GHOSO: "FELICIDAD EN ESTE MUNDO"
No existe felicidad mayor para los seres humanos que invocar Nam-myoho-renge-kyo.
El sutra dice: "Los que habitan allí [en mi tierra] disfrutan plenamente de la vida." "Disfrutar plenamente de la vida" se refiere a la ilimitada alegría que proviene de la Ley. Como es obvio, usted está incluido entre "los que habitan." Y "allí" se refiere al mundo entero, dentro del cual se encuentra el Japón. "Disfrutar plenamente de la vida" quiere decir que nuestra vida-es decir, la mente y el cuerpo, el sujeto y el ambiente- es la entidad de ichinen sanzen y es, también, el Buda de libertad absoluta.
No existe felicidad mayor que tener fe en el Sutra del Loto. Nos promete "paz y seguridad en esta vida y buenas circunstancias en la próxima." Jamás permita que las dificultades de la vida lo perturben. Después de todo, nadie puede escapar de los problemas, ni siquiera los sabios y venerables.
Tan sólo invoque Nam-myoho-renge-kyo y, cuando beba ‘sake’, quédese en su casa junto a su mujer. Sufra lo que tenga que sufrir, goce lo que tenga que gozar. Considere el sufrimiento y la alegría como hechos de la vida y continúe invocando Nam-myoho-renge-kyo , pase lo que pase. Entonces experimentará la ilimitada alegría que proviene de la Ley. Fortalezca su fe más y más.
Con mi profundo respeto,
Nichiren.
De mi puño y letra.
En el vigésimo séptimo dia del sexto mes, en el segundo año de kenji (1276.)
(Los principales escritos de Nichiren Daishonin,vol 1, págs. 165-66.)
Disertación del Presidente Ikeda : De la Serie de Materiales de Estudio. Aprendamos del Gosho, La eterna enseñanza de Nichiren Daishonin.
PRACTICAMOS LA FE PARA SER FELICES DE VERDAD
Practicamos la fe para disfrutar de la vida al máximo, para tener la vida más feliz que uno pueda concebir. El escrito que estudiaremos esta vez, "Felicidad en este mundo," explica la "enseñanza secreta" que hace esto posible. Es una carta muy corta, pero brinda una exposición completa de los principios fundamentales de la fe. Cuando comprendamos profundamente este gosho, habremos internalizado el secreto de la fe y de la vida.
INVOCAR NAM-MYOHO-RENGE-KYO ES LA MAYOR DE LAS ALEGRIAS
FRAGMENTO DEL GOSHO
No existe felicidad mayor para los seres humanos que Invocar Nam-myoho-renge-kyo.
El hecho de que, en el inicio, se hable de los "seres humanos" entraña un gran significado. Se refiere a toda la humanidad. La enseñanza del Daishonin puede beneficiar a todas las personas, sin una sola excepción.
El budismo es una enseñanza que existe en bien de todos los seres humanos. No sólo es para los japoneses o para los miembros de un determinado grupo étnico o país. Nichiren Daishonin declara que, en última instancia, para todas las personas no hay felicidad verdadera, no hay dicha genuina, no hay plenitud perdurable fuera de invocar Nam-myoho-renge-kyo, ya sean éstas pobres o ricas, sean célebres o ignotas, sean poderosas o anónimas, artistas o científicos. Es así porque, al entonar daimoku, nuestra vida se fusiona con el estado de vida del Buda, y podemos extraer una fortaleza inagotable para llevar a cabo nuestra revolución humana y ayudar a los demás a hacer lo mismo.
La fama, la riqueza o el prestigio social no nos garantizan, por sí solos, la felicidad. Hay muchos millonarios que, detrás de las paredes de sus mansiones, viven un sufrimiento indescriptible. Algunos están tan pendientes de su vanidad que no encuentran un segundo de paz interior. Entre los famosos, muchos caen en un infierno de angustia cuando pierden la celebridad y dejan de estar expuestos al público.
Puede haber dos personas que, dentro de una misma empresa, hagan el mismo trabajo y tengan la misma situación económica y social. Pero una se siente feliz, y la otra vive desesperada. No es raro encontrar esta clase de disparidades entre individuos que, en los demás aspectos, tienen vidas muy parecidas. Y esta divergencia se relaciona con el estado de vida interior, con el corazón de cada uno.
Tampoco puede decirse que el avance de la ciencia o el desarrollo económico necesariamente produzcan la felicidad. En cualquier caso, el hecho de que uno se sienta feliz o desdichado sólo depende de uno mismo. Sin cambiar nuestro propio estado de vida, no hallaremos una felicidad que nos resulte verdadera. Pero cuando modificamos nuestra posición interior, todo el mundo se transforma para nosotros .En el budismo invocamos daimoku porque es la forma más profunda de efectuar esta clase de transformación interior.
FRAGMENTO DEL GOSHO
El Sutra dice: "Los que habitan allí [ en mi tierra] Disfrutan plenamente de la vida."
Este fragmento pertenece al jigage o parte en verso del capítulo "Duración de la Vida de El Que Así Llega" del Sutra del Loto. Significa que este mundo es un lugar donde las personas deberían vivir felices y disfrutando de la existencia. Cada mañana y cada tarde, recitamos este fragmento cuando hacemos la práctica del gongyo.
Nacemos en este mundo para disfrutar la vida. No nacemos para sufrir. Esta es la premisa fundamental del Sutra del Loto sobre la naturaleza de la existencia humana. Vivir felices y disfrutando significa gozar del trabajo, de la familia, de lo que uno hace por el bien de los demás, cuando emprende las actividades budistas, por ejemplo. Si tenemos un estado de vida así de elevado, aun cuando nos sucedan cosas desagradables, podemos verlas como un ingrediente que le suma interés a la vida, así como una pizca de sal mejora el sabor de un plato dulzón. Pase lo que pase, uno consigue sentir un verdadero deleite en la vida.
Este fragmento del sutra nos asegura que, sin falta, podemos generar una inmensa fuerza vital. Y nos exhorta a esforzarnos en la práctica budista hacia ese objetivo.
"DISFRUTAR PLENAMENTE DE LA VIDA" AQUÍ SIGNIFICA LA ILIMITADA ALEGRÍA QUE PROVIENE DE LA LEY.
Experimentar la "alegría que proviene de la Ley" significa saborear plenamente la Ley universal, eterna e invariable, y disfrutar la fuerza y sabiduría que esta Ley nos brinda. En oposición a esta clase de alegría, está la "dicha derivada de los deseos," es decir, el goce que uno obtiene al satisfacer deseos de la más variada índole. Esta alegría puede parecer una felicidad genuina, pero sólo es temporal y superficial. No surge desde lo profundo de la vida, y pronto se convierte en insatisfacción e infelicidad.
La fe nos permite recibir la alegría eterna que proviene de la Ley. Grabemos en nuestro corazón el echo de que somos nosotros mismos los que manifestamos esta alegría. Y porque somos nosotros los que la generamos, esa felicidad no depende de ninguna otra persona. Nadie más puede hacernos felices; sólo nosotros, a través de nuestras propias acciones, construimos nuestra dicha esencial.
Por lo tanto, ¿ qué necesidad hay de envidiar a los demás? ¿Qué necesidad hay de sentir rencor hacia los logros de otra persona o depender de alguien para poder ser felices? Todo se reduce a nuestro propio estado de vida. Dentro de nosotros mismos existe el poder de orientar nuestra vida en la dirección que más nos guste.
Dejarse influenciar por los demás o por el medio ambiente no es la forma de vida que enseña el Sutra del Loto. La verdader felicidad no consiste en sentir alegría en un momento y caer en la angustia al minuto siguiente. Cuando uno supera la tendencia a echar la culpa a los demáas o al medio ambiente, puede ampliar de un modo isospechado su estado de vida.
Al mismo tiempo, en el nivel más esencial, la fe existe en beneficio nuestro, no está allí para los demás. Por supuesto, practicamos para nosotros mismos y para los que nos rodean, con el fin de lograr el ideal del Kose-rufu. Pero, en última instancia, nosotros somos los principales beneficiarios de todo cuanto hacemos en la fe. Todo redunda en nuestro crecimiento; todo contribuye a desarrollar nuestro estado de vida y a consolidar nuestra propia Budeidad. Cuando practicamos con esta determinación, desaparecen todas las quejas. El estado de Buda que estaba cubierto por el polvo de los reproches comienza a resplandecer.
Y entonces, uno puede saborear, plena y libremente, la alegría que proviene de la Ley.
"DISFRUTAR PLENAMENTE" SIGNIFICA, EN REALIDAD, EL CORAJE DE SUPERAR LAS DIFICULTADES
Como es obvio, usted está incluido entre "los que habitan." Y "allí " se refiere al mundo entero, dentro del cual se encuentra el Japón. " Disfrutar plenamente" de la vida es saber que nuestra vida- es decir, la mente y el cuerpo, el sujeto y el ambiente-es la entidad de ichinen sanzen y es, también, el Buda original.
El Daishonin dice que este fragmento-"Disfrutar plenamente de la vida"- en realidad se refiere a shijo Kingo. Lo triste es que, por mucho que leamos el sutra o estudiemos los escritos, seguimos pensando: "Esto está perfecto para otros, pero mi situación es distinta." En particular, cuando nos ataca alguna adversidad, cuando nuestro corazón parece estallar de dolor, pensamos: "los sufrimientos que me toca vivir a mí no tienen solución." Pero, en este fragmento, el Daishonin nos dice que no es así, de ninguna manera.
Cuando fue escrita esta carta, Shijo Kingo, su destinatario, estaba sufriendo la difamación maliciosa de sus colegas envidiosos, a raíz de lo cual el señor feudal a cuyas órdenes se desempeñaba lo tomó en descrédito. La envidia de otros era la única causa de esta desventura.. Kingo había gozado de una extraordinaria confianza de parte de su señor feudal, pero tenía la característica de no callarse la boca cuando sentía que debía decir algo. Como ya se imaginarán, no le faltaban enemigos.
Esto tal vez sea un ejemplo de la naturaleza humana; es cierto que la gente tiene tendencia a envidiar al prójimo, hasta por las cosas más pequeñas. Cuando se siente envidia hacia alguien, se trata de desprestigiar a esa persona. Y cuando ésta cae en desgracia, se siente una curiosa satisfacción. No nos dejemos derrotar por esta tendencia lamentable.Dejarnos atrapar por la red de una emoción tan mezquina es patético y totalmente inservible; no se puede ser feliz llendo en el sube y baja desde una elación a una depresión de un momento a otro.
Como lo indica la frase "la alegría que se deriva de la Ley," la clave está en desarrollar una fortaleza interior que nos permita examinar todas las cosas desde el estado de Buda, desde la condición de suprema felicidad. Y, como dice el Daishonin, invocar daimoku constantemente es lo que nos permite lograrlo.
Por otro lado, la frase que dice "la mente y el cuerpo, el sujeto y el ambiente." Esto indica que el Budismo no es una teoría abstracta, sólo referida al plano intelectual. Tampoco se trata de cambiar nuestra subjetividad, ignorando el mundo circundante y los seres que nos rodean. La buena fortuna y los beneficios que acumulamos en lo profundo de nuestra vida se tornan visibles en el plano material y también en el ambiente que nos rodea. La actitud en la fe –que es invisible- se traduce en el cuerpo y en la mente, en la vida de uno y en el entorno , y encamina todas las cosas con inmenso poder y fortaleza, en la mejor dirección posible:hacia la felicidad, hacia el logro de nuestros deseos más profundos.
El que pone en práctica este principio es el "Buda de la absoluta libertad." Dejemos para otra oportunidad el análisis doctrinal detallado de este término. Basta con decir que el Buda de la absoluta libertad es quien recibe y utiliza libremente la alegría ilimitada que proviene de la Ley, sin dejar de ser un hombre o una mujer común. Específicamente, el Buda de la absoluta libertad es Nichiren Daishonin. En sentido general, el término también se aplica a los que están luchando por concretar el Kosen-rufu y mantienen, en la fe, un vínculo directo con el Daishonin.
El Daishonin interpreta la expresión "absoluta libertad," que aparece en algunas traducciones, como "la propiedad de recibir y utilizar libremente."
En un escrito, afirma: "La ‘propiedad de recibir y utilizar libremente’ es el principio de ichinen sanzen (cada instante de la vida posee tres mil estados.)" (Gosho Zenshu,p.759)
Josei Toda, el segundo presidente de la Soka Gakkai, explico que el Gohonzon es una reserva interminable de beneficios, y Nichikan Shonin declaró: "[si uno abraza la fe en este Gohonzon e invoca Nam-myoho-renge-kyo, aunque sea brevemente,] no hay oración que quede sin respuesta, no hay falta que no se perdone, no hay buena fortuna que no se conceda, no hay rectitud que no quede demostrada."
La medida en que podamos "recibir" y "utilizar" la vasta y profunda alegría que proviene de la Ley depende íntegramente de nuestra fe. ¿Nos llevaremos sólo un cuenco de agua del océano, o llenaremos hasta arriba una enorme piscina? ¿Podemos recibir y emplear libremente una cantidad todavía mayor? Esto queda determinado íntegramente por el ichinen de nuestra fe.
Si, en su fuero más íntimo, ustedes decidieron: "Porque soy como soy, nunca podré ser feliz" o "yo soy el único que no resuelve sus sufrimientos," o "todos tienen capacidad, menos yo," ese factor mental, esa actitud o ichinen es lo que obstruirá su posibilidad de recibir beneficios.
Por lo tanto, en este fragmento la intención del Daishonin es decirle a shijo Kingo, aun en medio de las dificultades que este estaba pasando, "Usted también puede ser feliz, sin falta, tal como asegura el sutra." Y aquí uno puede ver la inmensa misericordia del Daishonin.
FRAGMENTO DEL GOSHO
No existe felicidad mayor que tener fe en el Sutra del Loto. Nos promete "paz y seguridad en esta vida y buenas circunstancias en la próxima."
Un refrán dice: "El sufrimiento domestica y doblega a los corazones dóbiles, pero el corazón grande remonta la desventura." La felicidad verdadera no es la ausencia de sufrimiento; ¡uno no puede esperar que todos los días sean azules y despejados! En cambio, la verdadera dicha consiste en construir una identidad tan sólida, que permanezca digna e indomable, como un palacio imponente, aun bajo el viento, la lluvia o la nieve.
Lograr un estado de "paz y seguridad en esta vida" no implica tener una vida libre de cualquier adversidad, sino que uno pueda armarse de convicción y coraje absolutos ante cualquier dificultad que se presente, sin siquiera perturbarse, para luchar de lleno y derrotarla. Este es el estado de vida de "paz y seguridad en esta vida." Y, como lo dice el Sutra de la Contemplación: "Si quiere conocer los resultados que se manifestarán en el futuro, observe las causas que existen en el presente." En efecto, el hecho de establecer un gran estado de seguridad y felicidad en esta vida demuestra que, en el futuro, uno podrá experimentar el efecto de buenas circunstancias , y, por ejemplo, nacerá en un lugar propicio para su desarrollo.
Algunas religiones enseñan que el hombre puede ser feliz después de la muerte, aun cuando su vida actual esté colmada de infelicidad. Pero esto no es lo que enseña el Sutra del Loto, según el cual podemos disfrutar al máximo, tanto el presente como el futuro. Esta es la esencia del Budismo. Para poder establecer una vida así, necesitamos cultivar una poderosa fuerza vital. Y esto se logra invocando daimoku y enfrentándonos a los desafíos de nuestra realidad cotidiana. A través de este empeño concreto, uno puede conseguir "paz y seguridad en esta vida" y "buenas circunstancias en la próxima."
FRAGMENTO DEL GOSHO
Jamás permita que las dificultades de la vida lo perturben. Después de todo, nadie puede escapar de los problemas, ni siquiera los sabios y venerables.
Daishonin dice que ni siquiera las personas más sabias y venerables pueden tener una vida libre de dificultades. En la sociedad, la gente tiende a creer que, porque alguien es objeto de ataques o de difamaciones, tiene que ser una mala persona. Pero desde el punto de vista del budismo, es posible que alguien sufra ataques verbales y padezca dificultades sin siquiera tener culpa o motivo. Es totalmente posible que la gente escriba o hable de una persona como si fuese alguien malvado, que diga mentira por verdad y que represente la verdad como una mentira. En la sociedad actual, diría yo que esto es un hecho.
Shijo Kingo también sufrió a raíz de la calumnia. Pero el Daishonin le dice: "Jamás permita que las dificultades de la vida lo perturben." Recurrir a falsas acusaciones significa ser vencido como ser humano; no puede haber nada tan mezquino y ruin. Pero nosotros no debemos dejarnos intimidar por un comportamiento tan despreciable. Así como uno no se mete basura en la boca, tampoco debe dejar entrar basura en su corazón. En verdad, el Daishonin alentaba a Shijo Kingo a excluir de su mente la conducta cobarde de sus detractores. El filósofo romano Séneca (4 a.c,-65 d.c.) dice que las flechas de la difamación no pueden perforar el corazón de un hombre sabio.
Cuando la gente se desespera por cosas que la desesperación no arregla, termina sufriendo inmensamente. Uno no tiene que preocuparse por asuntos que no se resuelven a fuerza de preocupación. Lo importante es construir en el corazón un palacio de alegría, que nada pueda perturbar, un estado de vida límpido como el cielo azul por encima de las tormentas, como un oasis en el desierto, como una fortaleza que mira desde arriba las olas embravecidas.
Lo que cuenta es que luchemos abiertamente contra la injusticia, con postura indómita y noble. Nichiren Daishonin libró una batalla contra el mal que casi le costó la vida, pero le enseñó a Shijo Kingo, en el instante en que estaban a punto de ejecutarlo: "Debería alegrarse de esta gran fortuna" (MW-1,181) y les pidió a sus discípulos que se unieran y lo siguieran. (MW-1,176)
Hasta una pequeña cuota de "mal " puede hacer infeliz a la gente, y por esa misma razón, uno no debe tolerarla. Lograr "paz y seguridad en esta vida y buenas circunstancias en la próxima" consiste, precisamente, en librar una lucha resuelta, con una fe de coraje intrépido.
FRAGMENTO DEL GOSHO
Tan sólo invoque Nam-myoho-renge-kyo y, cuando beba sake, quédese en casa junto a su mujer. Sufra lo que tenga que sufrir, goce lo que tenga que gozar. Considere el sufrimiento y la alegría como hechos de la vida, y continúe invocando Nam-myoho-renge-kyo, pase lo que pase. Entonces, experimentará la ilimitada alegría que proviene de la Ley. Fortalezca su fe más y más.
Cada vez que Shijo Kingo ponía un pie fuera de su casa, corría el peligro de ser atacado por sus enemigos. El Daishonin le advierte que no actúe con imprudencia, que se quede en su casa a hacer daimoku. Y le pide que él y su esposa se alienten mutuamente. En otras palabras, le está enseñando a su seguidor la importancia de la fe como base para construir un hogar feliz y armonioso.
El Buda exhorta a Shijo Kingo a vivir feliz ahora, en el presente, sin obsesionarse por el pasado ni preocuparse excesivamente por lo que traerá el futuro.La felicidad no se encuentra en un lugar lejano, sino aquí, en el momento presente.
"Sufra lo que tenga que sufrir, goce lo que tenga que gozar…"
En épocas de sufrimiento, entone daimoku . En horas de alegría, entone daimoku . Poder realizar la práctica es, en sí mismo, un motivo de felicidad. En la vida, siempre hay situaciones felices y tristes. Son todas escenas irreemplazables, en la epopeya grandiosa de la vida. Sin sufrimiento, ¿cómo podría uno valorar la alegría? Sin conocer el sabor de la tristeza y del regocijo, uno nunca podría paladear la vida en toda su profundidad.
"Sufra lo que tenga que sufrir," nos dice. El sufrimiento es algo inevitable en la vida. Por supuesto, uno tiene que estar preparado para la adversidad, y tener fortaleza interior de levantarse por sobre la angustia y la preocupación. Uno tiene que hacer brillar en su propia vida la "luz serena de la luna de la iluminación." (Gosho Zenshu, pág.1262) Es decir, el estado de Buda. Entonces , los "deseos mundanos" se convierten en iluminación, y uno puede aprovechar todo lo que le sucede en la vida como combustible para alimentar la propia felicidad.
"Goce lo que tenga que gozar" significa hacer florecer de par en par "el loto místico del corazón" (Ib., pág. 978) con gratitud y alegría. El que puede hallar alegría, el que puede sentir agradecimiento, es también el que experimenta un alud de dicha exultante en cualquier circunstancia. Así es la función del corazón humano.
El océano, en lo profundo, siempre está calmado e imperturbable, aunque, en la superficie, las olas estén estrellándose contra las rocas. En la vida hay tanto sufrimiento como alegría; lo importante es cultivar una identidad profunda e invencible, que no se deje influir por las olas. Una persona capaz de vivir de esta manera, recibe "la ilimitada alegría que proviene de la Ley."
En la travesía del Kosen-rufu, las cosas no siempre salen como uno quisiera. Pero somos compañeros eternos. Los que están en las buenas y desaparecen en las malas no son amigos. La actitud de cerrar los ojos al sufrimiento de los demás, con la idea de que "no es asunto mio," tiene poco que ver con la postura de un verdadero amigo. Los camaradas de verdad comparten las desdichas y las alegrías.
Sufrimos juntos, nos alegramos juntos, y juntos hacemos florecer nuestra vida. Tomamos el sufrimiento y la alegría como hechos de la vida y seguimos invocando Nam-myoho-renge-kyo, pase lo que pase. Mantener esta camaradería, esta consagración pura y sincera a la fe, es la guía eterna para nosotros, los que impulsamos el Kosen-rufu. ¡Avancemos siempre con esta firme unión de la fe!
Fortalezca su fe más y más.
Cuando a Nichiren Daishonin lo trasladaron a Tatsunokuchi para decapitarlo, Shijo Kingo corrió a su lado, sin pensarlo. Aferró las riendas del caballo en que montaba el Daishonin y se mantuvo junto a él resueltamente, con el juramento de quitarse la vida para sumársele al Daishonin en la muerte. Era una persona de fe inmensamente poderosa, que transitó con valentía el camino de maestro y discípulo.
Pero incluso a Shijo Kingo, que tenía una fe tan firme, el Daishoninle dice: "Fortalezca su fe más y más." No interesa lo que uno haya hecho en el pasado; lo que cuenta es lo que uno haga desde ahora. Todo se reduce a la fortaleza de nuestra fe. La fe es fuerza; la fe es el poder más inmenso que posee el ser humano.
De acuerdo con el poder de nuestra fe y nuestra práctica, recibimos el poder del Buda y el poder de la Ley, que están incorporados en el Gohonzon. La fe es el "arte secreto" para
Colmar nuestra vida con el mismo poder que late en el universo.
Shijo Kingo perseveró en la fe tal como le enseñó el Daishonin. Cuando terminaron sus dificultades, mostró una prueba contundente al recuperar la firme confianza de su señor feudal y conseguir que le duplicaran la superficie de las tierras bajo su administración. Y los colegas que lo hostigaban sufrieron consecuencias lamentables.
Practicar tal como enseña el Daishonines el espíritu fundamental de la SGI. Estamos avanzando estrictamente de acuerdo con las enseñanzas del Gosho. Mientras recordemos este punto, podremos lograr, sin falta, una impresionante victoria en la vida y en nuestra actividad por el Kosen-rufu.
El Gosho es una enseñanza eterna, que deberíamos sentirnos muy afortunados de poseer. Gracias a que conocimos esta enseñanza, hoy podemos construir una vida maravillosa, de victoria eterna.
El sutra dice: "Los que habitan allí [en mi tierra] disfrutan plenamente de la vida." "Disfrutar plenamente de la vida" se refiere a la ilimitada alegría que proviene de la Ley. Como es obvio, usted está incluido entre "los que habitan." Y "allí" se refiere al mundo entero, dentro del cual se encuentra el Japón. "Disfrutar plenamente de la vida" quiere decir que nuestra vida-es decir, la mente y el cuerpo, el sujeto y el ambiente- es la entidad de ichinen sanzen y es, también, el Buda de libertad absoluta.
No existe felicidad mayor que tener fe en el Sutra del Loto. Nos promete "paz y seguridad en esta vida y buenas circunstancias en la próxima." Jamás permita que las dificultades de la vida lo perturben. Después de todo, nadie puede escapar de los problemas, ni siquiera los sabios y venerables.
Tan sólo invoque Nam-myoho-renge-kyo y, cuando beba ‘sake’, quédese en su casa junto a su mujer. Sufra lo que tenga que sufrir, goce lo que tenga que gozar. Considere el sufrimiento y la alegría como hechos de la vida y continúe invocando Nam-myoho-renge-kyo , pase lo que pase. Entonces experimentará la ilimitada alegría que proviene de la Ley. Fortalezca su fe más y más.
Con mi profundo respeto,
Nichiren.
De mi puño y letra.
En el vigésimo séptimo dia del sexto mes, en el segundo año de kenji (1276.)
(Los principales escritos de Nichiren Daishonin,vol 1, págs. 165-66.)
Disertación del Presidente Ikeda : De la Serie de Materiales de Estudio. Aprendamos del Gosho, La eterna enseñanza de Nichiren Daishonin.
PRACTICAMOS LA FE PARA SER FELICES DE VERDAD
Practicamos la fe para disfrutar de la vida al máximo, para tener la vida más feliz que uno pueda concebir. El escrito que estudiaremos esta vez, "Felicidad en este mundo," explica la "enseñanza secreta" que hace esto posible. Es una carta muy corta, pero brinda una exposición completa de los principios fundamentales de la fe. Cuando comprendamos profundamente este gosho, habremos internalizado el secreto de la fe y de la vida.
INVOCAR NAM-MYOHO-RENGE-KYO ES LA MAYOR DE LAS ALEGRIAS
FRAGMENTO DEL GOSHO
No existe felicidad mayor para los seres humanos que Invocar Nam-myoho-renge-kyo.
El hecho de que, en el inicio, se hable de los "seres humanos" entraña un gran significado. Se refiere a toda la humanidad. La enseñanza del Daishonin puede beneficiar a todas las personas, sin una sola excepción.
El budismo es una enseñanza que existe en bien de todos los seres humanos. No sólo es para los japoneses o para los miembros de un determinado grupo étnico o país. Nichiren Daishonin declara que, en última instancia, para todas las personas no hay felicidad verdadera, no hay dicha genuina, no hay plenitud perdurable fuera de invocar Nam-myoho-renge-kyo, ya sean éstas pobres o ricas, sean célebres o ignotas, sean poderosas o anónimas, artistas o científicos. Es así porque, al entonar daimoku, nuestra vida se fusiona con el estado de vida del Buda, y podemos extraer una fortaleza inagotable para llevar a cabo nuestra revolución humana y ayudar a los demás a hacer lo mismo.
La fama, la riqueza o el prestigio social no nos garantizan, por sí solos, la felicidad. Hay muchos millonarios que, detrás de las paredes de sus mansiones, viven un sufrimiento indescriptible. Algunos están tan pendientes de su vanidad que no encuentran un segundo de paz interior. Entre los famosos, muchos caen en un infierno de angustia cuando pierden la celebridad y dejan de estar expuestos al público.
Puede haber dos personas que, dentro de una misma empresa, hagan el mismo trabajo y tengan la misma situación económica y social. Pero una se siente feliz, y la otra vive desesperada. No es raro encontrar esta clase de disparidades entre individuos que, en los demás aspectos, tienen vidas muy parecidas. Y esta divergencia se relaciona con el estado de vida interior, con el corazón de cada uno.
Tampoco puede decirse que el avance de la ciencia o el desarrollo económico necesariamente produzcan la felicidad. En cualquier caso, el hecho de que uno se sienta feliz o desdichado sólo depende de uno mismo. Sin cambiar nuestro propio estado de vida, no hallaremos una felicidad que nos resulte verdadera. Pero cuando modificamos nuestra posición interior, todo el mundo se transforma para nosotros .En el budismo invocamos daimoku porque es la forma más profunda de efectuar esta clase de transformación interior.
FRAGMENTO DEL GOSHO
El Sutra dice: "Los que habitan allí [ en mi tierra] Disfrutan plenamente de la vida."
Este fragmento pertenece al jigage o parte en verso del capítulo "Duración de la Vida de El Que Así Llega" del Sutra del Loto. Significa que este mundo es un lugar donde las personas deberían vivir felices y disfrutando de la existencia. Cada mañana y cada tarde, recitamos este fragmento cuando hacemos la práctica del gongyo.
Nacemos en este mundo para disfrutar la vida. No nacemos para sufrir. Esta es la premisa fundamental del Sutra del Loto sobre la naturaleza de la existencia humana. Vivir felices y disfrutando significa gozar del trabajo, de la familia, de lo que uno hace por el bien de los demás, cuando emprende las actividades budistas, por ejemplo. Si tenemos un estado de vida así de elevado, aun cuando nos sucedan cosas desagradables, podemos verlas como un ingrediente que le suma interés a la vida, así como una pizca de sal mejora el sabor de un plato dulzón. Pase lo que pase, uno consigue sentir un verdadero deleite en la vida.
Este fragmento del sutra nos asegura que, sin falta, podemos generar una inmensa fuerza vital. Y nos exhorta a esforzarnos en la práctica budista hacia ese objetivo.
"DISFRUTAR PLENAMENTE DE LA VIDA" AQUÍ SIGNIFICA LA ILIMITADA ALEGRÍA QUE PROVIENE DE LA LEY.
Experimentar la "alegría que proviene de la Ley" significa saborear plenamente la Ley universal, eterna e invariable, y disfrutar la fuerza y sabiduría que esta Ley nos brinda. En oposición a esta clase de alegría, está la "dicha derivada de los deseos," es decir, el goce que uno obtiene al satisfacer deseos de la más variada índole. Esta alegría puede parecer una felicidad genuina, pero sólo es temporal y superficial. No surge desde lo profundo de la vida, y pronto se convierte en insatisfacción e infelicidad.
La fe nos permite recibir la alegría eterna que proviene de la Ley. Grabemos en nuestro corazón el echo de que somos nosotros mismos los que manifestamos esta alegría. Y porque somos nosotros los que la generamos, esa felicidad no depende de ninguna otra persona. Nadie más puede hacernos felices; sólo nosotros, a través de nuestras propias acciones, construimos nuestra dicha esencial.
Por lo tanto, ¿ qué necesidad hay de envidiar a los demás? ¿Qué necesidad hay de sentir rencor hacia los logros de otra persona o depender de alguien para poder ser felices? Todo se reduce a nuestro propio estado de vida. Dentro de nosotros mismos existe el poder de orientar nuestra vida en la dirección que más nos guste.
Dejarse influenciar por los demás o por el medio ambiente no es la forma de vida que enseña el Sutra del Loto. La verdader felicidad no consiste en sentir alegría en un momento y caer en la angustia al minuto siguiente. Cuando uno supera la tendencia a echar la culpa a los demáas o al medio ambiente, puede ampliar de un modo isospechado su estado de vida.
Al mismo tiempo, en el nivel más esencial, la fe existe en beneficio nuestro, no está allí para los demás. Por supuesto, practicamos para nosotros mismos y para los que nos rodean, con el fin de lograr el ideal del Kose-rufu. Pero, en última instancia, nosotros somos los principales beneficiarios de todo cuanto hacemos en la fe. Todo redunda en nuestro crecimiento; todo contribuye a desarrollar nuestro estado de vida y a consolidar nuestra propia Budeidad. Cuando practicamos con esta determinación, desaparecen todas las quejas. El estado de Buda que estaba cubierto por el polvo de los reproches comienza a resplandecer.
Y entonces, uno puede saborear, plena y libremente, la alegría que proviene de la Ley.
"DISFRUTAR PLENAMENTE" SIGNIFICA, EN REALIDAD, EL CORAJE DE SUPERAR LAS DIFICULTADES
Como es obvio, usted está incluido entre "los que habitan." Y "allí " se refiere al mundo entero, dentro del cual se encuentra el Japón. " Disfrutar plenamente" de la vida es saber que nuestra vida- es decir, la mente y el cuerpo, el sujeto y el ambiente-es la entidad de ichinen sanzen y es, también, el Buda original.
El Daishonin dice que este fragmento-"Disfrutar plenamente de la vida"- en realidad se refiere a shijo Kingo. Lo triste es que, por mucho que leamos el sutra o estudiemos los escritos, seguimos pensando: "Esto está perfecto para otros, pero mi situación es distinta." En particular, cuando nos ataca alguna adversidad, cuando nuestro corazón parece estallar de dolor, pensamos: "los sufrimientos que me toca vivir a mí no tienen solución." Pero, en este fragmento, el Daishonin nos dice que no es así, de ninguna manera.
Cuando fue escrita esta carta, Shijo Kingo, su destinatario, estaba sufriendo la difamación maliciosa de sus colegas envidiosos, a raíz de lo cual el señor feudal a cuyas órdenes se desempeñaba lo tomó en descrédito. La envidia de otros era la única causa de esta desventura.. Kingo había gozado de una extraordinaria confianza de parte de su señor feudal, pero tenía la característica de no callarse la boca cuando sentía que debía decir algo. Como ya se imaginarán, no le faltaban enemigos.
Esto tal vez sea un ejemplo de la naturaleza humana; es cierto que la gente tiene tendencia a envidiar al prójimo, hasta por las cosas más pequeñas. Cuando se siente envidia hacia alguien, se trata de desprestigiar a esa persona. Y cuando ésta cae en desgracia, se siente una curiosa satisfacción. No nos dejemos derrotar por esta tendencia lamentable.Dejarnos atrapar por la red de una emoción tan mezquina es patético y totalmente inservible; no se puede ser feliz llendo en el sube y baja desde una elación a una depresión de un momento a otro.
Como lo indica la frase "la alegría que se deriva de la Ley," la clave está en desarrollar una fortaleza interior que nos permita examinar todas las cosas desde el estado de Buda, desde la condición de suprema felicidad. Y, como dice el Daishonin, invocar daimoku constantemente es lo que nos permite lograrlo.
Por otro lado, la frase que dice "la mente y el cuerpo, el sujeto y el ambiente." Esto indica que el Budismo no es una teoría abstracta, sólo referida al plano intelectual. Tampoco se trata de cambiar nuestra subjetividad, ignorando el mundo circundante y los seres que nos rodean. La buena fortuna y los beneficios que acumulamos en lo profundo de nuestra vida se tornan visibles en el plano material y también en el ambiente que nos rodea. La actitud en la fe –que es invisible- se traduce en el cuerpo y en la mente, en la vida de uno y en el entorno , y encamina todas las cosas con inmenso poder y fortaleza, en la mejor dirección posible:hacia la felicidad, hacia el logro de nuestros deseos más profundos.
El que pone en práctica este principio es el "Buda de la absoluta libertad." Dejemos para otra oportunidad el análisis doctrinal detallado de este término. Basta con decir que el Buda de la absoluta libertad es quien recibe y utiliza libremente la alegría ilimitada que proviene de la Ley, sin dejar de ser un hombre o una mujer común. Específicamente, el Buda de la absoluta libertad es Nichiren Daishonin. En sentido general, el término también se aplica a los que están luchando por concretar el Kosen-rufu y mantienen, en la fe, un vínculo directo con el Daishonin.
El Daishonin interpreta la expresión "absoluta libertad," que aparece en algunas traducciones, como "la propiedad de recibir y utilizar libremente."
En un escrito, afirma: "La ‘propiedad de recibir y utilizar libremente’ es el principio de ichinen sanzen (cada instante de la vida posee tres mil estados.)" (Gosho Zenshu,p.759)
Josei Toda, el segundo presidente de la Soka Gakkai, explico que el Gohonzon es una reserva interminable de beneficios, y Nichikan Shonin declaró: "[si uno abraza la fe en este Gohonzon e invoca Nam-myoho-renge-kyo, aunque sea brevemente,] no hay oración que quede sin respuesta, no hay falta que no se perdone, no hay buena fortuna que no se conceda, no hay rectitud que no quede demostrada."
La medida en que podamos "recibir" y "utilizar" la vasta y profunda alegría que proviene de la Ley depende íntegramente de nuestra fe. ¿Nos llevaremos sólo un cuenco de agua del océano, o llenaremos hasta arriba una enorme piscina? ¿Podemos recibir y emplear libremente una cantidad todavía mayor? Esto queda determinado íntegramente por el ichinen de nuestra fe.
Si, en su fuero más íntimo, ustedes decidieron: "Porque soy como soy, nunca podré ser feliz" o "yo soy el único que no resuelve sus sufrimientos," o "todos tienen capacidad, menos yo," ese factor mental, esa actitud o ichinen es lo que obstruirá su posibilidad de recibir beneficios.
Por lo tanto, en este fragmento la intención del Daishonin es decirle a shijo Kingo, aun en medio de las dificultades que este estaba pasando, "Usted también puede ser feliz, sin falta, tal como asegura el sutra." Y aquí uno puede ver la inmensa misericordia del Daishonin.
FRAGMENTO DEL GOSHO
No existe felicidad mayor que tener fe en el Sutra del Loto. Nos promete "paz y seguridad en esta vida y buenas circunstancias en la próxima."
Un refrán dice: "El sufrimiento domestica y doblega a los corazones dóbiles, pero el corazón grande remonta la desventura." La felicidad verdadera no es la ausencia de sufrimiento; ¡uno no puede esperar que todos los días sean azules y despejados! En cambio, la verdadera dicha consiste en construir una identidad tan sólida, que permanezca digna e indomable, como un palacio imponente, aun bajo el viento, la lluvia o la nieve.
Lograr un estado de "paz y seguridad en esta vida" no implica tener una vida libre de cualquier adversidad, sino que uno pueda armarse de convicción y coraje absolutos ante cualquier dificultad que se presente, sin siquiera perturbarse, para luchar de lleno y derrotarla. Este es el estado de vida de "paz y seguridad en esta vida." Y, como lo dice el Sutra de la Contemplación: "Si quiere conocer los resultados que se manifestarán en el futuro, observe las causas que existen en el presente." En efecto, el hecho de establecer un gran estado de seguridad y felicidad en esta vida demuestra que, en el futuro, uno podrá experimentar el efecto de buenas circunstancias , y, por ejemplo, nacerá en un lugar propicio para su desarrollo.
Algunas religiones enseñan que el hombre puede ser feliz después de la muerte, aun cuando su vida actual esté colmada de infelicidad. Pero esto no es lo que enseña el Sutra del Loto, según el cual podemos disfrutar al máximo, tanto el presente como el futuro. Esta es la esencia del Budismo. Para poder establecer una vida así, necesitamos cultivar una poderosa fuerza vital. Y esto se logra invocando daimoku y enfrentándonos a los desafíos de nuestra realidad cotidiana. A través de este empeño concreto, uno puede conseguir "paz y seguridad en esta vida" y "buenas circunstancias en la próxima."
FRAGMENTO DEL GOSHO
Jamás permita que las dificultades de la vida lo perturben. Después de todo, nadie puede escapar de los problemas, ni siquiera los sabios y venerables.
Daishonin dice que ni siquiera las personas más sabias y venerables pueden tener una vida libre de dificultades. En la sociedad, la gente tiende a creer que, porque alguien es objeto de ataques o de difamaciones, tiene que ser una mala persona. Pero desde el punto de vista del budismo, es posible que alguien sufra ataques verbales y padezca dificultades sin siquiera tener culpa o motivo. Es totalmente posible que la gente escriba o hable de una persona como si fuese alguien malvado, que diga mentira por verdad y que represente la verdad como una mentira. En la sociedad actual, diría yo que esto es un hecho.
Shijo Kingo también sufrió a raíz de la calumnia. Pero el Daishonin le dice: "Jamás permita que las dificultades de la vida lo perturben." Recurrir a falsas acusaciones significa ser vencido como ser humano; no puede haber nada tan mezquino y ruin. Pero nosotros no debemos dejarnos intimidar por un comportamiento tan despreciable. Así como uno no se mete basura en la boca, tampoco debe dejar entrar basura en su corazón. En verdad, el Daishonin alentaba a Shijo Kingo a excluir de su mente la conducta cobarde de sus detractores. El filósofo romano Séneca (4 a.c,-65 d.c.) dice que las flechas de la difamación no pueden perforar el corazón de un hombre sabio.
Cuando la gente se desespera por cosas que la desesperación no arregla, termina sufriendo inmensamente. Uno no tiene que preocuparse por asuntos que no se resuelven a fuerza de preocupación. Lo importante es construir en el corazón un palacio de alegría, que nada pueda perturbar, un estado de vida límpido como el cielo azul por encima de las tormentas, como un oasis en el desierto, como una fortaleza que mira desde arriba las olas embravecidas.
Lo que cuenta es que luchemos abiertamente contra la injusticia, con postura indómita y noble. Nichiren Daishonin libró una batalla contra el mal que casi le costó la vida, pero le enseñó a Shijo Kingo, en el instante en que estaban a punto de ejecutarlo: "Debería alegrarse de esta gran fortuna" (MW-1,181) y les pidió a sus discípulos que se unieran y lo siguieran. (MW-1,176)
Hasta una pequeña cuota de "mal " puede hacer infeliz a la gente, y por esa misma razón, uno no debe tolerarla. Lograr "paz y seguridad en esta vida y buenas circunstancias en la próxima" consiste, precisamente, en librar una lucha resuelta, con una fe de coraje intrépido.
FRAGMENTO DEL GOSHO
Tan sólo invoque Nam-myoho-renge-kyo y, cuando beba sake, quédese en casa junto a su mujer. Sufra lo que tenga que sufrir, goce lo que tenga que gozar. Considere el sufrimiento y la alegría como hechos de la vida, y continúe invocando Nam-myoho-renge-kyo, pase lo que pase. Entonces, experimentará la ilimitada alegría que proviene de la Ley. Fortalezca su fe más y más.
Cada vez que Shijo Kingo ponía un pie fuera de su casa, corría el peligro de ser atacado por sus enemigos. El Daishonin le advierte que no actúe con imprudencia, que se quede en su casa a hacer daimoku. Y le pide que él y su esposa se alienten mutuamente. En otras palabras, le está enseñando a su seguidor la importancia de la fe como base para construir un hogar feliz y armonioso.
El Buda exhorta a Shijo Kingo a vivir feliz ahora, en el presente, sin obsesionarse por el pasado ni preocuparse excesivamente por lo que traerá el futuro.La felicidad no se encuentra en un lugar lejano, sino aquí, en el momento presente.
"Sufra lo que tenga que sufrir, goce lo que tenga que gozar…"
En épocas de sufrimiento, entone daimoku . En horas de alegría, entone daimoku . Poder realizar la práctica es, en sí mismo, un motivo de felicidad. En la vida, siempre hay situaciones felices y tristes. Son todas escenas irreemplazables, en la epopeya grandiosa de la vida. Sin sufrimiento, ¿cómo podría uno valorar la alegría? Sin conocer el sabor de la tristeza y del regocijo, uno nunca podría paladear la vida en toda su profundidad.
"Sufra lo que tenga que sufrir," nos dice. El sufrimiento es algo inevitable en la vida. Por supuesto, uno tiene que estar preparado para la adversidad, y tener fortaleza interior de levantarse por sobre la angustia y la preocupación. Uno tiene que hacer brillar en su propia vida la "luz serena de la luna de la iluminación." (Gosho Zenshu, pág.1262) Es decir, el estado de Buda. Entonces , los "deseos mundanos" se convierten en iluminación, y uno puede aprovechar todo lo que le sucede en la vida como combustible para alimentar la propia felicidad.
"Goce lo que tenga que gozar" significa hacer florecer de par en par "el loto místico del corazón" (Ib., pág. 978) con gratitud y alegría. El que puede hallar alegría, el que puede sentir agradecimiento, es también el que experimenta un alud de dicha exultante en cualquier circunstancia. Así es la función del corazón humano.
El océano, en lo profundo, siempre está calmado e imperturbable, aunque, en la superficie, las olas estén estrellándose contra las rocas. En la vida hay tanto sufrimiento como alegría; lo importante es cultivar una identidad profunda e invencible, que no se deje influir por las olas. Una persona capaz de vivir de esta manera, recibe "la ilimitada alegría que proviene de la Ley."
En la travesía del Kosen-rufu, las cosas no siempre salen como uno quisiera. Pero somos compañeros eternos. Los que están en las buenas y desaparecen en las malas no son amigos. La actitud de cerrar los ojos al sufrimiento de los demás, con la idea de que "no es asunto mio," tiene poco que ver con la postura de un verdadero amigo. Los camaradas de verdad comparten las desdichas y las alegrías.
Sufrimos juntos, nos alegramos juntos, y juntos hacemos florecer nuestra vida. Tomamos el sufrimiento y la alegría como hechos de la vida y seguimos invocando Nam-myoho-renge-kyo, pase lo que pase. Mantener esta camaradería, esta consagración pura y sincera a la fe, es la guía eterna para nosotros, los que impulsamos el Kosen-rufu. ¡Avancemos siempre con esta firme unión de la fe!
Fortalezca su fe más y más.
Cuando a Nichiren Daishonin lo trasladaron a Tatsunokuchi para decapitarlo, Shijo Kingo corrió a su lado, sin pensarlo. Aferró las riendas del caballo en que montaba el Daishonin y se mantuvo junto a él resueltamente, con el juramento de quitarse la vida para sumársele al Daishonin en la muerte. Era una persona de fe inmensamente poderosa, que transitó con valentía el camino de maestro y discípulo.
Pero incluso a Shijo Kingo, que tenía una fe tan firme, el Daishoninle dice: "Fortalezca su fe más y más." No interesa lo que uno haya hecho en el pasado; lo que cuenta es lo que uno haga desde ahora. Todo se reduce a la fortaleza de nuestra fe. La fe es fuerza; la fe es el poder más inmenso que posee el ser humano.
De acuerdo con el poder de nuestra fe y nuestra práctica, recibimos el poder del Buda y el poder de la Ley, que están incorporados en el Gohonzon. La fe es el "arte secreto" para
Colmar nuestra vida con el mismo poder que late en el universo.
Shijo Kingo perseveró en la fe tal como le enseñó el Daishonin. Cuando terminaron sus dificultades, mostró una prueba contundente al recuperar la firme confianza de su señor feudal y conseguir que le duplicaran la superficie de las tierras bajo su administración. Y los colegas que lo hostigaban sufrieron consecuencias lamentables.
Practicar tal como enseña el Daishonines el espíritu fundamental de la SGI. Estamos avanzando estrictamente de acuerdo con las enseñanzas del Gosho. Mientras recordemos este punto, podremos lograr, sin falta, una impresionante victoria en la vida y en nuestra actividad por el Kosen-rufu.
El Gosho es una enseñanza eterna, que deberíamos sentirnos muy afortunados de poseer. Gracias a que conocimos esta enseñanza, hoy podemos construir una vida maravillosa, de victoria eterna.