NUESTRA ACTITUD FRENTE AL GOHONZON. Por el Dr. Yamazaki (Responsable del Continente Europeo.)
Nuestra actitud frente
al Gohonzon debe ser semejante a aquélla que uno tiene cuando está de
vacaciones. Es necesario desconectarse del trabajo, y de la vida cotidiana.
Esto es importante para regenerarse, estar libre de tensiones y relajado.
Si consideramos la
práctica como una prolongación más de nuestra vida mundana, ésta no es
eficaz. En la Ceremonia del Aire
(Gongyo), uno se desconecta de la tierra y se eleva. Y si está dominado por sus
problemas frente al Gohonzon, nada bueno aparece. Es necesario elevarse,
convertirlo en un momento especial... relajante.
Ésta es una ceremonia
de ''Ku''. ¡Soy un Buda frente al Gohonzon! El Gohonzon es como un espejo, por
lo tanto, para ingresar en su mundo no es preciso sentirse encarcelado, ni
apegado, ni dominado, ni culpable, ni sin valor, ni tener arrogancia. Es
necesario ser indiferente a nuestros propios pensamientos. Uno no lucha frente
al Gohonzon, sino que se relaja ilimitadamente tal como si estuviera en el
aire. Con esta clase de ichinen durante quince minutos... es suficiente. ¡Desde el primer daimoku, cambie el mundo,
sienta el universo, perciba ''Ku'', ''Ke'', y 'Chu''! (''Ku'' es el mundo del
Buda; ''Ke'' es uno mismo; ''Chu'' es toda la fortaleza y la sabiduría del
universo.)Entonces uno puede recuperar todas las fuerzas del universo. La
sabiduría para escuchar, creer, reflexionar y decidir.
Rechace su propia
arrogancia y permítale a su sabiduría emerger, yendo más allá del tiempo y del
espacio para poder desintoxicarse frente al Gohonzon. Nada se encuentra
demasiado lejos durante nuestro gongyo de la mañana y de la tarde: es allí
cuando somos Budas. ¡Debemos tener confianza para encontrar un sentido a la
Ceremonia del Aire y proclamar nuestra convicción de ser el Buda de la vida
eterna, el Buda de ichinen sanzen y el Buda de la confianza y la alegría!