12. LA ESENCIA DEL CAPITULO “REY DE LA MEDICINA”. (Los escritos de Nichiren Daishonin, Soka Gakkai, Paginas 94/102).
El primer volumen del
Sutra contiene dos capítulos: “Introducción” y “Medios Hábiles”. El capítulo
“Introducción” sirve de prologo a los veintiocho de los cuales consta el Sutra.
Los ocho capítulos que
van desde “Medios Hábiles” hasta “Profecía a adeptos y aprendices” se ocupan,
en primera instancia, de esclarecer como pueden lograr la iluminación las
personas de los dos vehículos y secundariamente, de aclarar como pueden hacerlo
los bodhisattvas y las personas comunes.
Los siguientes cinco
capítulos –“Maestro de la Ley”, “El surgimiento de la Torre de los Tesoros”,
“Davadatta”, “Aliento a la devoción” y Practicas pacíficas” – explican de que
manera las personas comunes de la última época tendrán que practicar las
enseñanzas expuestas en los ocho capítulos anteriores.
El capítulo posterior,
“Irrumpir de la tierra” sirve de introducción a “Duración de la vida”. Y los
doce siguientes, contados a partir de “Distinciones de Beneficios”, sirven
principalmente para explicar de que manera deberán practicar llas doctrinas del
capítulo “Duración de la vida” las personas comunes del Ultimo Día y, en
segundo término, para establecer como deberán ser mantenidas las practicas
expuestas en los ocho capítulo contados a partir de “Medios Hábiles”.
Por lo tanto el capítulo
“Rey de la medicina” explica como hay que practicar las enseñanzas de los ocho
capítulos – contados a partir de “Medios Hábiles”- y las del capítulo “Duración
de la vida”.
Este, «Rey de la Medicina», contiene diez
analogías; la primera de ellas es la del gran océano. En el continente
meridional de Jambudvipa hay dos mil quinientos ríos; en el continente
occidental de Godaniya hay cinco mil. En la totalidad de los cuatro continentes,
los ríos suman veinticinco mil novecientos. Algunos de ellos miden cuarenta ris
de largo; otros, cien ris; unos, apenas llegan a un ri, un cho o una braza. Sin
embargo, en lo que concierne a profundidad, ninguno de ellos puede compararse
con el gran océano.
El “Sutra del Loto”
ocupa el lugar más destacado en el conjunto de las enseñanzas, entre las cuales
se cuentan el “Sutra de la guirnalda de flores”, los Sutras Agama, los Sutras
correctos e iguales, el Sutra de la sabiduría, el Sutra de los profundos
secretos, el Sutra Amida, el Sutra del nirvana, el Sutra Mahavairochana, el Sutra
de la corona de diamantes, el Sutra del susiddhikara y el Sutra de la secreta
solemnidad, todos los sutras predicados por Shakyamuni El Que Así Llega, todos
los que expuso Mahavairochana El Que Así Llega, todos los que enseñó Amida El
Que Así llega, todos los que transmitió Maestro de la Medicina El Que Así Llega
y todos los sutras predicados por los diversos budas de las tres existencias
del pasado, el presente y el futuro. Así pues, esos otros sutras son
comparables con los muchos ríos, de larga, mediana y corta longitud, mientras
que el Sutra del Loto se compara con el gran océano.
El océano posee diez
virtudes, que lo vuelven superior a los ríos. Primero, la profundidad del
océano aumenta en forma progresiva —lo cual no ocurre con los ríos—; segundo,
el océano, a diferencia de las corrientes fluviales, no retiene los cadáveres;
tercero, anula los nombres de los muchos ríos que confluyen en él; cuarto, el
sabor de sus aguas es el mismo en cualquier parte, propiedad que los ríos no
poseen; quinto, el océano contiene muchas riquezas que no se encuentran en las
corrientes fluviales; sexto, tiene una profundidad inmensa, lo cual no puede
decirse de los ríos; séptimo, a diferencia de estos últimos, el océano es
infinitamente ancho; octavo, este alberga criaturas de gran tamaño, que no
pueden vivir en aguas fluviales; noveno, el océano sigue movimientos de pleamar
y bajamar, que lo diferencian de los ríos, y décimo, absorbe las aguas de
lluvias torrenciales o de inmensos afluentes sin jamás desbordar, cosa que no
ocurre con las corrientes de agua.
El Sutra del Loto
también posee diez virtudes, mientras que los demás sutras tienen diez
falencias. En el caso de este sutra, los beneficios que proporciona aumentan en
profundidad y magnitud, y se transmiten hasta la quincuagésima persona sucesiva
que lo escucha. Pero en el caso de los demás sutras, ni siquiera la primera
persona que lo escucha puede recibir beneficios, así que mucho menos se
beneficiarán la segunda, tercera o cuarta, o la quincuagésima persona.
Aunque haya ríos hondos,
su profundidad no puede compararse siquiera con la que tiene el océano en sus
partes más superficiales. Y aunque los otros sutras aleguen que, a causa de un
solo ideograma, de una sola frase o de diez meditaciones,(1) abrazan a las
malas personas que han cometido las diez malas acciones o las cinco faltas
capitales, dichos beneficios no pueden equipararse a los que obtiene la
quincuagésima persona que, al escuchar un solo ideograma o frase del Sutra del
loto, responde con alegría.
En el caso del Sutra del
loto, así como el océano no retiene los cuerpos muertos, los que denigran la
Ley oponiéndose al Sutra del Loto serán rechazados por el sutra, aunque en
otros sentidos sean personas de extrema bondad. ¡Cuánto más cierto habrá de ser
en el caso de personas malvadas, que además de cometer otra clase de faltas
actúan contra la Ley! Aunque uno hable en términos injuriosos de otros sutras,
mientras no denigre el Sutra del Loto, con toda certeza entrará en el Camino
del Buda. Pero si uno abraza la fe en todos los demás sutras siendo detractor
del Sutra del loto, invariablemente caerá en la gran fortaleza del infierno
Avichi.
Ahora paso a la octava
virtud del océano, que es su capacidad de albergar grandes criaturas, y hago
notar que en el océano hay inmensos peces como el makara.(2) El lugar que
llamamos infierno del sufrimiento incesante mide en total ochenta mil yojanas
de longitud y de ancho. Pero cuando alguien cae en el infierno del sufrimiento
incesante por haber cometido las cinco faltas capitales, su cuerpo llena el
lugar por completo.(3) Así pues, sabemos que los habitantes de este infierno
-personas que han cometido las cinco faltas capitales-, son seres de muy
inmenso tamaño.
En los demás sutras, que
hemos comparado con ríos pequeños y grandes, no encontramos ningún makara. En
cambio, estos existen en el gran océano que es el Sutra del Loto. En forma
análoga, los demás sutras no señalan que las personas que cometen las cinco
faltas capitales sean capaces de entrar en el Camino del Buda. O si los sutras
lo dicen, de hecho, el verdadero principio todavía no ha sido revelado en
ellos.
Por ende, el gran
maestro T’ien-t’ai Chih-che, quien memorizó todas las enseñanzas sagradas que
el Buda expuso a lo largo de su vida, dice en su comentario sobre el Sutra del Loto:
«Los demás sutras sólo predicen la Budeidad a los bodhisattvas, mas no a las
personas de los dos vehículos. Sólo la predicen a la gente buena, mas no a las
malas personas [...]. Este sutra predice la Budeidad a todos».(4) Pero no me
extenderé en detalles sobre esta cuestión.
En segundo lugar, está
la analogía de las montañas. El sutra dice que el monte Sumeru es la más
prominente de todas las montañas y de las diez montañas de los tesoros. Estas
diez son: primero, las Montañas Nevadas; segundo, el monte Fragante; tercero,
el monte Khadira; cuarto, la Montaña de los Inmortales y Venerables; quinto, el
monte Yugamdhara; sexto, el monte Oreja de Caballo; séptimo, el monte
Nimindhara; octavo, el monte Chakravada; noveno, la Montaña de la Sabiduría
Pretérita; décimo, el monte Sumeru.
Las primeras nueve de
estas elevaciones son comparables a los demás sutras, que equivalen a montañas
comunes. Cada una de estas montañas contiene tesoros. Pero el monte Sumeru
contiene tesoros a granel, riquezas superiores a los de cualquier otro monte.
Por ejemplo, es como el oro de Jambunada,(5) con el cual no puede compararse el
oro corriente.
El Sutra de la Guirnalda
de flores sostiene en sus enseñanzas que «el mundo fenoménico es creado sólo
por la mente”; los Sutras de la sabiduría postulan dieciocho clases de no substancialidad;
el Sutra Mahavairochana expone las cinco meditaciones para lograr la Budeidad,
y el Sutra de la meditación plantea la doctrina del renacimiento en la Tierra
Pura. Pero la enseñanza del Sutra del Loto sobre el logro de la Budeidad con la
forma física que cada uno posee supera todas las anteriores.
El monte Sumeru es de
color dorado. Cada criatura que llega a esta montaña, sea buey o caballo, sea
humana o celestial, sea ave u otra clase de ser vivo, de manera invariable
pierde su color original y adopta el tono dorado de la montaña. Y ningún otro
monte posee esta propiedad. De la misma manera, cuando todos los demás sutras
son puestos ante el Sutra del Loto pierden su tono original. Son como objetos
negros que, expuestos a la luz del sol o de la luna, pierden su color. Así
pues, las enseñanzas sobre el renacimiento en otra tierra o sobre el logro de
la Budeidad que tiñen estos sutras inevitablemente pierden significado cuando
son expuestas a la luz del Sutra del Loto.
En tercer término, está
la analogía de la luna. De las muchas estrellas, algunas pueden iluminar un área
de no más de medio ri; otras, un espacio de no más de un ri; algunas, una zona
de no más de ocho o dieciséis ris. Pero la luna puede proyectar su luz sobre
una extensión de más de ochocientos ris. Así pues, aunque las diversas
estrellas sean luminosas, no pueden equipararse con la luna.
Aunque uno juntara cien,
mil, diez mil o un millón de estrellas, y sumara todas las luminarias del mundo
de los cuatro continentes, de un gran sistema planetario y de todos los
planetas de las diez direcciones, su luz no igualaría la de una sola luna.
¿Cómo, entonces, la luz de una sola estrella podría equipararse con la luz de
la luna?
De manera similar,
aunque uno junte las muchas enseñanzas —el Sutra de la guirnalda de flores, los
Sutras agama, los Sutras correctos e iguales, los Sutras de la sabiduría, el
Sutra del nirvana, el Sutra Mahavairochana y el Sutra de la meditación—, nunca
podrían equipararse con un solo ideograma del Sutra del loto.
En la mente de todos los
seres humanos, existen tres categorías de ilusiones: las del pensamiento y del
deseo, las ilusiones innumerables como partículas de polvo y de arena,
ilusiones sobre la verdadera naturaleza de la existencia; también existe un
karma creado por las diez malas acciones o las cinco faltas capitales. Todos
ellos, juntos, vienen a ser como una noche negra. El Sutra de la guirnalda de flores
y las demás enseñanzas son como estrellas en esta noche oscura, mientras que el
Sutra del loto es como la luna. Para los que tienen fe en el Sutra del loto,
pero de manera superficial, es como si media luna iluminara la oscuridad. No
obstante, para los que tienen una fe profunda, es como si una luna llena
colmara la noche de luz.
En una noche sin luna donde sólo brillan las
estrellas, los hombres fuertes o robustos tal vez se aventuren a otras tierras,
pero a las mujeres y los ancianos les resultará imposible. Sin embargo, en las
noches de plenilunio, hasta las mujeres y personas mayores pueden caminar por
donde quieran, dirigirse a un banquete o ir al encuentro de otras personas.
De manera análoga, en
muchos sutras se dice que los bodhisattvas y las personas comunes de gran
capacidad pueden lograr la iluminación. Pero a los practicantes de los dos
vehículos, las personas comunes, las mujeres y las malas personas, o a los que
viviendo en el Ultimo Día de la Ley no observan los preceptos por ser ancianos
y remisos, no se les da ninguna seguridad de que puedan renacer en la Tierra
Pura o lograr la Budeidad. Sin embargo, esta limitación no ocurre con el Sutra
del loto. En esta enseñanza, hasta a las personas de los dos vehículos, las
mujeres y los malvados se les asegura que llegarán a ser budas, para no hablar
de los bodhisattvas y de las personas comunes de gran capacidad.
Por otro lado, cuando se
acerca el amanecer, la luna se vuelve más brillante que a comienzos de la
noche; también es más luminosa en otoño e invierno que en primavera y verano.
De manera semejante, a la hora de prodigar beneficios a los seres vivos, el
Sutra del loto es mucho más efectivo en el Último Día de la Ley que durante los
dos milenios que forman los días Primero y Medio de la Ley.
Pregunta: ¿Qué pasajes
documentales puede citar a modo de prueba?
Respuesta: La verdad
está a la vista. Además, este capítulo luego dice: «Cuando yo haya pasado a la
extinción, en el último período de quinientos años, debéis propagar [el Sutra
del loto] en todas partes ampliamente, en todo Jambudvipa, y jamás dejar que se
extinga».(6) Esta frase del sutra, que dice que deberá ser propagado de manera
amplia en todo Jambudvipa —el continente meridional— cuando hayan pasado dos
milenios, expresa el mismo significado que la tercera analogía de la luna. El
gran maestro Kompon, también conocido como gran maestro Dengyo, se refería a
esta idea cuando dijo en su comentario: «Los días Primero y Medio ya casi han
terminado, y el Ultimo Día se aproxima. Esta, sin duda, es la época en que el
vehículo único del Sutra del loto demostrará adecuarse perfectamente a la
capacidad de todas las personas».(7)
Los beneficios concedidos
por el Sutra del loto superan los de todos los demás
sutras, aun durante los mil años del Primer Día de la Ley y
durante el milenio del Día Medio. Pero cuando terminan la primavera y el verano
de esos dos períodos, y llegan el otoño y el invierno del Ultimo Día de la Ley.
la luz de esta luna brilla con más fulgor que nunca.
En cuarto lugar, está la
analogía del sol. Cuando la luna asoma en un firmamento estrellado, aunque su
luz supere la de todos los demás astros, el fulgor de estos no se desvanece.
Pero cuando asoma el sol, no sólo se extingue la luz de las estrellas, sino que
hasta la luna pierde brillo y luminosidad.
Las enseñanzas
predicadas antes que el Sutra del Loto son como estrellas; la enseñanza teórica
del Sutra del Loto es como la luna, y el capítulo «Duración de la vida» es como
el sol. Cuando este capítulo irrumpe, la luna de la enseñanza teórica no puede
igualarlo, para no mencionar siquiera a las estrellas de los sutras anteriores.
De noche, cuando salen
las estrellas y la luna, los hombres interrumpimos nuestras actividades. Pero
cuando sale el sol, invariablemente retomamos nuestras diversas tareas. Del
mismo modo, mientras prevalecen los sutras anteriores o la enseñanza teórica
del Sufra del loto, a la gente le es difícil poner fin a los sufrimientos del
nacimiento y la muerte. Pero una vez que aparece el capítulo «Duración de la
vida” de la enseñanza esencial, es seguro que las personas podrán liberarse de
tales sufrimientos.
Voy a pasar por alto el
análisis de las seis analogías restantes.
Además de estas diez
comparaciones, en este capítulo hay muchas otras semejanzas. Entre ellas, la del
viajero que encuentra un navío cuando desea cruzar las aguas. El significado de
esta analogía es que, en el mar de los sufrimientos del nacimiento y la muerte,
los sutras predicados antes que el Sutra del Loto son como balsas o botes.
Aunque pueden transporta personas de una orilla a otra dentro del mundo del
nacimiento y la muerte, son incapaces de hacerlas cruzar el mar del nacimiento
y la muerte, hasta las lejanas, márgenes de la Perfecta Felicidad.(8)
Estos sutras son como
las barcas de nuestro mundo, que pueden ir desde Kyushu hasta la región de
Bando, o desde Kamakura hasta Enoshima, (9) pero no les es posible navegar
hasta la China. En cambio, un barco chino es perfectamente capaz de viajar
desde el Japón hasta su tierra de origen sin dificultad.
Además, está la analogía
que dice «como el pobre que encuentra riquezas». La tierra representada por las
enseñanzas predicadas antes que el Sutra del Loto es un sitio empobrecido,
cuyos habitantes viven como entidades hambrientas. Por su parte, el Sutra del Loto
es como una verdadera montaña de riquezas, habitada por gente próspera.
Pregunta: Cuando usted
dice que las tierras de los sutras predicados antes que el Sutra del Loto son
sitios empobrecidos, ¿a qué pasaje de las enseñanzas se refiere?
Respuesta: El capítulo
«La anunciación de profecías» [del Sufra del loto] señala: «Si alguien llegase
de una tierra azotada por la hambruna y de pronto se topase con el fastuoso
banquete de un Rey...».
Con respecto al
renacimiento en la Tierra Pura y al logro de la iluminación en las mujeres, en
una frase del sutra se dice lo siguiente: «Si en el quinto periodo de
quinientos años, cuando El Que Así Llega haya pasado a la extinción, hay una
mujer que escucha este sutra y lleva a cabo su práctica tal como el sutra
indica, cuando concluya su vida aquí en la tierra irá de inmediato al Mundo de
la Paz y del Deleite, donde el buda Amida vive rodeado por una asamblea de
grandes bodhisattvas, y allí nacerá sentada en un sitial alhajado, en el centro
de una flor de loto (10).
Pregunta: ¿Por qué este sutra y este
capítulo del sutra se detienen a analizar el renacimiento de la mujer en la Tierra
Pura?
Respuesta: Es difícil escrutar las
intenciones del Buda; el significado de este asunto no es fácil de establecer.
Pero si tuviese que aventurar una respuesta, diría que es porque las mujeres
son vistas como la raíz de muchos errores y la causa de la decadencia de la
nación. Por lo tanto, en escrituras budistas y no budistas la mujer es objeto
de muchas prohibiciones. Entre ellas, por ejemplo, figuran las tres clases de
obediencia descritas en las escrituras no budistas, que conllevan la necesidad
de obedecer tres veces y se refieren a que, cuando una mujer es joven, debe
acatar a sus padres; cuando se casa, debe someterse a su marido, y, cuando es
anciana, debe obedecer a su hijo. Así pues, la mujer se ve enfrentada a estos
tres obstáculos que le impiden desenvolverse con libertad en el mundo.
Si observamos las
escrituras budistas, vemos que mencionan cinco impedimentos. De estas
obstrucciones que afectan a las mujeres, la primera es la imposibilidad de
renacer como el gran rey celestial Brahma, en el transcurso de los muchos
renacimientos sucesivos a través de los seis caminos, cosa que sí pueden hacer
los hombres. En segundo término, nunca pueden renacer como el rey celestial
Shakra. Tercero, no pueden renacer como un rey demonio. Cuarto, tampoco pueden
renacer como reyes que hacen girar la rueda. Y quinto, deben renacer siempre
dentro de los seis caminos, impedidas de salir de los tres mundos e incapaces
de llegar a ser budas. (Este pasaje se encuentra en el Sutra de la meditación
que eclipsa el sol y la luna).(11) El Sutra Mujer Plateada dice lo siguiente:
«Aunque los ojos de los budas de las tres existencias cayeran al suelo, ninguna
mujer en ninguno de los ámbitos de la existencia podría jamás lograr la
Budeidad».
Los gobernantes sabios y
los venerables, aun siendo seres humanos comunes, no dicen falsedades. Así
pues, Fan Yü-ch’i entregó su cabeza a Ching K’o, y el príncipe Chi-cha depositó
su espada sobre la tumba del señor de Hsü. Lo hicieron para no dejar de cumplir
sus promesas y para no decir falacias. ¡Si estos hombres no mienten, mucho
menos habrán de mentir los que escuchan la voz, los bodhisattvas y los budas!
En el pasado, cuando el
Buda todavía era un hombre común y practicaba las enseñanzas de los sutras del
Hinayana, se dedicó a observar los cinco preceptos. De todos ellos, el cuarto
estipula que un hombre no debe mentir jamás. El Buda observó firmemente esta
norma y nunca la infringió, ni siquiera sabiendo que acatar ese precepto podía
exponerlo a perder sus bienes o su vida.
Cuando se consagró a
practicar las enseñanzas de los sutras del Mahayana, observó los diez preceptos
principales; de todos ellos, el cuarto establece que nunca hay que mentir.
Observó esta regla sin violarla ni una sola vez durante incontables kalpas,
hasta que, por fin, el poder que le brindó tal obediencia le permitió adquirir
el cuerpo de un buda. Y de los treinta y dos rasgos que caracterizan el cuerpo
de un buda, pudo obtener una lengua larga y ancha.
Esta lengua del Buda es
tan fina, ancha y larga, que al ser extendida cubre el rostro o llega hasta el
nacimiento del cabello, o, incluso, hasta el cielo de Brahma. La lengua en sí
es del color del cobre, y en su superficie tiene grabadas cinco figuras, como
diseños incrustados. Debajo de ella hay dos joyas de las que mana amrita.
El Buda pudo obtener
esta lengua porque observó el precepto de no mentir. Y, con ella, proclamó que
aunque los ojos de los budas de las tres existencias cayeran sobre la tierra,
ninguna mujer en ninguno de los estados de la vida, podría jamás llegar a ser
un buda.
Por eso suponemos que
ninguna mujer, en ningún estado tendría esperanza de lograr la Budeidad. Y de
ser así, también debemos suponer que cuando uno nace con cuerpo de mujer, ni
siquiera le sería de ayuda encumbrarse hasta integrar las tres generaciones de
consortes imperiales, (12) y aunque se dedicara a realizar actos meritorios y a
practicar las enseñanzas del budismo, tampoco esto le serviría de nada.
Sin embargo, el capitulo
-Rey de la Medicina- del Sutra del Loto permite a las mujeres renacer en la
Tierra Pura. ¡Es algo realmente muy extraño! ¿Entonces miente el otro sutra? ¿0
es este el que no dice la verdad? Por mucho que le demos vuelta al asunto,
debemos suponer que uno de los dos sutras esta mintiendo. Y si uno de ellos
miente, entonces un mismo buda dice dos cosas diferentes, lo cual es muy
difícil de creer.
No obstante, en el Sutra
de los infinitos significados, el Buda afirma: “En estos más de cuarenta años,
todavía no he revelado la verdad». Y en el Sutra del nirvana, declara: «Aunque
El Que Así Llega no diga falsedades, si yo supiera que diciendo cosas falsas
[puedo ayudar a los seres vivos a obtener beneficios de la Ley, en bien de
ellos aceptaría lo mejor y diría tales palabras, como medios hábiles]».
En vista de estos
pasajes, parecería ser que el Buda mentía cuando declaró que las mujeres no
podían renacer en la Tierra Pura ni lograr la Budeidad. Y si consideramos las
citas del Sutra del Loto que dicen: «El Honrado por el Mundo lleva largo tiempo
exponiendo sus doctrinas, y ahora es momento de que revele la verdad», (14) en
tal caso debemos concluir que la frase del Sutra del Loto que asegura a las
mujeres el renacimiento en la Tierra Pura y el logro de la Budeidad es una
declaración verdadera, y una expresión de su acatamiento al precepto de no
mentir.
En ciertas ocasiones, cuando un digno hombre del mundo secular tiene un
hijo que se conduce de manera extraña o comete algún grave error, tal vez
reniegue de el diciendo que ya no es su hijo. Incluso para demostrar la
seriedad de su intención, quizá lo proclame por escrito o en forma de
juramento. Pero ante la proximidad de la muerte, lo que hace el padre es perdonar
al hijo. Sin embargo, no por esta razón negaremos que sea un hombre digno o lo acusaremos
de decir falsedades. El Buda también en ciertas ocasiones, actúa de la misma
manera.
Durante los más de
cuarenta años transcurridos desde que se predicaron los primeros sutras, el
Buda reconoció que los bodhisattvas podían acceder al Camino, que también
podían hacerlo las personas comunes, al igual que los hombres y personas de
bondad. Con todo, no admitió que pudieran entrar en el Camino los practicantes
de los dos vehículos, las mujeres o los hombres malvados. Sin embargo, hubo ocasiones
en las que pareció reconocer la posibilidad. Por lo tanto, no pudo determinarse
la verdad acerca de este asunto. Pero cuando finalizó los primeros cuarenta y
dos años de prédica y estaba por comenzar el período de ocho años en que
predicaría el Sutra del Loto en el monte Grídhrakuta, en Rajagriha, reino de
Magadha, lo primero que hizo fue exponer el Sutra de los infinitos
significados. Y en ese sutra declaró: «En estos más de cuarenta años, [todavía
no he revelado la verdad)».
Nichiren
ANTECEDENTES
Se cree que esta carta
fue escrita en el segundo año de Bun'ei (1265), aunque otras versiones le
atribuyen distintas fechas. Tampoco se sabe con certeza quién fue su
destinatario, pero como en la última parte se analiza el logro de la Budeidad
en las mujeres, es posible que haya sido una seguidora; probablemente, la madre
de Nanjo Tokimitsu, el administrador de la aldea de Ueno, en el área de Fuji.
Nichiren Daishonin
comienza esbozando la estructura general del Sutra del loto y esclareciendo el papel
específico que desempeña el capítulo «Rey de la Medicina» dentro del texto.
Luego, explica las primeras cuatro de las diez analogías establecidas en este
capítulo; estas trazan comparaciones con el gran océano, las montañas, la luna,
el sol, el rey que hace girar la rueda, la deidad Shakra, la deidad Brahma, las
personas en los cuatro niveles de iluminación del Hinayana, y los
pratyekabuddhas, los bodhisattvas y el Buda. De esta forma, ilustra la
supremacía del Sutra del Loto por sobre todos los demás sutras y los beneficios
de la fe en esta enseñanza.
Cuando menciona la
analogía del gran océano, se refiere a las diez virtudes que este posee, y a
las descripciones que aparecen en el capítulo «Los beneficios de responder con
alegría» del Sutra del loto sobre el gran beneficio recibido por la
quincuagésima persona sucesiva que se regocija escuchando el sutra.
De esta forma, mediante
las cuatro analogías del océano, las montañas, la luna y el sol, analiza
diversos principios del budismo y afirma que el beneficio del Sutra del ¡oto es
inconmensurable, y que es la única escritura que permite a todos los seres
lograr la Budeidad con la forma física que poseen. Señala que, de los
veintiocho capítulos del Sutra del loto, sólo el capítulo «Duración de la vida»
puede liberar a los seres humanos de los sufrimientos del nacimiento y la
muerte.
A continuación, explica
dos analogías adicionales que aparecen en el capítulo «Rey de la Medicina»: la
del navío que transporta seres humanos a través del mar de las aflicciones del
nacimiento y la muerte, y la del pobre que encuentra riquezas. Así pues,
compara el Sutra del loto con un gran navío y con una montaña de tesoros.
En la última parte de la
carta, escribe sobre las tres clases de obediencia y los cinco impedimentos. En
el pensamiento tradicional secular y budista, se creía que estas limitaciones
constreñían la vida de la mujer. En las enseñanzas predicadas antes que el
Sutra del loto, las mujeres eran vistas como seres incapaces de lograr la
Budeidad. Pero el Daishonin, citando el Sutra de los infinitos significados, el
Sutra del loto y el Sutra del nirvana, declara que las mujeres, con toda
certeza, pueden lograr la Budeidad.
NOTAS
1. Aquí, el término «diez meditaciones» probablemente se refiera
a la meditación que enseña la escuela Tierra Pura, basada en el Sutra del buda
Vida Infinita y en el Sutra de la meditarían sobre el buda Vida Infinita.
Consiste en invocar el nombre del buda Amida diez veces; se dice que conduce a
renacer en la Tierra Pura del buda Amida.
2. El makara (sánscrito) es un gigantesco pez legendario de
dieciocho cabezas y treinta y seis ojos, descrito en Reglas monásticas de la
escuela Sarvastivada.
3. El gran tamaño del cuerpo simboliza la magnitud del
sufrimiento que uno soporta en este infierno.
4. Palabras y frases del«Sutra del loto».
5. Oro que se obtiene cribando sedimentos de un río que corre por
un bosque de árboles jambu en Jambudvipa.
6. Sutra del loto, cap. 23.
7. Ensayo sobre la protección del país.
8. A la tierra del buda
Amida también se la conoce como «Tierra de la Perfecta Felicidad». El Daishonin
utiliza aquí, este término para denotar la iluminación”
9. Kytshu es una ida situada al sur del Japón. «Bando» es otra
denominación de Kanto, región central y oriental del Japón que abarca la actual
Tokio. Enoshima es una pequeña isla ubicada al oeste de Kamakura.
10. Sutra del Loto, cap. 23. «Mundo de la Paz y del Deleite» es
otro de los nombres con que se conoce a la Tierra Pura de la Perfecta
Felicidad.
11. Probablemente, alusión al Sutra de la meditación que eclipsa
la luz solar.
12. Las tres generaciones de consortes imperiales se refieren a
la consorte actual del Emperador, a la de su padre y a la de su abuelo.
13. Sutra del Loto, cap. 2.
14. Ib.,cap. 11.