Hay seis clases de sabores. El primero sutil; el segundo salado; el
tercero picante; el cuarto agrio; el quinto dulce y el sexto amargo. Con ellos
uno podría preparar un banquete, con cien gustos diferentes, pero si faltara el
sabor de la sal, el festín no sería digno de un gran rey. Sin sal, hasta los
manjares de la tierra y del mar, resultan insípidos.
El océano posee ocho cualidades misteriosas. Primero, su profundidad
aumenta gradualmente; segundo, es difícil calcular hasta donde llega en toda su
profundidad; tercero, en cualquier parte sus aguas salobres saben igual;
cuarto, la pleamar y la bajamar siguen reglas determinadas; quinto, es reservorio
de muchas riquezas; sexto, alberga criaturas de gran tamaño que viven en el,
séptimo, no retienen en su interior los cadáveres arrojados a sus aguas y
octavo, acepta todos los ríos y lluvias torrenciales, sin jamás disminuir o
incrementar su caudal.
[El Sutra del Nirvana] compara
la frase “su profundidad aumenta gradualmente”
con el Sutra del Loto, que conduce a todos a entrar en el Camino del Buda,
desde la gente común falta de entendimiento hasta los venerables del gran
saber. La razón [por la cual el sutra menciona
que] “es difícil calcular hasta donde llega en toda su profundidad” yace en que
el mundo del Sutra del Loto solo
puede ser comprendido y compartido por Budas, mientras que las personas en el
nivel de la iluminación casi perfecta o por debajo de él, son incapaces de
dominar su enseñanza. La frase “en cualquier parte sus aguas salobres saben
igual”, compara todos los ríos (que no contienen sal), con los demás Sutras
excepto el del Loto, los cuales no ofrecen ninguna posibilidad de lograr la
iluminación.
[El
Sutra de Nirvana] compara el agua de todos los ríos, que fluyen al mar y
adquieren allí su sabor salado, con las personas de diversas capacidades instruidas
mediante las muchas enseñanzas provisionales, que acceden al Camino del Buda cuando
adoptan la fe en el Sutra del Loto. Aplica la frase “la pleamar y la
bajamar siguen reglas determinadas” a
los practicantes de la Ley Mística, que, aunque les cueste la vida, alcanzan
sin falta el nivel en donde no hay retroceso. Compara la afirmación “es
reservorio de muchas riquezas”, con la incontrolable practica y buenas acciones
de todos los budas y bodhisattvas, y con los beneficios de los diversos paramitas, contenidos en la Ley Mística.
Y menciona que “alberga criaturas de gran tamaño que
viven en el”, porque a los budas y bodhisattvas, en razón de que poseen gran
sabiduría, se los llama “criaturas de gran tamaño”, porque sus grandes cuerpos,
sus grandes mentes imbuidas de aspiración, sus grandes rasgos distintivos, su
gran fuerza capaz de aplastar el mal, sus grandes prédicas, su gran autoridad,
sus grandes poderes trascendentales, su gran piedad y su gran amor compasivo
derivan naturalmente del Sutra del Loto. Dice que “no retiene en su interior
los cadáveres arrojados a sus aguas”, porque con el Sutra del Loto uno puede
liberarse por toda la eternidad de los actos contra la Ley y de la incredulidad
incorregible. Menciona la frase “sin jamás disminuir o incrementar su caudal”,
porque el corazón del Sutra del Loto es universalidad de la naturaleza de Buda,
presente en todos los seres vivos.
La salmuera que hay en una cuba de hojas de parra en conserva, crece y
decrece de nivel siguiendo los movimientos del mar (1). El que practica el
Sutra del Loto y es sometido a prisión, es como la sal del recipiente, mientras
que Shakyamuni El Que Así Llega, pudo liberarse de la casa en llamas (2), es
como la sal del mar. Condenar al que practica el Sutra del Loto es condenar a
Shakyamuni El Que Así Llega. ¡Qué sorprendidos han de estar Brahma, Shakra y los
cuatro reyes celestiales! ¿Cuándo piensan los diez demonios cumplir su
juramento de partir en siete pedazos la cabeza de los que persigan al seguidor
del loto (3), si no lo hacen ahora?
A Ajatashatru, quien encarceló al rey Bimbisara, le brotaron pústulas
infecciosas durante esa misma existencia. ¿Cómo podría salvarse de sufrir
llagas purulentas en esta existencia aquel que ha encarcelado a un practicante
del Sutra del Loto?
Nichiren.
ANTECEDENTES.
Se
desconoce en que fecha fue escrita esta carta, ni a quien fue dirigida. Tampoco
se conocen los motivos que llevaron al daishonin a escribirla. Pero dos
declaraciones del texto “El que práctica el Sutra del Loto es sometido a
prisión” y “Condenar a quien practica el Loto”, indican que Nichiren la
escribió en un momento en que el discípulo estaba sufriendo persecuciones.
Hay varias teorías con respecto al año en que pudo ser redactada esta
carta. Una sostiene que data de 1261, cuando se hallaba exiliado en Izu; otra
afirma que su texto es de 1271, durante su destierro en la isla de Sado; una
tercera posición fecha este escrito en 1279, mientras corrían las horas más
críticas de la persecución de Atsuhara. La explicación más plausible es la que
remonta a 1261.
En la carta, explica que hay seis tipos de sabores, y que el salado es
el más importante: sin sal, cualquier comida será insulsa. Emplea esta analogía
para indicar que ninguno de los sutras adquiere su verdadero significado,
mientras no se base en la verdad revelada en el Sutra del Loto. Luego cita las
ocho cualidades místicas del océano, enumeradas en el Sutra del Nirvana. Pero
si bien este sutra aplica tales cualidades a su propia enseñanza, el Daishonin
asegura que las está empleando para ensalzar la superioridad del Sutra del
Loto.
En la última parte, compara al seguidor del Sutra del Loto con la sal
que hay en un recipiente de hojas de parra en conserva, y al buda Shakyamuni, con la sal del océano. La
salmuera del recipiente, se mueve siguiendo el flujo y reflujo de las mareas,
exactamente como ocurre con el océano; por analogía encarcelar a un devoto del
Sutra del Loto es lo mismo que encarcelar a Shakyamuni.
NOTAS.
- Para producir este encurtido, se colocan las
hojas de parra en un frasco y se les añade sal, con el fin de que liberen
el agua que contienen. Se dice que la salmuera formada en el frasco, sube
y baja de nivel, siguiendo el mismo patrón que la marea oceánica.
- “Casa en llamas” se refiere al pasaje del
capítulo “Parábolas y semejanzas” del Sutra del Loto que dice “No hay
seguridad en el mundo triple; es como una casa en llamas”.
- Este juramento se expresa en el capítulo vigésimo
sexto del Sutra del Loto.