LA POSESIÓN MUTUA DE LOS DIEZ ESTADOS.
La posesión mutua de los
Diez Estados es un concepto difícil, pero importante; significa, en esencia,
que cada uno de los Diez Estados de la vida tiene el potencial de manifestarse
y de manifestar, asimismo, los otros nueve.
Los sutras expuestos
antes que el Sutra del Loto sostenía que los Diez Estados se encontraban en
lugares físicos diferentes, cada uno con sus propios moradores. Por ejemplo, el
Kusha ron (un tesoro de análisis sobre la Ley) de Vasubandhu establece que el
infierno existe mil lojana por debajo del suelo (un lojana es la distancia que,
caminaba el ejército real en un día, alrededor de 24 kilómetros).
El Sutra Shobonen (Sutra
de la meditación acerca de la Ley Verdadera) afirma que el estado de Hambre se
encuentra a 500 yojana bajo tierra. Los seres en estado de Animalidad (seres
sensibles no humanos) viven en el agua, en el suelo y en el aire. Los que están
en estado de Ira moran en el mar. Humanidad es el estado de los que habitan la
tierra, y a los que están en Éxtasis, les corresponde un palacio o la cumbre de
una montaña. Los seres en estado de Aprendizaje y Comprensión Intuitiva viven
en la Tierra de Transición. Los Bodhisattvas, en la Tierra de la Recompensa
Real, y los Budas, en la Tierra de la Luz Eternamente Tranquila.
El Sutra del Loto, por
el contrario, rechaza la idea de que los Diez Estados están separados unos de
otros. En realidad cuando se predicó el Sutra del Loto, los moradores de los
Diez Estados se reunieron al mismo tiempo; ese hecho es, en sí, la negación de
la independencia permanente de cualquiera de ellos. El Sutra del Loto agrega
que todos los seres de los nueve estados poseen la naturaleza de Buda. Esa es
otra manera de expresar que todas y cada una de las personas poseen el
potencial para manifestar la Budeidad.
A la luz del Sutra del
Loto, la vida no permanece estable en uno u otro de los Diez Estados, sino que
puede manifestar cualquiera de ellos, desde Infierno hasta Budeidad, en cualquier
momento.
Para alguien que se
encuentra en estado de Infierno, el entorno es miserable, sea éste cual fuere.
Para quien experimenta
Éxtasis, ese mismo entorno está colmado de felicidad.
Si los Diez Estados
indicaran lugares donde habita la gente, los que están en el Infierno jamás
podrían apartarse del sufrimiento, mientras permanecieran en ese estado. Por el
contrario, cuando se demostró que los Diez Estados se referían a condiciones de
la vida, se esclareció que los que padecían el Infierno también podían
experimentar alegría. La posesión mutua de los Diez Estados indica una
posibilidad permanente de cambiar de una condición a otra.
Al observar la vida de
una persona por cierto tiempo, se puede comprobar la existencia en ella de una
tendencia básica o una fuerte inclinación hacia uno o más de los Diez Estados.
La vida de un individuo misericordioso está centrada alrededor del Estado de
Bodhisattva. No obstante, alguien cuya tendencia vital básica es la de
Bodhisattva puede manifestar Hambre, Éxtasis, o algún otro estado, en cualquier
momento. Por ende, la condición de Bodhisattva, o cualquier otra, posee el
potencial de manifestar todas las demás.
El término “Revolución
Humana” indica la elevación gradual del estado de vida que se manifiesta como
la tendencia primordial de un individuo y, asimismo, la consolidación de la
Budeidad como la base de su vida. Como consecuencia de esa elevación, las
actividades de la vida se centran alrededor del estado más excelso, el de la
Budeidad.
Fundamentos del Budismo, página 51 - SGIAr. Edición 1997