¿QUÉ ES LA FE? LA FE ABARCA LA VERDAD, EL CORAJE, LA SABIDURÍA Y LA BUENA FORTUNA. INCLUYE LA COMPASIÓN Y LA HUMANIDAD, ASÍ COMO LA PAZ, LA CULTURA Y LA FELICIDAD. LA FE ES ESPERANZA ETERNA; ES EL SECRETO PARA EL AUTO-DESARROLLO SIN LÍMITES. LA FE ES EL PRINCIPIO BÁSICO DE CRECIMIENTO. (LAS DISCUSIONES SOBRE LA JUVENTUD, VOLUMEN 2, PÁGINAS 163/64).

¿QUÉ ES EL BUDISMO? ES EL NOMBRE DADO A LAS ENSEÑANZAS DE UN BUDA. "BUDA" SIGNIFICA "EL ILUMINADO”; ALGUIEN QUE PERCIBE LA ESENCIA O REALIDAD DE LA VIDA EN SU INTERIOR, ES UN SER ILUMINADO A LA VERDAD DE LA VIDA Y DEL UNIVERSO. A DIFERENCIA DE OTRAS RELIGIONES, EL BUDISMO NO ALEGA UNA REVELACIÓN DIVINA. COMIENZA CON UN HOMBRE, QUE A TRAVÉS DE SUS PROPIOS ESFUERZOS Y PERSEVERANCIA, DESCUBRIÓ LA REALIDAD DENTRO DE SÍ Y ENSEÑÓ QUE TODOS PODÍAN HACER LO MISMO. EL BUDA NO PUEDE SER DEFINIDO, COMO UN SER TRASCENDENTAL O SUPREMO. EN ESTE SENTIDO, EL BUDISMO, NO SOLO ES LA ENSEÑANZA DE UN BUDA, SINO LA ENSEÑANZA QUE POSIBILITA A TODAS LAS PERSONAS REVELAR SU NATURALEZA DE BUDA. EL BUDISMO ES UN SISTEMA PRÁCTICO DE ENSEÑANZA QUE NOS PERMITE CONCRETAR EL ESTADO IDEAL DE LA BUDEIDAD… LA PROPIA PERFECCIÓN.

¿QUE ES EL KOSEN-RUFU? “ES LA LUCHA PARA TRANSFORMAR LA VIDA DE LOS SERES HUMANOS, REVIRTIENDO LA OSCURIDAD QUE RESIDE EN EL INTERIOR DE SU VIDA, HACIENDOLO TOMAR CONCIENCIA DE SU NATURALEZA DE BUDA INHERENTE". LA ESENCIA DE “ESTABLECER LA ENSEÑANZA CORRECTA PARA ASEGURAR LA PAZ EN LA TIERRA” ESCRITO POR NICHIREN DAISHONIN, RADICA EN CONSTRUIR UNA RED DE PERSONAS DEDICADAS AL BIEN. PERO COMO ESTA CONTIENDA IMPLICA TRANSFORMAR DE RAÍZ LA VIDA DE LAS PERSONAS PROVOCARA RESISTENCIA EN CIERTOS SECTORES… ESTA GRAN BATALLA ES LA CLAVE PARA CREAR UN MUNDO DE PAZ Y DE FELICIDAD VERDADERAS, UNA TIERRA DE BUDAS.

YIGUIO Y KETA. PRÁCTICA PARA UNO MISMO Y PRÁCTICA PARA LOS DEMÁS. ESTOS ASPECTOS DEL BUDISMO VERDADERO SON: YIGUIO (PRÁCTICA PARA UNO MISMO) Y KETA (PRÁCTICA POR EL BIEN DE OTROS). AMBOS CONSTITUYEN UNA PRÁCTICA COMPLETA. SON COMO DOS RUEDAS QUE FUNCIONAN AL UNÍSONO PARA ADELANTAR NUESTRAS VIDAS, PARA MANIFESTAR NUESTRA ILUMINACIÓN INHERENTE.

¿QUE ES LA SOKA GAKKAI INTERNACIONAL (SGI)?...ES UNA ORGANIZACIÓN BASADA EN EL BUDISMO DE NICHIREN DAISHONIN, INSPIRADA EN EL RESPETO A LA VIDA, LA CONCIENCIA DE LOS DERECHOS HUMANOS, BUSCANDO DESPERTAR EN LAS PERSONAS EL ESPÍRITU DE RECONOCER, RESPETAR Y APRECIAR LAS SEMEJANZAS Y LAS DIFERENCIAS, PERMITIENDOLES FORTALECERSE Y TRANSFORMAR SU INTERIOR PARA DESARROLLAR SU MÁXIMO POTENCIAL, ASUMIENDO LA RESPONSABILIDAD DE SU PROPIA VIDA Y COMPROMETIENDOSE CON LA SOCIEDAD, EMPRENDER ACTIVIDADES EN SU VIDA COTIDIANA, PARA DESPLEGAR LA CAPACIDAD DE VIVIR CON CONFIANZA, CREANDO VALOR EN CUALQUIER CIRCUNSTANCIA Y CONTRIBUYENDO AL BIENESTAR DE AMIGOS, FAMILIARES Y SU COMUNIDAD…

…UNA DE LAS DIFICULTADES QUE LOS LATINOS TIENEN PARA COMPRENDER EL BUDISMO, radica en lo que el término "religión" significa en su ámbito social… Las religiones occidentales tienen sistemas jerárquicos en los que las reglas y los dogmas se establecen desde arriba hacia abajo… Ellas están basadas en la creencia de una deidad sobrenatural… La relación entre el maestro y el discípulo es interpretada como la de una persona que ciegamente, sigue a otra… VER MAS…

EL ESFUERZO DE NO RENDIRSE JAMAS. Vivimos una vida fragmentada y llena de conflictos. Estamos divididos en centenas de grupos de seres humanos, limitados por el miedo, la vergüenza, la culpa, la ira, las obsesiones y las emociones… esta lucha interna hace que no nos podamos entender… ¿Por que pasa esto...? VER MAS…

LA RECITACION DE LOS CAPITULOS “MEDIOS HABILES” Y “DURACION DE LA VIDA”. Carta a la esposa de Hiki Daigaku Saburo Yoshimoto. Este Ghoso, nos acerca a un precepto conocido como “seguir las costumbres de la región”. El significa que, mientras no esté en juego ninguna trasgresión grave, no se debe ir contra las tradiciones y costumbres de un país, región o comunidad, aunque debamos apartarnos ligeramente de las enseñanzas. Este criterio fue establecido por el Buda... VER MAS…

LAS REUNIONES DE DIALOGO O ZADANKAI, SON UN OASIS…En la actualidad, el egoísmo desmedido, provoca profundos trastornos en el corazón humano y estamos perdiendo la coexistencia con la naturaleza; por ello estos mini cónclaves de miembros de todas las edades, razas, intereses y antecedentes, son un foro de intercambio rico y refrescante. En un mundo afectado por la "DESERTIFICACION SOCIAL", estas reuniones son un oasis, en el que los seres humanos en forma individual, se esfuerzan en concretar la paz mundial y la prosperidad de la sociedad humana. ...Como budistas, al establecer una condición de paz interior en la vida cotidiana, contribuimos con la paz del mundo, posibilitando a cada uno, desarrollar su potencial inherente... VER MAS…

¨Pascual y Angela Olivera, maestros del baile español ¨

Traducción del original en japonés publicado el 23 de octubre del 2004 en el Seikyo Shimbun, diario de la Soka Gakkai.

Fue una persona extraordi­naria...

Por supuesto, sé que hablo de mi esposo, pero al margen de eso... realmente fue un ser humano admirable.

Ahora que ya no lo tengo a mi lado, lo siento más claramente que nunca. . .".
Cuando An­gela del Moral conoció a Pascual Olivera, no tenía treinta años, y ya era una de las mejores bailarinas de España. Pero tenía un problema: una colega en la compañía donde ac­tuaba le estaba haciendo la vida imposible, con el afán de usurpar su puesto como primera bailarina.Angela confió sus preocupacio­nes a Pascual.

Acababa de cono­cerlo, pero al escucharlo describir la alegría que le producía la prác­tica del budismo, decidió confiar en él.Sin embargo, el consejo que le dio la dejó aturdida. "Angela", le dijo. "tienes que enfrentar este problema de raíz. En otras palabras, debes orar por la felicidad de tu compañera".Angela no podía dar crédito a sus oídos. ¡No tenía ninguna in­tención de orar por su rival, por la persona que intentaba arrebatarle su carrera!

"Por esa misma razón, exactamente, tienes que incluirla en tu oración", le explicó Pascual. "Una persona feliz no desea la desgra­cia ajena. Trata de mirar las cosas desde su punto de vista". Al prestar atención a sus palabras, Angela comprendió qué corazón hermoso tenía ese hombre que trataba de alentarla."¿No sería estupendo que ambas se hiciesen amigas?", le siguió diciendo. "Si haces daimoku, puedes convertir un veneno en una medicina. Inténtalo y lo verás con tus propios ojos". Angela lo escu­chó, con la sensación de que, atrás de sus verdes ojos, lo que estaba viendo era su alma, luminosa y transparente como un puro lago de montaña.

Entonces, comenzó a entonar daimoku, diciéndose a sí misma:"¡La quiero. Quiero que sea feliz!". Los sentimientos de An­gela conmovieron de algún modo el corazón de la otra bailarina, pues ésta, poco a poco, dejó de mostrarse antipática con ella e, in­cluso, llegó a ser una de las amigas más estrechas de su vida.

Mostrar la naturaleza de Buda en nuestra vida


Angela y Pascual se casaron cinco años después, en 1976. El era norteamericano y, en su pro­pio país, se dedicaba profesionalmente a la danza. Angela aceptó acompañarlo y se instaló con él en los Estados Unidos. Poco después, les pidieron que actuasen en, un centro de detención juvenil.

An­gela dudó, por no decir que se opuso rotundamente. A los diecinueve años, había sido escogida para viajar a los Estados Unidos y bailar en la jura presidencial de John E Kennedy. Había actuado ante la reina Isabel, en Londres. Había ido de gira muchas veces al exterior, y aparecido en películas y programas de televisión.

Sabía que no debía comparar esa invitación con las otras oca­siones célebres que habían enga­lanado su carrera; ásí y todo, se preguntaba si los reclusos apre­ciarían o entenderían siquiera su arte. Esto la preocupaba; y, ade­más, sentía que no tenía por qué actuar ante personas que ni siquiera eran capaces de vivir honradamente o respetar las reglas de la sociedad.

Cuando confesó a Pascual sus sentimientos, lo que él respondió fue la síntesis de su estatura como ser humano: "Angela, nuestra mi­sión es mostrar a todos el poder de la naturaleza de Buda que brota de nuestra vida...

"Si, pero ... ".

Aún no termi­naba de convencerse."Se supone que la penitenciaría existe para ayudar a que esos jóvenes reformen su vida, ¿no es así? Por eso tenemos que ir.

Nuestra actuación podrá conmo­ver su vida, y si esto ocurre, ¡cambiarán! Pienso que somos capaces de hacerlo. ¿Por qué no lo intentamos? Es un desafio que nos hará bien afrontar".De modo que Angela aceptó.

El lugar, de atmósfera intimi­dante, estaba fuertemente custo­diado por carceleros armados. Los temores de Angela no fueron sino en aumento ... Tal como había temido, el público estaba formado por jóvenes ruidosos, que no pres­taban atención alguna a lo que sucedía en el escenario. Contrariada, se puso a entonar daimoku en silencio, con toda su alma, dicién­dose: "¡No temas! ¡Cumple tu mi­sión!".

Pascual bailó con toda su alma y, durante el intervalo, se puso a hablar con el público sobre su propia experiencia de vida.Las cosas no habían sido fáci­les. para él, hijo de unos pobres inmigrantes españoles, con un abuelo intérprete de guitarra fla­menca. De niño, Pascual convenció a sus padres de que lo de­jaran volver a España, para cursar allí sus estudios secunda­rios. En este país, empezó a es­tudiar danzas. De regreso a los Estados Unidos, se unió a la célebre compañía de danzas de José Greco, donde llegó a ser una de las principales figuras.

Sin embargo, en 1970 contrajo una grave enfermedad hepática, y los doctores pronosticaron que nunca podría volver a bailar. De hecho, no le dieron más que diez años de vida. Pascual se quedó atónito... Ya llevaba varios años practicando el budismo del Dai­shonin, pero ese encuentro frente a frente con la perspectiva de morir hizo que tomara la fe con mucha mayor seriedad.

¿Había hecho lo suficiente por los demás hasta ahora?

¿O la suya era una vida egocéntrica?

Si llegase a morir en ese momento, ¿se iría de este mundo con los "bolsillos va­cíos", por así decirlo?Años después, diría a menudo: "Uno podrá tener un montón de dinero en el banco, ser famoso o hacerse de prestigio, pero el día que muera, no podrá llevarse nada de eso consigo. Lo único que nos acompañará serán nuestros tesoros del corazón. Pero, como no quiero irme a mi próxima exis­tencia con los bolsillos vacíos, pienso acumular buenas causas, a cada momento, día tras día. Hay que estar siempre haciendo cosas buenas para los demás".

La actuación continuó ante el grupo de jóvenes reclusos, y la se­riedad y el compromiso de los bai­larines terminaron por cautivar al público. El silencio se apoderó del auditorio. Pascual y Angela bus­caban dialogar con el corazón de cada uno de esos jóvenes absor­tos, brindándose por entero. "¡Pónganse de pie!
¡Sueñen! ¡Crean en ustedes mismos ! Tienen una misión que es suya, y de nadie más. Para eso nacieron. ¡En lo profundo de su ser, son personas radiantes y extraordinarias!". Pascual recordaba su propio pasado de inseguridad personal y de falta de confianza en sí mismo.Finalmente, el número terminó. Mientras Pascual recupe­raba el aliento sobre el escenario, preguntó cordialmente si alguien quería preguntar algo. Se alzó un mar de manos en alto. Un joven fornido y de rudo aspecto gritó: "Quiero decir algo". "Adelante", lo invitó Pascual. El muchacho se puso de pie y con­fesó, conmovido: "En toda mi vida, hasta el día de hoy nunca había conocido gente tan buena y hermosa como ustedes. Si todos los demás fueran así, creo que hoy no estaría en este lugar".

Alentar al ser humano, en todo el mundo


Muchas veces fui alentado por las actuaciones de Pascual y An­gela, como lo fueron también nuestros miembros de la SGI. La atmósfera se llenaba de luz en el mismo instante en que pisaban el escenario. Se apoderaban del es­pacio. . .

Apoyaron numerosos fes­tivales culturales del mundo, den­tro y fuera de las tablas.Pascual fue titular de la Divi­sión de Artistas de la SGI-USA durante más de una década, y fundó el Comité Internacional de Artistas para la Paz (ICAP, por sus siglas en inglés), que hoy preside Angela.

Normalmente, la carrera de un bailarín suele ser corta. Por lo ge­neral, los "bailaores" de flamenco se retiran entre los 30 y los 40 años. Pero los Olivera, a sus cin­cuenta años, seguían recibiendo invitaciones para actuaren todo el mundo. Su deseo de brindar pla­cer al público y compartir el sen­tir de la gente fue lo que los llevó a escenarios de todo el globo, donde cosecharon prestigio internacional por elevar la danza espa­ñola a un nuevo nivel de excelen­cia artística.

¡Ha llegado mi oportunidad! En 1995, a Angela le diagnos­ticaron artritis reumatoidea. En determinado momento, los sínto­mas fueron tan agudos, que ni siquiera pudo seguir caminando; sin embargo, ella tomó esta dolencia como una oportunidad de hacer su revolución humana. Invocó ar­dientemente el daimoku y se sometió a un tratamiento de rehabi­litación. Al poco tiempo, la doctora se encogió de hombros, sin poder creerlo. ¿Cómo era posible que estuviese bailando, cuando la mayoría de las personas en su estado ni siquiera podrían moverse? Y le dijo en son de broma que si todos sus pacientes fueran como Angela, ella y sus colegas tendrían que dedicarse a otra cosa.
Angela dice: "Sigo sufriendo de reumatismo, pero lo controlo completamente, y he aprendido a vivir con mi enfer­medad. Así es: el reumatismo y yo somos buenos amigos". Ha po­dido convertir una enfermedad en una oportunidad. "No es un infortunio", explica, "sino la oca­sión propicia para fortalecerme; en tal sentido, ha sido un don y un beneficio".

Nichiren Daishonin alentaba a sus discípulos: "Cuando ocurre un gran mal, luego sucede un gran bien. [ ... ] Aunque no sean el ve­nerable Mahakashyapa, todos de­berian ponerse a danzar. Aunque no sean Shariputra, deberían salir a bailar de un salto. Cuando el bodhisattva Prácticas Superiores surgió de la Tierra, ¿acaso no lo hizo danzando?".Cuantos más obstáculos en­frentamos, más valiente y jubilo­samente debemos luchar por su­perarlos, con espíritu dinámico y danzante.

Es el privilegio que nos distingue a los budistas. ¿Cuál es el origen de esa dicha? En el Re­gistro de las enseñanzas transmi­tidas oralmente, dice: "Uno danza de alegría cuando llega a com­prender que los elementos del cuerpo y de la mente son la Ley prodigiosa". En otras palabras, cada uno de ustedes es la Ley mistica. Son budas, con ese cuerpo que poseen y esa mente que les es propia. Si pueden tomar concien­cia de esta verdad, cualquier difi­cultad se convertirá en alegría y en beneficios.

Escenarios inconscientes


Pascual dijo, una vez, a sus compañeros de la División de Artistas: "Todos somos actores representando la obra teatral de la vida. Somos nosotros los que creamos el escenario e interpretamos el guión de nuestra propia vida: no es la suerte, ni el destino ni una divinidad quienes definen el argumento. Nosotros lo escribi­mos y nos hacemos cargo del papel. ¡Esto es lo que enseña el budismo. Y por eso tenemos el poder de cambiar nuestra vida!

"Pero el problema es que, aunque oramos y nos esforzamos, en el nivel más inconsciente hay otra voz que nos dice algo distinto. Por ejemplo, conscientemente uno ora: ¡Quiero obtener este papel en la audición!. ¡Quiero mejorar mi relación de pareja!', pero en lo profundo de su mente, lo que se dicen a sí mismos es:

No sirvo. No alcanza con lo que soy. Soy demasiado gordo. Demasiado bajo. No podré hacerlo ...' ."Cuando oramos para superar una enfermedad, tal vez pensemos en lo más hondo de nuestra vida que jamás nos curaremos. Este sería el guión diferente del que hablaba. Y la realidad se mueve en torno a ese escenario incons­ciente. Por eso es tan importante borrar de nuestra mente cualquier imagen negativa".

En el verano del 2001, Pascual notó un cambio en su salud; se sentía siempre cansado, y tenía frecuentes dolores agudos en el estómago. Después de una serie de estudios médicos, finalmente le diagnosticaron un un linfoma no hodgkiniano. El cáncer había avanzado hasta el grado cuatro .

No bien lo supe, le envié un mensaje de aliento.Pascual hizo quimioterapia, y los efectos colaterales fueron de­vastadores. El cuerpo le dolía como si le hubiera pasado un ca­mión por encima. Tenía náuseas y vómitos espantosos, y había per­dido el sentido del gusto. También se le cayó el cabello."Pero, sorprendentemente, nunca se deprimió", cuenta An­gela. "Todo el tiempo decía: ¡Voy a lograr la victoria total, venceré esta enfermedad, y seré un león!.

Una heroica gesta de triunfo

Pascual siguió diciendo a los miembros de la División de Artistas: "Para representar el papel de la victoria, deben decidir que triunfarán. Visualicen es resultado y grábenlo en su mente. Hagan un "ensayo" en su corazón. Escriban sus objetivos en un papel o repítanlos en voz alta varias veces. Eso ayudará a que su vida se fusione con ellos. Deben reiterar ese escenario de victoria total y grabarlo a fuego en su mente. Si adquieren la convic­ción de que podrán hacerlo, realmente así será. La oración signi­fica seguir orando y luchando hasta ver los resultados".

Siguió propagando el budismo jubilosamente aun en su lecho de muerte. El día de Año Nuevo de 2002, dos personas a quienes había transmitido el budismo de Nichiren Daishonin recibieron el Gohonzon. El día siguiente, 2 de enero, debía recibir el resultado de unos estudios. Con una mez­cla de felicidad e incredulidad, el médico anunció, después de revisar exhaustivamente a Pascual y de reiterar todos los estudios posibles, que, según mostraban los resultados, las células cance­rígenas habían desaparecido completamente de su cuerpo.

Fue un dramático regreso de una muerte casi segura.En mayo, Pascual y Angela vi­sitaron el Japón y actuaron en el Auditorio de la Universidad Soka. Jamás los había visto bailar tan extraordinariamente. El cabello de Pascual había encanecido por completo, pero esto sólo realzaba su apuesta figura.

La danza revela el alma desnuda. Comprendí con absoluta claridad que lo que le había per­mitido vencer su enfermedad era el deseo imperioso de bailar una vez más ante su mentor. En esa ac­tuación, Pascual expresó la ale­gría de estar vivo, su valiente com­promiso con la paz, y su apasionado amor a la humanidad. Fue una danza de auténtico y ge­nuino triunfo. Y fue la última vez que lo vi bailar.

Un año después de haber mos­trado una espléndida recupera­ción, el cáncer volvió a aparecer. "Aun entonces", dice Angela, "su estado de vida era increíblemente elevado; nada podía conmoverlo. Cuanto más se debilitaba su cuerpo, más se fortalecía su vita­lidad. Estaba decidido a propagar el budismo en todo el país. Fui testigo de su proceder, y sé que fue genuino. La persona que más amé en el mundo me mostró el verda­dero poder de la fe".

Un amigo que fue a visitar a Pascual al hospital, pocos días antes de su muerte, llegó justo cuando los médicos lo llevaban a terapia intensiva. A Pascual le costaba respirar. Este amigo cuenta: "Incluso en esa situación, cuando me vio, me preguntó cómo estaban mis cosas y mi fa­milia. Siempre se preocupaba por los demás. Alguien podrá pensar que lo suyo era una mera expre­sión de cortesía, pero a él la gente le importaba de verdad. ¡Ahí estaba, en esa situación límite, queriendo saber de nosotros! En ese momento, le pusieron un respira­dor, y ya no pudo hablar, así que sus últimas palabras fueron: ¿Estás bien? ¿Está bien tu fami­lia?.

Pascual fue la corporifica­ción del amor a los demás".

Falleció el 19 de setiembre del año pasado (2003), rodeado de ca­torce familiares y amigos. El doc­tor dijo que dejaría de respirar cinco minutos después de que le retirasen el respirador, pero siguió haciéndolo durante una hora y media. El hálito que lo mantenía con vida era milagrosamente po­tente. Los que estuvieron allí luego dijeron que su respiración parecía el rugido de un león, y que la suya fue la muerte de un autén­tico vencedor. Parecía estar di­ciéndoles: "¿Me escuchan? ¡Cuento con que seguirán cons­truyendo el kosen-rufu de los Estados Unidos!".

Falleció serenamente, con un suave resplandor en el rostro. En ese momento, uno de sus amigos exclamó: "¡Gracias, Pascual, gracias!"."Gracias". Eso fue lo que todos sintieron. Pascual les había ense­ñado tanto... Los había alentado indescriptiblemente.

Ese coro de gratitud se propagó de una per­sona a otra, a medida que más y más miembros se fueron enterando de su muerte. Les había mostrado a todos el valor de con­sagrarse a la felicidad de los demás. Les había enseñado en qué consistía el espíritu de búsqueda. Les había mostrado un ejemplo de vida completamente dedicado al ideal de paz que es el kosen-rufu.

"¡Gracias!". Aun después de en­fermar, siguió viviendo con todas sus fuerzas y mostrándoles que, en la lucha contra la enfermedad, uno podía seguir acuñando una vida de extraordinario valor.

Pascual falleció a los 59 años, tres décadas después de haber superado su primera enfermedad con riesgo de muerte. Du­rante esos treinta años en los que pudo prolongar su vida, acumuló una rebosante arca de te­soros en su corazón.

"Mi esposo obtuvo un triunfo absoluto", declaró Angela, "porque siguió elevando su estado de vida en una de sus batallas contra la enfermedad. Fuimos muy feli­ces; jamás peleamos en veintisiete años de matrimonio. Siempre nos apoyamos mutuamente, y siem­pre avanzamos junto a Sensei, de­dicados a hacer realidad el sueño de nuestro maestro. Para nosotros, nada había más importante".

Un nuevo traje para un nuevo comienzo
Naturalmente, Angela lloró hondamente la muerte de su esposo. Trató de alentarse y de le­vantarse el ánimo, pero parecía incapaz de superar ese vacío y esa sensación apabullante de pér­dida que la envolvía. En determinado momento, se dijo: "No tengo alas. He venido volando todos estos años sobre las alas de Pascual. Soy un ave que no sabe volar...".

Sabía que tenía que usar sus propias alas, pero no sabía cómo hacerlo.Entonces le pidieron que bai­lara en Tokio, en la reunión para máximos responsables de mayo de 2004. Pero vaciló. ¿Sería capaz de bailar? ¿Sería capaz de trans­mitir algún sentimiento en el escenario? Pero un amigo le re­cordó el deseo de Pascual: que si­guiera brindando a los demás, el don del arte, y que no se retirara. Sus compañeros de fe le escribie­ron una canción titulada "Pascual vive". Cuando la escuchó, contuvo el aliento emocionada...

"¡ SI!, declaró. "Tengo que bailar esta canción. Pascual está vivo. Está vivo aquí, en mi corazón, y debo transmitírselo al presidente Ikeda y a todos. ¡Bailaré!".

Uno de sus mejores amigos se ofreció a hacerle un nuevo ves­tuario para esa actuación. "No puedes bailar con el mismo traje de antes. ¡Tiene que ser algo nuevo! Y el motivo será la primavera, con el azul intenso de la ban­dera de la SGI, y el rosa y el ama­rillo, para representar la juventud. Tu traje simbolizará la vida, y la capa será del mismo color. Eso le gustará a Pascual...".Detrás de bambalinas, antes de comenzar su número, Angela se puso a entonar daimoku y le dijo a su esposo: "Pascual, Sensei está aquí. Está esperándonos. Voy a salir a escena".

Su actuación fue explosiva. Pa­recía flotar en el aire... Fue como si las flores y todas las cosas her­mosas se hubiesen abierto de golpe, en un instante. Feliz y re­bosante de vitalidad, hablaba con Pascual en el lenguaje de su cora­zón: "Mi amor, estoy bailando. Es lo que tú querías. ¡ Sé que estás or­gulloso de mí ! ".

Cuando la vi bailar, tuve que ponerme de pie; no pude quedarme allí sentado. Tendí los bra­zos bien abiertos, como acompa­ñando el ritmo de su actuación. En silencio, le dije: "¡No estás sola! ¡Pascual está contigo ! ¡Y yo tam­bién lo estoy!".

Y supe que había escuchado mis palabras.¡Eso es! ¡Seguir bailando! Las estrellas bailan a través del espa­cio sobre la bóveda celeste; la Tie­rra jamás deja de girar... ¡Y es que la vida danza: los árboles en el viento, las olas en el mar, las aves, los peces, todo se mueve y baila al compás de la vida! Cada ser del universo ejecuta su danza, y por eso ¡cada uno tiene que seguir bailando, hasta el final de su existencia!Los movimientos de Angela cobraron velocidad y adquirieron un dinamismo inimaginable en una artista de 63 años. Entonces, sucedió algo que nos dejó pasmados. Inconscientemente, sus pies comenzaron a taconear un "zapa­teado" en el escenario, que todos reconocieron como el típico estilo de Pascual. Sin darse cuenta siquiera, tornó a mover la capa reproduciendo uno de los pasos ca­racterísticos de su esposo. Nunca jamás había usado esa técnica... Más sorprendida que cualquiera del público, de pronto compren­dió: "¡Pascual está aquí conmigo! ¡Estamos bailando juntos!".

Una vez más, se alzaba el telón en la gesta conmovedora de esta pareja inseparable.