¿COMO DEBEN SER MIS ORACIONES PARA PODER LOGRAR TODAS LAS METAS QUE ME PROPONGO?
“En el momento
de entonar Daimoku o de ofrecer las oraciones silenciosas, lo más importante es
orar con una actitud mental resuelta. La oración nunca debe ser abstracta. El
ámbito en que transcurren estas oraciones es nuestro corazón. Por eso el
contenido de ellas serán los pensamientos que ocupen nuestro corazón en el
momento de invocar Daimoku.”
Para el
Presidente Toda, “cuando ofrendemos las oraciones silenciosas, pongamos
cuidado. El pensamiento que ocupa nuestro corazón queda registrado fielmente
por el Gohonzon. Si durante las mismas pensamos: ‘Ese tipo es un verdadero
cretino’, aunque con los ojos estemos leyendo el texto de las oraciones
silenciosas, el pensamiento de nuestro corazón es ‘Que cretino es fulano’, y
esa pasa a ser nuestra oración al Gohonzon.”
El
Presidente Ikeda dice:
“En mi
experiencia, existen tres tipos de Daimoku: primero, el daimoku que no es
entonado por la mayoría del mundo, especialmente por aquellos que son Budistas.
Es el daimoku que se intenta entonar pero no se hace porque las personas se
distraen en otra cosa, por lo demás, por una taza de café, por la negatividad,
simplemente están intentando no orar.
Segundo, hay
un daimoku que entonamos con nuestras bocas, pero no con nuestros corazones,
con nuestras vidas o con nuestras mentes, las cuales casi siempre están en
algún otro lugar. Es grandioso estar orando, pero no nos estamos entregando completamente si nuestras mentes están
en otra parte.
El tercer
tipo de daimoku es el mejor de todos. Se entona con la boca, pero combinado con
una profunda oración, enfocándonos en escuchar el sonido de
Nam-Myoho-Renge-Kyo o concentrarnos directamente hacia la solución de un
problema.
Hay dos alternativas: una, orar para resolver nuestros problemas
personales, preocupaciones y circunstancias; y otra, lo que yo denomino el
‘daimoku del cielo azul’. Este es un
daimoku entonado con una gran visión y
determinación, por la paz, por el Kosen Rufu, por la creación de valores, por
la unidad, por un verdadero cambio en el mundo.
En otras palabras, cuando
oramos por la naturaleza de Buda en nosotros mismos y en cada ser del planeta.
Esto es orar con el espíritu de
‘…simplemente desear ver al Buda, sin importar que esto sea a costa de
nuestras vidas…’ (Daisaku Ikeda “Bunkyo – Una arena para mis luchas de juventud.”)
Las
oraciones que alguien consagra al Gohonzon, reflejan su estado de vida.
Entonces, las oración tiene que ser concreta, seria y sincera, y estar
formulada con determinación.”