FE, PRACTICA Y ESTUDIO. LA PRÁCTICA Y EL ESTUDIO UTILIZANDO LA FE COMO BASE.
“Esfuércese en los dos caminos de la práctica y el estudio, el budismo
no existe sin práctica y estudio”.
También, no sólo debe perseverar
en su práctica personal, sino enseñar a los demás. Tanto la práctica como el
estudio derivan de la fe. Enséñeles a otros con toda su capacidad, aunque sólo
sea una oración o frase. «El verdadero aspecto de todos los fenómenos» (Los
escritos de Nichiren Daishonin, pág. 408).
Algunas religiones de
Oriente y de Occidente dan máxima importancia a la fe, mientras que otras hacen
hincapié en la práctica o actos bondadosos. Algunas fomentan el aprendizaje y
la investigación filosófica, otras se oponen a ellos para
dejarlos en manos de los sacerdotes o profesionales religiosos.
El Budismo de Nichiren Daishonin
insta a todas las personas a mantener un equilibrio dinámico entre la fe, la práctica
y el estudio.
Nichiren Daishonin
escribió la carta titulada «El verdadero aspecto de todos los
fenómenos», que contiene el pasaje del comienzo, el 17 de mayo de
1273, mientras se encontraba en el destierro a Ichinosawaen la isla de Sado. En
dicha época contaba con 52 años de edad. La misma fue dirigida a Sairenbo Nichijo,
en respuesta a la pregunta que le había hecho Sairen-bo respecto del
significado de la
frase «el verdadero aspecto de todos los fenómenos» que se
encuentra en el capítulo «Medios hábiles» del Sutra del Loto.
Hablando de la fe,
práctica y estudio, Nichiren enseña que es esencial esforzarse
en materia de la práctica y el estudio partiendo de una fe firme
en el Gohonzon.
El segundo presidente de
Soka Gakkai, Josei Toda, abordó la relación entre fe,
práctica y estudio con la siguiente observación:
«la comprensión [que se alcanza mediante el estudio] da lugar a
la fe, y la fe
procura la comprensión… El alcance de la comprensión eleva la fe.
Y la fe así elevada mejora la comprensión de nuestra práctica del budismo».
De estos tres elementos
fundamentales, la práctica comprende la «práctica para uno mismo» y la
«práctica para los demás». Es decir, invocar
Nam-myoho-renge-kyo como práctica personal para nuestro propio
beneficio, así como también por la felicidad de los demás .El estudio quiere
decir estudiar y aprender cuáles son los principios budistas partiendo de los
escritos de Nichiren.
«El budismo no existe sin práctica y estudio » quiere decir que
por más sabio o noble pueda parecer un budista en su exterior, por más
imponente que sea un templo o una construcción budista, si las personas no se
esfuerzan en la práctica y el estudio del budismo, todo lo demás es solamente una
fachada, donde no puede existir el verdadero budismo.
«No sólo debe perseverar
en su práctica personal, sino también enseñar a los
demás» que está practicando el budismo no solamente para
beneficio propio,
ya que si no nos importa la felicidad de los demás, esto va en
contra del espíritu y la intención del Buda, cuyo deseo fundamental era aliviar
el sufrimiento de la gente.
Nichiren dice: «Tanto la
práctica como el estudio derivan de la fe». La genuina fe budista se expresa en
las acciones que tienen por objeto aumentar la comprensión de las enseñanzas y
ayudar a otros a conocer y aprender del budismo.
No basta con la simple
idea de creer en el budismo. Hay que llevar la creencia a la acción”.
Nichiren continúa:
«Enséñeles a otros con toda su capacidad, aunque sólo sea una oración o frase».
Cada vez que hacemos el máximo esfuerzo para hablar con otros de los beneficios
del budismo, aun cuando solamente podamos aportar una mínima porción de sus
enseñanzas, nuestra práctica concuerda con la intención de Nichiren.
Al hacerlo, la fuerza
benéfica de la Ley Mística, que se despierta al invocar
Nam-myoho-renge-kyo, se activará plenamente en nuestra vida.
Dasaku Ikeda, escribe: «La fe radica, no en la simple recitación del
sutra. Ni tampoco se encuentra en la elocuencia ni en la facilidad con que uno
da
orientación. Un verdadero budista, pase lo que pase, procura el
camino de la fe, práctica y estudio como enseñó Nichiren, hasta el final: una
persona que continúa luchando sinceramente por el kosen-rufu. Esta conducta constituye
la mismísima esencia del Budismo de Nichiren» (World Tribune, 9 de febrero de
2001, pág. 4).
Es muy fácil desviarse
del curso de «procurar el camino de la fe, práctica y estudio», y, aunque en un
principio nos pueda parecer que disfrutamos de una sensación de libertad, ella
con frecuencia nos lleva a ponernos complacientes y egoístas. Al final, puede
que nos alejemos de vivir en ritmo con la Ley.
Es por eso que tenemos
la maravillosa comunidad de creyentes de la SGI: para
ayudarnos a progresar en el camino del crecimiento, la felicidad
y el desarrollo del
kosen-rufu. La SGI es la comunidad budista que practica
exactamente como enseña el Sutra del Loto. Trabajando junto con los miembros de
la SGI para propagar el Budismo de Nichiren, nos desarrollamos y nos pulimos y,
sin lugar a dudas, alcanzaremos a manifestar el Estado de Buda en esta
existencia.