VENCIENDO LOS PROBLEMAS DE LA VIDA. EL KARMA SEGÚN LA CIENCIA.
Un día hace varios años
atrás, en el hospital donde yo estaba trabajando, nació una criatura a la que
le faltaban tanto los brazos como las piernas. La madre estaba casi
enloquecida, pero el bebé, absorto, tomaba su leche con una expresión dulce. En
el momento en que lo vi se me hizo un nudo en la garganta y me pregunté qué
tipo de destino pudo haber tenido esa criatura para nacer así deformada.
Quieran o no quieran, las personas nacen en este mundo y sus facciones, el
tamaño de sus manos y pies, órganos internos, etc., ya están determinados. Más
aún, algunos nacen en familias ricas y otros, en familias pobres. ¿Por qué
ocurre esto?
Nichiren Daishonin
escribe en su "Carta de Sado":
Aquel que menosprecie a otros será a su vez despreciado. Aquel
que desprecia a aquellos de apariencia hermosa nacerá feo. Aquel que roba a
otros comida o vestimenta, sin duda caerá en el estado de hambre. El que se
burla de los hombres nobles o a cualquiera que siga los preceptos, nacerá en
una familia pobre. El que calumnia a una familia que abraza la Ley Verdadera
nacerá en una familia herética. El que se ríe de aquellos que abrazan los
preceptos nacerá como plebeyo y sufrirá la persecución de su gobierno. Esta es
la Ley general de causa y efecto.
En resumen, él nos
muestra claramente que las circunstancias en las que nacemos están determinadas
por nuestras acciones de las vidas pasadas. La vida es eterna y nuestros actos
e intenciones, tanto buenos como malos están grabados en nuestra vida como
karma bueno o malo. Debido a tales causas kármicas nacemos en este mundo con
una forma particular y en una esfera particular de circunstancias.
Sin embargo, no sabemos
qué tipo de karma acumulamos en existencias previas. Lo más que podemos hacer
es suponer, basándonos en nuestra suerte presente. Similarmente, no podemos
predecir qué destino nos espera en el futuro. Si el que gana el pan en una
familia contrae una enfermedad, esto provocaría gran pena en toda la familia. O
podemos tener un accidente de tráfico o que nuestra empresa quiebre. Nosotros,
mortales comunes no tenemos forma de prever estas cosas.
Entonces ¿no tenemos más
alternativa que aceptar pasivamente y resignarnos a los efectos del karma que
hemos creado en el pasado? No, este no es el caso. Existe definitivamente una
Ley Mística que nos permite transformar nuestro destino. Este es el budismo
maravilloso enseñando por Nichiren Daishonin, el buda Original que hizo su
advenimiento en los Últimos Días de la Ley.
El Gosho ''Respuesta a
Myoho ama" dice: “La laca negra se pone tan blanca como la nieve cuando se
le agrega polvo blanco y todos los colores se ponen dorados cuando se acercan
al Monte Sumeru. Una persona que abraza el título del Sutra del Loto, puede
cambiar la laca negra de su karma negativo de esta vida y del «asordo remoto
por la laca blanca, de un gran bien, y sus acciones virtuosas de tiempos sin
comienzos se volverán todas doradas”. Como explica este pasaje, cuando uno
abraza al Gojonzon dedicándose a invocar daimoku y promover el shakubuku o la
expansión de las enseñanzas, puede entonces definitivamente cambiar su karma
para mejor.
Varios años atrás, una
tal Sra. W. fue sometida a una operación de un cáncer uterino, en una clínica
de Tokyo. Sin embargo, en octubre del año antepasado, se diagnosticó una
reaparición. Esta vez el cáncer se había expandido al recto. Nuevamente
hospitalizada, recibió terapia radioactiva y drogas inhibidoras del cáncer pero
éstas le produjeron diarrea severa y otros síntomas y su condición física se
deterioró rápidamente. En este estado, fue trasladada a mi hospital.
La Sra. W. se dedicó
ahora a la invocación desesperada del daimoku. Como resultado, el cáncer
desapareció y ella se fue del hospital a su casa el 10 de noviembre. Han pasado
dos años desde entonces y ella está en perfecto estado de salud. La expectativa
de vida para alguien con un caso de reaparición como el de ella en general es
de no más de medio año.
También recuerdo a una
Sra. L, una mujer de setenta, quien había notado unos años antes un bulto en su
pecho izquierdo. Asustada de ir a un doctor, no hizo nada. El bulto se extendió
y sobresalió, penetrando en su piel. Se rompió y se ulceró y empezó a exudar
sangre y una secreción de olor desagradable. Como vivía sola, procuró atenderse
sola, pero debido al olor, sus compañeros miembros de Gakkai se dieron cuenta
de su enfermedad cuando ella iba a las reuniones y otras actividades.
Finalmente, una de sus responsables la persuadió y vino a verme como paciente
de consultorio externo el 29 de mayo del año pasado.
Un cáncer enorme
acribillaba todo su pecho izquierdo, cuya superficie florecía como una coliflor
aquí y allá supurando sangre. Entró al hospital el 22 de junio y el 28 de junio
se le hizo una mastectomía radical, incluyendo la extracción de glándulas
linfáticas y adyacentes. La herida quirúrgica tan extensa, también requería de
transplantes de piel, pero aún con estos, un espacio de cerca de veinte por
veinte centímetros quedó sin piel. El plan era realizar más injertos de piel
con el tiempo.
Sin embargo, el día
después de la operación, la Sra. I. multiplicó sus esfuerzos por invocar
daimoku. Casi inmediatamente recuperó su vitalidad y su piel comenzó a crecer
otra vez alrededor de la herida con una velocidad increíble. Fue dada de alta
sin más injertos de piel. La Sra. I. es ahora más sincera que nunca en su
invocación del daimoku y no para de hacer shakubuku y promover la suscripción
del Seíkyo Shimbun. Mientras escribo esto, ha pasado un año y dos meses desde
su operación y la piel ha vuelto a crecer hasta el punto que solo queda un
pequeño espacio de cinco por dos centímetros sin cubrir. Este es el resultado
de una fuerza vital impresionante.
En el momento de su
operación, su pronóstico era de no más de un año de vida.
Cuando veo su piel
saludable y su estado de ánimo elevado, cuando me viene a visitar como una
paciente de consultorio externo siento intensamente la grandeza de la Ley
Mística.
Con mis propios oíos he
sido testigo de innumerables experiencias, similares entre los miembros de
Gakkai. Esto me ha llevado a concluir que cualquiera sea la naturaleza del caso, la fe de uno en el momento de
enfrentarse al Karma del cáncer es crucial. Uno no debe desesperar o dar lugar
a pensamientos pesimistas como "se acabó todo para mí". Más bien, uno
debería decidir que éste es el momento justo para cambiar el destino y
enfrentar esta enfermedad kármica terrible, de cabeza, invocando sinceramente daimoku
resonante y esforzándose en el shakubuku, la práctica budista más noble. Cuando
uno hace esto, puede acumular la energía poderosa inherente al estado de
Budeidad posibilitando la transformación del destino de uno y caminar
firmemente por el camino de la felicidad absoluta y el logro de la Budeidad en
esta vida. Como declara la "Respuesta a Kyo'o":
"Nam-myojo-rengue-kyo es como el rugido de un león ¿qué enfermedad puede
entonces ser un obstáculo?... Donde sea que su hija pueda retozar o jugar, no
correrá peligro; estará libre de temores como el rey león".
En el curso de mi
trabajo como especialista en medicina interna, también he visto casos de
miembros de Gakkai que murieron de cáncer. Todo lo que vive debe algún día
perecer – esto es un gran principio del universo. Los seres humanos también
tienen su lapso de vida limitado y algún día, perecen o deben morir. El
capítulo Juryo del Sutra del Loto habla de “conceder una vida mas larga”, y
como beneficio de la fe y de la practica, uno puede sin duda extender su lapso
de vida. Pero aún así la muerte llega.
He sentido con gran
agudeza la grandeza del Budismo del Daishonin cuando he visto a esos miembros
encontrarse con la muerte por cáncer. Para empezar, casi ninguno experimenta la
agonía infernal que caracteriza al cáncer en sus etapas finales y su apariencia
en el momento de la muerte es alentadora. Siempre me conmuevo de sorpresa
cuando los observo llegar al momento final, invocando daimoku suavemente y
respirando poco a poco como si estuviesen dormidos. Los ojos y la boca un poco
abiertos, los rostros brillantes, irradian una gran sensación de paz, como si
experimentaran una profunda satisfacción de una vida sin remordimientos. La
muerte es el resumen total de la vida y uno no puede evitar sentir que una
actitud tan esplendida al enfrentarse a la muerte debe testificar que la vida
de la persona ha sido también esplendida. Una muerte pacífica, sin duda, indica
que le sigue luego una vida afortunada. Seguidamente, podemos decir que una
muerte así demuestra la prueba de la iluminación y un cambio de destino por
virtud de la Ley Mistica.
En su “Respuesta a Myoho
ama”, Nichiren declara, “uno debería primero aprender sobre el momento de la
muerte y después aprender sobre otras cosas”. Observando a muchas personas fallecer,
mostrando el aspecto de iluminados del cual habla el Daishonin, puedo sentir
verdaderamente la buena fortuna y el beneficio de haber sido capaz de abrazar
la Ley Mística así como la esperanza y coraje inmensos con los cuales enfrentar
la vida. Como consecuencia, creo sinceramente que los seres humanos, uno por
uno, que abrazan el Budismo de Nichiren, transforman su destino y avanzan en su
revolución humana, siguiendo el camino seguro hacia la Paz Mundial.