¿QUÉ ES LA FE? LA FE ABARCA LA VERDAD, EL CORAJE, LA SABIDURÍA Y LA BUENA FORTUNA. INCLUYE LA COMPASIÓN Y LA HUMANIDAD, ASÍ COMO LA PAZ, LA CULTURA Y LA FELICIDAD. LA FE ES ESPERANZA ETERNA; ES EL SECRETO PARA EL AUTO-DESARROLLO SIN LÍMITES. LA FE ES EL PRINCIPIO BÁSICO DE CRECIMIENTO. (LAS DISCUSIONES SOBRE LA JUVENTUD, VOLUMEN 2, PÁGINAS 163/64).

¿QUÉ ES EL BUDISMO? ES EL NOMBRE DADO A LAS ENSEÑANZAS DE UN BUDA. "BUDA" SIGNIFICA "EL ILUMINADO”; ALGUIEN QUE PERCIBE LA ESENCIA O REALIDAD DE LA VIDA EN SU INTERIOR, ES UN SER ILUMINADO A LA VERDAD DE LA VIDA Y DEL UNIVERSO. A DIFERENCIA DE OTRAS RELIGIONES, EL BUDISMO NO ALEGA UNA REVELACIÓN DIVINA. COMIENZA CON UN HOMBRE, QUE A TRAVÉS DE SUS PROPIOS ESFUERZOS Y PERSEVERANCIA, DESCUBRIÓ LA REALIDAD DENTRO DE SÍ Y ENSEÑÓ QUE TODOS PODÍAN HACER LO MISMO. EL BUDA NO PUEDE SER DEFINIDO, COMO UN SER TRASCENDENTAL O SUPREMO. EN ESTE SENTIDO, EL BUDISMO, NO SOLO ES LA ENSEÑANZA DE UN BUDA, SINO LA ENSEÑANZA QUE POSIBILITA A TODAS LAS PERSONAS REVELAR SU NATURALEZA DE BUDA. EL BUDISMO ES UN SISTEMA PRÁCTICO DE ENSEÑANZA QUE NOS PERMITE CONCRETAR EL ESTADO IDEAL DE LA BUDEIDAD… LA PROPIA PERFECCIÓN.

¿QUE ES EL KOSEN-RUFU? “ES LA LUCHA PARA TRANSFORMAR LA VIDA DE LOS SERES HUMANOS, REVIRTIENDO LA OSCURIDAD QUE RESIDE EN EL INTERIOR DE SU VIDA, HACIENDOLO TOMAR CONCIENCIA DE SU NATURALEZA DE BUDA INHERENTE". LA ESENCIA DE “ESTABLECER LA ENSEÑANZA CORRECTA PARA ASEGURAR LA PAZ EN LA TIERRA” ESCRITO POR NICHIREN DAISHONIN, RADICA EN CONSTRUIR UNA RED DE PERSONAS DEDICADAS AL BIEN. PERO COMO ESTA CONTIENDA IMPLICA TRANSFORMAR DE RAÍZ LA VIDA DE LAS PERSONAS PROVOCARA RESISTENCIA EN CIERTOS SECTORES… ESTA GRAN BATALLA ES LA CLAVE PARA CREAR UN MUNDO DE PAZ Y DE FELICIDAD VERDADERAS, UNA TIERRA DE BUDAS.

YIGUIO Y KETA. PRÁCTICA PARA UNO MISMO Y PRÁCTICA PARA LOS DEMÁS. ESTOS ASPECTOS DEL BUDISMO VERDADERO SON: YIGUIO (PRÁCTICA PARA UNO MISMO) Y KETA (PRÁCTICA POR EL BIEN DE OTROS). AMBOS CONSTITUYEN UNA PRÁCTICA COMPLETA. SON COMO DOS RUEDAS QUE FUNCIONAN AL UNÍSONO PARA ADELANTAR NUESTRAS VIDAS, PARA MANIFESTAR NUESTRA ILUMINACIÓN INHERENTE.

¿QUE ES LA SOKA GAKKAI INTERNACIONAL (SGI)?...ES UNA ORGANIZACIÓN BASADA EN EL BUDISMO DE NICHIREN DAISHONIN, INSPIRADA EN EL RESPETO A LA VIDA, LA CONCIENCIA DE LOS DERECHOS HUMANOS, BUSCANDO DESPERTAR EN LAS PERSONAS EL ESPÍRITU DE RECONOCER, RESPETAR Y APRECIAR LAS SEMEJANZAS Y LAS DIFERENCIAS, PERMITIENDOLES FORTALECERSE Y TRANSFORMAR SU INTERIOR PARA DESARROLLAR SU MÁXIMO POTENCIAL, ASUMIENDO LA RESPONSABILIDAD DE SU PROPIA VIDA Y COMPROMETIENDOSE CON LA SOCIEDAD, EMPRENDER ACTIVIDADES EN SU VIDA COTIDIANA, PARA DESPLEGAR LA CAPACIDAD DE VIVIR CON CONFIANZA, CREANDO VALOR EN CUALQUIER CIRCUNSTANCIA Y CONTRIBUYENDO AL BIENESTAR DE AMIGOS, FAMILIARES Y SU COMUNIDAD…

…UNA DE LAS DIFICULTADES QUE LOS LATINOS TIENEN PARA COMPRENDER EL BUDISMO, radica en lo que el término "religión" significa en su ámbito social… Las religiones occidentales tienen sistemas jerárquicos en los que las reglas y los dogmas se establecen desde arriba hacia abajo… Ellas están basadas en la creencia de una deidad sobrenatural… La relación entre el maestro y el discípulo es interpretada como la de una persona que ciegamente, sigue a otra… VER MAS…

EL ESFUERZO DE NO RENDIRSE JAMAS. Vivimos una vida fragmentada y llena de conflictos. Estamos divididos en centenas de grupos de seres humanos, limitados por el miedo, la vergüenza, la culpa, la ira, las obsesiones y las emociones… esta lucha interna hace que no nos podamos entender… ¿Por que pasa esto...? VER MAS…

LA RECITACION DE LOS CAPITULOS “MEDIOS HABILES” Y “DURACION DE LA VIDA”. Carta a la esposa de Hiki Daigaku Saburo Yoshimoto. Este Ghoso, nos acerca a un precepto conocido como “seguir las costumbres de la región”. El significa que, mientras no esté en juego ninguna trasgresión grave, no se debe ir contra las tradiciones y costumbres de un país, región o comunidad, aunque debamos apartarnos ligeramente de las enseñanzas. Este criterio fue establecido por el Buda... VER MAS…

LAS REUNIONES DE DIALOGO O ZADANKAI, SON UN OASIS…En la actualidad, el egoísmo desmedido, provoca profundos trastornos en el corazón humano y estamos perdiendo la coexistencia con la naturaleza; por ello estos mini cónclaves de miembros de todas las edades, razas, intereses y antecedentes, son un foro de intercambio rico y refrescante. En un mundo afectado por la "DESERTIFICACION SOCIAL", estas reuniones son un oasis, en el que los seres humanos en forma individual, se esfuerzan en concretar la paz mundial y la prosperidad de la sociedad humana. ...Como budistas, al establecer una condición de paz interior en la vida cotidiana, contribuimos con la paz del mundo, posibilitando a cada uno, desarrollar su potencial inherente... VER MAS…

LA FUERZA DEL CORAJE

El coraje es el “motor” para concretar nuestros sueños

Presidente Ikeda: Podemos tener los sueños más maravillosos, los ideales más nobles, las esperanzas más elevadas... Sin embargo, para concretar todo eso, necesitamos coraje. Se nos pueden ocurrir las ideas más estupendas y los proyectos más increíbles del mundo; es posible que nos embargue una ilimitada misericordia por los demás; pero todo se esfuma, queda en la nada, si no tenemos el coraje de ponerlo en práctica. Sin la acción, es como si nuestros proyectos jamás hubieran existido.

Itakura: Creo que me doy cuenta de lo que quiere decir. Podemos tener magníficos tesoros escondidos en nuestro interior, pero, si no tenemos el coraje de manifestarlos, es como si los guardáramos bajo llave, a salvo de todas las miradas.

Presidente Ikeda: En efecto. Por eso el coraje es la fuerza que nos impulsa, el “motor” de nuestra vida. Las actividades más simples, como estudiar o ir a la escuela, requieren coraje.

Kanazawa: Si es así, los que tienen un motor poderoso tienen parte de la batalla ganada.

Presidente Ikeda: Por supuesto. Las personas valerosas tienen una fuerza que las impulsa hacia adelante y una gran compostura para enfrentar los altibajos de la vida, mientras avanzan firmemente hacia la concreción de los objetivos que se han trazado, de sus sueños más grandes. El coraje es un valiosísimo capital. Las personas faltas de valor pierden de vista el rumbo correcto de su vida y sucumben a la apatía, la negatividad y las actitudes destructivas. Tratan sistemáticamente de eludir la adversidad y de vivir lo más cómodamente posible. En consecuencia, tales personas jamás pueden dedicarse a la felicidad de los demás; no pueden superarse ni lograr nada trascendente. Podríamos decir que su motor tiene una seria avería.

Itakura: Entonces, no hay nada más importante en la vida que el coraje, ¿verdad?

Presidente Ikeda: Así es. Al respecto, creo que fue el poeta alemán Goethe (1749-1832) quien declaró que perder la reputación y las posesiones materiales era una insignificancia, porque uno siempre puede recuperarlas; mientras que perder el coraje era perderlo todo.

Si recurren a su coraje para desafiar cualquier cosa, jamás sentirán arrepentimiento. ¡Qué triste es pasarse la vida clamando: “¡Ay, si tuviera un poco más de coraje!”. Cualquiera sea el resultado, lo importante es dar pasos firmes por el sendero que creen correcto. No tiene ningún sentido preocuparse por lo que puedan pensar los demás. Por favor, sean fieles a ustedes mismos, porque, en definitiva, se trata de su propia vida.

Kanazawa: Si me permiten, quisiera contarles la experiencia de una estudiante. Durante el invierno de su primer año en el nivel de segunda enseñanza superior, el grupo de amigos que tenía, de pronto, comenzó a ignorarla. Extrañada, trató de hablar con ellos, pero todos se mostraron claramente hostiles. Incluso otros compañeros del mismo curso, que al comienzo eran de lo más amistosos, también empezaron a tratarla con desprecio o a ignorarla. Además, durante las clases empezaron a llegarle notitas de lo más ofensivas. Finalmente, esta estudiante se quedó sola, sin amigos. Estaba muy perturbada y no podía entender por qué, de pronto, nadie la quería ni se acercaba más a ella.

Decidió confiar su problema a una de sus responsables de la División de Estudiantes, quien la alentó cariñosamente y le dijo: “No te preocupes. Esta es tu oportunidad para crecer. Tienes que enfrentar el problema. ¡Hagamos daimoku juntas y esforcémonos lo más posible!”. La joven decidió armarse de coraje y seguir asistiendo a la escuela. Pero le resultaba muy duro soportar esa situación día tras día, así que, finalmente, les dijo a sus padres que quería dejar el colegio. Entonces su mamá le respondió que podía faltar a clases un solo día, con la condición de que hiciera diez horas de daimoku en casa.

Presidente Ikeda: No me cabe la menor duda de que la señora estaba aun más apenada y afligida que su hija por esa dolorosa situación.

Kanazawa: Sí, tiene toda la razón. Al comienzo, la joven solo se sentía despechada; se veía a sí misma víctima de las circunstancias. Mientras hacía daimoku se preguntaba, una y otra vez, “¿Qué hice de malo...?” Pero, a medida que iba sumando su práctica, una convicción fue adquiriendo fuerza en su interior; ahora podía sentir que ella no era ninguna excepción, que sería capaz de establecer una buena relación de amistad con sus compañeros... Al día siguiente, volvió a la escuela y puso en práctica el desafío que se había propuesto: saludar a todos sus compañeros. Estaba muy nerviosa cuando abrió la puerta del aula y dijo “Buenos días”; estaba segura de que llegaría el día en que todos le iban a responder el saludo y perseveró en su esfuerzo.

Presidente Ikeda: Así es. La perseverancia para mantener el rumbo elegido es una muestra de coraje.

Kanazawa: Al principio, nadie le respondió el saludo. Pero ella se mantuvo firme. Al comenzar su segundo año en el colegio, algunos compañeros comenzaron a saludarla, y hoy, la joven tiene una buena relación con todos los estudiantes de su curso.

Es más, se ha convertido en una especie de consejera de sus compañeros de clases y de otros miembros de la División de Estudiantes que tienen dificultades para relacionarse con la gente, y se siente muy contenta. Nos comentó cuánto se alegraba de no haberse dado por vencida ni haber permitido que su sufrimiento la derrotara. Ahora está decidida a ser un maravilloso ejemplo, para brindar coraje y esperanza a otros jóvenes, del mismo modo en que su responsable la alentó a ella en su momento.

¡No sigan ciegamente a los demás!

Presidente Ikeda: ¡Yo afirmaría que esa fue su declaración de victoria! Realmente, la joven merece las más sinceras felicitaciones. ¡Qué feliz debe de sentirse también su madre!

La joven siguió saludando a sus compañeros, aunque estos la ignoraran por mucho tiempo. Sin embargo, ella perseveró. A veces, los actos valerosos solo provocan las burlas de los demás, porque, al comienzo, la gente los siente como algo extraño y fuera de lo común. Pero, poco a poco, empiezan a reconocerlos en todo su valor.

Schiller (1759-1805), célebre filósofo y poeta alemán, afirmó una vez: “Los que se mantienen fuertes cuando se quedan solos, son dueños de un auténtico coraje”. Esas palabras son un tesoro que conservo desde que era joven.

Es un error seguir ciegamente a los demás. Cuando nos allanamos a ciertas cosas sin estar sinceramente convencidos, solo porque todo el mundo hace lo mismo, lo único que logramos es convertirnos en personas apáticas y perezosas. Lo mismo sucede cuando preferimos dejarnos llevar cómodamente, sin tener que tomar nuestras propias decisiones. Esa es una tendencia muy peligrosa que, justamente, representa uno de los peores defectos de los japoneses. Si la mayoría afirma que hacer la guerra está bien, todos se precipitan a hacer la guerra, sin el menor disenso u oposición, aunque, en el fondo, sepan que se trata de una locura insensata. Nadie tiene el coraje de levantarse para oponerse firmemente y proclamar: “¡La guerra es un terrible error!”. Los japoneses nos dejamos llevar por la corriente y nos adherimos de inmediato a supuestas grandes causas o a tendencias pasajeras.

Pero no debemos permitir que nadie nos avasalle. Jamás renunciemos a nuestro compromiso con la paz, nuestro anhelo de aprender, nuestro amor por la humanidad. Convertir en acción esos ideales y propagarlos entre la gente es un acto de coraje. El coraje vive dentro de nosotros. Debemos hacerlo surgir desde la profundidad de nuestra vida.

Refugiarse en el amparo de la multitud no es tener coraje, es cobardía. Es optar por una manifestación de fascismo, no de democracia. En una democracia, todos y cada uno de los individuos deben aceptar que son los protagonistas de su comunidad y que, como tales, tienen una responsabilidad que asumir. Existen demasiados intereses personales y actitudes egoístas en el Japón; hay demasiadas personas que siguen ciegamente los mandatos de la mayoría, que están dispuestas a dejarse arrastrar por las masas.

Únicamente cuando las personas adquieran el coraje de luchar por la justicia, aunque nadie más las apoye, podrán conducir el mundo hacia la paz y el bien. Y una vez que esa clase de individuos sumen sus fuerzas y se unan mediante lazos de firme solidaridad, será posible transformar la sociedad. Pero todo comienza a partir de ustedes. Tienen que ser valientes. El resto surge naturalmente.

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La cobardía es la verdadera naturaleza de los opresores

Presidente Ikeda: No siempre la gente que brilla y se destaca, que aparentemente tiene logros impresionantes en todo lo que hace, es gente con coraje. Por supuesto, ni siquiera es necesario decir que la guerra y la opresión son en absoluto actos de coraje, sino de cobardía.
El auténtico coraje significa emprender actividades sensatas, justas y beneficiosas para todos. Es aquel que demostramos cuando vivimos con honestidad y tesón. El coraje sano, resuelto y firme representa la cualidad más preciosa de todas.

Los que carecen de coraje roban, oprimen a los demás, matan, ponen en peligro la vida de la gente con armas, generan guerras. Esos individuos perpetran actos tan execrables, porque son cobardes y desconocen absolutamente lo que significa el coraje. ¡Qué terriblemente peligrosa es la cobardía!

Itakura: Cuando todo el Japón aprobaba la escalada militarista, los presidentes fundadores de la Soka Gakkai, Tsunesaburo Makiguchi y Josei Toda se negaron firmemente a dejarse arrastrar por los demás. Enfrentaron a las autoridades y, con gran valentía, las exhortaron a que retomaran la senda de la paz y la libertad; dejaron oír su justo clamor por todo aquello que creían verdadero. ¡Creo que esa fue una muestra de inmenso coraje!

Presidente Ikeda: Sin embargo, en ese momento, los acusaron de traidores, los encerraron en la cárcel y los tildaron de cobardes, porque se oponían a la guerra. Fue una época demencial. Y mucho me temo que hoy estamos asistiendo a un resurgimiento de esa tendencia insensata en el Japón.

Itakura: Es verdad. Los medios propagan las mentiras más absurdas, y nadie hace nada para detenerlos. Constantemente se atropellan los derechos humanos, sin el menor escrúpulo. La falsedad y la mentira están en todos lados, y se las vende y promociona descaradamente, como si nada. Creo que nuestra sociedad se ha convertido en algo completamente distorsionado. Pero, como todo el mundo está tan acostumbrado a vivir en un ambiente así, es difícil darse realmente cuenta de la situación.

Kanazawa: Así sucedía en la época del fascismo del Japón.

Coraje y misericordia: las dos caras de una misma moneda

Presidente Ikeda: Las personas de coraje jamás muestran cobardía o vileza. Son honestas y sencillas. Por esa razón, a menudo solo reciben la incomprensión y la difamación de los demás, que las consideran despreciables. Por otro lado, están aquellas que son grandes intrigantes, pero que, justamente, logran fama y reconocimiento, porque saben muy bien cómo promocionar su imagen mediante los peores recursos. La gente siente envidia ante la celebridad de esas figuras y, lamentablemente, muchos terminan embaucados.
Por lo tanto, nunca dejemos que los elogios o las críticas de los demás hagan mella en nuestro ánimo. Quienes actúan de acuerdo con lo que creen correcto, aunque solo sean objeto de desdén, incomprensión y persecuciones, desarrollan una clara conciencia de las cosas y son los verdaderos triunfadores en la vida.

Kanazawa: El coraje tiene mucho de sentido común, ¿no es cierto?

Presidente Ikeda: Así es. Es una cuestión de perseverancia. Por ejemplo, el deseo que tiene una mamá de educar a sus hijos para que se conviertan en personas cabales le impone una tarea realmente ardua. Pero ella se aplica a su misión con denuedo, pase lo que pase. He ahí una muestra del más noble de los corajes. Otro aspecto del coraje es la misericordia. Ambos conforman los dos lados de una misma moneda: el coraje sería anverso, y la misericordia, el reverso. El verdadero coraje siempre se sustenta en la misericordia; jamás encontraremos nada oscuro o malicioso detrás de una actitud de valentía. Si hubiera la más mínima intención dudosa o reprobable, con seguridad, no estaríamos ante una muestra de auténtico coraje. Los sentimientos que una madre abriga por sus hijos es el ejemplo más perfecto de coraje y de misericordia.

El coraje debe estar respaldado por un sentido de justicia y de empatía por los demás. El señor Toda solía afirmar: “La verdadera misericordia es algo muy difícil de lograr para los hombres comunes. Las emociones interfieren constantemente, y, muchas veces, uno no quiere modificar ciertos sentimientos. La misericordia es imprescindible, pero nos resulta muy duro cultivarla. Pero podemos, sin embargo, cultivar el coraje. De modo que, aunque sepamos que la misericordia es fundamental, lo que podemos hacer, realmente, es actuar con coraje”.

Y, de hecho, si actuamos valerosamente, comprobamos cómo la misericordia hacia los demás se va profundizando. El coraje es una virtud esencial que podemos esforzarnos por adquirir.

Ser cada vez más fuerte

Kanazawa: ¿Me permiten contarles la experiencia de otra estudiante de nuestra división que vive en Shizuoka? En la escuela, pertenecía a un grupo muy cerrado y selecto de siete chicas. Como pasaban todo el tiempo juntas, cada una empezó a darse cuenta de las virtudes y los defectos de las otras, y, poco a poco, todas las integrantes del grupo, excepto nuestra compañera, comenzaron a criticar a cualquiera de las demás que no estuviera presente. Ella intentó detener los chismes, pero, en cuanto planteó su preocupación a sus amigas, estas aprovecharon la oportunidad para hacerla a un lado.

Itakura: Eso es muy común. Pero me parece una tendencia muy alarmante.

Kanazawa: Cuando estaban en clase, la miraban con frialdad. Y luego, comenzaron a entregarle notas llenas de cosas desagradables sobre su persona. Cuando la rozaban sin querer, gritaban haciendo grandes aspavientos, como si les produjera horror el contacto, y se alejaban corriendo. Los días de clases se convirtieron en un martirio para la joven. Cada vez que le hacían alguna iniquidad, era como si le retorcieran el corazón. Siempre que podía, se escondía en el baño de la escuela para evitar todo lo posible las humillaciones que le infligían sus ex amigas.

Ansiaba desesperadamente encontrar a alguien en quien confiar para aliviar su sufrimiento. Finalmente, reunió todo su coraje para hablar con su mamá sobre lo que le estaba pasando. Después de escuchar a su hija, la señora le entregó un ejemplar de “Conversaciones sobre la juventud”. La joven lo leyó atentamente, y a medida que avanzaba las páginas, comenzó a sentir que surgía un gran coraje de su interior. Cuando comprendió que haciendo daimoku podía transformar todo ese gran dolor en la fuerza motriz para ser feliz, decidió actuar resueltamente para cambiar su situación.

“¡No me dejaré derrotar! ! Me voy a fortalecer!”; esa era su oración. Fue adquiriendo más y más coraje. Ya no le costaba ir a la escuela. Antes, solo lo hacía, porque su mamá la llevaba y la traía en auto. Con el tiempo, logró hacer nuevos amigos y, finalmente, hasta llegó a cambiar positivamente su relación con esas chicas que tanto la habían atormentado. Hoy, todas se llevan de lo más bien. Nuestra compañera piensa que tiene mucho que agradecerles, porque le dieron el impulso necesario para ser más firme e independiente. El secreto, dice, para que los demás cambien con uno, es convertirse en una persona de mucha fortaleza. “Aconsejo a todo el mundo que haga daimoku. Los que están atravesando un problema, encontrarán la manera de resolverlo; y los que sienten que no tienen ninguna preocupación, sin duda podrán mejorar su vida”. Eso fue lo que nos dijo.

Esforzarse por la felicidad de los demás

Presidente Ikeda: El daimoku es una poderosísima fuente de coraje. Es la chispa que enciende el motor de la valentía. Hacer daimoku es también un acto de coraje.

El coraje es la fuerza para vivir de la manera correcta, para transitar el auténtico camino. Puede adoptar las formas más diversas; por ejemplo, es una actitud valerosa pensar denodadamente cuál sería la mejor manera de que su país y el mundo entero lograran la paz, y luego, poner manos a la obra para concretar ese ideal. Tal es el coraje que nace de la convicción. O también, pueden meditar sobre cómo contribuir a la felicidad de las personas y a convertir esta sociedad en un ámbito más saludable, y trabajar constructivamente para concretarlo. Esa clase de coraje surge del amor que sentimos por la humanidad. Del mismo modo, si se tratara de una madre o de un maestro de escuela, estos podrían pensar la mejor manera de forjar a los niños que están a su cargo. Es posible, finalmente, que ustedes sientan el profundo deseo de alentar a sus amigos. He ahí el sencillo coraje de la vida cotidiana.

Itakura: ¿Quiere decir que hay diferentes niveles de coraje?

Presidente Ikeda: Tal vez puede parecer que hay distintos niveles, pero en realidad, es la misma cosa: todo es, simplemente, coraje. Grande o pequeño, el coraje es el coraje. Ambos corporifican el noble espíritu de servir a los demás. Por el contrario, afanarse solo para satisfacer los propios intereses nos es más que cobardía y bajeza espiritual.

Las personas de fe genuina son dueñas de un auténtico coraje

Itakura: Siempre pensé que la fe es la mayor muestra de coraje que existe.

Presidente Ikeda: Eso es absolutamente cierto. Existe gente valerosa en muchos aspectos del quehacer humano. Pero, tal vez, la mayor cantidad de personas de coraje se encuentre en el ámbito de la religión. Los misioneros cristianos, en especial, siempre se han consagrado a propagar su religión, más allá de las duras persecuciones que debieron soportar. Aunque sus creencias difieran de las nuestras, bien podemos afirmar que su vida y sus acciones están imbuidas de gran coraje.

El Budismo también es coraje. Nichiren Daishonin declara: “Los discípulos de Nichiren no pueden lograr nada si son cobardes”. El Daishonin enfatiza constantemente la importancia del coraje. Por el bien de nuestra fe, no debemos permitir que ninguna persecución nos derrote. Eso es coraje. Es la manera más noble de vivir que podamos concebir. Los nombres de todos ustedes no solo serán recordados eternamente, sino que dejarán una huella indeleble en la historia de la humanidad. Serán la fuente de inspiración para que otros hagan surgir su propio coraje y se conviertan en héroes a su vez.

Las personas que viven de ese modo están llenas de grandeza; son bodhisattvas y budas. Los que abrazan la fe correcta y se ponen en acción movidos por sus más profundas convicciones son los reyes del coraje. Son héroes entre los héroes, cuyo corazón late al compás del ritmo fundamental del universo. El Sol resplandece dondequiera que esas personas estén e ilumina sus vidas, las de sus familias, sus compañeros de clase, sus comunidades, sus países y el mundo entero.

Por favor, cualquiera sea el desafío que deban enfrentar, permítanme decirles: “¡¡Tengan el coraje de avanzar siempre un paso adelante!!”.

(Fragmentos extraidos de Conversaciones sobre la juventud (N° 2) de la que participan, en esta ocasión, el presidente de la SGI, Daisaku Ikeda, y los integrantes de la División de Estudiantes de Segunda Enseñanza Superior de la Soka Gakkai, Yasuyuki Itakura [responsable de la División Juvenil Masculina de la región de Kansai], y Michiko Kanazawa [secretaria de la División Juvenil Femenina])