EL ORIGEN DE URABON. CEREMONIA DEL DIA DE LOS FALLECIDOS. Gosho Zenshu, pág. 1111 The Major Writings of Nichiren Daishonin, vol. 4, pág. 921.
“Los espíritus
hambrientos que devoran la Ley renuncian al mundo para difundir el Budismo sólo
porque creen que, si predican la Ley, la gente los respetará. Buscan fama y
fortuna mundanas, pasan íntegramente esta vida tratando de hacer ver que son
superiores a todos en todo. Ni ayudan a los demás ni tratan de salvar siquiera
a sus propios padres. A estas personas se las llama espíritus hambrientos que
devoran la Ley, o seres que utilizan la Ley para satisfacer sus deseos.
Cuando observamos a los
sacerdotes de nuestra época, vemos a algunos que, en secreto, se hacen entregar
ofrendas sólo para ellos. El Sutra del Nirvana llama a estos hombres “sacerdotes
con corazón de perro”. En su próxima vida, serán demonios con cabeza de buey. [1]
Otros reciben ofrendas abiertamente, pero a causa de su codicia, no las
comparten con los demás. En su próxima existencia, nacerán como demonios con
cabeza de caballo.
Algunos creyentes laicos
no oran por el reposo de sus padres que han caído en los estados de Infierno,
Hambre o Animalidad y soportan agonías extremas. Llevan ropas lujosas, se
alimentan opíparamente, poseen bueyes, caballos y servidores en abundancia y
disfrutan de todos los placeres que les vengan en gana. ¡Cuánto deben de estar
envidiándoles sus padres, cuánto deben de lamentarlo! Hasta los sacerdotes, con
muy pocas excepciones, descuidan la oración por el reposo de sus padres y
maestros en los aniversarios de su fallecimiento. Por cierto, los dioses del
Sol y de la Luna, en los cielos, y las deidades terrenales deben estar furiosos
e indignados por esta conducta nada filial. Y aunque estas personas tan
ingratas poseen forma humana, no son mejores que los animales. Habría que
llamarlos bestias con cabeza de hombre.
Yo, Nichiren, estoy
convencido de que, al erradicar impedimentos “kármicos" como los que he
descrito, podré ir a la tierra pura del Pico del Aguila en el futuro. Por lo
tanto, aunque caigan sobre mí persecuciones graves y numerosas, como una lluvia
o asciendan a mi alrededor como nubes, mis
sufrimientos no me parecen tales, en absoluto, ya que los enfrento por la causa
del Sutra del Loto. Quienes se convierten en discípulos y seguidores de esta
persona llamada Nichiren son devotos del Sutra del Loto. Especialmente la
difunta Myoho [2] cuyo aniversario cae el duodécimo día de este mes, fue una
devota del Sutra del Loto y seguidora de
Nichiren.
¿Acaso sería posible que
cayera en el estado de Hambre? Sin duda, hoy está en presencia de Shakyamuni,
Taho y de todos los demás budas de las diez direcciones. Deben de estar
diciéndose: “¡De modo que ésta es la madre de Shijo Kingo...!” y, de común
acuerdo, acariciándole la cabeza y alabándola con cantos de alegría... Por su
parte, ella le estará diciendo al buda Shakyamuni qué espléndido hijo ha
tenido.
ANTECEDENTES
Este gosho fue escrito el 12 de julio de 1271, cuando el
Daishonin tenía cincuenta años y se encontraba en Matsubagayatsu, Kamakura. Se
lo envió a Shijo Kingo. Como el 12 de julio era el aniversario del
fallecimiento de la madre de Kingo, éste ofrendó al Daishonin diversos
artículos, y esta carta es la respuesta a la pregunta que hizo sobre el origen
de ofrendar a los fallecidos que sufren de hambre.
En este gosho, se señala el origen de la ceremonia del día de los
fallecidos y se enseña que invocar Nam-myoho-renge-kyo es la verdadera ofrenda
a los difuntos. Luego menciona los aspectos de diversos demonios del estado de
Hambre (gaki). Entre ellos, refuta a los sacerdotes que buscan la fama y la
fortuna, y los define como “espíritus hambrientos que devoran la Ley”. A estos,
los compara con los perros.
La difunta madre de
Kingo se había convertido en seguidora del Daishonin, consagrada a la fe en la
Ley Mística. Por esa razón, es imposible que caiga en el estado de Hambre.
Por el contrario, sin
falta estará frente a Shakyamuni, Taho y los budas de las diez direcciones y
tres existencias, para ser elogiada por ellos. De esta forma, el Daishonin
señala el benefìcio de practicar la Ley Mística.
ANALISIS DEL FRAGMENTO
A raíz de la ofrenda que
hizo Shijo Kingo en el día de los difuntos, el Daishonin explica el origen de
ofrendar a los fallecidos que sufren de hambre. En ella, cita el Sutra Shobonenjo
y otras enseñanzas, para mencionar treinta y seis clases de demonios del estado
de hambre (gaki), y explicar algunos de ellos. Dentro de ellos, menciona a
aquellas personas que enseñan el Budismo, no para salvar al pueblo, sino por su
propia fama y fortuna.
En el sutra citado, dice
que las personas codiciosas de ofrendas y consumidas por los celos adquieren
esta cualidad hambrienta y lastimosa. Compara con los perros a los sacerdotes
que acumulan ofrendas a escondidas, con rapacidad. Además de esto, en este
gosho describe a aquellos sacerdotes que aceptan ofrendas de otros, pero no
tienen la actitud de compartirlas con los demás; a los clérigos avaros que no
rezan por sus difuntos padres; a los creyentes que no oran por sus padres
difuntos en el aniversario de su fallecimiento. Señala que estas personas
ingratas y avaras, que no reconocen los favores recibidos, en futuras
existencias nacerán en el estado de Hambre, compartiendo rasgos humanos con
rasgos de buey o de caballo, por ejemplo.
Estas personas, aun en
el presente, ya muestran el grotesco aspecto de un demonio hambriento, en su
comportamiento y apariencia. El Daishonin señala, estrictamente, “aunque poseen
forma humana, no son mejores que los animales. Habría que llamarlos bestias con
cabeza de hombre”.
Califica a los
sacerdotes que se aprovechan de la Ley, fingiendo actuar en bien del Budismo
cuando, en realidad, sólo buscan su prosperidad personal mediante hábil
retórica, y dice que son como espíritus malvados y hambrientos que devoran la
Ley.
Por detrás del aire de
importancia que alguien pretenda darse, lo esencial es descubrir su esencia y
saber detectar cuándo, en esencia, un sacerdote es como un espíritu hambriento
y aprovechador.
Hay diversos aspectos en
el estado de Hambre. De todos modos, los hombres caemos en él a causa de la
avaricia. En cambio, el Daishonin, no daba importancia a las persecuciones que
caían como la lluvia o que lo rodeaban como nubes. El luchaba solamente por la
causa del Sutra del Loto, sin especular. Como estaba recibiendo numerosas
persecuciones por enseñar la Ley Mística a todo el pueblo y por la felicidad de
todos los hombres, era absolutamente ajeno a la fama y la fortuna propia. Esto
le permitía continuar su actividad más esencial, actuar por los demás, sin
dejarse influir por la menor avaricia.
Al final, se refiere a
la madre de Shijo Kingo, quien se había convertido en discípula del Daishonin.
Cuando le llegó la hora de la muerte, falleció como devota del Sutra del Loto.
Y, además, su hijo Kingo, se estaba dedicando a la fe como discípulo de
Daishonin, y estaba compartiendo sus beneficios. Por tal razón, sin falta su
madre falleció en estado de iluminación. El Daishonin dice que debía de estar
en la tierra pura, alabada y protegida por todos los budas de las diez
direcciones, Taho y Shakyamuni.
Nosotros también, como
discípulos de Daishonin, si nos dedicamos a la propagación y seguimos la
enseñanza del gosho haciendo a un lado la motivación de la propia fama y la
fortuna, podemos tener la convicción y la tranquilidad de trascender el mundo
ruin de la codicia y disfrutar libremente junto a los budas de las tres
existencias y de todo el universo.
Nichiren Daishonin dice
que es muy difícil salvar a los padres y a otras personas sin lograr la
iluminación.
Por eso se desprende de
este gosho y de otros que, aunque nos urja a orar por los difuntos, el origen
de los beneficios de los padres esta en nuestra propia dedicación al
kosen-ntfu. Con este principio grabado en nuestro corazón dediquémonos
diariamente a la práctica para nosotros y para los demás.
NOTAS
1. Demonios con cabeza de buey: Seres que, junto a los demonios
con cabeza de caballo, actuarían como guardia cárceles en el infierno
aplastante, tercero de los ocho infiernos calientes. Ambas clases de demonios
suelen representarse como seres de cuerpo humano, pero con cabeza de buey o de
caballo, según el caso.
2. Myoho: También llamada Myoho-ama. Madre de Shijo Kingo.