“SALUDO A LAS MADRES”. Poema de Daisaku Ikeda.
Madre
Tú eres
sublime,
Noble,
indomable.
Tú eres
gentil
Y aun así más
fuerte que nadie.
Siempre
sonriendo,
Tú puedes ser
comprometedora o Intimidante.
Y aunque
Puedas
aparecer como un niño
Eres una
perceptiva estudiante de la vida
Con un
doctorado
En la vida
diaria.
A través del
sufrimiento, de la dicha o la tristeza,
Siempre creas
un ambiente
De
tranquilidad y comodidad.
Eres un
médico brillante
Al curar las
heridas del corazón.
Tu propio
corazón
Es más
profundo que el océano,
Con tus ojos
abiertos, observadores de la verdad,
Tu sonrisa
cálida y familiar.
Forjas lazos
de alegría
Con cuantos
te encuentras,
Te
comprometes en la compasiva
Lucha por los
derechos humanos, por la paz,
Siempre avanzando
Un paso más
hacia un mundo mejor.
Nadie puede
igualarte ni sobrepasarte —
Ni el famoso
Ni el
políticamente poderoso.
Con total
despreocupación
Ante la falta
de riquezas,
Tú sonríes,
serena e imperturbable.
Preparas tu
simple comida,
Riendo,
alabándote a ti misma,
“¡Mejor que
el mejor restaurante!”
Celebras la
estrechez hogareña como
“¡Más
eficiente y fácil de limpiar!”
Cuando la
gente calumnia, tú sabes
Quién es un
mentiroso
Quién es un
hipócrita
Quién está
motivado por la envidia.
Tus poderes
de percepción
No tienen
rival en
Ningún
procurador de justicia.
Nunca
sucumbes al poder del autoritarismo
O de las
mentiras maliciosas,
Tú eres una
madre
De la verdad
y la justicia.
A ti, mi gratitud.
A ti, mi más profundo respeto.