LA IMPORTANCIA DEL ESTUDIO BUDISTA. POR DAISAKU IKEDA. LIVING BUDDHISM Septiembre/Octubre 2010.
En mi diario juvenil,
escribí lo siguiente: «Sea cual fuere nuestro cargo en la organización, si no
estudiamos seriamente, nos quedaremos atrás. Las palabras del Daishonin que
dicen “Esfuércense en los dos caminos de la práctica y el estudio” (1) se
aplican a todos por igual. Nadie es la excepción» (2). Cuando perdemos nuestro
espíritu de búsqueda hacia el estudio del budismo, abrimos las puertas a la
arrogancia y le permitimos que se instale en nuestra vida.
El estudio budista no es
un privilegio especial, reservado a las jerarquías del clero profesional. Desde
el punto de vista de la enseñanza suprema del Sutra del loto, que expone la
iluminación universal, el auténtico estudio del budismo para el pueblo debe
estar abierto a todos y alentar la participación de cualquiera. Este tipo de
estudio palpita con energía en la vida de cada individuo e inculca los medios
para construir una vida dedicada a la creación de valor, a la filosofía de la
revolución humana y a lograr la victoria absoluta, a partir de la fe en la Ley
Mística.
El gran escritor ruso
León Tolstoi (1828 - 1910) registró este dicho en uno de sus diarios: «Sin
pensamiento correcto, no puede haber acción correcta. Cuando el pensamiento es
correcto, de él surgen naturalmente actos bien orientados» (3). Estas palabras
contienen una verdad incuestionable.
Por ello debemos estudiar
el Gosho y practicarlo tal como éste lo enseña, con corazón puro, considerando
el esfuerzo de hoy como causa de felicidad eterna.
El señor Toda siempre
recalcó la importancia de tener sólidas bases en el estudio del budismo. En
cualquier situación, sus orientaciones fluían libremente, originadas en el manantial
del Gosho. Por eso, advertía a los miembros de la División de Jóvenes que
debíamos sostener el futuro de la Soka Gakkai: “Espero que se esfuercen mucho
más en el estudio budista, en la fe y en la autosuperación.
También dijo
específicamente a las integrantes de la División Juvenil Femenina: «¡Construyan
sólidas bases asentadas en el estudio del budismo! Si tienen estos cimientos,
ningún problema que enfrenten las derribará». El estudio budista que
llevé a cabo durante mi juventud, en compañía de mi mentor, ha sido la base de
toda mi práctica budista en las décadas siguientes, hasta el día de hoy. En
cada oportunidad, el señor Toda me orientaba basado en el Gosho. En mayo de
1951, poco después de haber asumido la presidencia de la Soka Gakkai, dio una
disertación realmente impactante sobre Carta desde Sado.
Recuerdo que cada semana
daba sus famosas «disertaciones de los viernes», en el Centro Cívico de
Toshima; lo escuchaba fascinado, desde el flanco lateral del escenario. Habrá
dado unas doscientas disertaciones sobre los escritos del Daishonin, abiertas a
todos los miembros. Aun en los peores días de mi lucha contra la enfermedad,
sus conferencias impactantes renovaban por completo mi valor y mi fuerza vital.
He podido abrir el camino hacia la victoria de nuestro movimiento, precisamente
porque seguí al pie de la letra las instrucciones del señor Toda con respecto
al estudio del budismo, que concordaban de manera perfecta con los escritos del
Daishonin.
En el estudio del budismo, no hay nada tan
peligroso como distorsionar o manipular los escritos del Daishonin con
interpretaciones arbitrarias, para imponer visiones propias o personales. Por
eso es tan importante contar con un mentor que tenga una comprensión correcta.
Debemos estar dispuestos
a refutar a todos aquellos que intenten tergiversar o distorsionar el mensaje
del Daishonin para justificar enseñanzas falsas o equivocadas.
Como señala Nikko
Shonin, el sucesor directo del Daishonin, en su obra «Las veintiséis
advertencias de Nikko»: (4) «No deberán seguir ni siquiera al sumo prelado, si
este actúa contra la Ley del Buda y expone ideas propias». (5)
Mi deseo más ardiente es
transmitir a nuestros miembros de todo el mundo las lecciones que aprendí de mi
mentor, en bien de hoy y del mañana. Cuando escribo mis artículos para la serie
“Los escritos de Nichiren Daishonin y la relación de maestro y discípulo”, me
parece escuchar la voz del señor Toda, rebosante de convicción. Y cuando
escribo las disertaciones de la serie
Aprendamos de los
escritos de Nichiren Daishonin: Las enseñanzas para lograr la victoria,
resuenan en mi corazón las bondadosas palabras de mi maestro.
La esencia de la
práctica budista, invariable desde los tiempos del Daishonin, yace en que los
compañeros de fe se reúnan a estudiar los escritos del Daishonin, profundicen
su fe y renueven su determinación de llevar a cabo el kosen-rufu y su propia
revolución humana.
El Daishonin a menudo escribía a sus
seguidores instándolos a que leyeran sus cartas juntos. Por ejemplo, dice:
«Quiero que la gente con espíritu de búsqueda se reúna y que todos reciban
aliento leyendo juntos esta carta» (6). Y en otro escrito dirigido a dos
seguidoras que tenían estrechos lazos (la monja laica de Ko y la monja laica
Sennichi), les dice: «Ya que ambas tienen el mismo corazón, pídanle a alguien
que les lea esta carta y escúchenla juntas» (7).
Nuestras reuniones de
diálogo son un modelo de encuentro donde los amigos en la fe se reúnen y leen
en voz alta frases o cartas del Daishonin, estudian su significado, se alientan
mutuamente y resuelven triunfar en la vida siguiendo las enseñanzas del Buda.
Las reuniones de diálogo
son actividades de Gakkai rebosantes de fraternidad, buena voluntad e
inspiración, que concuerdan totalmente con la fórmula esbozada en los escritos
del Daishonin.
Según las últimas investigaciones
neurológicas, cuando el cerebro aborda problemas difíciles, las neuronas forman
activas redes que persisten aun después de haber cesado la resolución del
problema; por ende, desafiar circunstancias complejas incrementa las funciones
cerebrales. Esto quiere decir que cuando nos dedicamos al estudio toda la vida,
en realidad estamos fortaleciendo y desarrollando nuestro cerebro.
Por otro lado, los
miembros de la SGI estamos estudiando diariamente y poniendo en práctica el
Budismo de Nichiren Daishonin, que nos permite convertir los cuatro sufrimientos
del nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte en las cuatro nobles
virtudes de la eternidad, la felicidad, la verdadera identidad y la pureza. Este
camino nos conduce a coronar de intensa vitalidad juvenil, buena salud y
longevidad esta vida dedicada plenamente a cumplir la misión.
NOTAS:
1. Los escritos de Nichiren Daishonin (END), Tokio: Soka Gakkai,
2008, pág. 408.
2. Véase IKEDA, Daisaku: A Youthful Diary: One Man’s Journey
from the Beginning of Faith to Worldwide Leadership for Peace (Un diario
juvenil: La travesía de un hombre desde los albores de la fe hasta el liderazgo
de la paz mundial), Santa Monica, California: World Tribune Press, 2000, pág.
216.
3. TOLSTOY, León: Torusutoi Zenshu (Obras completas de Tolstoi),
trad. por Tatsuo Kuroda, Tokio: Iwanami Shoten, 1931, vol 19, pág. 875.
4. Veintiséis advertencias de Nikko: Documento que escribió Nikko
Shonin, sucesor legítimo de Nichiren Daishonin, para que sacerdotes y laicos de
las generaciones futuras mantuvieran la pureza de las enseñanzas del Daishonin.
Establece el espíritu fundamental de la fe, la práctica y el estudio.
5. Gosho zenshu, pág. 1618.
6. Ib., pág. 325.
7. Ib., pág. 624.