A través de la práctica de invocar Nam-myoho-rengue-kyo, podemos constatar también, la inseparabilidad de los aspectos físico y espiritual en sus vidas. Con el tiempo, esto llega a manifestarse en un sentimiento de bienestar físico y en una creciente lucidez y pureza en los procesos mentales y perceptivos. Los que son referidos como "beneficios conspicuos" de la práctica budista, se relacionan ante todo con los aspectos físico y material.
BENEFICIOS CONSPICUOS E INCONSPICUOS.
Hay tres
fundamentos al aplicar el budismo: la fe, la práctica y el estudio. Son los
ingredientes principales de la receta para desarrollar nuestra innata condición
iluminada, o budeidad. Los tres son esenciales. Mediante esta receta,
experimentaremos prueba real de nuestra transformación, tanto en forma de
beneficio conspicuo como beneficio inconspicuo.
A través de la práctica de invocar Nam-myoho-rengue-kyo, podemos constatar también, la inseparabilidad de los aspectos físico y espiritual en sus vidas. Con el tiempo, esto llega a manifestarse en un sentimiento de bienestar físico y en una creciente lucidez y pureza en los procesos mentales y perceptivos. Los que son referidos como "beneficios conspicuos" de la práctica budista, se relacionan ante todo con los aspectos físico y material.
El Budismo
divide los beneficios de la práctica en "conspicuos" e
"inconspicuos." Los beneficios de obtener un nuevo trabajo, vencer
una enfermedad, un matrimonio exitoso y así sucesivamente, no están separados
de un profundo y concienzudo proceso de autorreflexión dirigido a una
transformación interna.
Bonno soku
bodai significa literalmente "Los deseos mundanos son iluminación" y
el concepto conforma una tesis clave en el Budismo de Nichiren. A través de
nuestra práctica budista, aun el más mundano y engañoso impulso puede ser
transformado en algo generoso y noble y, nuestros deseos, enfocados de forma
natural en nosotros mismos, se extienden a otros deseos concernientes a
nuestras familias, amigos, comunidades y, finalmente, al mundo entero.
En esta
forma, la naturaleza de los deseos se transforma gradualmente, de deseos por lo
material y físico, a deseos orientados más espiritualmente, para llevar una
vida más plena. Como dice el Presidente Ikeda: "Creo en la existencia de
otra clase de deseos humanos: A esto le llamo el deseo fundamental y, tengo la
convicción de que este deseo fundamental, es la fuerza que impulsa activamente
a todos los otros deseos humanos hacia la creatividad. Es la fuente de toda la
energía impulsora inherente a la vida; también es el anhelo de unir la propia
vida con la vida del universo y obtener su energía vital."
Nuestro
estado mental interior también afecta el funcionamiento físico de nuestros
cuerpos. La risa y las lágrimas son la manifestación más drástica de esto, son
las señales físicas de nuestros sentimientos interiores.
La tensión
física o mental, ha sido relacionada con una gama de enfermedades, desde
padecimientos en la piel, alergias, hasta asma, úlceras y cáncer.
La depresión
y la desesperación, disminuyen la resistencia del cuerpo, haciéndonos
vulnerables a una variedad de enfermedades. Por otra parte, una determinación
positiva para sobreponernos a la enfermedad puede "inducir" a
nuestros órganos, y aun a las células individuales hacia la salud.
Como lo ha
dicho Daisaku Ikeda: "Cuando nuestra determinación cambia, todo comienza a
moverse en la dirección que deseamos. En el momento en que resolvemos salir
victoriosos, cada nervio y fibra de nuestro ser, se orientará de inmediato
hacia nuestro triunfo. Por otra parte, si pensamos: ”Esto nunca va a
funcionar”, entonces, en ese instante, cada célula de nuestro ser se abatirá y
renunciará a luchar.
La verdadera
salud y la felicidad genuina deben abarcar tanto el aspecto físico como el
espiritual.
A través de la práctica de invocar Nam-myoho-rengue-kyo, podemos constatar también, la inseparabilidad de los aspectos físico y espiritual en sus vidas. Con el tiempo, esto llega a manifestarse en un sentimiento de bienestar físico y en una creciente lucidez y pureza en los procesos mentales y perceptivos. Los que son referidos como "beneficios conspicuos" de la práctica budista, se relacionan ante todo con los aspectos físico y material.
De mayor
importancia, son los "beneficios inconspicuos" derivados de la
práctica budista continua, los cuales se manifiestan en el incremento de la
sabiduría y la misericordia hacia los demás. El beneficio inconspicuo último
es, desde luego, la iluminación.
Sobreponerse
a los problemas, realizar sueños y metas largamente acariciados: esta es la
clase de cosas cotidianas de las cuales obtenemos un sentido de realización y
felicidad.
El Presidente
de la SGI ,
Daisaku Ikeda, ha enfatizado la importancia de no cortar nuestros apegos, sino
de entenderlos y, a final de cuentas, usarlos.
Las
experiencias de la fe de los miembros de SGI describen eventos y cambios que
parecen a simple vista estar enfocados hacia la parte externa y material de la
vida. Pero tales "beneficios" son sólo una parte de la historia.
El Budismo
divide los beneficios de la práctica en "conspicuos" e
"inconspicuos." Los beneficios de obtener un nuevo trabajo, vencer
una enfermedad, un matrimonio exitoso y así sucesivamente, no están separados
de un profundo y concienzudo proceso de autorreflexión dirigido a una
transformación interna.
El Bonno soku bodai significa literalmente
"Los deseos mundanos son iluminación" y el concepto conforma una
tesis clave en el Budismo de Nichiren. A través de nuestra práctica budista,
aun el más mundano y engañoso impulso puede ser transformado en algo generoso y
noble y, nuestros deseos, enfocados de forma natural en nosotros mismos, se
extienden a otros deseos concernientes a nuestras familias, amigos, comunidades
y, finalmente, al mundo entero.
En esta
forma, la naturaleza de los deseos se transforma gradualmente, de deseos por lo
material y físico, a deseos orientados más espiritualmente, para llevar una
vida más plena. Como dice el Presidente Ikeda: "Creo en la existencia de
otra clase de deseos humanos: A esto le llamo el deseo fundamental y, tengo la
convicción de que este deseo fundamental, es la fuerza que impulsa activamente
a todos los otros deseos humanos hacia la creatividad. Es la fuente de toda la
energía impulsora inherente a la vida; también es el anhelo de unir la propia
vida con la vida del universo y obtener su energía vital."