33. RESPUESTA A SAIREN-BO
Sea
muy cuidadoso cuando venga a verme después del anochecer. Le explicaré en
detalle las enseñanzas sobre los beneficios de quienes llegan al nivel más
elevado de la práctica budista. (1)
He
analizado con suma atención el contenido de su carta. Además, he recibido sin
inconvenientes los diversos artículos que llegaron desde la capital [Kioto].
Antes, en Kamakura, eran objetos cotidianos, pero desde que estoy exiliado en
esta isla no he podido procurármelos. Es una grata novedad disponer de
artículos así en esta pequeña isla distante.
En
su carta, usted menciona que, a comienzos del segundo mes, decidió ser mi
discípulo y se comprometió a seguirme; dice también que, a partir de ahora,
aunque no esté a la altura de los demás, se sentirá muy complacido y honrado de
que yo siga contándolo entre mis discípulos.
El
Sutra dice: «Las personas que habían conocido la Ley vivieron en distintas
tierras de Buda, aquí y allá, y renacieron constantemente en compañía de sus
maestros». (2) También afirma: «Si uno se mantiene cerca de los maestros de la
Ley, rápidamente entrará en el camino del bodhisattva. Quien sigue a estos
maestros y aprende de ellos, verá budas numerosos como los granos de arena del
Ganges». (3)
Un
comentario sostiene: «Originariamente, uno siguió a este Buda y, por primera
vez, concibió el deseo de buscar el Camino. Cuando uno vuelve a seguir a ese
Buda, alcanza el nivel del cual ya no se retrocede». (4) Otro comentario
expone: «En el comienzo, uno siguió a este buda o bodhisattva y creó un vínculo
con él; por eso, será mediante este buda o bodhisattva como uno logrará su
objetivo». (5)
Cuando
considero estos pasajes del Sutra y de los comentarios, me pregunto si usted y
yo no habremos hecho un juramento como maestro y discípulo incontables kalpas
atrás. Hemos nacido juntos, usted y yo, en esta época corrupta que es el Ultimo
Día de la Ley, en el país del Japón, en el continente meridional de Jambudvipa,
y, con la mayor reverencia, nuestras bocas entonan Nam-myoho-renge-kyo, que es
la razón última por la cual los budas advienen a este mundo; creemos en él de
todo corazón, lo abrazamos con nuestro cuerpo y nuestras manos se deleitan al
sostenerlo. ¿No se deberá todo esto, acaso, a algún lazo kármico que
compartimos desde el pasado?
Cuando
observo la situación del Japón, compruebo que el Rey Demonio del Sexto Cielo se
ha valido del cuerpo de las personas sabias y ha convertido a los maestros
correctos en mentores equivocados, y a los buenos mentores, en malos maestros.
A eso se refiere el sutra cuando dice: «Demonios malignos tomarán posesión de
los demás». (6)
Aunque
yo, Nichiren, no soy un hombre de sabiduría, el Rey Demonio del Sexto Cielo ha
intentado valerse de mi cuerpo. Pero desde hace un tiempo vengo tomando tan
grandes precauciones que ya ni se me acerca. Así pues, como el poder del
demonio celestial no ha surtido efecto conmigo, ahora busca apoderarse del
gobernante y de sus altos funcionarios, o de sacerdotes necios como Ryokan,
para hacer que me odien.
Sea
corno fuere, hay que comprender que, en esta época, en lo que a maestros se
refiere, existe una diferencia entre mentores correctos e incorrectos; entre
buenos y malos maestros. Es menester alejar a los malos o equivocados, y
relacionarse con los correctos y buenos. Uno debería reconocer que los maestros
que actúan contra el Sutra del loto son malos y erróneos, aun cuando su virtud
sea reconocida en todo el país, y su sabiduría sea tan brillante como el sol y
la luna; y en ningún caso debería acercárseles. Un Sutra nos advierte sobre ese
punto: «Si hay personas que actúan contra la Ley, uno no debe estar en su
compañía. Si se les acerca y permanece a su lado, se condenará al infierno
Avichi». (7)
Por recto y honesto que usted sea, por mucho
que se afane en ser reconocido como sabio en el ámbito secular o religioso, si
se vincula con malas personas verá por experiencia que dos o tres de cada diez
veces terminará abrazando las enseñanzas que proclaman y que, al final, usted
mismo acabará actuando como una mala persona. Así lo afirma el comentario:
«Aunque uno no sea malo al comienzo, si se relaciona con malas personas y
entabla amistad con ellas, con el tiempo, indefectiblemente, se convertirá en alguien
malvado, y su mala reputación se propagará en todo el mundo». (8)
En
definitiva, cuando decimos «maestros malos y erróneos», estamos aludiendo a
aquellos sacerdotes de hoy que actúan contra el Sutra del loto. El Sutra del
nirvana expresa: «¡Bodhisattvas, no temáis a elefantes enfurecidos! ¡Es a los
malos amigos a quienes debéis realmente temer! [...] Aunque os mate un elefante
furioso, no caeréis en los tres malos caminos. Pero si un mal amigo os
destruye, sin falta os hundiréis en ellos». El Sutra del loto afirma: «En esa
época corrupta, habrá monjes de sabiduría perversa y de corazón malvado,
aduladores y deshonestos». (9)
Tal
como he señalado tantas veces en el pasado, cuando maestros como Shan-wu-wei,
Chin-kang-chih, Bodhi-dharma, Hui-k’o, Shan-tao, Honen; Kobo, del templo To-ji;
Chisho, del templo Onjo-ji; Jikaku, del monte Hiei, o Ryokan, de Kanto, leen
las palabras de oro «Descartando honestamente los medios hábiles [predicaré
sólo el Camino insuperable]», (10) consideran que quiere decir «Descartando
honestamente las enseñanzas verdaderas predicaré sólo las enseñanzas
preparatorias». Cuando leen el pasaje que expresa «[El Sutra del loto] ocupa el
sitio más elevado entre los sutras», (11) ellos entienden que significa «Entre
los sufras, ocupa el lugar más bajo». Y cuando leen: «[De todos ellos], el
Sutra del loto es el primero», (12) para ellos quiere decir: «El Sutra del loto
ocupa el segundo lugar» u «ocupa el tercer lugar». Por esa razón, digo que
todos esos sacerdotes son maestros engañosos y malvados.
Los
que yo denomino maestros correctos y buenos son aquellos que comprenden que las
palabras de oro del buda Shakyamuni quieren decir exactamente lo que expresan,
o sea, que los demás sufras representan medios hábiles, y el Sutra del loto
representa la verdad.
En
tal sentido, consulte el capítulo «Ingreso en el mundo del Dharma», en el
septuagésimo séptimo volumen del Sutra de la guirnalda de flores. (13) El Sutra
del loto establece: «Un buen amigo es la gran causa y condición que nos guía y
conduce, y la que nos permite ver al Buda y concebir el deseo de la suprema y
perfecta iluminación». (14)
Tal
como nos señala el Buda, debemos considerar maestros correctos y buenos a
aquellos que descartan honestamente las doctrinas de los cuatro sabores v las
tres enseñanzas, los sutras del Hinayana
y del Mahayana provisional —que fueron expuestos como medios preparatorios—, y
también, las escuelas Nem-butsu, Palabra Verdadera, Zen y Preceptos, y los
sutras en los que estas se basan, y que, en cambio, exponen Myoho-renge-kyo,
«la única gran razón por la cual los budas aparecen en el mundo». (15)
En
cuanto a mí, a Nichiren, dado que nací en el Japón en los primeros quinientos
años del Ultimo Día de la Ley, he tenido que hacer frente a los tres enemigos
poderosos y a todo tipo de calamidades y de obstáculos, tal como predijo que
sucedería El Que Así Llega. Sin embargo, entono Nam-myoho-renge-kyo sin pensar
en mi persona o en mi vida. Le pido que pondere con toda seriedad si merezco
ser considerado un maestro correcto o un maestro equivocado.
Cada
uno de los fundadores de las escuelas que acabo de mencionar declara haber
comprendido como ningún otro el significado del Sutra del loto y estar
practicándolo más que cualquiera. Pero ninguno de ellos ha sido exiliado a la
provincia de Izu como yo, en la era Kocho; ni desterrado a la isla de Sado,
como me ha sucedido en la era Bun’ei; ni llevado al sitio de decapitación en
Tatsunokuchi o puesto ante las innumerables dificultades que yo he debido enfrentar.
Si los pasajes del Sutra [que predicen esas dificultades] expresan la verdad,
debe darse cuenta de que soy el mentor correcto, el buen maestro, y que los
eruditos de las otras escuelas son maestros tan malos como errados. Además de
las citas referidas, hay muchísimas otras en los sutras y tratados que
establecen con claridad la diferencia entre estos dos tipos de maestros, buenos
y malos. Pero estoy seguro de que usted ya las conoce bien, así que no voy a
mencionarlas.
¡Qué
extraordinario es leer en su carta que, de ahora en adelante, rechazará a los
maestros errados de nuestra época y confiará totalmente en mí como maestro
correcto! Cuando El Que Así Llega Shakyamuni, nuestro maestro original,
apareció en este mundo para predicar el Sutra del loto, los budas y
bodhisattvas de los otros mundos, como sombras y ecos, acudieron para asistirlo
en su tarea de propagar las enseñanzas. ¡Ahora, al parecer, han surgido aquí,
en el Japón, como enviados de Shakyamuni, Muchos Tesoros y los budas de las
diez direcciones, para ayudarme en mi labor de difundir las enseñanzas!
En
el Sutra leemos: «Enviaré personas a otras tierras mediante conjuros mágicos,
con el fin de que congreguen asambleas para escuchar la Ley. Y también enviaré
[monjes, monjas, hombres y mujeres laicos] mediante conjuros mágicos [para que
escuchen la prédica de la Ley. Esas personas conjuradas mágicamente escucharán
la Ley, creerán en ella y la aceptarán], y la acatarán sin transgredirla». (16)
Los «monjes» a quienes menciona este pasaje se refieren a usted. Por lo tanto,
cuando en el Sutra se habla de personas que «escucharán la Ley, creerán en
ella, la aceptarán y la acatarán sin transgredirla», no busque a otro más que a
usted mismo. ¿Acaso cabe la más mínima duda?
Aunque
el Sutra habla de aquellos que, habiendo escuchado la Ley, «vivieron en
distintas tierras de Buda, aquí y allá, y renacieron constantemente en compañía
de sus maestros», también hay personas como los tres grupos de practicantes que
escuchan la voz que, después de recibir las semillas de la Budeidad, rechazan
el Ma hayan a y escogen el Hinayana, y caen en los cinco caminos o en los seis
caminos durante una sucesión de existencias, pero, llegado el momento de lograr
la Budeidad, pueden obtener la emancipación uno tras otro. ¡Qué gratificante es
pensar que usted ha descartado las doctrinas y los maestros equivocados de las
escuelas Nembutsu, Palabra Verdadera v otras, y se ha convertido en discípulo
de Nichiren!
De
cualquier manera, tal como hago yo, condene los actos contra la Ley cometidos
por los seguidores de las otras escuelas, y hágalos desistir de las enseñanzas
erróneas para abrazar las doctrinas correctas. En tal caso, cuando llegue a la
Tierra de la Luz Tranquila, donde se sientan las tres clases de budas, (17) y
se presente ante los budas Shakyamuni y Muchos Tesoros, usted preguntará:
«¿Hicimos Nichiren y yo el juramento de ser maestro y discípulo en el pasado
sin comienzo, o no? ¿Fui enviado como emisario del buda Shakyamuni para asistir
a Nichiren en su lucha por propagar las enseñanzas?». Y cuando los budas
respondan “¡Así fue, con exactitud!”, usted comprenderá por sí mismo por qué
sucedieron tales cosas. ¡Por todas estas razones, es absolutamente necesario
que se esfuerce! ¡Sea diligente!
Alrededor
del segundo mes, en forma natural comencé a instruirlo sobre las doctrinas
importantes. A raíz de ello, el octavo día del cuarto mes, después de la
medianoche, a la hora del tigre (entre las tres y las cinco de la mañana) llevé
a cabo para usted la ceremonia de la ordenación en el precepto (18) de la
perfecta enseñanza de la Ley Mística.
¿Cómo
pensar que alguien que ha recibido esta ordenación pueda no ser un buda de la
perfecta iluminación en esta existencia? Y, sí en esta vida ha llegado al nivel
de la perfecta iluminación, ¿qué razón podría tener en su próxima existencia
para retroceder al nivel de la iluminación casi perfecta o a otros niveles
inferiores de la práctica? En vista del juramento que hicimos en el pasado sin
comienzo, y de acuerdo con el principio de que uno constantemente renace junto
a su maestro, si yo, Nichiren, logro la Budeidad en esta existencia, ¿sería
acaso posible que usted se apartara de mí y cayera en los malos caminos?
Cuando
uno considera las profecías de El Que Así Llega registradas en las escrituras a
la luz de la verdadera intención del Buda, está claro que no contienen la más
mínima falsedad, ni con respecto a asuntos seculares ni acerca de temas
religiosos. Ahora bien, se afirma en el Sutra del loto: «Cuando yo haya pasado a
la extinción, deberéis aceptar y mantener este Sutra. Quien lo haga accederá al
Camino del Buda con toda certeza y sin ninguna duda». (19) También leemos: «De
esa manera, rápidamente entraréis en el Camino insuperable del Buda». (20) Si
estos pasajes proféticos carecieran de sentido, y si fuese mentira la
predicción de que obtendremos la Budeidad, la lengua de todos los budas se
partiría, la Torre del buda Muchos Tesoros se derrumbaría, el lugar en que se
sientan los dos budas [Shakyamuni y Muchos Tesoros] uno al lado del otro se
convertiría en un lecho de hierro candente en el infierno del sufrimiento
incesante, y las tres tierras de la Transición, la Recompensa Real y la Luz
Tranquila se transformarían en los tres malos caminos del infierno, las
entidades hambrientas y la animalidad. Pero ¿podría ocurrir algo semejante?
¡Ah,
qué tranquilizador! ¡Qué tranquilizador! ¡Si seguimos pensando de este modo,
aun siendo exiliados, tendremos motivos para sentirnos dichosos, en cuerpo y
alma!
Así
pues, no dejo de ponderar día y noche las doctrinas importantes, y hora tras
hora, momento a momento, saboreo el principio que nos permite alcanzar la
Budeidad. Y. como empleo mis días de este modo, aunque pasan los meses y los
años, el tiempo no me parece largo en absoluto ni me resultan tantas las horas
que transcurren. Esto es similar a lo que describe el sutra, cuando los budas
Shakyamuni y Muchos Tesoros, sentados lado a lado en la Torre de los Tesoros,
corroboran con su aprobación los maravillosos principios del Sutra del loto; y,
aunque transcurren cincuenta kalpas menores, gracias a los poderes
sobrenaturales del Buda, la gran multitud reunida siente como si hubiera pasado
apenas medio día. (21)
De
todas las personas que han incurrido en la ira de sus padres o gobernantes y
han sido enviadas al exilio a una isla remota desde el comienzo del kalpa
actual , no puede haber nadie que haya sentido nuestra alegría incontenible.
Así pues, dondequiera que vivamos y practiquemos el vehículo único, ese lugar
será la Capital de la Luz Tranquila. Y, sin necesidad de dar un solo paso,
quienes sean nuestros discípulos y seguidores laicos podrán ver el Pico del
Aguila en la India, y podrán ir a la Tierra de la Luz Tranquila que ha existido
desde siempre, y retornar día y noche. ¡Qué alegría en verdad inefable!
El
pensamiento es tan arrebatador que quiero hacerle una promesa. Si lo liberan
pronto del exilio y regresa a la capital, aunque el señor feudal de Kamakura
(22) continúe negándole el perdón a Nichiren, apelaré a las deidades
celestiales y, una vez de regreso en Kamakura, le escribiré a usted a Kioto. Si
me indultan primero, y yo regreso a Kamakura, convocaré a las deidades
celestiales para cerciorarme de que usted pueda volver a la capital.
Con
mi profundo respeto
Nichiren
En
el decimotercer día del cuarto mes.
Respuesta
a Sairen-bo
ANTECEDENTES
Esta
carta, destinada a Sairen-bo Nichijo, fue escrita por el Daishonin el cuarto
mes del noveno año de Bun’ei (1272), en Ichinosawa, isla de Sado. Sairen-bo, ex
sacerdote de la escuela Ten-dai, también cumplía una condena de destierro en la
isla de Sado. A juzgar por las cartas que el Daishonin le envió, cabe deducir
que Sairen-bo era una persona muy versada en las enseñanzas budistas. Cuando el
Daishonin obtuvo el indulto del gobierno, dejó Sado y se trasladó a Minobu.
Tiempo después, Sairen-bo también fue perdonado y retornó a Kioto, su ciudad
natal. Recibió varios escritos importantes del Daishonin, como La herencia de
la Ley suprema de la vida y El verdadero aspecto de todos los fenómenos.
En
este escrito, el Daishonin agradece de corazón los diversos artículos
provenientes de Kioto que Sairen-bo le había hecho llegar a modo de ofrenda.
Para un exiliado como Sairen-bo, esos elementos deben de haber sido muy
preciados.
El
Daishonin menciona también una carta que Sairen-bo le había enviado. En ella,
este explicaba que, a comienzos del segundo mes, había decidido seguir al
Daishonin y expresaba su deseo de ser contado entre sus discípulos.
Con
respecto a la decisión de Sairen-bo de convertirse en discípulo del Daishonin,
este último emplea citas del Sutra del loto y de sus comentarios para ilustrar
la profunda relación entre maestro y discípulo. Luego, sostiene que uno debe
desechar a los malos maestros y seguir sólo a los buenos. Revela que él es el
maestro verdadero y correcto en el Ultimo Día de la Ley, declara que Sairen-bo
ha nacido para asistirlo en sus esfuerzos y alienta a su discípulo a esforzarse
en la práctica budista.
El
Daishonin también revela los inmensos beneficios que se obtienen observando el
precepto de la enseñanza perfecta; en otras palabras, la fe en la Ley Mística.
Y dice a Sairen-bo que, aunque ambos estén exiliados, en el futuro, con toda
certeza, los dos lograrán la Budeidad; por ello, se regocija profundamente y
manifiesta una inmensa alegría. Al concluir, alienta a Sairen-bo diciéndole
que, con toda probabilidad, ambos serán indultados muy pronto.
NOTAS
1. La expresión «nivel más elevado de la práctica
budista» se refiere al estado de perfecta iluminación, el más alto de los
cincuenta y dos niveles de la práctica del bodhisattva.
2. Sutra del loto. cap. 7.
4. Profundo significado del “Sutra del
loto».
5. Comentarios sobre “Palabras y frases
del Sutra del Loto”.
6. Sutra del loto. cap 13.
7. “Sutra de las diez clases de ruedas”.
8. Comentario sobre “Gran concentración e
introspección”.
9. Sutra del Loto. cap 13.
10. Ib. cap2.
11. Ib. cap 14.
12. Ib. cap 10.
13. El capítulo «Ingreso en el reino del
Dharma» abarca desde el sexagésimo volumen hasta el octogésimo y último volumen
del Sutra de la guirnalda de flores, obra en ochenta volúmenes. Este capítulo
relata la historia del niño Buenos Tesoros, quien visita a un total de
cincuenta y tres maestros en su búsqueda de la Ley. En el septuagésimo séptimo
volumen, cuando se encuentra con el niño Vida de Virtud y con la niña Poseedora
de Virtud, comprende la importancia de los maestros buenos y correctos, y los
beneficios que se alcanzan al seguirlos como discípulos.
14. Sutra del loto, cap. 27.
15. Ib., cap. 2.
16. Ib., cap. 10. Se ha citado la
traducción de todo el pasaje en beneficio de la claridad, aunque en el original
en japonés sólo aparece una parte.
17. «Tres clases de budas» se refiere a
Shakyamuni, Muchos Tesoros y los budas de Las diez direcciones.
18. Aquí, el término «precepto» indica la
regla de conducta que se debe observar para lograr la Budeidad al instante.
Consiste, simplemente, en abrazar la Ley Mística.
19. Sutra del loto, cap. 21.
20. Ib., cap. 11.
21. Esta escena se describe en el
capítulo decimoquinto del Sutra del loto.
22. «Señor feudal de Kamakura» es otro de
los nombres de Hojo Tokimune (1251-1284), octavo regente del gobierno de
Kamakura.