DIVULGANDO EL BUDISMO DE NICHIREN DAISHONIN EN OCCIDENTE. Por Richard Causton director de la Soka Gakkai Británica. CAPITULO 5: ESTOY ADENTRO DEL MUNDO, QUE ESTÁ EN MIS MANOS.
Temas desarrollados: ESTOY ADENTRO DEL MUNDO, QUE ESTÁ EN MIS MANOS.
LA CONEXIÓN CON EL MEDIO AMBIENTE. LOS MILAGROS NO EXISTEN.
ESTOY ADENTRO DEL MUNDO, QUE ESTÁ EN MIS MANOS.
Cada uno tiende a pensar que la vida se encuentra dentro del cuerpo, separada del ambiente. Según el Budismo existe unicidad entre vida y ambiente: nuestra vida misma incluye también a nuestros seres queridos y a los lugares en los que vivimos, e inclusive el universo. Este universo es también la razón para la cual cada cambio interno (beneficio invisible) además de manifestarse como una renovada capacidad de gozar de la vida, se refleja en el ambiente en mejoras tangibles (beneficios visibles) en cada nivel de la existencia.
Nagarjuna formuló su concepto de ku basándose en los sutras Hannya, o de la Sabiduría, las primeras enseñanzas de Shakyamuni. El no fue capaz de explicar con precisión cómo ku (el aspecto espiritual de la vida) existe y actúa en relación a ke, (el aspecto físico) porque sólo el Sutra del Loto explica este concepto. La naturaleza de esta relación es sumamente importante porque si, como enseña el mismo Nagarjuna, todos los fenómenos fueran transitorios y tuvieran una existencia independiente, la manifestación de cosas con características comunes seria solo debido a la casualidad, y ku podría convertirse en ke en una infinidad de maneras diferentes. Si así ocurriera, quizás no existirían fenómenos similares o iguales.
Sin embargo sabemos que esto no sucede y que en la realidad innumerables fenómenos comparten las mismas características, entre ellos los seres humanos. Con el fin de aclarar este punto, T'ien-t'ai reveló el concepto de chu, basado en el Sutra del Loto y conocido como "la unión de las Tres Verdades". En efecto, eso explica que ku y ke son simplemente dos expresiones de la misma "entidad" que se alterna entre el estado "visible" o manifiesto y el "invisible" o latente. Explica también que el estado en el cual esta entidad se encuentre, en cualquier momento, esta regulado por la Ley Mística.
T'ien-t'ai nunca formuló esta Ley, pero describió muy detalladamente la relación entre ku, ke y chu así como también la manera en que opera la Ley Mística, lo cual está expuesto en su teoría de Ichinen Sanzen, es decir "los tres mil mundos en un solo instante de vida".
El principio de unidad entre cuerpo y mente, por ejemplo, viene de la teoría de Ichinen Sanzen. T'ien-t'ai explicó que este principio se aplicaba no solo a los seres humanos sino también a todas las cosas del universo. En este caso el "cuerpo" es el aspecto físico de la vida (ke), la "mente" su aspecto espiritual (ku), y lo que los une es la verdadera esencia de la vida (chu). Entonces, según T'ien-t'ai, no existe distinción entre mente y materia, entre el mundo animado y el mundo inanimado. El Daishonin aclara ese concepto de la siguiente manera: “Los sutras anteriores al Sutra del Loto enseñaban que todos los fenómenos provienen de la mente de una persona. La mente es como la tierra y los fenómenos son como las plantas que allí crecen. No obstante el Sutra del Loto enseña que la mente es una sola cosa con la tierra, y que la tierra es una sola cosa con sus plantas. [...] Entonces es claro que el arroz no es solo simple arroz, sino la vida misma”.
LA CONEXIÓN CON EL MEDIO AMBIENTE
Cada uno de nosotros tiende a pensar que la vida se encuentra de alguna manera dentro de nuestro cuerpo y que el medio ambiente está separado de nosotros, pero el Budismo enseña que nuestra vida comprende nuestra familia, nuestros amigos, la sociedad, los lugares en que vivimos y hasta el universo. No es casualidad que John Donne afirmara: “ningún hombre es una isla”. En efecto, al igual que las islas que parecen separadas las unas de las otras, pero en el fondo del océano son parte de la misma tierra, así mismo las personas parecen separadas las una de las otras por el medio ambiente circundante, pero todas son parte de la vida cósmica. Sería aún más exacto considerar nuestra "vida" como compuesta por una "vida interior", hecha de necesidades físicas, de pensamientos y de emociones, y por una "vida exterior" (el universo) al cual estamos indisolublemente conectados a la vez que opera para sostener nuestra "vida interior".
Esta conexión indisoluble se conoce como esho funi, o sea la unidad entre la vida y su medio ambiente. “El medio ambiente es como la sombra y la vida es como el cuerpo. Sin el cuerpo no puede existir la sombra; de la misma manera sin la vida no puede existir el medio ambiente, aunque la vida es sostenida por el medio ambiente”. Así afirma el Daishonin.
Que el medio ambiente no pueda existir sin la vida puede parecer raro, porque todos conocemos la existencia de vastas áreas desiertas, entre ellas el espacio cósmico. Sin embargo ellas existen solo porque existimos nosotros o, en sentido más amplio, porque existe la vida. Dice Daisaku Ikeda: “[...] el medio ambiente provee al cuerpo de realidad e identidad, y viceversa”. Entonces, es obvio que así como nuestro ambiente nos influencia, de la misma manera nosotros lo influenciamos, tanto constructiva como destructivamente.
Utilizando los principios de unidad entre la vida y su medio ambiente y de unidad entre cuerpo y mente, Nichiren Daishonin afirma lo siguiente: “La relación de mutua compenetración entre la vida y todos los fenómenos significa que la viada en cada instante abraza tanto el cuerpo como la mente, tanto el yo como el medio ambiente de todos los seres concientes de los diez mundos y de los tres mil mundos, así como los seres inconscientes: las plantas, el cielo y la tierra, hasta las más mínimas partículas de polvo. La vida en cada instante abarca el universo y se revela en todos los fenómenos”.
Consecuentemente el medio ambiente en que nos encontramos en cualquier momento refleja toda nuestra vida en ese instante. Es más, si comprendemos que nuestro ambiente es inseparable de nuestra condición de vida, entonces la teoría de los diez mundos asume toda su importancia: se hace claro que, entonando Daimoku, podemos transformarnos, fortalecernos y gradualmente revelar nuestra Budeidad innata y podemos, en consecuencia, cambiar el mundo que está a nuestro alrededor. Esta transformación se lleva a cabo en varios niveles. Ante todo, cambia nuestra perspectiva. Nichiren dice que el beneficio recibido por practicar este Budismo es la "purificación de los seis sentidos", con precisa referencia a la relación que creamos con el medio ambiente a través de los cinco órganos de los sentidos y los juicios que nuestra mente (sexto sentido) elabora basándose en la percepción sensorial.
Los Diez Mundos pueden compararse a diez diferentes tipos de anteojos. Nueve de ellos de Infierno a Bodhisattva, pueden darnos una visión distorsionada de la realidad, dado que solo el estado de Buda nos permite ver nuestra vida como es realmente.
Si hace un tiempo sufríamos porque mirábamos las cosas a través de las lentes del Infierno o del Hambre, con los anteojos de la Budeidad eso no sucede más. Además, al empezar a considerar bajo una luz diferente la vida y el ambiente, nace en nosotros el deseo de transformar también este último para adaptarlo a nuestros cambios.
Imagínense ustedes que están sin trabajo desde hace mucho tiempo. Al inicio sufrirán mucho, pero con el pasar del tiempo se han acostumbrado a la desagradable situación y han aprendido a convivir con ella. Podría parecerle hasta confortable: se han acostumbrado a vivir con poco dinero reduciendo deseos y aspiraciones, tanto que, de una manera u otra, sus horizontes se han tornado bastantes limitados. Podrían no darse cuenta, pero su condición de vida está siempre en el Mundo de Infierno: aquel dolor sordo, aunque soportable, de vivir una vida de pocas esperanzas. Como dice el Daishonin: “Aquellos que viven por largo tiempo en las letrinas se olvidan de cuan terrible es el olor".
Su realidad, en aquel supuesto caso, seria precisamente esta. Apenas empiezan a entonar Daimoku, la situación cambia inmediatamente. Al inicio, parece empeorar, pero es solo porque empiezan a darse cuenta del hedor de la "letrina" en la cual han vivido tanto tiempo. Es un momento necesario, que los sacude de la apatía. Quizás se pongan furiosos, decidiendo combatir aquellas fuerzas misteriosas que los han llevado a tal condición. O se le despertará la esperanza (recuerden que uno de los significados de Myo es "revivir"), dándoles energía y empujándolos a la acción para cambiar su situación. Los sueños y las ambiciones del pasado, que fueron relegados al fondo del subconsciente cuando las posibilidades de realizarlas parecían escaparse, quizás aparezcan otra vez. De todas maneras, si continúan entonando Daimoku no se contentaran más con la situación actual, y lucharan hasta que las circunstancias estén a la altura de su condición de vida.
El obstáculo entre ustedes y una mejor condición de vida podría ser la falta de coraje. En este caso, si siguen entonando Nam-Myoho-Rengue-Kyo descubrirán que están desarrollando gradualmente el coraje para hacer lo que, como desde hace tiempo ya sabían, los hará felices. O quizás le falte la energía necesaria para cumplir con los esfuerzos que su objetivo requiere: entonar les dará esta energía. Los efectos de Nam-Myoho-Rengue-Kyo serán "a la medida" de su particular situación. “El dinero sirve para satisfacer necesidades. Lo mismo se aplica al Sutra del Loto: será un faro en la oscuridad o un barco para una travesía. A veces será agua y a veces fuego” así afirma el Daishonin.
El cambio interior que se produce con la practica del Budismo es llamado "beneficio inconspicuo". No solo porque no esta a la vista, sino porque se acumula gradualmente y podrían no darse cuenta hasta después de un largo lapso de tiempo. Un día, de repente, se darán cuenta que los problemas no lo afligen y no les dan tanto miedo como antes. El beneficio inconspicuo se refiere entonces al mundo invisible de ku, y podemos afirmar que se manifiesta a través de una renovada capacidad para disfrutar de la vida entera.
Los beneficios visibles se refieren al mundo de ke, y se manifiestan en el medio ambiente como mejoras visibles en el campo económico, sentimental, etc.
El Budismo enseña que las personas tienen necesidades y deseos tanto materiales como espirituales, entonces los beneficios visibles son indudablemente importantes para su felicidad. Si no tiene suficiente dinero para pagar las cuentas o mantener buenas relaciones con los demás, no se lleva una vida realizada y feliz. Sin embargo, considerándolo más profundamente, a la luz del principio de unidad entre la vida y ambiente, los beneficios visibles son la prueba de la "buena salud" de nuestra vida interior. Esto no significa que quien tiene una vida rica en beneficios materiales sea espiritualmente mejor de quien tiene poco, sino que la escasez de resultados podría indicarnos que tenemos que cambiar algo dentro de nosotros. Por ejemplo, muchos se quejan de no tener suficiente dinero, pero como dijo Josei Toda, segundo presidente de la Soka Gakkai: “El dinero nos rodea como el aire que respiramos”.
En realidad, así como muchos sufren de asma, otros sufren de problemas interiores que los limitan en su capacidad de "atraer" dinero. Podrían haberse resignado a la pobreza o a temer inconscientemente que el dinero pudiera "corromperlos". Hasta si el dinero se encontrara en su medio ambiente, quizás su capacidad de utilizarlo para enriquecerse espiritualmente o materialmente podría haberse debilitado. Quizás lo malgasten o crean no merecer lo que llega a sus manos liberándose rápidamente de el.
La falta de dinero podría ser entonces un síntoma de un problema mas profundo. Solo desarrollando en nosotros beneficios invisibles como : sabiduría, esperanza, coraje, perseverancia y sentido del humor, podremos verdaderamente apreciar el valor de los beneficios visibles que obtendremos. He aquí el porque los beneficios visibles son considerados importantes y la razón por la que Nichiren subraya la necesidad de purificar los seis sentidos.
Cuando se ha dicho hasta ahora entre la unidad entre vida y medio ambiente debería ser suficientemente comprensible. Es mas difícil, sin embargo, aceptar la idea de que entonar Nam-Myoho-Rengue-Kyo pueda producir efectos directos en el mundo en que vivimos; sin embargo, esto es lo que enseña el Budismo.
LOS MILAGROS NO EXISTEN
A veces, no se sabe como, acontece lo imposible; recibimos justo lo que necesitábamos en aquel instante; alguien nos ofrece un trabajo; el dinero para pagar una factura "llueve" del cielo, etc... No se trata de milagros: es el medio ambiente que reacciona directamente a la entonación del Daimoku. Explica el Daishonin: “El Budismo enseña que cuando la naturaleza de Buda se manifiesta desde el interior, se logra una protección desde el exterior. Esto es uno de sus principios fundamentales”.
Esto lo podemos entender mejor recordando que el principio de unidad entre la vida y su medio ambiente esta basado en la "unión" de las Tres Verdades, o sea que cada vida consciente o inconsciente, posee un aspecto físico, espiritual y esencial, por lo tanto está en capacidad de manifestar los Diez Mundos. El concepto según el cual hasta la materia inanimada posee los Diez Mundos es fundamental para comprender que entonar Nam-Myoho-Rengue-Kyo, nos pone en armonía con el resto del universo.
Así es como, poéticamente, lo describe el Daishonin: “Cuando una persona entona Nam-Myoho-Rengue-Kyo aquella única voz clama por la naturaleza de Buda propia de todos los Budas, todas las leyes, los Bodisattwas, los hombres de estudio, los Bonten y los Taishaku, el rey Ema, el sol, la luna, las miríada de estrellas, las divinidades celestiales, los dioses terrenales y todos los seres del Infierno, Hambre, Animalidad, Ira, Humanidad y Éxtasis, así como también la de todos los demás seres vivientes. Este beneficio es incalculable e infinito.
Cuando una persona reverencia Myoho-Rengue-Kyo, que es inherente a su propia vida como Objeto de Devoción, su naturaleza innata de Buda, emerge, llamada por la entonación de Nam-Myoho-Rengue-Kyo. A esto se llama "Buda". Para dar un ejemplo: cuando un pájaro enjaulado canta, todos los demás pájaros del cielo, llamados por su canto, volaran para acercársele. Al acercarse los pájaros, el que está en la jaula tratará de escapar. De la misma manera, cuando entonamos la Ley Mística en voz alta, llamamos la naturaleza de Buda desde adentro de nuestras vidas, y ella despierta sin falta. La naturaleza de Buda de Bonten y Taishaku, ya despertada, nos protegerá y la naturaleza de Buda de todos los Budas y Bodisattwas, al ser llamada, se alegrará.
De todas maneras, ya sea que comprendan o no con exactitud el significado de Nam-Myoho-Rengue-Kyo, o cómo el principio de las Tres Verdades explica la "mutua" relación entre la vida y todos los fenómenos (Myoho), así como también cualquier otro termino o teoría, entonando esta sola frase obtendrán grandes beneficios.