Temas desarrollados: SU ENCARCELAMIENTO. SU ILUMINACION RELIGIOSA
EN LA CARCEL. VISIÓN REVOLUCIONARIA DEL BUDISMO. LA REVOLUCIÓN HUMANA. MENTOR Y DISCÍPULO.
SU ENCARCELAMIENTO
 |
Celda en la prisión en la que Toda
fue mantenido en confinamiento solitario. |
En julio de 1943,
detuvieron y encarcelaron a Toda bajo cargos de violar la Ley de Preservación
de la Paz (Peace Preservation Law), una herramienta clave para la supresión del
disenso en el Japón de la guerra, y por falta de respeto al emperador japonés.
Solo en su celda comenzó
a cantar Nam-myoho-renge-kyo, práctica esencial del Budismo de Nichiren unas
10.000 veces al día, y a estudiar, de manera intensa el Lotus Sutra, su texto
clave.
Varias veces leyó todo
el Sutra del Loto, pero le impactó un difícil pasaje en el capítulo las Prácticas
Virtuosas (Virtuous Practices) del Sutra los Significados Inconmensurables (Immeasurable
Meanings), que sirve como una introducción al Sutra del Loto.
Se trata de un verso de
12 líneas consistente de 34 negaciones, "ni existir ni no existir, ni yo
ni otro, ni cuadrado ni redondo...", que describe la entidad que existe a pesar de
las negaciones.
Sabía que el pasaje se
refería al Buda, pero era difícil comprender algo que estaba representado por
34 negaciones. Luego de repetidas y profundas contemplaciones y oraciones, tuvo
una percepción revolucionaria: El Buda es la vida misma. Existe dentro de la
propia vida y a través del universo. Es la entidad de la vida cósmica.
A medida que continuaba
la lectura del Sutra del Loto, enfocaba sus pensamientos en el propósito para
el cual fuera desarrollado: permitir la iluminación de todas las
personas sin excepción alguna. Se dio cuenta que su misión era la de
propagar el Sutra del Loto tanto como fuera posible a fin de conducir a la
gente a la felicidad, y resolvió dedicar el resto de su vida a esto.
 |
Sutra de los Inmensurables Significados |
En su obra "Sobre la Vida" escribió: "Logré
el estado de no albergar más ilusiones cinco años después en la vida de cuando
lo hizo Confucio, pero llegué a saber cual era mi misión en la vida cinco años
antes de que él lo supiera".
Toda comprendió, que su
determinación y acción podía influenciar y transformar a la sociedad. La
irrenunciable determinación de Toda se transformó en una fuente de coraje y
esperanza para muchas personas y fue el fundamento para el desarrollo de la
Soka Gakkai como una organización comprometida con actividades basadas en la
sociedad.
SU ILUMINACION RELIGIOSA EN LA CARCEL.
 |
Cuentas de oración que Toda hiciera con tapas
de botellas de leche y una pizarra sobre la que
llevaba el registro del daimoku que cantaba
en prisión. |
En tanto soportaba el
encarcelamiento a manos de las autoridades militares de Japón durante la II
Guerra Mundial, experimentó un despertar o iluminación religiosa. Logrando la
profunda comprensión de la naturaleza de la vida tal como la revela el Sutra
del Loto, “toda la vida está dotada de una inalienable dignidad (naturaleza de
Buda) y está conectada en una profunda interrelación”.
Asimismo alcanzó una
clara visión de su misión o propósito en la vida.
En los años de la
posguerra se encargó de reconstruir la Soka Gakkai, desarrollando un enfoque
revolucionario del Budismo, con frecuencia en marcado contraste con las
convenciones de las escuelas tradicionales del Budismo japonés. Creía que la fe
y la práctica religiosa deberían ser aplicadas directamente a los problemas
reales y acuciantes del diario vivir. Su enfoque podría describirse hoy como el
desarrollo de una religión base de individuos empoderados.
Tal enfoque de la
religión era radical en su época y permanece así hasta el presente.
En el corazón de su
filosofía yace el concepto de la "Revolución Humana", un proceso de
transformación personal que permite a cada individuo alcanzar una vida de
absoluta felicidad.
Debido a la concientización de la
interrelación de toda la vida, la revolución humana de un solo individuo
afectará positivamente el medio de ese individuo y, en última instancia, el
destino de toda la humanidad.
Esta visión de
empoderamiento hoy es el corazón de las creencias y actividades de la SGI y de
sus millones de practicantes budistas comprometidos alrededor del mundo.
VISIÓN REVOLUCIONARIA DEL BUDISMO
 |
Toda con miembros, 1953 |
Josei
Toda
describió la práctica religiosa budista, como la herramienta para llevar a cabo
una transformación profunda en la vida de uno mismo, como así también el
esfuerzo necesario para transformar las propias circunstancias desde la pobreza
a la prosperidad y desde la enfermedad a la salud. Definió este proceso total
como "Revolución Humana".
La transformación
interna es la clave de todo cambio, y cada individuo posee el potencial para
esta transformación. Si podemos ser conscientes de este hecho fundamental de
vida, seremos capaces para liberar ese potencial, sin importar las
circunstancias en las que nos encontremos.
Transformando nuestra
propia vida, podemos activar la naturaleza de Buda inherente en cada
existencia, y revelar nuestro ilimitado potencial.
La filosofía budista
expuesta por Toda era extremadamente práctica e innovadora.
Contrastaba marcadamente
con el enfoque centrado en el sacerdocio de las escuelas budistas
tradicionales, un enfoque que critica los valores laicos desde un punto de
vista desapegado del mundo secular.
Hay una fuerte tendencia
en el Budismo tradicional japonés de los sacerdotes, de monopolizar las
escrituras y los temas doctrinales. Los creyentes laicos asumen un papel
pasivo, delegando la real práctica budista (tal como la recitación de los
sutras) a los sacerdotes.
Por el contrario, bajo la
dirección de Josei Toda, la Soka Gakkai enfatizaba como agregado cantar
Nam-myoho-renge-kyo y recitar capítulos esenciales del Lotus Sutra (gongyo), en
un formato estandarizado que le permitía su práctica a cualquier persona.
Como resultado, los
creyentes laicos se empoderaron para comprometerse en la práctica budista que
había sido anteriormente considerada el campo exclusivo de los sacerdotes.
También tomó la iniciativa de publicar una colección de los
escritos de Nichiren por primera vez, haciendo posible a los miembros buscar y
estudiar el Budismo por sus propios medios.
Los exámenes de estudio se lanzaron para inspirar en los miembros
una fe activa, motivada desde el interior. La meta era promover la comprensión
de los miembros acerca de la conexión entre la práctica budista y sus propias
vidas, que los motivaría a tomar acciones a fin de contribuir a crear un mundo
mejor.
 |
Disertando sobre los escritos de Nichiren |
Toda afirmó que la fe
religiosa estaba inextricablemente unida a la vida diaria, no un juego de
teorías abstractas.
El Budismo vibra en la
vida de aquellos que se paran y accionan. Uno debe primero creer en el propio potencial,
sacarlo completamente, y atravesar las propias limitaciones a fin de crecer con
mayor fortaleza.
La gente puede
desarrollarse a sí misma a través de una interacción comprometida con los
otros. Este enfoque sobre la vida personifica el espíritu de practicar para uno
y los otros, y clarifica el significado de propagación, de compartir
activamente el Budismo con los otros.
Susumu Shimazono,
profesor de sociología de la religión en la Universidad de Tokio, comenta que
la reforma de Toda del pensamiento religioso puede describirse como que está
orientado hacia la salvación secular porque no niega el mundo secular sino que
lo somete a la reforma y lo une a la salvación.
También señala que la
percepción de Toda de que el Buda es la vida misma hizo posible infundir ideas
modernas en las enseñanzas budistas tradicionales.
La visión revolucionaria
de Toda sobre la religión ha servido como una poderosa fuerza conductora detrás
del compromiso de la Soka Gakkai con las realidades de la sociedad humana,
alentando a un gran número de personas a embarcarse por sus medios en una
revolución humana personal.
LA REVOLUCIÓN HUMANA
 |
Novela La Revolución Humana |
Toda usó el término "Revolución
Humana" para expresar la idea central del Budismo de Nichiren, que es que
las personas sean capaz de alcanzar la iluminación en esta vida. Afirmó también que
la transformación interna de un individuo puede activamente cambiar sus
circunstancias y su medio ambiente.
Hizo la siguiente
analogía para explicar la profundidad del Budismo y los principios de la vida:
"La
jarra reclama que se ha roto porque la golpeó el vidrio. El vidrio sostiene que
se ha roto porque lo golpeó la jarra. Pero ellos se rompieron porque ambos
tenían el potencial para romperse. ¿Qué hubiese sucedido si era algodón y
vidrio? Nunca se hubieran roto.
... Usted puede pensar
que los otros son responsables de su infelicidad. Pero esto no es verdad. Nadie
puede romperlo a usted, si usted se vuelve [flexible como] el algodón".
Toda dijo que la
revolución humana es el proceso de transformar fundamentalmente nuestra forma
de vida y de desarrollar una clara consciencia del propósito o misión de uno en
esta vida.
Manifestó, que la
revolución humana significa construir una visión resuelta de la vida basada en
una comprensión de la eternidad de la vida más que en una búsqueda miope de
metas mundanas, apuntando a una forma de vida que maximiza el significado y la
creación de valor.
Explicó que querer ser
rico o cambiar aspectos del carácter de uno es simplemente un deseo de
felicidad. Esto, subrayaba, está muy lejos de la verdadera esencia de la
revolución humana, que es crear una condición de vida de absoluta felicidad, un
estado interno de vida que no puede ser destruido por las influencias externas.
 |
Dando una conferencia, 1957 |
Toda manifestó:
"Esencialmente, es sólo natural que medidas aparentemente efectivas
terminen siendo inútiles ideas abstractas a menos que la propia gente sea
transformada.
La historia humana ha repetido este patrón
en vano".
Esta filosofía de
esperanza, en la que una revolución humana en un solo individuo ayudará a
alcanzar un cambio en el destino de una nación y más aún, puede permitir un
cambio en el destino de toda la humanidad, sostiene hasta hoy al movimiento de
la Soka Gakkai de un activismo base y de empoderamiento individual.
MENTOR Y DISCÍPULO
 |
Con Ikeda en un evento deportivo de la
división de jóvenes, 1957
|
Toda subrayó la
importancia de la relación mentor-discípulo en la práctica del Budismo dentro
de la Soka Gakkai.
A través de su propio
ejemplo con Makiguchi como su mentor y Daisaku Ikeda a quien estaba entrenando
como su más cercano discípulo y sucesor, revitalizó la filosofía budista de la relación
mentor-discípulo para la época contemporánea.
Este espíritu de
aprendizaje de su mentor ha sido asumido por los miembros de la Soka Gakkai y
la SGI en la forma de la enseñanza de la unicidad mentor y discípulo.
Junto con Makiguchi,
Toda fue encarcelado por las autoridades militares que suprimieron la libertad
de religión durante la guerra. Pero Toda en realidad estaba lleno de gratitud a
su fallecido mentor por esta experiencia, a través de la cual fue capaz de
desarrollar convicción y fe inquebrantables, manifestando: "Fue gracias a
su inconmensurable compasión que me llevó con usted a prisión”.
Mientras tanto, Josei Toda
puso toda su confianza y fe en su propio discípulo, Ikeda, y durante cerca de
10 años le enseñó extensa y profundamente las enseñanzas, y le confío la responsabilidad del kosen-rufu (paz
duradera en todo el mundo).
Sin Ikeda como discípulo
es improbable que los planes que crecieron desde el apreciado deseo de Toda de
despojar al mundo del sufrimiento jamás se hubieran concretado.
Es debido a que estas
ideas no permanecieron como meras ideas, sino que fueron heredadas por Ikeda
como el espíritu de un Josei Toda vibrantemente duradero, es que los logros del
presente de la Soka Gakkai y la SGI han sido posibles.
La relación
mentor-discípulo ha sido siempre la clave de la práctica budista.
En el Sutra del Loto, Shakyamuni exhorta a
sus discípulos a practicar siempre el sutra fiel al espíritu en el que se
enseña. Pero la meta de la relación mentor-discípulo en el budismo no es
aquella donde el mentor exige obediencia del discípulo, sino que el mentor
busca entrenar al discípulo para que alcance un estado aún mucho mayor de
desarrollo que aquel que tiene el mentor.
 |
Toda e Ikeda, 1956 |
En su Gran Concentración
y Percepción, T'ien-t'ai el maestro chino budista del siglo sexto usaba la
frase: "desde el índigo, un azul aún mucho más profundo".
Emplea el ejemplo del antiguo proceso del teñido de telas usando un tinte azul
hecho de la planta índigo en el que las telas teñidas adquieren un azul más
profundo que el de la planta de la cual deriva el color debido a la repetida
inmersión en el tinte.
De la misma forma, si se compara
al mentor con la planta índigo, al absorber las enseñanzas del mentor, el
discípulo puede alcanzar un “azul” aún mucho más espléndido. Esto ilustra que
la meta máxima de la relación es permitir al discípulo superar al mentor.
Repetidamente Nichiren
subrayó la importancia de esta filosofía de la relación mentor-discípulo como
una de las enseñanzas centrales del Budismo. Esto era porque sin importar
cuanto el Sutra del Loto pudiera enseñar el concepto de la salvación humana
universal, éstas permanecen como palabras vacías a menos que haya gente que en
realidad lleve a la práctica la enseñanza.
Aunque pueda decirse que la religión existe
por el bien de asegurar la felicidad a los humanos, hay un peligro inherente
que en realidad la gente sea oprimida por las autoridades religiosas.
Esto hace que sea aún
más esencial la relación mentor-discípulo. No es un tema de dogma o ritual: es
la transmisión del espíritu del mentor, un deseo abrasador de ayudar a la gente
a alcanzar la felicidad.
Debido a que el
aprendizaje se lleva a cabo a través de la interacción humana, a través del
ejemplo vívido del mentor, la relación entre mentor y discípulo es el medio más
noble de heredar el espíritu del Budismo.