27. CARTA DESDE TERADOMARI. Enviada a Toki Jonin.(Los escritos de Nichiren Daishonin, Soka Gakkai, Páginas 215/222).
Este (décimo) mes, el
décimo día, dejamos la aldea de Echi, en el distrito de Aiko de la provincia de
Sagami. En el trayecto, nos detuvimos en Kumegawa, provincia de Musashi, y,
después de viajar durante doce días, llegamos aquí, al puerto de Teradomari, en
la provincia de Echigo. Desde este lugar, cruzaremos el mar hacia la isla de
Sado, pero, por el momento, los vientos no son favorables, así que no sé cuándo
habremos de zarpar.
Las penurias que
sufrimos a lo largo del viaje superaron todo lo que yo hubiese podido imaginar
y, sinceramente, no creo poder expresarlas por escrito. Dejaré que usted mismo
se figure lo que he debido soportar. Como ya estaba preparado para tales
adversidades desde el comienzo, no tiene sentido que ahora empiece a lamentarme.
Así que no volveré a tocar el tema.
El cuarto volumen del
Sutra del loto expresa: «Puesto que el odio y los celos hacia este Sutra
abundan incluso durante la vida de El Que Así Llega, ¡cuánto peor será después
de su muerte!». (1) El quinto volumen dice: “Generará mucha hostilidad en el
mundo y será difícil creer en él”. (2) Y en el trigésimo octavo volumen del
Sutra del nirvana se sostiene: «En ese momento, hubo incontables personas no
budistas que conspiraron y, en grupo, fueron a ver a Ajatashatru, rey de
Magadha, a quien le dijeron: “En este momento hay un hombre de perversidad
incomparable, un monje llamado Gautama. [...] Toda clase de malas personas, con
la esperanza de recibir beneficios y limosnas, han ido en busca de él y se han
convertido en sus seguidores. Estas gentes no practican el bien; en cambio,
emplean el poder de la magia y utilizan conjuros para seducir a hombres como
Mahakashyapa, Shariputra y Maudgalyayana”.
Esta frase del Sutra del
nirvana relata las palabras maliciosas que diversas personas no budistas
profirieron en contra del buda Shakyamuni, porque este había refutado las
escrituras predicadas por sus maestros originales, las dos deidades (3) y los
tres ascetas.
En los pasajes citados
del Sutra del loto, no obstante, no es al Buda, personalmente, a quien se
considera enemigo. Por el contrario, tal como explica T’ien-t’ai, es [al Sutra
del loto al que se oponen] «los diversos discípulos que escuchan la voz, los
que han tomado conciencia de la causa y los bodhisattvas que buscan sólo al
Buda de la iluminación reciente». (4) En otras palabras, hay que considerar
personas dominadas por el odio y los celos a todos aquellos que no muestren
deseos de escuchar el Sutra del loto o de creer en él, o a quienes afirmen que
no está a la altura de su capacidad, aunque no expresen su censura en términos
explícitos.
Si observamos cómo era
la situación cuando el Buda vivía en este mundo y la comparamos con el panorama
posterior a su muerte, podemos afirmar que los estudiosos de las muchas
escuelas de hoy son como los no budistas de los tiempos del Buda. Ellos también
hablan de «un hombre de maldad incomparable», pero para referirse a mí, a
Nichiren. Hablan de «toda clase de malas personas [que] han ido en busca de
él», pero para referirse a mis discípulos y seguidores. Los no budistas, que
recibieron y transmitieron de manera incorrecta las enseñanzas de los budas
anteriores, trataron con hostilidad a Shakyamuni, un buda posterior. Los
estudiosos de las diversas escuelas de hoy son exactamente iguales. En efecto,
han permitido que su propia manera de comprender las enseñanzas del Buda los
condujera a concepciones erróneas. Son como aquel que, aturdido por el alcohol,
cree que la inmensa montaña que tiene por delante no cesa de dar vueltas a su
alrededor. Y ahora, resulta que esas ocho o diez escuelas discuten unas con
otras sobre la validez de sus doctrinas.
El decimoctavo volumen
del Sutra del nirvana expone la doctrina de las «gemas preciosas que salvan la
vida». (5) El gran maestro T’ien-t’ai, después de estudiar y ponderar ese
pasaje, concluyó que «vida» se refería al Sutra del loto, y «gemas preciosas»,
a las primeras tres de las cuatro enseñanzas expuestas en el Sutra del nirvana.
Pero ¿qué sucede con la cuarta enseñanza, la enseñanza perfecta, que el Sutra
del nirvana también expone? Esta es la reiteración de la doctrina ya expuesta
en el Sutra del loto sobre la naturaleza de Buda eternamente inherente, y fue
predicada para guiar a la gente hacia el Sutra del loto, del cual deriva. En
realidad, la enseñanza perfecta del Sutra del nirvana sobre la naturaleza de
Buda eternamente inherente pertenece al Sutra del loto. Por tal razón, el único
mérito del Sutra del nirvana se limita a las primeras tres de las cuatro
enseñanzas.
El tercer volumen de
Profundo significado del «Sutra del loto», de T’ien-t’ai, señala: «El Sutra del
nirvana ofrece gemas preciosas que salvan la vida [del Sutra del loto]; con
ello, se baten palmas y se da por concluido el acuerdo». (6) El tercer volumen
de Comentario sobre «Profundo significado del “Sutra del loto”» lo explica así:
«La escuela T’ien-t’ai cita esta metáfora para indicar que los contenidos del
Sutra del nirvana deben ser considerados joyas preciosas».
El gran maestro
T’ien-t’ai, en su obra titulada Las cuatro meditaciones, cita el pasaje del
Sutra del loto que dice: «Aunque [los budas] señalan diferentes senderos
[...]», (7) y declara que los cuatro sabores de las enseñanzas también deben
ser considerados joyas preciosas. En tal caso, todos los sutras predicados
antes y después del Sutra del loto deben ser considerados gemas preciosas
ofrendadas en beneficio del Sutra del loto.
Pero los estudiosos
budistas contemporáneos opinan que esta interpretación constituye una doctrina
expuesta sólo por la escuela T’ien-t’ai, y que ninguna de las otras escuelas la
acepta. Con todo, habiendo ponderado la cuestión, debo decir lo siguiente: Las
ocho o las diez escuelas a que nos referimos surgieron después de la muerte del
Buda y fueron creadas por diversos estudiosos y maestros de la época. Pero no
debemos evaluar los sutras que el Buda predicó durante su existencia basándonos
en las doctrinas de escuelas creadas después de su muerte. No obstante, los
juicios expuestos por T’ien-t’ai concuerdan completamente con las enseñanzas de
todos los sutras. Es incorrecto descartarlos creyendo que representan las
opiniones de una sola escuela.
Los eruditos de las
diversas escuelas siguen aferrándose a los criterios equivocados de sus
maestros. Por ende, declaran que las prácticas budistas deben adecuarse a la
capacidad de las personas, o se atienen a la opinión de los fundadores de sus
doctrinas, o tratan de hacer que los sabios gobernantes de su época se
conviertan en sus aliados. El resultado es que, al final, terminan entregándose
por completo a propósitos malignos, se embarcan en altercados y disputas
doctrinales, y gozan agraviando a personas que no han cometido falta alguna.
De las muchas escuelas
existentes, Palabra Verdadera es la que sostiene opiniones especialmente
distorsionadas. Sus fundadores, Shan-wu-wei y Chin-kang-chih sostuvieron: “El
concepto de los tres mil aspectos contenidos en cada instante vital es el más
importante de todos los principios expuestos por T’ien-t’ai, y es el corazón y el núcleo de las
enseñanzas expuestas por el Buda en el curso de su existencia. Pero, al margen
de esta doctrina sobre los tres mil aspectos contenidos en cada instante vital,
que constituye el cimiento de las enseñanzas exotéricas y esotéricas, la parte
más crucial de las enseñanzas budistas son los mudras y mantras”. Los maestros
de la escuela Palabra Verdadera de tiempos posteriores usaron esa aseveración
como pretexto para declarar que todos los sutras que no mencionaran mudras y
mantras debían ser considerados inferiores y que, en rigor, no se diferenciaban
en absoluto de las enseñanzas no budistas.
Algunos de los maestros
esotéricos sostienen que el Sufra Mahavairochana fue predicado por [El Que Así
Llega Mahavairochana], un buda diferente de El Que Así Llega Shakyamuni; otros
declaran que es la más elevada de todas las enseñanzas expuestas por el buda
Shakyamuni, señor de las enseñanzas; otros dicen que un mismo buda se
manifestó, una vez, como Shakyamuni, para predicar los sufras exotéricos, y en
otra ocasión, como El Que Así Llega Mahavairochana, para predicar los sutras
esotéricos. De este modo, al confundir los principios esenciales del budismo,
generan una serie interminable de concepciones erróneas. Son como un grupo de
personas que, desconociendo el verdadero color de la leche, aventuran toda
clase de suposiciones sin que ninguno sea capaz de inferirlo correctamente. (8)
O son, también, como los hombres ciegos de la parábola que tratan de adivinar
la verdadera forma del elefante.(9) En ese sentido, los estudiosos de las
diferentes escuelas deben comprender que el Sufra Mahavairochana, si fue
predicado antes que el Sufra del loto, está en el mismo nivel que el Sufra de
la guirnalda de flores y, si fue predicado después, está en el mismo nivel que
el Sutra del nirvana.
¿No es posible que el Sutra
del loto de la India contuviera descripciones de mudras y de mantras, pero que
quienes tradujeron el texto al chino omitieran esas partes, y que Kumarajiva
llamara Sutra del loto de la Ley prodigiosa a su propia versión? ¿Y no es
posible, asimismo, que Shan-wu-wei haya agregado mudras y mantras, y que
denominara Sutra Mahavairochana a su versión? Por ejemplo, hubo otras versiones
del Sutra del loto, como el Sutra del loto de la Ley correcta, el Texto ampliado
del «Sutra del loto de la Ley prodigiosa», el Sutra del loto de la meditación y
el Saddharma-pundarika-sutra. (10)
En la India, después de
la muerte del Buda, el bodhisattva Nagarjuna fue el único que comprendió de
verdad la relación entre el Sufra del loto y los demás sufras; en tanto que en
la China, el gran maestro T’ien-t’ai Chih-che fue el primero en percibirla de
manera correcta. Hombres como Shan-wu-wei, de la escuela Palabra Verdadera;
Ch’eng-kuan, de la escuela Guirnalda de Flores; Chia-hsiang, de la escuela Tres
Tratados, y Tz’u-en, de la escuela Características del Dharma, expusieron
públicamente las doctrinas de la escuela que cada uno había fundado; pero, en
su fuero interno, todos admitieron la superioridad de las enseñanzas expuestas
por la escuela T’ien-t’ai. Sin embargo, sus discípulos, ignorantes de este
hecho, fueron desarrollando ideas erróneas. ¿Cómo podrían no ser culpables de
actuar contra la enseñanza correcta?
Algunas personas me
critican y dicen: «Nichiren no comprende la capacidad de las personas de su
época y adopta una actitud dura cuando predica; por eso, se mete en
dificultades». Otros dicen: «Las prácticas descritas en el capítulo “Aliento a
la devoción”(11) son para bodhisattvas que están en un nivel muy avanzado de su
práctica; [Nichiren debería seguir las prácticas] del capítulo “Prácticas
pacíficas”, pero no lo hace». Y hay quienes dicen: «Yo también sé que el Sutra
del loto es supremo, pero no digo nada al respecto». También están los que se
quejan de que brindo toda mi atención a las enseñanzas doctrinales. (12)
Conozco perfectamente
todas estas críticas contra mi persona. Pero recuerdo el caso de Pien Ho,(13) a
quien le amputaron las piernas hasta la rodilla, y de Kiyomaro(14) (‘Hombre
Puro’), apodado Kegaremaro (‘Hombre Mugriento’), a quien estuvieron a punto de
matar. Todos sus contemporáneos se burlaron de ellos con desprecio; sin
embargo, ninguno de los calumniadores dejó un buen nombre a su paso, a
diferencia de lo que ocurrió con los dos hombres mencionados. El mismo destino
tendrán que enfrentar quienes me critiquen en forma arbitraria.
En el capítulo «Aliento
a la devoción» se lee: «Habrá muchas personas ignoran-
tes que nos maldecirán y hablarán mal de nosotros». En este
pasaje, veo reflejada mi situación. ¿Por qué no habría de aplicarse, también, a
todos ustedes? «Nos atacarán con palos y espadas», continúa el texto. Yo he
experimentado esta frase del Sutra en carne propia. ¿Por qué, discípulos míos,
no hacen lo mismo? Más adelante, el texto prosigue: «En medio de la gran
multitud, continuamente tratan de difamarnos» y «se dirigirán a los
gobernantes, sumos ministros, brahmanes y jefes de familia [...] para
calumniarnos y hablar mal de nosotros». Y, también, «nos enfrentarán con
lenguaje grosero y ceños fruncidos; una y otra vez seremos expulsados». «Una y
otra vez» significa «en forma reiterada». A mí, a Nichiren, me han expulsado en
varias ocasiones, y he sido condenado al exilio dos veces.
El Sutra del loto
concuerda con la forma de predicar empleada por todos los budas de las tres
existencias.(15) Ahora, estoy viviendo los hechos pasados descritos en el
capítulo «Jamás Despreciar»,(16) tal como predice el capítulo «Aliento a la
devoción»; así pues, el presente anunciado en el capítulo «Aliento a la
devoción» corresponde al pasado del capítulo «Jamás Despreciar». El capítulo
«Aliento a la devoción» del presente será el capítulo «Jamás Despreciar» del
futuro, y, en ese momento, yo, Nichiren, seré como el bodhisattva Jamás
Despreciar.
El Sutra del loto es una
única obra formada por ocho volúmenes y veintiocho capítulos, pero sé que, en
la India, el texto de la escritura era tan extenso, que alcanzaba un yojana de
largo. En otras palabras, debe de haber tenido muchos capítulos más. La versión
de veintiocho capítulos que se emplea hoy en la China y en el Japón representa
el contenido más esencial de una versión abreviada.
Por el momento, dejemos
a un lado la parte del sutra conocida como «revelación».(17) En la parte que
sigue, correspondiente a la «transmisión», aparecen las tres proclamas (18) del
capítulo «La Torre de los Tesoros», ante la asamblea reunida en el Pico del
Aguila y presente en la Ceremonia en el Aire. En cuanto al juramento del
capítulo «Aliento a la devoción», formulado por los veinte mil, ochenta mil y
ochocientos mil millones de nayutas de grandes bodhisattvas, un hombre de
escasa sabiduría como yo no puede llegar a comprenderlo. Sin embargo, la frase
«en una época de miedo y de maldad», que aparece en ese capítulo, | indica el
comienzo del Ultimo Día de la Ley. El siguiente capítulo, «Prácticas
pacíficas», se refiere a esa «época de miedo y de maldad» con las palabras «en
la última época». Al revisar otra traducción de esta misma enseñanza,
encontramos que en el Sutra del loto de la Ley correcta se la menciona como «la
época posterior, a partir de ahora» o «en la última época por venir»; por otra
parte, en el Texto ampliado del«Sutra del loto de la Ley prodigiosa» figura
como «una época de miedo y de maldad».
En esa última época, que
corresponde a nuestros propios días, han surgido las tres clases de enemigos,
pero no se ha visto en ningún lado ni uno sólo de los ochocientos mil millones
de nayutas de bodhisattvas. Es como un lago seco al que le falta el caudal, o
como la luna menguante, que dista de ser luna llena.
Si el agua es clara,
reflejará la imagen de la luna; y si se plantan árboles, las aves construirán
sus nidos en ellos. Por lo tanto yo, Nichiren, propago este Sutra en el lugar
de los ochocientos mil millones de nayutas de bodhisattvas. Pido que esos
bodhisattvas me concedan su ayuda y su protección. El sacerdote laico que porta
esta carta me dice que tiene instrucciones suyas de venir conmigo a la
provincia de Sado. Pero, dados los gastos del viaje y otras dificultades,
prefiero enviarlo de regreso. Ya sé cuán profunda es su consideración. Por
favor, explíqueles a los demás todo lo que he escrito aquí. Estoy muy
preocupado por los sacerdotes
que están en prisión;(19) espero que usted, en cuanto pueda, me
informe sobre la situación en que se encuentran.
Respetuosamente,
Nichiren
A la hora del gallo (entre las cinco y las siete de la tarde), en
el vigésimo segundo día del décimo mes.
Para Toki
ANTECEDENTES
Luego del infructuoso
intento de ejecutar a Nichiren Daishonin en Tatsunokuchi, el duodécimo día del
noveno mes de 1271, Hei no Saemon, jefe interino del Departamento de Asuntos
Militares y Policiales, no tuvo más opción que obedecer las instrucciones
originales del gobierno y poner al Daishonin bajo custodia de Homma Rokuro
Saemon Shigetsura, condestable interino de Sado.
El Daishonin pasó casi
un mes confinado en la residencia de Homma, en Echi, provincia de Sagami, en
espera de que el gobierno decidiera su destino.
El décimo día del décimo
mes, Nichiren Daishonin partió de Echi, escoltado por los soldados de Homma.
Cuando el grupo llegó a la costa del mar del Japón, el veintiuno de ese mes, la
nieve cubría el suelo, y el oleaje era muy fuerte. El grupo se vio obligado a
detenerse varios días en un puerto llamado Teradomari, en Echigo, y a esperar
que las ventiscas amainaran, para poder cruzar hasta la isla de Sado. Al
parecer, desde comienzos del siglo IX, Teradomari se había convertido en un
próspero puerto de navegación entre Sado y la isla principal del Japón. El día
después de arribar a Teradomari, el Daishonin escribió esta carta, que confío a
un sacerdote laico enviado por Toki Jonin para acompañarlo.
La comunidad de
creyentes de Kamakura se había visto gravemente afectada por la persecución de
Tatsunokuchi y por el inmediato exilio a Sado; muchos de los discípulos y
seguidores laicos del Daishonin, sucumbiendo a las presiones del gobierno,
habían abandonado la fe; otros se entregaron a la duda cuando supieron que el
Daishonin estaba siendo perseguido. Durante su exilio, este redactó numerosos
escritos para ayudar a sus seguidores a disipar la incertidumbre y perseverar
en la fe. Esta carta es el primero de dichos escritos, entre los cuales se
hallan, además, La apertura de los ojos, Carta desde Sado y Sobre la práctica
de las enseñanzas del Buda.
Al comienzo de la
misiva, el Daishonin alude a las dificultades que debió enfrentar durante los
doce días de viaje hacia Teradomari. Luego cita pasajes de las escrituras para
demostrar que, en el Ultimo Día de la Ley, el odio y los celos hacia el Sutra
del loto serían mucho peores que durante la existencia del Buda. El mismo,
afirma, estaba confrontando esos obstáculos en ese momento. A continuación,
menciona que, según T’ien-t ai, el Sutra del nirvana era como gemas preciosas
que salvaban la vida del Sutra del loto, para afirmar la superioridad de este
sobre todos los demás sutras; asimismo, señala la visión distorsionada de los
eruditos de las diversas escuelas, que no pueden reconocer esa verdad. En
especial, menciona las creencias equivocadas de la escuela Palabra Verdadera,
derivada de Shan-wu-wei y de otros. El Daishonin advierte que los seguidores de
las diversas escuelas están cometiendo la falta de actuar contra el Sutra del
loto e ignoran que sus patriarcas, en su fuero interno, estaban de acuerdo con
las enseñanzas de la escuela T’ien-t’ai, basada en el Sutra del loto.
Luego, enumera cuatro
críticas frecuentes a su método de propagación, expresadas no sólo por sus
enemigos, sino también por algunos de sus propios seguidores; al respecto,
declara que las adversidades que debió soportar coinciden perfectamente con las
profecías del capítulo”Aliento a la devoción” del Sutra del loto. A la luz del Sutra,
deja establecido en forma inequívoca que es el devoto que propaga el Sutra en
el Ultimo Día de la Ley.
NOTAS
1. Sutra del loto, cap. 10.
2. Ib., cap. 14.
3. Shiva y Vishnú.
4. Formulación diferente de una cita de Comentario sobre
«Palabras y frases del “Sutra del loto”». El “Buda de la iluminación reciente”
se refiere a Shakyamuni, pero en su aspecto provisorio de buda que ha logrado
la iluminación por primera vez en la India.
5. En rigor, esta cita aparece en Profundo significado del «Sutra
del loto». El Surra del nirvana establece que el conjunto de siete gemas puede
salvar la vida de una persona cuando se ve amenazada por la hambruna, los
bandoleros o un rey malvado. De acuerdo con ese pasaje. Profundo significado
del«Sutra del loto» emplea la expresión «gemas preciosas que salvan la vida*,
para indicar que el Sutra del nirvana protege y respalda la perfecta enseñanza
del Sutra del loto, que está reiterada en el Sutra del nirvana.
6. La afirmación «Se baten palmas y se da por concluido el
acuerdo» indica que cuando Shakyamuni expuso la enseñanza perfecta del Sutra
del loto, luego la reiteró en el Sutra del nirvana.
7. En Las cuatro meditaciones no se menciona ese pasaje, sino
otro del mismo capítulo «Medios hábiles», que expresa: «Empleé el poder de
medios hábiles para predicar a los cinco ascetas». Dado que ambas frases
concuerda» en su contenido, el Daishonin probablemente haya citado una en lugar
de la otra.
8. El Sutra del nirvana establece que los brahmanes, ignorantes
de la enseñanza de Shakyamuni sobre la eternidad, la felicidad, b verdadera
identidad y la pureza, caen en concepciones equivocadas, como hombres ciegos
que no conocen el color de la leche.
9. Esta parábola aparece en el Sutra del nirvana. Un rey hizo que
su gran ministro llevara un elefante ante un grupo de hombres ciegos, para que
estos tocaran el animal y luego se lo describieran. Uno de los ciegos, que
había puesto su mano sobre el vientre del elefante, dijo que era como una
vasija; otro, después de tocar la cola de la bestia, sostuvo que se parecía a
una cuerda; un tercer ciego le había acariciado la trompa, por lo que insistió
en que el animal parecía una pértiga, y así, sucesivamente. Con esa parábola,
Shakyamuni comparó al rey que conoce la verdad con la sabiduría del Buda; al
gran ministro, con el Sutra del nirvana; al elefante, con la naturaleza de
Buda, y a los ciegos, con los seres humanos comunes que ignoran dicha
naturaleza.
10. El Sutra del loto de la Ley correcta y el Texto ampliado
del«Sutra del loto de la Ley prodigiosa» son dos de las tres traducciones
chinas del Sufra del loto que se conservan, realizadas respectivamente por
Dharmaraksha, en 286, y por Jnanagupta y Dharmagupta, en 601. El Sutra del loto
de la meditación se ha perdido. El Sutra Saddharmapundarika, en este caso, no
se refiere al texto sánscrito, sino a una traducción al chino. Esa versión
tampoco se ha preservado hasta la época actual.
11. El capítulo «Aliento a la devoción» describe cómo los
ochocientos mil millones de nayutas de bodhisattvas juran enseñar el sutra
ampliamente en una época de temor y de maldad, después de la muerte del Buda.
Manifiestan su determinación de enfrentar numerosas hostilidades que se
desatarán a causa de su propagación.
La práctica del
shakubuku es lo que genera tales hostigamientos y es a lo que el Daishonin se
refiere aquí. En contraste, el capítulo «Prácticas pacíficas» detalla los
cuatro medios pacíficos de práctica: acciones, palabras, pensamientos y
juramentos pacíficos.
12. Estas «enseñanzas doctrinales» se mencionan en oposición a
«la observación de la vida», que es percibir, a través de la meditación, la
realidad suprema inherente a la propia vida. Este, sumado al estudio doctrinal
de los sufras, es uno de los dos aspectos integrales de la práctica enseñados
por la escuela Tendai. El Daishonin hacía hincapié en el aspecto contemplativo
(la entonación del daimoku), pero aquí dice que los demás lo criticaban por no
hacerlo. Eso se debe a que él también destacaba la comparación entre escrituras
para establecer la superioridad del Sutra del loto.
13. Pien Ho era oriundo del estado de Ch’u, en la China, y vivió
durante el período
de la Primavera y el Otoño (770-403 a.O.). Según Han Fei Tzu,
Pien Ho encontró una piedra preciosa en el monte Ch’u y se la obsequió al rey
Li. Cuando el soberano la hizo tasar, le informaron que se trataba de una roca
vulgar. Entonces, el Rey hizo que a Pien Ho lo le amputaran la pierna izquierda
hasta la rodilla. Tras la muerte del Rey, Pien Ho presentó de nuevo la piedra,
esta vez ante el rey Wu y, acusado por segunda vez de engaño, sufrió la
amputación de la pierna derecha hasta la rodilla. Con posterioridad, estando ya
en el trono el rey Wen, Pien Ho sollozó durante tres días al pie del monte
Ch’u, mientras sostenía la preciosa gema y derramaba lágrimas de sangre por la
ignorancia de los monarcas. Al enterarse de ello, el rey Wen pidió que le
trajeran la piedra de Pien Ho y, cuando se la entregaron, la hizo pulir. Fue
entonces cuando reconocieron que era genuina y, en consecuencia, según cuenta
la tradición, la gema fue valorada como un tesoro por todo el pueblo.
14. «Kiyomaro» es Wake no Kiyomaro (733-799), funcionario de alto
rango en la corte que fue perseguido por frustrar los intentos del sacerdote
Dokyo, favorito de la emperatriz Shotoku, de ascender al trono. Fallecida la
Emperatriz, sin embargo, Dokyo fue despojado del poder, y Kiyomaro fue
perdonado de su exilio y convocado nuevamente a servir en la Corte.
15. Esta afirmación deriva de un pasaje del capítulo «Medios
hábiles» del Sutra del loto, que dice: «Con los mismos métodos que emplean los
budas de las tres existencias para predicar la Ley, ahora yo haré lo mismo y
predicaré una Ley que no tiene distinciones». Las cinco categorías de budas
-todos los budas en general, los budas del pasado, los budas del presentemos
budas del futuro y el buda Shakyamuni- siempre siguen el mismo método de
prédica; primero, exponen diversas enseñanzas provisionales durante un período
relativamente largo, para conducir luego a las personas al vehículo único del
Buda, o Sufra del loto, que revelan con posterioridad.
16. El capítulo «Jamás Despreciar» describe las prácticas del
bodhisattva Jamás Despreciar, que vivió en el Día Medio de la Ley del buda Rey
del Sonido Imponente; él perseveró frente a las persecuciones en bien de la
enseñanza correcta y, por fin, logró la iluminación.
17. La «revelación» es una de las tres divisiones de un sutra —preparación, revelación y transmisión-
empleadas para interpretar las enseñanzas budistas. Aquí, el Daishonin aplica esas
divisiones únicamente a la enseñanza teórica (primera mitad) del Sutra del
loto. Desde ese punto de vista, la preparación consiste en el Sutra de los
infinitos significados y el capítulo «Introducción»; la revelación va desde el
capítulo «Medios hábiles» hasta el capítulo «Profecías»; y la transmisión,
desde el capítulo «Maestro de la Ley» hasta el capítulo «Prácticas pacíficas».
18. Las «tres proclamas» son exhortaciones mediante las cuales
Shakyamuni insta tres veces a la asamblea reunida ante él a propagar el Sutra
del loto después de su muerte.
19. Después de la persecución de Tatsunokuchi, cinco de los
discípulos del Daishonin, entre ellos Nichiro, fueron confinados en una
mazmorra.