LA VALENTÍA.
Tener valentía es
fundamental para lograr o emprender cualquier cosa en la vida. Obrar con coraje
no implica una hazaña gloriosa o un gesto heroico. Se trata más bien de la
fortaleza para realizar esfuerzos perseverantes por alguna causa correcta,
aunque otras personas no se den cuenta de ello o no lo valoren.
Nichiren, escribió a uno
de sus seguidores: "No sienta el más mínimo temor en su fuero interno. Lo
que a uno le impide manifestar la Budeidad es la falta de valentía”. (Los
escritos de Nichiren Daishonin, Tokio, Soka Gakkai, 2008, pág. 668).
El Sutra del loto enseña
que todo ser humano posee un potencial infinito. Asimismo, el budismo enseña
que en el camino del desarrollo personal, el ser humano experimenta
naturalmente obstáculos y adversidades generados en el plano interior como
exterior. Pero el ser humano debe enfrentar dichas dificultades con fe sólida y
osadía para finalmente expandir ampliamente su capacidad innata y manifestar
una condición de vida iluminada.
Cuando la falta de
coraje se manifiesta en el plano social, por ejemplo cuando una persona en
posición de liderazgo renuncia a sus principios o no es capaz de defender la
verdad y la justicia, esto se convierte en la causa del sufrimiento de todo un
pueblo.
La convicción en el
potencial del ser humano está estrechamente ligada a la valentía, pues es lo
que motiva al ser humano a actuar con compromiso y con misericordia por lo
correcto y por la justicia.
En el plano individual,
la valentía nos permite cambiar nuestras vidas, romper con las barreras de la
inseguridad que nos impiden dar un nuevo paso y desarrollar nuestro verdadero
potencial. Un simple problema se convierte en una preocupación abrumadora,
según quién viva dicha experiencia. Sea cual fuere la magnitud del obstáculo
que se deba enfrentar, el proceso interior que nos permite armarnos de valentía
es igual en todas las personas. Cuando una persona se arma de valor para
afrontar cada vicisitud de su vida puede transformar no solamente su vida sino
que también puede ejercer una influencia notoriamente positiva en su
entorno.
Daisaku Ikeda señala:
"La fortaleza o la debilidad de nuestra fe depende más del coraje que del
conocimiento" . (Seikyo Shimbun, 10 de febrero de 2006.)
Asimismo, afirma:
"En realidad, el rumbo que tome nuestra vida dependerá de si somos o no
personas de coraje. “El auténtico coraje significa emprender acciones sensatas,
justas y beneficiosas para todos. Es aquel que demostramos cuando vivimos con
honestidad y tesón. El coraje sano, resuelto y firme representa la cualidad más
preciosa de todas". (Koko Shimpo, 27 de mayo de 1998.)
En otra ocasión, también
destacó: "La fe en el budismo de Nichiren significa tener valentía. “El
budismo del Daishonin es una enseñanza que permite armarse de ilimitado coraje”.
“Sin coraje no podemos
triunfar sobre la dura realidad de la vida. De hecho, sin valentía nos
extraviaríamos en la oscura corriente de la época”. “El coraje es sinónimo de
amor compasivo" . (Seikyo Shimbun, 28 de marzo de 2010.)