42. SOBRE LA PRÁCTICA DE LAS ENSEÑANZAS DEL BUDA.
Al examinar [el Sutra del
loto], vemos que los que nazcan en esta tierra y crean en dicho Sutra cuando
este sea propagado en el Ultimo Día de la Ley, serán objeto de odios y de
envidias más graves que los que hubo en los tiempos de El Que Así Llega. Pues,
en aquella época, el maestro que enseñaba y convertía al pueblo era el Buda, y
sus discípulos eran grandes bodhisattvas y arhats. Además, el Buda expuso el
Sutra del Loto sólo después de haber instruido y preparado a los seres vivos
que debían escucharlo, entre los cuales se contaban los seres humanos y
celestiales, las cuatro clases de creyentes y las demás criaturas no humanas;
por ejemplo, las ocho clases de seres. Así y todo, muchos albergaron celos y aversión.
Ahora, en el Ultimo Día de la
Ley, aunque la enseñanza, la capacidad del pueblo y la época de la propagación
concuerden, debemos esperar una hostilidad mucho mayor, pues es la época en que
prevalecen las peleas y las disputas, y en que la Ley pura se oscurece y se
pierde. (1) Por otro lado, el maestro es sólo un practicante común y sus
discípulos provienen de la población sujeta a la maldad y manchada por los tres
venenos. Por tal razón, la gente se aparta del buen maestro y se relaciona con
mentores perversos.
Lo que es más, cuando uno
decide ser discípulo o seguidor laico del devoto que practica el verdadero
Sutra del loto de acuerdo con las enseñanzas del Buda, se expone a enfrentar
tres clases de enemigos. Por lo tanto, desde el mismo día en que escuchen [y
adopten la fe en] este Sutra, prepárense totalmente para afrontar las grandes
persecuciones de tres clases de adversarios que, con toda seguridad, serán más
terribles ahora, tras la muerte del Buda. Mis discípulos ya habían escuchado
esta advertencia, pero, así y todo, cuando tuvimos que hacer frente a
hostilidades pequeñas y grandes, algunos se sintieron tan aterrorizados y
sorprendidos que abandonaron la fe. ¿Acaso no se lo advertí de antemano? He
venido enseñándoles, día y noche, las palabras textuales del Sutra que dicen:
«Puesto que el odio y los celos hacia este Sutra abundan incluso durante la
vida de El Que Así Llega, ¡cuánto peor será después de su muerte!». (2) No
tenían ningún motivo para atemorizarse al ver o escuchar que me expulsaban del
lugar donde vivía, que me herían o que, por haber provocado la ira de las
autoridades, dos veces me desterraban a provincias remotas.
Pregunta: Los devotos que
practican de acuerdo con las enseñanzas del Buda «disfrutarán de paz y de
seguridad en esta existencia». (3) ¿Por qué, entonces, a usted lo atacan los
tres enemigos poderosos?
Respuesta: El buda Shakyamuni
enfrentó nueve grandes pruebas a causa del Sutra del Loto. El bodhisattva Jamás
Despreciar, de manera similar, fue atacado con palos, lajas y piedras. Chu
Tao-sheng fue expulsado a una montaña en Su-chou; Fa-tao, maestro del
Tripitaka, fue azotado en pleno rostro, y el honorable Aryasimha fue
decapitado. El gran maestro T’ien-t'ai sufrió la oposición de las tres escuelas
del sur y las siete escuelas del norte [de la China], y el gran maestro Dengyo
fue odiado por las seis escuelas [de Nara]. El Buda y estos bodhisattvas y
grandes venerables fueron todos devotos del Sutra del loto y, sin embargo,
tuvieron que enfrentar grandes persecuciones. Si niegan que ellos hayan
practicado de acuerdo con las enseñanzas del Buda, ¿dónde encuentran, entonces,
gente que lo haya hecho? Esta es la época de conflicto en la cual se pierde la
Ley pura. Además, en este país malvado el gobernante, sus ministros y hasta la
gente común, sin excepción, viven mancillados por el mal. Se han opuesto a la
enseñanza correcta y, en cambio, adoptan doctrinas y maestros erróneos. Por tal
razón, los demonios han invadido el país en tropel provocando el estallido incesante
y continuo de las tres calamidades y los siete desastres.
¡Realmente, es una época
nefasta para vivir en esta tierra! Sin embargo, el Buda me ha encomendado nacer
en esta era, y me es imposible contradecir el deseo del Rey del Dharma. Así,
como dicta el sutra, he iniciado la batalla entre las enseñanzas provisionales
y la verdadera. Vestido con la armadura de la resistencia y blandiendo la
espada de la enseñanza prodigiosa, he izado el estandarte de los cinco
caracteres de Myoho-renge-kyo, corazón de los ocho volúmenes del Sufra del
loto. Entonces, tensando el arco de la declaración del Buda que dice «todavía
no he revelado la verdad», (4) y calzando la flecha de «descartar honestamente
las enseñanzas provisionales», (5) he subido al carruaje tirado por el gran
buey blanco (6) y he derribado las puertas de las enseñanzas provisionales.
Primero ataqué a una y, luego, a otra, hasta refutar a los oponentes de las
ocho y de las diez escuelas, como Nembutsu, Palabra Verdadera, Zen y Preceptos.
Algunos huyeron al instante, otros retrocedieron e incluso hubo quienes, una
vez cautivos, decidieron ser mis discípulos. Yo sigo repeliendo sus ataques y
venciéndolos, pero existen legiones de contrincantes que se oponen al único Rey
del Dharma y al puñado de personas que lo siguen. De modo que la batalla
prosigue hasta el día de hoy.
«El Sutra del loto es la
enseñanza del shakubuku, la refutación de las doctrinas provisionales». (7)
Fiel a la letra de esta declaración de oro, por fin hasta el último de los
creyentes de las enseñanzas y escuelas provisionales será vencido y se unirá a
las filas del Rey del Dharma. Llegará el tiempo en que toda la población
abandonará las diversas clases de vehículos y adoptará el vehículo único de la
Budeidad, y la Ley Mística florecerá en toda la tierra. Cuando todas las
personas entonen Nam-myoho-renge-kyo, el viento dejará de azotar y doblegar las
ramas, y la lluvia ya no romperá los terrones del suelo con violencia.
Entonces, el mundo será como lo fue en tiempos de Fu Hsi y de Shen Nung. (8) En
su actual existencia, la gente se verá libre de desastres e infortunios, y
aprenderá el arte de la longevidad. Comprendan que llegará la época de revelar
la verdad de que tanto la persona como la Ley son eternas e imperecederas. No
puede haber la menor duda acerca de lo que promete el sutra: «paz y seguridad
en esta existencia».
Pregunta: ¿Cómo debería uno
practicar para ser fiel a las enseñanzas del Buda?
Respuesta: El pueblo japonés de
esta época opina en forma coincidente en cuanto a las prácticas que concuerdan
con las enseñanzas del Buda. Los japoneses creen que, como todos los vehículos
son abiertos y están contenidos en el vehículo supremo de la Budeidad, ninguna
enseñanza es superior o inferior, superficial o profunda, sino que todas
equivalen al Sutra del loto. De ahí viene la creencia de que entonar el
Nembutsu, abrazar la enseñanza de la escuela Palabra Verdadera, practicar la
meditación del Zen o profesar y recitar cualquier sutra o el nombre de
cualquier buda o bodhisattva es lo mismo que seguir el Sutra del loto.
Pero insisto en que esto es
errado. Lo más importante a la hora de practicar las enseñanzas budistas es
seguir y practicar las palabras de oro del Buda, no las opiniones de los demás.
Nuestro maestro, Shakyamuni El Que Así Llega, quiso revelar el Sutra del loto
desde el momento en que accedió al Camino por primera vez. Sin embargo, como la
gente aún no tenía la madurez necesaria para entenderlo, tuvo que valerse de
enseñanzas provisionales como medios preparatorios (9) durante unos cuarenta
años, antes de poder exponer la enseñanza verdadera del Sutra del loto.
En el Sutra de los infinitos
significados, introducción del Sutra del loto, el Buda trazó la línea entre las
enseñanzas provisionales y la enseñanza verdadera, y estableció la diferencia
entre los medios conducentes y la verdad. Declaró: «[Para predicar la Ley de
muy diversas maneras,] empleé el poder de medios hábiles. Pero en estos más de
cuarenta años, todavía no he revelado la verdad». (10) Los ochenta mil
bodhisattvas, entre los cuales se contaba Gran Adorno, entendieron en forma
cabal por qué Shakyamuni había predicado las enseñanzas provisionales, por qué
mostró que apenas eran medios hábiles y por qué, en última instancia, las
descartó en su totalidad. (11) Expresaron su comprensión declarando que
«finalmente no podrían adquirir la iluminación insuperable” (12) abrazando cualquiera
de los sutras expuestos antes que el Sutra del loto y que requieren incontables
kalpas de práctica [para poder obtener la Budeidad].
Por fin, el Buda consideró que
ya podía predicar el Sutra del loto -que del conjunto de sus enseñanzas
representaba la parte correspondiente a la revelación- (13) y señaló: «El
Honrado por el Mundo lleva largo tiempo exponiendo sus doctrinas, y ahora es
momento de que revele la verdad». (14) También advirtió: «[En las tierras de
Buda de las diez direcciones] sólo existe la Ley del vehículo único; no hay
dos, no hay tres, salvo cuando el Buda predica de este modo como medio
conducente», (15) y enseñó a «descartar honestamente los medios hábiles» (16) y
a «no aceptar una sola estrofa de los demás sutras». (17) Así pues, a partir de
ese momento y por siempre, la Ley Mística, «la Ley del vehículo único» de la
Budeidad, ha sido la única enseñanza capaz de hacer que todas las personas
lleguen a ser budas. Pese a que no hay ninguna otra enseñanza fuera del Sutra
del loto que pueda proporcionar el mínimo beneficio, los estudiosos del Ultimo
Día sostienen que todos los sutras deben conducir a la iluminación porque
fueron expuestos por El Que Así Llega. Así pues, profesan en forma arbitraria
la fe en cualquier sutra y siguen la escuela que se les antoja, sea Palabra
Verdadera, Nembutsu, Zen, Tres Tratados, Características del Dharma, Tesoro del
Análisis del Dharma, Establecimiento de la Verdad o Preceptos. Acerca de estas
personas, el Buda dijo: «El que no tiene fe en este Sutra y, en cambio, actúa
contra él, inmediatamente destruirá todas las semillas que le permitirán ser un
buda en este mundo. [...] Cuando su vida concluya, entrará en el infierno
Avichi». (18) El Buda mismo llegó a la conclusión de que nuestra práctica
concuerda con las enseñanzas del Buda sólo cuando basamos nuestra fe por
completo en las pautas de estos pasajes del sutra y creemos sin ninguna duda
que «sólo existe la Ley del vehículo único».
Pregunta: En tal caso, sería errado decir que la fe en cualquier Sutra o
en cualquier buda de las enseñanzas conducentes y provisionales equivale a la
fe en el Sutra del loto. Pero ¿qué hay de aquellos que creen sólo en el Sutra
del loto y llevan a cabo las cinco prácticas establecidas en el Sutra o siguen
las prácticas descritas en el capítulo «Prácticas pacíficas»? ¿No podríamos
decir que su práctica concuerda con las enseñanzas del Buda?
Respuesta: Todo aquel que
practique el budismo deberá entender primero las dos clases de práctica -el
shoju y el shakubuku-. Todos los sutras y tratados caen en una de estas dos
categorías. Aunque los eruditos de este país hayan estudiado el budismo
extensamente, no entienden cuál es la práctica que concuerda con la época. Las
cuatro estaciones siguen una secuencia perpetua, y cada una de ellas exhibe sus
propias características. En verano hace calor; en invierno, frío; en primavera
florecen las plantas, y en otoño maduran los frutos. Por ende, es natural
sembrar semillas en primavera y cosechar en otoño. Si uno sembrara en otoño,
¿podría recoger la cosecha en época vernal? Las ropas de abrigo son útiles
cuando hace intenso frío, pero ¿qué provecho pueden darnos en días de sofocante
calor? En verano la brisa fresca es muy agradable, pero ¿qué utilidad puede
darnos en invierno? El budismo funciona de la misma manera. Hay una época en
que, para beneficiar a la humanidad, deben propagarse las enseñanzas del
Hinayana; una época en que deben difundirse las doctrinas del Mahayana
provisional, y otra en la cual se deben propagar las enseñanzas del Mahayana
verdadero para que la gente pueda obtener el fruto de b Budeidad. Los dos
milenios de los días Primero y Medio de la Ley requirieron la difusión del
Hinayana y de las enseñanzas provisionales del Mahayana, pero los primeros
quinientos años del Ultimo Día sólo requieren que se propague ampliamente, en
toda la tierra, el Sutra del loto, la enseñanza pura y perfecta que expone el
vehículo único de la Budeidad. Como el Buda predijo, esta es la época de
disputas y enfrentamientos en que la Ley pura se oscurece y se pierde; es la
época en que se produce una irremediable confusión entre las enseñanzas
provisionales y la verdadera.
Cuando uno debe luchar contra
enemigos, necesita espadas, palos, o arco y flecha. Pero estas armas, sin
ninguna duda, se tornan innecesarias cuando no tenemos adversarios. En esta
época, las doctrinas provisionales se han vuelto enemigas de la enseñanza
verdadera. Una vez que ha llegado el momento propicio para diseminar la
enseñanza del vehículo único, las enseñanzas provisionales pasan a ser
enemigas. Cuando dan lugar a confusión, deben ser rotundamente refutadas desde
el punto de vista de la verdadera enseñanza. De las dos clases de práctica,
esta es el shakubuku, la práctica del Sutra del loto. T’ien-t’ai tuvo buenas
razones para decir: «El Sutra del loto es la enseñanza del shakubuku, la
refutación de las doctrinas provisionales».
Las cuatro prácticas pacíficas
(19) [descritas en el capítulo «Prácticas pacíficas» del Sutra del loto]
corresponden al shoju. Emprenderlas en esta época es tan insensato como plantar
semillas en invierno y pretender cosechar los frutos en primavera. Es natural
que el gallo cante al amanecer; lo raro sería que lo hiciera cuando se pone el
sol. Ahora, cuando prevalece una gran confusión entre las enseñanzas
provisionales y la verdadera, sería igualmente ilógico que uno se recluyera en
un bosque de montaña y emprendiera la práctica pacífica del shoju sin refutar a
los enemigos del Sutra del loto. Pues de esa manera perdería la oportunidad de
practicar dicho sufra.
En esta época, el Último Día de
la Ley, ¿quién está llevando a cabo la práctica del shakubuku en forma estricta
de acuerdo con el Sufra del loto? Supongamos que alguien, sea quien fuere,
proclamara sin concesiones que el Sutra del loto es el único que puede guiar a
la gente a la Budeidad, y que todos los demás sutras, lejos de acercar a las
personas al Camino, las conducen de lleno al infierno. Observemos qué sucedería
si esa persona tratara de refutar a los maestros y las doctrinas de todas las
demás escuelas: los tres enemigos poderosos se manifestarían sin falta.
Nuestro maestro, Shakyamuni El
Que Así Llega, practicó el shakubuku durante los últimos ocho años de su vida;
el gran maestro T’ien-t ai lo hizo durante más de treinta años, y el gran
maestro Dengyo, durante más de veinte. Yo he venido refutando las doctrinas
provisionales desde hace más de veinte años y, a decir verdad, son incontables
las grandes persecuciones que he tenido que sufrir a io largo de este período.
No sé si equivalen a las nueve grandes pruebas acaecidas al Buda, pero, con
toda seguridad, ni T’ien-t’ai ni Dengyo enfrentaron jamás hostigamientos tan
graves como los míos en bien del Sutra del loto. Sólo sufrieron a causa del
odio, la envidia y la calumnia, mientras que yo provoqué dos veces la ira de
las autoridades y fui exiliado a provincias remotas. Además, estuve a punto de
ser ejecutado en Tatsunokuchi, fui herido en la frente [en Komatsubara] y
calumniado en forma reiterada. Mis discípulos también han padecido la cárcel y
el destierro, y mis seguidores laicos han sido desalojados y castigados con la
confiscación de sus tierras. ¿Cómo podrían compararse con estas persecuciones
las que enfrentaron Nagarjuna, T’ien-t’ai o Dengyo?
Comprendan, entonces, que el
devoto que practique el Sutra del loto tal como el Buda enseña, sin falta, será
atacado por los tres enemigos poderosos.
En los más de dos mil años
transcurridos desde el advenimiento del Buda, los únicos tres que mantuvieron
perfectamente las enseñanzas expuestas por el Buda fueron Shakyamuni,
T’ien-t’ai y Dengyo. Ahora, en el Ultimo Día de la Ley, los que practican así
son Nichiren y sus discípulos y seguidores laicos. Si no podemos llamarnos
leales devotos de las enseñanzas del Buda, tampoco tienen derecho a llevar ese
nombre Shakyamuni, T’ien-t’ai o Dengyo. ¿Pero podrían llamarse devotos del
Sutra del loto personas como Devadatta, Kokalika, Sunakshatra, Kobo, Jikaku,
Chisho, Shan-tao, Honen, Ryokan u otros como ellos? ¿Podrían el buda
Shakyamuni, T’ien-t’ai, Dengyo o Nichiren y sus discípulos y seguidores laicos
ser practicantes de escuelas como el Nembutsu, Palabra Verdadera, Zen,
Preceptos u otras? ¿Podría alguien decir que el Sutra del loto es una enseñanza
provisional y preparatoria, y que los sutras del Nembutsu y de las demás
escuelas son el Sutra del loto? Nada de esto podría ser posible jamás, aun
cuando el Este se convirtiera en el Oeste y cuando el Oeste pasara a ser el
Este; aun cuando la tierra con todas sus plantas y árboles se elevara y ocupara
el lugar del aire, y el Sol, la Luna y las estrellas descendieran y
sustituyeran a la tierra.
¡Qué tremenda lástima que todo
el pueblo del Japón se alegre de ver sufrir a Nichiren, a sus discípulos y a
sus seguidores laicos a manos de los tres enemigos poderosos! Lo que ayer le
ocurrió a otro, hoy puede sucedemos a nosotros. El tiempo que Nichiren y sus
seguidores tendrán que seguir resistiendo es muy breve: tanto como el que
tardan la escarcha o el rocío en desvanecerse bajo el sol matinal. Cuando
nuestras oraciones en pos de la Budeidad sean respondidas y vivamos en la
verdadera tierra de la Luz Tranquila disfrutando de la alegría ilimitada de la
Ley, ¡qué lástima nos darán aquellos que se hundan de lleno en la gran
ciudadela del infierno Avichi, donde les aguardará un sufrimiento extremo! ¡Y
cuánto nos habrán de envidiar!
La vida transcurre en un abrir
y cerrar de ojos. Aunque deban enfrentar enemigos terribles y numerosos, alejen
de su vida el miedo y jamás piensen en retroceder. Aunque alguien se propusiera
decapitarnos con un serrucho, empalarnos con lanzas, sujetar nuestros pies con
grilletes y trepanarlos con un barreno, mientras tengamos vida debemos seguir
entonando Nam-myoho-renge-kyo, Nam-myoho-renge-kyo. Si mantenemos esta práctica
hasta el preciso instante de la muerte, Shakyamuni, Muchos Tesoros y los budas
de las diez direcciones vendrán hacia nosotros de inmediato, tal como
prometieron en la ceremonia en el Pico del Águila. Nos tomarán de las manos y
nos cargarán en andas para transportarnos hasta el Pico del Águila. Los dos
venerables, (20) los dos reyes celestiales (21) y las diez demonios nos
protegerán, mientras que todas las deidades celestiales y benevolentes
extenderán un dosel sobre nuestras cabezas y desplegarán, bien altos, sus
estandartes. Escoltados por ellos y bajo su protección, llegaremos a la tierra
de los tesoros de la Luz Tranquila. ¡Cómo poder describir una dicha semejante!
Nichiren
En el quinto mes del décimo año
de Bun’ei (1273), signo cíclico mizunoto-tori.
A todos mis seguidores
Conserven esta carta en su
poder en todo momento y léanla constantemente.
ANTECEDENTES
Nichiren Daishonin escribió
esta carta a todos sus seguidores el quinto mes de 1273, mientras aún soportaba
privaciones extremas durante su exilio en la isla de Sado. El título, Sobre la
práctica de las enseñanzas del Buda, se refiere a la práctica que concuerda en
forma exacta con lo que el Buda enseñó.
Puede decirse que este título
indica dos puntos importantes. Uno es que Nichiren Daishonin vivió de acuerdo
con las enseñanzas de Shakyamuni y cumplió todas las profecías del Sutra del
loto. El otro es que los seguidores del Daishonin en el Ultimo Día de la Ley
deben mantener y cumplir sus enseñanzas.
En esta carta se plantea una
pregunta: ¿por qué los creyentes deben experimentar adversidades cuando el
Sutra del loto promete «paz y seguridad en esta existencia»? Nichiren Daishonin
responde que aquellos que practican el Sutra del loto de acuerdo con la
enseñanza del Buda sin falta tendrán que enfrentar tres enemigos poderosos,
cuya aparición se predice en el capítulo «Aliento a la devoción» del Sutra. En
otras palabras, uno demuestra ser un verdadero devoto sólo cuando afronta y
supera grandes obstáculos en bien de las enseñanzas del Buda. En esencia, esto
significa establecer de manera clara y directa cuál es la enseñanza correcta
del budismo y transmitirla a los demás con profundo amor compasivo.
Un mes antes de escribir esta
carta, el Daishonin finalizó el tratado El objeto de devoción para observar la
vida, donde reveló el verdadero objeto de devoción —Gohonzon— para el pueblo
del Ultimo Día de la Ley. También reveló que la práctica basada en dicho objeto
—entonar daimoku con firme fe en el Gohonzon— conduce a la iluminación. Esta
carta fue escrita después para aclarar la importancia de otra práctica: el
shakubuku o transmisión de la enseñanza a los demás.
NOTAS
1. Referencia a una descripción del quinto periodo de quinientos años
que aparece en el Sutra de la Gran
Compilación, según la cual en esta era habrá peleas incesantes entre escuelas budistas rivales, y la
enseñanza correcta de Shakyamuni se oscurecerá y se perderá.
2. Sutra del Loto, cap 10.
3. Ib, cap 5.
4. Sutra de los infinitos significados.
5. Nichiren Daishonin cita, aquí, la frase «descartando honestamente los medios hábiles», del capitulo
segundo del Sutra del Loto, con una ligera variación en el texto.
6. El “carruaje tirado por un gran buey blanco” simboliza el vehículo
supremo de la Budeidad, descrito en la parábola de los tres carros y la casa en
llamas, que aparece en el capítulo
“Parábolas y Semejanzas” del Sutra del loto.
7. Afirmación de T’ien-t’aí extraída de “Profundo significado del Sutra
del Loto”.
8. Fu Hsí y Shen Nung fueron reyes legendarios de la antigua China que
gobernaron sociedades ideales.
9. La expresión “medios preparatorios” se usa como sinónimo de “medios
hábiles” o “medios conducentes”.
10. Sutra de los infinitos significados.
11. El texto literal en japonés se ha ajustado ligeramente para dar
claridad al párrafo.
12. Sutra de los infinitos significados Se ha ajustado La conjugación
verbal al contexto de la cita.
13. Las enseñanzas del buda Shakyamuni pueden dividirse en tres partes:
preparación, revelación v transmisión. La primera de ella “preparación”, indica
las enseñanzas anteriores al Sutra del loto; la «revelación» se refiere al Sutra
de los infinitos significados, al Sutra del loto y al Sutra Sabio Universal; la
«transmisión» indica d Sutra del nirvana.
14. Sutra del Uno; cap. 2.
15. Ib.
16. Ib. Se ha modificado el tiempo verbal para adecuarlo al contexto.
17. Ib. cap. 3.
18. Ib.
19. Alusión a la práctica mediante actos, palabra y pensamientos
pacíficos, y mediante juramento, tal como la estipula el capítulo “Prácticas
pacificas” del Sutra del Loto.
20. Los bodhisattvas Rey de la Medicina y Valeroso Dador.
21. Vaishravana y Defensor de la Nación, dos de los «CUATRO REYES
CELESTIALES».
CUATRO REYES CELESTIALES: Los Reyes Celestiales protectores de la
Nación, Mirada Amplia, Vaishravana, y Crecimiento y Desarrollo, son los amos de
las cuatro regiones; prestan servicio a sakra en calidad de generales y protegen
los cuatro continentes. Viven a mitad de camino entre la cumbre y las
estribaciones, sobre las cuatro laderas del monte Sumeru.