¿QUÉ ES LA FE? LA FE ABARCA LA VERDAD, EL CORAJE, LA SABIDURÍA Y LA BUENA FORTUNA. INCLUYE LA COMPASIÓN Y LA HUMANIDAD, ASÍ COMO LA PAZ, LA CULTURA Y LA FELICIDAD. LA FE ES ESPERANZA ETERNA; ES EL SECRETO PARA EL AUTO-DESARROLLO SIN LÍMITES. LA FE ES EL PRINCIPIO BÁSICO DE CRECIMIENTO. (LAS DISCUSIONES SOBRE LA JUVENTUD, VOLUMEN 2, PÁGINAS 163/64).

¿QUÉ ES EL BUDISMO? ES EL NOMBRE DADO A LAS ENSEÑANZAS DE UN BUDA. "BUDA" SIGNIFICA "EL ILUMINADO”; ALGUIEN QUE PERCIBE LA ESENCIA O REALIDAD DE LA VIDA EN SU INTERIOR, ES UN SER ILUMINADO A LA VERDAD DE LA VIDA Y DEL UNIVERSO. A DIFERENCIA DE OTRAS RELIGIONES, EL BUDISMO NO ALEGA UNA REVELACIÓN DIVINA. COMIENZA CON UN HOMBRE, QUE A TRAVÉS DE SUS PROPIOS ESFUERZOS Y PERSEVERANCIA, DESCUBRIÓ LA REALIDAD DENTRO DE SÍ Y ENSEÑÓ QUE TODOS PODÍAN HACER LO MISMO. EL BUDA NO PUEDE SER DEFINIDO, COMO UN SER TRASCENDENTAL O SUPREMO. EN ESTE SENTIDO, EL BUDISMO, NO SOLO ES LA ENSEÑANZA DE UN BUDA, SINO LA ENSEÑANZA QUE POSIBILITA A TODAS LAS PERSONAS REVELAR SU NATURALEZA DE BUDA. EL BUDISMO ES UN SISTEMA PRÁCTICO DE ENSEÑANZA QUE NOS PERMITE CONCRETAR EL ESTADO IDEAL DE LA BUDEIDAD… LA PROPIA PERFECCIÓN.

¿QUE ES EL KOSEN-RUFU? “ES LA LUCHA PARA TRANSFORMAR LA VIDA DE LOS SERES HUMANOS, REVIRTIENDO LA OSCURIDAD QUE RESIDE EN EL INTERIOR DE SU VIDA, HACIENDOLO TOMAR CONCIENCIA DE SU NATURALEZA DE BUDA INHERENTE". LA ESENCIA DE “ESTABLECER LA ENSEÑANZA CORRECTA PARA ASEGURAR LA PAZ EN LA TIERRA” ESCRITO POR NICHIREN DAISHONIN, RADICA EN CONSTRUIR UNA RED DE PERSONAS DEDICADAS AL BIEN. PERO COMO ESTA CONTIENDA IMPLICA TRANSFORMAR DE RAÍZ LA VIDA DE LAS PERSONAS PROVOCARA RESISTENCIA EN CIERTOS SECTORES… ESTA GRAN BATALLA ES LA CLAVE PARA CREAR UN MUNDO DE PAZ Y DE FELICIDAD VERDADERAS, UNA TIERRA DE BUDAS.

YIGUIO Y KETA. PRÁCTICA PARA UNO MISMO Y PRÁCTICA PARA LOS DEMÁS. ESTOS ASPECTOS DEL BUDISMO VERDADERO SON: YIGUIO (PRÁCTICA PARA UNO MISMO) Y KETA (PRÁCTICA POR EL BIEN DE OTROS). AMBOS CONSTITUYEN UNA PRÁCTICA COMPLETA. SON COMO DOS RUEDAS QUE FUNCIONAN AL UNÍSONO PARA ADELANTAR NUESTRAS VIDAS, PARA MANIFESTAR NUESTRA ILUMINACIÓN INHERENTE.

¿QUE ES LA SOKA GAKKAI INTERNACIONAL (SGI)?...ES UNA ORGANIZACIÓN BASADA EN EL BUDISMO DE NICHIREN DAISHONIN, INSPIRADA EN EL RESPETO A LA VIDA, LA CONCIENCIA DE LOS DERECHOS HUMANOS, BUSCANDO DESPERTAR EN LAS PERSONAS EL ESPÍRITU DE RECONOCER, RESPETAR Y APRECIAR LAS SEMEJANZAS Y LAS DIFERENCIAS, PERMITIENDOLES FORTALECERSE Y TRANSFORMAR SU INTERIOR PARA DESARROLLAR SU MÁXIMO POTENCIAL, ASUMIENDO LA RESPONSABILIDAD DE SU PROPIA VIDA Y COMPROMETIENDOSE CON LA SOCIEDAD, EMPRENDER ACTIVIDADES EN SU VIDA COTIDIANA, PARA DESPLEGAR LA CAPACIDAD DE VIVIR CON CONFIANZA, CREANDO VALOR EN CUALQUIER CIRCUNSTANCIA Y CONTRIBUYENDO AL BIENESTAR DE AMIGOS, FAMILIARES Y SU COMUNIDAD…

…UNA DE LAS DIFICULTADES QUE LOS LATINOS TIENEN PARA COMPRENDER EL BUDISMO, radica en lo que el término "religión" significa en su ámbito social… Las religiones occidentales tienen sistemas jerárquicos en los que las reglas y los dogmas se establecen desde arriba hacia abajo… Ellas están basadas en la creencia de una deidad sobrenatural… La relación entre el maestro y el discípulo es interpretada como la de una persona que ciegamente, sigue a otra… VER MAS…

EL ESFUERZO DE NO RENDIRSE JAMAS. Vivimos una vida fragmentada y llena de conflictos. Estamos divididos en centenas de grupos de seres humanos, limitados por el miedo, la vergüenza, la culpa, la ira, las obsesiones y las emociones… esta lucha interna hace que no nos podamos entender… ¿Por que pasa esto...? VER MAS…

LA RECITACION DE LOS CAPITULOS “MEDIOS HABILES” Y “DURACION DE LA VIDA”. Carta a la esposa de Hiki Daigaku Saburo Yoshimoto. Este Ghoso, nos acerca a un precepto conocido como “seguir las costumbres de la región”. El significa que, mientras no esté en juego ninguna trasgresión grave, no se debe ir contra las tradiciones y costumbres de un país, región o comunidad, aunque debamos apartarnos ligeramente de las enseñanzas. Este criterio fue establecido por el Buda... VER MAS…

LAS REUNIONES DE DIALOGO O ZADANKAI, SON UN OASIS…En la actualidad, el egoísmo desmedido, provoca profundos trastornos en el corazón humano y estamos perdiendo la coexistencia con la naturaleza; por ello estos mini cónclaves de miembros de todas las edades, razas, intereses y antecedentes, son un foro de intercambio rico y refrescante. En un mundo afectado por la "DESERTIFICACION SOCIAL", estas reuniones son un oasis, en el que los seres humanos en forma individual, se esfuerzan en concretar la paz mundial y la prosperidad de la sociedad humana. ...Como budistas, al establecer una condición de paz interior en la vida cotidiana, contribuimos con la paz del mundo, posibilitando a cada uno, desarrollar su potencial inherente... VER MAS…

14. EL DAIMOKU DEL SUTRA DEL LOTO. NICHIREN, SEGUIDOR DEL GRAN MAESTRO KOMPON [DENGYO]. Escrita a una mujer de avanzada edad. (Los escritos de Nichiren Daishonin, Soka Gakkai, Páginas 148/162).

NAM-MYOHO-RENGE-KYO.
   Pregunta: ¿Es posible, sin entender el significado del Sutra del loto, con sólo entonar los cinco o siete ideogramas de Nam-myoho-renge-kyo una vez por día, una vez por mes, o sólo una vez por año, o una vez en una década o en toda una existencia, evitar ser arrastrados a cometer malas acciones graves o triviales, salvarse de caer en los cuatro malos caminos y, en cambio, llegar con el tiempo al estado del que no se retrocede?
   Respuesta: Sí, es posible.
  
   Pregunta: Uno podrá hablar del fuego, pero no se quemará hasta que ponga la mano en las llamas. Uno podrá decir «¡Agua, agua!», pero jamás saciará la sed a menos que la beba. Entonces, ¿cómo puede alguien, con sólo entonar el daimoku de Nam-myoho-renge-kyo, sin entender lo que significa, escapar de los malos caminos de la existencia?
   Respuesta: Dicen que si uno toca un koto encordado con tendones de león, el sonido rompe todas las otras clases de cuerdas. Y que con sólo escuchar las palabras «ciruelas agridulces», a uno se le hace agua la boca. Si incluso en la vida cotidiana existen portentos semejantes, ¡cuánto mayores deberán ser los prodigios del Sutra del loto.
   Se ha sabido de loros que, con sólo repetir las cuatro nobles verdades del Hinayana, pudieron renacer en los cielos, (1) y de hombres que, con sólo respetar los tres tesoros, se salvaron de ser devorados por un gigantesco pez. (2) ¡Cuánto más eficaz, entonces, es el daimoku del Sutra del loto, corazón de las ochenta mil enseñanzas sagradas del budismo y ojo de todos los budas! ¿Cómo puede usted dudar de que entonándolo logrará eludir los cuatro malos caminos?
   En el Sutra del loto, la enseñanza donde el Buda sinceramente descartó los medios hábiles, se dice que uno sólo puede «obtener el acceso a través de la fe».(3) Y el Sutra del nirvana, que el Buda predicó en el bosque de árboles sal el último día de su vida, señala: «Aunque haya innumerables prácticas que conduzcan a la iluminación, si uno enseña la fe está incluyendo todas esas prácticas».
   Así pues, la fe es el requisito básico para entrar en el Camino del Buda. En los cincuenta y dos niveles de la práctica del bodhisattva, los primeros diez, referidos a la fe, son básicos; el primero de estos diez niveles es aquel en que se hace surgir una fe pura. La persona de fe, así carezca de conocimientos sobre el budismo, así tenga poca capacidad intelectual, será reconocida como alguien de ideas correctas. Pero aunque alguien tenga ciertos conocimientos sobre el budismo, si carece de fe será visto como una persona que actúa contra la Ley, un icchantika o un ser de incredulidad incorregible.
   El monje Sunakshatra observó los doscientos cincuenta preceptos, dominó los cuatro niveles de meditación y conoció en profundidad las doce divisiones de las escrituras, mientras que Devadatta memorizó las sesenta mil enseñanzas no budistas y las ochenta mil doctrinas budistas, v pudo manifestar con su cuerpo dieciocho poderes milagrosos.(4) Pese a ello, se dice que estos hombres, por tener conocimientos pero carecer de fe, hoy están en la gran fortaleza del infierno Avichi. Mahakashvapa y Shariputra, por otro lado, no tenían conocimientos pero eran personas de fe, y por ese motivo el Buda predijo que llegarían a ser, respectivamente, Fulgor de Flor El Que Así Llega y El Que Así Llega Brillo de Luz. El Buda señaló: «Si uno albergara dudas [con respecto a este sutra y no creyera en él, caería de inmediato en los malos caminos».(5) Estas palabras se refieren a los que poseen conocimientos. pero carecen de fe.
   Y sin embargo, los estudiosos contemporáneos preguntan: «¿Cómo es posible que, con sólo entonar Nam-myoho-renge-kyo con fe, pero sin comprensión, uno esquive los malos caminos?». Si aceptamos las palabras del sutra, a aquellos les será difícil librarse de caer en la gran fortaleza del infierno Avichi.
   De tal suerte, como hemos visto, aun aquellos que no tengan entendimiento podrán eludir los malos caminos si entonan Nam-mioho-renge-kyo. Es como la flor de loto que gira acompañando el movimiento del sol, aunque no tenga mente que la diríja, o como el plátano que crece con el sonido del trueno, aunque no tenga oídos. (6) Nosotros somos como el loco o el plátano, y el daimoku del Sutra del loto es como el sol o el trueno.
   La gente dice que si uno se ata al cuerpo un trozo de cuerno de rinoceronte vivo y se interna en el agua,(7) esta se mantendrá a un metro y medio (8) de distancia. También dice que, cuando un árbol de sándalo desenrolla una de sus hojas, desaparece el hedor de los árboles de eranda en un radio de cuarenta yojanas.
   En este caso, nuestro mal karma puede compararse con los árboles de eranda o con el agua, y el daimoku del Sutra del loto, con el cuerno de rinoceronte o con la hoja de sándalo.
   Los diamantes son tan duros que casi no hay sustancia que pueda cortarlos; y sin embargo, se tallan con el cuerno de un carnero o el caparazón de una tortuga. Las ramas del árbol de nyagrodha (9) son tan robustas que hasta las aves más grandes pueden encaramarse sobre ellas sin quebrarlas; y, sin embargo, son vulnerables al pájaro sastre,(10) tan pequeño que casi podría anidar en las pestañas de un mosquito. Aquí, nuestro mal karma es análogo al diamante o al árbol de nyagrodha, y el daimoku del Sutra del loto, al cuerno de carnero o al pájaro sastre. El ámbar atrae el polvo, y el imán, las partículas de hierro; aquí, nuestro mal karma es como el hierro o el polvo, y el daimoku del Sutra del loto, como el ámbar o el imán. Si consideramos estas [analogías, podremos ver por qué] siempre deberíamos entonar Nam-myoho-renge-kyo.
   El primer volumen del Sutra del loto señala: «Durante incalculables, innumerables kalpas, es raro que uno llegue a escuchar esta Ley».(11) Y en el quinto volumen dice: «Con respecto a este Sutra del loto, a través de tierras incontables uno no puede oír su nombre siquiera».(12) Así pues, es muy poco habitual oír el nombre del Sutra del loto. Los budas Sushanta (13) y Muchos Tesoros aparecieron en el mundo, pero no llegaron a pronunciar siquiera el nombre del Sutra del loto. Y aunque Shakyamuni El Que Así Llega hizo su advenimiento expresamente con el fin de predicar el Sutra del loto, mantuvo el nombre de este sutra en secreto y no se refirió a él ni una sola vez en cuarenta y dos años. Sólo comenzó a entonar Myoho-renge-kyo, el daimoku del Sutra del loto, a sus setenta y dos años. Sin embargo, los pueblos de países lejanos, como la China y el Japón, no pudieron escucharlo en aquel momento. Pasaron mil años antes de que en la China se pudiera oír tan sólo el nombre del sutra, y otros trescientos cincuenta o más, antes de que pudiera ser escuchado en el Japón.
   Encontrar este sutra, entonces, es tan extraordinario como la floración del capullo de udumbara, que se produce una vez cada tres mil años, o como la probabilidad de que una tortuga tuerta halle un tronco de sándalo a flote, cosa que sucede apenas una vez en innumerables, ilimitados kalpas.
   Supongamos que uno clavara una aguja en la tierra con la punta hacia arriba, y desde el palacio celestial del gran rey Brahma se pusiera a arrojar diminutas semillas de mostaza. Acertar y clavar una semilla en la aguja le costaría menos que encontrar el daimoku del Sutra del loto. O supongamos que uno, posado en determinado mundo, clavara una aguja con el ojo hacia arriba sobre el monte Sumeru y luego, desde la cumbre del monte Sumeru de otro planeta, en un día muy ventoso, tratara de lanzar un hilo hasta la otra montaña para enhebrar la aguja. Ensartar el hilo le costaría menos que encontrar el daimoku del Sutra del loto.
   Por lo tanto, cuando entone el daimoku de este sutra debe tener presente que es una alegría superior incluso a la que sentiría un ciego de nacimiento si recuperara la vista y pudiera ver a sus padres, o un acontecimiento más extraordinario que si un hombre capturado por un enemigo poderoso recuperara la libertad y regresara junto a su esposa e hijos.

Pregunta: ¿Qué pruebas documentales puede ofrecer para mostrar que uno debería entonar sólo el daimoku?
Respuesta: El octavo volumen del Sutra del loto de la Ley prodigiosa señala que quien acepte y practique apenas el nombre del Sutra del loto disfrutará de inmensa buena fortuna. El Sutra del loto de la Ley correcta dice que si uno escucha este sutra, proclama su título y cree en él, disfrutará de méritos inconmensurables. Y el Texto ampliado del «Sutra del loto de la Ley prodigiosa» afirma que quien acepte y practique el nombre del Sutra del loto disfrutará de infinita buena fortuna. Estas declaraciones indican que la buena fortuna que uno acumula con sólo entonar el daimoku supera toda medida imaginable.
   Lo que llamamos «práctica amplia» consiste en aceptar los ocho volúmenes y los veintiocho capítulos del Sutra del loto, mantenerlos, leerlos, recitarlos, regocijarse en ellos y protegerlos. La «práctica abreviada» consiste en aceptar, mantener y proteger los capítulos «Medios hábiles» y «Duración de la vida». Y la «práctica esencial» consiste tan sólo en entonar una estrofa de cuatro frases o el daimoku, y proteger a aquellos que lo hacen. Por lo tanto, de estas tres clases de práctica -amplia, abreviada y esencial-, el daimoku se define como la práctica esencial.

   Pregunta: ¿Cuán grandes son los beneficios contenidos en los cinco ideogramas de Myoho-renge-kyo?
   Respuesta: El gran océano contiene en su totalidad los numerosos ríos que desembocan en él; la gran tierra contiene todos los seres animados e inanimados; la gema que concede los deseos es capaz de prodigar un sinfín de tesoros, y el rey celestial Brahma gobierna la totalidad de los tres mundos. Los cinco caracteres de Myoho-renge-kyo pueden compararse con todas estas cosas; en ellos quedan contenidos todos los seres de los nueve estados, y los del estado de Budeidad. Y ya que todos los seres de los diez estados están contenidos en ellos, también lo están sus ambientes.
   Primero, examinemos el hecho de que los cinco ideogramas, Myoho-renge-kyo, contengan la totalidad de las enseñanzas. El carácter kyo o ‘sutra es el rey de todas las enseñanzas; todos los demás sutras quedan comprendidos en él. El Buda apareció en el mundo y, durante cincuenta años, predicó ochenta mil enseñanzas sagradas. Se dice que, en aquella época, la duración de la vida humana era de cien años. El Buda falleció en mitad de la noche, el decimoquinto día del segundo mes, en el año con el signo cíclico mizunoe-saru.(14) A partir de entonces, durante los noventa días de la temporada estival, o durante el período comprendido entre el octavo día del cuarto mes y el decimoquinto día del séptimo mes de ese mismo año, mil arhats se reunieron en el recinto de compilación a asentar todos los sufras por escrito.
   Después de eso, durante los mil años del Primer Día de la Ley, todos estos sutras se diseminaron en las cinco regiones de la India, pero no llegaron hasta el territorio chino. Los sutras budistas entraron por primera vez en la China en el decimoquinto año del Día Medio de la Ley [mil quince años después de la muerte del Buda]. Esto ocurrió durante el año con el signo cíclico hinoto-u, décimo de la era Yung-p’ing (67 d. C.), en el reinado del emperador Ming de la dinastía Han posterior. A partir de ese momento, hasta el año con el signo cíclico kanoe-uma, decimoctavo año de la era K’ai-yüan (730 d. C.), durante el reinado del emperador Hsüan-tsung de la dinastía T’ang, se dirigieron a la China ciento setenta y seis traductores llevando consigo mil setenta y seis sufras, obras sobre la disciplina y tratados: cinco mil cuarenta y ocho volúmenes en total, guardados en cuatrocientas ochenta cajas de rollos. Todas estas escrituras sagradas son seguidoras de ese solo ideograma kyo del Sutra del loto.
De los sutras que el Buda predicó durante más de cuarenta años antes de comenzar a exponer el Sutra del loto, hay uno llamado el Sutra de la guirnalda de flores del buda Grande e Inmenso. Este sutra fue conservado en el palacio del Rey Dragón en tres versiones distintas. La primera tiene tantos capítulos como las partículas de polvo de diez grandes sistemas planetarios; la segunda contiene cuatrocientos noventa y ocho mil ochocientos versos, y la tercera, cien mil versos en cuarenta y ocho capítulos. Fuera de estas tres versiones, en la China y en el Japón sólo se han preservado las versiones más breves, como la de ochenta volúmenes y la de sesenta volúmenes.(15)
   Además, están los Sutras agama del Hinayana, y los diversos sutras del Mahayana, de los períodos Correcto e Igual, y de la Sabiduría. De estos últimos, el texto sánscrito del Sutra Mahavairochana dedica un total de tres mil quinientas estrofas tan sólo a la explicación de los cinco ideogramas del mantra amrahakha, (16) para no hablar de las incontables estrofas que emplea describiendo las semillas, formas augustas y samayas (17) de los muchos honorables. Sin embargo, en la China el texto existe en un formato que abarca apenas seis o siete volúmenes. El Sutra del nirvana, que el Buda predicó en el bosque de árboles sal en su último día, se conserva en la China en una versión que sólo cubre cuarenta volúmenes, aunque en este caso, también, las versiones sánscritas del texto sean mucho más largas. Todos estos diversos sutras son seguidores del Sutra del loto, la enseñanza más profunda de Shakyamuni El Que Así Llega. Además, todos los sutras expuestos por los siete budas del pasado,(18) los mil budas o los budas de hace incontables kalpas, así como las enseñanzas predicadas por los budas que actualmente viven en las diez direcciones, son seguidores del ideograma kyo del Sutra del loto.
   Así pues, en el capítulo «Rey de la Medicina» del Sutra del loto, el Buda se dirige al bodhisattva Flor del Rey de la Constelación y le dice que, así como el océano supera todos los ríos, arroyos y corrientes de agua, así como el monte Sumeru es la más prominente de las montañas, así como la Luna es el más notable de los cuerpos celestes [del mismo modo, el Sufro del loto es el mejor de todos los sufras]. El gran maestro Miao-lo dice en su comentario que el Sufra del loto es «el mejor de todos los sufras predicados en el pasado, predicados en el presente o por predicar en el futuro».(19)
   En ese solo ideograma kyo están contenidos todos los sutras de los mundos de las diez direcciones. Es como la gema que concede los deseos, que encierra en sí misma toda clase de tesoros, o como la inmensidad del espacio, que incluye todos los fenómenos. Y como este solo ideograma kyo, de Myoho-renge-kyo, es el logro supremo del Buda a lo largo de toda una vida de enseñanza, los otros cuatro ideogramas — myo, ho, ren y ge— también superan las otras ochenta mil doctrinas que expuso el Buda.
   Ahora bien, con respecto al ideograma myo, el Sutra del loto afirma: «Este sufra abre el portal de los medios hábiles y muestra la forma de la verdadera realidad».20 El gran maestro Chang-an señala: «myo significa revelar las profundidades del arca secreta».(21) El gran maestro Miao-lo dice acerca de esto: «Revelar significa abrir».(22) Por ende, el ideograma myo significa «abrir».
   Aunque uno tenga un arca llena de tesoros, si no posee la llave no podrá abrirla, y si no consigue abrirla, tampoco podrá ver los tesoros que hay en su interior. El Buda predicó el Sutra de la guirnalda de flores, pero no expuso allí la llave para abrir ese sutra. Del mismo modo, en los más de cuarenta años posteriores, predicó los sutras de los períodos Agama, Correcto e Igual, y de la Sabiduría, y también el Sutra de la meditación, pero no reveló su significado. Sus puertas se mantuvieron cerradas y, por lo tanto, nadie pudo entender dichas enseñanzas. Aun cuando las personas creyeron comprender, en realidad su entendimiento era distorsionado.
   Pero entonces el Buda predicó el Sutra del loto y, de esa forma, abrió las arcas de los sutras. Y por primera vez en más de cuarenta años, todas las personas de los nueve estados pudieron ver los tesoros guardados en su interior. Para dar una analogía, aunque en la tierra vivan seres humanos y animales, plantas y árboles, sin la luz del sol o de la luna ni siquiera las personas de aguda visión podrían distinguir su forma y color. Sólo cuando estos astros se elevan es posible discernir por primera vez qué apariencia tienen todas las cosas. Las enseñanzas anteriores al Sutra del loto estaban envueltas en la penumbra de una larga noche, pero las enseñanzas teórica y esencial del Sutra del loto fueron como el sol y la luna.
   Entre los Bodhisattvas que veían bien con ambos ojos, la gente de los dos vehículos de visión estrábica, las personas comunes de ojos ciegos, o los icchantika ciegos de nacimiento, no había uno solo que pudiese discernir el verdadero color o la auténtica forma de las cosas mediante los sutras anteriores. Pero cuando se expuso el Sutra del loto y salió la luna de la enseñanza teórica, primero obtuvieron la iluminación los bodhisattvas que veían bien con ambos ojos, y, luego, la gente de los dos vehículos con su visión estrábica. A continuación, se abrieron los ojos ciegos de las personas comunes y, por fin, hasta los icchantikas, que eran ciegos de nacimiento, pudieron establecer una relación con el Sutra del loto y, a partir de este vínculo, tuvieron la certeza de que, en el futuro, sus ojos también se abrirían. Y todo esto se debió a la virtud del ideograma myo.
   Hay dos principios místicos o myo expuestos en el Sutra del loto. Uno, en los primeros catorce capítulos, que constituye la enseñanza teórica; el otro, en los catorce últimos, que representa la enseñanza esencial.(23) Desde otro punto de vista, hay veinte principios místicos: (24) diez, en la enseñanza teórica, y diez, en la enseñanza esencial. O hay sesenta principios místicos: (25) treinta, en la primera, y treinta, en la segunda. Y, desde otra perspectiva incluso, pueden identificarse cuarenta principios místicos (26) en cada mitad del Sutra del loto. Si se agregan a los cuarenta principios místicos referidos a la observación de la vida, (27) se verá que el solo ideograma myo contiene en total ciento veinte principios místicos o myo.
   Hay un principio místico o myo fundamental que subyace a cada uno de los 69.384 ideogramas que constituyen el Sutra del loto. Por eso, el Sutra del loto abarca un total de 69.384 principios místicos.
   En la India, myo se dice sad, y en la China. miao. Myo significa “estar plenamente dotado”, lo cual, a su vez, denota lo «perfecto y pleno». Cada palabra e ideograma del Sutra del loto contiene dentro de si la totalidad de los 69.384 caracteres que forman el sutra. Para mostrarlo con un ejemplo, una gota del gran océano contiene en si misma las aguas de todos los ríos que confluyen en él; una sola gema que concede los deseos, aun diminuta como una semilla de mostaza, es capaz de otorgar los mismos tesoros que uno obtendría con todas las gemas de los deseos que existen.
   Para dar otra analogía, las plantas y los árboles se marchitan y pierden sus hojas en otoño e invierno, pero cuando el sol los entibia en primavera y verano, asoman brotes y hojas nuevas en sus ramas, y luego, flores y frutos. Antes de que se predicara el Sutra del loto, las personas de los nueve estados eran como plantas y árboles en otoño e invierno. Pero cuando el ideograma myo del Sutra del loto brilló sobre ellas, como el sol vernal y estival, se abrió en ellas la flor del deseo de la iluminación, y brotó el fruto de la Budeidad o del renacimiento en la tierra pura [del Pico del Aguila].
   El bodhisattva Nagarjuna dice, en su Tratado sobre la gran perfección de la sabiduría: «[El Sutra del loto] es como un gran médico capaz de convertir el veneno en remedio». Esta cita aparece en un fragmento del Tratado sobre la gran perfección de la sabiduría que explica las virtudes inherentes al ideograma myo del Sutra del loto. El gran maestro Miao-lo observa: «Como [el Sutra del loto] puede curar lo que se cree incurable, se lo llama myo o “maravilloso”».(28)
   En general, hay cuatro clases de personas con grandes dificultades para lograr la Budeidad o renacer en la Tierra Pura. En primer lugar, los que están predestinados a los dos vehículos; (29) en segundo término, los icchantikas; en tercer lugar, los que se aferran a la doctrina del vacío, (30) y por último, los que actúan contra la Ley. Pero mediante el Sutra del loto, todas estas personas pueden llegar a ser budas. Por eso, al Sutra del loto se lo llama “myo”.
   Devadatta fue hijo mayor del rey Dronodana y sobrino del rey Shuddhodana [padre del buda Shakyamuni], de modo que era primo del Buda. Y también era hermano mayor del honorable Ananda, discípulo del Buda. Por ello, no era un hombre de baja estirpe en el continente meridional de Jambudvipa. Se hizo discípulo del monje Sudaya (31) y adoptó la vida religiosa. El honorable Ananda le enseñó los dieciocho poderes milagrosos, y aprendió de memoria las sesenta mil enseñanzas de las escuelas no budistas y las ochenta mil enseñanzas del budismo. Observó las cinco prácticas ascéticas (32) y a muchos les pareció que era casi más puro y virtuoso que el Buda. Con la ambición de llegar a ser un gran líder como este, osó cometer la grave falta de romper la unión entre los miembros de la Orden budista, estableciendo su propia plataforma de ordenación en el monte Gayashirsha (33) e invitando a los discípulos de Shakyamuni a pasarse a sus filas. Confesó al príncipe heredero Ajata-shatru: «Planeo asesinar a Shakyamuni y ser el nuevo buda. ¡Debes matar a tu padre, el rey [Bimbisara], y ocupar su lugar como nuevo monarca!».
   Cuando, en efecto, el príncipe heredero Ajatashatru hubo matado a su padre, Devadatta vigiló las actividades del Buda y, valiéndose de un gran peñasco, le causó una herida sangrante. También golpeó y asesinó a la monja Utpalavarna, que había alcanzado el nivel de arhat. Como esto permite apreciar, cometió incuestionablemente tres de las cinco faltas capitales.
   Además, con el honorable Kokalika como discípulo y el rey Ajatashatru como protector, Devadatta comenzó a atraer seguidores por doquier, hasta que en las cinco regiones de la India, con sus dieciséis grandes Estados, sus quinientos Estados medianos y sus diez mil Estados pequeños, cada alma culpable de haber cometido una, dos o tres faltas capitales acabó siendo miembro de su agrupación. Todas estas personas se congregaban a su alrededor así como los numerosos ríos convergen en el gran océano, o como las plantas y árboles se concentran sobre una gran montaña. Y del mismo modo en que las personas de sabiduría se reunían en torno a Shanputra, y los que tenían poderes trascendentales buscaban a Maudgalyayana, así las malas personas se juntaban alrededor de Devadatta.
   Como resultado de esto, en la gran tierra —que mide ciento sesenta y ocho mil yojanas de espesor y descansa sobre un círculo ventoso (34) duro como el diamante— se abnó una hondonada en la
cual Devadatta cayó vivo a la gran fortaleza del infierno del sufrimiento incesante. Kokalika, su principal discípulo, también cayó vivo en el infierno, como lo hicieron Chincha -hija de un brahmán-, el rey Virudhaka y el monje Sunakshatra. Y además, todo esto fue observado por el pueblo de la India, en sus cinco regiones y sus dieciséis grandes Estados, sus quinientos Estados medianos y sus diez mil Estados pequeños. Y de la suerte que aquellos corrieron también fueron testigos las personas de los seis cielos del mundo del deseo y de los cuatro cielos de la meditación, y los seres en los mundos de la forma y de lo informe, (35) incluidos Brahma, Shakra, el Rey Demonio del Sexto Cielo y el rey Yama.
   Habiendo escuchado todo esto los seres del gran sistema planetario y de los mundos de las diez direcciones, concluyeron en forma unánime que, aunque pasaran tantos kalpas como partículas de polvo hay sobre la tierra, Devadatta y los otros jamás escaparían de la gran fortaleza del infierno del sufrimiento incesante. Y que, aunque el monolito que marca la duración de un kalpa se erosionara por completo, seguirían sufriendo en el infierno Avichi. ¡Entonces, qué sorprendente resulta que, en el capítulo «Devadatta» del Sutra del loto, el buda Shakyamuni haya revelado que Devadatta había sido su maestro en una existencia anterior, y haya predicho que, en el futuro, este lograría la iluminación con el nombre de El Que Así Llega Rey Celestial! Si los sutras predicados con anterioridad al Sutra del loto son ciertos, en tal caso el Sutra del loto es una mentira flagrante. Pero si este último es verdadero, entonces los sutras anteriores son culpables de haber perpetrado los más inadmisibles engaños.
   Si Devadatta —quien cometió tres de las cinco faltas capitales y, además, fue culpable de infinidad de otras ofensas pudo llegar a ser El Que Así Llega Rey Celestial, no puede haber duda de que las otras personas culpables de cometer sólo una o dos de las faltas capitales también podrán acceder sin falta al Camino. Pues si la gran tierra puede dar vueltas, naturalmente también lo harán las plantas y árboles que hay en ella. Y si uno puede triturar la piedra más dura, sin duda podrá aplastar la tierna hierba. Por lo tanto, al Sufra del loto se lo llama «myo».
   Ahora, yendo al tema de las mujeres, vemos que a estas se las condena en términos rotundos, tanto en los escritos budistas como en los no budistas. Las obras conocidas como los Tres registros y los Cinco cánones de los Tres Soberanos y Cinco Emperadores de la antigua China las describen como seres aduladores y retorcidos. Por tal motivo, se dice que las tres mujeres de la Antigüedad (36) provocaron la aparición de desastres. Así pues, se afirma que ellas causan la ruina de una nación y de su pueblo.       
   En el Sutra de la guirnalda de flores, la primera gran enseñanza que predicó el Buda luego de su iluminación, señala: “Las mujeres son mensajeras del infierno que pueden destruir las semillas de la Budeidad. Su aspecto tal vez se asemeje al de los bodhisattvas, pero su corazón es como el de los demonios yakshas».(37) El Sutra del nirvana, la última enseñanza que el Buda transmitió en el bosque de árboles sal, sostiene: «Todos los ríos y arroyos son invariablemente sinuosos y llenos de meandros, y todas las mujeres son invariablemente aduladoras y retorcidas». También dice: «Si se apilaran todos los deseos e ilusiones de todos los hombres en todo el gran sistema planetario, no serían más grandes que el impedimento kármico de una sola mujer».
   Cuando el Sutra de la guirnalda de flores afirma que las mujeres «pueden destruir las semillas de la Budeidad», quiere indicar que calcinan y queman las semillas que, de otro modo, les permitirían llegar a ser budas. Cuando, en épocas de gran sequía, las nubes se juntan en el cielo y rompe a llover torrencialmente, la infinidad de plantas y árboles marchitos que hay en la tierra florecen y dan fruto. Pero esto no ocurre con las semillas que han sido quemadas. Estas no germinan jamás; por el contrario, las lluvias torrenciales hacen que se pudran.
   Ahora bien, el Buda es como los pesados nubarrones; sus enseñanzas son como el fuerte aguacero, y las plantas y árboles resecos son como los seres vivos. Cuando estos, regados por la lluvia de las enseñanzas budistas, observan los cinco preceptos, los diez buenos preceptos y las prácticas de meditación —todos generadores de mérito—, entonces logran dar flor y fruto. Las semillas quemadas que, en vez de germinar, se pudren cuando son humedecidas por la llovizna se comparan con las mujeres, que al tomar contacto con las enseñanzas budistas, lejos de erradicar las aflicciones del nacimiento y la muerte, se apartan de la verdad del budismo y caen en los malos caminos. A esto se refiere el sutra cuando dice que las mujeres «pueden destruir las semillas de la Budeidad».
   El pasaje del Sutra del nirvana antes citado afirma que, así como todos los ríos y arroyos tienen recodos y meandros, también las mujeres son retorcidas y perversas. Como el agua es un líquido adaptable, cuando algún objeto resistente se interpone en su curso —como una roca o un promontorio—, se divide en dos brazos o toma una curva, y va abriéndose paso por un lado o por el otro. Las mujeres son así: su mente es dócil y débil. Aunque crean que determinado camino es correcto, si se topan con la firme voluntad de un hombre y ven que esta obstruye su curso, entonces giran hacia otro rumbo, distinto del que originalmente se proponían seguir.
   Por otro lado, aunque uno trace dibujos en la superficie de las aguas, ni uno sólo perdura. Las mujeres son iguales, pues su característica más saliente es la falta de constancia. Por eso, en determinado momento piensan de una manera, y al rato adoptan una opinión diferente. Pero el rasgo esencial de un buda es la honestidad y la naturaleza directa y franca. Por eso las mujeres, con su tendencia voluble, jamás pueden llegar a ser budas.
   Las mujeres están sujetas a padecer los cinco impedimentos y las tres clases de obediencia. Así pues, el Sutra Mujer Plateada sostiene que aunque los ojos de los budas de las tres existencias cayesen al suelo, ninguna mujer conseguiría lograr la Budeidad. El Tratado sobre la gran perfección de la sabiduría dice que es más fácil atrapar el viento que capturar la mente de una mujer.
   Sin embargo, pese a que todos los seres de sexo femenino habían sido tan despreciados en los diversos sutras, cuando el bodhisattva Manjushrí pronunció el ideograma myo, una mujer pudo convertirse en un buda al instante. Tan extraordinario fue este suceso que provocó las protestas del bodhisattva Sabiduría Acumulada, el discípulo más prominente del buda Muchos Tesoros en el Mundo de la Pureza de los Tesoros, y del honorable Sharíputra, conocido por descollar en sabiduría entre los discípulos de Shakyamuni El Que Así Llega. Estos alegaron que de acuerdo con todos los sutras del Mahayana y del Hinayana predicados por el Buda con anterioridad, durante más de cuarenta años, la hija del Rey Dragón nunca había podido llegar a ser buda. Sin embargo, finalmente sus argumentos de nada sirvieron, y ella, de manera incuestionable, logró la Budeidad.
   Así pues, hubo una tremenda contradicción entre el pasaje del primer sutra en el cual el Buda declaró que las mujeres «pueden destruir las semillas de la Budeidad», y el de su último sermón en el bosque de árboles sal, donde dijo que «los ríos y arroyos son invariablemente sinuosos y llenos de meandros». Las nociones reflejadas en el Sutra Mujer Plateada y en el Tratado sobre la gran perfección de la sabiduría resultaron ser un disparate. Sabiduría Acumulada y Shariputra se vieron obligados a cerrar la boca y refrenar la lengua, mientras que todos los seres humanos y celestiales presentes en el gran encuentro donde se estaba predicando el Sutra del loto unieron las palmas de las manos en un arranque de júbilo. Y todo esto se debió, en cada aspecto, a la virtud del ideograma myo.
   En este continente meridional de Jambudvipa, hay dos mil quinientos ríos, v cada uno de ellos es sinuoso. Son tortuosos como la mente de las mujeres de Jambudvipa. No obstante, hay uno llamado Sahaya, (38) cuya corriente es recta como una cuerda bien tensa, y desemboca directamente en el mar occidental. La mujer que tiene fe en el Sutra del loto es como este río, pues avanzará sin desviarse hacia la Tierra Pura del Oeste.(39) Así es la virtud inherente al ideograma myo.
   Myo significa «revivir»; es decir, volver a la vida. Por ejemplo, se dice que aunque el polluelo de una grulla amarilla muera, si su madre invoca el nombre de Tzu-an (40) el ave muerta volverá a la vida. Asimismo, en el caso de los peces y moluscos que mueren envenenados cada vez que el ave ponzoñosa llamada chen se interna en el agua, (41) se dice que si tocan un cuerno de rinoceronte todos reviven. De la misma manera, en los sutras anteriores al Sutra del loto se dice que las personas de los dos vehículos, los icchantikas y las mujeres han quemado las semillas para llegar a ser budas. Pero, sí se aferran a este ideograma myo, harán revivir sus calcinadas semillas de Budeidad.
   T'ien-t'ai afirma: «Los icchatitikas o personas de incredulidad incorregible también tienen capacidad espiritual, así que el logro de la iluminación sigue siendo posible para ellos. Pero las personas de los dos vehículos han aniquilado la conciencia y, por eso, no pueden cultivar en su mente el objetivo de aspirar a la iluminación. Y sin embargo, el Sutra del loto es capaz de curarlos, y por eso se llama myo o “maravilloso”».(42) Miao-lo dice: «La razón por la cual se dice que los demás sutras son “grandes” pero no así myo es, sencillamente, porque es fácil curar a los que tienen capacidad espiritual, pero difícil curar a los que no la poseen. Como [el Sutra del loto] puede curar lo que se cree incurable, se lo llama myo o “maravilloso”».(43)
   Estos pasajes se refieren al hecho de que enseñanzas como el Sutra de la guirnalda de flores del buda Grande e Inmenso, el Sutra de la gran compilación, el Sutra de la gran perfección de la sabiduría y el Gran sutra del nirvana llevan, todos, la palabra «gran» [o «grande»] en el título, pero no contienen el ideograma myo, o prodigioso. Es así porque sólo pueden curar a los vivos, mas no a los muertos. Sin embargo, el Sutra del loto puede curar a los muertos y a los vivos, y, por ende, lleva en el título [Myoho-renge-kyo] el carácter myo.
   De tal forma, los demás sutras no permiten que lleguen a ser budas personas que, por derecho propio, deberían poder hacerlo. Pero con el Sutra del loto, pueden lograr la Budeidad aun aquellos a los cuales, en condiciones normales, les sería imposible, para no hablar de los seres a quienes les resulta relativamente fácil. En vista de ello, en todo el tiempo transcurrido desde que se predicó el Sutra del loto, no debería haber una sola persona que creyese en otros sutras.
   Ya han pasado los dos milenios de los dias Primero y Medio de la Ley, y nos encontramos a comienzos del Ultimo Día.
   En una época como esta, a las personas comunes lograr la Budeidad o renacer en la Tierra Pura les resulta cien, mil, diez mil, un millón de veces más difícil que a los practicantes de los dos vehículos o a los icchantikas que vivieron en tiempos del Buda. Y sin embargo, hoy en día las personas creen que si confían en el Sutra de la meditación o en alguna otra de las enseñanzas expuestas en los cuarenta y tantos años anteriores a la prédica del Sutra del loto, podrán eludir los sufrimientos del nacimiento y la muerte. ¡Qué esfuerzo inútil, qué tremendamente inútil!
   Las mujeres, tanto las que vivieron en los tiempos del Buda como las de los días Primero, Medio o Ultimo de la Ley, no pueden lograr la Budeidad mediante ninguna enseñanza excepto el Sutra del loto. No pueden serles de ayuda ninguno de los otros sutras predicados por buda alguno en ningún lugar. El gran maestro T’ien-t ai Chih-che, que escuchó las enseñanzas del Buda en el Pico del Aguila (44) y, luego, experimentó un despertar en el sitio de la meditación, señaló de manera inequívoca: «Los demás sutras sólo predicen la Budeidad [...] a los hombres, mas no a las mujeres; [...] este sutra predice la Budeidad a todos». (45)
   Shakyamuni El Que Así Llega, en presencia del buda Muchos Tesoros y de los budas de las diez direcciones, predicó el Sutra del loto durante ocho años en un lugar llamado Pico del Aguila, al noreste de Rajagriha, en el reino de Magadha. El gran maestro [T’ien-tai] Chih-che estuvo presente y lo escuchó predicar. «Durante mis cincuenta años de enseñanza», dijo el Buda, «he predicado diversas doctrinas sagradas, todas para brindar beneficios a los seres vivos. En los sutras de los primeros cuarenta y dos años, enseñé que a las mujeres no les era posible lograr la Budeidad. Pero ahora, en este Sutra del loto, declaro que ellas pueden llegar a ser budas».
Al noreste del Pico del Águila, a una distancia de unos ciento ocho mil ris allende las montañas y los mares, hay un país llamado Mahachina [en sánscrito). Lo conocemos como la China. Unos mil quinientos años después de la muerte del buda, en esta tierra apareció un mensajero del Buda conocido como el gran maestro T'ien-t’ai Chih-che, quien declaró que las mujeres jamás podrían lograr la Budeidad mediante ninguna otra enseñanza salvo el Sutra del loto.
   Tres mil ris al este de la China, hay un país llamado Japón. Unos doscientos años después de haber muerto el gran maestro T’ien-t’ai, este renació allí como el gran maestro Dengyo. (46) Entonces, escribió una obra titulada Principios sobresalientes del«Sutra del loto», en la cual señaló: “Ni el maestro ni los discípulos necesitan sobrellevar incontables kalpas de prácticas austeras para poder lograr la Budeidad. Mediante el poder del Sutra del loto de la Ley prodigiosa, pueden hacerlo cada uno con la forma física que posee”. Así pues, dejó claro por qué la hija del Rey Dragón pudo llegar a ser un buda.
   Parecerá difícil que las mujeres de la ¿época en que vivimos logren la Budeidad con la forma que poseen. Pero si depositan su fe en el Sutra del loto, no hay duda de que renacerán en la Tierra Pura de la Perfecta Felicidad. Llegarán allí con más fluidez que la de los ríos y arroyos al desembocar en el gran océano, o con más velocidad que la de la lluvia al caer del cielo.
   Y, sin embargo, vemos que las mujeres no entonan Nam-myoho-renge-kyo en el Japón. En cambio, creen en obras como el Sutra en dos volúmenes o el Sutra de la meditación, que jamás podrán conducirlas a la Tierra Pura o a la Budeidad. Invocan el nombre del buda Amida sesenta mil o cien mil veces por día. Amida, desde luego, es el nombre de un buda, e invocarlo parecería, en principio, una práctica loable. Pero como las mujeres que lo hacen creen fervorosamente en enseñanzas que no podrán guiarlas jamás a la Budeidad ni a renacer en la Tierra Pura, en realidad lo que hacen es contar las riquezas del prójimo. Esto ocurre tan sólo porque se han dejado confundir por maestros perversos. Todas las mujeres del Japón enfrentan un enemigo más temible que los tigres o los lobos, más temible que los bandidos de las montañas o los piratas del mar, que los detractores de sus padres o las concubinas de sus maridos. Sus verdaderos enemigos son los que, en vez de enseñarles el Sutra del loto, les inculcan el Nembutsu.
   Sólo después de entonar Nam-myoho-renge-kyo sesenta mil, cien mil o incluso diez millones de veces por día, las mujeres que creen en el Sutra del loto -si les queda tiempo libre- pueden murmurar para sus adentros de vez en cuando el nombre de Amida o de algún otro buda. Pero, en esta época, las mujeres se pasan la vida entera recitando sin cesar el nombre de Amida y ocupándose de cuestiones relacionadas con el Nembutsu. Jamás recitan el Sutra del loto ni hacen ofrendas en su nombre. Es cierto que hay unas pocas que solicitan la lectura del Sutra del loto a personas que practican sus enseñanzas; pero admiran a los sacerdotes del Nembutsu como si fueran sus padres o hermanos, y tratan a los practicantes del Sutra del loto con menos respeto que el que sentirían por sus vasallos o sirvientes. Y, sin embargo, dicen ser creyentes del Sutra del loto.
   En cambio, la dama Virtud Pura dio permiso a sus hijos, los dos príncipes, para que ingresaran en la Orden budista, y los alentó a que propagaran el Sutra del loto. A su vez, la hija del Rey Dragón juró: ”Yo despliego las doctrinas del gran vehículo para rescatar a los seres vivos del sufrimiento”.(47) Esas mujeres, con toda seguridad, no juraron practicar sólo las enseñanzas de los demás sutras y relegar la práctica del Sutra del loto. Sin embargo, las de esta época sí lo hacen; dedican toda su atención a la práctica de otros sutras, y nada a la del Sutra del loto. Deben cambiar de inmediato su forma de pensar.

Nam-myoho-renge-kyo, Nam-myoho-renge- kyo.
Nichiren

Finalizado a la hora de la oveja (entre la 1 y las 3 de la tarde), en el templo Seichoji, en el sexto día del primer mes, tercer año de Bun’ei (1266), signo cíclico hitwe-tora.

   ANTECEDENTES
   Esta carta fue escrita en el primer mes de 1266, a una mujer de avanzada edad. Lo único que se sabe de ella es que era una nueva creyente en el budismo de Nichiren Daishonin y que vivía en Amatsu, provincia de Awa. La carta explica, en términos llanos, las recompensas de la sencilla práctica de Nam-myoho-renge-kyo. Le dice que esta frase y sus componentes contienen todos los poderes del Buda, y que la persona que la entona puede tomar contacto con todos los beneficios del budismo y, así, revitalizar su vida.
   En otoño de 1264, un año después de obtener el indulto de su exilio en Izu, Nichiren Daishonin regresó a su pueblo natal en la provincia de Awa. La noticia de que su madre se hallaba gravemente enferma, sumada a una merma en las hostilidades oficiales, precipitaron su decisión de retornar. Sin embargo, Tojo Kagenobu, administrador de ese distrito y ferviente practicante del Nembutsu, seguía alimentando inquina contra el Dai-shonin y esperando una oportunidad de atacarlo desde que este, once años antes, había refutado las enseñanzas de la escuela Tierra Pura.
   La principal preocupación del Daishonin era visitar a su madre; al parecer,
el reencuentro surtió un efecto benéfico en ella, quien no tardó en recuperarse. Kudo Yoshitaka y los demás discípulos del área estaban ansiosos de ver a su mentor y le pidieron que fuese a la finca de Kudo. En el undécimo día del undécimo mes de 1264, el grupo inició el traslado, acompañado por mensajeros enviados para oficiar de guías. Cuando llegaron a un lugar llamado Komatsubara, cayeron en una emboscada que les habían tendido Tojo Kagenobu y otros seguidores del Nembutsu. En la lucha, perdieron la vida un discípulo del Daishonin y Kudo, quien había acudido en ayuda de su mentor. Un golpe de espada abrió un tajo en la frente del Daishonin, quien, además, sufrió una fractura en la mano izquierda.
   A sabiendas de que corría considerables riesgos personales, Nichiren Daishonin permaneció en Awa entre 1264 y 1267, y llevó a cabo enérgicas actividades de propagación, siempre trabajando junto al pueblo. En 1266, pasó una breve estancia en su viejo templo Seicho-ji, donde escribió varios tratados doctrinales, entre los cuales se cuenta esta carta.
   El texto tiene dos partes. En la primera, el Daishonin analiza si uno puede obtener beneficios de la entonación del daimoku (Nam-myoho-renge-kyo) a pesar de no entender el significado del Sutra del loto, y recalca la necesidad de la fe para poder manifestar la Budeidad. Citando ejemplos de Mahakashyapa y de Shariputra, señala que, aun sin comprensión, uno puede erradicar cualquier mal karma y acumular beneficios ilimitados mientras mantenga la práctica de entonar el daimoku con firme fe.
   En la segunda parte, esclarece los grandes beneficios contenidos en los cinco ideogramas de Myoho-renge-kyo, título del Sutra del loto. Explica tres significados del carácter myo: abrir, estar perfectamente dotado, y revivir. Por fin, señala que sólo el Sutra del loto permite a las mujeres lograr la Budeidad, y exhorta a la destinataria a entonar Nam-myoho- renge-kyo y a abandonar su apego al Nembutsu.
   Al comienzo de esta carta, el Daishonin se define como «seguidor del gran maestro Kompon». Kompon, que significa «fundamental», es otro de los nombres con que se conocía al gran maestro Dengyo, fundador de la escuela Tendai en el Japón, basada en las enseñanzas de T'ien-t'ai de la China. Dengyo viajó a este país para dominar las doctrinas de T'ien-t’ai; a su regreso, refutó todas las escuelas basadas en las enseñanzas provisionales del Buda y se consagró a propagar el Sutra del loto. La frase «seguidor del gran maestro Kompon» significa, implícitamente, que el Daishonin es el sucesor legítimo de la enseñanza del Buda contenida en el Sutra del loto.

NOTAS
1. El relato aparece en el Sutra sobre los sabios y los necios. De acuerdo con este sutra, cuando Shakyamuni vivía en Shravasti, un día su discípulo Ananda enseñó las cuatro nobles verdades a dos loros que tenía en su casa Sudatta, el benefactor del Buda. Esa noche, un animal atacó a las aves y las devoró, pero se dice que renacieron en el cielo de los cuatro reyes celestiales gracias al beneficio derivado de haber repetido las cuatro nobles verdades.
2. La historia figura en el Sutra de la gran benevolencia. Según esta enseñanza, hallándose un mercader navegando por el océano, un inmenso pez llamado makara se dispuso a engullir su barco. Aunque las demás personas a bordo se desesperaron, él concentró la mente en los tres tesoros e invocó la benevolencia de todos los budas. Al verlo, los otros se le sumaron en una sincera oración, con las palmas de las manos unidas, y el makara dejó de atacarlos.
3. Sutra del loto, cap. 3.
4. Los dieciocho poderes milagrosos son diversas acciones y apariciones que manifiestan los budas y bodhisattvas para guiar a las personas a la iluminación. Las explicaciones varían, de acuerdo con el sutra.
5. Sutra del loto, cap. 15.
6. El Sutra del nirvana dice: «Aunque el plátano crece con el bramido del trueno, no tiene oídos con qué escucharlo ni mente para sentirlo». Es posible que la creencia en que «el plátano crece con el trueno» se deba a que la gente, luego de una tormenta eléctrica, veía renovado el follaje de estos árboles a causa de la lluvia.
7. Según el Pao-p’u Tzu, cuando se introducía en el agua un cuerno de rinoceronte tallado en forma de pez, el agua se mantenía alejada a un metro de distancia.
8. En el original, «cinco shakus de distancia». Las medidas se han convertido al sistema métrico decimal para favorecer la comprensión.
9. El baniano o higuera de la India, que crece en las regiones tropicales y subtropicales de Asia, generalmente alcanza entre nueve y doce metros de altura. Su abundante follaje brinda una sombra fresca que protege de los rayos del sol.
10. Ave imaginaria. También se da este nombre a una clase de gusano. No se ha podido establecer la fuente de este fragmento.
11. Sutra del loto, cap. 2.
12. Ib., cap. 14.
13. Buda mencionado en el Sutra de la sabiduría mayor y en el Tratado sobre la gran perfección de la sabiduría.
14. Según el Registro de los prodigios mencionados en el libro de Chou, Shakyamuni murió el decimoquinto día del segundo mes, en el quincuagésimo segundo año del reinado de Mu (949 a.C.), durante la dinastía Chou.
15. El Sutra de la guirnalda de flores de ochenta volúmenes —la llamada «nueva versión»- fue traducido por Shikshananda (652-710), en la dinastía T’ang; y el Sutra de la guirnalda de flores de sesenta volúmenes —la llamada «antigua versión»- fue traducido por Buddhabhadra (359-429), en la dinastía Chin oriental.
16. Los cinco ideogramas a, va, ra, ha y kha indican, respectivamente, los cinco elementos universales —tierra, agua, fuego, viento y espacio-. La escuela esotérica Palabra Verdadera afirma que se trata de una de las verdades secretas reveladas por el buda Mahavairochana. Esta palabra se utilizó como mantra (sílaba o palabra secreta), y se dice que expresa la calidad, sabiduría, apariencia y práctica del Buda.
17. Las semillas, aquí, se refieren a símbolos sánscritos ortográficos utilizados para representar diversos budas y bodhisattvas de la enseñanza esotérica. Los samayas son diversos atributos de los budas y bodhisattvas; en particular, su juramento de guiar a todas las personas hacia la iluminación suprema. Es un término empleado con frecuencia en la enseñanza esotérica.
18. Los siete budas del pasado son Shakyamuni y los seis budas que lo precedieron.
19. Comentario sobre «Palabras y frases del “Sutra del loto».
20. Sutra del loto, cap. 10.
21. Prefacio de Chang-an, en Profundo significado del «Sutra del loto».
22. Comentario sobre «Profundo significado del “Sutra del loto”».
23. El «principio místico de la enseñanza teórica» se pone de manifiesto cuando el Buda descarta las enseñanzas provisionales y revela la enseñanza verdadera —el Sutra del loto—, que permite a las personas de los dos vehículos lograr la Budeidad. El «principio místico de la enseñanza esencial» es cuando el Buda descarta su condición transitoria y revela su verdadera identidad, la del Buda que logró la iluminación hace incontables kalpas.
24. Principios establecidos por T’ien-t’ai en Profundo significado del «Sutra del loto». Los diez principios místicos de la enseñanza teórica se basan en los conceptos del verdadero aspecto de todos los fenómenos y la sustitución de los tres vehículos por el vehículo único de la Budeidad. Los diez principios místicos de la enseñanza esencial derivan de la revelación de la iluminación original del Buda, hace kalpas tan numerosos como las partículas de polvo de incontables grandes sistemas planetarios, tal como la expone el capítulo «Duración de la vida».
25. A cada una de estas series de diez principios místicos —los de la enseñanza teórica y los de la enseñanza esencial-, se suman diez principios místicos que se desprenden del punto de vista relativo, y diez principios místicos derivados del punto de vista absoluto u holístico.
26. Treinta principios místicos relacionados con la vida de los seres animados, la Ley budista y la naturaleza de nuestra mente —o Ley interior-, más diez de la enseñanza teórica o de la enseñanza esencial.
27. Percibir la realidad última inherente a la propia vida o tomar conciencia de ella. Esto se recalca, especialmente, en la práctica de T'ien-t’ai, cuya meditación se centra en la verdadera naturaleza de nuestro ser más que en objetos externos.
28. Comentario sobre «Gran concentración e introspección».
29. Alusión a dos de los cinco grupos en los cuales se divide a los seres humanos, por naturaleza, según la escuela Características del Dharma. Las personas de estos dos grupos pueden, a la larga, lograr el estado de arhat y el de pratyekabuddha, respectivamente.
30. Referencia a los no budistas que se aferraban a la noción del vacío negando la ley causal, y que, según las enseñanzas anteriores al Sutra del loto, no podían lograr la Budeidad.
31. Sudaya fue un maestro brahmán que enseñó a Devadatta el dominio de poderes ocultos, según el Sutra agama sobre el incremento de a uno.
32. Aquí, referencia a las austeridades establecidas y practicadas por Devadatta. Según el Gran comentario sobre el Abhidharma, eran:
1) usar sólo ropas desechadas por los demás después de lavarlas y remendarlas.
2) obtener alimentos sólo mediante la limosna.
3) comer una sola vez por día.
4) sentarse sólo a la intemperie, bajo un árbol.
5) jamás comer sal o alimentos que posean los cinco sabores.
33. Montaña cuya cumbre semejaba una cabeza de elefante, situada un kilómetro y medio al sudoeste de Gaya, en Magadha. En la China, su nombre se tradujo como monte Cabeza de Elefante.
34. Círculo que se forma en primer lugar, cuando se genera el mundo y aparecen seres vivos sobre él, durante el kalpa de formación. De acuerdo con Tesoro del análisis del Dharma, el poder del karma de los seres vivos primero hace que, en el espacio, se levante un tenue viento. Ese viento crece y forma el círculo ventoso, que, según se cree, constituye la base de todo planeta. Sobre este círculo, cobran forma un círculo acuoso y un círculo áureo, y sobre ellos, se forma la tierra en sí, con su monte Sumeru, sus mares y sus montañas.
35. Dos divisiones de los tres mundos, el reino donde transmigran los seres no iluminados, a través de los seis caminos. Los seres en el mundo de la forma poseen forma material, pero están libres de deseos, y los que están en el mundo de lo informe se hallan libres del deseo y de las restricciones de la materia.
36. Mo Hsi, de la dinastía Hsia;Ta Chi, de la dinastía Yin; y Pao Ssu, de la dinastía Chou. Todos fueron favoritos del soberano y su influencia contribuyó a precipitar la caída del Estado.
37. Esta declaración no se encuentra en las versiones chinas que se conservan del Sutra de la guirnalda de flores. Sin embargo, aparece mencionada como una cita de dicho sutra en la (Compilación de tesoros, escrita por Tai ra noYasu-von durante la era Jisho (1177-1181).
38. Río legendario del continente de Aparagodaniya, situado al oeste del monte Sumeru.
39. El Daishonin, en otro escrito, enseña que la fe en el Sutra del loto permitirá a todos, hombres o mujeres, lograr la Budeidad con la forma que cada uno posee como mortal común. Sin embargo, como la destinataria de esta carta estaba muy apegada a las ideas de la escuela Tierra Pura, el Daishonin le explica sus enseñanzas de manera fácil y comprensible.
40. Figura descrita en una leyenda china. Cuando Tzu-an vio una grulla amarilla ofrecida en venta al costado del camino, se compadeció de ella, ofreció sus ropas en canje y la puso en libertad. Cuando Tzu-an murió, la grulla acudió volando a su tumba y siguió llamándolo durante tres años. Y como resultado de este clamor, él regresó a la vida.
41. Ave semejante al halcón, de plumas ponzoñosas, mencionada en obras chinas.
42. Gran concentración e introspección.
43. Comentario sobre «Gran concentración e introspección».
44. Se dice que T’ien-t’ai fue la reencarnación del bodhisattva Rey de la Medicina, presente en la asamblea sobre el Pico del Aguila, porque aquel experimentó su despertar mediante el capítulo «Rey de la Medicina» del Sutra del loto.
45. Palabras y fiases del«Sutra del loto».
46. A comienzos del siglo IX, Dengyo fue a la China y aprendió allí las enseñanzas de T’ien-t’ai. Al regresar al Japón, estableció la escuela Tendai (en chino,T’ien-t’ai) y se consagró a propagar este budismo. Se dice que Tao-sui, uno de los maestros de Dengyo en la China, lo identificó como reencarnación deT’ien-t’ai, refiriéndose a una profecía de este último.