
25. EL DESTIERRO A SADO. (Los escritos de Nichiren Daishonin, Soka Gakkai, Páginas 211/212).

Desde el comienzo, emprendí mis
estudios porque quería dominar el budismo y lograr la Budeidad, y también
salvar a las personas a quienes debía mi gratitud. Siento que, en el camino
hacia el logro de la Budeidad, invariablemente suceden hechos que nos llevan a
dar la vida, y que es a través de ellos como podemos llegar a ser budas. Pienso
que, tal vez, leer el Sutra del loto con la propia vida consiste en encontrar
dificultades como las enunciadas en el sutra: ser insultado, calumniado,
atacado con espadas y varas, piedras y escombros, y ser expulsado una y otra
vez. Mi fe se enciende mucho mis, y esto me infunde convicción en mi próxima
existencia. Si llegase a morir, sin falta los salvaré también a todos ustedes.
En la India, un hombre conocido
como el honorable Aryasimha fue decapitado por el rey Dammira, y el bodhisattva
Aryadeva fue asesinado por una persona no budista. En la China, un hombre
llamado Chu Tao-sheng fue desterrado a una montaña en un sitio conocido como
Su-chou, y el maestro del Tripitaka Fatao fue herrado en el rostro y exiliado
al sur del río Yangtze. Todos estos sucesos tuvieron lugar en virtud del Sutra
del loto y por causa de las enseñanzas budistas.
Nichiren es hijo de una familia
chandala que vive cerca del mar, en Tojo, provincia de Awa, en las lejanas
tierras rurales del oriente del Japón. Desprenderse en nombre del Sutra del
loto de un cuerpo que se descompondrá en vano ¿no es, acaso, cambiar rocas por
oro? Ninguno de ustedes debería lamentarse de mi situación. Por favor,
transmítale también al reverendo Dozenbo esto que he dicho. Pensé, además, en
escribirle a la esposa del señor feudal de la finca, (1) pero debido a mis
actuales circunstancias, posiblemente ya no quiera que le recuerden nada de mí.
Si surgiese una ocasión propicia, por favor menciónele lo que he dicho.
Nichiren
En el décimo mes.
ANTECEDENTES
Nichiren Daishonin escribió
esta carta el décimo mes del octavo año de Bun’ei (1271), poco antes de
emprender su exilio a la isla de Sado. En ese momento, se encontraba detenido
en la isla principal del archipiélago, en la residencia que allí tenía Homma
Rokuro Saemon, condestable interino de Sado. El Daishonin envió este escrito a
un conocido del templo Seicho-jú sito en la provincia de Awa; posiblemente, un
sacerdote llamado Enjo-ho
El destierro a la isla de Sado
era un castigo severo, sólo superado en rigor por la pena de muerte. En esta
carta, el Daishonin declara que ha enfrentado esa persecución sólo por causa
del Sutra del loto; recalca que la mera aparición de este hostigamiento
demuestra que está «leyendo” el Sutra del loto con su vida. En el texto, busca
disipar las dudas de sus seguidores y revivir en ellos el valor quebrantado,
señalando su misión como devoto del Sutra del loto en el Ultimo Día; en tal
sentido, podría decirse que este escrito anticipa d contenido de “La apertura de
los ojos”, el importante tratado que escribiría cuatro meses después.
NOTA
1 Referencia a la monja laica de Nagoe, esposa de Hojo Tomotoki, hermano
menor del tercer regente de Kamakura y señor del distrito de Nagaca, provincia
de Awa, donde había nacido el Daishonin. Cuando este ingresó en el sacerdocio,
aparentemente la monja laica dio algún tipo de ayuda a sus padres, y esto
generó en el Daishonin una deuda de gratitud; además, ella fue una de sus
primeras creyentes. Pero al no ser firme su determinación en la fe, cuando se
produjo la persecución de Tatsunokuchi la mujer abandonó sus convicciones.
Luego, reanudó su práctica y solicitó un Gohonzon al Dainshonin, pero este se
lo negó.