MIAO-LO CHAN-JAN. RESTAURADOR DEL BUDISMO T'IEN-T'AI. Publicado en el Seikyo Times 6/89. Extractado de “La Flor del Budismo Chino” por Daisaku Ikeda.
En un sentido su vida
puede parecer una quietud, dedicada al estudio, la escritura y el entrenamiento
de los discípulos. Pero no era para nada pasivo en su defensa de lo que él
consideraba como los principios verdaderos del Budismo.
Los logros de Chan-jan
(711-82), el sexto patriarca del Budismo T'ien-t'ai si contamos a Chih-i (T´ien-tái)
como el fundador de la secta, noveno patriarca si se considera a Nagarjuna como
el fundador.
Frecuentemente se
refieren a él como Ching-hsi Chan-jan porque Ching-hsi fue su lugar de
nacimiento, y también se lo conoce con el título póstumo de Gran Maestro
Miao-lo, que deriva del hecho de que vivió en un templo en Lan-ling llamado el
Miao-lo-ssu. También se le atribuye revivir la Secta T'ien-t'ai, la que había
declinado luego de la muerte de Chih-i en 597.
Chan-jan nació en 711,
el año anterior al que el famoso regidor, Emperador Hsuan-tsung (685-762)
llegara al trono. El sexto soberano de la Dinastía T'ang, que
mucho hiciera para fortalecer la posición de la dinastía, y de hecho los
primeros años de su largo reinado son considerados como un período de gobierno
modelo.
Chan-jan nació diez años
después de Li Po (701-62), uno de los poetas de China, y un año antes de Tu Fu
(712-70), otro de los grandes poetas T'ang. Su vida de hecho fue contemporánea
a una de las eras más gloriosas de la cultura y literatura chinas. Cuando la
populosa y floreciente ciudad capital de T'ang, Ch'ang-an, sirviera como un
encuentro de intercambio cultural de Asia oriental.
Chan-jan nació en un
lugar llamado Ching-hsi en Kiangsu y por ello es que algunas veces se refieren
a él como el Sabio de Ching-hsi. Su padre fue un erudito confuciano y él mismo
estuvo instruido en las enseñanzas del confucionismo.
De haber seguido su vida
un patrón común, él hubiese rendido el examen para el servicio civil y una vez
que lo hubiese aprobado con éxito, se hubiese embarcado en una carrera como
funcionario gubernamental. Pero a los diecisiete años (dieciséis años conforme
a Occidente) viajó a Chekiang oriental para continuar sus estudios, y ahí
conoció a un monje llamado Fang-yen de Chin-hua quien lo instruyera en los
fundamentos de la doctrina T'ien-t'ai. Como resultado de este encuentro tomó la
determinación de abandonar la persecución de una carrera mundana y en vez de
ello dedicarse al estudio de los principios de la enseñanza budista.
Poco se conoce de la
identidad de Fang-yen. Algunos relatos dicen que era un discípulo de
Hsuan-lang, el quinto sucesor en la línea de las enseñanzas de Chih-i,
mencionado anteriormente; otros dicen que era un discípulo de Hui-wei
predecesor de Hsuanlang y por ende una estudiante de Hsuan-lang.
En 730, cuando Chan-jan
tenía veinte años conforme a los chinos, viajó a la residencia de Hsuan-lang en
el Monte Tso-hsi y se dirigió directamente a él para instruirse en las enseñanzas
T'ien-t'ai. Conforme al relato sobre el encuentro en el Linaje del Buda y los Patriarcas (Lineage of the Buddha and the
Patriarchs),
Hsuan-lang reconoce que el joven frente a él tenía el potencial
para transformarse en un líder sobresaliente en la interpretación y propagación
del Camino.
Debido a ciertas razones
Chan-jan no optó por trabajos administrativos y oficialmente ingresó al
sacerdocio budista hasta los treinta y ocho años. Pero mientras tanto, en tanto
vestía como erudito confuciano, Hsuan-lang comenzó a enseñarle a Chan-jan todo
lo que sabía acerca de las doctrinas filosóficas y las prácticas de meditación
de la Secta T'ien-t'ai,
una indicación de la fe que tenía en el futuro del joven. Para entonces Hsuan-lang
estaba cercano a los ochenta y dos años, y sin duda había estado esperanzado en
la aparición de un discípulo justo, hábil y prometedor como demostraba ser Chan-jan.
En esta época en las
ciudades capitales de T'ang, Ch'ang-an y Lo-yang florecieron varias escuelas de
budismo, incluyendo el Budismo Esotérico (Esoteric Buddhism), La
Secta Sólo Consciencia (Consciousness-only
Sect), la Secta Hua-yen,
y la Secta Ch'an.
En cambio, las verdades profundas de la Secta T'ien-t'ai, que representaban la versión
más ortodoxa de las enseñanzas del Buda en China, escasamente se manejaron para
mantener su existencia en las lejanas montañas de la cordillera T'ien-t'ai en
Chekiang. Sin duda, Hsuan-lang anhelaba ver la propagación de las enseñanzas T'ien-t'ai
tan rápido como fuera posible a través de los cuatro rincones del gran imperio
T'ang.
Chan-jan estaba
sumamente consciente de los deseos de su maestro y la confianza que este último
ponía en él. Hsuan-lang murió en 754, cuando Chan-jan tenía cuarenta y tres
años de edad, y Chan-jan por ello fue heredero y sucesor en la línea
T'ien-t'ai.
En los años siguientes,
viajó a través del país y predicó las doctrinas T'ien-t'ai, y por primera vez
la secta se conoció ampliamente en
China.
LOS LOGROS DE CHAN-JAN Y
SU IMPORTANCIA
Los escritos de Chan-jan.
Se encuadran en dos categorías principales: trabajos exegéticos y escritos
polémicos.
En el primer grupo sus
comentarios sobre las tres obras principales de Chih-i son los más importantes.
Estos son: Fa-hua Hsuan-i Shih-ch'ien en diez volúmenes, un comentario
sobre el Profundo Significado del Sutra
del Loto (Profound Meaning of the
Lotus Sutra) de Chih-i; Fahua Wen-chu Chi en diez capítulos, un
comentario sobre Palabras y Frases del
Sutra del Loto (Words and Phrases of the Lotus Sutra); y Mo-ho
Chih-kuan Fu-hsing-chuan Hung-chueh en diez capítulos, un comentario sobre Gran Concentración e Introspección (Great
Concentration and Insight). Otros trabajos diversos tales como El Significado General de la Gran Concentración e
Introspección (The General Meaning of Great Concentration and Insight)
y Fundamentos del Comentario sobre la Gran Concentración e
Introspección (Essentials of the Commentary on Great Concentration and
Insight) de igual forma tratan las enseñanzas de Chih-i, y también produjo
un resumen del comentario de Chih-i sobre el Sutra Vimalakirti titulado Wei-mo
Ching Lueh-shu.
Los escritos polémicos
están en general diseñados para refutar las enseñanzas de las sectas Hua-yen,
Fa-hsiang, y Ch'an.
Es Particularmente
notable el Chin-p'i Lun en un volumen, tambien conocido como el Chin-kang-p'i
Lun, una refutación de las doctrinas Huayen; el Fa-hua Wu-pai-wen Lun en
tres volúmenes, una refutación de las enseñanzas Fa-hsiang sobre el Sutra del
Loto; y el Chih-kuan I-li en dos volúmenes, que critica las prácticas de
meditación de la secta Ch'an.
Dado que Nichiren
Daishonin en sus escritos con frecuencia cita los comentarios de Chan-jan sobre
las tres obras principales de Chih-i, estos comentarios son bastante familiares
para aquellos de nosotros que somos seguidores del Budismo de Nichiren
Daishonin.
La práctica acostumbrada del Daishonin, tal como lo muestra el Registro de las Enseñanzas Transmitidas
Oralmente (Record of the Orally Transmitted Teachings), sus
discursos sobre el Sutra del Loto, era citar primero un pasaje de uno de los
principales escritos de T'ien-t'ai Chih-i, y luego citar el comentario de Chan-jan
sobre el pasaje, extrayendo de ésta el significado completo del pasaje y de la
doctrina expuesta en él.
El segundo grupo de los
escritos de Chan-jan, las obras polémicas, presentan una buena imagen de cómo
las enseñanzas T'ien-t'ai se comparan con aquellas de otras sectas de la época.
Para los años medio de la dinastía T'ang, cuando Chan-jan estaba activo, las
doctrinas de las diversas sectas del Budismo chino habían más o menos alcanzado
su forma definitiva. Chan-jan estudió cada una de estas doctrinas y luego se
encaminó a aclarar cómo las enseñanzas de la Secta T'ien-t'ai
diferían entre sí. Los escritos polémicos resultantes demostraron el interés de
Chan-jan por la refutación del error y su entusiasmo para convertir a los otros
a las enseñanzas de su propia secta, en otras palabras, su espíritu de
shakubuku.
A pesar del interés que
tienen estos escritos, casi no hay duda que el verdadero logro de Chan-jan yace
en sus trabajos exegéticos, particularmente en los comentarios precisos y
detallados sobre los tres escritos principales de Chih-i. Es en realidad
difícil de imaginar cómo los escritos de Chih-i, hubiesen progresado en el
mundo de no haber tenido los comentarios de Chan-jan agregados a ellos. Sin
embargo, un hecho brinda información acerca de lo que podría haber sido su
destino y es que aunque el monje chino Chien-chen (688-763), quien viniera a
Japón en 753, trajo copias con él de los tres escritos principales de Chih-i, en
ese momento aún no tenían los comentarios de Chan-jan y por ende demostraron
ser difíciles de comprender por lo que no tuvieron virtualmente influencia
alguna en Japón.
Fue recién más tarde
cuando el monje japonés Saicho (767-822) viajó a China y estudió los escritos
de Chih-i y los comentarios de Chan-jan con dos de los discípulos de Chan-jan,
Tao-sui y Hsing-man, que las doctrinas de la Secta T'ien-t'ai fueron
comprendidas total y correctamente por un japonés y transmitidas a Japón donde
fueron las bases de la Secta Tendai.
Los comentarios de Chan-jan
acerca de los tres escritos principales de Chih-i constituyen su logro más
grande, un trabajo que él elaborara a través de la mayor parte de su vida. No
malgastó ni tiempo ni esfuerzo en buscar el significado de los escritos de Chih-i
y al final fue capaz de transformarse en un maestro cabal de las doctrinas
T'ien-t'ai, que representaban el sistema filosófico más complejo y elevado de
todo el budismo chino de la época.
Los especialistas en la
materia están todos de acuerdo con que al intentar comprender el significado en
los difíciles escritos de Chih-i, lo único que uno puede hacer mejor es
apoyarse en la guía de los comentarios de Chan-jan.
Debe notarse también que
en tanto Chan-jan se abocó a elucidar las doctrinas expuestas por Chih-i a través
de sus comentarios sobre los escritos de Chih-i, él también de alguna manera
expandió esas doctrinas y profundizó los principios filosóficos de la secta.
Ejemplos de esta última
actividad se encuentran en la doctrina de las diez unidades o “no dualidades” expuestas
en el Fa-hua Hsuan-i Shih-ch'ien y la doctrina de la verdad eterna y sus
manifestaciones bajo circunstancias cambiantes
expuesta en El Significado General
y el Chin-p'i Lun (The General Meaning
and the Chin-p'i Lun).
En El Profundo Significado del Sutra del Loto (The Profound Meaning of the Lotus Sutra), Chih-i expuso los
diez principios místicos de la enseñanza teórica del Sutra del Loto, y los diez
principios místico de la enseñanza esencial del Loto.
Chan-jan en su Fa-hua
Hsuan-i Shih-ch'ien comenta sobre este pasaje y explica que los diez
principios místicos de tanto la enseñanza teórica como de la esencial están
incluidos en las diez unidades o “no dualidades”. Las diez unidades o “no
dualidades” son:
1) La unidad de cuerpo y mente.
2) La unidad de lo interno y lo externo.
3) La unidad de la meta de la práctica y la verdadera naturaleza
de los fenómenos.
4) La unidad de la causa y efecto.
5) La unidad de lo impuro y lo puro.
6) La unidad de la vida y su ambiente.
7) La unidad de uno y los otros.
8) La unidad de pensamiento, palabra y acción.
9) La unidad de las enseñanzas teórica y esencial.
10) La unidad del beneficio.
En el fundamento de la
doctrina Chan-jan, se observa que los términos que parecen ser opuestos, tales
como cuerpo y mente, o puro o impuro, son considerados como una entidad única. De
esta forma, considerado desde un punto de vista general, cuerpo y mente
constituyen un concepto único, aunque cuando se los considera desde un punto de
vista específico pueden ser divididos en dos categorías de cuerpo y de mente.
Chan-jan percibió que Chih-i,
al realizar un listado de los nombres de los diez principios místicos de las
enseñanzas teórica y esencial no había explicado el tema con suficiente
claridad para que fuera comprensible por la gente común. Por lo que le agregó
su propia explicación, dándole a los principios místicos una interpretación más
simple y dinámica. Por lo tanto, en su doctrina de las diez unidades o “no
dualidades”, estaba agregando un nuevo concepto de la filosofía T'ien-t'ai.
En El Significado General,
Chan-jan por primera vez enuncia la doctrina de la verdad eterna y sus
manifestaciones bajo circunstancias cambiantes (chen-ju sui-yuan). Conforme
a esta doctrina la mente absoluta abraza todos los fenómenos del universo, y de
ahí que tenga dentro de sí ambos aspectos el de la verdad eterna y el del
constante cambio. Las dos condiciones de ser eternamente cambiante y al mismo
tiempo cambiante conforme a las circunstancias que varían constituyendo una
entidad única, y debido a que la mente del ser humano contiene a ambas, abraza
todos los aspectos fenoménicos cambiantes que puede del universo.
Parecería que esta
doctrina es la respuesta de Chan-jan a ciertas objeciones que los filósofos de la Secta Hua-yen habían planteado
a las enseñanzas de T'ien-t'ai.
Chih-i en su Gran
Concentración e Introspección manifestó
que "la mente es idéntica a los múltiple fenómenos; los múltiples
fenómenos son idénticos a la mente". Pero planteó la objeción que tal
manifestación, no explicaba cómo incontables fenómenos del universo son creados
por la mente o provienen de ella.
El proceso por el cual
los fenómenos a través de la acción de causalidad son creados a partir de tathata,
la mente absoluta de la verdad eterna, había sido originalmente expuesta en
El Despertar de la Fe en el Mahayana (The Awakening of Faith in the Mahayana), texto
atribuido a Ashvaghosha.
Los eruditos de la Secta Hua-yen tomaron
prestada esta explicación y la usaron en su propia filosofía. Sobre esta base, se
dispusieron a criticar la teoría de los tres mil mundos en un solo instante, del
pensamiento expuesta por Chih-i, debido a que no
explica cómo los tres mil mundos de los fenómenos pueden ser creados en un
único instante de vida, es decir, no clarifica la relación entre lo absoluto y
lo fenoménico. Chan-jan en su Significado General y Chin-p'i Lun asumió
la respuesta a estas críticas.
El Chin-p'i Lun es
el último trabajo de Chan-jan, y en él se enuncia muy claramente la doctrina de
la verdad eterna y sus manifestaciones en circunstancias cambiantes. Así él
manifiesta: "Los diez mil fenómenos son lo mismo que la verdad eterna
porque ellos participan de la naturaleza de la invariabilidad (un change ability).
La verdad eterna es lo
mismo que los diez mil fenómenos porque participa de la naturaleza de la
variabilidad (change-ability)". En otras palabras, la verdad eterna o
absoluta debería ser percibida como una entidad única que abraza tantos los
aspectos de la variabilidad y la invariabilidad (change-ability /
un-change-ability).
Los divulgadores de la
filosofía Hua-yen tendían a enfatizar solo los aspectos variables del proceso
por el cual lo absoluto se manifiesta en lo fenoménico, en tanto que la
doctrina T'ien-t'ai pone igual énfasis en ambos aspecto y representando una
visión más profunda y abarcativa.
En el Chin-p'i Lun, Chan-jan
expone la doctrina de que las cosas inanimadas e insensible tales como las
plantas o las piedras están revestidas de la naturaleza de Buda. Expresandolo: "Una
planta, un árbol, una piedra, una mota de polvo, cada una posee la naturaleza innata
del Buda, junto con las otras causas y condiciones necesarias para alcanzar la
budeidad”.
En esta doctrina Chan-jan
refuta el argumento expuesto por Ch'eng-kuan, el cuarto patriarca de la Secta Hua-yen, quien afirmaba
que los seres insensibles no tienen la naturaleza del Buda. La doctrina de
Chan-jan deriva de los puntos de vistas descriptos anteriormente, respecto de
la identidad de lo absoluto y lo fenoménico, y representa una agregado
importante a la filosofía T'ien-t'ai.
Antes de la época de Chan-jan,
las doctrinas Hua-yen eran consideradas como la expresión más alta y más
avanzada de la filosofía budista, pero Chan-jan revirtió esta situación y tuvo éxito al ubicar
las enseñanzas T'ien-t'ai en la posición más excelsa, expandiéndolas y
llevándolas a su máximo desarrollo.
Chan-jan jugó también un
papel importante en el proceso mediante el cual las doctrinas T'ien-t'ai fueron
transmitidas a Japón.
Cuando el monje japonés Saicho
fue a China en búsqueda de una comprensión más completa de las doctrinas T'ien-t'ai,
estudió con dos de los discípulos de Chan-jan, Tao-sui y Hsing-man. A través de
la instrucción que recibiera de ellos y de los escritos de Chan-jan, pudo
obtener una comprensión sumamente precisa de las enseñanzas T'ien-t'ai y
propagarlas luego de su regreso en Japón.
Como agregado a Tao-sui y
Hsing-man, Chan-jan tenía otros discípulos tales como Ming-k'uang, autor de P'usa
Chieh-shu, y Chih-yun, autor de Wen-chu Ssu-chih Chi, ambos muy conocidos
en los círculos budistas japoneses aún hoy en día.
Luego de la época de Chan-jan,
la Secta T'ien-t'ai
junto con el budismo chino en un todo declinaron, ingresando a lo que fue
llamado su segundo período de eclipse. Pero gracias a los esfuerzos de Chan-jan
y de sus discípulos y al monje japonés Saicho, las enseñanzas de la secta
fueron transmitidas exitosamente a Japón y florecieron ahí mucho después de que
hubieran desaparecido en China.
Liang-su, otro de los discípulos de Chan-jan, en la inscripción
de la lápida que escribiera luego de la muerte de éste, lo describía como el "restaurador
de la Secta T'ien-t'ai",
y los historiadores del budismo chino han estado de acuerdo con tal juicio. Luego
del eclipse que padeciera luego de la muerte de Chih-i, la secta restauró su
prominencia ampliamente a través de los esfuerzos de Chan-jan.
A diferencia de muchos de los líderes budistas de la época tales
como K'uei-chi de la
Secta Fa-hsiang, Fa-hsiang de la Secta Hua-yen o los
exponentes indios del budismo esotérico, Shubhakarasimha y Amoghavajra —que se
asociaron estrechamente con la corte y la capital T'ang— Chan-jan permaneció
distante de los círculos e intereses seculares, dedicándose a la búsqueda de la
comprensión filosófica y el entrenamiento de sus discípulos conforme a como lo
expone el Sutra del Loto: "para asegurar la perpetuación de la Ley".
En cierto sentido su
vida puede parecer que haya sido una de quietud, dedicada al estudio, la
escritura y el entrenamiento de los discípulos.
Pero él no era para nada
pasivo en su defensa de lo que él consideraba como los verdaderos principios
del budismo. Se dispuso vigorosamente a refutar los errores de otros, viajando extensamente
por el norte y el sur de China, y aguas arriba del Río Yangtze hacia el lejano
oeste, combatiendo el error y divulgando las doctrinas de la Secta T'ien-t'ai.
Como el restaurador de
las fortunas de la secta era completamente un hombre de acción dedicado incansablemente
a la persecución de sus ideales.