bienestar, hombre como ser social, las armas y la guerra, el bien y el mal son temas del presente pensando en la supervivencia de la humanidad.
   En sus meditaciones hace hincapié en la construcción de una sociedad donde los seres humanos se formen y sientan orgullo de exhibir prácticas cotidianas que se correspondan con los valores más excelsos, tales como: solidaridad, creatividad, libertad, justicia social y bienestar integral.
   Conocedor de que en la actualidad el humanismo tiene que abrir perspectivas para la sociedad del futuro, donde ciencia y tecnología estén al servicio del crecimiento humano e intelectual de la humanidad; hace esfuerzos inauditos y funda instituciones donde se construya y transfiera la ciencia y la tecnología.
   Heredero del pensamiento de la Soka Gakkai, el doctor Daisaku Ikeda, trabaja afanosamente para desarrollar un amplio movimiento de paz enraizado en la mentalidad de los pueblos.
(…)
   Sobre el intercambio cultural dice: “Abrigo la firme convicción de que un intercambio de persona a persona, centrado en la cultura y la educación, hará posible cimentar los fundamentos de la paz… No hay mayor acercamiento que el que se alcanza al comprender los corazones de los pueblos mediante el intercambio cultural y educativo…”.
   Por sus convicciones en la construcción de una cultura para la paz, desde el ámbito de las humanidades, lo hacen merecedor de este reconocimiento que otorga la más antigua universidad del Nuevo Mundo, la Universidad Autónoma de Santo Domingo, a un ser humano que reivindica con su práctica la misión y visión de ésta.
   Muchas gracias.

   OCTUBRE 07, 2006. Universidad Normal de Pekín, China.
   Distinción: Profesorado Honorario
   Profesor Ge Jianping, Vicepresidente de la Universidad Normal de Pekín.
   El señor Ikeda es una figura prominente en la China, que ha viajado a nuestro país en diez ocasiones y ha contribuido a la amistad sino-japonesa. Su pensamiento ha echado profundas raíces y ha florecido a lo largo y a lo ancho de la China, como lo prueban los sucesivos centros establecidos en numerosas universidades, dedicados al estudio de su obra. Daisaku Ikeda ha efectuado notables contribuciones a la educación, que permitirán a la humanidad avanzar hacia el futuro.
De izquierda a derecha: Daisaku Ikeda, Walter V. Wendler y Larry A. Hickman
   JUNIO 06, 2006. Universidad de Illinois del Sur de Carbondale, Estados Unidos
   Distinción: Doctorado Honorario en Letras Humanas
   Doctor Walter V. Wendler, Presidente de la Universidad de Illinois del Sur de Carbondale.
   La ilustre trayectoria del señor Daisaku Ikeda comprende una vasta labor para promover el diálogo internacional, las actividades en bien de la paz y el amplio acceso a la educación en los niveles primario, secundario y universitario.
   Su obra filosófica muestra la influencia de grandes educadores, entre ellos, John Dewey. Y debo mencionar que el Centro de Estudios sobre Dewey de la Universidad de Illinois del Sur de Carbondale, presidido por el profesor Larry Hickman, está complacido de que el señor Ikeda aprecie la filosofía y las cualidades de John Dewey.
   Daisaku Ikeda ha recibido el reconocimiento de numerosas instituciones y organizaciones, por su visión, su amor compasivo hacia el género humano y sus esfuerzos para transmitir esperanza y sabiduría. Él es un paladín de los derechos y la igualdad de las mujeres y las minorías; y comprende el peligro que implica ignorar los problemas ambientales.
   Cada año, son pocas las personas que reciben títulos honorarios de la Universidad de Illinois del Sur de Carbondale. Es un privilegio para los individuos que han efectuado verdaderas contribuciones al mundo, creando amplias oportunidades para los demás o realizando aportes específicos a la educación superior y a áreas profesionales concretas. Un comité universitario evalúa cuidadosamente las nominaciones para este distinguido reconocimiento, y sus recomendaciones llegan luego a mis oficinas (del rectorado). Luego de mi aprobación (en calidad de presidente), las nominaciones deben ser también aprobadas por el titular máximo de nuestro sistema universitario y, posteriormente, por la totalidad de nuestra junta administrativa.
   Nos complace sobremanera que la junta administrativa, durante la sesión de marzo de este año (2006), haya aprobado de modo unánime el otorgamiento de este grado honorario. Somos afortunados por haber recibido una invitación del señor Ikeda para realizar en Japón esta importante ceremonia.
[…]
   En cada generación, existen solo unos pocos hombres y mujeres que dejan una marca tan indeleble, que logran transformar el futuro gracias a sus esfuerzos. El señor Ikeda es uno de esos hombres. Como presidente de la Soka Gakkai Internacional y presidente honorario de la Soka Gakkai, ha abierto las puertas de la educación a millares de personas […]
   El señor Ikeda manifiesta una auténtica preocupación por nuestro mundo. Comprende que la paz, el arte y la igualdad están estrechamente vinculados a la educación, y que esta combinación contribuye al progreso del mundo. No sería inapropiado comparar su visión con la que tuvieron líderes que respetamos y siempre recordamos, como Gandhi, la Madre Teresa y Martin Luther King (h). El señor Ikeda tiene la capacidad de enfocar problemas y cuestiones a escala mundial. Y sabe que de la educación y la comunicación, surgen el entendimiento y la armonía […]
   El señor Ikeda es en verdad alguien que cree que la educación es aceptable solo cuando facilita y alienta el aprendizaje permanente. La educación se concreta a través de la vida misma: nuestras experiencias en el hogar, la escuela y el lugar de trabajo nos llevan a la verdad y al conocimiento, si abrimos nuestra mente a todas las posibilidades.
   La generosidad del señor Ikeda, su inteligencia y su espíritu han creado armonía en un mundo sumido en la desarmonía. Su comprensión de nuestros sueños de paz, de una vida y de un mundo mejor continúa inspirando a miles de personas a lo largo y a lo ancho de cada continente de nuestro planeta.
   El es un hombre de su tiempo y adelantado a su tiempo. Vive en una de las épocas más polémicas de la historia. Hoy somos capaces de aniquilar nuestro mundo en un segundo, pero al mismo tiempo, de desarrollar un profundo entendimiento, de tender una mano y de hacer de la vida algo mejor para nuestros hermanos y hermanas, que luchan diariamente contra el hambre, la pobreza, las rencillas, la guerra, la discriminación y la soledad. El señor Ikeda ha dedicado su existencia a ayudarnos a concretar una vida mejor, un mundo mejor […]
   El destino depende de quienes comprenden que nuestras elecciones, más allá de nuestras circunstancias, pueden establecer una verdadera diferencia. El señor Ikeda lo comprende muy bien. No es usual en ninguna generación, encontrar a un hombre común, que enfoque con tanta claridad las cuestiones globales. El señor Ikeda lo ha hecho, y, gracias a sus ingentes esfuerzos, nuestro mundo y nuestra vida son mejores.

   JULIO 22, 2004. Universidad de Jordania, Amman, Jordania.
   Distinción: Doctorado Honorario.
   Profesor Shtaywy Abdalla, Vicepresidente de la Universidad de Jordania.
   “El señor Daisaku Ikeda adoptó una posición firme en contra de la guerra desde temprana edad, se opuso a todos los tipos de militarismo, y ha hablado en contra de todas las formas de violencia. (…) Él ha consagrado la totalidad de su trayectoria a indagar las causas fundamentales de los conflictos humanos y a impulsar una cultura de paz. (…) Como pensador, autor y educador, se ha comprometido con el noble principio de que solo mediante la interacción personal y el diálogo que trasciendan las fronteras culturales y filosóficas, pueden los seres humanos cultivar la confianza y el entendimiento mutuos.”
   Su Alteza. el príncipe El Hassan bin Talal.
   “La visión en común que tenemos de la paz es la que busca establecer la confianza y el entendimiento mutuos entre los individuos de nuestro pequeño planeta, a través de redes que, en lugar de basarse en concepciones o ideologías abstractas, se establecen entre personas que poseen ámbitos institucionalizados para garantizar todo tipo de diálogo. (…) Deseo proclamar que es usted un protector de nuestros derechos humanos inherentes, con quien individuos moderados y centristas de todas las culturas pueden dialogar sobre la idea de una herencia sin fronteras y sobre el entendimiento global entre ciudadanos. Como erudito y hombre de fe religiosa, dotado de una inmensa comprensión y profundo interés humanitario, nos ha impulsado usted hacia un modo de pensamiento más elevado y hacia un accionar más consciente y reflexivo.”
Dr. Kim Il Yun Presidente y fundador de la Universidad de Gyeongju (cuarto desde la derecha) y Hiromasa Ikeda (cuarto desde la izquierda).
   DICIEMBRE 08, 2001. Universidad de Gyeongju, Gyeongsang del Norte, Corea del Sur.
   Distinción: Profesorado Honorario.
   Dr. Kim Il Yun, Presidente y fundador de la Universidad de Gyeongju. (Nota: Mensaje enviado para el acto de entrega)
   La provincia de Gyeongsang del Norte, donde tiene su asiento la Universidad de Gyeongju, es un paraje rico en la tradición milenaria de la dinastía Silla. A lo largo de los años, sus pueblos ancestrales se han visto teñidos de la cultura del reino de Silla y del budismo. Los templos de Pulguksa y Sokkuram y el observatorio de Cheomseongdae, el más antiguo del este de Asia, y el panteón de pagodas y estatuas budistas preservan hasta nuestros días la expresión cultural de los tiempos de Silla. Gyeongsang del Norte se desarrolló y floreció gracias a que fue establecida en el centro de la cultura budista.
   Hemos viajado desde esas tierras de profusa historia inmemorial para encontrarnos con un hombre que consideramos un paladín de la humanidad, que se erige como una gran secuoya de la paz mundial, y un gran poeta del y para el pueblo. Dicho hombre es el Doctor [Daisaku] Ikeda. Desde hace dos años, estábamos esperando la llegada de este día, por lo que no encuentro palabras suficientes para expresar mi emoción.
   Con suprema admiración y respeto, hoy tenemos el honor de otorgar el profesorado honorario de la Universidad de Gyeongju al doctor Ikeda, a quien conocemos también como el fundador de la Universidad Soka, un poeta laureado del mundo y un gran defensor de la educación humanística. Estoy seguro de que este momento resplandecerá entre los más sublimes recuerdos de mi vida.
   Una joya no brilla por sí misma. Su resplandor es producto de la irradiación de luz solar. De la misma manera, esta distinción de nuestra universidad adquirirá mayor realce con las palmas concedidas al doctor Ikeda.
   Permítanme expresar mi agradecimiento sincero al doctor Ikeda por aceptar ser parte de nuestro claustro académico…
   Uno de los principios con los que se fundó la Universidad Soka es que ésta se convierta en “una fortaleza para la paz de la humanidad”, con lo cual comprendo que su creador anhela la felicidad del género humano.
   Al ver la historia milenaria de Silla, período en el que se unificaron tres reinos de Corea, debemos reflexionar sobre las razones que causaron la derrota de Silla y su posterior absorción por la dinastía Goryeo. Existen diversas opiniones al respecto. Sin embargo, pienso que la causa fundamental yace en que su pueblo había olvidado su espíritu original. Cualquier organización o agrupación que está en un trance fatal de declive termina desapareciendo cuando finalmente pierde de vista el espíritu inicial. Espero que todos ustedes mantengan viva el espíritu del doctor Ikeda y que construyan las bases de una paz duradera por varias y muchas centurias a seguir.
   Desafortunadamente, la historia del siglo XX estuvo plagada de guerras y tragedias como producto de intereses egocéntricos. Debemos hacer que el siglo XXI sea una centuria de la esperanza, para dispersar las tinieblas que ofuscan nuestra visión…
   Como todos sabemos, la paz no es algo que nos llegará por más que simplemente la esperemos. Por ello la Universidad de Gyeongju y la Universidad Soka se han comprometido juntas en la búsqueda de un bien mayor –no para nosotros, sino para la humanidad— y en promover la amistad entre la República de Corea y el Japón.
   Como fundador de la Universidad de Gyeongju, me gustaría destacar, desde mi modesta perspectiva, que el doctor Ikeda, quien estableció la Universidad Soka, experimentó grandes dificultades en pos de sus ideales. Si una persona no está dispuesta a entregarse enteramente, no podrá lograr nada realmente significativo…
   En Vidas paralelas, Plutarco declaró que aunque los padres dan la vida, los mentores son quienes dan un significado a la existencia. El pensador griego deja claro que tras cada persona extraordinaria hay un maestro extraordinario, y que nuestra gratitud hacia el maestro debe ser tan profunda como la gratitud que les debemos a los padres. Nuestras vidas reciben una influencia eterna de las personas que conocemos. De la misma manera, el doctor Ikeda experimentó una transformación decisiva al conocer a Josei Toda, su gran maestro, y el profesor [Arnold] Toynbee albergó admiración por los filósofos comprometidos con la sociedad al conocer al doctor Ikeda…
   Yo entré a la carrera legislativa porque creo que las acciones en la política son indispensables para el desarrollo de la educación. Coincido enteramente con la convicción del doctor Ikeda de que la educación es la única vía que llevará al género humano por el camino de la paz. Mi anhelo es ampliar dicho camino de la amistad para que sea adamantino y eterno.
   Estoy convencido de que cada paso que demos, no importa cuán sencillo sea éste, contribuirá a reforzar las bases de la amistad entre Corea y Japón, y finalmente a establecer la paz global.
Subtitulos El director Stuart Rees entrega el diploma a Daisaku Ikeda
   NOVIEMBRE 24, 2000. Universidad de Sídney, Nueva Gales del Sur, Australia.
   Distinción: Doctorado Honorario en Letras.
   Dra. Judith Kinnear, Vicepresidente adjunta de la Universidad de Sídney.
   Hubiese sido natural que Daisaku Ikeda, originario de un país y una cultura que se mantuvieron largamente cerrados, se hubiese ocupado únicamente de las cuestiones domésticas del Japón e impulsar el movimiento de la Soka Gakkai en el ámbito nacional. Sin embargo, él es un cosmopolita. Desde que asumió el cargo de presidente de la Soka Gakkai Internacional en 1975, ha recibido ciudadanías honorarias de más de noventa localidades; en el Japón, ha creado el sistema de instituciones educativas Soka, cuya base es el respeto por la dignidad humana, el medio ambiente y las culturas diferentes. La Universidad Soka, fundada en 1971, mantiene intercambios con cincuenta instituciones de enseñanza superior de todo el mundo. Daisaku Ikeda ha fundado también entidades dedicadas a la paz y a la cultura, entre ellas, el Instituto Bostoniano de Investigaciones para el Siglo XXI, el Museo de Bellas Artes Fuji de Tokio, y el Instituto Toda de Investigación sobre la Paz Global, con sede en Hawái. Ese instituto único viene promoviendo el diálogo en todo el orbe acerca de cuestiones globales como la seguridad alimentaria, el desarme nuclear, la globalización, la plena disponibilidad del empleo y la comunicación entre civilizaciones. El Centro de Estudios de la Paz y el Conflicto de la Universidad de Sídney se ha beneficiado del apoyo académico e intelectual brindado por el Instituto Toda.
   A través de su labor como líder de la Soka Gakkai Internacional y de sus escritos sobre la realización humana, Daisaku Ikeda ha demostrado la importancia de las artes visuales, escénicas y líricas. Además del libro que recoge su diálogo con Arnold Toynbee, otros libros elaborados en conjunto con diversas personalidades incluyen En busca de la paz, junto a Linus Pauling, laureado con el Premio Nobel; Valores humanos en un mundo cambiante, con Brian Wilson, y Escoge la paz, con el erudito noruego Johann Galtung. En esas numerosas obras, Daisaku Ikeda explica profundos conceptos budistas en términos estimulantes y accesibles. Desde hace ya diecisiete años, ha publicado anualmente una propuesta de paz que analiza la relación entre principios budistas fundamentales y los desafíos que enfrenta la sociedad global en la lucha por lograr el desarme nuclear y la seguridad humana.
   Ante una trayectoria que cuenta ya con amplio reconocimiento internacional, resultaría fácil dejar a un lado el esfuerzo que Daisaku Ikeda realiza en bien de los intereses de los demás. Su penetrante conocimiento de la condición humana se manifiesta en su buen humor, su obra fotográfica, su poesía y su manera de establecer comunicación con los demás. Ha mantenido contacto con mandatarios nacionales y miembros de diversas familias reales, y a la vez, mantiene un sólido compromiso con la gente común, los niños en edad escolar y estudiantes de todos los rincones del globo. El impulso que imprime al diálogo en el plano internacional y la tarea que lleva adelante la Soka Gakkai para desarrollar la amistad global son un regalo para la humanidad. Daisaku Ikeda es un ciudadano del mundo sin parangón.

   DICIEMBRE 13, 1998. Universidad de Delhi, Nueva Delhi, India.
   Distinción: Doctorado Honorario en Letras.
   Doctor Vrajendra Raj Mehta, Vicerrector de la Universidad de Nueva Delhi.
   Daisaku Ikeda es una persona extraordinariamente dotada, que ha dedicado su vida entera a la paz, fiel a lo que él mismo ha denominado “una armoniosa mezcla de culturas”. Mientras me encuentro aquí, me siento sobrecogido, embargado de respeto y de una intensa conciencia de lo que es un ser humano creativo […]
   Reconocemos el infatigable esfuerzo que realiza Ikeda en bien de la educación, el entendimiento entre naciones, el pacifismo y la felicidad de cada individuo. En un mundo de aspiraciones contrapuestas y creencias conflictivas, Ikeda, como líder de la Soka Gakkai Internacional, ha trabajado por más de cuatro décadas para unir a las naciones a partir del diálogo pacífico, el entendimiento y la cultura […]
   Por su sólido conocimiento de los problemas que afectan hoy la educación, Ikeda está férreamente convencido de que una labor pedagógica basada en la creación de valores puede desempeñar un papel fundamental en la conformación de las generaciones futuras. Ikeda ha hecho realidad su filosofía a través de la progresiva fundación de las instituciones educativas Soka (desde el nivel de jardín de infantes hasta el universitario) en el Japón y en el extranjero. Asimismo, ha creado fondos educativos destinados a la formación de individuos de pensamiento maduro e independiente, que posean una base moral sólida, asuman sus responsabilidades sociales y dediquen su vida al bienestar de la comunidad.
   La educación Soka o educación para la creación de valores tiene como meta desarrollar el potencial pleno de cada individuo y posibilitarle elecciones conscientes que contribuyan eficazmente a su comunidad local y a la comunidad global. El énfasis en el desarrollo ilimitado del potencial humano pone de relieve la importancia de continuar estudiando a lo largo de toda la vida. Tal es la firme respuesta de Ikeda a la alienación, la degradación ambiental, la injusticia económica, la pérdida de lazos dentro de la comunidad y de la sociedad toda, y el surgimiento del fundamentalismo. Como filósofo, Ikeda ha esparcido un oleaje de esperanza para toda la humanidad a través de su “nuevo humanismo”, a partir del concepto del dharma cósmico del rey Ashoka, basado en la verdad, la virtud y la justicia […] Ikeda profesa un hondo respeto por la vida, primer requisito de su nuevo humanismo. Cree que los seres humanos no deben, en ninguna circunstancia, matar a otros seres humanos. En definitiva, Ikeda está transformando la sociedad al fortalecer el potencial del individuo y conducirlo hacia la felicidad. Ha hecho realidad en su propia existencia el principio fundamental de su vida, según el cual la revolución de un solo individuo puede cambiar el destino de una nación e incluso, el de la humanidad. Ikeda ha convertido la Soka Gakkai en una gran institución educativa, que brinda oportunidades filosóficas y educacionales a personas de las más diversas edades y extracciones sociales provenientes de todo el globo, mediante foros, seminarios, exhibiciones, intercambios culturales e instituciones académicas. Ikeda […] ha hecho realidad la filosofía del dharma del rey Ashoka y el ahimsa del Mahatma Gandhi como estrategia para solucionar los conflictos del mundo moderno. Y como Gandhi, el doctor Ikeda ha podido transmitir exitosamente su mensaje a las masas, a través de su organización para la creación de valores, la Soka Gakkai. Al hacerlo, ha logrado llegar a todas las personas que subsistían en la periferia de la sociedad y brindarles un espacio de influencia dentro de la vida social.
   Para nosotros, que integramos la Universidad de Delhi, es motivo de orgullo que el profesor Ikeda se convierta en uno de los destinatarios de nuestro grado de Doctor Honoris Causa en Letras. Sin embargo, es necesario que recordemos lo que Maquiavelo manifestó en otro contexto: algunos hombres toman su lustre de los honores y de las instituciones; otros, más grandiosos aun, les confieren a los lauros su propio esplendor. Al aceptar nuestro título honorario, el profesor Ikeda ha agregado su lustre a este honor, como lo ha hecho con las otras innumerables distinciones que ha recibido. Estamos ante la rara ocasión en que nuestro homenajeado nos honra a nosotros más de lo que nosotros lo honramos a él.

   MARZO 14, 1996. Universidad de Hong Kong, China.
   Distinción: Doctorado Honorario.
   Profesora Mimi Chan.
   Líder religioso, filósofo, autor, poeta, humanista internacional, educador, prominente figura del ámbito cultural mundial: estos apelativos apenas alcanza a describir algo de los diversos atributos y logros del presidente Daisaku Ikeda, un verdadero renacentista. […]
   Como incondicional defensor de la paz mundial, Ikeda ha viajado extensamente y ha publicado muchas obras en su esfuerzo para promover la paz y el entendimiento internacional. En particular, ha dedicado su energía a solventar la desavenencia entre la China y el Japón y a revitalizar y fortalecer las Naciones Unidas. Sus esfuerzos han sido reconocidos, convirtiéndolo en receptor de incontables distinciones de naciones e instituciones del orbe entero. […] En su búsqueda del entendimiento entre los pueblos y la paz mundial, ha viajado ampliamente, conducido diálogos con distinguidas figuras de los temas internacionales, la cultura y la educación […] y ha compartido la perspectiva budista para aplicarla en tópicos culturales, educativos, sociales y ecológicos. […]
   El espíritu cosmopolita y la búsqueda de la excelencia se manifiestan claramente en la evolución de la Universidad Soka. En un cuarto de siglo –período que para otras universidades es apenas un instante de su historia—, la Soka se ha convertido en una de las instituciones más competitivas y progresivas del Japón. […] Nuestra institución se beneficia de las valiosas donaciones de libros valiosos y becas del Japón, las cuales han permitido a nuestros alumnos del japonés estudiar en la Soka. Soka significa “creación de valores”; la educación contribuye al beneficio, el bien y la belleza. La política educativa de la Universidad Soka está basada en un profundo respeto por la dignidad humana; su objetivo es la formación de personas creativas que hagan provecho de su conocimiento académico y técnico al máximo. En las estatuas de bronce del edificio de Artes Liberales de dicha universidad rezan las siguientes palabras: “¿Cuál es el propósito de la búsqueda de la sabiduría? Hazte siempre dicha pregunta. Solamente el trabajo y la devoción a la misión le da sentido a la vida”.
   Indudablemente, a quien otorgamos nuestro grado honorario hoy se ha esforzado en cumplir con su misión con esmero y dedicación. Daisaku Ikeda dice que la poesía no se escribe, se canta. En uno de sus poemas, él recitó:
“En aras de la cultura,
hemos de crear con nuestro pensamiento y acción,
hemos de actuar con ponderación para aliviar a otros.
Puentes de arco iris, objetos de ensueño no construiremos;
un diamantino puente indestructible,
mejor y más exquisito que un arco iris,
eso hemos de construir”.

   JUNIO 15, 1994. Universidad de Glasgow, Reino Unido.
   Distinción: Doctorado Honorario.
   Profesor Forbes Munro.
   En la primavera de 1971, en una verde colina de Hachioji en los suburbios de Tokio, una nueva casa de estudios superiores, la Universidad Soka, abrió sus puertas a la primera promoción de sus estudiantes. Un espectador fortuito no hubiese visto nada particular en dicha flamante institución en comparación de otras universidades nuevas que estaban surgiendo en aquella época, en el Japón. Pero la diferencia de la Universidad Soka del resto, era la visión y la inspiración de su fundador, Daisaku Ikeda. […]
   Daisaku Ikeda se ha consagrado a la causa de la paz del mundo y a respaldar los ideales y las políticas de las Naciones Unidas. Sus esfuerzos le han granjeado un amplio reconocimiento, materializado en numerosos honores conferidos por gobiernos y organizaciones […] En el campo de la educación, además, el señor Ikeda ha manifestado el mismo espíritu internacional. Ha viajado extensamente para disertar, en universidades de primer nivel de todo el mundo, acerca de la perspectiva budista sobre cuestiones sociales, políticas y ambientales contemporáneas. […]
   He descrito al hombre público más que al privado. Pero hay mucho que decir del segundo. Daisaku Ikeda es un distinguido estudioso, autor de numerosos libros de índole filosófica. Es un meritorio fotógrafo aficionado, que posa su mirada particularmente en los paisajes. Y desde temprana edad, expresó su espiritualidad y sus emociones mediante el tranquilo arte de la poesía. Tan solo unas líneas de su creación lírica serán suficientes para describir a Daisaku Ikeda, mejor que cualquier explicación que yo pueda dar:
    Como la cascada, impetuoso.
    Como la cascada, infatigable.
    Como la cascada, valeroso.
    Como la cascada, exultante.
    Como la cascada, majestuoso.
    Un hombre debe tener el digno porte de un soberano.

   DICIEMBRE 22, 1992. Universidad de Nairobi, Kenia.
   Distinción: Doctorado Honorario en Letras. (Nota: Texto publicado en el folleto conmemorativo elaborado por la Universidad de Nairobi.)
   Daisaku Ikeda ha consagrado su vida a promover la paz, la cultura y la educación. La paz por la que Ikeda se ha esforzado tanto no es la simple ausencia de guerra: él ha puesto su máximo empeño en lograr una “revolución humana”. Consciente de que los siglos XX y XXl se habían caracterizado por una tendencia a depender excesivamente del racionalismo, el pragmatismo y la política práctica, Ikeda hizo propicia toda oportunidad y utilizó cuanto ámbito se encontraba a su disposición para defender y propagar la necesidad de lograr una mejora en la sociedad a partir del cambio interior del individuo. En una de sus numerosas propuestas de paz, presentada […] en 1972, expresó: “El individuo necesita una base firme que le permita avanzar con la fuerza de sus convicciones, incluso cuando se encuentre completamente solo”. La paz que Ikeda ha propuesto como un desafío que el mundo y el género humano deben enfrentar comienza cuando uno brinda estabilidad a su pensamiento y filosofía interiores. Las contribuciones de Daisaku Ikeda a la paz del mundo surgen de su convicción como budista de que existe en la vida humana la capacidad inherente de encontrar soluciones creativas para los conflictos y de crear valores durante el proceso.
   Su filosofía de vida considera la cultura el barómetro de la paz tanto en el individuo como en el grupo social. Él ve la cultura como la expresión y a la vez la fortificación del poder de la vida en los seres humanos, poseedora de la aptitud sin par de crear significación y valores en las actividades de la vida cotidiana. Para establecer un modo de pensamiento de esa naturaleza, se requiere un sistema de educación que se centre en acrecentar la capacidad del individuo y de la sociedad para crear valores. La educación es, por ende, el tema clave dentro del establecimiento de esa paz que comienza con el individuo.
   Daisaku Ikeda es un filósofo que ha demostrado una constante preocupación e interés por cuestiones sumamente serias que amenazan a la sociedad y a la humanidad toda. Además de sus tres grandes compromisos con la paz, la cultura y la educación, ha enfrentado temas tan importantes como el desarme nuclear y la destrucción ambiental; la polarización entre Oriente y Occidente, entre Norte y Sur; la Guerra Fría, el pluralismo cultural, la unidad global de la humanidad, cuestiones relativas a la mujer y al género, y los jóvenes, como el patrimonio más crítico para el futuro de la humanidad. Como filósofo, Ikeda ha proporcionado al mundo un modelo para el establecimiento de la paz. Dicho modelo hace un llamado a un segundo Renacimiento. Sobre la base del budismo, la propuesta parte de la renovación espiritual del individuo […] para establecer la necesaria orientación y control. En ese sentido, Ikeda busca mejorar el desequilibrio actual entre los avances tecnológicos logrados por la humanidad y el retroceso moral de esta. El modelo requiere que el individuo se inserte con beneplácito en una sociedad que posea una cultura aceptada y aceptable, capaz de suministrar a todos los elementos necesarios para conducirse adecuadamente y para discernir el bien y el mal. Asimismo, la educación debe estructurarse para proveer a las personas lo que necesitan para cumplir efectivamente con su función. En el modelo, el individuo que se ha preparado de ese modo transforma su propia vida desde el interior de su ser y luego actúa como una persona común que juega un papel de importancia en la lucha por lograr una paz permanente en el mundo.
   Si bien es un filósofo, Daisaku Ikeda no es en absoluto un simple soñador. Se ha destacado como una persona objetiva que ha aceptado el desafío de poner en práctica sus ideas y ha desplegado una acción ejemplar en la concreción de sus metas. Se ha esforzado enormemente para poner a prueba su modelo a través de su propio accionar: ha vivido demostrando que cada uno de nosotros puede y debe establecer su compromiso personal con la paz del mundo, y que ese compromiso establece realmente una diferencia […]
   Al leer la obra de Daisaku Ikeda, se trate de propuestas, diálogos, ficción o biografías, se experimenta un sentimiento fresco, como el de la brisa que penetra por una ventana para asegurar la supervivencia de la humanidad. Se trata de las palabras y mensajes de un intelectual que es muy sencillo porque es tan profundo. Son las palabras serenas de un genio que ha entregado su vida para colmar al mundo de las semillas de una revolución silenciosa. Leer el currículum vítae de Daisaku Ikeda es una experiencia que embarga de humildad al académico más preparado.
   Es difícil realizar una semblanza de Daisaku Ikeda: es un filósofo y un sociólogo por excelencia; es un hombre práctico dotado de energía incansable. Un educador, autor, poeta y crítico literario; alguien comprometido con el logro de la paz del mundo, una paz sustentada en las cualidades indispensables para la supervivencia de la humanidad. Una persona de grandes convicciones en los temas religiosos que son profundamente humanos. Este hombre debe de ser el Intelectual Relevante que, al igual que Rudyard Kipling (1865-1936), descubrió que “las palabras son el medicamento más poderoso empleado por la humanidad”. La obra literaria publicada por Ikeda, de ficción y no ficción, de poesía y de prosa, es prácticamente innumerable.
   Ikeda es un hombre extraordinario de firme propósito, un intelectual de enorme talla y un sabio internacional, que ha ofrecido al mundo el regalo de las letras, en un intento racional y resuelto de transformar el mundo en un lugar mejor.
   Conferir a Daisaku Ikeda nuestro Doctorado Honorario en Letras es, sencillamente, honrar a un hombre que ya ha recibido amplio reconocimiento a lo largo de su existencia. Por ello, es hoy un gran honor para la Universidad de Nairobi sumarse al brillante tributo que Ikeda recibe en todo el mundo, otorgándole el grado honorario de Doctor en Letras.